_estas seguro que no quieres que te acompañemos_ mencionaba cierto pelirrojo dentro del vehículo mientras que afuera se podía apreciar una gran casona
_sabes que si aún quieres te podemos secuestrar y mantenerte a salvo de las garras de ese animal que tendrás como marido
_chicos están peor que mis padres ¿tan terrible es que me case con Ahomine?
_ bastante_ respondieron los dos a la vez_
_ya era mucho que te enamoraras de aquel idiota como para que ese se case con alguien como tu Taiga
_cierto ese idiota no te merece Kagami-kun_ el tigre no podía evitar sonreír divertido a lo que decían sus amigos era bastante divertido seguir escuchando todos los defectos y apelativos para referirse al moreno
_no tienen que preocuparse, en aquel lugar ya debe estar repleto de doncellas que mando el viejo para tener todo preparado y más que seguro que deben de estar preocupadas al ver que aún no llego y se sucede algo en aquel matrimonio ustedes serán los primeros en saber_ menciono el tigre con una sonrisa viendo como ambos asentían para luego despedirse de ellos_
Lentamente caminaba a aquel lugar con sus maletas ya listas, al llegar a la puerta fue recibido por varias doncellas que suspiraban aliviadas al verlo sano y salvo
_Kagami-sama ya se encuentran todos los preparativos listos
_entiendo muchas gracias_ dijo para luego seguir por aquellos pasillos hasta que llego a su destino, con cuidado abrió la puerta para luego cerrarla comenzando así a desvestirse mientras caminaba hasta llegar a las aguas termales que habían en el lugar, las cuales estaban cubiertas con camelias rojas y pétalos de rosas blancas y a su alrededor habían varias velas aromáticas, romántico para muchos pero para él era una de las tradiciones de su familia. Lentamente se fue sumergiendo en el agua hasta cubrir todo su cuerpo quedando unos minutos bajo el agua para luego salir a la superficie_ si mal no recuerdo debo estar aquí como dos horas para que las impurezas de mi cuerpo se limpien_ mencionaba mientras se acercaba a un mueble en donde se encontraban diversas esencias y otras cosas, las cuales debía de usar, pensando en esos instantes en como seria ahora su vida
Al día siguiente
En la casa de los Aomine desde temprano se podía sentir los pasos en la casa, algunos limpiando el lugar, otros organizando los preparativos de la boda que se realizaría, otros acomodando las pertenencias en el lugar que a partir de hoy compartirían el joven matrimonio, todos los encargados tenían una sonrisa en su rostro al saber que el primogénito se casaría y más al saber que a pesar de como era, su futuro esposo siguió con este acontecimiento, solo algunos habían tenido la oportunidad de ver al pelirrojo pero todos afirmaban que era una joya, una hermosa y exclusiva joya, pues era bastante atractivo para la edad que tenía, además de su cuerpo era impresionante, poseía una amabilidad digna de los ángeles por lo que todos pensaban que aquella pantera tenía bastante suerte de tener a alguien así a su lado
En unas de las habitaciones se encontraba recostado en una cama un moreno que veía con cierto terror el reloj pues para él las horas habían pasado volando prácticamente no quedaba nada para que comenzara aquella ceremonia, estaba a veces a unos cuantos minutos de romper aquel reloj que se burlaba de el para creer que la hora no avanzaba y que aquel matrimonio no se realizaría pero no era así, ya en la mañana había sido asaltado por su madre y abuela las cuales se encargaron de llevar todas sus pertenencias hacia su nuevo hogar. Ya no había marcha atrás debía comenzar a colocarse la yukata que le habían dejado para ello y no intentar escapar sino lo amarrarían como hace algunas su abuela lo había hecho al darse cuenta de sus intenciones
Ya vestido con una yukata bastante formal de color negro, caminaba por los pasillos viendo como la luna llena estaba a lo alto además de escuchar bastante halagos del que supuestamente seria su esposo cosa que no entendía le provocaban unas fuertes ganas de golpear a aquellos idiotas que se referían al cuerpo del pelirrojo
Llego al lugar en donde sería la ceremonia en un gran lago el cual se podía ver el reflejo de la luna en él, siempre se había preguntado para qué diablos tenían aquello y bueno he ahí la respuesta, el lugar se encontraba rodeados de antorchas que hacían una especie de camino llegando así a la orilla del lago en donde se encontraba un pequeño altar
_y yo que pensaba que tenía que amarrarte de nuevo mi querido nieto_ mencionaba la mujer con una sonrisa mientras el moreno se colocaba en el lugar en donde debía de ir mirando para otro lado no queriendo recordar aquello, pues a pesar que aquella mujer ya era de edad tenía bastante fuerza_
Misteriosamente para el moreno, estar en aquel lugar comenzaba a colocarse nervioso e impaciente, impaciente de que eso no lo sabía pero aquel sentimiento estaba mientras observaba el reflejo de la luna en el agua, se dio vuelta al escuchar varios murmullos cosa que al hacerlo sus ojos se abrieron a gran medida al igual que su boca al ver a la persona que caminaba en su dirección, un pelirrojo con un pulcro y puro kimono blanco con destellos plateados que con la luz de la luna le daba un toque que era como si frente a él estuviera un ser que no era de este mundo, debía admitirlo aquel pelirrojo se veía completamente hermoso, aquel kimono se adaptaba a su cuerpo de una forma misteriosa resaltando cada parte del cuerpo de su propietario. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para quitar su mirada de aquella persona, ya que desde un buen rato podía sentir varios pares de ojos que estaba más que seguro que si miraba en aquella dirección encontraría a tres mujeres que lo miraban con una sonrisa en la cara como sabiendo lo que pensaba en ese momento. Al tenerlo a su lado sus nervios aumentaron casi no escucho nada de la ceremonia al estar concentrado en no mirar a su acompañante o reusarse a hacerle caso a sus instintos de querer estar más cerca del que estaba a unos minutos de ser su esposo. Bebieron el sake que le ofrecía su pareja para luego finalizar con los anillos, sellando así aquella ceremonia, ceremonia que a pesar de todo no se podía romper ya que estaban realizando una promesa eterna la cual caminarían ambos cuyo testigo era la luna y las personas que estaban en ese momento. Al finalizar se dio comienzo con el banquete para la celebración de aquella unión
Ya en la madrugada los chicos se dirigieron al lugar en donde vivirían, al pobre tigre casi le da algo al llegar a la habitación y encontrar una sola cama bastante adornada para la primera noche como pareja
_que pasa bakagami es que quieres que pase algo_ mencionaba con un tono burlón
_claro que no idiota_ dijo en voz alta mientras se dirigía al baño cerrando la puerta provocando que el moreno soltara una risita_
Ya cuando el tigre había salido de donde se encontraba se dio cuenta que el moreno se encontraba profundamente dormido cosa que agradecía, por lo que sin hacer ruido busco entre sus cosas para poder cambiarse e irse a dormir cosa que aun nervioso se recostó en la cama, tapándose con las mantas esperando poder dormir. Unos minutos más tarde cierta persona con orejas y cola característica de una pantera lentamente se iba acercando sin percatarse ya que se encontraba dormido a cierto calor y aroma que le estaba atrayendo hace ya bastante tiempo, apreso entre sus brazos aquella inocente persona mientras olía aquel dulce aroma cosa que al instante en su rostro se formaba una sonrisa, acurrucándose aún más para poder sentir más del calor y aroma que tanto le había agradado