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Tiempo por Zia

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Las visitas de Michale se hacían más espaciadas lo que le daba la oportunidad de caminar por su cuenta y recuperar la condición que había perdido en casi un mes y miedo en el que le habían negado el poder hacer cualquiera clase de ejercicio, por lo que cuando estaba este en la habitación a la que había sido confinado a veces llevaba algunos documentos aunque no les revisaba por estar con él o dentro de él, así que cuando caía dormido Adam se ponía a leerlos después de todo el aburrimiento era mucho y los pocos libros ya los había leído más de dos veces cada uno, después de algunos ocasiones se atrevió a hacer modificaciones y observaciones en pequeños papeles que acomodaba con unos clips señalando las fallas o lo que se debía de cambiar, por lo que Michale al observarlas después se sorprendía, ya que podía ver fallas a documentos importantes que pasaba por alto así que después le pedía que revisaría los documentos y les cambiara lo que creía necesario así se podía entretener.


 


Tenía 7 meses cuando un alboroto se hiso en la casa estaba en su cuarto revisando unos documentos, podía escuchar a la gente gritar y festejar, algo bueno había pasado pero no se le tenía permitido salir por lo que se limitó a ver por la ventana lo que ocurría, varios vehículos estaban estacionados al frente pero el de Michale no, eso fue lo primero que le extraño, por lo que regreso a su escritorio el cual había mandado a poner el hombre en el cuarto, eran las 5 de la tarde cuando el doctor entro con una bandeja cubierta por una tela, Adam veía moverse al doctor hasta llegar a un lado de él, coloco la bandeja en otra mesa más pequeña que tenía un jarrón y la descubrió, Adam vio de inmediato un par de inyecciones y barias pastillas, algo que hiso se tensara al instante


-“¿Qué es eso?”- pregunto inquieto levantándose de su sillón


-“algo que te ayudara”- dijo el doctor algo nervioso


-“no, lléveselas de aquí”- se alejó de él doctor el cual le tomo del brazo para jalarlo y sentarlo de nuevo acto que reprocho el moreno –“aaah… me está lastimando”- dijo mientras se sobaba su brazo y cuando el doctor se volteó para tomar las pastillas y un vaso con agua Adam aprovecho para salir corriendo pero su abultado vientre le impedía moverse rápido por lo que el hombre se le abalanzo haciendo que cayera al piso de costado, tomo las pastillas y se las metió en la boca vaciándole  el agua con la cual casi se atragantaba, Adam tosió un par de segundos pero se dio cuenta que no se podía levantar ya que levantarse de la cama era relativamente difícil pero del piso no podía ya que no tenia de dónde agarrarse, cuando el doctor se quitó de encima de él y fue por una de las inyecciones podía sentir sus piernas y brazos débiles mientras el doctor regresaba


-“esto solo te va hacer dormir”- tomo el brazo de Adam el cual estiro para inyectarlo, Adam podía sentir el ardor que le provocaba el medicamente y después un mareo


-“no”- susurro mientras sentía como sus palabras se desvanecían en su garganta sin permitirle continuar, cerró los ojos levemente y su mente se perdió en la obscuridad.


 


Podía ver un jardín con rosa y algunas flores las cuales dudaba de su existencia algo realmente hermoso, ese sueño lo había tenido en varias ocasiones mientras escuchaba en un murmullo a una mujer cantar, su voz era dulce pero lo que le llamaba la atención era ver a un niño rubio de ojos azules jugar con una espada, el niño se movía de un lado a otro blandiendo el objeto, después todo se oscurecía y estaba ante un hombre sin un ojos que le miraba furioso pero a la vez con tristeza le tomaba del cuello y sentía que le hacía daño no podía respirar y le escuchaba decir algunas palabras en un idioma que no conocía después un brillo y podía ver que le aventaba al agua donde se hundía, no podía respirar y rápidamente su conciencia desaparecía, abrió lentamente los ojos su cuarto se había reducido a una extraña jaula con almohadas a su alrededor en su cuello sentía una cadena larga.


 


El Doctor Bardas había sacado a Adam por la cocina dejando su auto cerca, le metió en la parte trasera tapándole con una cobija, la tarea no fue sencilla aunque solo tuvo que esperar a que celebraran cualquier cosa para llevar a cabo su plan, el joven valdría millones en el mercado y sabia con quién llevarle, con ello podría liberarse de sus ataduras con la mafia rusa y huir a algún lugar en donde nadie le conociera, cuando llego al sitio le saco con sumo cuidado para después regresar por el ultrasonido portátil que tenía, después de que los gerentes constataran sobre el embarazo y que efectivamente se trataba de un hombre ni siquiera le tuvieron que meter en la subasta ya que ellos pagaron por él.


 


Adam estaba en esa diminuta jaula sin agua ni comida a merced de alguien que sin escrúpulos le había quitado toda su ropa y le exhibían como una pieza única de su colección, se sentía triste y muy desdichado su corazón dolia y el futuro se había vuelto más incierto ya que esos hombres no dudaban en drogarlo si era necesario para poder tocar su piel, por lo que había optado por simplemente dejaros hacer lo que querían, el barullo era grande a su alrededor aunque normalmente así era pero esta ocasión se había dado cuenta que su jaula se encontraba en un inmenso salón donde al parecer estaban dando una fiesta no sabía cuánto tiempo llevaba es ese lugar cuando escucho una voz


-“realmente es una belleza”- dijo el hombre Adam reconocía esa voz pero le habían dado algunos calmantes como siempre lo hacían antes de un “evento importante”  como les había escuchado anteriormente decirle, después un disturbio alguien gritaba pero su mente se negaba a continuar en ese lugar, podía sentir que alguien le cargaba y un aroma que reconocía cuando sus ojos se abrieron pesadamente era Michale quien le tenía en brazos en aquella limosina, no podía enfocar en nada mas cuando subió su mano para tocar su mejilla, necesitaba sentirla saber que era real y no solo una fantasía de su príncipe al rescate, cuando Michale le tomo la mano sonrió al sentir el contacto no sabía lo que pasaba con él pero en todo ese tiempo le había extrañado.


 


Michale jamás le había tratado como un objeto del cual presumir o mostrar y eso era algo que le había gustado, su trato caballeroso y en otras ocasiones tosco pero cargado de sentimientos, Adam sabía que le quería única mente para él y que podía confiar en su palabra, le dejaría tener su hijo y que este viviera a su lado, cuando adquirió total conciencia estaba de regreso en su cuarto pero ahora tenía dos personas afuera, se levantó pesadamente pero sus piernas le fallaron la droga seguía aun en su sistema y su cabeza daba vueltas, se aferró a la cama y después de algunos minutos de llanto sintió las manos del más grande levantándolo del suelo, Adam se volteó cuando sintió que estaba parado abrazado en el ancho pecho del moreno


-“tuve tanto miedo”- dijo Adam sin soltarlo mientras este le acariciaba el cabello que ya estaba más largo


-“no te preocupes”- se alejó y beso su frente limpiando los rastros de lágrimas –“nunca te volverán a hacer daño ni él ni nadie”- dijo confiado haciendo sentir seguro al más pequeño para recostarle en la cama –“estas en casa”- Adam no pudo evitar cerrar los ojos y que esas palabras se gravaran en su mente “estas en casa” había dicho Michale ¿pero realmente lo estaba?, su cuerpo le decía que si pero su mente seguía en ese jardín y el pequeño niño empuñando esa espada.


 


los siguientes días un nuevo doctor le revisaba, aunque nunca a solas, el final de su embarazo se acercaba y el levantarse o caminar se hacía más pesado, cuando tubo al pequeño, efectivamente había tenido que hacerse una cesaría, por lo que duro en cama los siguientes días en los que se recuperó, el pequeño era muy lindo sus ojos azules la pelusita rubia que cubría su cabeza y su piel blanca, Michale fue el más emocionado al verle tanto así que le puso un nombre y le dio sus apellidos haciéndolo parte de la familia, cuando Iván se enteró de que por fin Michale le había dado un heredero fue a constatarlo en persona


-“Padre”- le recibió Michale en la entrada y después de un par de abrazos y besos en las mejillas le encamino a la sala


-“he venido a conocer a mi nieto”- dijo el hombre de manera afable hacia su hijo a quien palme en el hombro –“y a su madre”- sonrió de manera picara, el más joven le hiso un ademan a uno de sus hombres que seguía en la puerta para que mandara a llamarles, después del nacimiento del infante le habían dado más libertad a Adam de andar por la casa, por lo que no dudaba en salir de su cuarto y caminar por todos lados, cuando la puerta se abrió se dejó ver a un hombre de 1.70 tez pálida, ojos verdes y cabello negro como la noche quien llevaba en brazos a un niño de dos semanas dormido, Iván se levantó como un resorte para ver al pequeño infante


-“se parece a tu madre”- dijo tomando al niño entre sus brazos, le vio directamente y este bostezo abriendo sus ojos lentamente haciendo sonreír al hombre –“y tiene sus ojos”- casi llora –“tu madre estaría orgullosa de ti, y ¿Dónde está su madre? “cuestiono volteando a ver a su hijo quien le sonrió


-“está parado frente a ti”-dijo mientras veía a la figura delegara frente a él haciéndole casi desfallecer


-“¿qué clase de broma es esta?”- grito indignado Iván


-“ninguna broma padre él es su madre”- se acercó para abrazar a Adam quien seguía de pie en el umbral de la puerta, a lo que el hombre mayor se tuvo que sentar, estaba pálido mientras veía al joven frente a él quien había tomado de vuelta al bebe que acunaba en sus brazos


-“¿Cuál es su nombre?”- interrogo viendo a los dos


-“padre te presento a Adam Marlowe y mi hijo Dimitri Rachman Marlowe”- dijo orgulloso haciendo sentir feliz a Adam por sus palabras, mientras que Iván les veía desde su asiento, no consideraba que la afición de su hijo por su mismo género fuera saludable para su nieto y mucho menos si por esto había matado a la madre del niño para hacerlo pasar por hijo de un hombre, por lo que decidió mudarse a la casa del campo con la excusa de tener más contacto con ambos nuevos miembros de la familia.    


 


El conocer a Adam fue difícil ya que el moreno se encerraba en su mundo privado en el cual nadie tenía permitido entrar, las únicas interacciones que tuvieron fue cuando le veía trabajar en los documentos importantes de la familia rectificándolos o agregándoles cosas, Iván había tenido que admitir que su trabajo era implacable y su porte impresionante, después de casi un mes de su llegada podía verle caminar de un lado a otro con un traje negro cargando a su nieto o un libro, su trato hacia con su nieto tambien era implacable ya que le cuidaba como una madre llevándose en más de una ocasión un golpe o un moretón por estar con el niño cuando empezó a caminar.


 


Llevaba un año y un par de meses cuando Iván se percató que Adam tenía varios días enfermo, se había recluido en su cuarto por fuertes dolores de cabeza y mareos, Iván estaba algo preocupado por la salud del hombre al que había aprendido a apreciar, esa tarde su nieto estaba siendo cuidado por una niñera mientras que Adam descansaba en el cuarto, pero necesitaba que revisara algunos contratos por lo que fue a su habitación, sin tocar la puerta se adentró encontrando al menor en el baño, sentado cercas de la taza del escusado con las manos en el rostro, cuando levanto la mirada y vio al hombre mayor


-“¿puedo ayudarle en algo?”- pregunto con su acostumbrado tono de voz frio ya que sabía que el hombre no aprobaba su relación con su hijo


-“requiero que veas esto”- le extendió el documento para que lo tomara al instante, pero cuando Adam se paró de su lugar un intempestivo mareo le azoto haciendo que se desvaneciera en el lugar, Michale mando a hablar al doctor que le había atendido en su últimas semanas de embarazo para que le viera, después de varias horas y tomar algunas muestras de sangre le dio algo para el mareo y se marchó, dos días después mientras revisaba unos documentos Adam el hombre que se había vuelto de confianza entro con un sobre cerrado el cual le entrego al moreno, Adam abrió este después de que el doctor se fuera, los resultados que veía no eran los que esperaba haciendo que se sintiera entre feliz y molesto ya que Michale le había prometido que esperaría por lo menos a que Dimitri tuviera dos años para volver a quedar en estado.


 


Su semblante era de molestia mientras caminaba por los pasillos de la casa, cuando diviso a su pareja entro al cuarto y le quito de las manos a su pequeño pasándoselo a una sirvienta y corriendo a todos del lugar, a excepción de Iván quien no se movió ni una pulgada aunque el moreno pequeño le veía con una mirada asesina, cuando salieron todos empezó a respirar profundamente caminando en círculos frente a Michale quien le veía extrañado por su comportamiento


-“tu”- le apunto con un dedo –“eres increíble, simplemente increíble”- le pego con los pápeles barias veces –“tonto, idiota, aaah”- grito dejándose caer en un sillón cercas de Iván quien le veía entretenido por la rabieta, cuando Michale tomo los arrugados papeles del suelo y los extendió, empezó a leerlos pocos minutos tardo en que se le dibujara un sonrisa boba en su cara y volteara a ver al moreno que ya hacía en un sillón enojado, camino hacia él y le tomo entre sus brazos aunque este siguiera forcejeando para evitarlo


-“seré padre otra vez”- grito emocionado mientras Iván les veía pálido, se paró y tomo los documentos de la mano de su hijo para examinarlo


-“no me hables”- dijo Adam indignado -“me habías prometido que pasarían dos años después de Dimitri y solo han sido uno”- hiso un puchero


-“te prometo que te recompensar”- le susurró al oído mordiendo el lóbulo de la oreja


-“el sexo fue el problema y ¿me quieres recompensar con más?”- Adam rodo los ojos y salió azotando la puerta, afuera le quito a la sirvienta a su hijo y subieron a su cuarto.


 


Los siguientes días Iván estaba al pendiente de todo lo que pasaba en la casa y aunque Adam no hubiera vuelto a salir de su cuarto las visitas a este se hacían recurrentes principalmente porque él llevaba parte de los negocios familiares, los que eran legales, Iván vio cómo su vientre se iba abultando mientras los meses pasaban, ya estaba en su quinto mes cuando estaba revisando unos contratos que Adam se dobló en su silla de dolor soltando un par de lágrimas, algo que alarmo a Iván


-“Michale”- grito Adam al mayor quien había salido al pasillo a tomar una llamada haciéndolo regresar de inmediato, cuando se arrodillo frente al más pequeño este le golpe alarmando aún más a Iván quien veía todo desde su lugar –“tu hijo está jugando al futbol con mis riñones”- reclamo Adam haciendo que Michale pusiera una de sus manos en el vientre para sentir las patadas de su bebe y sonreír ante los constantes golpes –“no te atrevas a sonreír, me duele mucho, has que pare”- suplico lo último pero este solo le vio extrañado a lo que Iván se paró de su silla y tambien puso su mano en el vientre del joven, cuando sintió la patada retrocedió levemente pero frente a él estaban aquellas esmeraldas suplicando así que empezó a mover su mano en círculos sobre el vientre del joven quien al instante se relajó –“gracias”- dijo Adam mientras se recostaba en la silla cerrando sus ojos, Iván se soltó riendo al ver a su hijo un poco afligida al no haberle podido ayudar a su pareja


-“tu, mi pequeño hacías sufrir a tu mande durante la noche y solo a si te calmabas”- Adam y Michale le vieron con cierto deje de alegría porque era la primera vez desde que había llegado que este reía, Iván ya se había acostumbrado a que Adam golpeara a su hijo después de todo era la uniforma de desquitarse por lo que le hacia su hijo algo que sentía jamás iba a entender por qué aunque Adam era hombre él no quería averiguar lo que sentía al tener al inquieto niño en su interior, los meses pasaron más rápidos y después de averiguar que el segundo hijo de su hijo tambien era niño festejaron durante una sema, el parto fue similar al de Dimitri solo que con más experiencia para el doctor quien le atendía.


 


La felicidad de tener al niño entre sus brazos no se compara, Iván Rachman Marlowe nombrado así en honor a su abuelo era su pequeño niño de piel blanca ojos cafés y pelo negro se parecía a Michale en todo, algo que alegro a todos, Adam se había cansado demasiado ya que en esta ocasión había tenido contracciones algo que no había pasado en el anterior, por lo que Iván decidió que sería bueno para él cuando se recuperara el ir a Rusia a que conociera por fin los sitios que manejaba, aunque un poco renuente Michale por ello no pudo negarle a su padre aquella petición, Iván llevo a Adam a todos lados como si se trataran de turistas, comieron en restaurantes muy caros y le compro más ropa además de que le enseño a disparar un arma, esto sin que su hijo se enterara, al final apreciaba al joven como lo que nunca creía que fuera la madre de sus nietos y el amor de su único hijo por lo que pronto se convirtió en  una persona de confianza en la cual podía confiar.

Notas finales:

gracias por sus comentarios <3 feliz navidad xoxoxoxoxoxoxox ^_^


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