Decimo Sexta Parte: Renacimiento de un matrimonio
Y el tiempo pasaba, más exactamente una semana, donde la situación no cambio, Shinobu, aun evadía cualquier contacto físico con su marido el cual se mostraba en cada noche más frustrado. El chico al principio se había negado a tener una conversación antes de irse a dormir… Desde los sucesos de la cena, el chico no quería restregarle a su marido el temor subyacente que el sufría desde ese horrible momento, pero Miyagi había insistido en que era una buen oportunidad para iniciar desde cero, es decir, retomar las conversaciones que tenían cuando iniciaban su matrimonio, que buscaran esa confianza mediante el dialogo o charlas inocentes sobre sus vidas, aunque esto aplicaba mas a Shinobu que a Miyagi, pero el añadió que ya era hora de demostrar confianza y eso es lo que quería de su esposo, debía poner el ejemplo así que prometió que cualquier pregunta realizada a él la respondería, claro dándose el derecho de reservarse cosas si él lo consideraba… Shinobu fue atacado en su curiosidad… Esa era una buena oportunidad para saber cómo fue que ese hombre término interesado en el si nunca se había conocido antes… El chico también recordó lo que le conto su suegra sobre el aparente primer amor de él, algo que él quería saber, porque a pesar del repudio a lo que le había hecho, el quería saber sobre él, comprender el porqué el termino en esa situación, el esconderse de forma tan metódica… Y a la vez ayudarlo, porque… Eso es lo que infunda el amor… ¿Cierto?... Ya no sabía que sentir con esa mezcolanza de miedo y comprensión, curiosidad y cariño que parecía seguir creciendo cuando su esposo le enviaba mensajes cursis de nuevo en las mañanas, o las llamadas después de la tarde, a los cuales el chico se seguía tomando la libertad de contestar o ignorar dependiendo de qué animo se había levantado… Y se lo había prometido a si mismo desde esa noche… Que no iba a caer fácil, y se asombraba de su poder de convicción hasta ahora… Pero… Cuando en las noches después de haber accedido a seguir las conversaciones nocturnas debido en parte a que Miyagi tenía razón, era bueno ser firme, pero no lo es tanto ser intransigente… Además el hablar con él era una buena forma de conocerlo mejor para sí poder ayudar en lo que pudiese para superar esa noche y de paso volver a reconstruir esa tranquilidad que sentía cuando estaba a su lado, tenía que superar esa cicatriz, sabía que no se trataba de olvidar, pero su reconocer que había sucedido pero que había trabajado para perdonar y retomar sus sentimientos, que el admitía que eran fuertes, pero con menos fantasía y mas realismo y madurez, y eso implicaba dejar de evitar verse con él, no quería decir que era ir a sus brazos, pero era un paso para la reconciliación, si lo amaba o estaba cerca de hacerlo, tenía que el también facilitar las condiciones para fortalecer el matrimonio, que ahora veía frágil, seguramente por las particularidades de esta, y porque hasta ahora el empezaba a experimentar las facetas oscuras y los bemoles del carácter de Miyagi y sus circunstancias bizarras…
Shinobu por eso accedió a ir a la habitación de él para conversar, y en cada noche el volvía a mencionarle que lo extrañaba, que le era difícil seguir tranquilo sabiendo que aun no se ganaba su perdón, y Shinobu le volvía a recordar que necesitaba acciones, no solo promesas ni palabras bonitas… Miyagi en la última conversación le reconocía que le era difícil encontrar una solución ya que el con sus condiciones autoimpuestas se había limitado, y eran limitación que iban mas allá de su resiliencia… Pero que encontraría una solución muy pronto… Y el chico lo esperaba así.
Las conversaciones se había vuelto cada vez más tranquilas, al principio eran tensas, pero luego se fueron volviendo más fluidas, Shinobu le relataba lo que aprendía en sus prácticas, contando sobre sus compañeros y su jefe y de alguna forma muy indirecta insinuándole al otro algún que otro consejo disimulado, mientras Miyagi le comentaba detalles sobre su niñez, contándole sobre como lloro cuando a los 9 años su querido perro había muerto de una enfermedad estomacal, o como le hacía travesuras a su hermano mayor como esconderle sus cuadernos de notas o sus libros favoritos… Y sobre todo las frustraciones que el sufría cuando se esmeraba por ser el mejor de su clase pero como su padre solo lo ignoraba porque andaba más pendiente de su hermano mayor… Es más el encontraba irónico de como ahora “los papeles se invirtieron” siendo el ahora quien ocupaba el puesto que su padre siempre decía que era de Kyosuke… Y como era consciente de que su hermano no estaba feliz con ese giro en los acontecimientos, y no era como si él se encargara de recordarle sus fracasos, Yoh sabía que no había necesidad de eso pues el mayor siempre estaba obnubilado con sus errores del pasado y o podía zafarse de eso, torturándose a si mismo percibiéndose como un fracaso andante, y la actitud de su padre no había ayudado en cambiar con relativa rapidez de atención del que fue su favorito a una renovada atención hacia su hijo menor, dándole lo que había pedido con anterioridad pero ahora con éxito. Pero también reconocía que esa actitud del aún patriarca de los Miyagi sólo hacia ahondar en la división entre hermanos en vez de fomentar en la unión y el cariño filial, pero eso era algo que siempre había hecho en su vida... Su madre había equilibrado un poco la balanza al ser equitativa en su cariño y no le ponía ni le quitaba nada a ninguno de ellos... Algo que le agradecía y apreciaba desde el fondo de su corazón, y Shinobu coincidiría en esa apreciación.
Con el paso de la siguiente semana ya Shinobu contestaba los mensajes de Miyagi, si bien no eran en un tono cariñoso al menos eran cordiales y amenos, en plan pacífico, donde ya no emanaban la frialdad inicial o la indiferencia... Ahora eran más cálidas pero ciertamente Miyagi reconocía que la conexión física que habían tenido tendría que reconectarse en un momento más adelante, hasta cuando Shinobu libremente acceda a recibir su tacto, que era el único canal con el que se estaba comunicando de forma más eficaz... En esos momentos tenía que buscar una forma diferente, era una solución que él tenía que encontrar y no quería poner en sobre aviso a Shinobu... Quería sorprenderlo, quería mostrarle que él estaba dispuesto a curar esas cicatrices, pero debía encontrar la situación perfecta, la que su condición le permitiría, pero aún así no desfallecía en su búsqueda de encontrar el lado dulce de su joven esposo, y Shinobu reconocía que el mayor persistía en su forma cariñosa, sus poemas ahora eran extensos, las llamadas eran más largas que costumbre, filtrando la ansiedad que Miyagi tenía, la impaciencia presente, y el chico por más que quisiera responder con gestos afectuosos eran interrumpidos por los constantes relámpagos de repulsión instantánea cada vez que Miyagi había osado acercarse de forma furtiva, tal vez acercándolo a su pecho cuando el chico inadvertidamente se acercaba a él sin la intención de hacerlo propiamente y llevarse la amarga sorpresa de ser rechazado con firmeza por el chico que reaccionaba al instante alejándose de ese contacto, para luego con una mirada llena de pesar advertirle que no volviera a intentarlo de nuevo, y eso calaba con tristeza en el mayor... Y en Shinobu también... Sin ningún cambio favorecedor al paso de esos días... Y tal vez en el último encuentro fue que lo convenció de que no podía forzar al muchacho a ser como antes por ende tenían que recurrir a una ayuda externa... Ayuda que se enfocaría en la víctima.
Y fue precisamente Shinobu quien dio el paso para recuperar la confianza en su esposo, con mucha determinación. Aunque no quería involucrar a alguien a quien apreciaba mucho… Chiyo-san estaba al tanto de que se había tratado de algo en la pareja, de hecho parecía intuir que tenia índole intima… Al parecer era una deducción producto de la intuición que da al parecer, el tener una vida marital prolongada, y seguramente esa sabiduría vendría con información efectiva para tratar el problema… Pero sobretodo, el ser la madre de un hombre con un problema que aun requería de tratamiento psicológico le traía conexiones para tratar dicho problema y fue cuando una mañana el chico solicito hablar con su suegra en persona, y ella con amabilidad acepto recibirlo esa misma mañana en su casa… Y así fue como en el mismo salón que había presenciado el anterior encuentro entre ellos volvió a ser escenario de una reunión aun mas intima entre suegra y yerno sobre el problema que aquejaba a Shinobu, y el chico entonces decidió pedirle a la mujer la información sobre algún especialista para tratar el trauma que el describió respetuosamente a la mujer como “Una pérdida de control emocional por parte de su esposo con un uso desmedido e inadecuado de fuerza para con sobre él”, a lo que ella renombro “Abuso de fuerza y confianza” sin querer nombrarlo por el nombre que era, pero tal vez fue un acuerdo tácito entre ellos para no empeorar la imagen de esa persona que ambos amaban en diferentes espectros, y entonces fue la mujer quien nombro al terapeuta que habría tratado a Miyagi anteriormente en su desorden de índole social… Ahora sería el chico quien querría eliminar el trauma acaecido en esa noche y quería ser libre de amar a Miyagi de nuevo… Siempre y cuando se cerciorase que valdría la pena, y entonces la mujer lo contacto después de indagar el numero con Yamada el cual tenía en su posesión el directorio telefónico que involucrara cualquier aspecto referente a Miyagi Yoh, obviamente sin preguntar al respecto y manteniendo la reserva para con su jefe a petición de la mujer… Y después de una corta conversación el especialista estaba listo para recibir a Shinobu esa misma tarde para hacer un diagnostico del joven, algo que gracias a la influencia de la familia Miyagi podría conseguir en tiempo record, y ese beneficio era muy apreciado por el chico que quería empezar su sanación tan pronto como fuera posible.
Y evitando mencionarle a su esposo sobre ese asunto, evadió decírselo cuando el mayor lo llamo como de costumbre; esa tarde llego al consultorio del doctor con muchas ansias y nervios, porque no quería ser diagnosticado con un trauma irreversible que se comiera años de convivencia con el hombre que sabía, amaba pero que se había portado mal con el… Como se trataba de alguien que conocía a Miyagi, se le hizo más fácil hablar de lo sucedido en esa noche… Porque no era fácil hablar de esa clase de cosas frente a un desconocido, pero el hombre le había mencionado que ese comportamiento, en lo referente a la pérdida de control, ya lo había manifestado en menor grado cuando había empezado el trauma, el cual no podía mencionar el origen al chico debido a que era reserva profesional de su parte… Pero que podía confirmarle que se debía a una vinculación a fuertes causas emocionales, en este caso a sus evidentes sentimientos hacia el chico, y que debido a su desorden social no había aprendido a canalizar de forma sana dichos sentimientos y enfoques emocionales, porque no había podido reconstruir su dinámica de establecer nuevos vínculos o relaciones de forma normal y a través de una interacción social, por tanto se había amplificado su espectro emocional y sentimental al establecer una relación a pesar de sus limitaciones, y más al saberse correspondido por el objeto de su afecto, dando paso a emociones desordenadas a pesar de ser un hombre aparentemente en control… Y por ende cualquier sentimiento negativo como la decepción seria amplificado de igual forma… Dando paso a esa pérdida de control demostrada en esa situación, el chico comprendió de paso que debía añadir “paciencia” a su relación con Miyagi.
El especialista llevo a cabo un test al chico con preguntas referentes al momento que se presento el abuso, y también hubo una charla donde el joven exponía sorprendentemente tranquilo sus sentimientos al respecto y de cómo se sentía afectado para volver a tener intimidad con su esposo y el hombre anotaba todo en su libreta… Al finalizar de todo y de escuchar al chico, le propuso que tuvieran un nuevo encuentro para dos días después donde él le haría conocer su diagnostico y el tratamiento a seguir, y el joven un tanto decepcionado pero a la vez intrigado acepto la propuesta del especialista y se volvió a su hogar, aun con lo dicho en la sesión presente, y esa noche ese suceso fue totalmente omitido en la conversación de vuelta tradicional que tuvo con su esposo… Pero esa noche a diferencia de las anteriores veces, no rechazo del todo cuando el hombre de forma muy sutil y no tan intencionada, aparentemente, había rozado su mano con su antebrazo, y por unos microsegundos, el chico puedo percibir como iba a iniciar el ya acostumbrado flash back de ese momento traumático siendo reemplazado por unas imágenes con menos impregnación emocional, algo diluidas detrás de una niebla blanquecina que amortiguaba la intensidad de las emociones de ese momento, y hasta le permitió sentir de nuevo esa calidez por unos segundos antes de reaccionar, al parecer, mas por inercia, pero aun así sin poder evitarlo conscientemente… Algo que Shinobu no menciono a Miyagi, el cual aceptaba ese nuevo rechazo con otro pesado suspiro, sin llegar a reprochar, porque lo recibía como algo que él se merecía… Así que como sucedía después de cada rechazo, Miyagi solo murmuraba un sentido “Lo siento” para luego enfundarse en un momento de silencio antes de retomar otro tema de conversación en un tono tranquilo pero mucho menos animado al que tenia momentos antes… Y esa noche el chico decidió permanecer con ese nuevo ritual pesimista, pero la sabia que ahora era menos pesado para el porqué sentía que ya no había tanta carga de culpabilidad como lo tenía anteriormente, y lo adjudico a su apertura al hablar al respecto con el especialista… Si llegado el momento sentía un mejoramiento más notorio, se lo diría a su esposo… Y eso le había aligerado el corazón.
Esa noche no volvió a tener el sueño recurrente donde revivía el momento del abuso pero en esta ocasión Miyagi se detenía antes de haber hecho el acto de coerción sobre él, para abrazarlo con cariño y pedirle perdón… Y esa fue la primera vez que soñaba con ese momento sin tener que forzarse a despertar… En los primeros días debía reconocer, había despertado sobresaltado para luego tener problemas para retomar el sueño para poder volverse a dormir, y con el paso de los días fue más fácil volver a dormitarse e incluso no despertarse cuando su mente tercamente rememoraba el momento, ahora forzaba a su mente a cambiar el rumbo del sueño para enfocarse en otro momento, recurrentemente se trasladaba a su universidad y se soñaba de nuevo atendiendo a clientes en el café improvisado que había organizado su grupo en la universidad durante la feria estudiantil, aunque curiosamente se superponía a una escena más actual, más concretamente se veía a sí mismo con el uniforme del restaurante de comida rápida atendiendo clientes en un local de la empresa donde hacia las pasantías… Algo que en su momento le causo curiosidad pero luego se volvería algo normal para el al soñar, al aliviar el estrés que provocaba el soñar de nuevo con ese nefasto recuerdo… Pero debía reconocer que la animadversión a soñar con ese momento había disminuido hasta que ahora soñaba con ese final diferente y algo dentro de él le indicaba que probablemente el momento para la reconciliación se acercaba, y eso le daba una nueva ilusión, que sabia ahora debía manejar de forma cauta.
Y los dos días transcurrieron con tranquilidad, y esa tranquilidad se había trasladado incluso a las noches para asombro de Shinobu, el cual sentía que se estaba recuperando rápidamente de la impresión ocurrida por ese momento que había querido borrar de su mente, y solo anhelaba que el especialista que tenía que ver en la tarde lo ayudara a deshacerse rápidamente de la imposibilidad de volver a sentirse cómodo con su esposo, aunque el preferiría tomarse la recuperación con calma, pero sentía que si no se solucionaba con prontitud ese tiempo era vital para que su trauma fuera rehabilitado, por ende entre más tiempo pasaba para recuperarse más se demoraba en curarse, y no era lo que quería… Por eso prefería lograr encauzarse por su cuenta antes de lo esperado y mientras podría evaluar si su esposo estaba tomando cartas en el asunto sobre su comportamiento y si estaba tomando en serio sus promesas de cambiar y hacer lo que fuera para que él lo perdonara… Y solo hasta entonces le aceptaría y le daría la grata sorpresa de que había superado el trauma y que volvería a estar cómodo entre sus brazos y dar ese cariño que aun anhelaba dar a ese hombre que a pesar de todo amaba… Si, Shinobu tenía un plan trazado y con ese optimismo fue a la cita con el especialista.
No sabía si debido a su energía positiva o su ferviente anhelo de querer recuperarse de ese trauma, pero el especialista le reconoció que había esperado desde la vez que habían hablado un cuadro mucho menos positivo, con consecuencias de stress postraumático mas latentes por un episodio de asalto sexual y abuso conyugal, y que se haría necesario un tratamiento con uso de psicoterapia sea con terapia de comportamiento cognitivo, es decir cambiar la forma como la victima piensa en el evento que desato el desorden lo cual tomaría incluso años, o, terapia en grupo donde compartiría su experiencia con personas que habían sufrido experiencias similares y si las cosas no avanzaban de forma muy efectiva tendría que llegar a recurrir a medicamentos como antidepresivos con los cuales corría el riesgo de incurrir en una dependencia… Pero por la forma en cómo el especialista lo había inquirido era como si el trauma se debió más a la impresión por su inexperiencia que si hubiese sido un acto en contra de su voluntad… Shinobu a su pesar tuvo que recordar el episodio, donde incluso no hubo lo que se llama disociación donde la víctima se desprende de su cuerpo para asistir como espectador a lo que le ocurre separándose emocionalmente de lo que le ocurría… Un método recurrente de defensa de la mente pero que solía persistir en el tiempo enquistándose como un trauma de difícil erradicación.
Los recuerdos de Shinobu ahora se veían con otra luz… Porque no se recordaba siendo totalmente sometido… Siempre tuvo claro que fue un acto de coerción por parte de su esposo, pero reconocía también que fue un acto que a él le tomo totalmente por sorpresa… A pesar de que era algo que había planeado hacer con su esposo, algo que probablemente llegaría a aceptar en el curso que estaba tomando el incremento en su intimidad como pareja, antes de que la dichosa reunión que había iniciado ese problema surgiera, iba a ser algo que iba a tomar un poco más de tiempo y con otra razón de origen… Se sentía ahora culpable de no sentir el rechazo que ameritaba ese acto de abuso, pero… El especialista lo había señalado… Inconscientemente Shinobu pudo haberse adaptado al acto que había hecho su esposo contra él, y lo había tomado como una fantasía sexual, pero debido al estrés emocional con el que había surgido el momento sin contar con la decepción latente que el tenia de su familia en esas circunstancias, adquirió un matiz desagradable, casi como lo fue una pesadilla, el cual alcanzo a nublar su disposición a seguir teniendo contacto con el que ahora identificaba como su verdugo… Pero el acto no fue lo suficientemente profundo para llegar a hacer una cicatriz notable en su psique, sino que ahora lo contemplaba como un evento nefasto que podría superar más fácil que si hubiese sido algo verdaderamente traumante… Y ese diagnostico le trajo mucha dicha a Shinobu.
Por ahora, y en vista de que no podía dar una última palabra al respecto, lo iba a poner en un periodo de espera en observación, algo recomendado en casos donde había leves síntomas de estrés postraumático y que este periodo serviría para verificar si se profundizaban esos síntomas o si por el contrario la resiliencia de la víctima era tal que podría mejorar sin recibir ningún tratamiento, y ese era el mejor cuadro que podría pasar y según el médico, el más probable… Ya que, la reticencia que tenia Shinobu para volver a entablar contacto físico con ese hombre era más probablemente por resentimiento y su mente le enviaba un recordatorio para que no accediera a tener contacto con ese hombre que de forma abusiva había usado su ventaja física para hacer un acto para el cual aunque el estuviese dispuesto en algún momento a hacerlo, no estaba listo en esa noche, y por tanto sentía la necesidad de castigar ese “destiempo”… Y el chico aunque algo decepcionado consigo mismo por saberse más bien como manipulador involuntario que como una víctima de abuso con un trauma que al principio creyó ser, se sintió aliviado de saber que solo era cuestión de tiempo para volver a retomar su vida marital con el hombre que amaba… Pero… En ese tiempo que le tomaría recuperarse, se podía dar el gusto de reivindicar su posición en ese matrimonio, y usaría esa ventaja para ajustar sus derechos… Y ante todo no se mostraría ni débil ni era un conformista.
Y para más ayuda, todo lo mencionado en ese salón iba a ser tomado como reserva profesional y resguardado en su derecho a la privacidad, y siendo el especialista un profesional, estaba obligado a no revelar los detalles de esa conversación… En otras palabras, Shinobu descubrió que era más fuerte de lo que él creía y que ahora estaba encontrando la forma de aprovechar las oportunidades a su favor… Un aprendizaje muy rápido para alguien supuestamente ingenuo o tal vez pudiera ser que era una habilidad que él en verdad tenia y que estaba descubriendo y perfeccionando… Pero de algo estaba seguro y era que ya no se sentía tanto como un elemento a merced de otros en ese matrimonio y que estaba descubriendo sus armas para defenderse incluso de alguien que a pesar que era muy vocal al profesar su amor hacia él, hasta ahora se mostraba como alguien inestable, y siempre es mejor tener que reasentar su posición y buscar uno que le provea de mayor seguridad, y no pensaba sentirse mal por hacerlo.
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Y esa noche con esa seguridad reivindicada, ya no sintiéndose mas como víctima sino como un negociador mas experto, enfrento esa noche a un Miyagi que parecía estar más ansioso; por un momento Shinobu estuvo preocupado a que se debiera a que él se hubiese enterado de que había ido a ver a un psicólogo, pero pronto esa extraña ansiedad de Miyagi le brindo una información inesperada… Miyagi había buscado iniciar una terapia por su cuenta… Y estaba recurriendo coincidencialmente con su antiguo terapeuta, el mismo que lo estaba viendo a él, para iniciar su rehabilitación en el control del manejo de la ira y las razones que desencadeno esos episodios, y sobre todo como poder manejarlo en un futuro para que no hubiese riesgo de repetir eso con su esposo, y el chico no pudo más que alegrarse de ver a su esposo dispuesto a mejorar por él, además de que era notorio su sentimiento de culpa… Aunque ese fuera el principal generador de esa determinación, más que por que hubiese tomado conciencia de que debía mejorar sus defectos, Shinobu reconocía que ese paso podría ser una muestra fehaciente de que Miyagi quería ser acreedor de la confianza de él, y por ende buscar su perdón… Además debió haberle tomado mucha determinación para decidir tomar una terapia con sus fobias presentes… Shinobu, al menos entendía que para Miyagi no fue una decisión muy fácil, y que probablemente reconocer que tenía un problema más grave que su fobia social y que afectaba de forma riesgosa a su conyugue no era fácil para un hombre que aunque el mayor quisiera disimular, se vislumbraba a sí mismo con cierto narcisismo, seguramente aminorando sus propios defectos comparándolos con sus logros… Y solo por ese esfuerzo accedió a que Miyagi le pudiera llamar “Shinobu” y no “Takatsuki-kun”… Pero no aun el nombre que el adoraba usar… “Shinobu-chin”… Para esa forma cariñosa aun le faltaban más demostraciones… Y es que el chico aspiraba a que cuando Miyagi demostrara que había adquirido una renovada confianza en él y que haría gala de un control de sus emociones, Shinobu no solo le dejaría llamarlo como él quisiera sino que volvería a sentirse bien con el… Y aspiraba a que eso sucediera en el tiempo prudencial para que el mismo se recuperara por si mismo del asunto de esa noche.
Y entonces en los días subsecuentes, Shinobu descubrió que la terapia estaba resultando ser muy eficaz, por cuanto sentía a Miyagi en una actitud muy diferente, de hecho antes lo sentía distante, incluso en esos días en los que estaba buscando su perdón con esa dulzura que él creía que era la forma de ser cariñosa más posible para él, comparado a como se portaba ahora, con un cariño renovado, con mucha paciencia al sentir a Shinobu se decidía a portarse indiferente con él o cuando este no quería aceptar sus invitaciones a cenar o cuando el chico de forma velada le reprochaba por su falta de control, el hombre que antes se portaba amable y hasta cariñoso, ahora era un terrón de azúcar irreconocible… Pero notaba que solo lo hacía con él, porque en el manejo la empresa era rígido y estricto como siempre… El cambio era con él, y eso le daba esperanzas de que su situación se arreglara más pronto de lo que él creía… Y fue cuando en una noche, después de haber cenado (Una cena a la que el mayor insistentemente le había invitado por 4 días y que Shinobu al fin había accedido, solo porque consideraba que ya Miyagi había tenido suficientes rechazos) el hombre le soltó de la nada que quería hacer una terapia de pareja con él para reconstruir su matrimonio y superar el trauma que el chico tenia por el error que había cometido por su irracionalidad… El chico se sintió un poco ansioso porque iban a hacer la terapia con el mismo especialista que estaba rehabilitando a Miyagi y por ende el mismo que le estaba tratando a él a escondidas, pero confiaba en que el profesional no fuera a mencionar ese secreto, y resulto ser así… Incluso en la oscuridad de un salón dispuesto para hacer la sesión, los tres sentados en la habitación dispuestos a discutir sobre los problemas de pareja que tenían, y el chico con la esperanza de que su esposo al fin hubiera accedido a dejarse ver por su esposo completamente derruido.
Pero no hay mal que por bien no venga, las terapias en realidad les hizo ver que lo acontecido esa noche fue un efecto de la falta de comunicación entre ellos, la falta de confianza era un problema latente entre ellos sin mencionar la creciente frustración sexual que había tenido Miyagi de no poder tener intimidad con su esposo al cual “deseaba ardientemente”, y que la situación con la familia de Shinobu había gatillado el descontrol de Miyagi el cual enfoco injustamente la culpa en su esposo usando como excusa la falta de confianza cuando en verdad quería responsabilizar al chico para el sentirse en libertad de desquitarse con él como a él le pareciera y definitivamente el jovencito estaba en su derecho de negar el contacto con alguien que había tomado ventaja de él… Pero el que Miyagi hubiese decidido tomar esa terapia para luego reconocer, con el terapeuta de testigo, que estaba muy arrepentido de lo que había hecho y que se comprometía a mejorar su comportamiento para con Shinobu reconociendo que era un hombre con terribles fallas, lo cual era mucho para un hombre que tiene un ego tan grande, era una señal para el muchacho de que Miyagi estaba dispuesto a dejar su ego para reconocerse humildemente como un hombre que cometía errores, esta vez ante alguien más.
El terapeuta también recalco que si no mejoraban el nivel de compenetración entre ellos, se notaria al separarse cada vez mas ya no solo emocionalmente sino físicamente, y que el contacto físico, debido a las peculiaridades de su matrimonio, era un indicador importante del estado de ánimo de ellos y el proveedor de vínculos de pareja… Por tanto si se distanciaban por mucho tiempo, la relación se enfriaría y seria cada vez más difícil retomar rumbo del matrimonio… El chico entonces vio la importancia de no mantener por demasiado tiempo el castigo hacia su esposo… Pero también era valido hacerle saber que no solamente porque había accedido a aceptar la fobia de Miyagi como algo presente de forma permanente en su relación quería decir que aceptaría rendir sus derechos ni a renunciar a un trato equitativo; es más el especialista exhorto a Miyagi a aceptar a Shinobu completamente, incluso con los prejuicios en contra de la familia Takatsuki, además que le hizo reconocer que se había enamorado de Shinobu por quién era y no por su origen, y les animo a que buscaran volverse a vincular a nivel profundo y que una buena ocasión seria compartir de nuevo momentos juntos pero enfatizo que debían ser momentos pacíficos y de índole cotidiana mas no sexual debido a que el chico había sido sometido a un episodio de coerción sexual, por eso debía distraer la ansiedad de Shinobu con momentos donde el joven pudiera recordar más nítidamente haber disfrutado al lado de su esposo, más allá de las cenas o las llamadas telefónicas y que debían idearse formas de compartir momentos juntos diferentes a las que ya habían tenido hasta entonces, y eso en si mismo planteaba un reto grande.
El chico salió de la terapia algo preocupado, había tenido que salir antes que Miyagi y haber sido llevado a la casa antes de que su esposo hubiese salido del salón donde tuvieron la sesión… El muchacho reconocía que la tendrían mas fácil si el mayor no sufriera de esa incomoda e incordiosa fobia, pero después se recordó no frustrarse con eso, había logrado algo importante, porque durante la sesión Miyagi por fin había reconocido que no había tratado de forma justa a Shinobu y que se había dejado llevar por sus prejuicios, y que su forma de ver el matrimonio, en el que no había valorado de forma adecuada a Shinobu, tal y como le había prometido justo después de casarse debía rectificarse, por tanto debía darle al chico el espacio que él quisiera y respetar el tiempo que el considerase para retomar el contacto físico, sin presiones… Y que debería respetar de cualquier forma a Shinobu en todas sus facetas, incluyendo a la familia de donde el provenía… Incluso si ya le hubiese prometido al chico cumplir con lo exigido por él, ahora le reconocía que no había pensado a consciencia en su promesa hasta ahora, y que en esos momentos le tomaba con seriedad la palabra… Para Shinobu había sido una sorpresa que su esposo le reconociera que le había hecho una promesa un tanto vacía pero que ahora rectificara su actitud ahora siendo serio y honesto con él, tal vez ahora ya no lo veía tanto como un niño, y aunque un tanto desilusionado, se sentía un poco mas reivindicado.
Y en esa noche Miyagi pudo abrazar a Shinobu sin sentirlo tensarse… El chico se había sentido liberado, y ahora percibía a su esposo más relajado con él, y esperaba volver a encontrar el camino que había dejado truncado antes de esa noche… Porque el mayor se lo reconocía al muchacho… Quería volver a sentir su tacto, y sentir que ya no habría trabas para quererlo tanto de forma espiritual, emocional y como finalmente de forma física… Y esperaba que esa apertura ayudara a desbloquear las reticencias de su joven esposo y le ayudara a sanar sus rencores hacia el… Y aunque no lo vieran ahora, las situaciones podrían ayudar a mejorar ese camino… O tal vez eventualmente podría todo en contra de ellos.
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Esa semana siguiente fue una semana ardua para ambos, juntos buscaban reformar el vinculo que parecía haberse perdido, Shinobu de forma reservada veía como los flash backs que le retornaban a ese momento crítico cada vez se difuminaban cuando su esposo libremente lo tocaba, no de forma inapropiada, pero prolongando ese tacto unos microsegundos mas en cada ocasión, el chico notaba para su gusto que Miyagi se esforzaba en las terapias de pareja, aun en la oscuridad de ese salón en el que ya habían estado en tres ocasiones sentía como las no tan notorias inseguridades de Miyagi eran cambiadas por optimismo, y el chico cada vez era menos reacio a dejar que su esposo lo tomara de las manos… La calidez que el chico extrañaba de él retornaba a sus anhelos, esa calidez que cada vez que se diluía el temor que lo agobiaba en las últimas semanas se incrementaba cada vez que por acción del terapeuta, el cual había fungido como sanador de ambas partes, dirigía los ejercicios de confianza como el de reactivar las emociones positivas a través de lo que había sido el mejor canal que había usado Miyagi para transmitir sus sentimientos hacia Shinobu, y que por ese descontrol había corrompido… El chico tampoco tenía intenciones de hacerle saber a su esposo que se estaba curando en tiempo record… Había disfrutado de forma algo egoísta el cómo Miyagi ahora lo trataba como con pinzas, siempre pidiéndole permiso, siempre con cuidado, siempre con cautela de no supuestamente gatillar algún recuerdo desagradable… Y se sentía como un príncipe, y quería prolongar esa faceta cuidadosa de ese hombre que había bajado de nivel su acostumbrado ego para ahora tener en cuenta lo que él quería, y no le veía nada de malo a eso… Al contrario sentía que era algo que merecía, y que Miyagi se lo debía… De todas formas fueron unos días agotadores a nivel emocional pero que habían sido fantásticos a nivel romántico porque se estaban reencontrando a niveles que no habían intentado antes… Miyagi ahora ya no sentía temor por su joven esposo cuando ese por voluntad propia se había dormido en su regazo una noche, el hombre sentía que volvía a vivir el romance que el mismo había truncado de forma abrupta… Y ahora habiendo vivido lo que era una pelea de pareja, y haber cometido errores de los cuales no podía excusarse, sentía que ese era el rumbo que debía mantener y ahora estaba dispuesto a prolongar esa experiencia, y conocer más a su esposo el cual parecía abrirse cada vez con menos timidez… E incluso en las conversaciones nocturnas que aun seguían manteniendo se le hacía menos difícil contestarle preguntas personales… A excepción de algunas por supuesto… Todavía quedaban ciertos temas tabú por ejemplo el cómo adquirió esa fobia, de cómo se llego a enamorar de el chico o cierto suceso que tuvo con su hermana que prefería dejar en el pasado, y en honor a la promesa de no hablar nada malo de ella que le había hecho a él, prefería dejarlo en el olvido… Pero si le siguió contando innumerables anécdotas de su vida, de su niñez y juventud… De hecho le había dado vistazos de su vida adulta… Pero como todo lo de él habían sido guiños difusos, cosas difícilmente rastreables con la memoria… Miyagi era un mago para dejar detalles para luego no poder recordarlos, y Shinobu aun no daba cuenta de la forma como aunque lo escuchaba de labios de su marido, al día siguiente no podía recopilar con exactitud apuntes concretos de alguna reconstrucción anecdótica que le había narrado el mayor, pero por ahora no había sido algo malo, y para ambos eso estaba mejorando su comunicación… Y pronto se darían cuenta de la mejora que eso está repercutiendo en su relación por cuenta de una invitación.
Chiyo-san una mañana cuando Shinobu estaba dirigiéndose a la empresa donde trabajaba le llamo muy emocionada… Habiendo sido informada con regularidad por parte de su yerno de cómo iban sus terapias y como estaban mejorando quiso amenizar dicho proceso con una cena donde había invitado a unos amigos que habían llegado de Inglaterra y que quería que se despejaran de tanto drama… La invitación era extensible a su hijo por supuesto sabiendo que muy probablemente no iría, pero la invitación iba más exactamente para el joven, el cual no vio ningún problema al respecto, y la mujer solo quería que se despabilara y que conociera nuevas personas y que cambiara de ambiente, que no todo eran solo terapias y trabajar… Y Shinobu estaba de acuerdo.
Esa noche fue solo, como suponía tanto él como Chiyo-san, y el joven había llegado a la hora indicada y adentro fue recibido de forma afable como de costumbre por su suegra, de nuevo impresionablemente ataviada, haciendo gala de su interminable colección de vestidos de diseñador que siempre la hacían ver regia, además de un look impecable y joyería lujosa aunque discreta… Y como siempre una perfecta anfitriona que se encargaba de atender a su yerno de forma amable y consentidora, el jovencito ya no se sentía incomodo con esas atenciones, al contrario, se sentía cada vez más a gusto, sonriendo con sinceridad mientras era presentado a la pareja extranjera, demostrando a la vez la fluidez con el que se expresaba en ingles para entablar conversación con ellos, y esa noche fue increíblemente relajante para el chico que debía darle crédito a su suegra, el cambio de ambiente si le había hecho mucha falta, y así fue durante la cena en la cual fueron agasajados con una deliciosa y sustancial cacerola de cordero con verduras acompañados de unas papas gratinadas y maridados con un delicioso vino tinto español, y de postre una pannacota de frutos rojos que habían despertado aun mas los sentidos del jovencito… Y después de terminar fueron llevados de nuevo al salón donde ahora se acostumbraba a ser el salón de reuniones y allí al calor de la chimenea persistía la calidez de la conversación hasta que la pareja manifestó que ya debían irse y Chiyo-san por supuesto como gran anfitriona debía despedirlos en la puerta y se excuso con Shinobu dejándolo solo en el salón, el chico incluso notando que ya era tarde estaba planeando despedirse de su suegra, cuando de repente la puerta del salón se abrió dando paso a la adusta y repelente presencia de Kyosuke, el cual apenas se percato de la presencia de su cuñado adentro se sorprendió de forma apenas perceptible, pero para Shinobu era una pesadilla hecha realidad… Porque ahora estaba solo y sin su suegra la cual, conociéndola, podría demorarse despidiéndose y tal vez ni siquiera sabría que su otro hijo estaba allí con el… Así que sin muchas ganas de escuchar las palabras venenosas de ese hombre, estaba dispuesto a retirarse de forma abrupta, y con apenas dar una leve venia le dijo de forma cortes pero enfatizando su frialdad:
- Buenas noches Miyagi-san… Discúlpeme me retiro… Hasta Luego.
Pero claro… Muchas veces las cosas no resultan como se planean:
- Vaya, vaya… Yo solo venia porque debía encontrarme con mi padre para charlar y me encuentro con usted… Nada más ni nada menos que mi cuñado favorito… Pero no es necesario que se vaya… Además quisiera hablar con usted un rato.
- Con mucho respeto Miyagi-san… Honestamente, no tengo nada que hablar con usted… Así que si me disculpa… Me retiro…
Y se había dado la media vuelta para dirigirse a puerta rápidamente teniendo que pasar por el lado de ese hombre para salir pero antes de hacerlo la voz insidiosa del odioso hombre resonó esta vez sin un ápice de cortesía:
- Pero mira como huye, como las ratas que escapan antes de que se hunda el barco… Debería poner en práctica ese mismo plan pero completamente y divorciarse de mi hermano… Usted solo trae inestabilidad a esta familia y sobre todo a él, que lo necesitamos en sus cinco sentidos para que dirija de la forma como lo hacía antes de enredarse con usted.
El chico entonces perdió las ganas de irse, solo alzo la mirada para encarar de nuevo a ese hombre que solo sabia sacarlo de sus casillas:
- Si hablamos de inestabilidad debería integrarse usted a la formula, porque sus intentos patéticos por separarnos fueron un fracaso, que a punta de espionaje mediocre no pudo lograr su objetivo, y lo único que hace es demostrar una vez más su ineptitud, así como siendo el primogénito no supo manejar la empresa de la familia y tuvo que ser su hermano menor quien llevara las riendas porque usted simplemente no tiene lo que se necesita… Todos lo saben, por eso sus ridículos intentos de lograr el divorcio de su hermano va a ser una objetivo demasiado lejano para sus capacidades… Le recomiendo apartarse y dedicarse a su vida y no estar estorbando en la de los demás.
Y con eso se encamino de nuevo a la puerta, pero ante su sorpresa, aunque era algo que en el fondo temía que pasara, cuando estuvo pasando por su lado sintió como unos dedos fríos lo tomaron de los hombros de forma brusca, y entonces supo el chico que había enfurecido a ese hombre:
- ¡COMO SE ATREVE!
- ¡SUELTEME!
- Mi hermano lo tiene muy bien entrenado… Ya le adiestraron en lo que tiene que decir y hacer… Supongo que para cualquier ocasión.
- ¡No me vuelva a tocar!... ¡Ya acepte que seguiré casado con su hermano!... No gana nada insultándome o intrigando en contra mí, eso no le devolverá su puesto como favorito ni va a hacer que nos separemos, porque le estoy advirtiendo Miyagi Kyosuke… Yo no dejaré que sus intrigas destruyan nuestro matrimonio ni aunque hackée mi computador o intercepte mi celular ni le ande chismoseando a mi esposo con quien me veré en un café ni que mande investigadores para que me sigan… Sus esfuerzos no valieron de nada para separarme de ese hombre, aunque a usted le arda.
- Usted… No dejara de ser un mugroso Takatsuki… Por cierto… Me imagino que tanta estabilidad los tiene aburridos como para estar de terapia en pareja ¿Cierto?... Ah y claro… ¿Qué tal le fue con mi hermano cuando usted anduvo reuniéndose a escondidas con la mujer que le encanta espiar y divulgar información sobre nosotros? ¿Cierto que ya no fue un hombre tan maravilloso?
El chico lo observo dándose cuenta que sus maniobras de monitoreo no habían cesado, o al parecer alguien le informaba de lo que sucedía con él y su hermano, así que inspirando algo de aire para darse algo de calma responder sin caer en su cizañero tono:
- Y estoy seguro que MI esposo le había exigido que dejara de andar siguiéndonos y espiándonos… ¿Por qué le cuesta tanto entender que su hermano tiene la libertad de hacer lo que quiere? ¿Por qué quiere controlar lo que él hace y con quien ande?
- Usted como debía esperar no entiende nada… El no es cualquier persona, el tiene un perfil aunque no sea un personaje público, tiene que cuidar lo que haga porque lo que hace afecta a una familia entera… Y no es cualquier familia, ha sido una familia que se ha levantado de sus cenizas y que se ha ganado enemistades… Un miembro de la familia rival siempre será un elemento indeseado, aunque mi madre le colme de atenciones y que mi padre no se oponga públicamente y mi hermano no quiera separarse de usted… Usted para mi familia siempre será miembro de esa sucia prole que intento destruirnos…
- ¡Le exijo respeto!!
- ¡Usted no me viene a exigir nada en la casa de MI FAMILIA!… Usted siempre será un Takatsuki, esos malditos que solo están compuestos de escoria… Un padre oportunista y aventajado lleno de vanidad, una madre insulsa sin carácter que no se sabe dar su puesto-
- ¡NO LE PERMITO QUE HABLE ASI DE MI FAMILIA!!
- Y no olvidemos a su hermana… No solo una chismosa arrastrada… Sino que es una zorra escala posiciones que no tiene ninguna vergüenza-
- ¡CALLESE!!!!
El chico no se pudo contener, la ira lo encegueció tanto que no supo en qué momento su puño cerrado se había estrellado contra la nariz del otro hombre haciendo volar sus anteojos hacia una dirección desconocida y lo peor voltearle el rostro a ese hombre que ahora reflejaba sorpresa… Sorpresa de que Shinobu hubiese sido capaz de haberle golpeado a él… Y menos aun haberle hecho sangrar la nariz… El chico se agarro la mano adolorida pero con su mirada le daba cuenta que no se retractaba de lo que había hecho… El hombre después de salir de ese shock se quedo callado por unos segundos para luego de forma intempestiva acercarse al chico el cual fue tomado por sorpresa y agarrarle los hombros enterrándole los dedos en la carne mientras le gritaba en total descontrol:
- ¡MISERABLE TAKATSUKI!!! ¡AHORA ME ENCARGARE DE USTED DE UNA BUENA VEZ!!!!
Los ojos de ese hombre se habían transformado totalmente, sus irises oscuros le denostaban emanando una rabia sin fin, los ojos de un enloquecido perdido en la bruma de la ira, el chico sintió con horror como las manos de ese hombre le impedían retroceder y ahora se acercaban peligrosamente a su cuello, seguramente con el ardiente deseo de apretar el delgado cuello del joven, y una mirada homicida se estaba asomando en esos ojos que ya estaban desvariando… Shinobu trato de zafarse pero la mirada aterradora lo sometía… Nunca en su vida había visto mirada semejante… Y sabia que si no se alejaba… Las cosas no terminarían bien… Y fue cuando la puerta detrás de él se abrió de golpe, Shinobu en medio de su terror sintió un halo de alivio pensando que sería Chiyo-san quien lo salvaba… Pero la sorpresa más grande que podría recibir fue la de escuchar la voz enfurecida de su esposo originándose justo detrás de su espalda:
- ¡SI NO SUELTAS A MI ESPOSO EN ESTE MOMENTO, TE ARREPENTIRAS KYOSUKE!!
El otro hombre detuvo inmediatamente sus manos y la mirada llena de ira se transformo en sorpresa… Y miedo… Porque esa aura negra de peligro se percibía en la sala ahora… Por la mirada de ese hombre sentía que al parecer su esposo estaba demasiado enojado… Porque le hizo detenerse completamente… Y Shinobu se lleno de alivio y alegría… Su esposo estaba allí… Lo había rescatado y se dispuso a voltearse para contemplar en todo su esplendor por primera vez el rostro del hombre que amaba pero entonces antes de girar su cuello unas enormes manos se posaron en sus hombros posesivamente transmitiendo esa calidez a través de ellas… Pero ahora con una fuerza desmedida no sabía si se debía a la presión un tanto elevada que ejercían sobre su piel y una voz de advertencia que resonó con severidad:
- ¡SHINOBU NO TE ATREVAS A VOLTEARTE!!
El chico apenas pudo detener su impulso, aunque el deseo de ver por fin a su esposo estaba latiéndole en su corazón… ¡Yoh no podía ser tan cruel!... Solo podía balbucear un nervioso “Pero…” Sin embargo la autoridad de él Miyagi menor se impuso sin necesidad de añadir una palabra más… Luego cuando tanto Kyosuke como Shinobu se calmaron ante la presencia inesperada, Yoh dijo ahora en voz más calmada pero no con menos seriedad:
- Kyosuke necesitamos hablar ahora… Esta situación ya esta saliéndose de tus manos y te has pasado de la raya… ¡No pienso tolerar más tus groserías y mucho menos que hayas intentado agredir a mi esposo!
El otro hombre a pesar del semblante que había tenido minutos antes, se había recompuesto de forma asombrosa y respondió en un tono más calmado de lo que se esperaba mientras se limpiaba la sangre de su nariz con un pañuelo que había sacado de su chaqueta:
- Fue tu querido esposo quien me agredió primero… Se atrevió a golpearme en la casa de nuestra familia… Deberías controlar mejor a este-
- ¡Usted sabe perfectamente que se lo merecía!... ¡Usted fue el que empezó insultando a mi familia!
- ¡Ya cálmense los dos!... Shinobu quiero que vuelvas a la casa… Quiero que me esperes allá porque tenemos que hablar… Por ahora solo sal de la sala por que voy a tener una conversación muy seria a solas con mi hermano… Y espero que no intentes voltear a verme… Solo te pido eso… ¿Entendido?
El chico asintió y se dirigió a la puerta siempre dándole la espalda a su esposo, aunque unas terribles ganas de voltear a hurtadillas y dar un vistazo crecían a medida que se acercaba a la puerta… Pero… Sabía que debía respetar la petición de su esposo… El había ido hasta allá… Sabía que había ido por él, y que lo había rescatado, lo menos que podía hacer era obedecerle, además debía confiar en Yoh, o si no todos los ejercicios de confianza de su terapia de pareja no habrían servido de nada, así que resignándose salió de la sala sin haber podido ver el aspecto de su esposo, pero sabía que la oportunidad de verlo se daría en una ocasión consensuada y no por accidente, así que se dirigió a la entrada principal donde su suegra estaba con semblante preocupado, y al instante se acerco a él con aire angustiado:
- ¡Shinobu-kun! ¿Qué paso ahí adentro?... ¿Kyosuke te hizo algo?... Vi a Yoh entrar y no sé qué paso… No pensé que vendría…
- Chiyo-san no se preocupe… Yoh-san ya se está encargando… Está hablando con Miyagi-san… La verdad me preocupa mucho si hay mas reuniones con el porqué en definitiva yo no le caigo muy bien, ni yo me lo paso… No nos caemos bien y temo que nunca nos llevaremos bien… Es una pena pero preferiría evitar algún otro encuentro con ese hombre porque podría terminar muy mal… Lamento mucho todo esto Chiyo-san…
- No querido Shinobu-kun… La verdad no pensé que Kyosuke vendría tan temprano, pensé que vendría más tarde… En ocasiones el viene a beber un trago y fumar puros con su padre en las noches pero siempre es mucho mas tarde… Lamento que haya sucedido esto… La próxima vez me cerciorare de que no se encuentren… Por ahora espero que no haya ninguna pelea desagradable con mis hijos… Nunca había tenido que vivir algo así…
- No se preocupe Chiyo-san… Estoy seguro que Yoh-san sabrá que hacer y que Miyagi-san es un hombre adulto que entrara en razón y no propiciara ningún conflicto con su hermano.
Shinobu sentía que era más deseo que otra cosa… Porque no creía en el fondo que su cuñado tenga la mente clara… De hecho temía que en esos momentos estuvieran dándose puños en esa sala… Pero sabía que por más que quisiera no podría entrar para evitar eso… No podía verlos… Así que solo se despidió de una atribulada mujer y pedirle al chofer para que lo lleve a casa.
Ya llegando se quedo en la habitación paseando de un lado a otro en la oscuridad, angustiado por lo que pudieran estar haciendo esos hombres, y los momentos transcurrían con una zozobra insoportable, sin tener a la mano su celular por que no podía tener una fuente de luz en la habitación… Así que tuvo que aguantar el lento pasar del tiempo hasta que sintió la llegada del mayor en la habitación que llegaba con algo de afán… Y la reacción instantánea del chico fue de lanzarse a los brazos de ese hombre que lo recibió con un cálido abrazo mientras susurraba:
- ¿Mi hermano te hizo algo?
El chico solo negó con la cabeza mientras se aferraba a su pecho, aliviado y sintiendo el calor que emanaba su esposo, ese calor que ahora acogía con fervor y entonces supo que el trauma quedo atrás… En el olvido, porque ahora ya solo podía aceptar con todo su ser a su esposo sin temor de que volvieran esos nefastos recuerdos… No… Solo estaba feliz de saber que ahora ya no sentiría ninguna sensación desagradable… Solo pudo sonreír y abrazar con más fuerza a su esposo… Y el silencio se cernió sobre ellos, un silencio alentador, esperanzador y con la sensación de que lo que fuera a suceder sería algo esperaban con entusiasmo… Shinobu solo podía sentirse protegido y que la confianza que llego a perderle a su marido se estaba reconstruyendo con los hechos que él le había solicitado, y ver como su esposo le estaba cumpliendo… No podía sentirse más afortunado.