Capítulo 5 "Sábado: arma de doble filo"
Aquellos sucesos había cesado. Ni siquiera cuando estaban en la misma clase se acercaba a miraba. Mientras tanto, las cosas entre Harry y Ron no mejoraban en nada.
Ginny seguía triste, ausente e intentaba toparse lo menos posible con el chico dorado.
Tensión, si, se respiraba en el aire, hasta que llegó el primer sábado-castigado-con-el-enemigo.
En Gryffindor...
-Harry, anímate, sólo es un mes- dice la castaña.
-Lo dices porqué no vas a estar sola toda la mañana y tarde con Snape y el venenoso de Malfoy.
-Mis condolencias, amigo- se pone una bufanda en el cuello- nos vemos a la tarde.
En Slytherin...
-Draco estaba listo, vestido y con alguna que otra día no muy santa cruzando por su cabeza, esta vez si que lo lograría, estaba seguro de ello (n/a si que confía en si mismo el muchacho)
-Harry salió de la Torre de Gryffindor hacia el despacho de Snape.
Toca la puerta.
-Adelante- dice el Profesor.
El gry ingresó al despacho, no muy de buena gana, además ahí estaba él, con una mirada intrigante y de que algo se traía entre manos.
-Revise los trabajos de primer año, sin ninguna excepción- dice arrastrando las palabras.
-Está bien, Profesor- dice el moreno tragándose su orgullo, aunque costara.
-Volveré en una hora, así que no se intenten matar o alguna mala idea o sino el castigo se triplicará.
-Padrino, tranquilo- dice Malfoy.
-Malfoy, revise los de segundo año, al igual que Potter- se levanta de la silla y sale del despacho.
-Ahora debes estar feliz, Potter.
-Tú, no me dirijas la palabra.
-¿Estás sensible?, Potter, o es que la Weasly te dejó.
-Qué no entendiste de malfoy-cierra-la-boca.
-¿Qué no has entendido tú?
-Cállate.
-Nadie me hace callar.
-Me tienes harto, qué es lo que quieres para dejarme en paz.
-Tú lo sabes.
-Eso no.
-Entonces, aguanta.
-Disfrutas esto, ¿verdad?
-¿Leer cada espantoso pergamino o fastidiarte?
-Molestarme.
-Si, mucho- dice con ironía- no todo el mundo gira en torno a ti salvador-del-mundo-mágico.
-Eso no es lo que parece. No has hecho otra cosa que acosarme cada vez que puedes.
-No te he oído quejar, dígamos, pelear cuando te "acoso".
-Prefirió no decir nada más y ponerse a revisar cada pergamino, o sino, se le alargaría un buen tiempo más y eso, no estaba dispuesto a soportarlo.
No me mires así, que no respondo
son tus labios el ángel de la tentación
no me roces la piel como si nada
que me ahogo en deseo y alucinación.
-¿Qué rayos le estaba pasando a Malfoy?
No me pongas a prueba, ya no
te vas a arrepentir
no me conoces
no sabes lo que puedo hacer.
-¿Qué es lo que quieres?
No, no apagues la luz, es peligroso
solos en la penumbra todo puede ser
es la última vez que te lo pido
o veremos desnudos el amanecer.
-No aguantó más, por más que se reprimió sus deseos, se levantó de la silla y tomó los labios del moreno con demanda exigiendo respuesta y ésta no se hizo esperar.
No seas cruel
no sabes cómo te deseo
y me hace daño
saber que esto no puede ser
O abrázame
y olvida todo lo que he dicho
pero no sigas así
que ya no puedo más
ya no más.
-Esto es un completo disparate.
-Pero lo estás compartiendo, ambos somos culpables.
Cómo puedo apagar todo este fuego
si lo avivas con tu respiración
si me besas, de ti no me despego
y veremos desnudos el amanecer.
-Era un pasión que ya no tenía frenos, no sacaban nada con ocultarlo si lo único que hacian era tocarse y besarse hasta quedar agotados.
No seas cruel
no sabes cómo me provocas
y me hace daño
saber que esto no puede ser
O abrázame
y embriágate con mi veneno
pero no sigas así
que ya no puedo más
ya no más.
-No te han dicho que es peligroso jugar con fuego.
-Hace rato que he perdido el miedo a ese peligro.
No seas cruel
termina ya con este juego
no me conoces
no sabes lo que puedo hacer
O abrázame
y olvida todo lo que he dicho
pero no sigas así
que ya no puedo más
ya no más.
-Esto no puede ser, no podemos seguir.
-No es lo que dice tu cuerpo, son sólo tus palabras y sé que lo deseas.
O abrázame
y embriágate con mi veneno
pero no sigas así
que ya no puedo más
ya no más.
-No seas cruel.
-¿Cruel?
-Sí, lo eres, y ahora que has comenzado, tendrás que terminarlo.
-¿Es una orden?- pregunta alzando una ceja.
-Tómalo como quieras, con esto nos hemos condenado, entonces, que tengan una razón para ello.
-Lo besó, recorrió cada centímetro de esa piel morena, lo deseaba y ahora lo tenía. Podía disponer de él, podía dejarlo, pero algo lo retenía y lo acariciaba como a nadie, como sólo él sabía hacerlo, como tantas veces lo había soñado.
Al retirar la camisa las palmas de sus manos tocaron su espalda, el frío, los suaves gemidos del otro lo impulsaban a continuar. Luego siguió el pantalón, era un estorbo y cayeron al suelo. Toda clase de contacto lo estremecía, lo excitaba. Se desvistió y permitió que él lo tocara, descubriendo cada rincón. El palcer, la sensación que corría por cada fibra, la sangre de su cuerpo, todo era pequeño a ese estado de felicidad que había alcanzado.
-Chocaron sus miembros, corrientes electricas los hacian gemir, respiraban entrecortadamente y lo único que faltaba era estar dentro de él, sólo así sería suyo.
-No me hagas daño- dice el gry.
-No lo haré- con una poción lubricante comenzó a preparar la entrada virgen del pelinegro.
-Entró en el con cuidado, la entrada era estrecha y eso lo excitaba aún más. Esperó a que el moreno se acostumbrara a la intromisión y comenzó a embestir. Con fuerza, tocando el punto sensible, gimiendo de placer, de dolor, no lo sabía ya, se dejaba tocar, se entregaba aunque fuera un error, no lo sentía de esa forma... alcanzaron el orgasmo, el derrame de las semillas, un abrazo confortante, los cuerpos sudados, ninguno hablaba de ello, sólo se miraban, pero con ello era suficiente, se habían quemado con fuego, jugaron con él, y no sería la última vez.
-Malfoy.
-No me llames, Malfoy.
-¿Cómo?
-Draco, ese es mi nombre.
Luego de esas breves palabras se limpiaron con un hechizo para ello y continuaron revisando pergaminos, pero con ideas, no muy de fiar.
-¿Cómo será la próxima vez?...
-Quien lo sabe, podríamos continuar con este juego, ¿no?
continuará...