Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Abre tus ojos por girlutena

[Reviews - 101]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando Naruto abrió lentamente sus ojos, pudo escuchar las suaves campanillas de metal que sonaban a lo lejos, mientras que las suaves risas de los niños que jugaban en el parque, le llegaban como suaves susurros; volvió a cerrar sus ojos, mientras se daba el lujo de acariciar su vientre, y no pudo evitar mostrar una pequeña, pero hermosa sonrisa, al sentir la pequeña curvatura que se alzaba de su piel.

Sin poder evitarlo, soltó un fuerte bostezo, y volvió a cerrar sus hermosos azulejos, al no pudo evitar borrar la boba sonrisa que se había plantado en su rostro, mientras que sus mejillas empezaban a sonrojarse al recordar las suaves caricias de las fuertes, pero gentiles manos del varón.

Su joven se agitó contra su pecho, mientras que el calor empezaba a consumir su cuerpo, los largos dedos del moreno empezaron a moverse lentamente, formando pequeños círculos en la piel de su cuerpo, y él intentó no sentir nada al dejar que los suaves susurros del varón llegaran como agua dulce hasta sus oídos.

Se removió ligeramente, y no pudo evitar reír bajito al sentir como los fuertes brazos de Sasuke se aferraban a su vientre, mientras que la ligera barba raspaba sutilmente el largo de su cuello.

-No te muevas, dobe. –Las mejillas del menor empezaron a sonrojarse con mucha más fuerza al poder escuchar la voz ronca y adormilada del varón.

-Teme, ya son más de las diez. –Sasuke gruñó por lo bajo, pero tan solo se removió un poco, acomodándose mejor para poder esconder su rostro en el pecho del doncel, y aferrarse fuertemente al cuerpo pequeño y menudo del menor.

Naruto mostró una pequeña sonrisa, una que mostraba cariño y amor infinito; su respiración permanecía suave y calmada, deseoso de sentir aquellas caricias sobre su desnudo cuerpo. Lentamente Llevó sus pequeñas manos hasta enrroscar sus dedos entre las hebras azabaches del mayor.

-Tengo hambre-ttebayo. –El rubio soltó una pequeña y divertida risa al escuchar el suave gruñido de su novio. Lentamente volteó su cuerpo, quedando frente a frente a aquel imperturbable hombre, y cruzó sus delgados brazos alrededor de su cuello, posando sus labios sobre la punta de la nariz del varón.

-Bien, bien. –Sasuke se removió entre los brazos del doncel, y mientras apoyaba el peso de su cuerpo contra sus codos, pudo observar embelesado y detenidamente las mejillas sonrojadas del rubio. –Te amo tanto.

Naruto tan solo observó como la ancha espalda del mayor empezaba a alejarse de su campo de visión, y empezó a sentirse emocionado al tener al hombre de sus sueños en su vida. Llevó su mirada hasta la venta, observando como los suaves rayos del sol caían con sutileza sobre las copas de los árboles.

Frunció ligeramente su ceño al sentir como las ganas de comer habían aumentado, soltó un ligero suspiro, mientras acariciaba su vientre, lentamente fue colocándose las esponjosas pantuflas, mientras que escuchaba los platos chocar bajo la cocina, y con una sonrisa bajó las escaleras, pensando en todo lo que deseaba comer para el desayuno.

-¡Naru-nii! –La suave vocecita de Akio se escuchó tan fuerte, que el doncel tuvo que aferrarse a la baranda de la escalera al verse siendo asustado por el infante.

Los hermosos ojos del pequeño varoncito brillaron con emoción al ver como el doncel bajaba por las escaleras, y soltándose de la mano de su papi corrió hasta aferrarse a las piernas del doncel.

Lee se encontraba al costado de Sasuke, sonriéndole suavemente, sintió como el varoncito le tomaba fuertemente la mano, y con mucho cuidado le ayudó a bajar las escaleras; el calor empezó a subir por sus tersas mejillas, y algo nervioso, mordió ligeramente su labio inferior, mientras llegaba a sonrojarse, al darse cuenta que sus pies le llevaban por si solos hacía el varón.

Sasuke le recibió con los brazos abiertos, y sintió como su corazón golpeó emocionado su pecho al sentir uno de esos besos sobre sus cabellos, pero se quedó de pie al observar la mesa llena de comida.
Observó como Sasuke le sonreía y le llevaba hasta la pequeña isla de la cocina y sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín, al recordar que tan solo traía una camisa del moreno.

-Te amo, Naru. –El menor se sonrojó al tener los brazos de Sasuke alrededor de su vientre, la quijada del mayor sobre su hombro, y aquellas manos acariciando su vientre. –Los amo tanto.

-¡Yo también amo a Naru-nii! –El pequeño Akio mostró un puchero al escuchar las risas de los mayores, y agachó su rostro reteniendo con fuerza sus pequeñas e infantiles lágrimas, hasta que sintió las suaves caricias sobre sus cabellos.

-Yo también te amo, Aki-chan. –Las tersas mejillas del varoncito se llenaron de un suave carmín, al sentir los labios del rubio sobre su frente. –Todos te amamos. –Akio sonrió enormemente al ver como el doncel llevaba sus pequeñas manitos hasta su vientre, y poco a poco empezó a sonreír al sentir el leve abultamiento de aquella zona.

Ya habían pasado seis meses desde que la familia y amigos se habían enterado que el pequeño y rubio doncel estaba esperando un pequeño retoño. Naruto aún recordaba las pequeñas lágrimas que su padre había derramado, para luego volver a tener aquel rostro imperturbable, y exigir que su único hijo doncel debía casarse antes de ser padre.

Claro que todos estaban de acuerdo con aquella afirmación, pero Sasuke no pudo hacer mucho, ya que, su hermano tomó de baja sus responsabilidades en la empresa, al tener a Sasori en espera de su primogénito. El menor de los Uchiha tuvo que viajar.

Y ya de eso, habían pasado dos semanas más, desde que Naruto había vuelto a estar solo, después de enterarse de su embarazo. Y Naruto tan solo esperaba ansioso que su novio regresase a su lado, y a lado de su pequeño hijo.

El doncel mordió ligeramente su labio inferior, al poder observar como los pequeños niños corrían detrás del balón de tela, sus risas llenaban todo el parque, mientras que el suave sonido del viento soplaba, removiendo los pequeños petalos de cerzos de los grandes árboles.

Los suaves pasos de Naruto casi no se podían sentir en el jardín, sus cortos y rubios cabellos se movían con ligera, mientras que las suaves telas de sus ropas se movían al compás de sus armoniosos pasos. Llevó sus manos hasta su vientre ya abultado, llevaba unos siete meses encima, y aquello tan solo hacía que su cuerpo se fuera amoldando, su piel de porcelana había adquirido un suave brillo, y sus ojos azules brillaban con mucha más fuerza.
O aquellas eran las palabras que usaba el moreno para describir al doncel.

Su sonrisa, poco a poco fue ensanshandose aún más, al ver a lo lejos, como el pequeño Akio le hacía divertidas muecas al vástago de su cuñado. El pequeño Shin, era un pequeño doncelito de apenas unos tres meses de edad, un pequeño de piel lechosa, como la de su padre varón, de cabellos rojos como los de su papi, pero dueño de unas brillantes gemas azabaches.

El pequeño bebé alzaba sus regordetes bracitos, intentando atrapar la nariz del pequeño Akio; Naruto sonrió suavemente al recordar como el pequeño Shin fruncía fuertemente su ceño cuando algunas cosas no le gustaban; el pequeño y hermoso doncel había sacado la parte arisca de la familia Uchiha, pero Sasori esperaba que ello cambiara con el paso del tiempo.

La familia Uchiha se encontraba sentada sobre un blanco mantel, Lee acariciaba su vientre levemente abultado, de apenas tres meses, riendo junto con Sasori al tener al pequeño Akio dando vueltas alrededor de ellos.

Pero no pudo evitar que su mirada se cubra por una capa de tristeza al ver el vacío que dejaba su amante. Mordió ligeramente su labio inferior, mientras fruncia su ceño.

Sasuke le había prometido llegar un día antes de su cumpleaños, y él, como el doncel enamorado que era le creyó; su corazón se agitó tristemente cuando el azabache le llamó días antes para comunicarle que debía atrasar su vuelo. Y él, nuevamente, lo aceptó, aunque se vio obligado a colgar primero, y abruptamente, antes de que el moreno escuchara sus lastimosos gemidos.

Soltó un leve y abatido suspiro sentir una fuerte patadita de su pequeño retoño, y sonrió suavemente, mientras acariciaba su vientre.

-A veces creo que sabes hasta lo que pienso. –En vez de soltar un gemido de dolor, rió bajito al sentir otra suave patadita de su hijo.

Deseó seguir caminando, pero su cuerpo se detuvo abruptamente al sentir unos suaves pasos detrás de él, quiso voltear, pero solo sintió unas tibias y grandes manos cubrir sus ojos.

Aspiró profundamente aquel aroma, tan varonil y exotico, un aroma que había extrañado tantos días, su corazón latió con fuerza y su pecho se llenó de ansias de llorar; llevó lentamente sus pequeñas manos hasta las del mayor, dejando que su espalda chocara contra aquel fuerte y palpitante pecho.

Sasuke escondió su rostro entre la maraña de cabellos rubios del doncel, inflando su pecho con aquel aroma dulzón, recorrió con sus labios todo el largo del cuello del menor, y sonrió levemente al escuchar un suave gemido salir de sus carnosos labios.

-Te... Teme. –La voz de Naruto empezó a salir entrecortada, su respiración empezó a agitarse, mientras que su corazón empezó a bombardear más fuerte. Sentía como el calor empezaba a aumentar dentro de su cuerpo, y odió en ese momento a las hormonas.

Deseaba sentir las manos del varón recorrer su cuerpo.

-¡Oigan, ustedes dos! –La fuerte voz de Itachi, hizo que el doncel espablirara, y que Sasuke gruñera por lo bajo. -¡Vengan aquí, ya! –Naruto terminó por darle un fuerte golpe en su pecho, alejándolo de él, como si le quemara aquel contacto.

-¡Sasu ojii-san! –El pequeño Akio corrió tan rapido, hasta saltar a los brazos del moreno, dejando que sus pequeños bracitos rodearan el cuello del mayor y llenando su rostro de muchos besos. -¡No te vuelvas a ir! Naru-chan a estado muy triste.

Sasuke tan solo besó los cabellos del pequeño varoncito, observando como su rubia obseción caminaba despacio hasta los demás.

Lo había extrañado, y eso no lo podía negar. Todas las noches, cuando llegaba al hotel de alguna reunión, tan solo deseaba encontrar a su pequeño doncel con él, abrazarlo fuertemente, y esconderse entre ese pequeño cuerpo.

Pero lentamente sonrió al saber que había terminado con nada una de las reuniones que tenía pactadas y archivadas para los meses próximos, ya que por nada deseaba perderse el embarazo de su pequeño novio.

La pequeña fiesta pasó entre divertidas anécdotas por parte de los mayores, y al final de la tarde el pequeño Akio había caído rendido entre los fuertes brazos de Sasuke.

 

Sasuke dejó las cosas de su viaje a un lado de la pequeña mesita del ingreso, mientras observaba como el doncel se sentaba cansado en el mueble. Naruto apoyó su cabeza en el respaldar, sintiendo como el peso de su vientre podía más que con su delgado cuerpo.

Sintió como sus músculos se relajaban suavemente al escuchar los suaves pasos del varón acercarse a él, y sonrió embobado al sentir el beso sobre sus rubios cabellos; abrió lentamente sus ojos al sentís que el mayor tomaba asiento a un lado de él.

-¿Qué... qué haces, teme? –Las mejillas del doncel se habían teñido de un fuerte carmín, al ver como Sasuke descalzaba sus pies, y los colocaba sobre sus muslos.

-Voy a darle unos masajes a mi pequeño novio. –El moreno sonrió divertido al escuchar la suave voz del doncel, mientras que el menor le contaba las pequeñas cosas que había pasado junto con su vástago. Besó suavemente los labios del rubio al ver que había caído rendido sobre su hombro.

Lo tomó suavemente entre sus brazos y con cuidado lo acostó en la gran cama matrimonial de su habitación, y después de darse una ducha fria, se acurrucó entre los delgados brazos del menor, dejando que los dedos del doncel jugaran con sus mechones azabaches.

-Te extrañamos. –La voz adormilada de Naruto sonó tan suave y apenas audible, que Sasuke tan solo pudo sentir como la culpa empezaba a invadir su mente.

-Yo también los extrañé. –Alzó su bruna mirada, acarició suavemente el abultado vientre, mientras observaba como los ojos del menor intentaban no cerrarse. -¿Por qué no duermes un poco?

-No quiero. –Naruto hizo un pequeño puchero. –Si despierto mañana, tal vez ya no te encuentre-ttebayo.

-Voy a estar aquí, te lo juro. –Sasuke le dio un pequeño y casto beso a los labios del doncel, dejando que el menor ocultara su rostro entre su pecho. –Te lo prometo.

Y así como el Uchiha menor lo había prometido, Naruto despertó entre los brazos del moreno, sonriendo feliz al sentir aquellos besos sobre su desnuda piel, y aquellas manos palpando la piel desnuda de su pecho.

El menor soltó un fuerte gemido, aún sin saber si seguía soñando o había despertado, uno de los dedos del azabache se cerraron contra uno de sus pezones, y sus gemidos no se hicieron esperar; alzó levemente al cadera al sentir como los labios expertos del varón besaban con lujuria su otro pezón hinchado.

-Sas... ¡Sasuke! –Un grito lleno de lujuria y pasión se escuchó dentro de la habitación; Naruto aferró sus manos en las blancas sábanas, al sentir como Sasuke acariciaba su pequeño miembro, aún bajo el pantalón de dormir.

-¿Te gusta despertar así? –Sus mejillas se habían teñido de un fuerte carmín al ver la sonrisa llena de lujuria del mayor.

Naruto se mordió el labio inferior, mientras llevaba sus manos hasta los bordes de la playera del moreno, y Sasuke llevó sus labios hasta apresar los del pequeño; Naruto soltó un gemido al sentir como el aire empezaba a hacerle falta, y el varón antes de alejarse mordió uno de sus carnosos labios.

Separó su cuerpo y esperó que las pequeñas manos del doncel le arrebataran aquella prenda, y no pudo evitar sonreír, al ver como esos hermosos ojos brillaban ante él; soltó un leve gemido al sentir como esos largos y delgados dedos empezaban a recorrer cada una de las marcas de su pecho.

Naruto pasó suavemente sus labios por aquella piel lechosa, sintiendo como aquellos músculos se endurecían bajo sus caricias, y gimió reprobatoriamente al sentir como era separado; sintió las suaves manos de Sasuke sobre sus hombros, alejándolo lentamente; pero él no se atrevió a cerrar sus ojos, Sasuke lo volvió a acostar y el doncel sintió como una descarga atravesaba el largo de su cuerpo, los labios del mayor fueron besando cada parte de su pecho ya desnudo, bajando sus fuertes manos y tanteando la piel de sus muslos.

-Te... teme, tu ropa. –Los ojos de Naruto se habían nublado de lujuria, y Sasuke no pudo evitar sentir como el calor bajaba y empezaba a acumularse en su zona viral, con las ganas de penetrarlo, volvió a besar aquellos enrojecidos labios, sintiendo las pequeñas manos del rubio en el borde de su pantalón.

Lentamente Sasuke se arrodilló entre las piernas abiertas del rubio, y con una sonrisa ladina, empezó a quitarse el pantalón de dormir, dejándolo tirado en cualquier parte de la habitación. Naruto sintió como su corazón golpeó con fuerza su pecho al ver como el prominente miembro del varón se encontraba preso en la ropa interior.

Mordió ligeramente su labio inferior, y lentamente se acercó a aquella parte, sin dejar de observarlo, llevó las yemas de sus dedos hasta palpar aquella zona; sintiéndola caliente y palpitante, la ropa interior ya se encontraba levemente mojada y mientras escuchaba los suaves suspiros que el mayor soltaba de sus labios; él no pudo evitar contener las ganas de bajar aquella pequeña prenda, observando detalladamente como el prominente miembro se alzaba vigoroso ante sus ojos.

Sasuke cerró sus ojos, sintiendo como los dedos del doncel empezaban a acariciarlo, primero lo sintió tanteando aquella zona, pero luego sintió como los dedos del doncel empezaban a acariciarlo, intentó respirar tranquilo, pero soltó un gemido cuando la pequeña lengua del rubio pasó por todo el largo de su falo.

Su corazón bombardeó con fuerza y demasiado nervioso, tuvo que separarlo de su cuerpo, y observó como el rubio le miraba entre aterrado y triste; lo besó con frenesí, intentando calmar sus ganas de penetrarlo, e intentando también que el menor sintiera aquellas ganas que sentía de amarlo con locura.

-Eres todo para mí, Naruto. –Empezó a repartir besos por todo el rostro del menor, bajando por aquella piel, tan tersa y brillante. –Tú y mi hijo.

Naruto llevó lentamente su mano hasta la mejilla del mayor, y la acarició con ternura, sonriéndole suavemente, mientras que sentía como pequeñas lágrimas se derramaban por sus mejillas.

Cerró sus ojos, sintiendo como el placer volvía a invadir su cuerpo, los labios de Sasuke se cerraron sobre uno de sus pezones, mientras sus dedos empezaban a jugar con el otro. Naruto alzó su pelvis, intentando que su miembro también recibiera un poco de aquellas deliciosas caricias.

Y soltó un respingo cuando los labios del moreno besaron tu vientre, aquella zona donde albergabas a su primer hijo. Los ojos de Sasuke brillaban con fuerza, y tu cuerpo tembló, lleno de éxtasis.

Sentiste como colocaba una almohada bajo tu espalda, para no lastimar a su pequeño hijo, y rápidamente aquellos manos volvieron a acariciar tu agitado pecho, los dedos de Sasuke subían y bajaban, acariciando suavemente tu espalda baja, y soltaste un gemido al sentir como sus labios aprisionaban tu pequeño miembro.

Gemiste y enrredaste tus dedos en los cabellos azabaches, enterraste con fuerza tus uñas, marcando aquella piel que tan solo te pertenecía a tí. Y soltaste el nombre de tu amado lleno de lujuria, al sentir como aquel miembro palpitaba dentro de tu cuerpo.

Abriste lentamente tus ojos, Sasuke se había detenido tan rápido, casi como dándose cuenta, recién, que te había penetrado abruptamente. Observaste como el mayor te miraba con culpa, pero tú tan solo le sonreíste con calma y devoción. Cerraste tus ojos, mientras que tus caderas se movían por si solas, sintiendo aquel miembro palpitar dentro de ti, y de pronto las suaves embestidas empezaron a convertirse en rapidas.

Los sonidos de los fuertes gemidos empezaron a escucharse por toda la habitación, apretaste tus manos en la ancha espalda del mayor y las paredes de tu interior empezaron a cerrarse al sentir como tu escencia se derramaba entre ambos vientres.

Las embestidas de Sasuke se hicieron más rapidas, Sasuke llevó sus manos hasta las caderas del doncel, intentando aminorar las estocadas, pero se detuvo al ver como el rubio le miraba enternecido.

-No... no te contengas, teme. –Naruto llevó sus manos hasta el cuello del mayor, besando sus labios, gimió al sentir como las fuertes estocadas volvían a invadir su cuerpo, y vio como Sasuke cerraba sus ojos, al sentir como aquellas paredes le aprisionaban con fuerza y escuchó el gemido cerca de su oído; él también gimió con fuerza al sentir aquella esencia caliente dentro de su cuerpo.

Con mucho cuidado Sasuke salió de aquel cálido interior, y cayó sobre el colchón; su corazón latía desbocado, pero no le importó, ya nada le importaba, atrajo consigo el cuerpo de su rubio, y empezó a repartir suaves besos sobre los cabellos de su amado.

-Hey... aún no te duermas. –El menor gimió bajito, intentando espabilar al sentir como el mayor se separaba suavemente de él.

Abrió lentamente sus ojos, mientras que dejaba que el moreno le sentara sobre sus piernas, cubriendo su desnudez con la fina sábana. Cerró suavemente sus ojos, mientras que sentía las suaves caricias por detrás de su oído.

-Naru. Sé que me tardé en darme cuenta que tú eras el doncel que debe permanecer a mi lado. –El menor giró levemente su adormilado rostro, para observar como las gemas azabaches de aquel hombre brillaban ante él. –Sé que soy muy celoso y posesivo con lo que me pertenece, pero aun así, tú deseaste permanecer a mi lado. Así que, hazte responsable.

El Uchiha sonrió al ver como el rubio le miraba sin entender nada, se acercó hasta aquel aniñado rostro y besó suavemente sus labios.

-Cásate conmigo, dobe.

-¡Oh, Teme! –Naruto saltó al cuello del moreno, enterrando su rostro en aquella curvatura, sintiendo el aroma a sexo y canela. Pequeñas lágrimas se habían derramado por sus mejillas, y Sasuke se había encargado de limpiar cada una de ellas.

Sin importar la hora que eran, Naruto se acurrucó entre los brazos y el fuerte pecho del mayor, sonriendo como un bobo al observar la hermosa sortija de compromiso que yacía entre sus dedos.

Su corazón latía emocionado, por fin había conseguido lo que más había anhelado en su corta vida. Al fin el Uchiha menor le había aceptado como su esposo, y padre de sus hijos.

Pero aún así quedaba algo que debía hablar con el mayor, y aún con los brazos del moreno aprisionando su cuerpo, llevó una de sus manos hasta su vientre, sonriendo al sentir como su pequeño se movía suavemente.

Notas finales:

Waaaaa T_T siento que ya va a terminar T_T y me da tristeza, pero bueno (:

¿a quien le gustó el lemon? ¿a quién no le gustó el lemon?

en realidad pienso que me pudo haber salido mejor (?)pero bueno... aun así me gustó (: 

espero sus lindos comentarios ;)!

nos vemos en el proximo capitulo

Besos!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).