Capitulo 6 –Matt–
[Estaba seguro que a sus amigos les había ido peor ese día, porque realmente él era quien tenía a los mejores profesores y más de la mitad de su clase eran chicas, por lo que el acoso sexual no era un gran problema, pero eso aun eso no le quitaba que tuviera esos días. Había llegado y claro, se encontró con un examen sorpresa de 6 páginas, estuvo a punto de arrancarse sus preciosos cabellos, pero eso no iba a hacer que el examen desapareciera, así que se sentó en silencio y completó su examen, y realmente no sabía porque estaba tan nervioso si sabía cada cosa que salía en las 6 páginas, pero aun así siempre estaban los nervios presentes. Se alegró enormemente al ver el perfecto 10 que el profesor le había dicho que obtuvo, la mejor calificación de la clase, como siempre. Lo malo fue que ahí no acabó la cosa]
¡Tres exámenes seguidos!- Gritó una compañera, no conocía su nombre, pero sabía que se sentaba tres asientos detrás de él. Y aunque eran algo así como enemigos, más de parte de ella porque el pelirrojo la superaba en todas las clases, estaba de acuerdo con ella. Demonios, un examen estaba bien, hasta dos, pero tres ya era un abuso, y estaba seguro que la cosa no se iba a quedar ahí, ya que habían visto a más de sus profesores andar por ahí cargando sobres de exámenes*-¿Quién se están creyendo estos maestros de cuarta? Si hicieran su trabajo en días que les toca no estaríamos tan atrasados con los exámenes semestrales, pero no, tomemos un descanso decían- Y continuó con la habladuría que para ser sinceros tenía a la clase harta, nunca se había visto a unos alumnos tan felices de ver llegar un examen, porque esa fue la única forma de que la princesa se callara-
‘Mierda, malditos exámenes. Me va a doler la cabeza después de todo esto, ya me siento abrumado, pero demonios estoy a punto de terminar mi carrea, no puedo flojear ahora’- Se había dado ánimos mentalmente de la forma más extraña que pudo, pero aun así sintió que le ayudaron sus propias palabras. Por raro que eso pareciera-
Si terminaron con la prueba pueden venir y dejarla en el escritorio- La profesora parecía extraña al decir eso, sonrió como si estuviera a punto de decir el mejor chiste de la tierra, y aunque a ella le pareciera gracioso lo que iba a decir a continuación, a sus alumnos no tanto- Lo ponen en la parte izquierda del escritorio y cogen el segundo examen que esta del lado derecho, mucha suerte con ambos exámenes, serán su calificación del semestre, y ya saben este es su último semestre, espero que esto no les baje el promedio que tanto se apuraron en tener alto- Nunca había querido matar tanto a una persona, por eso no se podía confiar en los maestros, todo el tiempo que había estado estudiando en esa universidad, esta profesora había sido su favorita, cada clase a tiempo, nunca llegaba tarde, calificaba sin favoritismos y no ponía notas injustas, solo las que con tu esfuerzo te habías ganado, pero ese día solo quería que se muriera, ¿Acaso no podían decirle que ese día estaba lleno de exámenes importantes?-
[Terminó el segundo examen una hora después, salió de clase con una expresión más que enojada, claro que antes de salir completamente del salón miró a su maestra con todo el veneno que podía –Que no era mucho que se diga–, algo que la profesora solo vio como la cosa más tierna que podía existir, Mail Jeevas nunca iba a ser alguien intimidante, más bien de los adorables que a todos les resulta tierno en diferente forma]
Hola pelirrojo- Casi se le sale el corazón al ser sorprendido por Beyond, quien al parecer tenía algo en común con Linda, aparecerse de la nada- ¿Te asusté?- Y por supuesto que no lo preguntó con intensión de saber sino con su tono burlesco que se le antojó molesto en ese momento-
Si, ahora si me disculpas intentaré alejarme lo más que pueda de ti- La mirada sorprendida del otro fue en cierta forma reconfortante, sabía que hombres como Beyond era cuestión de controlarlos con un poco de rebeldía mezclada con ternura, no eran difíciles de leer, rudos con toque de malosos y rebeldes hasta donde el ojo te alcanzaba, por lo que ya sabía qué hacer con él- Aunque si me invitas un café, podría perdonarte tu osadía de asustarme- El de ojos rojos lo miró de arriba abajo con una sonrisa galante en los labios-
Eres controlador…- Abrazó al pelirrojo con uno de sus brazos y se alegró de hacerlo, ya que le llegó el delicioso perfume que este usaba, y si no hubieran estado en un pasillo de universidad, no sabía que le hubiera hecho a ese perfecto cuello- Eso me gusta. Pero no te voy a llevar a beber café, estoy aquí para llevarte a nuestra cita- Los ojos se le desorbitaron, miró su reloj y vio que en efecto, ya era hora de su cita, pero claro, cuando pasas el día haciendo exámenes el tiempo se te va volando-
Bueno, ¿Qué estamos esperando? Vamos a buscar a los demás- Y así como así, empezó su cita-
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