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Cheerleader por Yewooki

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Notas del capitulo:

Espero que les guste~! y perdón si hay errores.

Cuando su madre decidió que ya era hora de volver a casa, Daiki estaba muerto de cansancio, el nulo sueño y las largas caminatas, lo habían agotado por completo, pero aún así una sonrisa adornaba su rostro, su encuentro con Kagami después de su casi beso le habían hecho pasable el día, tendría que pedirle su número de teléfono, pensó mientras se dejaba caer en la cama, cayendo rápidamente dormido.

 

- Vamos Taiga quita esa cara, lo que dije solo era una broma- dijo Tatsuya viendo el ceño fruncido de su amigo, mientras regresaban a su departamento, el pelirrojo apenas y le dirigía la palabra y ni que decir de la mirada, después de su encuentro con el moreno.

 

- No me gustan esas bromas- dijo secamente, deteniéndose, no quería seguir hablando con Tatsuya, eso solo hacia su molestia crecer- quede de verme con Kuroko para estudiar, y se me va haciendo tarde- dijo dejándolo solo a media calle.

 

Himuro se quedó un poco extrañado ante el comportamiento de su amigo, pero después sonrió divertido, Taiga era tan transparente, y solo por fastidiarlo un poquito, le continuaría coqueteando al moreno cuando volvieran  verse, de cualquier forma él ya tenía sus ojos puestos en alguien más.

 

Kagami caminaba a pasos rápidos y furiosos por la calle esquivando a las personas hasta que llegó a un alto peatonal, donde soltó un pesado suspiro y se revolvió el cabello fastidiado, ¿Por qué tenía que comportarse así?

 

Nunca se había considerado a sí mismo como alguien celoso, pero el solo hecho de recordar la sonrisa que Daiki le daba a Tatsuya su sangre hervía, amaba fraternalmente al pelinegro y le dolería mucho  tener que cortar lazos con él porque no dejaba de coquetearle a SU hombre.

 

Cuando capacitó su pensamiento se sonrojó apenado, ¿Su hombre?, si Daiki apenas era su amigo, se dijo deprimiéndose entonces, Tatsuya era más delicado que él, mucho más lindo y menos tosco y explosivo.

 

- ¿Por qué esa cara larga Kagamicchi?- preguntó una voz a su lado, asustándolo, el  pelirrojo volteó topándose con Kise sonriéndole.

 

- Nada- dijo con simpleza, alejándose un poco, el rubio estaba muy cerca para su gusto.

 

- Oh vamos, ¿Quién te puso así?, te vez más lindo sonriendo- le dijo sincero, viendo como el sonrojo volvía a adornar el rostro del porrista.

 

- N-No soy lindo- contestó únicamente, y corrió aprovechando el cambio de luz, pero el rubio era persistente y lo siguió de cerca.

 

- ¿A dónde vas?- le preguntó curioso, alcanzándolo.

 

- Pensaba ir al parque- dijo queriendo librarse de Ryouta, pero este sonrió y  lo tomó de la mano.

 

- Excelente, con Midorimacchi, Akashicchi y Murasakibaracchi, pensábamos jugar, nos hace falta un réferi- le dijo alegremente.

 

- Pero no sé nada de básquet- trató de justificarse, le daba algo de miedo estar a solas con los amigos raros de Kuroko y Aomine.

 

- Eso no importa, te enseñamos- le dijo jalándolo a la cancha de básquet que estaba en una de las orillas del parque, cuando llegó ahí, ya estaban Midorima, Akashi y Murasakibara calentando- ¡Me encontré con Kagamicchi y aceptó se nuestro réferi!- dijo atrayendo la atención de los otros tres.

 

- P-Pero yo no…- trató de explicarse Taiga, pero le fue imposible, las miradas de Midorima y Akashi lo callaron.

 

- Bien, yo haré equipo con Shintaro- dijo Seijuro antes de acercarse el otro pelirrojo, sonriéndole apenas- ¿Cómo estas Kagami?

 

- Ah, bien, ¿Y tu Akashi?- dijo cortésmente.

 

- Ahora estoy bien- dijo con cierto tonito coqueto, que causó molestia en su novio, quien frunció levemente su ceño y subió sus lentes ocultando su molestia tras el acto.

 

El rostro del alto se coloreó de rojo y trató de ocultarse tras su cabello algo largo, pero cuando quiso retroceder, chocó con el pecho el Murasakibara, quien pasó sus brazos sobre su pecho apretujándolo.

 

- Kaga-chin, siempre hueles delicioso- le dijo aspirando el aroma de su cabello, asustándolo un poco.

 

- ¿Qué pasa aquí?- preguntó Kuroko asustándolos a todos, el peli-celeste los veía desde el otro lado de la reja que delimitaba la cancha.

 

- ¡Kuroko!- gritó el pelirrojo alto, soltándose el agarré de Murasakibara, pegándose a la reja- sácame de aquí- le suplicó.

 

- ¡Kurokocchi, juega con nosotros!- gritó Kise atrayendo su atención.

 

- Pero entonces sería injusto porque un equipo tendría tres miembros y otro dos- objetó Midorima.

 

- Llamaré a Aominecchi entonces- contestó Ryouta sacando su celular, llamando a su amigo.

 

Un molesto sonido lo estaba sacando del mundo de los sueños, con fastidio palpó su cama hasta que encontró su celular y sin abrir los ojos contestó.

 

- ¿Qué?- dijo con fastidio, quería seguir durmiendo, había estado soñado con ganar el Inter-High y su cita romántica con Taiga.

 

- Moo, Aominecchi, esa no es forma de contestar- se quejó el escandaloso rubio, y el moreno estuvo muy tentado a colgarle- ¿quieres jugar un partido?, Kagamicchi, está aquí~

 

Se levantó rápido mareándose un poco en el proceso, pero una sonrisa se dibujó en sus labios.

 

- Llego ahí en quince minutos- dijo  y le colgó.

 

- En quince minutos llega Aominecchi- anunció Ryouta dejando su celular dentro de su bolso deportivo, antes de regresar donde Taiga, quien seguía intentando que Kuroko se lo llevara lejos, incluso le había preguntado si su habilidad la podía compartir, tristemente no era posible.

 

- Kagami-kun, ¿Qué pasa?, te vez triste- preguntó Kuroko llamando la atención del resto de los milagros, haciendo sentir incomodo al porrista.

 

- N-No es nada- dijo bajito, suplicándole al bajito que no preguntara más, quien entendiendo el mensaje, rodeó la reja entrando en la cancha.

 

- ¿Por qué no juegan un dos a dos?, por los primeros diez puntos, el ganador, escoge a quien quiere en su equipo- sugirió Kuroko y de inmediato comenzaron a jugar, dejándolos solos un momento- ahora Kagami-kun, ¿Qué te puso así?

 

El tigre bajó la mirada no sabia como decirle a su amigo, que al que consideraba su hermano, le había estado coqueteando a Daiki y él estaba celoso porque todo parecia indicar que el moreno también ese sentia atraído por su hermano.

 

- Creo que a Aomine le gusta alguien- soltó sorprendiendo a Kuroko, quien se mostró más interesado- Hoy, fui al centro comercial con Tatsuya, mi hermano, y se encontraron y cuando los encontré se veían muy cómodos y Aomine le sonreía, no de forma altanera como siempre, si no más… ¿dulcemente?

 

- O sea que, ¿estás celosos Kagami-kun?- preguntó sonriendo un poquito, viendo como el rostro de su amigo se encendía por comento.

 

- Puede ser- murmuró escondiendo su rostro tras sus manos, oyendo la suave risa del peli-celeste- no te rías, no me gusta sentirme así.

 

- Te tengo una solución- le dijo y de inmediato el pelirrojo bajó sus manos volteándolo a ver interesado- confiésate.

 

- Oh hell no, everything except that!- dijo de forma apresurada, confundiendo a su amigo, quien lo vio fijo, haciéndole ver que había hablado en inglés.

 

- ¿Eh?

 

- Q-Que no lo haré, sería muy vergonzoso, además obviamente no soy una chica de enormes pechos como para ser del gusto de Aomine- dijo decepcionado.

 

- ¿Tienes problemas visuales o solo eres muy lento?- le cuestionó Kuroko y antes de que pudiera defenderse en su campo de visión apareció el moreno, quien le sonrió nada más verlo, haciéndolo sonrojar y bajar la mirada.

 

Daiki se extrañó un poco, pero antes de que pudiera acercarse a Taiga y preguntarle el porqué de su comportamiento, Kise se le colgó encima.

 

- Vamos, quiero ganarle a Midoramicchi y Akashicchi- le dijo.

 

Sin perder más tiempo y resultando Akashi y Midorima los ganadores, pidieron a Kuroko, y el partido dio comienzo diciéndole apenas lo básico a Kagami, quien veía impresionado el desenvolvimiento de la generación de los milagros en la cancha, pero sus ojos se prendían rápidamente a la figura de Aomine, quien sintiendo la mirada del pelirrojo sobre su persona, se esmeraba por hacer sus mejores jugadas.

 

Pero a mitad del partido comenzó a llover, las gotas golpeaban con fuerza sobre sus cuerpos, así que corrieron buscando refugio, aprovechando esto, Aomine tomó la mano de Kagami jalándolo hacia su casa, sus padres habían salido junto con él no volverían hasta el día siguiente, corrieron por las calles empapándose por completo, comenzado a reír de pronto, así entre risas y falta de aire llegaron a la casa del moreno, quien rápidamente abrió la puerta dejando pasar primero a Taiga, cerrando la puerta detrás suyo.

 

Cuando apenas recuperaban el aliento, sus miradas se encontraron y sin dejar de sonreír se acercaron, sintiendo el calor ajeno, una de las manos de Daiki subió hasta el rostro de Kagami, removiendo un mechón húmedo de su rostro, viéndolo con completa libertad.

 

Las mejillas del pelirrojo se encendieron, y sin pensarlo más Aomine se movió hasta que sus labios rozaron los ajenos, sintiendo miles de escalofríos recorriendo sus cuerpos, las manos temblorosas de Taiga se aferraron a la playera húmeda de Aomine, acercando aún más sus cuerpos mientras que las manos ajenas tomaban la cintura y nuca del pelirrojo, profundizando el toque, hasta el punto en que el aire les hizo falta.

 

Al separarse un hilito de saliva conectaba sus bocas, Taiga cayó entonces en lo que había hecho, asustado trató de soltarse del toque de Aomine empujándolo.

 

- ¿Qué pasa?- preguntó el moreno confundido, pensó haber visto y sentido que sus sentimientos eran correspondidos.

 

- N-No puedo- dijo mientras las lágrimas se comenzaba a acumular en sus ojos- t-tú tienes novia, y le gustas a Tatsuya, y-y él es más lindo- dijo soltando todo, mientras las lágrimas comenzaban a correr.

 

Aomine lo vio sorprendido un par de segundos, antes de avanzar hasta él, tomándolo del rostro obligándolo a verlo.

 

- Escúchame bien Taiga- dijo viendo el sonrojo que adornaba ese lindo rostro- te mentí sobre lo de tener novia, no existe, y no me importa si le gusto a una súper modelo, a mí, solo me gustas tú.

 

Los ojos rubíes lo veían con sorpresa y brillando de tal manera, que incluso podrían opacar sin duda alguna al sol.

 

- P-Pero yo no soy…- comenzó a decir pero Aomine lo cayó dándole otro beso, está vez más dulce y más tierno.

 

- No me importa que no seas, me enamore de ti por lo que eres- le dijo juntando sus frentes, dejando que sus alientos se combinaran suavemente.

 

- ¿Qué pasara con nuestros amigos?- preguntó cerrando sus ojos, disfrutando de ese momento.

 

- ¿Qué con ellos?

 

- ¿Y si les damos asco?

 

- Lo dudo mucho- dijo convencido- pero tendremos que cuidarnos del imbécil de Imayoshi.

 

- No quiero verte cerca de Tatsuya otra vez- dijo Taiga, logrando que el moreno sonriera.

 

- No sabía que eras de los celosos- dijo ganándose un pequeño golpe en el pecho, por parte de un  muy avergonzado Kagami.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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