Titulo: Mi príncipe
Resumen: Él representa mi todo… siempre tan inocente, tan dulce… tan mio.
Categoría: Kuroshitsuji
Clasificación: Mayores de 13 años
Género: Romántico
Advertencias: No
N° Capítulos: Único
Por: Haruka Eastwood
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Mi príncipe
Agni Arshad Pov
—Agni~ estoy muy aburrido.
Tranquilamente gire el rostro y lo vi tendido sobre la cama con pereza; haciendo infinidad de pucheros mientras leía un libro, comenzando a patalear infantilmente conforme el segundero del reloj avanzaba. Instintivamente sonreí acercándome a él, quien clavo su mirada en la mía.
—¿Qué le gustaría hacer, mi príncipe? —Bajo la vista un poco sonrojado, tal vez tenga fiebre, pero al querer tocar su frente detuvo mi mano—. ¿Se siente mal?
—No es eso… es solo… —balbuceo.
Mi vista se clavo en sus suaves y delicados labios que se abrían y cerraban, sin saber exactamente qué decir. Se movían de una forma demasiado sensual, tanto que desee probarlos, ansiaba saborear esa perfecta boquita de mi dulce príncipe. Sin embargo no podía…
Somos diferentes en todos los sentidos, yo fui salvado por él, y prometí protegerlo de todo y todos, aun si eso significa mantenerlo a salvo de mi persona, de los deseos impropios que siento por mi amado príncipe, mismos que a cada segundo se van acrecentando, sin embargo contrario a mis pensamientos, mi cuerpo se fue acercando cada vez más a él, hasta sentir su cálido aliento entremezclarse con el mío, el cual era tan dulce, como él… como todo.
—Soma-sama… —susurre maravillado.
Su bello rostro aun infantil me observaba, entre temeroso y ansioso. Y no tenía las palabras indicadas para decirle que jamás le haría daño porque le amaba, me enamore perdidamente desde aquel día en que le conocí y me libero de una muerte segura. Esa tarde los tibios rayos del sol bañaron su cuerpo, dándole un aspecto divino que lleno de calidez mi alma, dándome una nueva oportunidad para vivir y un motivo para seguir adelante.
—Agni… bésame… —su enérgica voz se había marchado, trayendo consigo, un sutil murmullo que apenas y fui capaz de escuchar—, por favor.
Tenía tantas ganas de hacerlo, aun cuando no podía. No debía porque él es mi Dios… quien me ha salvado y a quien le debo la vida, aun así sentí mi corazón oprimirse al ver sus preciosos ojos cerrarse en espera de sentir mis labios contra los suyos. Solo unos centímetros nos separaban, y contrario a todo pensamiento impropio me limite a abrazarlo, apretándolo fuertemente contra mi cuerpo como si en cualquier momento fuera a perderlo.
—No puedo —susurre en un hilo de voz, sintiendo como las tibias lagrimas descendían por mis mejillas hasta posarse en su hombro—. Soma-sama es mi príncipe… mi Dios… no puedo.
Por primera vez me sentía realmente impotente ante una situación.
—Te amo —sus brazos rodearon mi cuello—. Agni… te amo.
Comenzó a repetirlo cual mantra, apartándose de mi cuerpo para limpiar mis lagrimas con sus pulgares, finalmente llevo mi mano derecha hasta su pecho, al mismo tiempo que recargaba su cabeza en el mío.
—Soma-sama —nombre al sentir como su corazón palpitaba con desenfreno.
—No soy un Dios —murmuro—. Solo soy Soma… tu Soma.
Finalmente mis labios sellaron los suyos, en un beso puro y casto como él… como mi príncipe… solo mío.
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Fin