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Ai wa yoki shinai monodesu ( El amor es algo inesperado) por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hii

espero les guste

Sin mas que decir ...

A leer!!!!

suna se alejó hacia su tienda seguido por un pelinegro que antes de alcanzar al castaño le dedicó una mirada espeluznante a Gokudera, esas que te dicen "aléjate de lo que es mío o te morderé hasta la muerte"

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-¡Reborn! ¡Cuando estará el desayuno!- decía una vaquita con un tierno puchero

-vaca tonta, las muchachas están preparando todo, ten paciencia- le respondió el de fedorra mirándolo reprobatoriamente

-Es que Lambo-san tiene mucha hambre

-Yo también tengo hambre y no estoy gritando

- Uhm... entonces por qué me levantaste tan temprano si aún no estaba el desayuno- se cruzó de brazos

-Porque todos tenemos que ayudar, Hibari y Tsuna fueron a conseguir agua al río, Yamamoto, Gokudera y Ryohei, fueron a cortar leña y era justo que tanto Ipin, tú y yo ayudaramos a Haru y Kyoko a cargar la comida y desempacarla

-Sí...tienes razón, lo siento- Lambo agachó la cabeza, sabía que su comportamiento no era el correcto

Reborn sonrió de lado, sin duda la vaquita había cambiado, si aún fuese el mismo Lambo de 5 años de seguro no le hubiese importado lo que le dijo, le agradaba saber que el pequeño bovino maduraba favorablemente.

-Es bueno que reconozcas tu error- el pelinegro acarició su cabeza, haciendo que el de cabellos ondulados levantara la cabeza y lo mirase- vaquita tonta

Lambo se sonrojó, se preguntaba porque cada vez que Reborn hacía o decía cosas como esas, sentía su cara arder cuando antes eso no pasaba, es más, antes en lo único que pensaba era en derrotarlo, fracasando siempre, y ahora el vencer al mejor hitman era algo sin sentido para él.

-¡Reborn-chan, Lambo-chan, ya está listo el desayuno!- se escuchó la voz de Haru

-Ya está listo, vamos Lambo

-Sí, ya era hora, Lambo-san está ansioso por probar la deliciosa comida de Haru-chan y Kyoko-chan otamone!- le respondió el bovino con una sonrisa

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Todos se encontraban sentados sobre una gran manta, de esas que se utilizan en los picnic, las chicas estaban sirviendo todo lo preparado y con solo ver los platillos los chicos podían intuir el delicioso sabor de estos.

-Itadakimasu!!- dijeron todos al unísono y comenzaron a comer, unos más rápidos que otros como por ejemplo el bovino

Entre risas y comentarios de cosas triviales luego de media hora todos terminaron y agradecieron a las chicas; descansaron un rato y luego de un tiempo de ocio, Reborn les indicó a todos que se acercaran.

-Muchachos, ya que descansaron lo suficiente propongo un juego para divertirnos un rato.

-¿Qué clase de juego?..."Espero y no sean esos peligrosos al estilo Vongola"

-No es nada peligroso dame-Tsuna- Reborn sonrió dejando a un castaño sorprendido por haberle leído la mente

-Juguemos entonces, será divertido- dijo Yamamoto

Un pelinegro que estaba un poco alejado de los otros al escuchar la palabra " juego" se dispuso a alejarse del lugar, pero una mano tímida lo detuvo.

-Hi-Hibari-san, no... no te vayas- dijo Tsuna quien al notar las intenciones del prefecto se alejó de los demás rápidamente y fue tras él

-Herbívoro, sabes bien que odio las multitudes y sobre todo la "diversión" grupal- respondió con sarcasmo esto último

-Pero...si Hibari-san no está no será lo mismo, si quieres no participas pero por favor quédate- lo miró con súplica mientras apretaba el agarre en la manga del prefecto.

"Tsk, maldición no me puedo negar a esa mirada"

-De acuerdo herbívoro

El castaño sonrió feliz y junto con Hibari se acercaron hacia los demás.

-Bien el juego consiste en que cada uno demostrará cuál es su talento, pueden hacer cualquier cosa, pero tiene que ser algo que los identifique y en lo que sean buenos, habrá un premio para el ganador

-¿Quién calificará al ganador Reborn-san?- preguntó Gokudera

-Es voluntario, ¿quién se ofrece a calificar?

-Yo Reborn-chan- dijo Kyoko- será divertido

-Muy bien entonces Kyoko lo hará- miró a los chicos- ahora sentémonos, cada uno saldrá al frente y mostrará su espectáculo

-¡Bien!

El primero en salir fue Ryohei, quien al ser muy extremo, golpeó un gran árbol para demostrar su fuerza haciendo que este cayese y por poco aplastase las tiendas, al final todos tuvieron que ayudar para evitarlo.

El segundo fue Gokudera, quien sacó todos sus tipos de llama y activó sus sistema C.A.I. Todo iba bien hasta que Uri logró salir de su caja arma y comenzó a arañar todo su rostro. El albino terminó luchando contra su amigo peludo y muchas bombas volaron por los aires.

La tercera a en salir fue Haru, ella se colocó diversos disfraces y junto con Ipin cantaron una canción, pero al no ser su voz tan melodiosa, casi dejó sordo a más de uno.

El cuarto en salir fue Yamamoto, el moreno sacó su espada y cortó el pescado como lo hacía su padre Tsuyoshi, todos se quedaron impresionados por su técnica, sobre todo a un albino tsundere.

El quinto en salir fue Hibari y todos estaban expectantes por lo que haría. El prefecto se paró en frente de todos, sacó sus tonfas y dijo "¿quien quiere ser mordido hasta la muerte?"

Los demás guardianes y las chicas se alejaron un poco de él, Tsuna se tensó y tras unos segundos se acercó a paso lento.

"No es momento de pelear, Hibari-san"- dijo Tsuna

Kyoya guardó sus tonfas y lo miró en calma

"El bebé dijo que demostrásemos algún talento, y morder herbívoros es mi especialidad"

El castaño sonrió divertido por la respuesta del mayor

"Lo sabemos Hibari-san, por eso no hace falta que lo demuestres, ven vamos a sentarnos"

 Hibari sonrió de lado y tan solo dijo un "vamos" antes de ir junto con Tsuna a sentarse.

El sexto en salir, fue Lambo, quien antes de llegar al frente tropezó y cayó golpeándose el rostro, provocando que llorase sobándose los ojos con los puños, sin duda una imagen muy tierna para los ojos de Reborn.

Finalmente, el último fue Tsuna, no acostumbraba a ser el centro de atención por lo que al estar frente a todos se puso muy nervioso, y más por la mirada penetrante de cierto pelinegro. 

Tsuna no sabía que hacer, y tras pensar por más de un minuto, lo único que se lo ocurrió fue entrar en modo hiper y hacer un X-burner dirigido a una montaña que estaba cerca, provocando en esta un gran hoyo.

Tras terminar, todos dirigieron su mirada a Kyoko y esperaron su veredicto. La castaña los miró por unos segundos en silencio y luego sonrió. Para algunos de los presentes el ganador había sido Yamamoto, para otros Tsuna, por increíble que pareciera; sin embargo, nadie se esperaba el nombre que salió de los labios de la castaña.

-El ganador es...Lambo-chan

-¡¡Que!!...- gritaron todos

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Durante toda la tarde se la pasaron conversando y jugando juegos de todo tipo, desde naipes hasta a las escondidas, ya que a pesar de su edad ellos se divertían mucho estando juntos.

Sin darse cuenta el sol se ocultó y al fijarse en la hora, el reloj marcaba las 7pm.

Haru y Kyoko propusieron un último juego, cuyo premio sería una deliciosa cena preparada por ellas, sin duda un gran incentivo para todos.

-Chicos- habló Haru- explicaré en que consiste el juego, se formaran tres equipos de dos personas, ya que Ryohei-san e Ipin, se ofrecieron a quedarse a ayudarnos.

Kyoko elegirá las parejas, habrá 21 piedras de los colores del arcoíris escondidas en tres zonas distintas por los alrededores y en el bosque, la pareja ganadora deberá encontrar 7 piedras de los distintos colores y el tiempo límite para encontrarlas será de una hora.

-Suena divertido, Haru- el castaño le sonrió provocando que la mencionada se sonrojase y que el prefecto la mirase con enojo

-Ehh... ahora Kyoko-chan dirá las parejas

-Bueno-habló la castaña- la primera pareja serán Yamamoto y Gokudera, la segunda Hibari-san y Tsuna-san y la última pareja serán Reborn-chan y Lambo-chan

-Muy buena decisión, Kyoko-dijo Reborn sonriendo de medio lado

-¡Entonces empecemos!- Yamamoto sonrió muy alegre, le había tocado hacer equipo con el peliplata y eso era tener suerte.

-Tsk, baka! – dijo Gokudera un poco nervioso recordando lo que pasó esa mañana cuando estuvo a solas con el espadachín.

-Hi-Hibari-san si no quieres jugar yo puedo...

-Si es contigo lo haré Tsunayoshi, vamos- respondió Hibari para luego comenzar a dirigirse al bosque

-Sí – dijo Tsuna muy alegre siguiendo al pelinegro

-¿Ehh, vamos Reborn?- preguntó Lambo

-Claro vaca tonta, andando- le respondió el hitman

Todos se fueron alejando quedando en el lugar solo Ryohei, Ipin, Kyoko y Haru. Las últimas comenzaron a preparar la comida que sería el premio siendo ayudadas por el guardián más extremo y la pequeña china.

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Pasó la hora, la castaña y Haru ya habían terminado la cena y los esperaban para conocer a los ganadores.

Los primeros en llegar fueron Yamamoto y Gokudera, unos minutos después Reborn y Lambo, y por último llegaron Hibari y Tsuna.

Todos mostraron sus piedras, el equipo de Yamamoto y Gokudera solo encontró una piedra de color rojo y otra color azul, el equipo de Reborn y Lambo encontró una de color verde y otra de color amarillo y finalmente el equipo de Hibari y Tsuna encontró una piedra de color violeta y otra de color naranja.

-Pues tal parece que nadie ganó- dijo Reborn un poco fastidiado por no haber ganado y no poder obtener la deliciosa cena para él y su linda vaquita.

El castaño desilusionado por el resultado del desafío, se acercó a su tienda para cambiarse de ropa, cuando divisó algo que brillaba medio enterrado a la entrada de esta.

Se acercó aún más y notó que era una de las piedras pero esta era de color índigo, la tomó y se le ocurrió una idea. Se acercó a los demás y les pidió que todos juntasen sus piedras;  al tener las 6 ya conocidas colocó la que encontró sobre todas las demás y sonrió.

-¡El ganador es el equipo de Tsuna-san y Hibari-san!- dijo Haru- ya que obtuvieron la mayor cantidad de piedras

- ¿dónde encostraste esa piedra, herbívoro?

- Ehh, es un secreto- le respondió Tsuna guiñando un ojo

-Uhm- Hibari sonrió de lado

-Chicas- habló Tsuna- me gustaría que la cena fuera para todos ya que no quiero que nadie se queden sin probar su deliciosa comida

-Mmm... tienes razón Tsuna-kun entonces todos siéntense, comenzaremos a servir la cena

-¡¡Bien!!

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Tras terminar de comer, antes de que todos fuesen a dormir, Reborn les propuso contar historias de terror, a lo que se opuso cierto castaño pero al final la mayoría ganó y Reborn comenzó con sus relato.

Tal parecía que el hitman no solo era bueno en matemáticas y todas las demás materias, así como en la mafia, sino que tenía una excelente imaginación, la historia que relataba tenía tal toque de miedo que más de uno saltaba en ocasiones cuando el de patillas llegaba a las partes emocionantes.

Obviamente en lo único que pensaba Tsuna era en que acabara ya de contar todo para poder ir a su tienda y embolsarse bien, no sabría si esa noche podría conciliar el sueño.

Reborn siguió su relato y llegó al desenlace de la historia, Tsuna sintió pánico al oír al hitman, quiso salir corriendo pero una mano tomó la suya y la apretó suavemente.

-No temas, es solo ficción- le dijo el prefecto

Tsuna al sentir su agarre se sonrojó haciendo que olvidase el motivo de su temor, así se la pasaron hasta que Reborn terminó y luego indicara que era hora de dormir.

Todos se retiraban a sus respectivas tiendas, el castaño más rápido que todos, ya que quería cambiarse antes de que Hibari entrase.

El prefecto llegó a la tienda y encontró a Tsuna ya vestido, lo miro y sonrió internamente y como ignorándolo un poco, fue hacia su futon y tomó la ropa con la que se cambiaría.

Hibari se quitó la chaqueta, luego desabrochó lentamente su camisa y la dejó caer al piso, le siguieron los pantalones y en un abrir y cerrar de ojos quedó solo en uno bóxer de colo negro.

 El castaño, quien veía atentamente al pelinegro, no pudo evitar ponerse de mil colores, no sabía qué hacer, si taparse con la sábana, salir corriendo o gritar...optó por lo último al ser lo más cercano que podía hacer al estar inmóvil.

-Hi-Hiba...

El prefecto se acercó rápidamente a él y tapó su boca, Tsuna calló y observó fijamente a Hibari, este le hizo una seña con la mano indicándole que no hiciera ruido, Tsuna asintió y el pelinegro retiró la mano de su boca.

Se miraron por unos segundos que parecieron eternos, el próximo jefe Vóngola estaba demasiado nervioso por la cercanía, en tanto que el prefecto, debatía internamente lo que pensaba hacer;  tener de esa forma al pequeño conejo, sonrojado, respirando agitadamente, era algo muy tentador, tanto... que simplemente no hizo caso a lo que decía su mente y siguió sus instintos.

Tomo con las dos manos las muñecas del castaño, lo recostó suavemente en el futon y se colocó sobre él, Tsuna estaba muy confundido por las acciones del pelinegro, quiso abrir la boca para decir algo pero toda palabra fue callada por los labios de Hibari, el cual comenzó a besarlo lenta y pausadamente, tentando un terreno desconocido para él.

Por su parte, el castaño estaba en shock, ¡era su primer beso! sentía tantas cosas inexplicables dentro de sí que no sabía qué hacer, no movía su boca pues era tan inexperto como un niño de 5 años al comenzar a leer. Tras unos segundos, Hibari se separó del menor y quedó observando  sus ojos color avellana.

-Hi-Hiba...- Tsuna quiso decir algo pero tal parecía que esa noche el prefecto no lo dejaría hablar. Hibari volvió a apoderarse de sus labios, los lamió y saboreo a su antojo durante varios minutos. A causa del aire, se separó nuevamente de Tsuna y tras dejarlo recuperarse, siguió otorgándo al menor una serie de besos pequeños y castos que callaban cualquier cosa que Tsuna quisiese decir.

"Son tan herbívoramente dulces" 

Luego de unos segundos más, Tsuna, tratando de seguir el ritmo de Hibari, cerró sus ojos para disfrutar cada toque que le era otorgado por él.

Sintió que los besos del prefecto eran demasiado dulces pero había algo que le molestaba, eran pequeños y rápidos cuando lo que él quería era que durasen más, quería sentir más al prefecto; así que cuando el pelinegro se separó de él para volver a besarlo, Tsuna rodeó su cuello con ambos brazos y comenzó un beso pegando sus labios por más tiempo, moviéndolos suavemente, ya que su falta de experiencia era algo innegable.

Hibari se sorprendió al principio por la acción del castaño, luego de unos segundos sonrió internamente y devolviendo el abrazo pegándolo más a su cuerpo, se dejó llevar y volvió a tomar el control del beso que, cada vez más, dejaba de ser tan solo uno de exploración, para ir convirtiéndose en uno que se otorgaban los amantes.

Pasan varios minutos disfrutando de la boca del otro y no faltaron las caricias por parte de ambos;  a Tsuna le gustaba mucho recorrer con sus manos el pecho y los abdominales bien formados del pelinegro y a este, el toquetear sus muslos y alzar cada vez más su camisón.

Hibari también quería saborear otras partes del cuerpo del castaño, así que hizo que este se sentase sobre su piernas sin que dejase de besarlo, para luego lamer su cuello lentamente haciendo que los suspiros de Tsuna se volviesen cada vez más frecuentes; el castaño seguía acariciando sus abdominales y de vez en cuando su espalda y brazos, le gustaba recorrer cada facción de este con sus dedos.

El mayor no se quedó atrás y comenzó a acariciar la espalda de Tsuna bajando cada vez más llegando a sus nalgas, haciendo que el castaño soltase un pequeño gemido haciéndolo por poco perder la razón.

En ese instante, Hibari se dio cuenta de la expresión de temor y lo tenso que se puso el castaño cuando él acarició su trasero; supo entonces que aún era muy pronto para el pequeño conejo y optó por detener toda acción. Se limitó tan solo a abrazarlo protectoramente acariciando su espalda, indicándole que no llegarían a más esa noche y que no se preocupara.

Tsuna correspondió el gesto y sintió el calor que emanaba del cuerpo de Hibari con la yemas de sus dedos, esto inmediatamente lo puso sumamente rojo e hizo que su corazón palpitase ,aún si era posible, más fuerte de lo que ya lo hacía.

Al separarse del abrazo, el prefecto lo  miró fijamente y le dio un dulce y casto beso antes de pararse y juntar los futones. Se  acostó sobre uno de ellos e indicó con la mirada al castaño a que se acercase a él, este así lo hizo acurrucándose sobre su pecho; ante el gesto, Hibari lo abrazó y tapó a ambos con una sábana y tras luego de unos minutos de silencio, los dos se rindieron ante los brazos de Morfeo.

......

 

Notas finales:

 kyaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!

al fin 1827 <3

¿Se merece Reviews? :)

nos leemos en el próximo capítulo

besos <3


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