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Cheerleader por Yewooki

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Notas del capitulo:

Holis~!, espero que les guste :)

Gracias a Majo por ser mi beta~

Taiga bajó la mirada, se sentía dolido de saber que Daiki había apostado una cita con él con el resto de la generación de los milagros, pero antes de que pudiera decirle algo más al moreno, al levantar la mirada pudo ver a Himuro caminando hacia ellos.

 

- Así que aquí estaban- dijo sonriendo-, me abandonaste Aomine- se quejó formando un puchero, cosa que fastidió un poco más el mal humor que se había formado en Taiga.

 

- Lo siento- dijo automáticamente, viendo como su novio soltaba un suspiro furioso, antes de acercarse a él.

 

- Sería bueno que te marcharas Tatsuya, estamos hablando de algo privado- dijo el tigre ganándose una mirada curiosa por parte del pelinegro.

 

- ¿Por qué habría de hacerlo?, puedo estar donde quiera- dijo cruzándose de brazos, viendo la molestia crecer en su hermano.

 

- ¡Lárgate!- gritó el pelirrojo completamente furioso.

 

- Taiga, tranquilo- le dijo Daiki tomándolo de la mano, jalándolo hacia él.

 

- Relájate, Taiga, que con esa personalidad del asco que te cargas terminaras hartando a Aomine antes de que te des cuenta- se burló el pelinegro, antes de dirigir su mirada al moreno- Y tú, me debes una cita- le dijo guiñándole un ojo antes de marcharse dejando atrás a un furioso Kagami y  a un poquito asustado Aomine.

 

-N-Nunca saldría en una cita con Himuro- aseguró el moreno antes de ver a su novio darse media vuelta para quedar frente a él- enserio, Taiga, tú eres el único que me gusta.

 

Un suspiro cansado escapó de los labios del pelirrojo, antes de apoyar su cabeza en el hombro de su novio, quien rápidamente rodeó su cuerpo con sus brazos.

 

- Más te vale ganar la Inter-High, y patearle el trasero a Himuro cuando tengan un juego, o prometo que no dejaré que me toques hasta la boda- le amenazó, aligerando el ambiente y el pobre corazón del as.

 

-Lo prometo- dijo seguro, dándole un pequeño beso al pelirrojo sobre la cabeza, antes de ser cegado por un flash, parpadeó desubicado para después ver a Kuroko sonriendo  a su celular.

 

- ¡Quiero una copia, Tetsu-kun!- pidió Satsuki sonriendo, antes de que Yuriko apareciera detrás de ellos.

 

- ¡Ey, quita tus manos de mi bebé!- gritó la capitana logrando que Daiki frunciera su ceño y Taiga se alejara sonrojado, nunca hubiese pensado que la capitana le diría bebé.

 

- Yuriko, ya bebiste suficiente- le dijo la peli rosa tomándola del brazo, sonriéndoles apenada a sus amigos- vamos, necesitas tomar agua.

 

- Estoy perfectamente, Satsuki, necesito alejar a ese cabeza hueca de mi bebé, mañana tenemos una presentación y no puedo permitir que no pueda caminar bien.

 

- ¡Capitana!- gritó apenado el pelirrojo, viendo las sonrisas mal disimuladas de su novio y su amigo- Vamos a otro lado- dijo jalando a su novio fuera de la mansión.

 

- No traigo como para ir a un motel- le dijo ganándose un fuerte golpe en el brazo, haciéndolo reír- es broma, Taiga, el día que lo hagamos será a la luz de las velas y con música romántica.

 

- Eres un cursi de lo peor- se quejó el pelirrojo riendo, aunque la idea le gustara mucho.

 

- Así me amas- aseguró con una sonrisa autosuficiente, rodeando con su brazo los hombros del porrista.

 

- Sigue con eso y morirás solo- le dijo riendo soltándose del agarre.

 

- Casi me lo creo- le dijo riendo, mientras caminaban por la amplia calle para salir a la avenida principal, para abordar un taxi y terminar en un Maji Burger, para ser después alcanzados por sus amigos.

 

 

- Entonces, oficialmente están saliendo- dijo Akashi después de haberle dado un sorbo a su soda.

 

La pareja asintió y el resto de la generación de los milagros sonrió de forma un poco perturbadora.

 

-Definitivamente ganaremos el Inter-High- aseguró Kise, ganándose una mirada molesta por parte del moreno y una divertida por el resto de sus amigos- Kurokocchi me dijo que Kagamicchi cocina delicioso, así que nuestra cita será preparar comida en mi departamento.

 

- Sigue soñando, oxigenado- le dijo el moreno sonriendo altaneramente- ni con tu copia perfecta podrías ganarme.

 

- Aominecchi quieres monopolizar a Kagamicchi y eso es injusto- se quejó el rubio.

 

- Tú quieres robarle la poca inocencia que le queda a Tetsu, pero no voy por ahí haciendo drama por ello- dijo el moreno sonriendo ante el sonrojo que adornó los rostros de sus dos amigos, mientras oía las risas sofocadas de su novio, el emperador y la zanahoria.

 

- ¡Hay un dios que todo lo ve Aominecchi! ¡Kagamicchi no te dará su virginidad!- dijo el rubio.

 

- Tarde, ya la tomé- dijo el moreno con tal seguridad que todos en la mesa abrieron los ojos sorprendidos volteando a ver al pelirrojo quien estaba más que rojo, viendo anonadado a su novio.

 

- ¡E-Es mentira!- dijo completamente avergonzado.

 

-Pensé que te resistirías al menos un poco, Kagami-kun- dijo fingidamente decepcionado Kuroko.

 

El tigre terminó escondiendo su rostro tras sus manos, causando las risas de todos los presentes en la mesa.

 

- Ya es hora de irnos, Shintaro- le dijo Seijuro tomándolo de la mano, viendo la mirada sorprendida que le daba Taiga- Pensé que era más que obvio que salíamos , quita esa cara, Taiga- se burló un poco antes de irse de ahí junto a su novio.

 

Kise y Kuroko se fueron juntos, dejando a Daiki y a Taiga juntos, se tomaron las manos aprovechando la hora y la nula presencia de otras personas por las calles, disfrutando de ese momento.

 

- ¿Irás mañana a ver nuestra presentación?- preguntó Taiga cuando estaban cerca de su departamento.

 

- Por supuesto, no me lo perderé- le prometió, deteniéndose debajo de una de las lámparas acorralando al pelirrojo entre la pared y su cuerpo- solo ten cuidado, no quiero que nada te pase- le pidió acercando su rostro al ajeno, dejando que el aliento de ambos se combinara antes de dejar que sus labios se unieran de forma delicada, disfrutando del calor y sabor ajeno, embragándose en los sentimientos que los llenaban, para después separarse sonriéndose, volvieron a tomarse de las manos y llegaron al departamento del pelirrojo.

 

- Envíame un mensaje cuando llegues- le pidió Kagami dándole un último beso por esa noche.

 

-Si, mamá- le dijo viéndolo fruncir el ceño, el cual besó antes de irse, despidiéndose con la mano de su novio, y como lo prometió cuando llegó a su casa le envió un mensaje a Taiga, recibiendo un “Descansa, y sueña conmigo” que lo hizo sonreír hasta que sus mejillas dolieron.

 

A la mañana siguiente Kagami despertó temprano, se esmeró un poco más de lo normal en su imagen y partió hacia Tōō, al llegar vio a su capitana gritando ordenes a diestra y siniestra, viendo a las chica y Kuroko ir de un lado al otro, preparando todo para la presentación de esa mañana, después de calentar, la gente comenzó a llegar, Kagami vio llegar a Kise, Akashi, Midorima, incluso a Murasakibara, pero no veía atisbo algo de la presencia de su novio.

 

Algo molesto, pensando en que el moreno se había quedado dormido, le marcó pero le mandaba a buzón, extrañado, continuó intentando, pero siempre era lo mismo, le pidió a Kuroko que le llamara y fue igual, lo mismo con Momoi, ahora la molestia se había transformado en preocupación, Daiki no era de romper sus promesas.

 

- Hora de comenzar- gritó Yuriko y sin poder deshacerse del nudo en su estomago Kagami comenzó con la rutina.

 

Kagami se movía con gracia por todo el lugar, haciendo las mejores piruetas, elevando con elegancia a las chicas que hacían giros dobles antes de caer en sus brazos, ya para el final de la rutina, corrió antes de dar un salto doble hacia enfrente apoyándose en sus brazos, para caer haciendo un perfecto Split para cuando sus ojos captaron a la generación de los milagros, sus rostros preocupados, le borraron la sonrisa, haciendo que incluso los gritos y aplausos del resto de los asistentes dejaran de oírse.

 

Después de hacer una rápida reverencia se movió hacia ellos, siendo seguido de cerca por Kuroko y Momoi, al llegar a las gradas donde estaban, Akashi fue quien se acercó a ellos.

 

- Acaban de llamarme del hospital central, Daiki tuvo un accidente.

 

El rostro de los tres perdió todo su color, los ojos de Taiga se llenaron de lágrimas y su cuerpo entero comenzó a temblar, ¿Qué le había pasado a su novio?

 

Kagami no es muy consciente de cómo es que terminó sentado en la sala de espera del inmenso hospital de última generación, solo sabe que la ansiedad de no saber nada lo está matando, al otro lado de donde está él, se encuentra una pareja de adultos, el hombre es moreno de cabello negro y ojos azul oscuro, a su lado está una mujer pequeña, de cabellera azul marina y ojos cafés.

 

- Familiares de Aomine Daiki- pide un doctor, y de inmediato los adultos se paran, el médico habla despacio y de pronto la mujer rompe en llanto, siendo sostenida en un abrazo fuerte por parte del hombre.

 

El corazón de Taiga se detiene y las lágrimas que se había negado dejar correr, comienzan a caer,  Kuroko y Akashi se paran para ir hasta los padres del moreno, quienes de inmediato los reconocen, diciéndoles que el estado de Daiki es delicado.

 

- ¿Qué fue lo que pasó?- pregunta Akashi, viendo al señor Aomine apretar uno de sus puños.

 

- Lo atropelló un hombre en estado de ebriedad- susurró por lo bajo, sorprendiendo enormemente a los dos chicos- parece que Daiki iba al colegio cuando el hombre se pasó la luz roja golpeándolo con el auto.

 

- Es mi culpa- murmuró Taiga quien se había acercado para hablar con Kuroko, los padres de Daiki, Kuroko y Akashi voltearon a verlo sorprendidos y preocupados- si no le hubiese dicho que fuera a la presentación de hoy, él…- dijo antes que el nudo en su garganta lo imposibilitara para seguir hablando.

 

- No es tu culpa Kagami-kun, nadie podía saber que esto pasaría- le dijo Kuroko, llevándolo fuera, su amigo necesitaba aire y tranquilizarse un poco.

 

- ¿É-Él quién es?- preguntó la señora Aomine limpiándose las lágrimas.

 

- Él es Kagami Taiga, amigo de Daiki- dijo Akashi, no le correspondía a él, contar la verdadera naturaleza de su relación.

 

- P-Parece que son muy buenos amigos- dijo ella sonriendo triste- nuestro pequeño Daiki está por fin haciendo más amigos- le dijo a su esposo, antes de que las lágrimas le impidieran decir más.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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