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Inexistente por Drakarfox

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Notas del capitulo:

Pff... que les digo, no tengo vergüenza, de ningún tipo. Fueron dos meses sin actualización pero tengo una muy buena excusa:

-proyectos

-exámenes

-tesis

-trabajo

-vacaciones (inspiración nula)

 

y bueno, el tiempo se me paso más rápido de lo que esperaba. Pero... ¡Volví!, eso es bueno y aquí con un nuevo capítulo, así que... espero lo disfruten.

Capítulo XIX

 

Historia 0: Las leyendas

 

No son lo que parecen

 

-Roxas…- llamó en tono bajo, había sentido como el menor se había quedado quieto después de un rato, ya no escuchaba sollozos ni nada parecido, sólo sentía la respiración pausada del menor. –Roxas, dime algo- pidió abrazando más al otro por la cintura, apegándolo a su cuerpo. Ambos seguían en la torre, Axel recargado, teniendo a Roxas entre sus piernas abrazándolo. –Roxas- llamó por tercera vez, tomando al menor por el mentón obligando a que lo viera – Por favor Roxas, dime algo- tuvo que admitir que se sintió algo preocupado al ver que el rubio tenía la mirada perdida, viendo solamente a la nada. -…Roxas…- pasó sus pulgares por los ojos hinchados y rojos del chico.

-Fue Riku…- dijo en tono bajo, sintiendo como su propia voz dañaba su garganta. Consecuencia obvia de haberse mantenido sin decir nada por un buen rato. Cuando habían encontrado a Xion eran cerca de las tres de la tarde, en ese momento comenzaba a anochecer.

-¿Cómo dices?- preguntó no sabiendo a ciencia cierta si sabía de lo que el otro hablaba.

-Fue Riku quien ocasiono esto.

-Roxas… Xion decidió hacer esto.

Negó – Sé que todos tenemos el derecho de elegir como moriremos… pero a ella la obligaron a hacerlo.

-Roxas, realmente no podemos culparlo de ello, puede que tenga culpa, sí, pero Xion fue también quien lo decidió.

-Axel… ¿somos los malos de la historia?- preguntó viéndolo por fin, centrándose en sus ojos verdes.

Suspiro al escuchar aquello, -escucha…- dudo un momento en si llamarle enano o no, desistió al último momento –Roxas, esto no es un cuento, un videojuego o alguna leyenda urbana. Esta es la vida, nuestra vida y si hay algo que he aprendido en estos últimos años, es que no podemos dividirnos entre buenos y malos. No hay grandes héroes que protejan la justicia, es más, ni siquiera hay una gran cantidad de personas que se preocupen por las demás personas. Tampoco hay villanos… y aunque los keyblade piensen eso, ellos no son los adecuados para llamarse a sí mismos héroes.

-… ¿por qué lo dices?

-Lo sabes Roxas, pero no de forma específica, todos tuvimos un inicio, todos. Desde las leyendas hasta nosotros los inexistentes… y sería buen momento para que conocieras el principio de aquellos que se hacen llamar héroes.- dijo mientras se levantaba, llevándose consigo al menor. – Regresemos, no es buena idea quedarnos aquí más tiempo.

Asintió terminando de incorporarse para seguir al otro a paso muy lento y salir de la estación. Al salir se quedó observando el sitio exacto donde se veía había quedado Xion, le costó trabajo pasar la saliva al sentir el nudo en la garganta. No se movió, no podía hacerlo pero alcanzó a sentir como el otro le jalaba del brazo, sintiendo de nuevo la cercanía del cuerpo ajeno. –Creo que no podemos venir aquí por un tiempo- dijo de forma suave al momento que le cubría de nuevo los ojos.

-Deberíamos de...

-No vendremos hasta que ya no cause tanto impacto en ti- dijo comenzando a guiarlo para que caminara y lograrán alejarse del sitio.

-Ni siquiera sabes cuándo será eso.

-Al menos no será en esta semana.

-Estoy…- se interrumpió llevando sus manos a la que se encontraba en sus ojos- no, intentaré estar bien.

-Porque justo ahora no lo estas, ¿no es así?

Asintió comenzando a quitar lo que le impedía ver, -exactamente, no estoy bien, no es como que quiera mentirte.

-Tranquilo- dijo abrazándolo- es normal no estar bien, serías un completo insensible si lo estuvieras- ya se encontraban dentro de uno de los callejones, alejados de la estación, Roxas se moría por ver hacia atrás, Axel se lo impedía, no era buena idea que el rubio hiciese eso, así que a paso tranquilo, deteniéndose por momentos sólo para comprobar cómo iba él que en esos momentos llevaba rodeado de los hombros. Fue cuestión de algunos minutos para que por fin llegaran a la organización y tal como lo supuso; esta misma se encontraba hundida en un terrible silencio. Suspiró antes de entrar sin soltar al menor, sólo había un ambiente de mala muerte. Algunos miembros sentados en los sillones, sin pronuncia palabra, perdidos sólo en sus pensamientos, algunos otros hablando entre susurros en los pasillos, comentando lo que había pasado hasta hace un par de horas y para inclinar totalmente la balanza hacia toda la mala suerte que podría haber un Saix que iba camino a ellos con semblante serio. –Saix…

El aludido levantó la mano pidiendo con ello que no dijera nada, se inclinó un poco para ver al rubio- Roxas… mi puerta siempre estará abierta por si necesitas hablar con alguien.

El menor asintió, agradeciendo por ese gesto, girándose después a ver a Axel, quien sólo le mostró una pequeña sonrisa a modo de consuelo. –Gracias Saix… lo tendré en cuenta.

-Bien, con eso me conformo de momento- se irguió de nuevo viendo esta vez al otro. –Axel, lo mismo va para ti, si quieres hablar con alguien…

-Tranquilo hombre, estaré bien… pero me lo pensaré ¿vale?- añadió al ver la mueca que hacía el otro, estaba a punto de reclamarle por no darle importancia, al menos se había librado de la queja.

-Bien… entonces…

-Íbamos a mi habitación- dijo acercando más al chico. –Quisiera hablar un poco con él. Ya sabes, para aclarar algunas cosas. – No tenía pensado decirle para que era exactamente que quería hablar con él, lo terminaría descubriendo, sí, pero no quería que lo supiera todavía.

-Bien, entonces los dejo, pero Axel quiero decirte algo, ¿me permites unos segundos?

El aludido asintió extrañado separándose del más chico para alejarse de él e ir con el otro -¿Qué pasa?

Suspiro antes de hablar- tenemos el cuerpo de Xion, está en la sala del sueño… la incineraremos mañana… sería bueno que ambos fuera, ya sea en la noche o al amanecer. Ya sabes, para el adiós y eso. – dijo en un susurro.

-Lo entiendo- se giró a ver a Roxas que los veía desde la distancia- se lo comentaré después.

-Me parece increíble Axel que no estés destrozado como claramente se ve él. 

-Saix… si lo estuviera él no podría apoyarse en nadie.

-Entonces…

-Entonces estoy soportando, la muerte y yo tenemos historia, tal vez no una tan romántica como la de algunos otros de la organización, pero la tenemos. Lo de Xion me duele, no lo niego. Pero dime, si me pongo a llorar, a gritar y a maldecir a medio mundo ¿serviría de algo? ¿A ella o a él le serviría de algo?... no serviría de nada Saix, así que he decidido ahogarme solo hasta que Roxas esté bien, porque soy yo quien quiere ayudarlo y alejarlo de lo que nosotros conocemos bastante bien.

-Axel… no tienes que ser todo un caballero.

-Quiero serlo.

-Sabes que puedes mostrar lo que sientes, no tienes que encerrarte y fingir que estas bien.

Mostró una pequeña sonrisa- primero quiero que él esté bien, después de eso me daré el lujo de derrumbarme… y será él quien decida qué hacer con mis pedazos.- puso una mano en el hombro del contrario. –Pero ambos estaremos bien, lo prometo.- y sin más se acercó de nuevo al menor para volver a tomar camino a su habitación.

En cuanto llegaron, fue directamente a la ventana para poder abrirla, posiblemente necesitaría de mucho aire fresco para lo que iba a pasar. El menor se sentó en la cama, específicamente en la orilla, cerca del otro. Estaba ansioso, los ojos le ardían y la cabeza le dolía, pero quería escuchar todo lo que el otro tuviera que decirle. Todo. Estiro las piernas, colocó sus manos a cada lado de su cuerpo y lo observo con absoluta atención. –Quiero oírlo- dijo decidido.

-… Y voy a decírtelo- se acercó a la mesa de noche para tomar un cenicero y regresar de nuevo a la cornisa de la ventana , si lo contaba sabía que fumaría, un cigarro tras otro, así que mejor estar preparado, saco su cajetilla que tenía apenas veinte de los veinticuatro cigarros que hubiese tenido de estar nueva y el encendedor. –Sólo que llevará un rato y posiblemente muchos cigarros, demasiados.

-Entonces… hay que empezar.

Se sentó frente al menor, en el piso, con todo lo que había sacado. Creyó que le sería más cómodo estar en el piso fumando y contando lo que debía contar. Tomo un cigarrillo a la par que veía al otro sentarse a su lado, tal vez para que no tuviese que cambiar mucho su posición, encendiéndolo y tomándose su tiempo. Dio una primera calada y dejo que el humo saliera libre por la ventana, por ello la había abierto.

El menor sólo lo observaba atento a lo que hacía, esperando, lo más paciente que podía para que hablara.

-Sabes que las leyendas se crearon no hace mucho, cerca de unos cinco años, ¿no es así?

-Si.

-Tu hermano se unió poco después ¿no?

-Si- afirmó de nuevo.

-Las leyendas no siempre fueron lo que son ahora Roxas, desde que se crearon fueron distintos y la llegada de tu hermano no cambio mucho eso.

-¿Cómo eran antes?

-Antes… antes eran distintos.

 

Flash back

 

Estaba harto de toda esa situación, de toda. Nadie sabía que ellos existían, ni siquiera se esmeraban en intentarlo, fijo su mirada en Aqua, la chica que estaba a su lado. De nuevo habían tenido que huir, ¿por qué?, porque no podían defenderse, porque no tenían como.

-Estoy cansado de esto- dijo al momento que ayudaba a la chica a levantarse. Habían corrido con suerte y el callejón estaba desierto. Suerte, claro.

-Pero no puedes hacer nada Terra, es algo así como nuestra costumbre.

-Costumbre o no, estoy harto de todo esto, no lo merecemos Aqua, sólo queremos ayudar y nada más.

-Lo sé- dijo la chica asomándose desde donde estaban para verificar que no había nadie cerca. -¿pero qué sugieres?, ¿enfrentarnos a ellos?, nosotros somos dos Terra, ellos son cinco. No es como que podamos hacer mucho.

-Podemos hacerlo. – dijo decidido. Se había cansado de todo y le estaban obligando a defenderse con todo lo que tuviera al alcance, así que eso haría, sin importarle del todo las consecuencias.

-¿Y cómo planeas hacerlo?- dijo saliendo del callejón, sinceramente ella también ya estaba cansada de tener que correr todo el tiempo, las guerras de pandillas habían llegado a un nivel tal que le era sumamente violento. Y ellos estaban comenzando a adoptar esa violencia.

-Aprenderemos a defendernos.

-¿Defendernos?, sinceramente no creo que los puños puedan con las armas que ellos usan.

-Por ello nosotros usaremos las mismas armas.

-¿Qué?

-Aprenderemos a luchar Aqua. Aprenderemos a defendernos y en algún punto, en algún tiempo, será corto ya lo verás, seremos quienes manden en todo esto.

-Entonces, nos volveremos como ellos ¿no es así?

-No Aqua, no seremos como ellos, seremos mejores.

-Terra- llamó deteniéndolo- sería mejor que sólo nos fuéramos. Deber recordar que fuimos nosotros los que llegamos a invadir un sitio que no nos pertenece, ya hay quien se encargue de las personas en este sitio, no podemos llegar simplemente y decir que ahora nos pertenece.

-No nos iremos.- respondió tajante- si nos vamos ahora no lograremos nada y lo sabes, sucederá lo mismo en otro sitio y en otro y en otro.

-… ¿Y cómo piensas entrenar? Te recuerdo que nuestro maestro ha desaparecido, nos ha abandonado.

-Lo haremos por nuestra cuenta Aqua, observaremos a nuestros enemigos, sus habilidades y practicaremos con todo aquello que vayamos aprendiendo.

-¿Crees que en verdad nos funcionara?

-Va a funcionarnos, eso te lo aseguro.

Ambos decidieron al fin llevar a cabo ese método de aprendizaje, continuaban huyendo de aquellos que según decían les pertenecía todo ese territorio y no estaban mal, Terra y Aqua había llegado a invadir todo ese espacio, un espacio que no les pertenecía. Pero al estar observando las peleas, los encuentros y usarse a sí mismos como sujetos de pruebas fue que comenzaron a mejorar, a aprender todo lo que una vez hubo en los barrios de mala muerte. Porque aunque ellos no quisieran aceptarlo y posiblemente nunca lo dirían, ellos dos habían salido del mismo sitio al cual pertenecían los miembros de la organización, por ello comprendían perfectamente lo que eso significaba pero no querían aceptarlo, porque esa vida no era de ellos, nunca lo sería.

Pasó que después de un par de semanas en las cuales lograron conseguir armas y un mejor control con el manejo de las mismas, retaron a aquellos que en un principio querían vetarlos. Hubo gritos, maldiciones, heridas, sangre… y la primera muerte….

 

Fin flash back

 

-Espera, espera… ¿muerte?- preguntó el rubio que ahora se encontraba sentado entre las piernas de Axel de nuevo, recargado en su pecho y quitándole el cigarro en turno un par de veces, tratando de dar una calada.

-Sí, eso he dicho- dijo quitándole de nueva cuenta el cigarro- tú no fumas, no sé porque tanta insistencia en quitarme los cigarros.

El chico se alzó de hombros. –comienzo a tomarle el gusto… pero ¿a qué te refieres como primera muerte?

Suspiro. –Roxas, los sin corazón son un grupo que ha existido desde antes de nosotros, desde antes de las leyendas, ellos podrían ser, perfectamente, los dueños de todo esto, pero a ellos les falta poder, es por esa razón que las leyendas los derrotaron… si sabes que todos ellos se mueven en pequeños grupos, ¿cierto?

El rubio asintió, observando al pelirrojo desde abajo, moviendo sólo su cabeza hacia arriba para trata de verlo y no dejar su cómoda posición.   

-El punto es que cada grupo tiene un líder, alguien que les dice que tienen que hacer o a quien atacar… Terra y Aqua decidieron eliminar, por primera vez, al líder de ese pequeño grupo.

-Pero…

-Lo hicieron, tal vez por supervivencia, tal vez por venganza, tal vez por el simple hecho de querer hacerlo. El punto es que las leyendas… ninguna de ellas, tiene las manos limpias Roxas.

-… eso lo sé.

-¿Lo sabes?

Asintió. –Ven me lo había contado… él mismo ha tenido que deshacerse de algunos enemigos.

-Justo como querían que lo hiciera contigo.

-Justo como querían que lo hiciera conmigo.

-El punto es, Roxas, que ellos dos se impusieron a todo lo que estaba pasando aquí, se adueñaron del lugar… y después llegó tu hermano, justo cuando ya se habían establecido.

 

Flash back.

 

Habían pasado cerca de cuatro meses desde que ellos dos se habían dado a conocer. No tenían un nombre en específico, no lo necesitaban todavía, no era del todo necesario.

-Espera, ¿en verdad vas a reclutar a ese chico?

-¿Y por qué no hacerlo?

-No lo sé Terra, ¿tal vez porque es un niño?- preguntó la chica algo histérica.

-Puede que lo sea, pero un niño que podrá ayudarnos en serio. –dijo decidido al momento que veían al rubio sentado en espera a que alguno de los dos se acercara a él.

El cómo Ventus había llegado a ese sitio no era difícil, se encontraba peleando contra todos aquellos que él consideraba culpables de la desaparición de su hermano, todo le había resultado demasiado rápido. Primero estaba dando y recibiendo golpes y después se encontraba frente a dos chicos que nunca había visto pero que al parecer tenían demasiada influencia porque apenas verlo, sus enemigos habían escapado. -¿qué es lo que quieres?- preguntó por fin al ver que se acercaban a él.

-¿Cómo te llamas chico?- preguntó el castaño.

-… Ventus.

-Ventus, bueno, ella es Aqua y yo soy Terra- dijo agachándose, quedando de cunclillas frente al menor, un niño de apenas trece años.

-¿Qué quieren?

-Bueno chico, tú te has metido en un terreno peligroso- comenzó a explicar- así que quien tendría que hacer esa pregunta tendría que ser yo y tendría que ser dirigida a ti y no a mí.

-…busco a alguien.

-¿A quién?

-No es algo que les importe- dijo poniéndose de pie.

-Importa, porque resulta que eres alguien valioso- dijo impidiéndole el paso al chico.

-Si claro.

-Hey, hagamos un trato.

-¿Un trato?

-Verás, Aqua y yo estamos formando un grupo, uno que quiere ayudar a las personas, pero sólo somos dos personas, necesitamos a alguien más. ¿Te gustaría unírtenos?

-¿Qué?

-Piénsalo un poco Ven, si te nos unes, no sólo nos ayudarías a que fuésemos más conocidos o a que ayudásemos a las personas que en verdad lo necesitan, podrías incluso encontrar a aquellos que estas buscando. ¿No lo crees?

-¿Me ayudarían con eso?

-Podríamos hacerlo.

-Oye Ven,- llamó la chica, acercándose al niño. -¿Qué edad tienes?

-Trece.

Suspiro, era un niño, estaban reclutando a un niño, que no sabían si en verdad podría ayudarles.

-Pero se defenderme- dijo decidido- y voy a seguir buscando a esos chicos, ellos deben pagar por algo y no voy a dejarlos libres.

-¿Entonces Aqua?, tener a Ven con nosotros nos sería de mucha ayuda.

-…Podrás estar con nosotros Ven, pero tendrías que confiar en que te ayudaremos y más que nada en que no atacaras solo. Somos un equipo, así que atacamos juntos. ¿De acuerdo?

-…De acuerdo.

Fue así como Ven comenzó a formar parte de ese grupo que todavía no era conocido como los KM, eran sólo un trío que buscaba un lugar en las calles. Lugar que encontraron al terminar con todos los sin corazón que en ese momento se encontraban en el sitio. Les obligaron a huir a los barrios de mala muerte, después de muchas pérdidas.

 

Fin flash back

 

 

-De haber podido, hubieran terminado con todos lo sin corazón en ese momento, pero no pudieron, los demás se escaparon, pero eliminaron a la mayoría de ellos.

-Los KM, entonces se hicieron con un sitio.

-Por medio de las mentiras, engaños, violencia y muerte. No tienen las manos limpias Roxas, nunca las tuvieron y esa mierda de querer ayudar a la gente, nunca fue cierta. Sólo se preocupaban por ellos, sólo pensaban en su bienestar.

-Ven buscaba a esos chicos…- dijo en tono bajo, pensando en todo lo que estaba pasando su hermano en ese entonces.

-¿Qué chicos?

Negó- algunos chicos, pero no importa…

-Oye- dijo rodeándole con más fuerza la cintura para apegarlo más. –No sé si tu imagen de ellos cambe de forma drástica o no, pero debes saberlo Roxas. Ellos no son lo que parecen.

-Eso lo sé Axel… lo he comprobado el día de hoy. -Suspiro, comenzaba a sentirse cansado por todo lo que había pasado en el día. Emitió un pequeño bostezo aunque trató de ocultarlo.

-¿Quieres ir a dormir?

Negó- Quiero escuchar el resto.

-Vamos a dormir Roxas... Säix me dijo que mañana van a incinerar el cuerpo de Xion.

Abrió los ojos sorprendido. -¿mañana?

-Sí, mañana… ¿quieres ir a despedirte ahora?, podemos ir mañana en la mañana, pero tendrá que ser muy temprano.

-Estoy cansado…

-Eso lo sé.

-… vayamos ahora… no creo tener ánimos mañana para nada.- dijo aún sin levantarse.

-Lo sé… después de eso iremos a dormir.

-Pero quiero escuchar el resto…

-Lo escucharás mañana, además supongo que las misiones y todas las actividades van a suspenderse, así que, podemos tomárnoslo con calma. ¿De acuerdo?, te contaré todo, pero está bien que vayamos poco a poco.-dijo dándole un beso en la mejilla. Para después impulsarlo para que se levantará.

-… de acuerdo…- contestó al momento que se puso de pie, esperando a que el otro hiciera lo mismo, para que ambos fuesen a despedirse de Xion. Le sonaba pesado, extraño y doloroso, pero una vez que tuviese la cabeza un poco más clara, sin tanto dolor y con toda la información necesaria aclararía cuentas, iría con los KM y dejaría en claro el punto de que si volvían a meterse con ellos, con cualquiera, sin importar que, la pagarían muy caro.

Sentía frío, estaba bajo las cobijas pero sentía en verdad mucho frío, se giró un poco para ver la razón de ello y fue que la vio, había dejado la ventana abierta y el aire en ese momento entrada causando una baja en la temperatura de la habitación de su cuerpo. Trató de desperezarse pero en cuanto se movió apenas un poco sintió los brazos a su alrededor apresarlo más, volviendo a recostarlo y pegarlo a su cuerpo. –Van… tengo frío y la ventana está abierta, deja que me levante a cerrarla.

-Pero si te levantas, ya no vas a querer acostarte. –dijo con voz adormilada, ambos habían quedado en verdad cansados después de toda la acción que tuvieron, así que por ello fue que terminaron en la cama del chico, después de haber pasado por el baño, la sala de nuevo, parte de la cocina y de nuevo la habitación.

-Son las once de la noche, ¿cómo no quieres que vuelva a acostarme?, además de que te encargaste de dejarme imposibilitado por el resto de la noche para poder hacer algo.

-Entonces no te levantes…

-Levántate tú entonces a cerrar la ventana, tengo frío, en serio. Y las cobijas y tú no son suficientes.

Suspiro. – De acuerdo, de acuerdo.- dijo soltando al rubio para ponerse de pie, yendo a cerrar la ventana.  – Demonios, de verdad que hace frío.- dijo cerrando de paso las cortinas, tomando una cobija extra que había a un lado de escritorio y echándola en la cama, volviendo a acomodarse. -¿listo?, ¿con esto estas mejor?- preguntó abrazándolo de nuevo.

-Si… no es buena idea dormir desnudos por lo que veo.

-Es buena idea-dijo comenzando a pasear sus manos por todo el cuerpo del otro –me deja sentirte mejor, así que es una buena idea.- se acercó al chico para darle un pequeño beso.

-No, no lo es- dijo mientras se acurrucaba –el simple hecho de que digas eso hace que me dé una especie de escalofríos.

-Eso dices, pero ambos sabemos que te encanta estar acostado conmigo.

-Claro, creélo si quieres.

Se quedaron en silencio, uno que el chico aprovecho para volver a dormitar, comenzando a quedarse dormido.

-Ven- llamó desacomodándole algunos mechones.

-¿Qué pasa?- preguntó con voz adormilada.

-¿Regresarías conmigo?-preguntó en una especie de susurro, cerca de su oído.

Con eso el chico abrió los ojos, sólo un poco, todavía sintiéndose adormilado. –por fin lo preguntaste.

-Me pareció una buena oportunidad… ¿entonces?

-…si… si regresaría contigo.

-Entonces hazlo, regresa conmigo.

-Van… después de lo que hicimos toda esta tarde, puedes tomarlo como un… “vuelvo a ser tu novio”

-Si no me lo hubieses dicho, hubiese pensado que sería algo de una sola noche.

-Tonto.

-A veces.- al decir aquello sintió como Ventus lo abrazó más a sí. Sonrió ante ese hecho, al menos podía darse el mérito de que había levantado el ánimo del contrario y con eso estaba bien, bastante bien.

 

En cuanto llegaron a la sala del sueño la encontraron completamente vacía, sólo para ellos dos. Con el cuerpo de Xion en medio de la misma sala. Roxas suspiro, acercándose de forma lenta, con Axel detrás de él.

-Es difícil…

-Lo sé…

-Xion, vamos a extrañarte.- dijo tomando la mano de la chica.

-En verdad lo haremos- secundó el mayor, quedándose ambos en silencio después de eso. 

Notas finales:

Y pues... aquí de nuevo, gracias por los reviews y por la espera de un nuevo capítulo, haré el intento, de verdad que lo haré, por actualizar el próximo viernes, con la historia ahora de "los héroes". Espero esta de las leyendas les haya gustado.

 

Nos leemos después.

 

Drakarfox

 


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