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Reemplazando a mi hermana por Fullbuster

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Pain se giró con rapidez tratando de descubrir de dónde habían aparecido aquellas flechas. Desde luego, tenían que venir de su espalda. Se incorporó y miró con detenimiento entre la vegetación pero no vio a nadie. Quizá podía ser una flecha perdida pero dos... aquello le decía que no era un simple accidente. Alguien había detenido la segunda flecha y empezaba a sospechar de una persona en concreto. Sólo el Namikaze debería estar tan desesperado y lleno de ira por su hermano como para hacer semejante locura.


No podía verle y no podía confirmarlo pero sacó ambas flechas de la corteza del árbol y sonrió. Estaba convencido que el Namikaze tenía algo que ver en todo lo que había sucedido. Seguramente la segunda flecha habría sido de alguno de sus propios guardaespaldas pero enseguida descartó esa idea. Si su guardaespaldas la hubiera interceptado, le habría traído a ese chiquillo ante él. Quizá su esposo era quien le había detenido aquel atentado. No podía ser nadie más que Sasuke.


- Malditos críos - susurró mirando las flechas en su mano - esta vez te habrá salvado tu esposo, pero ya veremos si podrá la siguiente vez que nos veamos, Naruto.


Pain miró nuevamente la flecha de Sasuke en su mano y cerró sus dedos con fuerza agarrando el palo hasta partirlo.


- Bien jugado, Sasuke. Chico listo, no puedo cerciorarme de que haya sido tu esposo aunque mi instinto diga que es él.


- Majestad, ¿está usted bien?


- Sí, sólo una flecha perdida - comentó Pain quitándole importancia.


- Pero...


- Lo importante es que no hay que lamentar daños, aunque me gustaría volver al palacio y descansar.


- Claro, majestad - comentaron sus guardias.


Pain y sus guardias empezaron a recoger sus cosas y buscaron sus caballos. Los guardias dispararon un par de veces al cielo en forma de aviso para reagruparse y volver al castillo. Todos esperaron pacientemente hasta que los primeros guardias comenzaron a llegar, pero Pain tan sólo quería ver a dos personas, mirar sus caras y asegurarse que no habían sido ellos aunque estaba convencido... de que vería todo lo contrario, la culpabilidad, el fracaso de haber fallado el disparo en el rostro de ese chico rubio. Sólo quería verles.


Sasuke aún estaba encima de Naruto. Al mirarle a los ojos, supo enseguida que Naruto le había escuchado y le había entendido, así que soltó su muñeca dejándole libre finalmente. Naruto se quedó unos segundos sorprendido en el sitio sin poder moverse, agachando ligeramente el rostro hasta que su flequillo cubrió aquellos ojos azules que empezaban a derramar lágrimas.


Aquello sorprendió a Sasuke que se quedó sobre él observando cómo lloraba en silencio, cómo movía su mano hasta uno de sus ojos tratando de ocultarlo y secar disimuladamente las lágrimas que salían de ellos.


- Ey, Naruto... Por favor, deja que nosotros nos ocupemos de esto. Sé que es duro y difícil pero... me gustaría que confiases en mí.


- Mi... hermano...


- Lo sé y lo sacaremos pero necesito que dejes de actuar como un auténtico loco, piensa las cosas antes de actuar o nos meterás a todos en un problema mucho mayor. Queremos tanto como tú sacar a tu hermano de esto.


- No es cierto, tú no quieres ayudarme. Ni siquiera te has molestado en escuchar lo que necesito.


- Quieres que recupere tu reino - dijo Sasuke sorprendiendo a Naruto - el ejército no se convoca de la noche a la mañana y menos teniendo a Pain por el castillo observando todo lo que hacemos. Tengo que ir con pies de plomo y tratar de pasar la información sin que Pain sospeche de que estoy montando un ejército para atacar a su tío.


-  No sabía que lo estabas reuniendo.


- Todo lo deprisa que puedo, Naruto. No es fácil con Pain aquí, no puedo dar órdenes directas. Vamos, levántate y recomponte enseguida. No dejes que Pain te vea afligido. Si pregunta, hemos estado de cacería en el lado norte.


- No se lo creería.


- Claro que sí - dijo Sasuke sonriendo incorporándose y apuntando con su arco a una de las aves que comía cerca del lugar.


Cuando Sasuke disparó el arco, Naruto se incorporó todo lo que pudo quedando aún más cerca del cuerpo de Sasuke, que no se había levantado aún de encima de su esposo. Naruto miró hacia atrás viendo cómo la flecha había acertado en el ave y se sorprendió que Sasuke fuera realmente tan bueno. Quizá esperaba que hubiera sido más recatado, más niño de papá y mamá, más malcriado y mimado, no esperaba que supiera hacer cosas por sí mismo sin sus criados.


Sasuke se levantó dejando finalmente libres las piernas de Naruto y se colgó el arco a la espalda caminando hacia la presa que había cazado. La recogió sacando la flecha de su cuello y empezó a caminar en busca de su caballo.


Naruto se levantó también siguiendo a Sasuke y ambos caminaron hasta el caballo de Sasuke. Allí, el moreno dejó la flecha en el carcaj del caballo y subió ayudando luego a Naruto a subir tras él para ir a buscar el caballo de Naruto. Con el escándalo que habían montado con las flechas, el animal había decidido marcharse del sitio. No tardaron en encontrarlo pastando en un pequeño claro del bosque.


Al encontrar al caballo, Naruto soltó la cintura de su esposo para bajar cuando vio cómo Sasuke le daba la mano para ayudarle. Naruto la cogió y vio cómo Sasuke quitaba el pie del estribo para que él lo apoyase. Tras hacerlo, movió la otra pierna sobre el animal y la bajó al suelo aún cogiendo la mano de Sasuke hasta que llegó al suelo. Naruto no quiso ni mirar a Sasuke, no quería que viera aquel sonrojo pero empezaba a enamorarse de ese chico que parecía tan serio y en realidad, siempre estaba atento a él, preocupándose.


Naruto cogió las riendas de su caballo y montó dirigiéndolo hacia su esposo. Ambos llegaron al centro de reunión. Para cuando llegaron, Pain con algunos de sus hombres se giraron inmediatamente hacia ellos. No tardó ni dos segundos en preguntar Pain por su localización, claro que Naruto sonrió como si no supiera nada de lo que había ocurrido y comentó que había estado cazando en la zona norte. Sasuke levantó el ave con su mano sonriendo.


- En la zona norte hay buenas aves, es más fácil la caza allí - comentó Sasuke sonriendo - ¿Ya os habéis cansado de cazar?


- Algo así - dijo Pain - una flecha perdida me ha dado un susto de muerte.


- Oh, vaya, no sabía nada de eso. ¿Estás bien?


- Sí, sólo ha sido un susto - comentó Pain quitándole importancia aunque seguía sospechando de ellos.


- Volvamos entonces, será lo mejor. Podremos descansar todos y ya de paso, pediré a las cocineras que nos prepararen este delicioso pato - comentó Sasuke.


- Me parece una buena idea.


Esperaron unos minutos más hasta que los últimos guardias llegaron por la zona. Una vez estuvo todo el grupo inicial reunido, partieron hacia el castillo nuevamente. Sasuke no se separó ni un segundo del lado de Naruto manteniendo una fluida conversación fingiendo que no sabía nada del suceso. Pain sonrió y es que ambos sabían disimular muy bien, pero seguía pensando que aquellos dos habían tenido algo que ver en todo ese asunto de la flecha.


Probaría la inocencia o la culpabilidad de Naruto, si era él, tenía que haberse dejado llevar por la rabia y la desesperación. Pain sabía muy bien cómo conseguir sacar esa furia del rubio, tenía a su hermano. Conseguiría demostrar que Naruto era el culpable fuera como fuera.


Al llegar al castillo, el primero en salir a recibirles fue Itachi seguido de sus guardaespaldas. Iruka nunca se alejaba de su lado. Kakashi tampoco tardó en salir al ver que Naruto regresaba. Era la primera vez que había dejado que ese chico que siempre estuvo bajo su protección saliera solo con la guardia personal de su esposo. En algún momento tenía que demostrarle a los Uchiha que confiaba en ellos y en sus decisiones, no vio mejor momento que aquel para dejar clara la posición.


- ¿Qué tal ha ido todo? - preguntó Itachi sonriendo.


- Ha ido muy bien - se apresuró a responder Pain - ahora si me disculpáis, me iré a mi cuarto a descansar un rato antes de la cena.


Itachi no dijo nada aunque miró a su hermano de refilón. Sasuke al ver las dudas en los ojos de su hermano, le indicó con una señal de su cabeza que le siguiera hacia las caballerizas donde iba a ir Sasuke a dejar el caballo. Itachi le siguió en silencio. Una vez verificaron que estaban solos, le comentó todo lo ocurrido en la cacería.


- Sospechará de Naruto - comentó Itachi.


- Seguramente. Lancé una flecha para interceptar la de Naruto. No creo que se le haya escapado las dos flechas, sabe que estábamos juntos y volvimos juntos al punto de reunión. No puede probarlo pero... estoy convencido que sospecha de nosotros.


- Querrá corroborar que es cierto.


- Por eso creo que deberías entrar cuanto antes y no perderle de vista - comentó Sasuke - es posible que quiera pagarlo con Deidara para hacer saltar la rabia de Naruto.


- Iré ahora mismo hacia allí. Gracias por informarme, Sasuke.


- Ten cuidado. No creo que Pain sea muy comprensivo en estos momentos, no después de que le hayan intentado asesinar.


- Sigue fingiendo que no sabes nada de esto, yo intentaré solucionarlo.


Itachi entró cabreado por el castillo y pese a que Iruka le seguía a paso rápido tras él tratando de averiguar lo que ocurría, no consiguió que saliera ni una palabra de Itachi. Jamás había visto a Itachi en aquel estado, buscando con obsesión por cada uno de los rincones del castillo, jamás pensó que vería a Itachi entrar en la lavandería como lo hizo y menos... encontrarse a Pain allí tratando de forzar a un asustado Deidara. Itachi agarró el brazo de Pain con fuerza apartándole de Deidara ante el asombro de Iruka.


- Iruka, llévate a Deidara a la cocina y que le miren esas heridas - comentó Itachi notablemente enfadado - luego acompáñale hasta la habitación contigua a la mía y prepárala para él. Desde este momento se quedará en ese dormitorio mientras su majestad de la Lluvia se quede en mi castillo.


Pain no comentó nada hasta que Iruka se marchó de allí con Deidara. Podía ver su labio sangrar, veía sus lágrimas pero no dijo nada, tan sólo le subió la capucha de nuevo ocultándole de la vista de los guardias y le acompañó hacia la cocina como le habían ordenado.


- ¿Qué crees que haces? - preguntó Pain enfadado.


- No, ¿qué haces tú? Yo no consiento esta clase de actos en mi castillo y si vuelvo a ver algo semejante, créeme que tú mismo firmarás una guerra conmigo.


- ¿Una guerra por un simple campesino?


- Sabemos muy bien que no es un simple campesino.


- Pero él no lo sabe - sonrió Pain.


- Pero yo sí y no soportaré ni un segundo más que a alguien de su título se le someta a algo semejante. Si no estás conforme con mis reglas puedes marcharte a tu reino de vuelta. Mientras estés aquí, acatarás mis órdenes.


Pain rechistó pero aún así, no se atrevió a rebatir aquellas normas. Sabía perfectamente que Itachi y su reino tenía más poder que él. Ahora lo importante era aquella alianza. Pain frustrado, apartó con violencia su brazo soltándose del agarre de Itachi para marcharse de allí hacia su cuarto.


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