Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los niños comen cosas dulces por neblinadesol

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

3-4-2016

¡Holis, tanto tiempo ha pasado! les dejo el siguiente capu, espero sea de su agrado XDDD, ya verán como acabaron las cosas ;P, gracias por sus comentarios

Los personajes son de Masashi Kishimoto sensei

 

 

Se suponía que sería un día especial, ideal, juntos frente al templo a la medianoche pidiendo sus mejores deseos, él fue aunque se sintiera un poco decaído, pero ahora, estaba sentado en su cama llorando como una nena tirando con pocas fuerzas del brazo de su hermano mayor para evitar que saliera de su habitación vestido de negro con un katana en su mano, un pasamontañas en su cabeza y la furia en sus ojos, la escena melodramática tenía lugar en la residencia Uchiha donde solo dos de los poco  habituales cuatro habitantes estaban a esa hora de la madrugada.

—Ya…ya hermano…no hagas más…uuuugh…—decía el benjamín de la casa tratando de limpiarse los mocos con la manga de la camisa y las mejillas rojas.

—¡Mírate!, si ahora luces así…,¡¿ qué crees que pasará en los siguientes días?!

— ¡Ya te dije que…que…. se acabó! …¡BuaaaaAAAAA!...—Itachi rodó los ojos evitando ver la vergonzosa escena, bueno el también hizo su exagerada parte con su representación de futuro vengador, pero nunca imaginó presenciar tal reacción infantil, aunque tal vez con la actual situación…,preferiría eso a verlo beber hasta perder la conciencia, que se muriera de inanición por depresión, drogarse hasta morir de sobredosis o lisa y llanamente verlo saltar de un edificio o puente, porque como estaban las cosas eso era precisamente que suponía que haría su hermano, no llorar y esconderse entre las sabanas de su cama, bueno sin contar con su reciente resfrío.

Lo más patético en toda su corta vida era ver a su propio y amargado hermano menor llorar como una nena.

Ah, pero lo vería llorar más cuando le cortara la garganta a ese “amigo” imbécil que tenía.

Se sentó en la cama a su lado y sacándose el pasamontañas, lo abrazó intentando tranquilizarlo, gesto que su hermanito aprovechó para esconder su deplorable cara en su pecho y toser un poco.

Por cierto Itachi no era un ningún tonto, conocía la vida externa e interna de su hermano desde su existencia y cuando confirmó sus sospechas, ahogó sus ganas de retorcer un cuello humano por el cariño de su pequeño familiar.

El fatídico día de Halloween, como lo recuerda, cuando llegó a su casa vestido de mago feliz de haber realizado “varios trucos más que conseguir dulces”,  vio trepar entre los arbustos a un tomate con patas, curioso corrió para entrar en su hogar y pegar su oreja en la pared vecina, la que por poco rompe al escuchar las cursilerías de ese par de idiotas.

—¿Qué harás?

—….Uuuugh…—Sasuke se sentía mareado, ya no quería pensar en el mañana, y se aferró al sobretodo negro, quizás tratando de sentirse reconfortado por la compañía brindada. Itachi acarició su frente y torció su boca en gesto negativo.

—Estás caliente,…me quedaré contigo hasta que duermas…—y recibió como respuesta un leve asentimiento.

 

 

Naruto gritaba desesperado entre la gente que subía las escaleras del templo que lo veían asombrados, ya que sus gritos resonaban más que las campanadas del lugar, detrás de él, Hinata Hyuuga mostraba una triste cara y retorcía una bufanda roja entre sus manos.

—Naruto…—lo llamó, pero el rubio la ignoraba junto al mar de gente, su cara trigueña tenía un cardenal en su nariz y se lo acariciaba constantemente. El frio ya le había entumecido y por lo tanto casi no sentía el dolor.

 —Tal vez regresó a casa-ttebayo… —se dijo  a sí mismo con un tono de voz deprimido. Tenía que arreglar lo que fuera que hizo mal, Sasuke no golpea sin motivo alguno y no lo comprendió, se suponía que debían encontrarse para llegar juntos a las puertas del templo, pero antes de reunirse se había cruzado con la chica a sus espaldas.—¿Por qué hizo eso?...—y se acarició la piel adolorida—…¡¡¡Yo no lo aceptaré-ttebayo!!!

Agachó la cabeza y comenzó a bajar los escalones corriendo dejando caer un pequeño paquete que fue rápidamente tomado por la pelinoche antes de ser pisado por varios zapatos. Ella se sentía responsable de lo ocurrido hace un buen rato.

—Naruto-kun…— dijo melancólica.

 

 

Una hora antes.

 

Hinata estaba esperando cerca de una de las entradas a las puertas del templo, nerviosa. Estrujaba una bolsita donde su regalo estaba guardado y al levantar la vista vio acercarse entre la multitud a un conocido rubio.

— ¡Na-Naruto! —agitó la mano llamando la atención del susodicho que al verla frunció las cejas y se irguió recto para ir a su encuentro. Desde el día antes de navidad no lo volvió a ver y esperaba aclarar sus crecientes temores.

El ojicielo respiró profundo y a llegar junto a la joven soltó con fingida alegría enfundado en su ropa de invierno — ¡Hinata-chan!¡qué alegría verte aquí!¿esperas a alguien?—a lo que la pelinegra asintió con la cara enrojecida.

—Yo, yo lo estoy esperando,…me dijeron que vendría…pues…pues le quiero proponer que sea mi…mi …mi…— eso provocó un tic al rubio y soltó un chasquido de lengua. Maldecía haber descubierto sin querer los sentimientos de la chica, sin duda podía tener a cualquier hombre si se lo propusiera, era inteligente, de buena familia y viéndola bien, con atributos bastantes deseables para el chico promedio, sin duda al lado de Sasuke harían una de la parejas más bonitas del campus universitario, si él lo permitiera, antes secuestra al Uchiha y se marcha del país a comenzar una nueva vida juntos, ya no temía preguntar, pues lo tenía decidido, consiguió los pasajes, cortesía de las joyas empeñadas de su abuela, había desistido en matar a Hyuuga  luego de pensarlo mucho, con todo el rollo de desaparecer el cadáver y eso, no es que fuera tedioso sino que aún no terminaba de ver la serie completa de C.S.I. para tener más ideas cómo desaparecer las huellas sin ser descubierto, aunque se confundía al seguir  las diferentes versiones N.Y, Miami, Cyber… 

—¿En serio?...—el suave  tono malicioso junto al acercamiento con ojos entrecerrados intimidó a Hinata que se sonrojó fuertemente. —…Qué valiente…eres… Hina-chaan~..

— ¡Uhm! Sé que no estás muy …muy cómodo…conmigo…, lo…lo he notado estos últimos días, pe-pero quiero aclararte, ah, no, decirte que-que me agrada Sasuke-kun y yo-yo—…No, mejor la mato-ttebayo…sus manos se cerraron en puños ocultos dentro de sus bolsillos y tensó la mandíbula. …Tal vez lo haga después de tenerlo lejos de todo, si,… primero me aseguro de ponerlo a salvo… —….y seamos amigos…—Naruto levantó un ceja,… ¿amigos?, irónico…pensó.

 —¡Mira, les traje esto! Una bufanda para Sasuke y otra para ti!—Naruto la miró extrañado, ella rebuscaba en su bolso— ¡Aquí!¡ Yo también tengo una!—y vio las bufandas, una de color roja, otra verde y la tercera azul.—¡Para que los tres seamos los mejores amigos desde hoy!—y se ruborizó. Naruto le observó inexpresivo.

 

…tic...tac…tic...tac..

 

¿Mejores… amigos?...y le tomó del brazo deteniendo cualquier movimiento de la chica.

—Espera un momento.—Y su cara trigueña a pocos centímetros la pusieron más nerviosa.

— ¿S-si?

—¿Cómo que mejores amigos?

—¿No… qui-quieres?—él respiró profundo para confirmar sus sospechas.

—No es eso, ¿te gusta Sasuke?...—a lo que ella asintió avergonzada. Ahí estaba su dilema.

Entrecerró sus ojos y con voz alta de tono y bastante tenebrosa completó— ¿LE VAS A PEDIR SER SU NOVIO-DATTEBAYO?— y cada una de las uñas se fue enterrando en el brazo, por suerte el tapado grueso para evitar el frio la protegió, pero no mucho, ella parpadeó ante el apriete y frunció las cejas confundidas.

—¿A quién?—Y seguía eludiendo la pregunta, por un segundo miró hacia las escaleras…no estaría mal una torpe caída por ellas-ttebayo…y volvió a centrarse en ella.

—¿Cómo que a quién?, ¡a Sasuke-ttebayo!

—¡¡¿¿EEEEH??!!—y se puso roja por completo.— ¡N-NO!—grito entre la gente.

A Naruto casi se le cae la quijada. La chica Hyuuga era inentendible...¡qué rayos!... y la soltó como si quemara¡Pero dijiste que te agradaba y!….—no quería seguir recordándolo— …¡esas cosas-ttebayo!

—Co-como amigo, yo… quería ser su a-amiga…

—¡¡¡¿AAAH?!!!—un balde a agua fría refrescante fue lo que sintió más que el frio de la noche, el peso de los celos se esfumó al fin y comenzó a reír como desquiciado, realmente lo había mal interpretado, bueno, cualquiera lo haría, él no tenía la culpa, sino las pocas  semi-oraciones de la chica  que daban a mal entender todo, y abrazó a Hinata que se ruborizó por quinta o sexta vez, ya no importaba, le dio un par de vueltas,… ¡Qué alegría, no tendré que hacerte nada-ttebayo!…la apoyo en el suelo y la dio un sonoro beso en la mejilla.

¡Gracias, gracias Hina-chan, no sabes lo feliz que me hiciste-dattebayo! ¡Yo crei…!—la chica algo mareada asintió varias veces y se rio disimuladamente— jiji, tonto, en serio ¿entendiste mal…?

—¡¡¡De verdad, creo que reventaré de felicidad por tan bonita confesión-ttebayo!!!—Reía como si fuera la primera vez que lo hacía, con gran esmero.

—Felicidades.—Naruto aun con la sonrisa de oreja a oreja miró a quien les dijo esas palabras, Sasuke estaba cruzado de brazos con seria expresión. El rubio caminó hacia él con intención de abrazarlo pero recibió una piña en pleno rostro de su parte.

—Tú y yo terminamos. Maldito.—y desapareció entre la gente dejando confundido a Naruto que aun procesaba lo ocurrido sentado en el suelo.

 

 

 

Rompió una maceta del borde del balcón, la vio caer y partirse en la nieve, pensó que debería colocar una escalera para esos casos, o una soga, escondida, claro. Hacía frío, pero a pesar de eso logró subirse y con un delgado alambre-que tenía para esos casos- hizo presión en el cerrojo de la ventana, hasta que cedió con un pequeño chasquido, con cuidado abrió la hoja y entró cerrándola lentamente, miro la habitación en penumbras. Y se quitó la abultada chaqueta dejándola caer en el suelo. Vio que su tesoro dormía y tenía las mejillas sonrojadas, la respiración se oía algo pausada, Sasuke estaba de costado completamente tapado, se sentó a su lado y observó con ojo crítico la mesita con pastillas en un platito junto a un vaso vacío y un cuenco en el que reposaba un paño

Oye.—pero no tenía respuesta.

—Sasuke.—le picó con el alambre en la mejilla recibiendo una pequeña mueca. Entonces el rubio con una sonrisa zorruna se quitó el gorro, la bufanda y los guantes, todo de color naranja. Sin prisa se desabotonó las camisa dejando su pecho descubierto y lentamente se agachó a besarle el mentón mientras abría las frazadas y le volteaba para ponerlo de frente, el silencio de Sasuke le indicó que estaba profundamente dormido, así que se quitó los zapatos y los pantalones para recostase encima del ojinoche, llevó su mano a la frente, estaba cálida.

—…Mmm…—no pudo moverse ante el peso sobre su cuerpo, frunció el ceño.

—¿Sabes que los perros para asegurar su descendencia, en sus penes hay un bulbo que se inflama  y quedan pegados por lo menos de quince a media hora? —abrió los ojos asustado ¿qué hacia Naruto ahí?, y más que nada ¿cómo entró?, el rubio le veía con su típica sonrisa zorruna apoyado en sus codos a cada lado de su cara.

—¿Qué …?—pero la frase murió, Naruto le calló abriendo la boca y atrapando sus labios, Sasuke le agarró los cabellos dorados a fin de apartarlo pero las manos canelas la tomaron de las muñecas, Naruto hizo presión y le mordió los labios estirándole el inferior—¡¡AH!!—el ojinoche le dio un cabezazo reaccionando a la herida.—¡¡OUGh!! ¡¡Temeee!!—Naruto lo soltó y se sentó frotándose la frente con ambas manos. Sasuke lo imitó, no fue buena idea, Naruto era un cabeza hueca, pero era bastante dura.

 —Oye que aún no acabo contigo. No entiendo lo que tiraste afuera, pero de lo que estoy seguro es que no voy a apartarme de tu lado.

—¡Desgraciado, mal parido!—un manotazo y un puño cerrado fueron lanzados por el Uchiha, el primero lo esquivó pero el segundo dio en su estómago.—¡No vales nada! ¡Jugando conmigo mientras sales a mis espaldas!

— ¡AUUCH!¡Oye, no metas a mi mami!—Se tiró encima a pesar del dolor para evitar que el cuerpo contrario siga removiéndose como lombriz intentando levantarse de la cama, Sasuke era muy ágil pero él era más fuerte, por eso era el que llevaba el mando en la cama. Logró apresar sus manos al colchón luego de varios minutos de forcejeo   —Dime que hice mal…—le susurró en su oído con voz lastimera.El ojinoche dejó de luchar por simple cansancio y por estar casi inmovilizado, ladeó su rostro y se mordió el labio molesto.

—Imbécil…¿cómo puedes pedirme ser algo contigo si no eres sincero?—Naruto soltó las pálidas manos para acunar la cara de Sasuke y le besó la frente ante su mirada enojada.

—Explícame, dímelo para que entienda el error y lo arregle. No me moveré de aquí hasta que me lo cuentes. Ne, ¿ne?—Ante el largo suspiro de resignación y la falta de lucha de Sasuke, Naruto se permitió esconderse en el cuello abrazándolo tiernamente.—Sabes que para algunas cosas soy tonto

—¿Estas con Hinata?—el bichito de los celos de gritaba que no era casualidad que la chica estuviera en ese lugar a esa hora, pero la sensatez le sugería que la mayoría de sus amigos lo hacían por la festividad de ese día, pero el bichito le picaba por la conversación que escuchó.

—No, ¿a ti te gusta Hinata?—el tic en el ojo lo sacó de su seriedad

— ¡Pedazo de tonto como puedes pensar eso!—Naruto se resintió del dolor de oído por el grito del azabache, pero cerró la boca para evitar decir una grosería.

—Ya, pues, le pregunté a Hinata sobre quien le gustaba,  y adivina qué dijo.

Sasuke que quedó tieso, recordando la conversación que oyó. La expresión de Naruto, la risa de ambos, llevó sus manos a la espalda del rubio y clavó las uñas, pero pese a hacerlo no oyó queja alguna. Sino la voz tranquila

—Pues dijo que nos quería a ambos solo como amigos-ttebayo.

—¡Mentiroso!—Naruto se levantó para contemplar el rostro contrariado de Sasuke y sonrió cansado.

—Si quieres la buscamos y aclaramos el malentendido-ttebayo, porque parece que ambos caímos en eso.—Sasuke lo miró un buen rato en silencio,—Nos hizo bufandas como regalo de amistad-ttebayo, es una chica, rara, pero creo que fue sincera…— asimilando la respuesta, movió sus ojos a la ventana, la cual pequeños copos de nieve la golpeaban aumentando la cantidad y suspiró derrotado cerrando sus ojos, meditó sobre salir afuera, la tormenta se intensificaba, y, pensándolo bien, Hyuuga no mostró en esos días interés en acercársele, si era un malentendido mañana lo confirmaría.

—Te creeré por hoy.—Naruto se recostó apoyando su cara en el pecho. Y sonrió zorruno.

—¡Oye, oye!—le lamió el cuello, estremeciendo al pelinegro, devolviéndolo a la realidad, que el rubio estaba medio desnudo en su cama, sobre él.  —Ya que hace frio afuera ¿qué tal si nos calentamos?—Sasuke le observó con inexpresiva seriedad, la cual el rubio tomo como un sí, y volvió a ensalivar el cuello albino, recorriendo el contorno hasta el hombro, sus manos bajaron y delinearon lentamente la cadera contraria, con torpes movimientos se removió los pantalones.

—Naruto.

—Tu hermano debe tener un sueño profundo, pues ni se mosqueó por tus gritos jejeje…—Sasuke se sonrojó ante lo dicho.

—No quiero hacerlo. Estoy enfermo—Mentira, ya no tenía los síntomas pero un poco de bronca para desquitarse con el rubio no estaría mal, pero por otro lado…

—Bah!, ya estoy casi sin ropa abajo y parece que alguien está con ganas también-ttebayo—prueba de ello era la erección que el rubio sin vergüenza alguna acarició tras terminar de decirlo, sobresaltándole. Hizo un pequeño hueco para acomodarse mejor y le apretó el miembro.

— ¡Ah! Qué?!—con movimientos lentos subía y bajaba su mano, hundiendo su dedo índice en la punta. El pelinegro puso sus manos en los hombros para apartarlo, mareado ante la insistencia y el calor proveniente de su zona baja dejó de hacerlo y el rubio rió feliz. Se dispuso a chupar con lentitud un pezón escondido bajo la tela, mientras con dificultad separaba las piernas blancas y se acomodaba. Sasuke se desabotonó la camisa mientras Naruto le mordía la boca acallándole los gemidos. Sintió que su mano se mojaba y volvió a emitir una risilla de satisfacción

—Vamos… Juntos…. — Ya respiraba con dificultad ante la sensación ardiente de penetrarle pero recordó que tenía que hacer otra cosilla antes, se mojó los dedos con el presemen de ojinoche y metió dos de ellos dentro de su cuerpo, provocando que arqueara la espalda

—¡Tonto! —pero no le importó el insulto y siguió moviéndose dentro, luego los sacó y guio a su miembro con su mano hacia su refugio. Sasuke se aferró a las sabanas sabiendo lo que se venía. Naruto no estaba nada paciente  y lo sabía, pues lo conocía, comenzó a empujar su cadera mientras el cuerpo bajo sus brazos se arqueaba más y más.—Ah…Ah… ¡AH!—El ruido morboso de ambas caderas le indicó que estaba completamente dentro.

 —Quiero bombearte, Sasu.—le abrazó por la cintura, mordiéndole una tetilla,  subiendo su boca por el pálido cuello, dejando marcas de salivas, esperando que Sasuke dejara de temblar ante el dolor pulsante —¿sabías que cuando un gato se frota frente a ti es que te está marcando como parte de su territorio-ttebayo?

—Deja de hablar y muévete, tarado!—Ah, sí, era ese el momento de comenzar a dar golpes al otro cuerpo, queriendo entrar más, una lástima que no pudieran fundirse de otra forma. Peor era tener que estar separados ocultándose de la sociedad, esperando el momento adecuado donde le buscaba casi inconscientemente con su ser, para unir sus almas en esos escasos momentos que cada vez aumentaban para ser solo ellos dos.

 

El vaivén de su cintura comenzó a ser frenético y la voz ronca de Sasuke le indicó que estaba dándole al placer, las uñas se  clavaron en sus brazos canelas dejaban marcas rojas, el sudor  de a poco recorrió las frentes, las mordidas en su perlado hombro silenciaron  sus propios gemidos, escuchándolo solo a él  y el suave  jadeo de su voz, tal vez mañana lo resienta pero que bien se sentía poseerlo,  apenas se separó para pasar su mano y acariciar el glande del pelinegro, pues casi lo olvidó  —¡Ah, Naru..!—excitado ante los gemidos ahogados lo estimuló logrando jadeos más fuertes,—¡Naru…! —Animándose a  elevar el ritmo de las estocadas cada vez más intensas, el calor en su mano y el sofoco en la voz de Sasuke,—¡Ah! ¡NO!.— lo hizo enloquecer, moviéndose con frenesí—¡Naruto!…¡Aah! —escuchó complacido el orgásmico clamor.

 Y con unas estocadas más, eliminó con rudeza su semilla dentro.—¡Oogh, aaahh!

 

 

Itachi no era tonto, tampoco sordo, molesto y algo caliente por la situación, se tapó con la almohada intentando acallar los grititos de sus vecinos de cuarto, mataría al rubio, si, algún día lo haría.

— Maldito violador de hermanitos menores…

Pero se alegraba internamente de que ambos aclararan sus diferencias.

Eran el uno para el otro.

Tan diferentes, opuestos y sin embargos tan unidos.

 

 

 

El dia siguiente se presentó no muy distinto del anochecer, nevaba y a pesar de eso ambos estaban uno al lado del otro calentándose mutuamente y a la espera de una persona.

Hinata llegó corriendo con las mejillas rojas y un gran gorro verde que junto a la bufanda del mismo color cubría casi toda la cara, se bajó la bufanda y sonriente  aunque algo tímida extendió los dos pequeños paquetes, Naruto los tomó y asintió con una sonrisa. Ella se lo devolvió y miró a Sasuke para luego hacer una inclinación de cabeza.—Te-tengo que irme…me esperan —y señaló hacia un lado, más allá, cruzando la calle a un joven arropado que la esperaba.

—¡¿Es él-ttebayo?—ella asintió con entusiasmo.—¡Lo lograste!—y se sonrojó avergonzada cuando el rubio le palmeó la espalda.

—S-si…¡bu-bueno nos vemos en las clases!—y sin más se volvió para enredar su mano a la del chico 

—Vaya…—dijo el ojicielo.Mientras sacaba el otro paquete y miraba la bufanda roja—lo había olvidado.—Sasuke que aún estaba viendo la escena se volvió a él.

— ¿Qué?

—¡Ta-dan!—y le mostró una cadena de plata con sus iniciales. S.U, dando vuelta el otro dorso estaban las suyas N.U, y le sacó la lengua —ahora eres de mi propiedad-ttebayo. Iba a ponerle mi número de celular por si te perdías pero…—y el porrazo en la cabeza le mató un par de neuronas—¡¡¡TEME!!!

—Uhm, deja de decir tonterías.—sin cuidado se lo arrebató de sus manos canelas y se lo guardó en los bolsillos de la chaqueta, no lo usaría, ni que estuviera loco, pero lo atesoraría. Hizo una mueca de disgusto al recordar que el regalito para el rubio estaría en algún lugar tirado y siendo devorado por algún animal. Naruto le miró sospechando lo que pensaba.

—Je, no te preocupes, ayer disfruté de “mi” dulce regalo-ttebayo asi que no necesito otro—…hijo de…Un buen golpe lo tiró al suelo. Sasuke se cruzó de brazos y le dio la espalda  avergonzado ante  la desfachatez y sonrió ladino, por lo menos no fue el único que lo disfrutó.

—Idiota. El ramen casero nunca lo volveré a hacer. —El rubio se puso de rodillas y miró al cielo nevado lanzando los brazos suplicantes.

—¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!!

 

 

 

Notas finales:

Hubo lemon! ah, creo que fué corto, tengo que mejorar D:>,ya, me rei con los comentarios sobre Hinata, pobre, todos la malentendieron XDDD, ¡nos leemos en el proximo- no sé cuando pero habrá otro capi-¡gente cuidense! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).