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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi Holi Holi

Me demoré??? yo creo que no jajaja ok dejando el tema a un lado, les traigo la actualización ^_^

 

AD: me odiarán al final de esta lectura, estoy dispuesta a recibir sus quejas

 

 

 

Desde que había desaparecido su hermanito, Kankuro se mantuvo inquieto, al menos Sasori fue un gran apoyo para esos días de angustia, palabras de aliento o abrazos cálidos, se lo debía agradecer de alguna forma, ese pelirrojo apenas unos días después le dijo algo que lo alivió inmediatamente “tengo un guardaespaldas detrás de Gaara, lo encontró pero no puedo decirte en donde está, al parecer no quiere ser descubierto por lo que respetaré esa decisión” se enfadó en un principio pero entendía a su hermano, debía estar demasiado enfadado y confundido, terminó aceptándolo y dejó de insistirle a Sasori para que le diera información, se conformaba con saber que Gaara estaba bien y alguien lo cuidaba desde las sombras, cuando el evento en el que Neji lo atacó sucedió, su estrés subió por los cielos, incrementando su odio por el ojiblanco, y deseando alejarlo de su hermano con mayor ímpetu, a pesar de que Hana le había contado  lo que significaba el papel de Neji en ese asunto, nada de su odio y resentimiento cedió, entendía que estaba ayudando a la policía pero también significaba que tenía un pasado oscuro, eso estaba respaldado por su historial, un asesinato estaba en las espaldas de Neji a pesar de ser declarado inocente era algo que jamás alguien podría olvidar

 

 

La convivencia con Sasori había mejorado desde su ataque repentino, mostrando el lado más amable del pelirrojo hacia su persona de cierto modo se le hacía raro que lo cuidaran con tal dedicación pero lo dejó pasar después de todo Sasori tenía muchas facetas que parecía ir rebelando con el transcurso del tiempo, cariñoso, sobreprotector, maduro, celoso, fastidioso, todas y cada una de ellas era interesante a su forma y poco a poco Kankuro se iba adaptando, le costaba creer que alguien como Sasori fuera… un buen prospecto para su pareja, así que terminó por convencerse de que se lo diría… le diría que el tiempo de prueba pasó y que tendrían un hijo, lo aceptaría definitivamente

 

 

Antes de formalizar con Sasori tenía que hablar con Gaara, tratar una última vez, hacerle entender que Neji no era apto para estar con él, que no podían seguir juntos, entonces uno de esos días en donde iba a investigar si Gaara regresó de su viaje se topó con el castaño, justo enfrente de la puerta del departamento en donde residía su hermano, pelearon y Neji trató de defenderse pero sus razones no eran poderosas, le advirtió que se alejara, lo abofeteó y Neji no respondió, dejó que lo golpease sin ninguna razón, la forma que en que lo miraba parecía como si se hubiese dado cuenta de algo, por un minuto pensó que descubrió su pequeño secreto pero dejó de darle vueltas al asunto y dejó todo ahí, no podía ser posible que alguien percibiera su embarazo o su estado genético, su apariencia era la de un hombre normal, nadie creería que su cuerpo albergaba a un pequeño ser

 

 

Al momento en que Temari se enteró de que Gaara estaba de regreso sano y salvo también la noticia cruzó por sus manos, estaba dispuesto a ir con él y hablar pero el menor lo estaba evitando, sea como sea debía hablar con su hermanito, la oportunidad se dio al momento en que ingresó a la estación de policía, Neji y Gaara seguramente iban a visitar a Hana y por su parte Kankuro visitaba a Kiba que estaba entretenido ayudando a su hermana, fue una casualidad muy provechosa

 

 

-Neji vámonos – el pelirrojo apenas vio a Kankuro desvió su camino

-espera, necesito hablar contigo – suplicó de inmediato – a solas – miró de mala forma a Neji advirtiéndole que no se entrometiera

-no quiero hacerlo

-por favor… ¿hace cuánto que no nos vemos Gaara?

-desde que me dijiste que era un asesino – Neji permaneció en silencio sabia los detalles de ese conflicto y no pudo evitar sentir odio por su cuñado, nunca debió decirle nada de eso a su novio, nadie se merecía ser acusado de alguna de esas cosas, era demasiado doloroso

-quiero pedirte disculpas por eso…

-lástima que no deseo escucharlas… Neji vámonos, visitaremos a Hana luego – tomó el brazo del pelilargo con intenciones de salir del lugar pero…

-¡espera! – Kankuro tomó el hombro de su hermanito y trató de detenerlo – por favor

-Gaara… - Neji vio la desesperación y el arrepentimiento del castaño, tal vez podría convencer al menor – no crees que deberías escucharlo al menos

-… - ese cretino aparentaba ser un angelito pero Kankuro no se creía ese cuento – no necesito que alguien como tú me ayude – gruñó furioso

-Neji no tiene nada que ver en esto Kankuro – el pelirrojo apartó a Neji de su hermano – déjanos en paz – le exigió con rudeza

- no puedes estar con un tipo como él… Gaara ¡reacciona!

-no me des ordenes Kankuro, no pienso escucharte

-solo tienes que recordar su abandono, lo que es… es un delincuente, por Dios Gaara ¡reacciona!

-no te metas en mi vida, si quiero estar con Neji lo haré – tal vez estaba siendo demasiado altanero pero nadie tenía derecho a alejarlo del ojiblanco nunca más

-no sé cómo lo hiciste… no sé cómo lograste hacer que mi hermano cayera en tus garras Neji, pero te advierto que te alejes o tomaré medidas – se atrevió a discutirle al ojiblanco que permanecía totalmente sereno

-¡deja de amenazarlo!

- tranquilo Gaara – apartó al menor, presentía que eso se saldría de control, no sería la primera vez que el hermano de su novio se salía de sus cabales – Kankuro-san me temo que no me separaré de Gaara, no estoy dispuesto a hacerlo – enfrentó al castaño

-tu maldito – golpeó fuerte el rostro del pelilargo haciéndolo tambalear

-déjalo Kankuro – el pelirrojo intervino pero no a tiempo, solo vio cómo su hermano mayor empujaba a Neji con fuerza tras golpearlo – ¡Neji! – observó el cuerpo de Neji caer al suelo golpeándose fuertemente contra la silla detrás de él

-ugh… - sentía un dolor punzante en su hombro, había caído en una mala posición y peor aún en el sector que recibió la bala – mgh… - mordió su labio para no emitir sonidos agudos pero el dolor estaba aumentando, no sabía por qué tal vez… se rompió algo – mgh… duele – no soportó el dolor y se quejó, estaba tumbado en el suelo indefenso ante un ataque y solo escuchó la discusión de los hermanos pero él no podía levantarse, le dolía

-QUE DEMONIOS CREEN QUE HACEN EN MI OFICINA – Hana había escuchado que lo esperaban, Kiba estaba con ella y escucharon el alboroto, al ingresar vio a Kankuro discutiendo con el pelirrojo, algo normal entre esos hermanos, pero… – ¡NEJI! – se asustó ver a su alborotador favorito en el suelo sin moverse y con una mueca de dolor – ¡demonios! ¿Qué pasó? – Por suerte Kiba pudo detener a Kankuro que seguía discutiendo con el pelirrojo y éste solo se defendía exigiéndole a su hermano mayor que se fuera – SILENCIO… – gritó histérica – acaso no ven que Neji está en mal estado, Kiba llama a una ambulancia ¡ahora! – ordenó y de inmediato vio a su hermano tomar el teléfono, Kankuro se quedó callado y Gaara se acercó a verificar el estado de su novio, estaba asustado podía notarlo con claridad – demonios Neji que te dije de mantener reposo, ¡eres un maldito mocoso! – podía ver el dolor en el pelilargo, sabía que se estaba aguantando

-lo… siento… agh… - soportaba el dolor que lo invadía no quería asustar a Gaara, al menos Hana estaba ahí, preguntándole en donde le dolía – el hombro… no sé qué pasó…mgh

-Neji ¿qué pasa?, estas… ¡demonios! – Kiba se dio cuenta… algo estaba mal, tal vez una fractura

-tranquilo Gaara… parece que se fracturó el hombro herido, la herida de bala no fue grave pero tampoco es algo sin importancia – explicó ante el asombro de los presentes – ¡no te muevas idiota!, los paramédicos sabrán que hacer, y tu Gaara cálmate que no está grave

-pero él está sufriendo – susurraba el artista, el rostro de su novio caído reflejaba mucho dolor

-es normal… el golpe debió ser fuerte

-eso me gano por salvarte… Hana – se burló el castaño caído mientras soportaba el intenso dolor – tal vez… deberías pagar mis gastos… médicos…agh

-lo haré pero quédate quieto – se rio levemente – y usted Kankuro-san llévese a Kiba de aquí no quiero que se altere – ordenó a un Kankuro que estaba en shock – no sé lo que pasó  pero después discutiré con ustedes, ahora ¡largo!

 

 

Había metido la pata una vez más y solo pudo resignarse a que Gaara no lo quisiera ni ver, el muy maldito de Neji tenía buena suerte, al menos se alivió cuando Kiba le contó que el castaño solo se había dislocado el hombro nada más, podía liberarse del peso de haberle hecho daño pero seguía igual que al comienzo, sin el perdón de su pequeño hermano, en verdad que su vida daba asco

 

 

 

 

 

La relación con Kankuro cada vez iba mejor, Sasori podía estar muy feliz por ello, tenía lo que deseaba, poco a poco lo estaba llegando a conquistar, verlo sonreír era una de sus mejores recompensas, al pelirrojo nadie le quitaría esa sonrisa tonta que llevaba de vez en cuando, para ayudar a Neji hizo muchas cosas a través de sus contactos, había sido duro pero al final terminó logrando que cierta valiosa información llegase a la policía a través de Yuu, ese chico era increíblemente versátil, tenía futuro como investigador, de todos modos con cada miembro cayendo uno por uno no tenía ningún problema, se encargó de borrar toda la información que lo vinculaba con Orochimaru, estaba seguro que el “gato” se había ido a otro país hace tiempo así que estaba tranquilo, todo marchaba bien, tal vez le haría una visita a Neji para una pequeña platica amena y de una vez conocer a parte de su nueva futura familia, porque claro había estado pensando en formalizar todo en cuanto Kankuro le diera la oportunidad, perdido en sus pensamientos caminaba en la empresa, apenas salía de una reunión mientras esperaba que Kankuro resolviera un asunto de negocios y se irían a casa juntos, esa noche le pediría que se quedase con él, tal vez con una noche de pasión  Kankuro aliviaría todo ese estrés por el asunto de su hermano, era el plan perfecto

 

 

-¿diga? – era raro ver un número desconocido llamarlo – ¿con quién tengo el gusto?

-hola Sasori-san – aquella voz hizo que todo su mundo se derrumbara, se apartó de inmediato para tener privacidad, vigilando que nadie escuchara su conversación

-¿qué quieres… Kabuto?, ya no tengo nada que ver contigo

-si tienes… ayúdame a salir de esto, y perdonaré el hecho de que nos hayas traicionado

-jamás lo haría, te mereces estar en la cárcel

-tú también y lo sabes – la rabia del peliplata se notaba incluso a través del aparato

-yo nunca quise estar ahí, fui obligado y lo sabes – ironizó para darle la contra

-por tu culpa caímos, por tu culpa Orochimaru-sama está muerto

-bien por mí, bueno si no tienes nada más que decir colgaré

-mataré a alguien si no me ayudas – una risita maliciosa se logró escuchar tras aquella amenaza

-a quien ¿eh? – trataba de no mostrar lo temeroso que estaba

-digamos que tiene un porte elegante y un cabello castaño que resalta un poco el salvajismo de cada palabra

-¿qué demonios? – sabía que Kabuto era un maniaco pero amenazar la integridad de un hombre tan importante como Kankuro era un desvarío y más cuando no tenía apoyo alguno

-¿acaso olvidas que soy un profesional recolectando información?

-maldito seas – apenas hace algún tiempo sintió el terror de saber que Kankuro había sido víctima de intimidación y ahora pasaba esto…

-escúchame… tendré que darte una demostración de lo que soy capaz, digamos que me llevaré a tu querida zorra conmigo hasta que pagues el rescate, despídete porque ahora mismo lo tengo en la mira

-espera… oye… maldita sea – le había colgado… el muy maldito pagaría caro por eso

Llamó enseguida a Kankuro para saber en dónde estaba “estoy en el restaurante, llegaré a la hora acordada, tengo que irme estoy a mitad de la reunión, idiota” le había colgado demasiado rápido sin siquiera darle la oportunidad de advertirle y como si fuera poco le apagó el celular, por primera vez odiaba el mal carácter de su pareja, no tenía opción estaba muy lejos, solo alguien podía ayudarlo

-Neji?... contesta… – era su único aliado en esto, lo necesitaba, era hora de pedirle un favor y sabía que no se negaría después de todo el que corría peligro era el hermano de su novio

-¿Akazuna-san? ¿Que desea de mí? – el pelirrojo al fin se alegraba de volver a escuchar a ese niño

-escucha bien, Kabuto me contactó – habló con prisa mientras se peinaba sus cabellos con los dedos presa de la desesperación

-¡demonios! ¿Qué ocurre?, ¿lo amenazó?

-va tras Kankuro, lo quiere para manipularme… después te explico todo, ahora solo ve por él… por favor eres el que más cerca está – su voz subía de tono mientras caminaba de un lado al otro

-claro solo deme la dirección

-te la enviaré por mensaje… pero por favor apresúrate, es capaz de matarlo

-llamaré a Hana para pedir apoyo, no se preocupe

 

Neji colgó de inmediato alterándose un poco ¿cómo era posible que pasara algo así?, pensó que con la caída de Orochimaru ya todo estaba en calma, corrió a su habitación buscando algo con que defenderse pero nada, tenía que improvisar de inmediato… mientras buscaba  también llamaba a Hana informándole de la situación “escucha, Kabuto amenaza la vida de Kankuro, no se los motivos pero es la oportunidad para capturarlo”

 

-¿qué ocurre? – de pronto el pelirrojo apareció seguramente había escuchado el alboroto que estaba armando mientras buscaba algo que lo ayudara a defenderse – no te quites el vendaje aun no estas completamente recuperado

-lo sé pero es necesario – respiró profundo para retomar la calma que lo caracterizaba, debía tener la cabeza fría en ese momento

-me estás ocultando algo – más que una pregunta era una afirmación, ver a su pareja ahí tratando de quitarse cada venda con cuidado y dándole pelea no era normal 

- Gaara… yo tuve un altercado con tu hermano hace tiempo, me obligaron a amenazarlo por eso me odia… pero es hora de reivindicarme – había olvidado por completo que no se lo había contado  

-entiendo pero ¿qué tiene que ver ahora? – estaba empezando a asustarse al ver la duda en Neji

-amenazaron a tu hermano, Kabuto está detrás de él – se explicó con calma

-¿que? ¿Pero por qué? mi hermano jamás ha tenido líos de ese tipo

-es por… te lo contaré luego por favor ayúdame a buscar algo con que defenderme

-pero tu brazo

-Gaara si no voy ahora tu hermano correrá peligro – debía ser directo para no perder tiempo

-te traeré la katana que me dejó Ten-ten – salió corriendo para buscarla, tenía un mal presentimiento acerca de todo eso

-gracias – se apresuró a coger las llaves de su motocicleta y a probar el buen funcionamiento de su brazo, le dolía pero no era tiempo de quejarse, apenas recibió la katana respiró profundo, pensó que nunca más tendría que usar esa oscuridad que tenía en la profundidad de su alma pero…

-¿por qué quieren a mi hermano? – se atrevió a preguntar mientras veía como Neji movía su hombro con cuidado

-por Sasori… escucha Gaara hay cosas que aún no sabes, te prometo que te las diré luego ahora tengo que irme

-cuídate por favor – se abrazó al mayor, no podía ocultar el nerviosismo que de pronto lo invadió

-lo haré – besó los labios del menor antes de salir – por favor llama a Hana y envíale el mensaje de mi celular con la dirección, me llevaré tu teléfono – le dijo antes de salir corriendo tras memorizar el lugar a donde debía dirigirse, necesitaba apresurarse, sabía que Kabuto era de las personas más aterradoras aunque no lo pareciese, su mente retorcida tomaba las oportunidades para atacar, era una extraña combinación entre Orochimaru y Kimimaru quienes fueron sus tutores

 

Aquella mala sensación fue descartada por cierto castaño…

 

 

 

La reunión había terminado, no era normal que lo solicitaran para los asuntos de negocios pero no se negó, sabía que aquellos vejetes confiaban en su buen juicio para iniciar un nuevo proyecto y éste era bastante bueno,  después de todo no siempre se tiene la oportunidad de iniciar una pequeña cede en estados Unidos, era un proyecto bastante tentador, la molesta llamada de Sasori lo incomodó, si ya le había dicho que se reunirían en un rato ¿porque debía molestarlo así?, a veces no aguantaba ese carácter que mostraba el pelirrojo “todo está listo señor” Kano le avisó que podían irse, el auto preparado y la sonrisa del chofer lo desconcertaban a veces, a pesar de que Kano había dicho que estaba interesado en él, no pareció sorprenderse o verse dolido cuando se enteró que estaba empezando una relación con el Akasuna, tal vez se había dado cuenta que no sentía nada intenso como para ser comparado con amor, apreciaba a aquel jovencito debía de recompensarlo de alguna forma, ya pensaría en algo

 

 

 

Tomaron la ruta hacia la empresa, estaba un poco lejos así que inició una charla con el rubio para despejar algunas dudas “aún me siento atraído por usted pero también entiendo que Akazuna-san es el padre de su hijo y que sería buena idea que ustedes lo criaran juntos, a pesar de todo lo protegeré Kankuro-san y estaré pendiente de usted para que no salga lastimado” al parecer el chico era bastante maduro, le gustaba esa forma de pensar “te recompensaré por tu lealtad y discreción, Kano” le gustaba tener a gente de confianza a su alrededor, de pronto sintió un frenado bastante brusco y cuando estaba a punto de regañar a su chofer se dio cuenta del miedo que invadía al rubio, vio al frente y lo supo, estaba en problemas, un tipo encapuchado se había atravesado en la carretera usando su motocicleta, otro tipo estaba en frente del auto apuntándolo con una ametralladora, vieron la seña que les hizo para que se bajaran pero no estaban locos, se quedaron en donde estaban y al parecer Kano intentaba buscar una salida, esto era malo… un tercer sujeto se acercó al lado del conductor y obligó al rubio a bajarse, Kankuro no tuvo más opción que obedecer también, no era buena idea oponerse, era una zona despejada, nadie circulaba por ahí a esas horas, así que no hubo problemas para que los acorralaran en un callejón, el castaño les discutió de la misma forma que lo hizo la vez pasada al ser acorralado de forma parecida, esto se estaba volviendo molesto, pero por alguna razón esta vez parecía que sería un poco diferente… se veían más amenazantes que la última ocasión, podía percibir la ira de uno de los sujetos incluso cuando estaba tan lejos, tenía un mal presentimiento

 

 

-Sabaku Kankuro es un placer conocerlo – el tipo que despedía ira habló con voz calmada mientras se acercaba

-¿qué demonios quieren?, ya dije que no tengo interés en formar alianza con ustedes – gruñó inquieto viendo como uno de los encapuchados se mostraba, era aquel nombre que lo acechó la última vez, si no había escuchado mal, alguien lo había llamado Dark, parecía muy molesto y amenazador que antes, el otro apenas era un jovencito de cabellos negros, no lo había visto

-sabemos que eres un hueso duro de roer – Kabuto sonrió mostrándose, se acomodaba los lentes de forma singular mientras sonreía con malicia – pero ahora digamos que el asunto es un poco diferente

-¿qué piensas hacer? – de reojo vio a Kano y éste estaba demasiado tenso mientras aquel chiquillo se acercaba con un arma en las manos

-secuestrarte, es mi carta de salvación – sonrió el peliplata – pero solo te necesito a ti

-espera… - vio como apuntaban al rubio y decidió intervenir – ¿qué crees que haces?... ¡detente! – se interpuso entre el jovencito y el chofer – un chiquillo como tú no debería… - Kano lo apartó de inmediato al sentir que iba a disparar y el chiquillo lo hizo

-tranquilo… sabes que no queremos matarlo – sonrió Dark mientras golpeaba levemente al más joven – solo herirlo, te pasas de la raya

-lo lamento creo que me emocioné

-¿por qué demonios me atacan?, no tengo nada que ver en sus problemas – les enfrentó demasiado enfadado, aunque solo trataba de ocultar el pánico que sintió al ver la vida de su chofer y la suya propia amenazadas como si no valiesen nada

-sí que los tienes – acusó Kabuto – eres la única razón por la que Sasori no quiso colaborar

-¿Sasori? ¿Colaborar? ¿De qué hablas? – le daba mala espina todo eso y no había salida, Kano se volvía su escudo pero entre tres personas no podía escapar, esto pintaba muy mal

-¿acaso tu querido amante no te contó nada? – ¿acaso ese tipo sabía que era lo que tenía con el pelirrojo? ¿Pero cómo?  Había sido bastante discreto, simplemente no era posible

-¿contarme qué? – le puso atención al ver la seriedad en los azabaches, Kano se mantuvo enfrentando a ambos sujetos y él se concentró en el peliplata

-uy los secretos de pareja no son buenos – se rió sonoramente

-basta de burlas, y dile a tus matones que se alejen de mi empleado – exigió aunque sabía que  de nada serviría

-será bueno lastimar un poco a ese pelirrojo – sonrió Kabuto, al parecer Sasori estaba tratando de ocultar su pasado para no dañar a su querido amante – te lo resumiré… la fortuna del Akazuna viene de negocios sucios, ha estado ligado a la organización de Orochimaru-sama desde su juventud, él es uno de los nuestros

-¿Qué?… ¡mientes! – debía ser mentira, el mismo investigó al Akasuna, nunca tuvo líos con nadie ni sospechas de nada, tenía un historial limpio, no pudo… ¿verdad?

-nos ayudaba mucho en un principio pero después simplemente nos falló, porque quería salirse de todo, creo que la razón eras tú, quería que no lo descubrieras… pero que ternura – se burló mientras se acomodaba sus lentes

-deja de tonterías, no te creo nada

-el pelirrojo te usó en su beneficio, con la imagen de tu empresa puso una manta a sus fechorías, ocultó su imagen en el bajo mundo, él es un delincuente al igual que yo, es uno de los míos y parte del dinero que financiaba tu hermosísima y limpia empresa venia de nuestras manos, de nuestros negocios sucios, lamento decirte que tu queridísimo amante no es más que un asqueroso traidor, de un delincuente sin escrúpulos disfrazado de un noble empresario y seguramente… te quería como un juguetito nuevo, poner las garras en tu fortuna, para cualquiera es tentador

-no tengo pruebas de lo que dices – no quería creer en esas palabras, no podía haber sido engañado de esa forma

-que tal esto – le lanzó unas fotografías – míralo tú mismo, idiota

-¿que? – tomó solo una de ellas y lo vio, el pelirrojo estrechaba las manos de ese tal Orochimaru, no podía ser cierto, ¡lo había estado engañando! – no pudo… el muy maldito – se sentía traicionado, ¿cómo demonios pudo mentirle de esa forma?… no lo perdonaría, nunca lo haría, ahora solo sentía odio… lo odiaba

-ahora mi querido… te necesito para que ese inútil me saque de esto – con una señal ordenó que capturaran al castaño

-NI LOCO – se apartó de Dark que lo iba a alcanzar – no tengo nada que ver con ese imbécil – lo había traicionado… el muy maldito lo había traicionado y llevado a ese momento, era el único responsable de lo que pasaba, jamás se lo perdonara, jamás – no pienso dejar que me lleven – Kano reaccionó más pronto quitándole el arma de las manos al jovencito y golpeó a Dark con esta pero Kabuto disparó aturdiéndolos y dándole oportunidad a Dark de agarrar a Kankuro y arrastrarlo, el azabache más joven se aventó a golpear al chofer que se defendió con esmero pero el jovencito tenía mayores habilidades ¿de dónde sacaba esa gente tales subordinados?

-deja KO al chofer solo necesitamos al castaño – ordenó Kabuto, Dark arrastró a Kankuro pero este le dio pelea, estaba demasiado enfadado en ese momento así que no tenía nada que perder,  le quitó la ametralladora al dichoso Dark, aventándola lejos y lo golpeó pero al parecer el azabache no tenía paciencia alguna y le devolvió el golpe con el doble de fuerza haciéndolo tambalear, sentía la sangre recorrer su labio “¡Kankuro-san!” escuchó el llamado de su rubio chofer, un grito lastimero retumbó en el lugar ya que al parecer no le iba nada bien con el chiquillo, esto pintaba mal y el solo podía defenderse lo mejor que podía, siempre teniendo en cuenta que su vientre necesitaba estar en prioridad

 

 

 

Neji buscó a los alrededores de donde se supone que Kankuro debía tener la reunión, preguntó a varios individuos pero nada, estaba como loco buscando algo que le diera pista y recordó aquella zona en donde a esas horas estaba desolado, aceleró sin importarle ningún semáforo, debido al uso de su motocicleta le era fácil moverse entre tantas callejones y escuchó algo cercano, levemente escuchó… ¡un disparo!, se dirigió en esa dirección con esperanzas de no ser demasiado tarde, lo vio a lo lejos, Dark estaba a punto de lanzar una patada a Kankuro y le gritó que se detuviera, todo lo que pudo hacer era ir en contra del más joven, aceleró y freno de improvisto haciendo que su motocicleta golpeara el cuerpo del chiquillo, si mal no recordaba ese niño era fanático de Kabuto, lo hizo retroceder y el golpe  aturdió al jovencito, Neji vio al rubio correr para ayudar a su jefe y él lo acompañó, solo tenía la katana de madera de Ten-ten y con eso atacó a Dark alejándolo del hermano de su novio y dándole la oportunidad para que Kano velara por la seguridad de Kankuro que estaba en el suelo, peleó con el azabache advirtiendo que el arma caída sería demasiado peligrosa, si la atrapaba estarían muertos, así que tenía que mantenerlos a raya “Kankuro-san salga de inmediato, yo me ocupo” se concentraría en Dark y Kabuto alejándolos de los heridos, usando su brazo izquierdo con la katana atacó varias veces al azabache haciendo que retrocediera un poco, observó como Kabuto sacaba algo entre sus ropas, no correría el riego de que fuera un arma y le lanzó una botella del suelo, el arma cayó con pesadez y el peliplata le sonreía burlón, se quedaron quietos analizando la situación, un movimiento en falso y todo terminaría

-no pensé verte aquí – sonrió Dark – es una felicidad poder matar al traidor

-no será fácil – habló el pelilargo mientras sentía como estaba en desventaja, podía escuchar a Kankuro maldecir entre dientes y a Kano levantándolo

-Dark… Neji es tuyo – Kabuto corrió hacia Kankuro y Dark en contra de Neji, el castaño apenas pudo reaccionar cuando golpeó con fuerza al hombre en frete de él pero se le escapaba el de lentes, maldijo al escuchar un golpe

-yo te ayudo – esa voz era de…

-Yuu… ¿qué demonios? – Neji se vio acompañado de pronto y solo pudo sonreír al ver como el peliplata retrocedía debido al golpe con el tubo que tenía Yuu en sus manos

-deberías agradecer que estaba cerca – se rio mientras observaba la risa de Dark – ustedes – miró a los que aún estaban algo impactados por los sucesos – ¡huyan!

-ni creas que te agradeceré – susurró Kano mientras levantaba a su jefe del suelo, también estaba furioso – ustedes solo traen problemas – no dijo más y se llevó a Kankuro hacia el auto, ese ya no era asunto de ellos

-LO SIENTO KANKURO-SAN – les gritó Neji mientras se mantenía en guardia – EN VERDAD LA OTRA VEZ NO QUERÍA HACERLE DAÑO, PAGARÉ MI DEUDA

-parece que la tenemos difícil Neji – sonrió Yuu al lado  del castaño manteniéndose en guardia ante cualquier movimiento extraño

-Yuu… no dejes que ninguno tome el arma o estamos muertos, la más peligrosa es la ametralladora de la derecha – le susurró antes de ver como Dark corría hacia la mencionada

-¡A divertirse! – gritó Yuu como para darse ánimos aunque estaba aterrado

-¡los mataré a los traidores! – gritó Kabuto tomando el arma caída cerca de él y Yuu se lanzó al ataque, sin duda sería una buena pelea y su recompensa sería sus vidas

 

 

Kano tomó a su jefe y lo subió al auto, escuchó detonaciones a lo lejos pero no estaba dispuesto a quedarse y ver, le preocupaba el estado de su jefe que no hablaba parecía estar en trance, sabía que el enterarse de aquella noticia debió afectarlo mucho pero no sabía hasta qué punto, arrancó sin dirección exacta mientras trataba de quitarse la sangre que recorría por su ojo derecho debido al corte, necesitaba ir a un hospital urgente y no necesariamente para tratarse esa mísera herida sino por…

-a la oficina – gruñó Kankuro despertando de su letargo

-Kankuro-san necesitamos verificar que usted esté bien – discutió apenas entendió lo que su jefe pretendía hacer

-¡a la oficina dije! – levantó su voz para que la orden fuera tomada en serio – estoy bien… nada grave – susurró sin dejar su tono molesto

-pero usted…

-te di una orden – se enfadó mientras se limpiaba el hilillo de sangre que descendía por su labio, tenía que arreglar ese asunto para sentirse en paz y quitarse el temblor de su cuerpo debido a rabia que lo inundaba

-si – no tenía opción más que obedecer, sabía lo terco que era su jefe, si se negaba era capaz de hacer alguna locura – pero después necesitamos ir al hospital de inmediato, su hijo es prioridad

-lo sé y te digo que estoy bien, no me tardaré nada – gruñó mientras respiraba profundo – necesito mandar al demonio a cierto malnacido – nunca perdonaría una traición de ese tipo, le había dado todo, cedido ante sus estúpidos jueguitos, había dejado que la muralla que formaba se cayera ante ese idiota, incluso le había permitido entrar en su cama y… ¿así era como le pagaba?… no se lo perdonaría

-Kankuro-san… no debe

-me traicionó… durante años – estaba furioso, le dolía de solo pensarlo, dejó a lado su orgullo para ceder ante el sentimiento que empezaba a crecer, se había rebajado hasta el punto de considerarlo un buen partido… se había burlado de todo lo que construyó con el sudor de su frente – el muy maldito estaba usando MI empresa para sus negocios sucios, jamás se lo perdonaré – había sido un error confiar en ese pelirrojo – me… engañó… tiene que pagar por eso, lo sacaré de la presidencia y acabaré con él

-señor debe pensar con la cabeza fría – le estaba preocupando tanta ira en su jefe, no era nada bueno que se alterara de esa forma, ya habían pasado por muchas situaciones difíciles en un corto periodo de tiempo

-¡basta!… no quiero que alguien como él este un minuto más en mi empresa

 

 

 

 

 

Sasori estaba sumamente preocupado pero no tenía opción, debía permanecer en la oficina esperando noticias, Yuu era efectivo en eso de encontrar personas, confiaba en él para que sirviera de soporte en caso de ser necesario, Neji también estaba ahí y sabía que ese chico era muy efectivo, preciso y eficiente, también estaba la ayuda de la policía, se encontraba dando vueltas en su oficina sin poder siquiera aparecer en el lugar de los hechos o se metería en líos, maldijo muchas veces e incluso tiró varios objetos en contra de la pared, ¿cómo podía pasarle algo así en esos momentos cuando pensó que todo estaba arreglado?, de pronto un alboroto lo alertó y cuando estaba a punto de ver qué pasaba cuando su puerta fue abierta con brusquedad

 

-Tu… ¡maldito bastardo! – Kankuro cerró la puerta detrás de sí, solo de esa manera podría gritarle y discutir sin dar un espectáculo público, primero le diría todas las malditas verdades y luego se desharía de él

-Kankuro… ¿estás bien? – se alteró al ver la herida en el labio del castaño e intentó acercarse pero antes de que lo hiciera recibió un puñetazo en su rostro que lo hizo retroceder

-¡¿CÓMO PUDISTE?! – sus lágrimas brotaron con furia, jamás se había sentido más traicionado – te di mi confianza, mi agradecimiento por ayudarme y tú… usaste tu sucio dinero para formar parte de lo que mi sueño representaba, ¡bastardo!

-¿Kankuro de que hablas?… espera… debes calmarte – sabía perfectamente lo que ocurría, Kabuto debió decirle muchas mentiras mezcladas con una verdad a medias, sería su forma de vengarse

-DEJA DE MENTIR DE UNA MALDITA VEZ – se limpió las cristalinas gotitas de un solo movimiento, no le daría el placer de verlo así

-pero Kankuro… - verlo llorar le rompió el corazón, siempre había tenido miedo de verlo así

-ESE PELIPLATA DE LENTES ME LO DIJO – gritó con furia viendo la sorpresa de su… del bastardo

-miente, sea lo que sea que te dijo es mentira – discutió al ver toda esa decepción, ira, resentimiento, asco, todo en un torbellino de emociones reflejadas en sus ojos

-¡cierra la boca! – sacó la fotografía y se la puso en la mesa – ¡deja de mentirme! – Cuanta ira podía sentir, cuanto dolor… cuanta decepción – te confié mi empresa… mi vida y tú solo estabas jugando a ser el bueno de la historia… fui un estúpido al confiar en ti

-espera Kankuro puedo explicarlo – debía detenerlo, debía explicarle pero…

-MENTIRAS… ¡seguirás mintiéndome! – se limpió las gotas saladas que representaban su furia y su dolor, las mismas que no dejaban de brotar fuera de su control – te di… confiaba en ti, te di una parte de lo que mi padre amó, te confié el bien de este negocio, te permití estar a mi lado y tú solo querías jugar

-nunca jugaría con esto, ¡sé lo importante que es para ti!

-CÁLLATE… ¿acaso te divertiste viéndome la cara cada día? – bajó su voz de tono, no quería que nadie se enterase de eso todavía, no antes de explicarles de la forma correcta lo que estaba ocurriendo – jugando con mis sueños, con mis sentimientos… te di todo, incluso dejé que me amaras ¡idiota!... y yo caí en tu juego, dejé que te acercaras pensando que eras una persona respetable, pensé que enamorarme de ti no era un error, que podrías asumir la responsabilidad – dejó que sus lágrimas fluyeran solo así podía aliviar un poco de dolor – caí ante ti… fui muy estúpido, tanto como para dejar que me tuvieras a tu lado… dejé que tomaras todo de mí y solo fui un juego… bastardo, ¡te odio!

-lo que siento es since…

-NO JUEGUES – lo golpeó una vez más – me humillé ante ti, fui contra mis principios y hasta pensé que podrías ser un buen pa… - se detuvo de inmediato, estuvo a punto de decir “padre”, nunca, jamás permitiría que lo supiera – no tienes idea de cuánto te odio

-yo te amo Kankuro

-CÁLLATE – lo golpeó con fuerza y paró de llorar, ese maldito no se lo merecía – TE QUIERO FUERA DE LA PRESIDENCIA AHORA MISMO, quiero que te largues mal nacido

-Kankuro espera… por favor escúchame – no podía permitir que todo acabara ahí, no de esa forma

-¡márchate de inmediato!, te quiero lejos de todo, lejos de mi… me encargaré de informarles a los demás – salió de inmediato de aquella asfixiante oficina, limpiando cualquier rastro que delatara su llanto – quiero una reunión de… - habló con su exsecretaria mientras salía a paso firme y sin perder el porte elegante que lo caracterizó siempre pero sintió algo extraño en su…

-¡espera Kankuro! – intentó detenerlo pero solo estaba empeorando las cosas

-aléjate – susurró mientras lo miraba con desprecio – no eres más que un… - sintió un nuevo dolor en su cuerpo, algo punzante

-Kankuro tienes que escuchar y calmarte – vio un toque de dolor en su acompañante y se asustó

-NO ME DIGAS QUE ME CAL… – una vez más lo percibió, pero esta vez un fuerte punzada lo recorrió entero – Kano… - susurró mientras sentía su cuerpo doblarse

-¿estás bien?… Kankuro – el pelirrojo se acercó al ver como el otro parecía querer derrumbarse de un momento a otro

-ALÉJA… te – le dolía, le dolía mucho pero no permitiría que ese tipo se acercara, usando sus últimas fuerzas retrocedió un par de pasos buscando con la mirada a el rubio chofer

-¿Kankuro-san está bien? – Kano se acercó de inmediato a su jefe viendo la mueca de dolor que tenía, la secretaria también se acercó para verificar mientras Kankuro se trataba de alejarse del pelirrojo, todos se estaban alterando – ¡responda Kankuro-san! – lo sostuvo para que no cayera

-Kano… necesito ir al… agh… - se sostuvo el estómago con fuerza mientras caía al piso, escuchaba los gritos de Sasori, su secretaria y Kano pero no podía responder, su visión se estaba volviendo borrosa “llamaré a una ambulancia, contactaré con Haruno- sensei” “traigan agua” “¿estás bien?… por Dios que pasa”

-señor… acaso – el rubio intentó hablar con su jefe y se dio cuenta de algo… no podía ser verdad, recordó el suceso que apenas habían pasado y… – ¿lo golpearon? –

-no lo sé… agh – se aferró al cuerpo de Kano en una súplica aguantándose el deseo de gritar de dolor – creo que… si… agh… mgh -

-llama a Haruno-sensei – el rubio le ordenó a la secretaria que empezaba a llorar al ver el dolor en su antiguo jefe – dile que salgo para allá ahora mismo

-los llevaré… Kankuro – Sasori tenía que ir con él, se sentía el culpable de esa situación, fuera cual fuera la razón del dolor de Kankuro quería ayudar

-SERÁ MEJOR QUE SE ALEJE – le gritó el rubio, sabía que su jefe estaba así por causa de ese tipo – solo lo altera más

-Kano… - susurró Kankuro para llamar su atención – que no le digan… a mis hermanos – susurró antes de rendirse al dolor y llorar, le dolía mucho… pero no gritaría

-no le avises a nadie más, ¡que los hermanos del señor no se enteren! – ordenó mientras cargaba a su jefe en su espalda y llamaba al ascensor – esa es su orden

-pero señor, ¡esto es grave! – discutía la secretaria – yo debo…

-es un pedido de Kankuro-san y usted… Akasuna-san por favor no nos siga – no podía evitar sentir rencor por ese tipo, lo culparía de todo lo que ocurriese

-pero si esto es grave quiero ir con Kankuro – reprochó al verse negado el derecho de ayudar

-ahora no quiere verlo, será peor – dijo antes de que las puertas se cerraban – señor aguante… tranquilo – trataba de alentar a su jefe, sintiéndose impotente al no poder quitarle todo ese dolor que llevaba

-Kano… mi hijo… – sus lágrimas brotaban mientras sentía el dolor en su vientre

-todo saldrá bien – le aseguró mientras corrían al auto – aguante un poco

-yo… mi niño – gritó con fuerza cuando sintió que estaba en el auto, le dolía… tenía miedo, estaba en pánico, escuchó como un eco al fondo “señor tenga fe… lo llevaré al hospital… todo saldrá bien” pero el ya no podía aguantar y se dejó abrazar por la oscuridad

 

 

 

 

Kano escuchó los gritos de dolor de su jefe y entró en pánico, condujo lo más rápido que pudo, evitando los semáforos en rojo, tenía un mal presentimiento, su jefe era una persona muy dura y verlo en tal sufrimiento solo significaba que las cosas estaban fuera de control, estaba desmayado a su lado pero aun gemía de dolor, escuchó la sirena de una patrulla y poco le importó, nadie lo detendría ahora que estaba cerca, su prioridad era su jefe y el hijo que llevaba, recordó un fragmento de la pelea que tuvieron, el tal Dark asestó un golpe pero creyó que su jefe no lo recibió, al parecer se equivocó, salió del auto con apuro sintiendo como un oficial también lo hacía “MI JEFE ESTA MUY MAL… SOLO DEJE QUE LO ATIENDAN O UNA VIDA ESTARA EN RIESGO… MALDITA SEA CUANDO NOS DISPARAON NIGUNO DE USTEDES ESTABA AHÍ PARA AYUDAR” sabía que seguramente lo apresarían, pero le importaba un comino todo eso… vio a la doctora salir con apuro y en breves palabras le explicó lo que ocurría mientras colocaba al castaño en una camilla, todo fue gritos dentro del establecimiento mientras alistaban las salas para la atención de emergencia, los siguió hasta donde le permitieron pero después solo lo dejaron en el pasillo, sudaba frio mientras recomponía su respiración agitada, alguna de las enfermeras se encargó de calmarlo y pronto los oficiales lo encontraron, vio una cara conocida entre ellos, era un amigo suyo, le explicó con detenimiento lo ocurrido, salió del edificio para ver cómo se comunicaban por la radio y una voz de una mujer ordenaba que lo soltaran “gracias a ellos tenemos a Kabuto, déjenlo y solo múltenlo por exceso de velocidad… o lo que sea, también avisen que Yuu está herido e irá a ese hospital junto con Neji, los detalles lo sabrán después”  no entendía bien lo que pasaba pero sabía que el tal Neji estaba vivo  y el otro joven también, suspiro aliviado le debía mucho a ellos aunque no pudieron evitar las desgracias que en ese instante ocurrían, al menos le dieron la oportunidad de escapar,  ahora podía permanecer ahí, esperando noticias de su jefe.

 

 

No avisó a Temari, sabia las razones, ella tenía un desfile en esos momentos, seria dañarle el fruto de su trabajo, en cuanto a Gaara pues simplemente su jefe no desearía preocuparlo por nada de ese mundo, en parte comprendía a Kankuro, siempre pensando en sus hermanos antes que en el mismo, lo respetaba y solo le quedaba esperar a que todo saliese bien… todo, rezaría por eso, tenía fe en la habilidad de esos médicos

 

 

 

 

En la oscura alma un oscuro sentimiento… la pelea se extendió…

 

 

 

 

La pelea había sido demasiado dura, ninguno de sus adversarios había cedido, escapar de las balas cuando Dark alcanzó la ametralladora fue bastante difícil y Yuu había sido herido en uno de sus brazos, se escondieron como pudieron esperando que el muy maldito desgastara las balas o atrajera la atención de alguien, Neji rogaba que Hana llegara pronto porque si no estarían en problemas, las sirenas se escucharon distantes después de algunos minutos y sintió un inmenso alivio en su cuerpo, el cruce de balas fue intenso y él solo podía intentar ayudar a detener la hemorragia en el brazo de Yuu, todo fue caótico por instantes después simplemente guardaron calma, el silencio volvió por un instante y Hana los encontró, las ambulancias, las patrullas, los presos, todo estaba tan incomprensible que solo pudo sonreír cuando vio a Dark en la ambulancia y Kabuto en la patrulla, con eso ya podía estar un poco más seguro, al llegar al hospital diferenció una silueta en el pasillo y lo reconoció como el chofer de Kankuro, se asustó de inmediato fue a preguntar por lo ocurrido, solo le dijeron que Kankuro se había puesto mal pero que ahora lo trataban, aquel hombre le rogó porque no le dijera nada a Gaara y Neji aceptó un poco dudoso, aunque si pensaba un poco Kankuro jamás haría que se preocuparan sin ninguna razón, debería esperar hasta tener noticias, aun así llamó a Gaara “ayudé a tu hermano, está con su chofer así que no hay problema seguramente pronto te llamará, yo estoy bien me atenderán rápido y regresaré a casa, no te preocupes”, debía confiar en Kano por ahora.

 

Verificó que Yuu estuviese en buenas manos y se despidió del herido para irse a casa, necesitaba abrazar a su pelirrojo era lo único que le importaba aunque fuera un poco egoísta de su parte, llegó con las ultimas fuerzas que le quedaban usando una de las patrullas por cortesía de una sonriente Hana que le agradecía la ayuda, cuando llegó casi fue lesionado de nuevo al verse en el suelo abrazado por el pelirrojo que lloraba bajito, se disculpaba por hacerlo preocuparse demasiado y se mantuvo ahí  acariciando esas hebras rojizas, nada mejor para sanar su cuerpo y alma que estar junto a él, después pensaría en lo demás, ya le darían noticias de lo que pasaba con los hombres en el hospital

 

 

 

Entre sueños podía recordar detalles de su trabajo, amante de las responsabilidades y los retos, dedicado, único…

 

 

 

 

Despertó en una habitación blanca y con aroma a medicamento, le dolía la cabeza y no sabía porque sus brazos también, estaba confundido y se movió para tratar de reconocer en donde demonios estaba, sentía el aparatito respirador impidiéndole su movimiento, escuchó los leves sonidos de una máquina a su lado y lo supo estaba en el hospital, de repente alguien se acercó “Ka…no” en cierto modo le alegraba verlo ahí, el rubio se alteró saliendo al pasillo en busca de un médico y regresó de inmediato, Kankuro estaba aturdido seguramente le habían dado medicación, intentó levantarse pero el rubio se lo impidió asegurándole que pronto vendrían a revisarlo

 

 

Escuchó la voz alegre de su doctora y un poco después de su antigua especialista, le sonrieron levemente antes de empezar el chequeo rutinario y no protestó, sabía que era un proceso normal, miró a su alrededor y parecía ser de noche, ¿cuánto tiempo había pasado?

 

-Haruno-sensei… Tsunade-san… ¿por qué tengo dolor en mi cuerpo? – susurró antes de tratar de quitarse ese maldito aparato respirador

-espera, te ayudaré – podía ver a Kano a un lado de su cama con cierta mirada llena de melancolía, vendajes en su cabeza y un parche encima de uno de sus ojos, de pronto muchas imágenes cruzaron por su cabeza causándole dolor inmediato, se quejó mientras se presionaba la frente con su mano – tranquilo es normal que estés así, la anestesia causa ciertos efectos

-¿anestesia? – ahora lo recordaba, el mini secuestro, la pelea, la cara de Neji, la oficina, a Sasori… y a… entró en pánico al recordar por qué el dolor en su pecho no se desvanecía, tocó su vientre desesperado

-cálmate Kankuro – le suplicó la pelirosa deteniendo el frenético movimiento – te lo explicaremos con calma

-señor… debe permanecer en calma – Kano se unió a la atención, estrechando una de sus manos con la de su jefe para evitar que siguiera palpando su vientre

-¿qué me calme?... QUE ME CALME… - apretó la mano de su empleado y también sujetó la bata de su doctora – ¿por qué donde tenía mi pequeña barriga ya no hay nada? – susurró queriendo que fuera una mentira… que estuviera en una pesadilla – por… que

-Kankuro-san debe mantenerse en calma… se lo explicaremos – la voz de la rubia doctora era demasiado seria y firme

-no quiero que le den rodeos… ¿QUE PASÓ? – el pánico empezaba a apoderarse de él, su vientre volvía a ser plano… pero no podía, no podía porque su hijo debía estar ahí… no podía… no podía

-Kankuro-san usted tuvo un aborto – la mayor de las doctoras habló con calma, voz neutral – lo lamento

-¿que?... ¿que?... – vio la tristeza en los presentes, le estaban jugando una broma ¿verdad? – mi hijo… no… – miró a Kano y el rubio solo agachó su cabeza – MENTIRA – soltó el agarre en su doctora y palpó… se aferró a una inútil esperanza, trató de distinguir algo pero… nada, no había nada… no estaba

-Kankuro-san debe ser fuerte – la pelirosa le hablaba con cariño pero…

-mentira… mentira… mentira – se aferró a su vientre con desespero sintiendo como su mundo se venía abajo – por favor dígame que solo es una pesadilla – sintió sus lágrimas recorrer sus mejillas y sollozó – men…tira… mi peque… mi… bebé

-Kankuro-san… lo siento – el chofer se derrumbó también al ver a su jefe en ese estado de negación, oponiéndose a la dolorosa realidad

-Kankuro-san debe mantenerse firme en un momento así – la mayor de todos se acercó a acariciar la frente de su paciente – esto a veces pasa

-NO… NO… como pudo… mi… porque – gritó con furia agarrando su vientre repitiéndose mentalmente que solo era una pesadilla que debía despertar… que solo era… su imaginación, escuchaba sus propios sollozos, no percibía nada más, se sostuvo la cabeza apretando sus cabellos, tratando de obligarse a despertar pero… esto no era un sueño era su cruel realidad

-Kankuro-san tranquilo – la pelirosa trató de hacerlo volver, de mantenerlo controlado pero era imposible

-mentira, mentira, mentira… - ahogó un grito desesperado mientras se alejaba de los que deseaban tocarlo – ¡ustedes debieron salvarlo! – acusó dolido, no podía ser verdad… no podía serlo, su hijo, su regalo, su secreto, su todo… se había ido, se lo habían llevado. Sus gritos lastimeros retumbaron en esas paredes blanquecinas, sus mejillas estaban mojadas por las interminables ríos de lágrimas, su cuerpo le dolía pero eso era lo que menos le importaba porque su alma se había hecho pedazos con esas simples palabras – quiero estar solo… FUERA…   LARGO – exigió con furia lanzando lo que había en su paso y los vio salir, deseaba estar solo… dejar que el dolor lo dominara, llorar todo lo que pudiese hasta que sus lágrimas se secaran, gritar todo lo que deseara hasta que ya no tuviera voz, dejar que su dolor lo consumiera y tal vez así su cuerpo muriera de la misma forma que su alma lo había hecho… de la misma forma de la que su hijo… le había sido arrebatado a la fuerza, solo quería que el silencio, la agonía, el dolor, lo que fuera… lo llevara con su primogénito, el cual sin tener la culpa de nada había tenido que partir incluso antes de ver el mundo por primera vez

 

 

 

 

No supo cuánto tiempo permaneció llorando en soledad, hasta que simplemente su cuerpo se quedó ahí sin saber qué hacer, mientras su mente volaba en los confines de la tierra buscando algo de consuelo, pensó… pensó mucho en ir con su hijo, pero no pudo, era cobarde.

No pudo evitar sentirse el más desafortunado del mundo pero sabía que no era así, después de largas horas de meditación entendió que su hijo se había ido pero él debía seguir luchando en su memoria, el pequeño que no nació le había llenado de felicidad, de paz, de ilusiones, le hizo promesas muchas veces “viajaremos, jugaremos, te llevaré a visitar el océano, te enseñaré lo que debes saber para ser una buena persona, si tú quieres te harás cargo de las empresas, te presentaré a tus tíos, te amaré como a nadie en esta vida, te llenaré de cariño y viviremos en una casa enorme, te daré una mascota para que aprecies lo bueno que es tener una compañía fiel y cariñosa, lucharemos juntos para salir adelante aunque sea solos, te besaré cada noche antes de dormir, te leeré cuentos interesantes, te llevaré a conocer muchos lugares, viviré por ti y para ti, disfrutaremos de las cosas simples de la vida” muchas cosas más le había susurrado como promesas pero ahora ya no valía nada… solo eran palabras dichas al viento y  sin sentido ya que al ser que se las había dicho ya no estaba… jamás estaría… jamás volvería.

 

 

 

Al entender que todo fue una desgracia paró de llorar, empezó a pensar un poco más claro recordando una promesa que tal vez si pudiese cumplir “viviré largos años solo para tenerte en mi pensamiento y ayudarte en lo que necesites” sonrió levemente al entender que debía permanecer con vida, debía proteger a su familia, debía completar proyectos, debía mantener el recuerdo de su hijo por siempre porque aunque fue corto el tiempo que compartieron era lo más preciado que había tenido, morir en ese instante sería un desperdicio porque… su hijo o hija jamás se lo perdonaría… si se rindiese en ese instante… nada valdría la pena  “te enseñaré a ser tan fuerte como yo para que enfrentes la dura vida” sintió culpa por no ser lo demasiado fuerte como para proteger a su pequeño pero también sintió arrepentimiento al querer ser cobarde y morir para huir del dolor, entendió al fin que necesitaba seguir aun con si su agonía lo atormentaba eternamente

 

 

Sabía que tenía que seguir su vida manteniendo siempre el recuerdo de su hijo en su corazón, enfrentar la soledad, cerrar la herida, paró de llorar porque estaba cansado, durmió largas horas para retomar fuerzas, ignoró a las enfermeras que venían a verlo, se hizo el dormido cuando Kano lo visitaba, quería pensar un poco, reflexionó sobre sus errores, buscó culpables y aunque odiara admitirlo  creó rencores, se llenó de rabia tal vez simplemente para tener algo en su alma, al final entendió qué era lo que tenía que hacer… que la culpa no era de nadie y a la vez era de todos

 

-¿Kankuro-san necesita algo? – su rubio chofer no se había separado en ningún momento y su corazón sintió ternura por aquel gesto desinteresado – lo que sea que necesite dígamelo  y se lo traeré

-Kano… - su voz estaba rasposa debido a tantos gritos que dejó salir – tráeme a las senseis – lo vio salir con apuro y se fijó en la ventana, por la altura del sol parecía ser más medio día

-¿ya está mejor Kankuro-san? – Tsunade se veía cansada, tal vez salía de una cirugía o algo, Sakura venía detrás acomodándose la bata – deja que te revisemos

-quiero saber los detalles – pidió mientras veía que Kano les daba espacio a las mujeres para que iniciaran con el proceso de revisión

-creo que no deberías saberlo, aun estas muy sensible – le reprochó la rubia

-soy un hombre fuerte Tsunade-san – suspiró mientras veía por la ventana – además necesito saber que ocurrió y las cosas que pasaron mientras estaba perdido en mi mundo

-me alegra escucharte decir eso – sonrió levemente la mujer – tienes que saber que la pérdida de un hijo es dolorosa pero en memoria de ese niño necesitas seguir viviendo, luchando en su nombre

-lo sé y aunque me tardé un poco en entenderlo… ya lo hice – se mantuvo sereno, admirando la leve sonrisa del rubio chofer que custodiaba su salud desde la distancia

-pues verás – la pelirosa se detuvo buscando las palabras más sencillas para su explicación – según lo que me contó Kano-san sufriste de estrés constante en un corto periodo de tiempo, además de que tu embarazo ya era bastante complicado desde el principio, tenías conocimiento que tu presión se había elevado últimamente y las consecuencias estaban siendo evitadas por tu tratamiento… - suspiró al ver el desagrado en su paciente – al parecer recibiste un golpe, llegaste en estado grave con sangrado y dolor hasta el punto de quedar inconsciente, tratamos de verificar el estado del bebe… pero ya era tarde, te practicamos un tratamiento de emergencia para evitar una hemorragia peligrosa, regularizamos tu estado manteniéndote sedado por varias horas, el dolor que sientes en tu cuerpo es por la tensión en todo el proceso y no tendrás más consecuencias a parte de esas, tu vientre y todo tu cuerpo están en buenas condiciones, mejorarán mientras te mantengas en una dieta equilibrada y te realices controles periódicos

-mi familia, ¿ellos se enteraron? – pronunció en voz baja

-como usted me pidió evité que fueran informados de improvisto – explicó el rubio – cuando me aseguré de que su hermana terminó con su trabajo la llamé, también lo hice con su hermano menor informándole que había tenido una crisis y estaba en el hospital, Temari-san y Gaara-san estuvieron aquí pero no se les permitió pasar

-creímos que no les habías contado de tu embarazo y Kano-san nos lo confirmó así que decidimos decirles que tenías una crisis debido al estrés y estabas sedado hasta que te repusieras por completo, evitamos el paso de tus hermanos hasta que nos dijeras que era lo que pensabas hacer – terminó de explicar la rubia doctora

-se lo agradezco mucho Tsunade-san y Haruno-sensei – suspiró mientras pensaba un poco – fue lo mejor, si les decía algo estarían sufriendo al igual que yo

-creo que no fue lo correcto – regañó la pelirosa – necesitas apoyo y…

-sufriré solo, eso lo decidí hace tiempo, ellos no tienen que enterarse de esto, solo sería una herida innecesaria – debatió con serenidad  – si me permiten me gustaría irme a casa

-pero no creo que puedas enfrentar esto así nada mas – la pelirosa lo miraba con melancolía y dudas

-la depresión que sufriré no se puede evitar Haruno-sensei estoy consciente de ello, planearé mi tratamiento de inmediato – suspiro, ya había pensado en eso, se conocía bastante bien como para saber que su valentía era momentánea – pero no quiero estar aquí, preocuparía a todos si lo hiciese, además tengo muchas cosas que pensar antes de decidir enfrentarme al mundo

-te daré de alta mañana – gruñó la rubia – no protestes, solo quiero verificar que estas en buenas condiciones, una perdida no es fácil de afrontar, tal vez tu mente este capacitada pero tu cuerpo reacciona a diferente ritmo, además pedirán tu testimonio para la detención de tus atacantes y seguramente tus hermanos quieran una explicación, recuerda que supuestamente tuviste una crisis nerviosa, necesitas reposo y calma, guardaremos el secreto pero… tendrás que acudir a tu terapia sin falta, no quiero que entres en niveles de depresión extrema

-¿te parece si te ayudo con tu terapia? – le sonrió la pelirosa – no es mi área pero Shizune-san te puede ayudar mucho, además puedo ayudarte en todo lo que necesites, te daré seguimiento para que tu cuerpo se recupere de inmediato

-gracias a ambas, les debo mucho y espero que sigan cuidando de mí y soportando mis berrinches – inclinó su cabeza en respeto a esas mujeres, su vida estaba en aquella confiables manos

-no eres más que un mocoso – se burló la rubia al salir – pero te soportaremos porque nos pagas bien

-Tsunade-sensei no debería decirle algo así – se quejó la pelirosa saliendo del lugar y dejando al par de hombres en soledad

 

 

Kano se quedó callado observando la conducta de su jefe, había estado pensando y tratando de entender el dolor de Kankuro, verlo en ese estado, llorando y gritando con desesperación, tan frágil… nunca se imaginó verlo tan fuera de sí pero no tenía ni idea de lo doloroso y frustrante que debió ser el perder a su hijo, él no era padre pero era tío y si alguna vez perdiera a uno de sus sobrinos, pues tal vez no lo soportaría… quería ayudarlo pero en ese momento las palabras no eran necesarias, simplemente se limitó a darle compañía

-Kano si tienes que decir algo solo dilo – el castaño hablaba en voz calmada, al parecer ya no sentía nada, había entrado en un estado de letargo, sus emociones se desvanecían o es que el dolor de la perdida los opacaba

-lo siento mucho… - la expresión vacía de su jefe lo estaba atormentando – yo debí haberlo protegido mejor, yo…

-no te disculpes por nada Kano, has sido de mucha ayuda y un excelente guardián – se recostó siendo ayudado de inmediato, su cuerpo aún estaba tenso y le costaba moverse libremente – hiciste lo necesario puede ser que mi perdida haya sido causada también por mi falta de inteligencia, si te hubiese hecho caso y venia al hospital yo… - suspiró profundamente sintiendo que sus lágrimas volvían a aparecer – eso ya no importa

-Kankuro-san yo… no sé qué podría decirle ahora

-no digas nada – admiró la tristeza en su empleado – así está bien… tampoco menciones el asunto con nadie, este será nuestro secreto

-sí, no se preocupe por nada

-¿quién  ha venido a visitarme? – aunque a veces fingió estar dormido otras no lo hizo escuchó esas voces, así que le daba curiosidad saberlo

-sus hermanos, Kiba, Hana, algunos de los socios, su secretaria y… - no sabía si pronunciar esos nombres

-solo dilo, lo soportaré – tenía que saberlo

-Hyuga-san también estaba aquí y… Akasuna-san ha estado insistiendo en verlo

-sabes perfectamente lo que tienes que hacer con ese traidor – no pudo  evitar que su pecho le doliera al escuchar ese nombre

-sí, lo he mantenido alejado… Hyuga-san se ha mantenido al margen, solo preguntando por su buen estado, además hay otro chico que salió herido a causa de ese incidente con el tal Dark por lo cual siempre está en el hospital

-lo recuerdo… ese jovencito – odiaba admitir que tendría que darles las gracias – ¿pero está bien?

-si no es nada grave, al parecer los involucrados fueron apresados inmediatamente, ya he dado mi testimonio y el proceso se inició ese mismo día, al parecer ya tienen otros crímenes a cuestas, así que solo sería un aumento de la pena

-ya veo… Kano podrías hacerme un favor

-claro solo dígame en que puedo ayudarlo

-Trae a mis hermanos hay algo que tengo que arreglar con ellos antes de salir de este hospital, en cuanto ellos leguen ve a casa y descansa un poco – admiró la sorpresa en el rubio – sé muy bien que no te has movido de aquí desde que me internaron, debes cuidar tu salud caso contrario no tendré quien me ayude después

 

 

 

Para Gaara había sido una sorpresa enterarse del asunto que Sasori tenía con relación a Orochimaru, Neji se lo había explicado y además había recibido la visita de ese hombre en su propia casa, el pelirrojo se explicó rápidamente para dar a entender sus motivos para ese lazo tan oscuro que ocultó siempre “fui engañado cuando era joven, pero jamás hice que ese dinero sucio circulara en las empresas Sabaku, de eso puede estar seguro”, Sasori le dio las gracias a Neji por haber respondido a su llamado, ese hombre se veía tan triste, demasiado… tal vez se sentía culpable de que Kankuro hubiese sufrido ese colapso, al menos era lo único que se le ocurría al artista, Neji también le contó el altercado que había tenido con su hermano mayor por órdenes de la serpiente y ahora entendía por qué el odio de Kankuro había aumentado. Intentó ver a su hermano junto con Temari pero no lo dejaron ingresar justificándose que estaba sedado y sería inútil verlo, estaba enfadado pero era su hermano no quería que le pasase nada malo. En la tarde del segundo día Kano el chofer de Kankuro lo llamó para que acudiera al hospital “Kankuro-san ha despertado y quiere hablar con ustedes” se reunió con Temari y tomó valor para ver al interno

 

 

-¿Cómo te encuentras? – Temari y Gaara se habían encontrado en el pasillo antes de ingresar juntos por pedido de Kankuro

-tal y como me veo Temari – ni siquiera una sonrisa, nada que demostrara algo diferente a la melancolía – lamento haberlos preocupado – sentado ahí admiró a sus hermanos, la rubia bastante decaída seguramente no había dormido y su hermanito menor mirándolo como buscando indicios de algo

-en verdad nos asustaste – el pelirrojo parecía un poco incómodo, después de tanto tiempo no sabía cómo hablarle a su hermano, y verlo en esa ocasión era un poco extraño

-quiero disculpare con ustedes – los vio a los ojos a ambos e inclinó su cabeza, sorprendiéndolos – contigo Gaara por haberte gritado todas esas cosas… - su voz se quebró de pronto, no había duda que todo esto lo estaba matando de apoco – lo siento de verdad… me dejé llevar por mi ira y termine hiriéndote… y a ti Temari por involucrarte en todo eso

-a mí no me tienes que pedir disculpas tonto – se quejó la rubia mientras sus ojos se cristalizaban, admirar a su hermano en tan mal estado era duro – pero parece que algo más grave te pasó como para que estés así – sin vida… vacío

-digamos que las últimas experiencias me han afectado mucho, seguramente ya saben de los acosos que he estado sufriendo – sus hermanos asintieron – al menos eso sirvió para hacerme recapacitar

-Kankuro sobre nuestra pelea yo…

-sé que no puedes perdonarme así de fácil Gaara – admitió con un dije de dolor – pero hay algo que no les he contado así que tienen que ponerme atención, después de eso podrán odiarme si así lo quieren, en especial tu Gaara – admiró la sorpresa de su hermanito y quiso sonreír pero por alguna razón no podía

-acaso es otro secreto de familia – susurró el pelirrojo mientras observaba a su hermano, podía ser su impresión pero Kankuro se parecía un poco a él cuándo no podía expresar sus emociones

-es la razón por la que nuestro padre te odiaba de esa forma irracional – suspiró profundamente pensó que jamás tendría que decirlo pero al parecer se había equivocado – y también sobre algo que te he estado ocultando

-Kankuro… estás lleno de secretos – suspiró la rubia

-y hay muchos más que no les contaré por ahora – confesó mientras veía a la ventana, decirles que había perdido un hijo era difícil –… por ahora son innecesarios

-¿de qué se trata? – habló el pelirrojo

-Gaara tu… - suspiró pesadamente – eres doncel – miró la sorpresa en su hermanito

-¿por qué no me lo dijiste antes? – criticó a su hermano mayor – eso es demasiado importante como para haberlo ocultado así

-lo hice para protegerte – sintió una de sus lágrimas derramarse y se las limpió con rapidez – no quería que nadie te discriminara, es difícil enfrentar al desprecio de la sociedad

-pero esa es mi vida, eso es lo que yo soy… ¿por qué tenías que ocultármelo? – se quejó, era intolerable que su hermano guardara tantas cosas, no entendía porque hacía tantas tonterías

-cálmate Gaara, debe haber unas razón importante – la rubia abrazó a su hermanito, también estaba sorprendida pero ver la amargura en su otro hermano la hizo querer parar una nueva pelea

-pude tener pareja y embarazarme sin darme cuenta, pudo haberme pasado cualquier cosa y tú te guardaste esa información – le recriminó separándose de su hermana, miles de ideas surcaban por su cabeza, tantos años viviendo un secreto que podría haberle hecho vivir de diferente forma – ¿acaso no pensaste que tal vez me hubiese sentido feliz de ser doncel? – pensaba en Neji… podía formar su familia, la que deseaba tener

-no tenía la intención de dejar que ningún hombre se te acercara – declaró Kankuro con ira – no dejaría que nadie te tocara ni un solo cabello, que te usara o que te despreciara… nunca dejara que alguien más te tratara tan mal como mi padre lo hacia

-¿él lo sabía? – el pelirrojo no entendía nada, se suponía que fue su propio padre debía decirle la verdad ¿o no?

-si… y por eso te repudió – confesó dolido, solo con recordarlo le causaba molestia… pensaba lo que hubiese pasado si su padre se hubiese enterado que también era doncel… tal vez las peleas y maltratos se hubiesen duplicado

-¿por qué nuestro padre odiaría a un doncel? – preguntó la rubia

-pues es… por tío Yasahamaru – susurró Kankuro un poco dolido, tantos recuerdos solo podían hacerlo sentir despreciable, de cierta forma él también odiaba a los donceles dejando que su padre le influyera su odio y la ironía le había traído la desgracia de la pérdida de un hijo

-ahora sí que no entiendo nada – murmuró al rubia suspirando

-les contaré así que no quiero interrupciones, lo resumiré para que todo quede claro

-quiero saberlo todo – se enfadó Gaara, si se refería a su tío quería tener detalles

-la familia de padre siempre ha sido tradicional, nunca aceptaron a alguien con dudoso linaje – empezó su explicación mientras se concentraba en los movimientos de sus dedos que apretaban las sábanas

-pero si no tenemos contacto con ellos – se quejó la rubia

-Temari deja que continúe – le repechó Gaara

-padre era un hombre liberal, cuando era joven era bastante ideológico y nunca le gustó la idea de la pureza de la familia y ahí empezó todo, cuando era apenas un adolescente se enamoró de un doncel, lo declaró a su familia convirtiéndose en la mancha negra, lo despojaron de bienes y vínculos pero en esa época a nuestro padre no le importaba así que se separó gustoso de la familia, nunca entendió por qué tanto desprecio hacia aquellos seres, dejó todo para estar con la persona que amaba, trabajó y renunció al hecho de tener fortuna y estudios, pero era realmente feliz incluso planeaba formar una familia con aquel chico, lo malo era que nuestro padre era el único heredero de la fortuna familiar así que los abuelos intentaron hacerlo volver de todas las formas que pudieron pero padre jamás se dejó convencer, amaba demasiado al muchacho, le profesaba el amor más puro y fuerte pero… un día el chico lo dejó, sin darle explicaciones, se marchó y no dejó huella alguna, padre se enfadó mucho y desde ahí repudió a los donceles, eso y con la influencia de los abuelos su odio creció, acabó regresando con la familia y tomando riendas de los negocios

-así que por eso los odiaba y ¿qué tiene que ver Yashamaru en esto? – preguntó la rubia interesada en el secreto familiar

-pronto padre llegó a la edad de tener esposa – ignoró a su hermana que lo quería matar con la mirada – escogió a una señorita que conoció en una fiesta de la empresa, bonita, culta, emprendedora, trabajadora, la misma que se ganó la aceptación de la familia con facilidad a pesar de su humilde origen… después vino el matrimonio, ella era nuestra madre – suspiró pesadamente al recordar el rostro de su madre, simplemente la persona más maravillosa – los abuelos lamentablemente murieron antes de que la boda se realizara y sin conocer a la familia de la joven pero de cierto modo era mejor así. Nuestra madre no había podido presentarles a su hermano y no lo hizo hasta que el día de su boda se cumplió, era su mayor sorpresa, deseaba que nuestro padre  conociera a su querido hermano y se llevaran muy bien, nuestro abuelo materno también habían muerto así que Yashamaru sería quien entregaría a nuestra madre en manos de su futuro esposo, llegó del extranjero apenas unos minutos antes de la boda, entregó a nuestra madre en las manos de padre con la mayor de las sonrisas, pero… padre no pudo sonreír, ya que en frente de él estaba aquel muchacho que lo había abandonado años atrás

-quiere decir que… Yashamaru – la rubia estaba sorprendida

-¿mi tío fue el primer amor de nuestro padre? – Gaara parecía estar conmocionado, era mucha información

-sí, nuestro propio tío me lo contó antes de que muriera – recordaba las lágrimas de su tío al momento de revelar ese secreto – le había dolido tanto pero siempre ocultó todo en una sonrisa porque mamá estaba muy feliz, ella no sabía nada de lo que ocurría, al final la boda se llevó a cabo sin contratiempos

-¿entonces padre se casó por despecho? – preguntó la rubia con tristeza

-claro que no, padre en verdad amaba a mamá pero… nunca se esperó que el destino fuera tan cruel, Yashamaru le había pedido a nuestra madre que jamás dijera su nombre, ni que mostrase una fotografía suya porque sería una sorpresa, era la excusa que quiso dar

-pero ¿Cómo? ¿Por qué? – se alteró Temari

- madre fue la primera en enviarle una foto a nuestro tío para que viera a su novio, Yashamaru nunca quiso hacerle daño a mamá y ocultó todo, solo quería verla feliz, era su única hermana y la amaba por sobre todas las cosas, además así también evitaría que la familia de padre la rechazara debido al linaje que tenían, su descendencia tenía donceles desde hace varias generaciones

-entonces mi tío, renunció a su amor – susurró Gaara como pensando en voz alta

-no es así… para esa época padre lo odiaba tanto que cualquier rastro de amor que él había tenido hacia nuestro tío se había desvanecido – explicó Kankuro con molestia – lo que padre no sabía y lo que Yashamaru le ocultó siempre, lo que solo me lo dijo a mí era que… la razón por la que se había ido sin decir nada era por los constantes acosos de la familia de padre, habían incluso amenazado a su hermanita, es decir a nuestra madre, le pagaron solo para que se alejara y al final, ante tantas presiones cedió, se fue dejando atrás todo con tal de proteger a su familia, lo respeté mucho por eso

-¿padre nunca se enteró de eso?

-se lo dije el día en que murió – recordar la amargura de su padre en el lecho de su muerte no le afectó, podía soñar muy mal pero en cierta forma era el pago por el daño que le había hecho a Gaara – padre se fue al otro mundo sabiendo la verdad

-eso debió haber sido muy duro – la rubia parecía la más afectada por ese asunto

-Yashamaru era el doncel que profesaba un amor profundo por nuestro padre, ocultó sus sentimientos por el amor que le tenía a nuestra madre y sufrió en silencio todo el desprecio que cayó sobre si

-¿desprecio? – Gaara se interesaba cada vez más, su tío era lo más importante que había tenido en su vida sabía que pronto escucharía el por qué

-padre peleaba mucho con nuestro tío, incluso le prohibió venir a ver a nuestra madre, y el simplemente aceptó ese odio en silencio, fue duro para él pero resistió porque nuestra madre era feliz

-por eso no lo veíamos mucho, solo en las reuniones que mi madre hacia – susurró la rubia, entendiendo todos los problemas de su familia – al menos eso hacía hasta que nació Gaara

-Un poco antes de que nuestra madre muriera le confesó algo a nuestro tío “sé lo que has hecho, lo lamento… no quise llevarme a tu gran amor, pero me enteré muy tarde, cuida de él, cuida del hombre que amamos y del pequeño que ahora viene” esas palabras fueron dichas en su último encuentro, nuestro tío lloró amargamente ese evento, en el entierro de mamá le juró cuidar de ti Gaara, como si de su propio hijo se tratase… pero padre fue una cosa diferente, repudió a nuestro tío, repudió a los donceles, se ahogó en su ira y su dolor, creó una defensa, se creó un culpable

-me culpó por la muerte de mamá – susurró Gaara dolido al enterarse de la verdad

-Yashamaru vivía con nosotros en ese entonces… papá lo aceptó – completó la rubia

-al contrario, le permitió a Yashamaru vivir con nosotros solo porque no quería hacerse cargo de su hijo menor, unió a sus dos culpables y se alejó de ellos – corrigió Kankuro

-eso suena muy cruel – se quejó la rubia

-Yashamaru te crió Gaara, junto con la abuela nos crió a los tres porque padre se sumió en la depresión – suspiró antes de seguir – y luego vino el desastre, padre vio cierto parecido en ti con Yashamaru y te hizo exámenes, cuando se enteró que eras doncel no lo soportó, poco después  ocurrió “eso” perdiste tus emociones y…

-llegué a convertirme en una persona cerrada – vio a su hermano asentir

-Yashamaru te cuidó como un tesoro, soportó las ofensas de padre, soportó los maltratos pero aunque no lo creas jamás dejó de amar a nuestro papá – soltó sus lágrimas, recordarlo le dolía, nadie logró borrar el rastro de tristeza en la mirada de Yashamaru, lo respetaba tanto cuando era más joven envidiaba la valentía de su tío, aquel que nunca dejó de amar a la persona que le robo el corazón, por criarlos con dedicación, aquel doncel que fue madre y padre para Gaara, cuanto lo quería… fue duro perderlo – tal vez me conmoví demasiado por su sacrificio… era mi ejemplo y a final… me basé en él para vivir mi vida, tomando todo el peso de la familia en mis hombros, cuidándote con exageración Gaara, pero yo solo quería evitarte todo ese dolor… el rechazo, la discriminación, el odio… perdóname, yo solo… soy tu estúpido hermano mayor… quería protegerte… nunca debí gritarte tantas cosas, perdón… en verdad lo lamento – el llanto derramado conmovió a los presentes, le había costado decirlo, pero ahora se había liberado un poco, ya no podía seguir guardando ese secreto… el despreciable pasado de sus antepasados – espero que entiendan por qué no tenemos… contacto con esa parte de la familia

-parece que tu experiencia al borde de la muerte te volvió diferente – susurró Gaara mientras trataba de digerir toda esa información

-Gaara no seas insensible – le regañó la rubia mientras se acercaba a su hermano que se encontraba aun tratando de lograr que sus lágrimas parasen

-déjalo es normal, me gusta su honestidad – se recompuso, no le gustaba que lo vieran así de débil

-solo lo decía porque no creí que cargaras tú solo con tantas cosas, debiste haberlas compartido con alguien – el pelirrojo parecía un poco perdido

-como podría decirle a alguien que nuestra familia era un desastre completo por simples malentendidos, una descendencia llena de prejuicios llamándose dignos – ironizó mientras retorcía las sabanas en sus manos

-todas las familias tenemos esas dificultades, Kankuro no debiste guardar todo eso para ti – lo consoló Temari

-lo sé pero… no quería que ustedes despreciaran el apellido que nos fue otorgado

-¿y por qué decidiste decirnos esto ahora?

-porque quería liberarme simplemente, me di cuenta que cuando ocultas las cosas terminan volviéndose bombas de tiempo – admitió pensando en lo que le había pasado con Sasori

-y estalla de la peor forma ¿no? – la rubia acarició los cabellos castaños mientras le sonreía levemente

-de verdad lo lamento Gaara, espero que sepas comprenderme, si me odias lo entenderé – admiró los ojos turquesa de su hermano, se veía un poco diferente

-no te odio, solo estoy enfadado… será duro perdonarte pero dame tiempo

-no te preocupes, me lo merezco siempre he sido demasiado impulsivo y terco, me servirá de escarmiento

-hay algo que tengo que decirte Kankuro

-si es por Neji no te preocupes, aunque aún no me agrada ya no me meteré entre ustedes – sus hermanos lo miraron como si fuera una broma de mal gusto

-¿estas bromeando? – susurró la rubia – parece que algo grave te pasó – se alteró de repente

-ya te dije que… entiendan que quiero liberarme el peso de mi vida, ya no lo aguanto, sé muy bien que ustedes puede defenderse solos, pero deben llamarme cuando lo necesiten y estaré allí… ahora me dedicaré a mi vida, quiero relajarme un poco, eso es todo – admitió mientras fijaba su vista en el paisaje

-pues me alegro aunque se me hace raro… ¿nos ocultas algo más? – Temari se cruzó de brazos a sabiendas que Kankuro nunca se abriría completamente

-si… pero no quiero hablar de eso, ya es completamente inútil ahora

-deberías dejarlo salir

-Gaara… tú no eres el único doncel en la familia, Yashamaru y otros también lo fueron, cada uno orgulloso de lo que es, al menos por la parte de la familia de mamá, así que… puedes consultar lo que quieras con Haruno-sensei aunque… me golpeará cuando se entere que no te había dicho nada… eso es todo – la plática fue difícil pero todo terminó ahí, los hermanos charlaban sin darse cuenta que alguien escuchaba detrás de la puerta, alguien que esperaba su oportunidad para platicar

-Gaara ve con Neji yo me quedaré con Kankuro – sonrió la rubia mientras abrazaba a su castaño hermano – me parece que ahora éste terco es el que me necesita

 

 

Gaara salió de ahí observando la melancolía de su hermano, le prometió ir cuando le dieran de alta y tomo su camino, Temari se encargaría de reconfortar a Kankuro así que podía perderse en sus propios pensamientos, no había problema, entonces dejó que su mente se revolviera  ¿era doncel?... doncel y no solo eso sino que su familia tenía esa descendencia, su querido tío había estado enamorado de su padre, había vivido cuidándolo y ocultando el dolor que sentía… sus abuelos eran creyentes en la pureza de su linaje… había sido mucha información para un solo día, incluso sitió que su cabeza le daba vueltas

 

 

Se dirigió al cuarto en donde Neji visitaba a su amigo Yuu y se quedó en la puerta, podía escucharlos hablar y reírse, el castaño se burlaba de su compañero parecía que estaba recuperado de todo ese desastre, ingresó cautelosamente admirando ese ambiente cálido, Neji lo abrazó al verlo un poco desorientado y Gaara solo pudo susurrarle “soy doncel” ambos permanecieron en silencio unos segundos para inmediatamente despedirse al menos por esa ocasión, se retiraron rápidamente del hospital para tener privacidad, Neji sentía claramente que su novio no estaba bien… que necesitaba algo de tranquilidad

 

 

El pelirrojo se desahogó con su novio, contándole lo que recientemente se había enterado eran tantas cosas que ni siquiera sabía cómo debía afrontar todo, su hermano no era malo y por el contrario solo fue una víctima del odio de la familia de su padre, su tío a quien siempre consideró como algo necesario había estado involucrado con su padre, discriminado y maltratado… todo eso era un caos, siempre vivió en una burbuja de protección  pero ahora sabía que la vida era cruel para todos “Gaara no debes complicarte por cosas del pasado, sé que es duro enterarse de los problemas de tu familia pero si lo piensas Kankuro luchó porque no sufrieras, así que si empiezas a hacerlo ahora, todo habría sido en vano” en parte Neji tenía razón pero era fácil decirlo, hacerlo era algo más complicado, el pelirrojo se sentía indefenso, al menos tenía a su lado a la persona que amaba para reconfortarse “aun no entiendo por qué me lo dijo hasta ahora” tenía esa incógnita, Kankuro estaba demasiado cambiado tras esos incidentes, sabía que corrió peligros pero su vida no estaba en riesgo extremo o algo así, como para cambiar drásticamente, esos secretos seguramente querían permanecer ocultos pero ¿por qué decidió decirlos?, era todo muy extraño “seguramente se dio cuenta que no era correcto guardarse eso para él solo, tal vez para que no odiaras a tu padre” su padre solo había sido otra víctima de las circunstancias, no lo odiaba pero tampoco llegó a quererlo como debía ser correcto hacerlo, solo deseaba dejar todo así, después de todo su vida no fue tan mala, le faltó el cariño de sus padres pero siempre tuvo el de su tío y abuela, sus hermanos eran una tormenta cuando se enojaban pero no eran monstruos y solo querían cuidarlo “Kankuro me dijo que era doncel y que ya no se entrometería entre nosotros” al menos algo bueno salió de todo ese asunto, se sorprendió cuando lo escuchó y al parecer Neji también… podría haber sido solo el momento pero por ahora querían pensar que de verdad ya no los trataría de separar

 

Ambos pasearon un poco antes de terminar su día, así al menos despejarían su mente, Neji parecía contento al saber que ya todo estaba terminando, solo faltaba el juicio que dictaminaría la pena de los implicados en esos líos y Gaara parecía haber empezado a disfrutar de un nuevo comienzo sin restricciones, se tomaron de las manos al caminar de regreso a casa, cocinaron y cenaron juntos, jugaron con sus pequeñas mascotas y planearon ir al veterinario para saber cómo proceder con el futuro parto de kichi, se relajaron mucho al estar juntos en quietud, parecía que al fin tendrían la paz que deseaban para disfrutar su vida en pareja

 

 

 

Quietud…

 

 

 

-Tomaré una ducha primero – Neji había estado muy relajado últimamente incluso podía dormir casi la jornada completa a pesar de que todavía no lo hacía con normalidad, el pelirrojo recibió un beso de parte del castaño antes de verlo perderse en el pasillo, Gaara se quedó en la sala pensando un poco, había pasado muchas cosas y ahora parecía una broma, los días de tristeza se habían ido y esperaba que así permanecieran por un largo tiempo, recordó el rostro de su hermano, demasiado triste, nunca lo había visto así pero confiaba en que Temari lo animara, vio un pincel reposando en el mueble cercano y se dio cuenta que en verdad había dejado todo estancado, incluso tenía un lienzo a medio terminar, Sai lo había llamado cada día antes de su partida y cuando volvió también, era un buen amigo que se preocupaba por su bienestar, ahora que estaba en calma podía empezar de nuevo con sus trabajos, dejaría que todas las emociones negativas que experimentó surgieran en sus pinturas, tal vez podría incentivarse más, después de todo había recuperado a su inspiración, su modelo y no lo desaprovecharía… de pronto pensó en Neji, podía escuchar el agua correr, recordó cierto detalle… su cuerpo, no lo había apreciado correctamente ni siquiera cuando hacían “eso” , un leve rubor se instauró al recordar la sensación en su piel y… pero no era lo que importaba ahora sino las marcas, si mal no recordaba tenía varias, Neji le había contado todo lo que hizo en ese lugar pero nunca entró en detalles con respecto a lo que ocasionó dichas lesiones en su piel

 

-creo que debería… preguntar – susurró para sí mismo mientras analizaba la situación – no me lo dirá – ni siquiera había visto dichas cicatrices con detalle, Neji evitaba mostrarlas en el día y en la noche pues no se las apreciaba correctamente, así que solo había una forma de verlo y aprovecharía esa oportunidad

 

Todavía algo inseguro de lo que pensaba hacer se acercó a la puerta del baño, podía escuchar ciertos ruidos, aún estaba duchándose, de pronto todo paró, el silencio se hizo presente y creyó que era oportuno, ingresó silencioso, con cuidado, al parecer Neji no lo notó siquiera ya que se encontraba secándose el no tan largo cabello con normalidad, el pelirrojo se quedó estático admirando el cuerpo contrario, ya lo había visto antes cuando lo fotografiaba e incluso cuando… el punto era que ante la claridad que proporcionaba la luz del foco podía verlo con detalle, los músculos marcados no desaparecieron, la esbelta espalda y la altura de su novio le daban una excelente apariencia, envuelto por una simple toalla en la cintura y con el vapor invadiendo todavía el lugar, la visión era digna de ser fotografiada pero ni si quiera quiso hacerlo solo se quedó ahí admirándolo, sus mejillas estaban calientes y sabía que tenía un rubor en ellas, quiso decirle algo pero al mismo tiempo quería verlo en detalle, se fijó en las cicatrices, apenas y se veían, ya que Neji estaba de perfil ocultando las evidencias al menos hasta cuando se giró para salir

-Gaara… ¿qué haces aquí? – no se dio cuenta de cuando su joven novio ingresó, pero ahí estaba… en frente de él – ya terminé puedes ducharte en seguida

-… - por un momento se quedó sin palabras perdido en la imagen en frente de él, los cabellos esparcidos un poco desordenados, algunas gotas resbalando por el pecho del castaño, la toalla lo envolvía cubriéndolo de su desnudez total, era una bella imagen que solo él tenía derecho a ver – yo… - vio el desconcierto del mayor junto a un leve rubor que se mostraba, encantador, simplemente bello – quería preguntarte algo

-claro – se sintió inspeccionado totalmente causándole un escalofrío, ver el deseo en aquellos ojos era simplemente tentador pero tenía que ocultarse, aun no estaba preparado para mostrar su cuerpo claramente, con disimulo deslizó su cabello hasta que cubriera la marca del disparo en su hombro  – espera que me cambie y…

-no – había dos razones para no dejarlo ir, la primera porque le gustaba verlo semidesnudo y la otra, tenía curiosidad por aquellas huellas de maltrato – es la primera vez que veo tus cicatrices

-Gaara evítame ese mal rato… no quiero mostrarlas – usó una de las toallas para cubrir ligeramente su costado – estaré mejor en cuanto desaparezcan

-las cicatrices se quedan allí – susurró el pelirrojo acercándose y pudo ver la duda en los ojos blanquecinos

-la mayoría son solo superficiales con un buen tratamiento se irán

-y piensas ocultarte hasta entonces

-si es necesario si

-¿por qué?

-porque me traen malos recuerdos – pésimos recuerdos, cada doloroso maltrato, amenaza, y odio, no le gustaba sentirse así

-cuéntame… solo así te entenderé – acarició la primera cicatriz que se observaba en el pecho del castaño

-yo no estoy seguro de eso – sostuvo la mano de su novio apartándola de su cuerpo – es algo que…

-no te guardes el dolor – susurró mientras se acercaba un poco más llevándose aquella mano hacia su rostro, apretándola un poco, se rozó con ella en un gesto de cariño – solo es peor

- pero… - deslizó sus dedos por la mejilla del menor, tenía miedo de recordarlo, no quería contarle y terminar asustándolo o algo peor, pero al ver el cariño en esos ojos turquesa accedió – Kimimaru se enfadó cuando lo llamé bastardo – acercó la mano del artista posándola en la leve línea de su pecho – le gustaba usar navajas

-¿te dolió? – susurró delineando aquella marca, se imaginaba la situación y un leve estremecimiento a causa del temor surcaba su cuerpo

-un poco – Neji vio al pelirrojo acercarse a su pecho, tocar la marca y brindarle un suave beso, el castaño sintió como la cicatriz le ardía pero no era desagradable

-¿ésta? – sintió el aroma del jabón, apreció la humedad de esa piel y no pudo evitar deslizar sus dedos a la siguiente que apenas estaba un poco más abajo del ombligo, el cuerpo del mayor se estremeció levemente al sentir su toque

-Dark peleó conmigo cuando me negué a obedecerlo – reprimió un leve suspiro al sentir aquellos dedos deslizarse y luego el beso suave sobre la misma superficie

-no he visto tu espalda – rodeó al castaño para dejar salir su curiosidad, vio aquella piel rasgada en ciertas partes, no evitó pensar en aquellos tipos que se atrevieron a tocar a ese hombre – tienes varias aquí, ¿cuatro?

-si… el día en que me dijeron que te habían asesinado me salí de control – sintió los dedos deslizarse por cada zona afectada, no sabía porque Gaara hacia algo así pero en parte le agradecía, sentía vergüenza y dolor por cada una de ellas, los recuerdos eran horribles pero ahora… solo sentía cosquilleo en esas zonas – no fui consiente de cuando me hicieron eso

-ya todo pasó – besó cada parte porque así sentía que comprendía un poco la situación, que compartía las experiencias – no sientas vergüenza ni temor –rodeó de nuevo al castaño hasta verlo de frente

- ¿ésta? – el costado estaba aún cubierto por esa toalla, se la quitó delicadamente y la dejó caer

-el ultimo día Kimimaru quiso matarme – susurró mientras acariciaba el rostro del más joven – es una de las peores, esa jamás se borrará

-quiero quitar ese dolor – Gaara se inclinó hasta poder admirarla, era bastante larga un beso no sería suficiente, lamió esa marca, hasta asegurarse que su lengua cubrió toda la extensión –

-mgh… - reprimió un gruñido, su piel se tensó al sentir aquella suavidad recorrerlo, tal vez las intenciones eran inocentes pero le causaban demasiadas reacciones, lo apartó y levantó el rostro del menor para darme un leve beso – déjalo así… ya es parte del pasado – susurró mientras lo besaba en la frente

-me falta una – quiso saber y solo faltaba esa, levantó sus brazos para alcanzarla – tu hombro – tocó aquella marca, miró la leve sonrisa del mayor

-salvé a Hana y ese fue el precio – sintió la caricia en su rostro, se inclinó para besarlo, para disfrutar del contacto sin restricciones, fue sencillo pero lleno de cariño, los dedos del artista jugaron con su cabello y él solo pudo aferrarse a la cintura del menor

-levántame – Gaara se abrazó al cuello del mayor y sintió el agarre en sus muslos, fue levantado con cuidado y lo envolvió con sus piernas para abrazarlo completamente, podía sentir la humedad en su cuerpo, apretó el hombro dañado sin malas intenciones pero escuchó un leve quejido – ¿duele aun?  La caída te afectó mucho – como olvidar el altercado entre su novio y su hermano, aquel en donde lesionó a Neji

-apenas, sanará pronto – susurró en el oído del menor sintiendo que aquella herida era acariciada levemente, un beso suave fue depositado en su piel, si seguía así perdería el control – Gaara… esto puede ser peligroso – susurró mientras sentía el fuerte agarre del menor, aquellas delgadas piernas lo rodeaban apretándolo y las manos se deslizaron por su pecho, su cabeza estaba empezando a imaginarse otras cosas

-lo sé – besó al castaño, verlo así despertó su deseo, deslizó sus dedos hacia el ombligo de Neji y escuchó un jadeo, sintió el apretón en su cintura – pero… yo te quiero a ti – admitió mientras deslizaba sus dedos en la línea de la toalla, aquella que tapaba la desnudez de su novio – yo…

-aquí no… - susurró mientras se encaminaba a la salida – tal vez en la siguiente ocasión tomaremos una ducha juntos – ofreció al más joven quien solo se escondió en su cuello

-no es… mala idea – solo imaginárselo encendía un calorcito en su vientre, lo deseaba… se apretó más al cuerpo del mayor que en cada paso que daba lograba que aquella toalla se rozara más y más, al salir del baño sintió una pequeña brisa debido al cambio de temperatura – Neji…

-entraste sin avisar y me besaste con cariño – susurró mientras deslizaba una de sus manos por debajo de las prendas del pelirrojo, acarició levemente esa piel clara mientras apretaba su agarre en la cintura del más bajo, quería mantenerlo unido a él, la brisa en su cuerpo le causó escalofríos aliviando un poco el calor que lo estaba invadiendo – ¿cómo quieres que reaccione? – susurró en el lóbulo del más joven mientras se ingresaba a la habitación en la que dormían

-yo… - se aferró a esa espalda húmeda, deslizó sus dedos por el cabello castaño, se embriagó con el aroma de aquel cuerpo – quería verte desnudo – admitió con un sonrojo mientras suspiraba al momento que esas manos acariciaban toda la extensión de sus muslos y después lo dejaba en el suelo

-me gusta tu honestidad – sonrió al verlo avergonzado, lo pegó un poco a su cuerpo para susurrarle – te lo permito – se alejó un poco y esperó, estaba indefenso ante aquella mirada, solo traía una toalla en su cintura, esperó a que algo pasara

-yo… - Neji estaba a su voluntad, acercó sus dedos al objeto blanco dudando de si debía hacerlo o no – me siento nervioso – admitió mientras sus manos acariciaban el abdomen del mayor que se tensaba por el contacto

-sabes lo que haré después ¿no? – levantó una de esas manos y la besó, lamió la punta de los dedos y mordió uno de ellos sintiendo como el menor apretaba la blanca prenda– te haré el amor Gaara – entrelazó sus dedos y lo miró

-hazlo – susurró el pelirrojo mientras dejaba que aquella blanca toalla se deslizara, podía verlo a la perfección y se avergonzó, era la primera vez que lo veía así, levantó su vista y el castaño solo sonreía, Neji soltó sus dedos entrelazados y lo besó con intensidad, para Gaara era un placer corresponderlo, enredó sus dedos en los cabellos húmedos, cerró sus ojos para dejarse llevar, solo podía retroceder guiado por el mayor… sabía en qué dirección iban y eso solo lo ponía más ansioso

-pero tú todavía estas vestido – susurró el castaño mientras se separaba repentinamente dejando al menor un poco desorientado, tomó asiento en la cama y se quedó admirándolo – creo que es justo que yo te vea desnudo también – sonrió mientras observaba el sonrojo de su amante aumentar, aquella persona en frente de él era demasiado apetecible a su parecer

-es verdad – ver aquella imagen reposando en la cama era simplemente perfecta, cada músculo, cada detalle, al parecer no tenía vergüenza alguna – pero aún no he tomado una ducha – se excusó mientras empezaba a quitarse lo que traía puesto ante la atenta mirada del mayor

-lo sé – admiraba cada prenda ser removida con cuidado, los nervios del más joven se mostraban en cada movimiento suave, era simplemente adorable verlo sonrojado, sentía que con cada trozo de piel que empezaba a exponerse, su parte baja comenzaba a reaccionar, lo deseaba era al único que le permitiría verlo desnudo, tenía que evitar atacarlo por el momento – después podemos tomar una ducha juntos – sonrió al ver la duda en los ojos turquesa, solo le restaba el bóxer y al parecer no era el único que estaba reaccionando – te ayudaré… – le hizo una seña para que el menor se acercara y cuando lo tuvo en frente besó la piel que estaba a su alcance mientras sus dedos deslizaban la tela restante, escuchó el suspiro del más joven cuando se quedó completamente expuesto

-ya estamos… iguales – susurró el pelirrojo avergonzado apartándose levemente para que el castaño lo viera por completo, lo vio recorrerlo con la mirada y a su vez pudo notar como el miembro de su novio empezaba a reaccionar, sentía el suyo empezar a calentarse con el simple hecho de tener esa mirada encima de si

-eres muy bello – susurró relamiéndose los labios, tomó la mano de su pequeño besando sus nudillos tiró de él suavemente hasta acercarlo, con cuidado lo recostó en la cama y se posó encima de él – eres demasiado… sensual – besó su cuello y ascendió en un caminito bien trazado hasta llegar a esos labios, se detuvo solo para ver el sonrojo, los ojos turquesa estaban cerrados y la respiración empezaba a agitarse un poco – mírame… – susurró viendo aquellas iris turquesa mostrarse con timidez – te amo – redujo la distancia hasta poder morder aquel labio rosado, introdujo su lengua en cuando le dieron permiso y exploró esa cavidad con maestría, estaba a su voluntad, quería memorizar cada parte de ese cuerpo delgado, siempre supo que era doncel aunque le dijeran lo contrario, y a sus ojos era el más bello de todos, sintió como los dedos del más joven se sostenían de sus brazos con firmeza, con una de sus manos el castaño hizo que la pierna del más joven se flexionara y por instinto el pelirrojo le dio paso para que se colocara entre ellas, Neji dejó que su peso cayera un poco hasta que las pieles se rozaran y escuchó un leve gemido opacado por el beso que compartían, se rozó levemente sintiendo el temblor en el cuerpo del pelirrojo, lo hizo de nuevo una y otra vez hasta sentir como sus miembros empezaban a reaccionar por la fricción, el menor le apretó el hombro sin cuidado y no pudo evitar quejarse un poco – agh…

-lo… lo siento – se dio cuenta de aquel duro agarre y se zafó de inmediato, a veces olvidaba que su novio no estaba recuperado totalmente, tal vez era un error hacer eso pero le ganaba la lujuria – yo… – un nuevo beso un poco más demandante detuvo sus disculpas y el roce se hizo más placentero, abrió un poco más sus piernas para darle libertad, esos movimientos lo estaban haciendo delirar, las manos del mayor se deslizaban por sus piernas y el solo podía perderse en el deseo

-no hay problema – se separó momentáneamente, al parecer su cuerpo reaccionaba más intensamente ahora tal vez por el juego de miradas que habían sostenido apenas minutos antes – solo ten cuidado – lo deseaba tanto que no podía pensar en otra cosa que entrar en su amante, descendió sus besos por el cuello, lamiendo en ciertas partes y mordiéndolo levemente en otras, sus dedos atacaron aquellos botones rosas haciendo que el más joven se removiera un poco, se incorporó un momento para verlo, aquel sonrojo en el rostro delicado lo volvía erótico, las piernas abiertas mostrando el creciente miembro erecto, el pecho subiendo y bajando en un ritmo irregular, esos ojos cerrados mientras suspiraba de vez en cuando, las manos apretando las sábanas, los cabellos desordenados cubriendo parte de la frente y aquel tatuaje llamativo, le gustaba que en casa lo tuviera así, se lo había dicho en un par de ocasiones y al parecer al menor le gustaba también, era su pequeña libertad, el castaño  sentía su intimidad pulsar, sabía que no aguantaría mucho si seguía así – Gaara… - obtuvo la atención del más joven que lo miró sin entender – me apresuraré un poco – sacó el lubricante y los condones dejándolos esparcidos a un lado del más joven – has hecho que me excite demasiado – con agilidad tomó el lubricante esparciendo una buena cantidad en sus dedos

-apresúrate… ah – susurró mientras abría sus piernas un poco más para que su novio procediera a lubricarlo – no eres… el único – tal vez en esos momentos su lengua se zafaba más de lo necesario pero no le importaba, los gemidos salían de su boca como incitando a su acompañante y pronto sintió cierta caricia entre sus nalgas, se tensó por aquel extraño contacto

-pero no quiero… dañarte – lo besó para distraerlo mientras ingresaba el primer dígito, las manos del menor se aferraron a su espalda mientras suspiraba entre sus bocas, el  interior estaba apretado, cálido se aseguraría de relajarlo –… ¿me amas? – tal vez esa pregunta estaba de más en ese momento, ingresaba su dedo una y otra vez sintiendo como de a poco aquella cavidad se expandía más

-te amo… - cuando sintió el siguiente dedo en su interior mordió el labio de Neji con fuerza, escuchando un pequeño gruñido profundo – Neji… te amo – lo vio sonreír y se emocionó también, la mirada aperlada le reflejaba todo ese sentimiento cálido, amor era lo único que aquellos orbes mostraban, lo besó con dulzura, un roce simple y hasta inocente, deslizó sus dedos por el rostro del mayor y le brindó una cálida sonrisa

-eso es jugar sucio – se quejó con la voz ronca debido al deseo – quiero entrar – susurró mientras introducía el tercer dígito recibiendo una pequeña queja de dolor por parte del más joven que se aferró a las sábanas con desesperación, solo por esa ocasión no se disculparía porque en vez de eso usaría sus labios para otra cosa, descendió hasta el falo del pelirrojo y sin dudarlo lo ingresó a su boca escuchando el gemido alto que de los labios ajenos salía, empezó a moverse con lentitud tratando de que su lengua rodeara cada parte que le fuese posible, sus dedos jugaban en ese interior apretado, penetrándolo con rapidez, su boca se detenía en la punta de aquel miembro que empezaba a gotear para succionar un poco y así elevar el placer de su artista hasta el punto que empezó a gritar su nombre

-NEJI… no todo… aah… junto… AAH – las lágrimas brotaron sin permiso, un mar de sensaciones en su cuerpo empezó a desesperarlo, un punto en su interior estaba siendo atacado con repeticiones cada vez más veloces y la boca del castaño lo haría ver luces cada vez que succionaba su punta, y aun así quería que siguiera – yo… Neji… AAHH – sus palabras salían sin sentido alguno, se aferraba a las sábanas sintiendo miles de cosquillas en su columna y un inmenso calor expandirse en su vientre bajo, sentía su final, lo sentía tan cerca y sin evitarlo se corrió gritando el nombre de su novio mientras su espalda se arqueaba y su visión se hacía borrosa

-es hora… - verlo llegar al clímax era un derecho que deseaba solo fuera de él, Neji se había apartado antes de que el menor derramara su esencia solo para  apreciar el rostro y cada expresión llena de lujuria del pelirrojo, lo besó cortándole su descanso, no aguantaba más necesitaba hacerlo suyo, ante la mirada turquesa sostuvo el paquetito entre sus dientes, se posicionó entre las piernas de su gran amor

-no lo… uses – apenas podía percibir lo que estaba a su alrededor, su orgasmo aun recorría su cuerpo, y a pesar de todo lograba sentirse enfadado al ver el paquetito – quiero… hijos – susurró mientras trataba de recuperar el aliento

-aún es pronto – sostuvo el paquetito entre sus dedos mientras se relamía los labios, suspiró profundo para tener un poco más de control – ¿quieres… discutir? – en el fondo rogaba que le dijera que no para poder unirse inmediatamente pero sabía que no sería fácil, al menos eso creyó

- no… – el pelirrojo tomó el paquetito entre sus manos y lo abrió – listo… – estaba ansioso después de todo

-entonces colócalo – estaba impresionado, el pelirrojo siempre discutía pero… decidió hacerlo avergonzarse un poco quería ver aquella reacción – hazlo… no te obligaré a nada

-¿y si no… lo coloco? – estaba un poco confundido por aquella petición – ¿qué pasará? – reguló su respiración para formular aquellas palabras

- me correré fuera… - sonrió ante el enfado del más joven – y solo lo haremos… una vez – tomó los paquetitos entre sus dedos, eran tres en total mostrándolos en una declaración sin palabras y Gaara se mordió el labio, era una simple amenaza porque no creía que lo cumpliera, pero al parecer el menor se lo tomó en serio

-bien… - susurró mientras descendía sus manos hasta el miembro de su amante, había leído sobre eso así que no fue difícil hacerlo, apretar la punta y deslizarlo con cuidado para no dejar espacios de aire, aunque jamás se esperó que Neji lo atacara apenas y terminó su tarea, lo besó con lujuria, introduciendo su lengua y moviéndola para jugar con la suya, le robó el aliento rápidamente mientras sentía como lo penetraba con cuidado y a la vez con apuro, el pelirrojo se aferró a la espalda amplia y retuvo esos cabellos castaño entre sus dedos, sintió como su interior se expandía acoplándose, cada vez estaba más profundo hasta que escuchó el leve gruñido entre sus labios y se vio en libertad para respirar

-me tentaste… - sentir aquellos dedos rodeando su miembro fue la chispa que necesitaba para enloquecer – ¿te hice daño? – no pudo controlarse y lo penetró sin aviso, estaba ansioso por ser aprisionado en aquel cálido interior, sentir que Gaara era suyo solamente, el menor negó levemente, lo envolvió con sus piernas y lo abrazó, Neji sintió el movimiento de caderas y sin dudarlo empezó a moverse, quería todo de él, hacerlo gemir, que gritara su nombre con cada embestida, verlo disfrutar de cada penetración profunda, y aunque sonara mal también quería hacerlo llorar… pero de placer mientras llegaba hasta lo más profundo de sus entrañas, con fuerza lo embistió una y otra vez aumentando su ritmo cada vez más, su espalda fue rasguñada en el frenético movimiento y su hombro fue apretado causándole un dolor placentero, combinado con el mar de sensaciones en ese momento no le importaba que su recuperación se retrasara un poco debido al esfuerzo físico, se dejó llevar por su pasión desenfrenada, mientras lo penetraba también lo besó, mordió el cuello expuesto, la marca sería su premio, deslizó su lengua por los lugares que tenía a su alcance, los gemidos de Gaara eran dulces, gloriosos, apretó la cadera del más joven para tener más impulso y torturar aquella partecita escondida en la profundidad, disfrutó los gritos del pelirrojo rogando que siguiera haciéndolo en ese lugar, lo vio retorcerse cada vez que llegaba hasta el fondo, arquear la espalda cuando ya estaba a punto de terminar y lo masturbó mientras se dejaba llevar por las sensaciones que le causaban esos apretujones en su intimidad, lo dejó llegar al orgasmo y con gusto lo acompañó perdiéndose en aquel paraíso… o mejor dicho en aquel pecado carnal mientras pronunciaban el nombre del contrario

 

Y este solo era el comienzo de su noche

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Bueno en esta parte creo que me odiaran profundamente, pueden dejarme sus insultos en un review, los recibiré con humildad

Solo dejen que les cuente que me deprimí más de dos semanas para escribir éste capítulo y lloré a mares para hacerlo, ¿por qué lo hice?

Porque creo que las personas deben caer muy al fondo para entender lo bueno que les da la vida y reconsiderar sus caminos a seguir 

 

Apesar de eso me siento tan triste por lo que le hice a Kankuro, pobre pequeñito, bueno dejando eso de lado me permití incluir un lemon sensualón para poder reparar sus corazones rotos y creo que se alargó mucho el texto

 

Tengo buenas y malas noticias

La mala es que les haré sufrir un poco más, no será tan feo como éste capi pero me falta un poco para terminar de unir a nuestros protagonistas

La buena es que a Kankuro lo haré ser feliz desde aquí, bueno pasará por una depresión pero eso será el inicio de un cambio excelente

 

Ahora si me despido

Besos!!!


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