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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holiiiiiiiiiiiiiii

(^_^)/

 

Primero y antes de que me reclamen tengo  que contarles algo, he empezado la universidad y para mi desgracia tengo unos horarios horribles de siete de la mañana a siete de la noche... ya mencioné que es horrible!!!

 

Por esta razón no he tenido suficiente tiempo para publicar, he escrito poquito a poquito el capítulo y se los traigo para disfrute de todas, de verdad lo lamento pero creo que actualizaré en fechas irregulares, estoy triste por eso pero no tengo opción, de verdad lo lamento

 

Si alguna vez se dijeron "y ésta creo que ya no actualizará nunca, abandonó el fic" les digo que no haría algo así, me encanta mi historia, es mi coshita peshiosa  jejeje y aunque me tarde seguiré escribiendo, mientras mi vida lo permita 

 

Aqui les dejo el capi

Espero que lo disfruten

 

Sasori estaba dispuesto a todo para lograr que su castaño lo perdonara pero jamás contó con la posibilidad de que éste fuera a tomar las riendas del negocio en el exterior, soportar esa reunión sin estallar en pánico fue difícil, no quería que se fuera y menos tras escuchar “aunque me tome algunos años” sintió que su mundo se derrumbó al escucharlo, Kankuro no podía irse así nada más, debía evitarlo a toda costa, su oportunidad estaba al día siguiente, la reunión para detallar los últimos puntos de ese negocio, no durmió bien y apenas bebió un café debido a la desesperación que empezaba a invadirle, necesitaba hacer algo

 

 

-estos son los detalles que necesitamos tratar – Kankuro había llegado a la hora indicada, ni siquiera daba muestras de duda, mantuvo esa pose seria que lo caracterizaba, con prisa había impuesto el tema en la mesa, estaban ellos dos en esa oficina pero el castaño no parecía dispuesto a hablar más de lo necesario, estaba diferente se podía notar a simple vista – empecemos de inmediato ya que también quiero conocer a mis colaboradores

-no me dirás nada… ¿por qué quieres irte? – Sasori interceptó las palabras de su acompañante de inmediato demostrando su desesperación, quería que todo esto fuera un error – yo…

-si desea hablar de eso podemos hacerlo al final – sabía que era inevitable pero trataría de mantener su formalismo hasta el último momento – primero tratemos éste tema y prometo escucharlo después

-pero… - vio la seriedad de Kankuro y no tuvo opción más que aceptar, sabía que el castaño se tomaba los negocios como prioridad y no debía olvidar que era el presidente, no podía fallar, sus emociones debían tomar un segundo plano al menos hasta que terminaran de acordar todos los detalles –… eso es todo, los miembros están capacitados, marketing es su mejor cualidad, cada uno tiene un amplio reconocimiento en éste tema

-creo que me será fácil tomarlos como apoyo – mantuvo la serenidad concentrándose en cada cosa, le gustaba esa eficiencia que el pelirrojo mostraba pero casi al finalizar, sus nervios saltaron al presentir que la verdadera discusión empezaría, no quería volver a pasar por una recaída así que usaría todo su autocontrol para esto

-puedes explicarme ¿por qué tomaste ésta decisión? – Sasori se mantenía fijo en las expresiones casi nulas del castaño, estaba demasiado devastado como para pensar en alguna buena razón

-se lo que está pensando Akasuna-san y le diré que… - podía ver la melancolía y desesperación en esa mirada marrón pero ya no le afectaba al cien por ciento  al menos eso quería pensar

-¿ya no me tratarás de tú? – se mantuvo sereno al menos eso quería demostrar porque estaba dispuesto a tomar a Kankuro entre sus brazos y rogarle porque desistiera de ese viaje – Kankuro eso es cruel

-debería tratarme de usted como siempre debió ser… lo que pasó fue un error el cual debe ser olvidado por más difícil que sea para usted hacerlo

-estás destrozándome poco a poco si te vas yo…

-para su información no lo hago por un simple impulso – le cortó la pequeña declaración, no estaba dispuesto a escuchar nada – este proyecto planeaba ser puesto en marcha desde hace mucho tiempo, la única diferencia es que decidí liderarlo, no hay marcha atrás

-te expliqué todo lo ocurrido, no te he traicionado, no me he burlado de ti y mis sentimientos han sido sinceros entonces… - se peinó el cabello con los dedos mientras suspiraba, estaba perdiendo el control de su vida

-escuché su explicación con claridad, entendí sus motivos y no lo estoy culpando por nada de…

-entonces porque… - lo interrumpió haciendo contacto visual

-la única razón por la que usted sigue en la presidencia es porque todavía confío en que pueda administrarla como se debe – Kankuro fue sincero no le quedaba de otra – sus negocios en el bajo mundo no dejaron huella así que mientras eso siga así no tengo problemas en aceptarlo aquí, además tampoco puedo correr y divulgar que descubrí las negociaciones sucias del actual presidente, estoy pensando en la reputación de mi empresa

-¿solo por eso no me has destituido?

-ya reconocí sus habilidades – enfrentó la mirada marrón y sintió cierto escalofrío recorrerle, se tomó su vientre apretándolo con cuidado, daba gracias al cielo que al estar sentado en frente de ese escritorio ocultaba sus acciones defensivas – no tengo nada que decir al respecto

- renunciaré – vio la confusión en su castaño – si lo hago tomarás las riendas y evitaré que te vayas

-eso es demasiado infantil – regañó con el ceño fruncido – si usted renuncia otro tomará su lugar, mi viaje no se pospone ni cancela

-¿entonces qué debo hacer para que te quedes?

-no puede hacer nada y tampoco se atreva a perseguirme… si alguna vez tuvimos algo entre nosotros eso se acabó, ya no tiene sentido intentarlo de nuevo

-Kankuro no acepto eso… no quiero que te vayas de mi lado – le dolía escuchar cada palabra y ver cada falta de emociones en las mismas

-una vez más le repito, no hay nada entre nosotros, si eso es todo lo que tiene que decir… me retiro – estaba harto de ver el dolor en esa mirada que lo cautivó alguna vez

-espera…  - lo detuvo al ver que se levantaba – ¿haces esto porque me odias?

-¿quiere que le sea sincero? – se acomodó en el asiento nuevamente, quería ver que reacción tendría el pelirrojo

-solo dilo

-lo odio – lo miró a los ojos sin dije de duda, fue directo, duro pero no sintió ni el más mínimo arrepentimiento – lo que pasó fue un gran shock no lo negaré pero puedo perdonar algo así… hay otro motivo por el cual empecé a odiarlo – suspiró al ver una mueca de confusión en el pelirrojo – usted es el culpable de mi dolor y no pienso explicar nada – se levantó dispuesto a irse

-¿qué fue lo que te hice? – Sasori se levantó de inmediato para evitar que lo dejara así nada más

-me quitó a mi hijo – se devolvió a mirarlo mientras dejaba que su odio lo dominara, si iba a irse ya no le importaba que supiese – ahora ya lo sabe, ¡déjeme en paz!

-¿tenías un hijo?… pero no entiendo que tengo que ver con eso… yo – ahora si estaba confundido, miraba los ojos oscuros del castaño y supo que no era ninguna broma

-fue un error decir eso – suspiró riéndose debido a su estupidez, si creía que ese pelirrojo lo iba a entender estaba loco – olvide mis palabras y terminemos aquí

-ni siquiera sabía que tenías un hijo y ¿cómo que te lo quité?

-¿quiere saber? – ya no soportaba la ira, ese pelirrojo era… su castigo por tantos años de malas acciones – ¡por su culpa mi bebé no pudo nacer! – le habló en voz alta aguantando las ganas de gritarle mil y un insultos

-que… espera ¿Qué?…  - su cabeza procesaba esas palabras de forma apresurada

-lo que escuchó… ahora ya lo sabe, terminamos los asuntos aquí… me largo – quería matar a Sasori, no solo era idiota sino que también era fastidioso

-¡espera! – lo tomó la muñeca de Kankuro evitando que se alejara – ¿tenías una mujer esperando un hijo tuyo?... yo causé su pérdida… ¿es eso lo que me querías decir?

-tsk… – ahora si quería matarlo, ¡cómo podía ser tan estúpido! – ¡eres idiota! – se soltó del agarre y lo enfrentó mientras sentía su sangre hervir

-sabes… creo que debiste decirme que tenías un hijo en camino, así no hubiese forzado nada…

-¡en verdad eres imbécil!… el hijo era mío…  la mujer a la que te refieres no… - quería gritarle que era doncel y que su hijo… el hijo de ambos había muerto debido al ataque que sufrió hace poco

-yo te amo y estaría dispuesto incluso a aceptar a ese niño junto contigo – podía imaginarse mil cosas, pero la más acertada era esa, al menos eso pensaba

-estás… - esa gota fue la que derramó el vaso, si el idiota había creado una historia tan tonta podía aprovecharla a su favor y acabar con eso – ¡escúchame!...

-no dejaría que esa mujer me aparte de tu lado, Kankuro solo debiste decirme que ocurría y yo…

-¡ya basta! – Kankuro se alejó mientras ocultaba la risa bajita que se le escapaba por las tonterías que ese pelirrojo estaba inventando – te lo explicaré… – suspiró profundo mientras tomaba los documentos para que no tuviera que regresar

-Kankuro, ¿Por qué  soy el culpable de que esa mujer perdiera al niño?

-esa mujer estaba embarazada pero yo no tenía intenciones de formalizar la relación que jamás tuvo futuro – el castaño empezó mientras se ponía serio, jamás creyó que en unos minutos alguien le inventara tremenda historia y sin saberlo lo ayudara a librarse de contar ese pequeño secreto – no la amaba, solo fue un error, no dejaría que ella se aprovechara de mi amabilidad, me haría cargo del pequeño y ese era mi único lazo con ella

-y porque me culpas de…

-ella sospechaba de mi relación con usted – quería reírse por tantas tonterías juntas pero era una oportunidad única, un arreglo sencillo – cuando tuve la crisis ella fue a verme o al menos lo intentó, lo vio espiando mi cuarto muchas ocasiones – observó la tensión en su acompañante –  no lo niegue, me di cuenta de que en varias veces se mantuvo cerca de la puerta de mi habitación

-lamento eso pero tu odioso chofer no me dejaba entrar a verte y tenía que hacer algo

-no importa – suspiró quería terminar con su cuento con rapidez – al parecer escuchó la conversación que tuvimos, la palabra “amor” no le cayó nada bien, después me echó la culpa de todo, se puso histérica y tuvo un aborto espontaneo

-yo no tenía intención de…

-usted es el culpable de todo, eso es lo único que se – el castaño se dirigió a la puerta con paso firme – mi hijo era lo más importante que tenía, el día en que fui atacado iba a contarte todo, también estaba dispuesto a permitirte formalizar lo nuestro… - admiró el desconcierto en el pelirrojo desde la puerta – las cosas salieron mal y ahora estamos aquí – suspiró una vez más un poco más tranquilo, esa enorme historia llena de falsedades era absurda de todas las formas posibles pero servía para que lo dejara en paz, así su partida podía ser más normal – por eso lo odio, aunque sé que en realidad nadie tiene la culpa de nada, no puedo evitar verlo como el que inició todo el desastre en mi vida, lo odio y eso no cambiará… - dejó de verlo y terminó el asunto por el que había venido – usted tiene el mando, Matsuri seguirá representándome aquí en las siguientes ocasiones, tome responsabilidades y yo me encargaré de todo en Estados Unidos, le exijo que no se atreva a seguirme hasta allá, que nuestros encuentros sean solo los necesarios, se limiten al trabajo, eso solo… porque no se pueden evitar

-Kankuro espera un poco – trató de detenerlo pero ya no había forma

-ya todo está dicho – abrió la puerta y salió muy tranquilo, se quitó medio peso de encima, el secreto seguiría así pero al menos tal vez ese pelirrojo dejara de molestarlo, ya no había necesidad de aclarar los hechos, después de todo nadie le devolvería a su hijo – que tenga un buen día Akasuna-san – salió de ahí y quiso correr lo más lejos posible pero se contuvo, respiró con profundidad al ver cerrar las puertas del ascensor, ya todo estaba dicho y no había vuelta atrás, su nueva vida estaba dando comienzo

 

Un artista con inspiración…

 

 

 

Habían pasado ya casi dos semanas, el tiempo volaba, Gaara se había vuelto en enfocar a sus pinturas, cada una diferente a la interior, cuando pensaba en los días amargos sus tonalidades variaban en azules, morados y negros, a veces incluso contrastaba colores demasiado brillantes con los opacos, por el contrario cuando estaba pensando en lo maravilloso que era tener a Neji a su lado podía mesclar colores más sencillos, claros y animados, el pelilargo por su parte había regresado a trabajar, cada día se lo veía más contento, poco a poco fue recuperando su alegría, sus noches de descanso podían ser completas, sin pesadillas. El juicio contra los implicados en narcotráfico, estafa y múltiples crímenes ya había pasado, la pena para todos los acusados fue dura, Kimimaru y Orochimaru estaban muertos, Kabuto estaba condenado a cadena perpetua en una cárcel de alta seguridad, era lo que se merecían tras tantas maldades sin nombre, Yuu había salido del hospital, se había integrado  a la policía casi instantáneamente, Hana fue la que lo ayudó a hacerlo, después de todo aquel chico tenía talento para todo ese asunto, Kankuro se mantenía coordinando su viaje, Temari les había contado que planeaba hacer su boda un poco después de que la gira de Gaara terminara ya que ella también tenía proyectos que atender y Shikamaru estaba obteniendo un ascenso importante. Naruto y su familia, los visitaban los fines de semana, para Neji y Gaara sus días de pareja estaban volviendo a la normalidad, ahora mismo estaban en el primer día libre del mayor, sentados en medio de la sala admirando el nuevo lienzo terminado, un retrato de ambos en medio de aquel jardín lleno de mariposas, era bello innegablemente, los maullidos de kichi y momo adornaban el lugar, el aroma del almuerzo los tentaría a tomarse un descanso y estaban dispuestos a hacerlo, pero lo primero era prepararlo, el pelilargo se ofreció a realizar las compras para dejar al artista concentrado en los pequeños detalles faltantes en el lienzo, Gaara estaba listo para terminar todo hasta que el sonido de la puerta los interrumpió

 

 

-tendremos una exhibición esta semana, justo antes de la partida de tu hermano – Sai había llegado con su típica sonrisa falsa, pero las noticias eran buenas, no podían quejarse de la eficiencia del agente – me pareció conveniente disfrutar de tu talento y a su vez hacer algo para despedir a Kankuro-san

-¿compartiré espacio con otros artistas? – el pelirrojo interesado por aquella oportunidad empezó con el interrogatorio, era quisquilloso en ciertos asuntos

-eso es la mejor parte, ésta será solo una exposición tuya, quieren ver tu progreso ya que has desaparecido repentinamente, obtuve un convenio con cierto empresario que es tu fanático – platicaba mientras observaba los lienzos nuevos en aquella sala

-debe haber una exigencia, nada puede ser tan fácil – exigió saber Gaara con voz calmada, muchas veces ya le tocó vivir ciertas situaciones similares

-solo quiere que le cedas una pintura, pagará muy bien, además de una pequeña reunión antes de la apertura, es tu fanático y quiere tenerte en persona frente a él, conviviendo un poco, es un precio justo – aclaró el azabache mientras tomaba asiento del pelirrojo satisfecho al máximo al ver la variedad de novedades

-no me gusta las personas irritantes, si pierdo el interés tendríamos consecuencias

-ya le advertí tu forma de ser, además lo conocí hace poco, es un hombre bastante mayor, tranquilo, interesante de cierta forma, creo que se entenderán

-¿debo elegir solo pinturas? – suspiró resignado, era una oportunidad muy buena para su carrera, no debía desperdiciarla

-es tu exhibición, dime que quieres mostrar y haré espacio en la galería – sonrió Sai mientras escuchaba a cierto hombre ingresar – ¿no sabía que llegabas temprano hoy?... ¿o estás en tu tiempo de descanso? – habló con el pelilargo que sorprendido ingresaba a la cocina, con las bolsas de ingredientes

-yo tampoco tenía idea que vendrías, creo que debía comprar un poco más

-no te preocupes, me iré de inmediato tengo otros asuntos que atender – hace mucho que su presencia no causaba ni la más mínima molestia para la pareja, no era divertido si no causaba reacción en ninguno, no tenía caso quedarse más tiempo ahí

-puedo presentar una serie de fotografías pinturas y tal vez una pequeña exhibición con arena – susurró el pelirrojo mientras se dedicaba a pensar observando los diversos lienzos en su sala – hay muchas cosas pero si es solo mía… creo que puedo incluir todo lo que tengo en el departamento

-vaya no sabía que tu gira comenzaría aquí – comentó Neji mientras se acercaba, interesado por el asunto

-buena idea Neji – el azabache se levantó dispuesto a dejarlos con sus asuntos – la expresaremos con la primera aparición de tu gira – no cabía duda que el azabache podía aprovechar cada ocasión

 

 

Inspirado y emocionado…

 

 

 

Gaara se veía algo indeciso mientras organizaba un poco de cuadros, Neji podía admirarlo desde la sala, adoraba verlo tan entusiasmado en algo que amaba, después se dio cuenta de algo extraño, aquellos felinos mimados no estaban por ningún lugar, es más ni siquiera los había visto en todo el día, desde… el desayuno, ya era demasiado tarde y los platos de aquellos dos estaban intactos, fue entonces que dejando todo listo en la cocina, el castaño fue a investigar en las habitaciones, se le hizo muy extraño que momo estuviera solo en medio de la cama, admirando el armario “¿has visto a kichi?” le preguntó al pequeño animal, sonriendo pues había sido ignorado por completo, por alguna razón también se quedó viendo en la misma dirección en la que momo lo hacía, escuchó un leve maullido, se acercó para investigar, abriendo lentamente la puerta del armario, vio un par de orejitas blancas “¿qué haces aquí pequeño?” se detuvo al escuchar el leve reclamo de la bolita de pelos, se extrañó por aquel comportamiento y con cuidado le habló mientras abría un poco más aquella puerta, pasó unos minutos antes de que kichi le permitiera acercarse lo suficiente para observar el interior, momo permanecía junto al pelilargo también curioso, el ojiblanco observó ciertas pequeñas manchitas en el interior y en seguida cerró la puerta de aquel lugar, no debía molestarlos pero salió de la habitación con prisa “Gaara… ¡ya eres abuelo!” le sonrió a un confundido pelirrojo que tardo pocos segundos en reaccionar, unas pequeñas vidas habían lelgado para completar la familia, aunque en los primeros días les fue posible acercarse demasiado, podían apreciar por lo menos tres cabecitas de color blanco y una negra, eran sus pequeñas criaturas, kichi era muy celosa con sus crías pero al final terminó accediendo a que los mayores pudiesen apreciar a la hermosa camada, pequeños y diferentes, algunos manchados, otros no, simplemente hermoso

 

 

 

Día de ajetreo…

 

 

 

 

El día de la presentación llegó con rapidez, en casa dejaron  la suficiente comida como para que el par de felinos no tuvieran problemas, Neji acompañaría a su artista en esta ocasión siempre manteniendo la distancia para evitar que descubrieran su relación, Gaara usando uno de los diseños de los que Temari era la mente maestra, en ésta oportunidad un traje negro era precisamente detallado con tonos blanquecinos, el tatuaje en todo su esplendor, el porte elegante del pelirrojo era evidente, siempre seguro “te ves muy bien” alagó al castaño prendado por la hermosa figura que se mostraba ante sus ojos, “eso debería decir yo” sonrió  el pelirrojo después de todo su novio se veía atractivo en el smoking que usaría esa noche, alto, esbelto, sin ojeras ya que esos malos ratos habían pasado hace mucho, su cabello bien recogido en una coleta alta que le daba una característica particular, un aspecto semi rebelde, simplemente espectacular, serían dos días de exhibición pero Gaara solo estaría presente el primero, en ese momento se dirigía a la pequeña reunión con su patrocinador y Neji iría a reunirse con Lee y Ten-ten para llegar a la hora indicada, Sai se encargaría de coordinar el dichoso encuentro así que Neji le confió su mayor tesoro, después lo vería en silencio desde la galería

 

 

 

 

La reunión con aquel hombre fue grata, tal y como había mencionado Sai, el hombre era muy amable, interesante, delicado en sus palabras, humilde a pesar de todo el lujo que lo rodeaba, halagó su trabajo en varias oportunidades, sonrieron ante un par de bromas, incluso pactaron la venta de un par de cuadros, los más coloridos, en planes estaba uno muy singular lleno de pálidos detalles, a la hora indicada ambos se encontraban en la galería, pronto las puertas abrirían, Gaara debía admitir que estaba emocionado ya que sería la primera vez que solo sus lienzos se mostrarían a un público general, Sai le daba confianza con palabras amables, inseparable como siempre, se mantenía a su lado haciendo una plática para disminuir su ansiedad, fotografías y demás estarían en exhibición, tuvo la dicha de ver pasar a la primera persona después de algunos minutos de apertura, una mujer elegante que usaba un vestido de noche negro, que resaltaba su figura, era joven y estaba acompañada de un hombre mucho mayor, tal vez su padre, recorrieron el lugar admirando todo el detalle y pulcritud, le sonrieron levemente saludándolo con cortesía, procedieron entonces a recorrer el lugar con paciencia, poco después llegaban otras personas, la noche estaba presente y la iluminación les daba un toque elegante, la prensa no faltó, un poco después el primer fotógrafo se hacía presente, Gaara y aquel anciano fueron retratados con prontitud, su hermano castaño fue el primero en llegar, felicitándolo con un abrazo, halagando el buen gusto en la decoración y cada fino detalle, un poco después llegaban Matsuri e incluso Kiba estaba presente, seguramente los demás también asistirían a tal evento… pero se estaban tardando

 

 

 

 

¿Por qué siempre se meten en líos? ….

 

 

 

 

 

Neji llegó con sus amigos, pero ni se imaginó que cierta sorpresa lo tomara de improvisto, en casa de Ten-ten se hallaban Lee y junto a él varias chicas, cerca de ellas y coordinando lo que parecía ser un proceso de preparación estaba Temari, eso le daba un poco de… mala espina “¿Puedo saber a qué se debe todo este alboroto?”  se atrevió a preguntar mientras ingresaba en aquel departamento, la respuesta fue inmediata al ver a una avergonzada Ten-ten usando un hermoso vestido rosa que detallaba su figura, nunca la había visto usando algo tan… ¿revelador?, ella siempre trataba de pasar desapercibida en las fiestas o reuniones a las que asistía, ahora a castaña lucía su figura esbelta con cierto escote desde medio muslo, entendía perfectamente que ese detalle era el que causaba que el rostro de la joven pareciera un semáforo. Lee estaba usando un elegante traje, siendo alistado por las muchachas “si quieren ir a ver a Gaara mas les vale estar bien presentados, yo me encargo de todo, además quiero que la prensa aprecie mis mejores diseños, ustedes serán mis modelos de hoy, y eso te incluye” el alboroto ahora era comprensible, la rubia estaba emocionada por la presentación de su hermano menor y no quería que nadie relacionado con él estuviese fuera de sitio, cada uno de ellos fue vestido, arreglado y hasta maquillado por las empleadas de Temari “¡te ves bien!, solo me falta arreglar un poco tu cabello, el novio de mi pequeño hermano debe estar más guapo que los demás” se había burlado/halagado la rubia mientras apreciaba al castaño de pies a cabeza, admiró su buen porte e incluso denotó lo guapo que se veía usando algo elegante. Todo fue un lio desde ese momento, muchas personas en un lugar pequeño preparándose como si fuese otro desfile les quitó tiempo, sin darse cuenta se habían retrasado, hace más de media hora que la galería había abierto sus puertas y ellos todavía no estaban listos para salir, Shikamaru llegó un poco después de que Temari dictara que estaban todos listos, el pelinegro se encargó de llevarlos en un auto de gran tamaño, de vista un poco lujoso, “simplemente perfecto” había mencionado la rubia antes de llevarlos a todos con prisa para su corto viaje. Aunque nadie presente en aquella galería supiera la verdadera relación que cada uno de ellos tenía con el artista exceptuando a la rubia que claramente se presentaba como la hermana del más grande artista, modestia aparte, la mejor diseñadora, los demás simplemente se perdieron entre la gente sin armar alboroto o tratando de evitar las miradas puestas en ellos, después de todo la apariencia deslumbrante les causó un aura de elegancia y porte de gente con gran influencia

 

 

Todos saludaron al pelirrojo con cortesía dándole ánimos, halagándolo, deseándole lo mejor, convivieron entre las personas asistentes  y a pesar de conocer los dotes del pelirrojo no dejaban de asombrarse por la habilidad que tenía al pintar aquellos lienzos dándoles vida, toda la galería estaba llena de diferentes tonalidades, como un caminito, los cuadros más brillantes estaban al final y las más opacos en un inicio, Ten-ten tomada del brazo de Lee recorrió el pasillo feliz de la vida, Neji apenas pudo saludar a  su pelirrojo ya que en seguida el artista  fue abordado por algún periodista o algo así, le brindó una sonrisa susurrándole que tenga calma y suerte, se retiró para admirar a su adoración desde la distancia, procurando que el menor jamás lo perdiera de vista

 

Kankuro había llegado acompañado de Kano y Matsuri, de porte elegante y siendo admirado por los asistentes, el rubio chofer se veía incomodo ante las miradas, la chica castaña parecía calmarlo con leves palabras mientras le sonreía y tomaba de su brazo prosiguiendo a perseguir al castaño mayor “es un placer ver que ha sido un éxito” Kankuro abrazó a su hermanito una vez más después de terminar el recorrido por la sección de fotografía, sonriéndole con calidez, muchos se fijaron en aquella muestra de cariño que casi nadie podía observar, un evento especial, único “me siento feliz de acudir a tu exposición antes de irme” en compañía del pelirrojo procedieron a recorrer otra de las secciones, Kankuro hizo que Neji se les uniera era mejor si estaban juntos al menos por pequeños momentos ya que conocía al menor de ellos, se empezaría a molestar y debía evitarlo, las fotografías, ordenadas en tamaños y tonalidades, blanco y negro eran las que más destacaban, algunas eran retratos del ojiblanco, ciertas personas lo percibieron acercándose al pelilargo quien respondía a las dudas con una sonrisa “es mi modelo, tiene una particularidad que lo destaca por eso me atreví a mostrar sus retratos” mencionó el pelirrojo impidiendo que su novio fuera abordado por preguntas sin control, “es un hombre muy bello, al parecer el maestro tiene buen gusto” comentarios así se escucharon muchas veces para molestia del menor que percibía ciertas miradas fuera de lugar por parte de algunas mujeres alagando la belleza de aquel hombre y aunque quería gritarles que Neji era suyo debió mantener el control en todo momento “tranquilo Gaara, deja que tu novio se defienda solo, ya te ha demostrado que te ama, confía en él” le había susurrado el mayor de los Sabaku mientras alejaba a su sorprendido hermanito del lugar “es muy raro escucharte decir algo así” habló Gaara dudando que el hombre a su lado fuera en verdad su hermano “recuerda que nadie debe saber esa verdad” no quería que ellos dos llamaran mucho la atención, además aun no terminaban de apreciar todas las pinturas, Sai se quedó con Neji, seguramente ganaría varias ventas aprovechando que varias mujeres estaban acosando al pelilargo, Kankuro sonrió al imaginárselo de verdad ese azabache sabía ser astuto, “parece que te apegaste mucho a los niños de aquel lugar” Kanuro observó que algunas de las fotografías  capturaron los movimientos de las artes marciales, sonrisas de aquellos pequeños, movimientos que parecían de baile, algo muy atractivo para la vista, lo demás simplemente era ciertos paisajes que ya se habían visto con anterioridad en otras de sus exposiciones “son los alumnos de Neji… ellos son muy vivaces”

 

 

 

 

Las horas corrían, más personas llegaban, el pelirrojo estaba feliz y a la vez también algo frustrado debido a los constantes acercamientos de las muchachas a su novio, Ten-ten y Lee muchas veces ayudaron al pelilargo a zafarse de los acosos, en otras el propio Neji se alejaba con cualquier excusa, pero Gaara estaba fastidiado por aquellas situaciones, aunque no podía decir nada, se distrajo hablando con Kankuro, Neji, Sai e incluso Temari, días atrás el artista tras platicar con todos habían llegado a la misma conclusión, si descubrían que tenía una relación con Neji las cosas se pondrían difíciles, tal vez en un futuro cuando tuviera prestigio podría liberarse pero ni siquiera así estaría libre de las críticas  por el pasado de Neji, a veces la sociedad no sabía perdonar  “sabes que esto es por tu bien Gaara, tal vez en un futuro no muy distante puedas anunciar nuestra relación, además solo nosotros dos necesitamos saber lo que tenemos” le había susurrado Neji mientras lograban encontrarse un momento “no me gusta esto, quiero irme a casa” mencionó Gaara con molestia mientras consumía la bebida que le era ofrecida por un camarero “no puedes, debes estar hasta el final al menos hoy” le reprochó el pelilargo  con una sonrisa a sabiendas que el menor estaba de mal humor “preferiría estar en casa con los pequeños y contigo” susurró el pelirrojo mientras suspiraba “podría… ¿te parece si te doy algo en recompensa por soportar todo?” Neji se acercó al oído del menor susurrando que lo siguiera, con sutileza se alejaron del lugar ingresando a los baños del lugar, un lugar bastante elegante incluso más que la propia galería, los pequeños detalles en cristal del lugar sorprendieron al pelilargo al momento de ingresar

 

 

 

-parece que a la gente de aquí le gusta la exclusividad – sonrió Neji tomando uno de los adornos en los lavamanos

-es verdad – el pelirrojo lo siguió a distancia para evitar las miradas, aunque no entendía porque su novio lo condujo a ese lugar – pero ¿por qué estamos aquí?

-menos ruido – comentó el castaño  fijándose en los cubículos, totalmente personales, sin ninguna duda era excelente, nadie podía ver ningún detalle de cada uno, incluso tenían una señal indicando si estaban ocupados o no – perfecto – susurró sonriendo al ver el sitio casi vacío

-no te entiendo – Gaara podía ver la calma de su acompañante y escuchó como cierta persona salían mientras le daban una pequeña reverencia al salir del lugar – pero tienes razón, hay un silencio agradable

-Gaara, ven conmigo – tomó la muñeca de su pelirrojo y lo ingresó a uno de los cubículos

-¿qué haces? – lo vio cerrar la puerta y colocar la señal de ocupado, el área era espaciosa, definitivamente no había problema si estaban los dos ahí

-nadie nos vio – le sonrió – y si alguien entra no nos verá, no hay riesgos – susurró acercándose al pelirrojo acariciando su rostro – no es el mejor lugar pero al menos podemos tener privacidad

-estas completamente loco – le regañó pero tenía razón al menos así podían hablar un poco, al menos mientras no ingresara nadie más – pueden darse cuenta si seguimos platicando, sería un escándalo

-por eso debes quedarte en silencio – sonrió al ver la confusión del más joven, cuando vio que iba a protestar lo besó, uniendo sus labios con suavidad

-ese es tu plan – susurró aferrándose al pecho de su acompañante, retomando el contacto reciente, de pronto la puerta de entrada a los aseos se abrió, escucharon los pasos afuera de su cubículo, el pelirrojo se tensó pero el mayor no se separó y por el contrario loa atrajo más hacia su cuerpo, rodeándolo por la cintura con uno de sus brazos

-si permaneces sereno y silencioso, nadie lo sabrá – susurró en el oído del menor que se tensó al sentir la respiración de su novio rozándole la piel – será un adelanto… de esta noche – una leve mordida fue proporcionada en el lóbulo del más joven, Gaara suspiró bajito al sentir cierta corriente eléctrica recorrerle

-espera… - se escuchó la salida de aquella persona que recién había ingresado, corrían el riesgo a ser descubiertos, su cuerpo se tensaba con solo escuchar el más mínimo ruido – ¿qué harás?

-permanece en silencio – susurró mientras mordía el labio inferior del pelirrojo – no dejes que nos escuchen – lamió el perfil de aquellos labios que adoraba, jugó un momento mientras ingresaba su lengua en aquella cavidad, escuchó un leve suspiro del menor, sonrió de medio lado al sentir como aquellas manos lo rodeaban por el cuello haciendo que su contacto fuera más íntimo, invitó a la lengua de su artista a jugar con la suya, rozándose con suavidad, explorando cada partecita que le era posible, lo apretó contra su cuerpo manteniendo sus sonidos lo más bajos posibles, de nuevo alguien ingresó, Gaara se tensó y el castaño probó la resistencia de su novio, mordiendo el labio del artista y capturándolo entre sus dientes mientras se separaba un poco, un leve suspiro salió y le brindó un beso casto para acallarlo – no hagas ruido – le susurró bajito mientras una vez más acariciaba con su lengua la separación de esa boquita que ahora jadeaba muy bajito con temor a que lo escucharan

-Neji… - susurró mientras se aferraba con fuerza, sentía el roce de aquellas manos en su espalda y no podía evitar iniciar un nuevo beso deseoso para acallar los suspiros que salían sin control, el miedo a que lo descubrieran… el morbo de aquella situación lo ponían sensible, las personas salían y entraban sin darse cuenta que ellos en ese espacio reducido estaban devorándose el uno al otro, poco le importó pues lo estaba disfrutando

-ahora haré… algo más – susurró Neji en el oído del más bajo mientras lo hacía retroceder hasta que se sentara, cuidando de que la posición fuera lo más cómoda posible para lo que planeaba hacer, rompió el beso admirando el sonrojo en aquella pálida piel, la respiración jadeante del menor era música para sus oídos, se agachó hasta estar a la altura de su amante y retomó aquel contacto, lo besó con lujuria mientras deslizaba sus manos por debajo del traje abriéndose paso hasta la camisa del artista, deslizando su dedos en un caminito fino, explorando el lugar que pronto atacaría, Gaara se tensó al entender que era lo que el mayor trataba de hacer, lo empujó levemente mostrando la duda que sentía, mas no le fue permitido protestar – tranquilo… – lo dejó respirar por unos momentos antes de volver a atacarlo, tomó las manos de su novio levantándolas, sus labios abandonaron la boca de su pelirrojo y se dedicaron a rozar las muñecas, los dedos, le indicó que debía hacer silencio, colocó ambas manos sobre los labios del más joven – cúbrete – le indicó acercándose y asegurándose que siguiera sus órdenes, descendió en un camino de besos ligeros por el cuello, lamió la manzana de adán un par de veces escuchando como leves gemidos trataban de escaparse de aquella cárcel que el pelirrojo mantenía cubriendo su boca con fuerza, los dedos del mayor se dedicaron a desabotonar la camisa del más joven con cierta prisa, su mente solo quería hacer que su amante disfrutara, quería verlo lleno de placer, su mirada lujuriosa y poco a poco lo estaba logrando, deslizó su mano por debajo de aquella tela fina hasta tocar la piel, besó cada partecita expuesta mientras sus dedos estrujaban los botoncitos rosas, sabía que mientras más tiempo estuvieran ahí más riesgo tenían de ser descubiertos, así que se apresuró, su boca capturó uno de los botoncitos dejando que su mano masajeara el otro por encima de la tela para lograr que ésta se rozara, jugó con paciencia, lamiéndolo, mordiéndolo levemente, succionándolo con suavidad mientras su mano libre viajaba por el vientre ajeno, deteniéndose en la intimidad del más joven que trataba de no dejar escapar sonido alguno, lo masajeó por encima de la tela notando como estaba erecto, estaba haciendo un buen trabajo

-ah… mgh – con sus manos cubría su boca pero aun así su voz salía en ciertas ocasiones, rogaba para que nadie lo escuchara, podía claramente sentir como Neji intercambiaba sus dedos por su boca, haciendo que su otro pezón empezara a disfrutar de un tormento delicioso, se estremeció al sentir la caricia en su intimidad y apretó más su agarre por temor a que alguien lo escuchara gemir de placer, sus ojos empezaban a cristalizarse, su vista empezaba a tornarse borrosa, estaba inundándose de placer, ver a Neji arrodillado en frente de él, dándole el placer que necesitaba era una imagen que quería grabarse para siempre, se mordió sus propios dedos al sentir como la mano sobre su intimidad empezaba a abrirse paso, escuchó su cinturón ser zafado, el zíper sonar, el roce sobre su ropa interior, estaba erecto, no podía evitarlo, tantas atenciones estaban haciéndolo delirar – Ne… ji – sintió como el castaño dejaba de torturar sus botoncitos y lo besaba con salvajismo mientras introducía su mano por debajo de sus prendas, la calidez rodeando su miembro lo hizo gemir entre sus labios, se aferró fuerte a los hombros ajenos al sentir como empezaba una caricia leve desde abajo hacia arriba y apretaba su punta con suavidad

-shhh… nos descubrirán – sonrió de medio lado al ver aquella mirada llena de lujuria, de nuevo posicionó las manos del artista cubriendo para que los sonidos se quedasen atrapados en los labios de Gaara – aguántalo… – susurró mientras admiraba aquellos ojos turquesa cristalinos, liberó a erección del menor, acariciando toda la extensión ante la atenta mirada de su novio, movió su mano en un vaivén calmado, se relamió antes de empezar a acercarse, el cuerpo del más joven se tensó cuando sopló ligeramente en la punta, lo vio arquearse cuando lamió la extensión, lo beso y mordió ciertas partes mientras apretaba la punta con su pulgar, escuchó una leve queja,  Gaara se cubría la boca con desesperación mientras cerraba fuertemente sus párpados, Neji succionó la punta sintiendo como el líquido pre seminal empezaba a escaparse, recorrió con su lengua toda la extensión, con delicadeza se encargó de ensalivar el miembro desde la base hasta la punta, masajeó los testículos del pelirrojo quien respiraba con dificultad, cuando escuchó que alguien salía, se introdujo el miembro de Gaara en su boca rodeándolo con la lengua, la mano de Gaara lo tomó por el cabello con cuidado, seguramente después sería regañado por hacer algo tan indebido en un lugar así, pero en ese momento solo podía pensar en el sabor que tendría ese líquido blanquecino, movía su boca sobre el falo del artista con lentitud, torturándolo mientras también atendía con sus manos lo que no podía introducir en su boca, el movimiento pausado solo duró poco ya que aquellos dedos que se enredaban en sus hebras castañas le exigían mayor movimiento, el pelirrojo estaba apretándolo para entendiera la orden muda, sin pensarlo lo hizo, aumentó su vaivén. Gaara solo se mantenía cubriéndose con fuerza, sus gemidos querían salir sin contenerse, sus ojos llorosos derramaron un par de gotitas, al sentir la lengua rodeando su erección, sus caderas empezaron a moverse para llegar más profundo, sostenía las hebras castañas con fuerza marcando un ritmo más acelerado, estaba desesperándose al sentir aquella succión en su punta en ciertas ocasiones, quería gritar por el placer que sentía en esos momentos maldecía el hecho de no poder hacerlo, soltó a Neji para cubrirse con ambas manos mientras sentía esa sensación recorrerle por todo el cuerpo, aquella electricidad que hacía que su piel se erizara, se arqueó mientras sus sentidos se desbordaban, tiró su cabeza hacia atrás sintiendo que su orgasmo llegaba, los labios del mayor se movían con mayor rapidez y ahogando un grito de placer se corrió con fuerza apoyándose en lo más estable que encontró para no sucumbir ante aquella oleada de satisfacción, su respiración agitada se mantenía, su vista nublada no permitían ver con claridad como el mayor se tragaba su esencia, cuando sintió que podía dejar de emitir sonidos delatores dejó sus manos caer, trató de regular su respiración mientras veía como el mayor terminaba lamiendo todo rastro de su semen, temblaba por la reciente liberación, sentía una lagrima descender, jamás se había sentido tan bien, tal vez por el temor de ser encontrado en esa situación influyó a que el placer aumentara significativamente

-¿estás bien? – susurró el castaño cuando acabó de limpiar toda la evidencia, le gustaba el sabor de su pelirrojo, sentir como lo llenaba fue satisfactorio, escucharlo suspirar, juraba que esa noche no lo dejaría descansar pero por el momento estaba bien hasta ahí – Gaara… – se incorporó con lentitud ayudando a su acompañante a restablecer su característica calma

-eso fue… - apenas podía entender los motivos de su amante, sentía el calor en su cuerpo, aun respiraba con algo de dificultad, el mayor lo besó castamente antes de erguirse por completo – grandioso – susurró – pero tú…

-lo demás será al terminar esto – le susurró en el oído del menor mientras ponía atención a cada ruido del lugar, cuando creyó que nadie estaba allí se dispuso a salir – arréglate y sal cuando estés listo – le sonrió con amabilidad, salió del cubículo admirando una última vez a su artista, sonrojado levemente, su camisa desarreglada, su ropa desordenada, sonrió antes de dejarlo dentro, si se quedaba ahí no podría contenerse, tenía autocontrol tanto como para no tener ninguna erección en ese momento pero un poco más y no lo soportaría, era demasiado peligroso, revisó su alrededor, nadie estaba ahí, parecía que tenía suerte, nadie los había escuchado

-él… - apenas lo vio salir se dio cuenta de su estado, si salía así alguien sospecharía, tenía que verse presentable, tardó poco en recuperar su habitual calma y porte antes de salir de aquel espacio reducido – Neji… - lo vio en los lavamanos, se refrescaba lavándose el rostro – tu estás…

-no hay problema, se controlarme bastante bien – le dio a entender que no tenía ningún problemilla que solucionar, estaba totalmente calmado

-pero yo… - Gaara lo vio secarse y desatarse el cabello para arreglarlo como era debido – esto solo fue para aliviarme pero tú… - no quería ser el único disfrutando de esa travesura

-te lo dije,  eso fue un adelanto – sonrió con malicia haciendo a su pelirrojo sonrojarse, le gustaba verlo así, no dijo nada más ya que alguien ingresaba, Neji actuó normal mientras ataba su cabello y terminaba de recuperar su elegancia inicial, si no lo hacia Temari lo regañaría, después de todo la rubia se había esforzado por arreglarlo, el pelirrojo se atrevió a mencionar algo más, salieron con normalidad para enfrentar a los asistentes, nada raro, nadie los miraba, había sido un éxito total, un desfogue pasional sin que nadie se diera cuenta, el pelilargo tomó la copa que le ofrecía uno de los camareros con placer, quería un poco de alcohol en su sistema

-pensé que no beberías – habló el pelirrojo al observar como su novio consumía ese líquido – mañana tienes que trabajar media jornada

-lo sé pero solo es un poco – le sonrió – además tengo que borrar todas las posibles evidencias – se relamió los labios ligeramente observando el sonrojo leve del artista – no quiero que tus hermanos me descubran, si se enteran de lo que hice… estaré en problemas

-¿y el licor ocultará… eso? – sentía vergüenza al saber a lo que se refería

-no lo sé, pero lo haré solo por precaución – retomaron su noche sin ningún contratiempo, ese sería su secreto

 

 

La otra historia…

 

 

 

Kankuro había obligado a Kano para que lo acompañara “iras como mi aprendiz no como mi chofer, solo actúa con normalidad, acostúmbrate a eso” asegurándole que estaría siempre con él para que no cometiera algún error logró convencerlo, además estaba Matsuri ella también lo ayudaría “¿en verdad cree que puedo con ese trabajo Kankuro-san?, la verdad no sé si un negocio de tal magnitud pueda ser para mí” era una excusa muy común que Kankuro odiaba escuchar “estaré al pendiente de ti, no te quejes más…. Te contaré algo Kano… yo empecé aún más joven que tú y si… fue difícil pero tuve que entrenarme solo, tienes suerte de tenerme como maestro… no te menosprecies y solo acepta mi oferta” con esa declaración el rubio había dejado de decir cosas sin importancia, en esa reunión Kankuro presentó al rubio como su amigo ante los otros elegantes hombres de negocios que disfrutaban de las exposiciones de su hermano, era el comienzo para Kano, confiaba en el muchacho para ser un buen presidente a futuro, de cierta forma se libraría de tratar con la empresa, era algo así como un negocio bien organizado, invertir y ganar, odiaba pensar así pero era eso lo que al final terminaba siendo cierto y la razón para todo eso era … el pelirrojo que cruzaba la puerta en ese mismo instante junto con un azabache de cabello largo, el castaño suspiró profundamente al saber que eso pasaría, tenía que prepararse mentalmente para afrontar al idiota “¿Kankuro-san está bien?… creo que deberíamos…” el Sabaku lo interrumpió de inmediato “no tiene importancia Kano, tu sigue a mi lado y estaré bien, además se supone que esto es como mi despedida, no lo arruinemos con cosas innecesarias” se sintió feliz al ver a su hermano sonriendo un poco ante el halago que un hombre le daba a uno de sus retratos, le encantaba saber que al menos uno de sus hermanos cumplía sus sueños con rapidez

 

 

 

Apenas pasaron unos minutos para que lo inevitable se hiciese presente, Sasori estaba saludando a su hermanito y como él tenia intensiones de quedarse con Gaara no tuvo más opción que intervenir, un saludo cordial fue suficiente y se alejó de inmediato en compañía de Kano, Kankuro percibió que el rubio y el pelirrojo parecían enfrentarse con la mirada, decidió ignorarlos, no tenía nada que ver con lo que fuese que ocurrió entre ese par, tampoco le interesaba saberlo, evitó todo contacto con los recién llegados incluso aguantando una plática aburrida con uno de los hombres que frecuentaba la galería quien hablaba de sus grandes logros entre otras cosas, simplemente fastidioso, Temari, Matsuri todos evitaban sin querer que estuviera a solas, era normal después de todo lo estaban despidiendo, su viaje sería al día siguiente al llegar la tarde, sería su última estadía y oportunidad para relacionarse en su país natal, Kankuro se sentía emocionado por el viaje, ansioso por empezar allá, era un reto y le encantaba, tan ensimismado estaba que su sonrisa se presentó sincera, espléndida mientras bebía de la copa que tenía en su mano, admiraba el bello ejemplar ante sus ojos, un cuadro de colores brillantes, no se dio cuenta que había quedado solo, perdió de vista a Gaara desde hace unos minutos, Neji también desapareció y supuso que estarían juntos en algún lugar, no quiso intervenir y dañar su noche, ya basta de esas tonterías, caminó unos pasos antes de escuchar cierta voz conocida detrás de sí

 

 

-parece que te encanta esta exposición – se giró para observar al pelirrojo con ese elegante presencia que atraía miradas femeninas con toda confianza, odiaba eso e incluso podía notar como una mujer de edad recorría el cuerpo de su socio mientras suspiraba, ¡simplemente horrible!

-es de mi hermano, claro que me encanta – sonrió con dulzura al presenciar el cuadro para distraerse de aquellas miradas posadas sobre ellos – es maravilloso que progrese

-es un gran artista, me enteré que viajará para una especie de gira, no se mucho de eso – el plan era encontrar una oportunidad para hablar con Kankuro y en cuanto lo vio solo no dudó en acercarse

-es verdad, ya era hora de que tenga oportunidades así – ni siquiera miró la expresión de su acompañante, no quería hacerlo

-parece que tu guardián te ha dejado solo – fue cauteloso al percibir que ese rubio no estaba cerca, nadie que los molestaría –

-no es un guardián – lo miró enfadado por el tonito que usó – es mi aprendiz – regañó alejándose del lugar

-no creo que debas hacer eso, solo se aprovecha de la confianza que le tienes

-no es como tú – le refutó en seguida con el ceño fruncido – él tiene talento y seré yo quien lo explote

-sabes que está detrás de ti ¿verdad? – tenía que aclarar las cosas, ese rubio no le gustaba ni un poco

-lo sé perfectamente – las palabras de Kankuro sorprendieron al pelirrojo – no soy ciego

-no quiero que permanezca a tu lado – en parte que el castaño lo supiera era bueno para él, no tenía que ocultar nada

-debo decirle dos cosas Akasuna-san – Kankuro lo enfrentó con serenidad – en primer lugar lo que haya entre Kano y mi persona es mi decisión, se perfectamente lo que el joven siente y he sabido sobrellevarlo manteniéndolo lejos de los asuntos que tenemos pendientes – el pelirrojo pareció aliviado – no quiero una relación de ese tipo , jamás – el dolor en Sasori se mostró – en segundo lugar usted no tiene nada que reclamarme o exigirme

-no quiero que te vayas Kankuro – se mantenían alejados de los demás para evitar que alguien los escuchara

-eso ya no está en discusión – el castaño aparentó normalidad después de todo estaban en la galería no podía dar a enterar sus asuntos personales

-yo aún… todavía no has tomado el vuelo, puedo seguir intentándolo

-desista, esto se vuelve insoportable – gruñó con enfado al verse acosado

-no entiendo porque todo esto

-ya se lo explique y no tengo ganas de repetirlo – enfrentó al pelirrojo directamente – Sasori… ya basta, olvidemos todo eso y empecemos de nuevo

-es lo que quiero hacer pero

-me iré al extranjero, llevemos nuestra conexión con profesionalismo, somos socios después de todo

-Kankuro – le dolió escuchar aquellas palabras cortantes pero estaba lejos de desistir

-Akasuna-san si me disculpa tengo que hablar con alguien más, seguramente lo veré mañana en el aeropuerto… tenga una buena velada – tenía que verlo a la mañana siguiente en la despedida oficial ante todos los empleados de alto rango

-al menos deja que charle contigo un momento

-ya lo hemos hecho

-en privado, te espero después del cierre de la exposición en el desvío antes de llegar a tu casa – suspiró mientras lo observaba alejarse – no llegues tarde

 

 

El castaño se debatía si ir o no, la decisión estaba tomada, no pensaba retractarse pero el simple hecho de imaginarse hablando con el pelirrojo le causaba escalofríos, lo que habían pasado juntos era importante en su vida aunque tratara de negarlo, incluso un hijo que ahora ya no estaba con él fue la evidencia de ese lazo, cuando Gaara reapareció en compañía del pelilargo notó algo diferente en ellos, una mirada furtiva como si ocultaran un secreto, no le dio mucha importancia, ya les había asegurado que no intervendría y estaba cumpliendo, por eso debía irse también, sin él las personas que amaba estarían en paz, se conocía a la perfección, tanto así que sabía que su tregua no duraría más de un mes, quería a Neji lejos de Gaara, a veces sentía miedo de su poco autocontrol en esos casos, una razón más para marcharse, cuando se dio cuenta la galería ya estaba por cerrar ese día, había estado distraído con sus pensamientos llenos de complejos de hermano mayor, sonrió al entender que ese mal hábito tardaría en quitarse, la realidad lo golpeó cuando vio al pelirrojo marcharse, poco después él mismo ya estaba despidiéndose de Temari que avisaba que no dormiría en casa, Neji y Gaara también tomaron su rumbo, los amigos ruidosos del pelirrojo también se habían ido más temprano debido a los acosos de ciertos periodistas que querían saber si los atuendos eran de la diseñadora, ordenó a Kano ir a dejar a Matsuri y él se quedó solo con sus pensamientos, traía su auto pero al querer entrar se quedó pensando, ¿que debía hacer?, si no iba el pelirrojo de seguro se deprimiría y su rendimiento en la empresa bajaría, o lo acosaría hasta incluso seguirlo al exterior, debía evitar eso… ¡¿a quién engañaba?!, ni siquiera el mismo creía en sus propias razones, quería ver a Sasori una vez más… eso era todo, tal vez se arrepentiría luego pero ¡que más daba!, condujo hasta el lugar indicado, suspirando de vez en cuando, sintiendo sus nervios florecer cuando tomó el desvió que necesitaba para llegar, estacionarse fue lo más duro ya que muchas veces se vio tentado a dar vuelta y fingir que nada pasó pero… ahí estaba aquel hombre, reposando junto a su auto, degustando de la nicotina de un cigarro, era la primera vez que lo veía fumar, era extraño

 

-pensé que no vendrías – susurró el pelirrojo sin mirarlo

-me ha costado decidirlo – se sinceró arrepintiéndose de esos lapsos en los que sus nervios hacían que su lengua se soltara, porque su mente estaba lleno de ellos, cada uno le daba una alerta diferente

-¿por qué no te quedas? – la melancolía de su voz era vergonzosa

-ese tema me está aburriendo

-entonces déjame acompañarte, o al menos mantener contacto contigo

-es imposible

-entiendo que estés sufriendo por…

-no tiene ni idea – lo interrumpió inundándose una vez más con aquella tristeza – pero no deseo hablar de eso

-déjame compartir lo duro de esa situación, lo que te afecte también lo hace conmigo

-… - “si tan solo supieras” su mente viajaba en un mundo de posibilidades pero no podía decir nada, ahora ya era tarde – esto es asunto mío, no quiero nada de usted

-demonios… - arrojó el cigarro que terminaba, casi nunca lo hacía pero ese estado de estrés, ansiedad, tristeza lo obligaba a querer algo para que lo alivie, intoxicar su cuerpo era una opción – ¿acaso no entiendes mis sentimientos?… estás siendo irracional, egoísta, testarudo

-siempre he sido así – suspiró profundo evitando ver aquellos ojos marrones llenos de melancolía, no quería ceder – además… tiene razón

-¿en qué estás huyendo?...  yo solo quiero aliviar tu pena, no tengo la culpa de nada, yo solo – sentía que su corazón se rompía cada vez que el castaño le hablaba si pisca de remordimiento, pena, tristeza… algo, lo que fuese

-lo sé – interrumpió al pelirrojo – estoy consciente de ello

-entonces explícame… ¿por qué huyes de mí?, me has evitado de todas las formas posibles

-porque soy cobarde – lo miró con seriedad – mañana viajaré así que creo que al menos por esta noche seré honesto – suspiró al ver aquella mirada, el rostro confuso por sus palabras – estoy huyendo de usted… de ti – se corrigió dejando que su cuerpo se relajara, quitarse ese peso de encima iba a ser bueno para su alma

-no debes, sabes que te amo Kankuro yo solo quiero compartir mi vida contigo, he cambiado y lo sabes, solo por ti… eres al único que quiero a mi lado, no me importa los problemas que esto conlleve yo solo quiero que te quedes junto a mi

-Sasori… no me siento capaz de quedarme por el simple hecho de que… me asusta compartir tiempo contigo, pasaron muchas cosas, me enteré de todo lo relacionado a tu pasado – Kankuro hablaba con prisa expresando lo que siempre quiso mantener en secreto

-he dejado eso atrás – deslizó sus dedos por sus hebras desordenadas que caían por su frente

-pero no cambiará nada, yo solo… no quiero pasar por eso de nuevo… un impacto como ese, una traición como aquella

-no lo hice con malas intensiones

- ya me lo has explicado en varias ocasiones – el castaño observaba su respiración brotar en una ráfaga de humo debido al frio, tembló un poco – y lo entiendo

-deja de huir y empecemos de nuevo, estábamos progresando y…

-te iba a dejar frecuentarme formalmente – sonrió con melancolía recordando esos días que ahora parecían lejanos – creo que todo ocurrió por algo y eso… significó que sufriera por todos mis errores, mi castigo

-no pienses así

-quiero irme porque necesito olvidar todo, no quiero volver al pasado, no quiero convivir contigo, no quiero nada que me recuerde a mi hijo – sintió un nudo en su garganta pero contuvo su compostura – es doloroso

-no enfrentes esto solo, déjame ayudarte

-eso me haría aún más daño, se perfectamente que la culpa no fue de nadie, que las cosas que pasaron fueron consecuencias del pasado pero… – suspiró mientras recorría sus cabellos con sus dedos – no puedo evitar odiarte, te tomé como culpable y eso no lo puedo evitar aunque lo desee, el dolor solo se compensa si tengo algo que justifique todo este sufrimiento

-¿por qué tenía que ser yo?

-porque eras el más cercano a mí y el que tuvo mayor influencia en esa situación – se mordió el labio levemente admirando el dolor en aquel hombre – soy cobarde y necesito aferrarme a algo para soportar todo esto, el odio no es la mejor manera de compensar mi pérdida pero es así como pasó, si me quedo podría llegar a despreciarte profundamente… no quiero eso

-¿estás diciéndome que es por mi bien?

-no… es por mi propio interés – estaba dejando que sus emociones lo dominaran, odiaba aceptar que Sasori le causaba demasiadas reacciones incontrolables – me conozco lo suficiente como para saber que si permanezco aquí terminaré  hundido en un odio sin fundamentos, incluso puedo ser capaz de destrozar la vida de mi familia, de los que más amo

-¿y eso me incluye? – percibió un rastro de esperanzas y lo tomó

-si – evitó encontrarse con la mirada ilusionada del otro – por eso debo irme, no quiero odiarte, necesito mantener una relación confiable contigo ya que te quedas a cargo de todo… no me malinterpretes pensando que solo es por negocios, no sé ni cómo explicarme pero…

-¿me amas? – el pelirrojo se atrevió a preguntar, solo por curiosidad

-no lo sé – quiso decir que sí y se golpeó mentalmente por eso, no tenía control de lo que pasaba por su cabeza

-dijiste que te sincerarías

-me iré mañana y puede ser que no regrese por un largo periodo de tiempo, dejemos esto así, evitémonos un sufrimiento en vano

-no es en vano

-no quiero tener nada contigo, estoy huyendo por el miedo a lo que siento por ti, el miedo a que el odio que siento cambie todo esto – suspiró riéndose bajito por escuchar esas palabras salir de su boca – esto es increíble… has hecho que me sincere

-esperaré el momento oportuno para volver a acercarme – se acercó al castaño quien no se movió de su lugar – lo prometo

-no te creo nada – de pronto sintió aquel calor agradable rodearlo – deberías evitar estas muestras de cariño – el abrazo cálido hizo que su corazón se estrujara, no lo correspondió, no quiso hacerlo

- quiero tenerte a mi lado pero eres tan terco

-quiero alejarme de ti… me confundes y eso no me agrada – se separó con calma – por favor no me sigas

-esperaré un poco e iré a verte – susurró mientras se acercaba al rostro del castaño – a pesar de que me odies más – unió sus labios en un toque inocente, unos segundo en los cuales el castaño ni se movió – pero no puedo alejarme, no puedo

-tal vez después te permita acercarte – se alejó de pronto – pero por ahora, aléjate… no quiero verte, no quiero nada que ver contigo – ni siquiera lo regreso a ver – mi dolor no se curará tan fácil, ahora solo quiero vivir mi vida lejos de todo

-Kankuro…

-tenga una buena noche Akasuna-san – ingresó a su auto y arrancó sin escuchar más, dejó que sus lágrimas de derramaran, era cobarde, no quería afrontar el hecho de que estaba enamorado del estúpido pelirrojo, que le dolía la pérdida de su hijo, que quería mandar al demonio todo, que odiaba al mundo y se odiaba a el mismo, a pesar de todo el tratamiento su depresión se mostraba de forma permanente, el viaje solo sería una forma de mantenerse ocupado para no recordar los recientes acontecimientos, de liberar su alma de los lazos en esa ciudad, de los recuerdos y sus sentimientos

 

 

 

Sasori se quedó allí de pie admirando el camino por el cual desapareció el auto del castaño, escuchó todo, estaba seguro de que Kankuro lo amaba también, entendía que lo odiara pero también sabía que tenía una oportunidad, aunque era lejana pero la tenía, esperaría con paciencia a que el dolor de Kankuro se disipara, pero no  estaba dispuesto a renunciar a él, sus lágrimas brotaron debido a la impotencia que le causaba el hecho de recordar que el viaje seria al día siguiente, que lo vería partir en conjunto con los demás trabajadores en una despedida en conjunto en donde apenas podía hablarle, pero ya estaba planeando el periodo adecuado para ir de visita… no lo dejaría así de fácil

 

 

 

A pesar de que la noche era oscura y fría Kankuro no se dirigió a su casa de inmediato, apagó su celular, se estacionó en medio de la carretera, posó su cabeza en el espaldar, observó el techo durante largos minutos, limpió el rastro de lágrimas, él no era así de sentimental pero ese tema le dolía demasiado como para guardar compostura, acarició su vientre con delicadeza extrañando la presencia de ese pequeño bulto que lo acompañaba con anterioridad, suspiró nuevamente antes de emprender un viaje algo largo, le tomó una hora en llegar al lugar, era un pequeño puente construido a las afueras, un río sobre el cual permaneció muchos días de visita meditando en lo que haría de su vida, se quedó viendo las estrellas reflejadas en el agua que se deslizaban con calma, nuevas lágrimas se deslizaron por sus mejillas, era el lugar en donde le prometió a su hijo cuidarlo bien, sonrió con melancolía, era difícil creer que alguien como él estuviese en medio de la noche llorando desconsoladamente antes de su viaje, si alguien lo viera pensarían que están alucinando “empezaré de nuevo mi pequeño, dame fuerzas” después de unos minutos de desahogo se sintió listo para partir, recordó lo que traía en el bolsillo, una flor, parecía extraño pero esa tarde estaba pensando en ir a ese lugar, aquella flor de color blanco era una especie de ofrenda, desprendió cada pétalo pensando en las promesas impuestas al pequeño que no nació, sonrió con cada una, era su recuerdo personal, su secreto, lanzó el ultimo pétalo y por último dejó ir lo que sobraba de la planta, se llenó de aire helado los pulmones y sonrió “adiós mi pequeño” era el momento de partir. En casa el rubio lo esperaba, no mencionó nada acerca de porque tenía muestras de haber llorado, se limitó a recibirlo con una sonrisa “pensaba en mi hijo” le respondió Kankuro a la pregunta que jamás se formuló, eso fue suficiente para que las palabras se terminaran por esa noche, debían descansar para el día siguiente, el último en ese país

 

 

 

 

 

El dolor se irá… el amor persiste…

 

 

 

 

-Neji – su voz salía en susurro debido a la sensación placentera que sentía al ser besado en el cuello, de sentir aquella calidez recórrelo, las manos de su novio se movían sobre sus piernas acariciándolas, se aferraba a las sábanas en un mar de sensaciones – me hiciste eso… en aquel lugar – recordar el suceso en la galería lo hacía estremecerse, apenas habían salido de ahí se planteó lo que harían al llegar a casa, en cuanto cruzaron la puerta el pelilargo lo atacó, al parecer el que más soportó la ansiedad era el mayor, lo besó con pasión y podía decirse que casi le arrancó el traje que traía puesto, claro que él hizo lo mismo después de todo quería unirse con su amante lo más pronto posible

-era porque estabas empezando… a enfadarte debido a los celos – sonrió al escuchar el gemido que le proporcionó el pelirrojo cuando mordió su clavícula, su erección se levantaba sin vergüenza evidenciando su deseo, se contuvo hasta llegar pero no pudo más, necesitaba poseer ese cuerpo delgado, sin restricciones ni cuidados, estaban completamente desnudos en aquella cama dejando un camino de prendas desordenadas a través del departamento, deslizó sus dedos para masajear el falo del menor, quería escucharlo gemir – y para eliminar tu ansiedad… querías irte

-podríamos haber tenido…. Sexo mucho antes – se quejó al sentir que su erección fue abandonada por aquellas manos, los dedos del pelilargo se deslizaron por su mejilla, lo besó con cariño viéndolo con deseo

-entonces… experimentemos algo – susurró el pelilargo en el oído del menor mientras descendía para deslizar su lengua por el cuello descubierto

-¿Qué… haremos? – esa voz lo estremecía, quería saber en qué pensaba Neji

-date vuelta – ordenó mientras se apartaba admirando la confusión mezclada con la lujuria en aquellos ojos turquesa – si no te agrada me detendré –

-está bien – aunque dudó al principio se dejó llevar, no tenía nada que perder y mucho que ganar, era inexperto en esos asuntos pero solo confiaría por esa vez – pero… es vergonzoso

-confía en mi – lo observó dudar un par de segundos antes de verlo darse vuelta y recostarse boca abajo – me gusta tu cabello – susurró acercándose al cuello del menor que se estremeció al sentir la brisa golpear su piel, Neji deslizó sus labios por la espalda del menor acariciándolo con suavidad, lo mordió levemente en un costado sintiendo como se arqueaba levemente, deslizó sus manos por las piernas descubiertas hasta llegar a las nalgas del más joven masajeándolas con cuidado – levanta tus caderas – lo ayudó a colocarse en cuatro separando sus piernas un poco, el menor suspiró cuando un dedo se deslizó por su espalda, ver al pelirrojo tan sumiso dio una punzada en la parte baja del mayor pero debía controlarse

-¿qué haces? – habló Gaara mientras apretaba sus sabanas entre sus dedos, sin entender la razón de aquella pose vergonzosa, se sentía indefenso y al no lograr ver lo que ocurría su cuerpo se ponía más sensible a cualquier ruido o movimiento – ah… mgh – sintió la caricia en su entrada, se mordió el labio al sentirlo, los roces en sus piernas, los besos en sus caderas

-ya verás – susurró mientras descendía sus besos – solo disfrútalo – deslizó sus dedos por las piernas de su novio ascendiendo de forma lenta y tortuosa, observaba como el cuerpo del pelirrojo se estremecía, estrujaba las sábanas, rozó los testículos del menor que soltó un leve gemidito, volvió a repetir esa acción torturándolo, usó su lengua para acariciar aquella parte escondida entre las nalgas causando que Gaara se tensara de inmediato jadeando debido a la impresión que le dio al realizar dicha acción de manera inesperada, ascendió las caricia húmeda en aquel lugar que usurpó varias veces mientras sus dedos seguían torturando al menor, había querido experimentar eso desde hace mucho, probar el sabor de su novio, salado, extraño pero excitante al saber que era el primero y deseando ser el único en hacerlo

-Neji… que… - apenas podía hablar sintiendo aquella humedad recorrerlo, se sentía extraño pero su piel se erizaba, las corrientes en sus piernas eran placenteras, suspiró un par de veces hasta que sintió algo ingresar – ah… espe… ra – era la lengua del pelilargo, estaba dentro de él, se introducía con lentitud como si explorara, no podía sentirse más avergonzado, la posición las caricias en su parte baja y sobre todo aquella intromisión dentro de su cuerpo, se aferró a las sábanas cerrando con fuerza sus ojos, extasiado por la sensación – Ne…ji – se movía dentro de él, le causaba sensaciones extrañas en su cuerpo, jadeó un par de veces al sentir el movimiento , sus manos le temblaban y sus piernas empezaban a sentir un incesante cosquilleo placentero – ahí no… no – sentía el calor en sus mejillas, se sentía bien pero era demasiado, estaba excitándose de tal forma que sentía su erección punzarle, suplicó que se detuviera pues sentía que sus piernas temblaban y pronto sucumbiría – no hagas… eso… ah

-… - hizo caso omiso a esas súplicas pues estaba demasiado concentrado en disfrutar de lo que hacía, los gemidos eran su incentivo, aquella parte se contraía, envolviendo a su lengua, solo pensar que así recibiría a su miembro lo hizo gruñir bajito, pero debía prepararlo como era debido, ascendió una de sus manos y dejó por un momento la intrusión, lamió sus dedos con rapidez para así lograr que uno de ellos acompañara a su lengua expandiendo la entradita de su artista, lo escuchó gemir alto cuando introdujo su dígito, besó sus caderas descendiendo de nuevo, para retomar su anterior acción, el cuerpo del pelirrojo se tensó y un suave grito lascivo se escuchó, sostuvo las caderas del más joven cuando percibió que las piernas empezaban a temblar, sustituyó su lengua por otro de sus dedos y se dedicó a morder levemente la espalda baja que se estremecía ante su contacto – Gaara… tranquilo – susurró sosteniéndolo mientras ingresaba sus dedos lo más profundo que podía

-AAAAH… - su mente voló a otro lugar al sentir el placer de aquella extraña preparación, la legua en conjunto con los dedos lo hacían delirar, se sentía demasiado extraño, dejó las súplicas de lado al notar que su amante no se detendría, además estaba disfrutándolo mucho, apretó sus sábanas con fuerza sintiendo que sus piernas le fallaban, la mano de Neji en su vientre lo sostenía firme haciendo que sus caderas permanecieran levantadas – Neji… yo… AAAH – sintió los dedos entrar en profundidad abriéndose paso, dilatándolo de forma deliciosa, invadiéndolo profundamente, haciendo que una descarga lo invadiera, había tocado aquel punto y a su vez ingresó el tercer dedo en su interior moviéndolos con rapidez , podía sentir los besos y mordidas en su espalda, su próstata era atacada y sus piernas empezaban a temblar, sus brazos le fallaron haciéndolo recostar su pecho en la cama, mordió las sábanas por la desesperación que le embargaba, sin contenerse dejó que sus caderas danzaran en busca de un contacto más profundo, gimió fuerte cuando sentía placer, sus lágrimas brotaron y no le importó que incluso un poco de su saliva brotara sin control fuera de sus labios – ya no… puedo

-espera… - contuvo un gruñido de desesperación al escucharlo gemir con fuerza, sacó sus dedos de aquel interior cálido que empezaba a succionarlo, reposó su pecho en el cuerpo del menor, se acercó a su oído mordiéndolo levemente – seré algo brusco – advirtió Neji, la mano que sostenía el vientre le dio el soporte para que el menor no bajara sus caderas, acarició la entrada con su miembro e ingresó de una sola estocada, soltando un gemido ahogado debido al placer que le proporcionó aquel apretón, lo mordió en el hombro cuando escuchó gritar al más joven. Gaara se había corrido al momento en que Neji ingresó por completo de un solo movimiento, el pelirrojo soltó su placer y dolor en aquel grito, su espalda se arqueó pegándose totalmente al cuerpo que estaba sobre él, su propio cuerpo se inundó de un placer sin igual brindado por el maltrato, el orgasmo lo llevó a los límites del cielo, apretó sus paredes con fuerza, ni siquiera se dio cuenta de la mordida en su piel, era increíble sentir todo aquello, al fin dejó que su pecho tocara las sábanas, respiraba con dificultad, tembló al sentirse lleno por completo, apenas estaba consciente de lo que sucedía a su alrededor – ¿estás bien? – susurró el pelilargo mientras se contenía el deseo de moverse con rudeza, necesitaba asegurarse si su amante lo disfrutaba tanto como él – Gaara… - lo escuchaba tratando de recuperar el aliento, besó sus hombros, su espalda, acariciaba sus piernas para calmarlo

-Neji… - quería aún más sensaciones tan intensas – puedes… - movió sus caderas ligeramente y de inmediato sintió el movimiento, gimió perdido entre su placer, aún no se recuperaba de su orgasmo y ya empezaba a sentir el delirio de ser penetrado una y otra vez, podía percibir sus paredes expandirse aceptando el falo de su amante y sus lágrimas se desbordaron, se aferraba a lo más cercano que tenía, la profundidad con que ingresaba lo estaba excitando de nueva cuenta – más… más… rápido – suplicó dejándose llevar por las corrientes circulantes en su piel caliente, su cuerpo, sus mejillas, el ambiente, todo era sofocante, pero quería más, escuchaba los jadeos de su gran amor, sentía el roce del cabello largo en su espalda, no podía verlo directamente peor podía imaginarse la expresión de placer, aquellos iris blanquecinos llenos de lujuria, suplicó por más una y otra vez, las manos del mayor se aferraban a sus caderas para impulsarse aún más, sus piernas le fallaban de nuevo y de pronto lo liberaron inesperadamente… cayó en el colchón  con ligereza sin entender por qué el mayor lo dejaba así, no pudo pensar mucho en cuando fue volteado con desesperación, sus piernas abiertas sin delicadeza, se quejó por la acción algo ruda, pudo ver el deseo en todo su esplendor en aquellos ojos que adoraba, adoraba sentirse deseado de esa forma incontrolable

-respira – le advirtió mientras se posicionaba entre las piernas del menor, todo rastro de cordura se borró e ingresó una vez más de forma violenta haciendo que el pelirrojo gritara con fuerza al verse invadido de nuevo, empezó a moverse de inmediato mientras devoraba los labios del artista, estaba desesperado por ese contacto, los dedos de Gaara se aferraron a sus cabellos con fuerza correspondiendo al salvaje ósculo que le proporcionaba, gemía entre sus bocas sin vergüenza de lo que hacían, el artista lo rasgaba sin piedad al sentir como el mayor llegaba muy profundo, a su punto dulce, Neji lamió las lágrimas que resbalaban por las mejillas pero no paró de embestirlo, lo deseaba, sentía un inmenso placer al ser aprisionado por aquellas paredes. Gaara podía sentir que un nuevo orgasmo le llegaba, envolvió al pelilargo con sus piernas para darle la opción a profundizar, lo mordió en el cuello con rudeza llevado por el delirio que le proporcionaba el sexo salvaje, escuchó un gruñido y sintió mayor potencia en las penetraciones – me… correré – avisó Neji cuando el dolor de la marca en su cuello y el apretón a su miembro se hizo presente, usando sus manos masturbó el miembro del artista para que el placer les llegara en conjunto, lo besó una vez más con desesperación mientras sentía como su cuerpo se tensaba, se corrió de forma deliciosa en lo profundo de su amante, y a su vez el más joven lo apretó mientras expulsaba su semilla gritando de placer, nunca imaginó perder el control de esa forma pero lo de la galería, el verlo tan atractivo esa noche, al detener su deseo durante horas… se desbordó, dejó que su cuerpo reposara encima del más joven, jadeaba con fuerza, recuperando el aliento, había sido maravilloso, un día demasiado productivo a su parecer, tal vez deberían repetirlo

 

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

Que tal?

quise derles lemon en compensación de la tardanza, me disculpo de nuevo, quería hacerlo más largo y hacer a Haku aparecer pero no pude, creo que le di un buen final pero que opinan ustedes?

 

Debo agradecer sus reviews me animan mucho, me gusta saber que les gusta la historia a pesar de que contiene parejas que no son tan comunes, estoy pensando en hacer una serie de one shot de parejas extrañas, por pedidos... pero mejor eso dejo de lado por el momento ya que ni tiempo tengo jajajaja, pero que les parece la idea?

 

Creo que tengo lectores nuevos o nuevas un saludo y un beso para ustedes ^_^  y a los que me han sabido tener paciencia también l@s amo!!!!

 

Bueno me despido

 

Besos!!!


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