Capítulo XXIX
Epílogo:
Las leyendas, los héroes, los inexistentes
Era difícil esa misión, en verdad difícil, ¿cómo diablos podría esquivarlos a todos? No lo entendía, técnicamente eran tres de ellos detrás de esa única persona y aunque todo el mundo pensase que Axel, Demyx y él juntos eran un total fracaso, estaba equivocados, la cuestión era que ese tipo era de verdad escurridizo. Llegó al punto de reunión con los otros dos. -¿Lograron hallarlo?- preguntó tratando de ubicarse con lo que tenía alrededor.
-No, lo perdí en el barrio de las maravillas. – Comentó Demyx esperando que alguno de los otros dos hubiese logrado conseguir algo.
-Yo logré verlo en el barrio de la bestia pero al llegar al barrio de Halloween también lo perdí.- Explicó ahora Axel.
-A mí me pareció verlo entrar al Coliseo del Olimpo. –Dijo Roxas comenzando a moverse, posiblemente fuese a entrar al barrio de la Atlántida, tenían que evitarlo a toda costa. –Maldita sea tenemos que encontrarlo.
-Espera, espera sé de un sitio donde es seguro que lo encontremos- comenzó a decir Axel al momento que comenzaba a buscar la ruta. –Es seguro que irá con ellos. Así que ahí podremos tenderle una emboscada.
-Bueno, en realidad no tenemos nada que perder, después de todo no estaremos incumpliendo las reglas.
-Entonces vamos de una vez, si no lo atrapamos Xenmas va a desquitarse con nosotros. –dijo comenzando a caminar hacía el sitio acordado.
-Esas reglas, mira que nos ha hecho todo más sencillo.
-Pero sólo a nosotros Demyx, los KM siguen con su fama y con su gloria, pero técnicamente son nuestros faroles.- explicó Axel.
-Recuerda lo que dijo Xenmas, “habiendo alguien que llamé tanto la atención, nadie va a percatarse de nosotros”.
- Sí, sí, las leyendas y los héroes siempre van a opacarnos ¿no es verdad?
-Así es, pero al final de cuentas es así como trabajamos ¿no?- preguntó llegando por fin al sitio indicado. Comenzando a buscar a la persona que tanto se les escapaba. –De acuerdo, es seguro que venga a recogerlo, así que nos dividiremos para poder atacarlo en cuanto lo veamos aparecer.
-Roxas, ¿estás seguro que no habrá problema con ellos? Técnicamente estamos en su terreno, así que tendrían todo el derecho de echarnos.
-No Demyx, ellos ya no tienen ese derecho- dijo serio observando el lugar de reunión de los KM, -lo perdieron después del trato. –no dijo más, indico a Axel y a Demyx en que parte debían esperar, iban a atraparlo si o si, no podían dejar que se escabullera simplemente porque sí.
Lo había logrado, de verdad que lo había logrado. Había perdido a esos tres chicos y aunque tal vez no fueran los más veteranos sí que le había costado trabajo perderlos y es que eran demasiado plastas. Al menos ahora podía llegar de forma tranquila por Ventus, como todos los días hacía desde que había regresado con los KM. Ya había pasado cerca de dos meses desde la pelea de los Strife con ellos y un mes desde que Ven regresó, más por petición de su hermano que por gusto propio. Aunque debía de admitir que le había agradado el cambio que se había suscitado con los KM. Terra seguía al mando, sí, pero ahora era más cuidadoso, tenía que ver que las misiones que le llegaran se pudiesen cumplir en su territorio, no podía ir más allá de lo permitido, claro hablando sólo de un aspecto “laboral” como le había explicado Xenmas cuando por fin fueron a verificar que todos estaban al tanto del trato. Incluso él estuvo incluido, claro que para acompañar a Ventus, en ese momento el rubio todavía no regresaba con ellos pero aun así se le pidió que asistiese. También las armas habían sido totalmente prohibidas, toda arma blanca era permitida, sí, pero armas de fuego era lo peor que podrías hacer. Si alguien de la Organización, los Sin corazón o los Incorpóreos llegaban a ver a alguien de los KM con armas de fuego de nuevo iban a tomarlo como una declaración de guerra oficial. También estaban vigilados, todos y cada uno de ellos y eso tal vez era la parte que más detestaba de todo eso. Vale, entendía que al resto los vigilaran, incluso a Riku y a Sora que buscaban cualquier momento para escaparse y tener su momento de intimidad, pero ¿Ventus? Él no tenía porque ser vigilado y lo había tratado muchas veces con Roxas y con Xenmas, incluso había ido a charlar con Cloud para que el ayudara a convencerlo, aunque todas las veces quien le abría la puerta era un cabreado Sephiroth que le repetía, y citaba tal cual: “deja de venir a joder que me cortas toda la inspiración para follar” y después le cerraba la puerta en la cara. Si, ese lindo de Sephiroth le había dejado las cosas claras. Pero es que le molestaba sentir todas esas miradas sobre ellos cuando llegaba a salir con el rubio. Era sumamente molesto y lo peor es que parecía que a Ven no le molestaba para nada, ¡Incluso lo había aceptado!, eso no era normal. Y ahora, con esa última visita que había hecho a la Organización había tenido que salir corriendo, tal parecía Xenmas le estaba cobrando por una misión que había mandado a hacer, de gran valor monetario a decir verdad, y tenía que pagar, sí o sí. Y el problema era que no tenía dinero para ello y seguía sin tener dinero para ello. Así que por eso se había visto envuelto en esa persecución. Pero ahora podía tomar aire lo más tranquilo que podía, porque había llegado donde los KM, vería a su Ventus y se largaría de ahí con el chico a buscar un sitio donde no los observasen. Sus ojos adquirieron un brillo al ver al chico salir, incluso una sonrisa, a pesar de que Ven iba con Sora en ese momento y con Riku con el mismo ceño fruncido de siempre detrás de ellos. Levantó la mano para saludar, viendo que los otros tres ya lo habían visto, Ventus iba hacía él y de pronto se detuvo, no entendía porque, al menos no al principio, al menos no hasta sentir esa mano en su hombro.
-Y así te hemos pescado Vanitas.- Esa voz era de Axel, mierda, mierda, mierda, se giró de forma lenta, pero ¡si los había perdido! ¿Cómo había podido pasar eso? Al menos podría escapar, si, no había duda sólo era él, pero de pronto sintió otra mano en su otro hombro. –Mejor que te atrapáramos o nos habría ido mal- voz de Demyx, maldita sea, una y otra vez maldita sea. –No te preocupes yo me encargaré de mi hermano en lo que tú atiendes tus asuntos con Xenmas.- voz de Roxas, si, oficialmente estaba jodido.
Se giró a ver a su hermano mientras tenía de fondo las quejas de Vanitas que era arrastrado por Axel y Demyx, le pareció escuchar un “venga mi muerte Ven” que le hizo ahogar una risa y rodar los ojos, ese chico era demasiado dramático. En cuanto llegó a los otros dos mostró una sonrisa. –Hola Ven, Sora.
-Roxas, es raro verte por aquí- dijo Ven también en tono calmado.
-Aunque supongo que tiene que ver con que se llevaran a Vanitas de esa forma ¿no?- preguntó el castaño viendo todavía como el pelinegro llevaba una expresión de miedo total. -¿Van a matarlo o qué?
Rió ante ese comentario, -no no, nada de eso, no dejaría a mi hermano soltero. Es sólo que es algo exagerado, digamos que nos debe algo de dinero y eso.
-Dalo por muerto- dijo Sora a Ven mientras ponía una mano en su hombro.
-Si, justo estoy pensando en eso, creo que voy a tener que buscar a alguien nuevo, a lo mejor Zack se anima- contestó la broma. Desde que Ventus había regresado con los KM, la relación de Roxas y Ven con Sora había ido mejorando poco a poco. Aún tenían sus dudas y desconfianzas y Sora aún se esmeraba por recuperar al completo la relación con sus primos, pero al menos iba por buen camino, en cuanto con Ven, Roxas todavía ponía algo de trabas, pero no se rendía.
-Nah, tranquilo, va a regresar bien, esos chicos no van a hacerle nada, aunque no puedo responder por nuestro líder, ahí si no tengo ni idea de que vaya a hacerle.
-Bueno, supongo entonces que no voy a salir como él tal como quería.
-¿A dónde iban a ir?
-Tal parece encontró un buen sitio en Tierras del reino y quería que fuéramos, dijo que tal vez ahí no iba a sentirse tan observado.
-Si, eso seguro, -se quedó viendo a ambos chicos, Riku no se había acercado a ellos, mantenía cierta distancia y de alguna forma lo entendía, él hacía lo mismo con él. Sora era familia y Ventus era su hermano, pero no quería saber nada de los otros cuatro integrantes y eso se lo había dicho de forma explícita a los otros dos, a él no le importaba si los otros sufrían problemas o heridas, si estaban en peligro, nada de eso. Sólo acudiría al rescate de su hermano y primo, porque sabía que los otros dos también harían eso. Bueno de Sora lo dudaba sólo un poco pero de Ventus era más que obvio, se lo había demostrado, así que lo mejor era guardar las distancias. –Hay un sitio se llama “el campamento” está en Selva profunda, ¿les parece si vamos a tomar algo? Le puedo llamar a Axel, decirle donde estamos para que venga con Vanitas si es lo que quieres.
Se animaron al escuchar la oferta, aunque Sora se giró a ver a Riku, también quería que fuera, de verdad que sí, pero sabía que era lo que pasaba, se mordió el labio, quería estar con sus primos, pero también quería estar con Riku, ¿por qué no podía estar con ambos?
-Dile que vaya- dijo viendo como Sora se debatía entre si y no a la invitación. –Axel y Vanitas van a terminar yendo también, no sería justo que fueses el único que no tenga pareja. –Aunque tampoco le gustaba quedar como el malo de la película.
Asintió, agradecido con el otro. Dándole una sonrisa- gracias Roxas- y fue con Riku para tratar de convencerlo de que fuese con ellos.
-Eso ha sido algo muy lindo de tu parte. –dijo Ven sin creerse realmente que eso hubiese pasado.
-Bueno- comenzó a decir alzándose de hombros- el chico lo ésta intentando con ganas, lo menos que puedo hacer es ceder un poco.
-Y yo que te creía más con tendencia a ser como Cloud.
-Por favor, soy peor que Cloud y eso lo sabes. Él llega a perdonar más rápido.
-Claro, pero cuando en verdad se enoja…
-Bueno, bueno, no he llegado a ese nivel.
-Claro, ¿ves como no eres tan malo?- dijo jalándole la mejilla.
-Ya déjame en paz o no te invitaré nada.
-Roxas, tú no vas a invitar nada, quienes van a terminar pagando van a ser Riku, Axel y Van.
-Bueno, Axel todavía me debe una y Riku tiene que hacer méritos para que también volvamos a aceptarlo y Vanitas… bueno, si no tiene para pagar lo que debe a la Organización ¿crees en serio que va a pagar lo que consumas?
-Claro que va a hacerlo- dijo en un tono ofendido- Van me consciente mucho.
-Aja y sólo por eso va a pagar.
-Exacto, que no quiera pagar la misión con ustedes no significa que sea tacaño Roxas- explicó con una sonrisa, -significa que es avaro.
-Eso explicaría muchas cosas. –Iba a comentar algo más pero la idea se le fue en el momento en que vio a Sora acercarse.- ¿Y bien?
-Dice que sabe dónde es, pero que necesita ir por algo de dinero a casa, así que nos alcanzará allá.
-Adivino, no quiere ser el único con nosotros tres. –Aclaro Ven.
-Eso mismo- tuvo que admitir- por eso, dije que nos alcanzara como en una hora o dos.
-Seguramente estará llegando con esos otros dos, ¿no es así?- preguntó Ventus a su hermano.
-Seguramente. Pero en fin, vayamos tomando camino, de mientras le mandaré un mensaje a Axel.
Durante el camino la conversación que los chicos llegaron a tener fue relativamente monótona, todo lo que tenían que decirse ya lo habían hecho anteriormente, en un momento más incómodo, pero eso ya había quedado solucionado. Una vez llegaron al lugar que Roxas había dicho buscaron una mesa, cerca de una esquina. –Entonces Ventus, ¿Terra ha hablado contigo?- preguntó a la vez que pedía una bebida y una para los otros dos.
-Hemos tenido algunas charlas, sí, pero realmente nada nuevo. Sólo cosas sobre el trabajo. Creo en realidad la última conversación en verdad larga que tuvimos fue cuando me pidió regresar.
-Sí, recuerdo eso. De hecho le costó mucho trabajo el sólo hecho de marcar tu número. Decía que eso era una reverenda estupidez porque lo último que podía hacer era el pedirte que regresaras. – explicó Sora recordando ese momento.
-Sí, recuerdo que le costó mucho trabajo decirlo por teléfono. Bueno al menos eso me pareció cuando por fin pude quitarle el celular a Vanitas.
-¿Y cómo por qué Vanitas tenía tu celular?- Preguntó Sora extrañado por eso. Roxas sólo escuchaba atento a todo lo que decía el menor.
Suspiró, -lo cito: “Debido a que la estupidez que hiciste merece un castigo, también te quitaré el celular durante los días que te quedes aquí”.
-¿De verdad te quitó el celular?- preguntó Roxas sin creérselo.
Suspiró de nuevo. –Sí, de verdad me lo quitó.
-Espera, espera, no sólo te dejó en casa tres días sino que también te dejó completamente incomunicado.
-Sí, algo así.
-¿Cómo qué te dejo en casa?- preguntó Sora sin comprender muy bien a que se refería eso.
-Bueno, no me dejo salir de su casa por tres días, específicamente de su habitación. Fue demasiado cansado.
-Creo entender eso, Axel sólo me tuvo recluso un día, pero demonios que ese día dolió a más no poder.
-Sus novios son algo, mucho, muy posesivos, celosos y estrictos ¿no creen?- preguntó Sora viendo a los otros dos con demasiada atención.
-¿Y qué hay de Riku? ¿Él es todo un caballero que te permite hacer lo que quieras?
-Bueno… él.
-Es igual que nuestros chicos ¿no es así?- preguntó Ven divertido siendo secundado por su hermano.
-Apuesto lo mismo. Pero en fin, dime ¿qué más te dijo Terra?
-Fue algo cortante, dijo de forma directa “queremos que regreses con nosotros”. Así de sencillo. No hubo más que eso. De hecho cuando llegamos a quedarnos solos simplemente me evita.
-No sabe cómo enfrentarte, para que pudieses regresar no sólo hizo falta la intervención de la Organización ni de Roxas, también Vanitas fue a hablar con él, de hecho se siente sumamente culpable por todo lo que paso, lo que ocasiono y también lo que ocasionamos. Por ello es que no puede verte a la cara… tampoco puede después de saber que estabas completamente enamorado de él sin ninguna piedad mando a diablo lo que sentías. Si te pones a pensarlo son muchas cosas.- termino de explicar el castaño, viendo como las bebidas se acercaban, agradeciendo que al menos pudiese mantenerse ocupado en otra cosa.
-Creo que esa parte la entiendo- dijo un poco sorprendido por lo dicho, pero encontrándole lógica poco después. –Tiene mucho sentido.
-Sinceramente si que lo tiene- secundo Roxas tomando también de su bebida. –Pero sé que en algún momento se va a animar a, en primera pedirte una buena disculpa y en segunda tratar de arreglar las cosas. Eso claro si es verdad le interesas.
Tomo aire para después beber un poco y ver a su hermano- Para ser sincero, ese tema ha dejado de ser una prioridad en mi vida.- dijo de lo más tranquilo. –Si Terra quiere quedar bien conmigo, que lo haga, si no lo quiere, no es como que en realidad me afecte, al menos ya no. Creo que una persona siempre llega a un punto en el que le toma importancia a las cosas que en verdad la merecen y al resto sólo las deja olvidadas.
-Entonces, ¿Terra ha pasado a segundo plano?- preguntó Sora sorprendido.
-Terra fue mi amigo, un muy buen amigo. Alguien a quien le tenía confianza, alguien a quien quería y alguien que me gustaba. Pero con todo lo que nos pasó no puedo simplemente esperar a que se decida y tener los brazos abiertos para él cada que quiera. No soy un juguete o un objeto que puede guardar y sacar cada que quieras. Y aunque las cosas se solucionen sé que no volverá a ser igual. Ya no volveré a confiar en él. Ya no lo hago de hecho y eso es porque cada que hago algo que me encarga creo que es sólo para deshacerse de mí, que es para mantenerme ocupado o que es una excusa, una trampa para volver a sacarme del grupo. Ya no volverá a gustarme, porque me dejó en claro que las cosas entre él y yo no van a poder pasar. Y no sé si volveré a quererlo, tal vez si, pero no con la misma intensidad. Todos los actos tienen consecuencias, algunas más dolorosas que otras, pero al final son eso.
Se quedó sin palabras al escuchar lo que su hermano decía, había crecido sin duda, de una forma muy distinta a la que lo había hecho él, pero había crecido y eso le hacía sentirse de alguna forma orgulloso de él. Siguieron charlando, más Sora y Ventus. Sabía que los chicos tardarían un buen rato más, posiblemente estarían a lo mucho media hora y después se irían, cada uno por su lado y es que los KM y la Organización no podían estar demasiado tiempo juntos en un solo sitio. Simplemente no había forma de que se llevasen bien. Por ello fue que ese detalle llamó su atención. Sora había crecido, ya no era el chico egocéntrico que creía ser en realidad el salvador, tampoco era el chico mimado que sólo quería que todo se le diese. Ahora era más centrado, sabía lo que había hecho mal y sabía también que debía de enfrentar las consecuencias de todos sus actos. Y que las cosas no eran para nada sencillas. Ventus también había dejado en claro que las cosas nunca son como antes, no pueden volver a serlo. Y le alegró comprender todo eso porque significaba que ahora se comprendían mejor, significaba que ellos tres demostraban perfectamente lo que los demás no creían posible. Los chicos llegaron poco después, entre charlas y algunas indirectas con malas intenciones pero que no pasaban de momentos incómodos o de risas Roxas sólo pudo pensar una cosa.
Tal vez la vida no había sido tan mala hasta ahora. Y tal vez todavía pudiesen existir tres tipos de personas en ese sitio. Porque aunque tuviesen dificultades, una leyenda, un héroe y un inexistente podían convivir un buen tiempo sin intentar matarse o bueno, casi.