Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un accidente del destino por La_Oscura_Reina_Angel

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capitulo 4: Batallas y sorpresas.

-No, Hanatarou... no irás.- advirtió Byakuya.

-¡¡¡No me quedaré aquí, mientras tú y mis amigos van a Hueco Mundo a arriesgar su vida peleando con los Arrancar!!! ¡Si hasta la teniente Yachiru va! ¡No lograrás hacerme quedar aquí, Byakuya!- exclamó Hanatarou mostrando un carácter desconocido en él.

Byakuya se masajeo el puente de la nariz, buscando paciencia en su interior.

-Yachiru es una teniente y tú un sexto oficial. Así que no irás.

-Rukia tambien es una oficial y está allá.- recordó el Shinigami médico.

Byakuya suspiró.

-Hanatarou...- dijo con paciencia.- Primero... Rukia se fue sin permiso de nadie y segundo, ¿no entiendes que si vas con nosotros no podré luchar porque estaré mas preocupado por ti que por mi combate?

-Byakuya, sé cuidarme solo.- dijo con el mismo tono.- Es cierto que no soy el mejor Shinigami del mundo, pero soy un buen medico y puedo ayudar. Además, Unohana-taichou me pidió que fuera con ella y, por muy mi marido que vayas a ser, la capitana Unohana sigue siendo la que me da órdenes que debo obedecer.

Byakuya suspiró. No tenía tiempo para seguir discutiendo con Hanatarou, ya que tenía órdenes de ir a Hueco Mundo de inmediato. Encima, veía en los ojos de su amante la firmeza de ir, de ayudar aunque solo fuera como médico... y sintió orgullo por Hanatarou.

-De acuerdo, pero no irás con Unohana, irás conmigo y, si haces cualquier cosa estúpida, te traeré de vuelta aunque sea a la fuerza.

Hanatarou sonrió triunfante.

-Lo prometo, pero tu prométeme que no te desaparecerás con Shunpo para pelear... sabes que no se me da bien.

Byakuya no contestó, en lugar de eso besó a su prometido.

----

(Nota: Aquí se ubica el capitulo 300, cuando Byakuya llega con Hanatarou a Hueco Mundo)

---

La batalla en Hueco Mundo había sido difícil, hasta Zaraki Kenpachi la había pasado mal para superar su pelea, incluso Byakuya había salido lastimado, pero habían ganado y ahora Aizen, Gin y Tousen estaban presos y serían juzgados.

Todo parecía indicar que las cosas volverían a la normalidad.

-Me alegro de que estés bien, pasé mucho miedo cuando peleaste con los Arrancar... y yo sin poder hacer nada.- suspiró Hanatarou abrazado a Byakuya. El Capitán ya se encontraba en su casa y Hanatarou estaba con él.

Byakuya sonrió de lado y acaricio la cabeza de su amante.

-Fuiste tú el que me hizo pasar mal cuando Rukia te atacó... nunca en mi vida había tenido tanto miedo de perder algo.- confesó el Capitán besando los cabellos oscuros de Hana.

Hana le sonrió tranquilizadoramente.

-No tenías por qué temer, Kotetsu-sama hizo un excelente trabajo curándome y ahora no tengo ni una marca.

-Aun así, no quiero que nunca más estés en peligro. No quiero perderte, Hana.

-Ni yo a ti, ‘Kuya.- dijo con cariño y ambos se besaron dulcemente.

---

~.Dos meses después.~

-Hanatarou, ¿estás bien?

Rukia notó a su cuñado pálido y mirando con asco los huevos revueltos de su desayuno, la pelinegra se apresuró a apartarlos de su vista y a darle un vaso de agua. Momentos después, el color volvió a la cara de Hanatarou y se vio más recuperado.

Hanatarou y Rukia desayunaban juntos ese día, ultimando los detalles de la boda de Hana y Byakuya.

-Estoy bien.- dijo Hanatarou al notar la mirada de Rukia.- Creo que es el estrés de todo los preparativos, ya verás que me pondré mejor después de la boda.

Rukia se lo pensó y asintió.

-Seguramente, pero ahora mismo iremos con Unohana-taichou a que te revise y recete algo porque o si no mi hermano va a querer matarme.

-Pero eso no es necesario, Rukia-san.- protestó.

-Hana, ya conoces a mi hermano y si no quieres ir, se lo diré a él para que te lleve a la fuerza.- dijo con una sonrisa dañosa.

Hanatarou suspiró derrotado.

-De acuerdo Rukia-san.

-Hana, quítame el "san", que a partir de ahora seré tu hermana. Puedes llamarme nee-chan.- sonrió.

Hanatarou le devolvió la sonrisa.

-De acuerdo, Rukia-nee-chan.

----

Unohana le sonrió con complicidad a Hanatarou.

-Vaya, Hanatarou-kun... se adelantaron un poco, ¿verdad?

El chico miró a su Capitana sin entender.

-¿A qué se refiere, Unohana-taichou?- preguntó con inocencia el Shinigami médico.

Unohana sonrió tiernamente al notar que Hanatarou no se había dado cuenta de lo que le sucedía.

-Hanatarou, estás embarazado.- dijo sin anestesia.- Tú y el Capitán Kuchiki van a ser padres.

De repente, se oyó un golpe seco de alguien caer junto a la puerta y cuando Unohana y Hanatarou miraron se encontraron al Capitán Kuchiki desmayado en el suelo.

Rukia había mandado a un Shinigami a avisarle a su hermano que Hanatarou estaba en el hospital. Por supuesto, el Kuchiki había dejado al frente del entrenamiento a Renji y, sin darle tiempo a protestar, se había ido directo al hospital de la Cuarta División. Al entrar al cuarto donde le dijeron que estaba su pareja, escuchó la noticia y se desmayó de la impresión.

Rukia, que venía detrás de su hermano, y Unohana se miraron y rompieron a reír del pobre Capitán, mientras Hanatarou caminó preocupado hasta donde su pareja e intentó despertarlo.

Byakuya despertó después y, al recordar el por qué de su desmayo, se sonrojó al notar a Unohana y a Rukia riendo, pero se preocupó más por Hanatarou. Por ello se levantó y lo llevó a la camilla.

-No te muevas, amor. Te puedes lastimar.- dijo el Capitán nervioso.

Hana lo miró confundido y Unohana hizo grandes esfuerzos por dejar de reír.

-Eso se llama nervios de padre primerizo, Hana. Te volverá loco, ya verás.

Las mujeres rieron de los ojitos en espiral de su Shinigami.

¡¡¡Fin!!!

Se acabó, ahora solo falta el Epilogo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).