Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cheerleader por Yewooki

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, feliz día de la mujer a todas~

-Aomine-kun- le llamó el peli-celeste, atrayendo también la atención del pelirrojo- necesito hablar contigo un momento- murmuró y Taiga le quitó de las manos las botellas de agua para ir con los otros jugadores y entregárselas.

 

- Tetsu- dijo una vez que Kagami estuvo lo suficientemente lejos.

 

- ¿Por qué le mentiste a Kagami-kun acerca de la razón por la cual vas al parque cercano a su departamento?- preguntó curioso, aunque intuía la respuesta.

 

Las mejillas morenas, se tornaron un poco rosas, un tono apenas perceptible, pero Kuroko lo vio perfectamente, sonriendo internamente.

 

- ¿Por qué quieres saberlo?- contestó evadiéndolo.

 

- Porque Momoi-kun le acaba de decir a Kagami-kun que tu nunca has tenido novia, supongo que no lo recuerda ahora, pero cuando vayas a su casa más tarde lo recordara y te preguntara- le contestó con serenidad- además de que eres un pésimo acosador Aomine-kun- se burló viendo a su amigo fruncir el ceño.

 

- Oh cállate, no todos podemos desaparecer cada que lo deseamos, ni creas que no noté tu presencia en el callejón ayer- le dijo viendo al peli-celeste elevar una ceja.

 

- Y aún así, no pensabas detenerte para besar a Kaga…- comenzó a decir, pero cuando vio a Imayoshi acercarse, Daiki le tapó la boca con una de sus manos.

 

-Aomine, nos quedaremos a una práctica rápida- le anunció viendo la hostilidad en los ojos del moreno, sonrió un poco más- y hoy te tocara limpiar el gimnasio.

 

-  ¡¿Eh?!- gritó llamando la atención de los que quedaban en el gimnasio- ¿Por qué diablos?

 

-Porque es una orden de tu capitán, mismo que puede dejarte en la banca en los siguientes encuentros- le dijo con firmeza poco usual en su voz, Aomine frunció su ceño furioso, pero de nada le servía pelear con el cara de zorro ahora.

 

Kagami se acercó a ellos viendo la molestia danzando en los ojos de Imayoshi, así que caminó a su lado con rapidez, para llegar a Kuroko y Aomine.

 

- ¿Nos vamos?- les preguntó viendo a Kuroko asentir y a Aomine suspirar fastidiado.

 

- Tengo que quedarme más tiempo del esperado- le dijo viendo cierta decepción opacar los ojos rubíes- pero llegaré más tarde, y espero mi cena lista.

 

- Suenan a pareja casada- dijo Satsuki asustándolos, viendo como los dos altos se sonrojaban con fuerza desviando sus miradas.

 

- Tonterías- murmuraron bajito, antes de que Kagami se despidiera a las prisas para huir de ahí, llevándose con él a Kuroko.

 

Una vez en el departamento del pelirrojo, Kagami comenzó a preparar la comida, mientras Kuroko lo veía fijamente desde el otro lado de la barra que separaba el comedor de la cocina.

 

- ¿Qué pasa?- le preguntó cuando la presión de la mirada del bajito le ganó.

 

- ¿Te gusta Aomine-kun?- preguntó directo haciendo que Taiga dejara caer al suelo un par de zanahorias que acaba de lavar.

 

- ¿P-Por qué esa pregunta?- cuestionó levantando las zanahorias, sintiendo su rostro arder, cosa que era ridícula porque no le podía estar gustando Aomine… ¿o sí?

 

- Curiosidad- murmuró sonriendo un poco, su amigo se veía nervioso, eso era bueno, a ambos les hacía falta enfocarse en algo fuera de sus deportes, y él podría disfrutar todo el recorrido hasta que eso pasara.

 

Pasaron el resto de la tarde hablando de cosas triviales, después de comer un poco de guiso que Kagami había calentado del día anterior, cerca de las ocho, el timbre del departamento sonó Kagami se paró y abrió la puerta encontrándose con un agotado Daiki.

 

- Te vez horrible- le dijo algo preocupado, Aomine se veía algo pálido y muy cansado.

 

- El maldito de Imayoshi es un sádico cuando quiere- se quejó alto, viendo a Kuroko sentado en la sala, intercambiaron una pequeña mirada y el peli-celeste se paró del sillón.

 

- Es hora de que regrese a casa, mis padres deben estar esperándome- dijo Kuroko, viendo a Kagami asentir, lo acompañó hasta la entrada, donde se detuvo unos segundos, para después tomar la playera de su amigo, obligándolo a bajar a su altura, quedando sus rostros muy cerca- No dejes que te ponga un dedo encima- le advirtió viendo como el rostro de Taiga se igualaba a su cabello, río un poco antes de salir dejándolos solos.

 

- ¿Qué te dijo Tetsu?- le preguntó el moreno, con el ceño fruncido, viendo a Kagami negar varias veces.

 

- Una tontería- dijo con calma, el curry lo había preparado poco después de comer y el pastel de cereza esperaba ser cortado dentro del refrigerador, así que sirvió una porción grande y se la entregó al moreno, a quien le brillaron los ojos ante el aspecto de la comida.

 

- Espero que sepa tan bien como se ve- dijo tomando un gran bocado de curry con arroz, sonriendo cuando sus papilas explotaron con el delicioso sabor, sin detenerse siguió comiendo, a su lado Kagami lo veía con una pequeña sonrisa pintada en sus labios, cuando terminó, se limpió y le sonrió amplio al pelirrojo- delicioso, ya te puedes casar Kagami.

 

Taiga soltó una risita nerviosa, porque por una fracción de segundo se vio a sí mismo como el marido cariñoso de Aomine sirviéndole la cena después de un duro día de trabajo.

 

- ¿Y el postre?- dijo viendo a Taiga rodar los ojos antes de pararse con su plato ahora vacio, curioso caminó detrás de él, entrando en la cocina, donde Kagami depositó el plato en el lavabo, para después abrir el refrigerador sacando un perfectamente decorado pastel de cereza- ¿En serio lo hiciste tu?- preguntó asombrado, viendo las mejillas del pelirrojo encenderse- me tendrás aquí diario.

 

- Dios, no- dijo dramáticamente ganándose una mirada molesta por parte del moreno, antes de dejar el pastel sobre la barra, cortando el primer pedazo sirviéndoselo a Aomine, quien tomó un poco del pastel, viendo asombrado al otro, quien esperaba algo ansioso su respuesta.

 

- Cásate conmigo- dijo Daiki, dejando a Taiga hecho piedra durante un par de segundos- tu comida es deliciosa, si tan solo mi madre cocinara la mitad de rico- dijo comiendo otro trozo.

 

- Exageras- dijo el otro tomando con uno de sus dedos un poco de betún del trozo de Daiki quien  frunció su ceño pero lo dejó ser, lo metió a su boca y sonrió, si que le había quedado rico el betún, y cuando volteó a ver a Daiki notó que cerca de sus labios tenía un poco de betún embarrado, sin pensarlo mucho se acercó dando un lengüetazo, quitando el betún.

 

Daiki se quedó inmóvil, la lengua de Taiga había estado demasiado cerca de su boca, con el corazón palpitándole demasiado rápido se movió despacio volteándolo a ver, notando que su rostro estaba más que rojo, incluso creía que en cualquier momento su nariz comenzaría a sangrar.

 

- L-Lo siento- murmuró más que avergonzado, ¡había lamido a Aomine!, y como si eso no hubiese sido suficiente, estuvo tentado a besar aquellos labios morenos.

 

- C-Creo que será mejor que me vaya- dijo dejando el plato sobre la barra, para después pasar a un lado del pelirrojo cerrando la puerta detrás suyo, mientras sus mejillas se teñían de rojo-  ¡Oh cielos!- murmuró apenas mientras una sonrisa aparecía en sus labios, caminó sonriente de regreso.

 

Una vez solo, Taiga dejó caer su cabeza contra la barra gritando silenciosamente.

 

- ¿Qué mierdas me pasa?- se reclamó a sí mismo, jalándose el pelo- ¡casi lo beso!, y no es como me la idea me desagrade pero…- comenzó a decirse, pero se detuvo cuando comprendió lo que había soltado- ¡¿Estoy enamorado de un idiota como él?!

 

Esa noche ninguno de los dos pudo dormir, los pensamientos no los dejaban en paz, resignados a no haber descansado nada se levantaron, uno porque sus padres lo obligaban y el otro porque había recibido una llamada de su hermano pidiéndole que se vieran en el centro comercial.

 

Cuando Kagami llegó al centro comercial lo encontró atestado de gente, con fastidio pintando su rostro se movió hasta la fuente principal del lugar, donde Tatsuya lo esperaba.

 

- Oh wow, te ves horrible- le dijo sonriéndole un poco, viendo como el otro rodaba los ojos con fastidio.

 

- No pude dormir nada- se quejó cual niño pequeño, mientras comenzaban a caminar hacia la tienda de suplementos deportivos.

 

- ¿Y eso? ¿Alguna chica linda te roba el sueño?- dijo en burla el pelinegro, pero notó la tensión que recorrió completo el cuerpo de su amigo- ¿Quién es? ¿La conozco? ¿Ya te declaraste y te rechazó?- preguntó sonriente.

 

- No le conoces, no aún no me declaro y probablemente nunca lo haga, y es… idiota- dijo sonriendo un poco.

 

- Que poco considerado decirle idiota a tu enamorada- se quejó Tatsuya, mientras entraban en la tienda dirigiéndose rápidamente a los suplementos para básquet.

 

- Es la verdad- dijo con tranquilidad, viendo a su amigo escogiendo un par de tenis.

 

-  ¿Qué clase de chica es entonces?- dijo curioso, Taiga nunca había tenido interés en nadie.

 

- Amm…- murmuró sin saber cómo describir a Aomine,  su vista se paseó por todo el lugar viendo en la entrada al dueño de sus pensamientos actuales, algo asustado se agachó sorprendiendo a su amigo.

 

- ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?- le preguntó colocando su mano en el hombro ajeno.

 

- Iré a ver unas cosas- dijo únicamente y corrió hacia el área de suplementos para porristas.

 

Daiki se había librado de su madre un momento, así que aprovecho para ver si ya habían tenis de su talla, necesitaba unos nuevos, cuando entró sintió una mirada sobre su persona, pero  no localizó de donde venia, pasando por alto eso caminó hacia los aparadores de tenis, topándose con un pelinegro.

 

- Lo siento- se disculpó el chico, y Aomine le pereció lindo, y después sacudió su cabeza, ¿no podía volverse gay solo por estar enamorándose de Kagami… o sí?

 

- Fue mi culpa- dijo llamando su atención, sus ojos azules vieron con interés su piel pálida, su cabello negro brillante y su ojo gris y el coqueto lunar debajo de éste.

 

- Himuro Tatsuya- se presentó sintiéndose interesado en el moreno alto, quien lo vio extrañado un par de segundos.

 

- Aomine Daiki- dijo viendo que el chico sostenía un par de tenis- ¿Practicas básquet?- dijo emocionado.

 

- Así es, soy escolta- dijo sonriéndole un poco.

 

- Yo soy Ala pívot- dijo orgulloso- ¿de qué escuela eres?

 

- De Yosen- dijo con tranquilidad ganándose una mirada curiosa.

 

- Akita está algo lejos de aquí- dijo cruzándose de brazos.

 

- Tengo un buen amigo viviendo aquí- dijo inclinándose un poco hacia adelante.

 

-  ¿Y dónde está tu amigo? ¿También juega básquet?- le cuestionó con una pequeña sonrisa en los labios.

 

- Supongo que en los suplementos para porristas, y no, lamentablemente lo suyo son las porras- dijo suspirando.

 

- Suena a un amigo mío- dijo Aomine sonriendo dulcemente al recordar al tonto de Kagami y su sonrisa orgullosa cuando realizaba las rutinas.

 

- ¿Ya conseguiste los…?- comenzó a preguntar Taiga quien iba distraído leyendo una revista de porra, cuando vio a Aomine frente a Tatsuya, ambos le sonrieron y el calor llenó su rostro.

 

- Taiga- dijo Tatsuya sonriéndole, pero la mirada del pelirrojo estaba puesta en el moreno, quien le sostenía la mirada, con una sonrisa coqueta pintada en sus labios.

 

- ¿Cómo estás Kagami?- preguntó Daiki atrayendo la atención de Tatsuya, quien formó un casi imperceptible puchero al notar el ambiente entre ellos.

 

- Bien, aunque tú te vez horrible- le dijo sonriendo burlonamente.

 

- ¿No tienes espejos en tu departamento?- dijo inclinándose hacia enfrente para quedar más cerca del pelirrojo quien dio un par de pasos más para estar más cerca también.

 

- Tengo hambre- habló Tatsuya rompiendo el ambiente- ¿vamos a comer algo?- preguntó viendo a su hermano asentir- ¿Nos acompañas Aomine?

 

- Quisiera pero tengo otros asuntos que atender- dijo recibiendo un mensaje de su padre, preguntando por su paradero.

 

- Entonces será en otra ocasión- dijo decepcionado el pelinegro extrañando a su hermano, quien lo vio con una ceja levantada.

 

- Hecho- dijo despidiéndose de ambos, para después salir del local.

 

- Es sexy- murmuró Tatsuya cuando lo vio dar vuelta lejos del local.

 

Taiga lo vio con el ceño fruncido, gustándole muy poco la forma en que su amigo de la infancia veía al moreno, como si fuera un trofeo.

Notas finales:

Gracias por leer~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).