Al llegar a su casa Robín de inmediato fue a ver a su querido perro y se sentó en la silla mientras se tomaba un café, recordó la cena de anoche, no era la costumbre, pero fue un momento grato, hace bastante que no recordaba lo que era tener una familia funcional, aunque no era la mejor madre, ella siempre fue buena con ella, no negaba el hecho que hizo muchas estupideces pero nunca fue mala con ella o su hermano, en cambio su padre, si es que podía llamarlo así, fue más bien lo opuesto, aunque no siempre fue así, fue culpa de la familia de su ex novia, de Vanessa, si tan solo hubieran tenido dos neuronas se hubieran dado cuenta del daño que estaban provocando, de lo que sus palabras causaron en mi familia.
Mire a Samy que estaba mirándome con sus ojos brillantes mientras tenía la boca abierta y la lengua afuera, lo abrece y lo acaricie, ahora todo esos malos momentos estaban enterrados, ya no importaban, me hicieron lo que soy ahora.
- Creo que es buen momento para salir a pasear- dije mientras lo miraba
Busque su correa y lo saque a pasear por mi vecindario, estaba demasiado feliz, por salir, hace unos tres días que no sacaba a pasear, decidí llevarlo al parque donde conocí a Amanda, recuerdo que lo saque a pasear cuando note que mi cachorro estaba empezando a quedar gordito luego de haber estado en los huesos, me dedique a darle comida, agua y todo el cariño y la atención que se merecía, luego de dejarlo exhausto después de jugar con su pelota y su cuerda nos sentamos un momento, ahí fue donde la vi, donde vi su cabello rubio y sus rasgos delicados, la observe de arriba abajo era simplemente hermosa, pero era heterosexual, sonreí mientras negaba con la cabeza, le acompañaba un chico alto tal vez de mi altura, él le besaba con bastante pasión y ella se veía incomoda. Solo un minuto después del beso ella le abofeteo, tuvo que doler, pensé debido que hasta yo escuche el sonido de esa bofeteada.
En aquel momento ellos se pusieron a discutir, al parecer ella ya no quería nada con él, por lo que escuche entre sus gritos es que ella quería terminar con él, que dejara de propasarse con ella, que lo único que él quería era sexo. Pero él le daba escusas estúpidas y trataba de abrazarla a la fuerza y ella se negaba, hasta que de un momento a otro el, la golpeo, la abofeteo con bastante fuerza ya que cayó al suelo, yo de inmediato me levante y fui donde ellos, aprovechando lo que me habían enseñado hace poco agarre al chico y le di un gran golpe en la nariz, tirándolo.
- ¿Que no te enseñaron que a las mujeres no se les pega?- le dije enojada
- ¿Quién eres tú? No te metas en mis asuntos- me grito enojado
- Es mi asunto cuando un imbécil lastima a una chica tan bonita
- ¿qué? Te interesa esta puta- me dijo cabreado
- Te enseñare a respetar- le dije mientras me tiraba sobre él y empezábamos a golpearnos, trataba de darles en los lugares en los que el viejo me enseño, aunque él también era fuerte, pero yo tenía una ventaja y la iba a usar
- ¡Sam!- dije con voz fuerte, en aquel momento me separe de él y mi perro vino corriendo colocándose delante mío, empezó gruñir y a colocarse en postura de ataque, el chico retrocedió atemorizado, Sam había tomado cuerpo desde que lo conocí, intimidaba aun que tenía cerca de un año. En chico trataba de calmar a Sam, diciéndole “buen perro” “tranquilo” mientras retrocedía asustado- ataca- exclame sonriendo con malicia, en aquel momento Sam empezó a ladrar y el chico huyó despavorido mientras Sam lo seguía solo un par de metros luego regreso feliz
- Buen chico- sonreí, me di la vuelta y la vi sentándose en el suelo con los ojos llorosos, la mire y le estire la mano para ayudar a levantarla.
- G-gracias- me dijo mirando al suelo
- De nada, deberías hacerte respetar más, eres bonita- e dije mientras me daba la vuelta, sabía que era heterosexual así que no intentaría conquistarla, no soy estúpida
- D-disculpa… ¿Cómo te llamas?- me pregunto
- Robín- dije
- Me… me gustaría compensártelo, de alguna manera- me dijo casi gritando
- Em… podrías… invitarme una hamburguesa con papas fritas y una bebida y estaríamos a mano- dije sonriendo de lado, ella sonrió feliz, ahí note que tenía una hermosa sonrisa, podía sentir mi corazón latiendo exageradamente rápido, y al ver su ojos azules, no pude evitar querer conocerle más.
- Claro- sonrió, sin poder proveer lo que pasaría ella se me tiro a abrazarme, me sonroje de inmediato, su aroma dulce me embriago de inmediato y su calidez era agradable
- Oh… lo siento es que no sé por qué esto me hace feliz- exclamo sonriendo
- No te preocupes está bien, por cierto no me has dicho tu nombre-
- Amanda- me dijo- por cierto me das tu número, para juntarnos e invitarte a comer, espero poder ser amigas- me dijo sonriendo
- Tranquila, todo a su tiempo- dije- por cierto… él es Sam- dije mirando a mi cachorro
- Vaya que bonito- exclamo y trato de acercarse un poco a él, pero Sam de inmediato empezó a gruñirle
- Hey… tranquilo chico- le regañe- lo siento, él no es así, es solo que es un poco desconfiado, las personas no lo trataron bien, veras lo rescate hace unos meses atrás- deje mientras me rascaba la nuca
- No te preocupes- sonrió
Intercambiamos números y platicamos un poco más, ella realmente era encantadora, no podía evitar pensar “me enamore” con cada palabra que escuchaba de su voz, hace mucho que no me gustaba alguien de inmediato, era simplemente hermosa, tanto por fuera como sus sentimientos, sentía la necesidad de saber más de ella, al momento de separarnos ella me agradeció por ayudarle y me abrazo de nuevo, yo me fui feliz a casa y podía sentir su aroma impregnado en mi ropa, al llegar a casa tenía un mensaje de ella.
- ¿Por qué me siento así de emocionada? ¿será amor a primera vista?- pensé, aunque después de decir semejante estupidez me reí con ganas, decidí dejar que las cosas fluyeran y ver que resultaba.
Aunque después me termine encariñando demasiado con ella más de lo que ella realmente se encariño fue un golpe duro. A veces sentía que ella solo me daba esperanzas para luego destruirlas.
En aquel momento el sonido de mi celular me saco de mis pensamientos, era un mensaje de lucia, que decía que Natalia su amiga estaba de cumpleaños y que por ser novia de ella me había invitado a su cumpleaños que se celebraría hoy en su quincho a las 10 de la noche, no la conocía mucho salvo que nos dio su apoyo así que le compraría un regalo e iría, aparte habría alcohol gratis, así que no estaría mal. Iría junta a lucia, Nathaniel y Amanda irían juntos. Luego de un buen paseo con mi perro fui a mi casa a darle agua para luego meterme a la ducha, fui a mi cuarto y decidí tomar mi guitarra, hace meses que no la tocaba, así que decidí cantar un poco. Decidí cantar “hijo de la luna” de stravaganzza, aunque no era de mi estilo en verdad amaba esa canción. Había una parte que aun que era trágico amaba cantar.
Se puso en posición y empezó a tocar mientras decidía ponerse a cantar su parte favorita
“de padre canela nació un niño blanco como el lomo de un armiño, con los ojos grises en vez de aceituna niño albino de luna”
“¡maldita su estampa! Este hijo es de un payo y yo no me lo cayo”
“luna quiere ser madre y no encuentras querer quien te haga mujer, dime luna de plata que pretendes hacer con un niño de piel… hijo de la luna”
“gitano creerse deshonrado, se fue a su mujer, cuchillo en mano ¿de quién es el hijo? Me has engañado fijo y de muerte la hirió”
“luego se hizo al monte con el niño en brazos y allí lo abandono”
Pude sentir como alguien aplaudía y pare de inmediato, era mi hermano quien sonreía complacido.
- Hace mucho que no te escuchaba cantar, no has perdido tu don, veo que aun te gusta esa canción, “hijo de la luna”- sonrió con ternura y se sentó junto a mí
- Am… s-si- me avergoncé un poco, no me gustaba que me escucharan cantar, solo dos personas me han escuchado cantar y son mi hermano y Amanda, que le cante una canción para sacarla de su cuarto debido a una fea rotura que tuvo, no salió en dos días de su cuarto y no hacía más que llorar y sus padres al igual que yo estaban preocupados. Aun que me considero mala cantante, mi hermano y ella dicen que lo hago bien, que canto hermoso.- no te escuche llegar- dije guardando mi guitarra
- Llegue justo cuando empezaste, no hice ruido para no interrumpirte, en verdad me encanta cuando cantas-
- No lo digas- dije mirando a otro lado
- Por cierto ¿cómo estuvo la salida de anoche?- pregunto curioso
- Bastante interesante, mal no la pase- sonreí de lado- fue gratificante, conocer a su familia-
- Me alegro- sonrió con cierto aire de tristeza
- ¡hey! No seas imbécil- le di un golpe en el brazo- tu eres mi familia y créeme no puedo estar más feliz con esto- le anime, a veces le gustaría darme más de lo que puede , no es su culpa que nuestros padres hayan sido malos, con el me basta y lo escogería mil veces de ser necesarias- esta es nuestra pequeña familia de tres y por nada en el mundo la cambiaria- sonreí ampliamente, para animarlo
- Gracias… hermana- me abrazo
- Por cierto hoy también saldré- le dije-
- Yo también- me dijo
- ¿una cita?- le moleste- con ¿Melanie?- era una amiga de el, pero note que mi hermano era demasiado caballeroso con ella
- Jejeje, si pero no- se rasco la nuca- veras saldremos pero con amigos, aparte…- sonrió tontamente algo no tan común en el
- ¿qué?- pregunte curiosa
- Bueno…. Hoy cuando fui a comprar al supermercado conocí a una mujer, en verdad era muy hermosa, chocamos y tiro todo lo que tenía en las manos así que me ayudo a recogerlo, no puedo olvidar su rostro y esa magnífica sonrisa que tenía… en verdad era muy hermosa y aun que platicamos un poco, quede tan embobado que no le pregunte su nombre o algún dato de ella, es la primera vez que quedo tan pasmado- me dijo
- Woow, vaya mi hermanito se enamoró- fingí llorar para molestarlo- animo hombre sé que la veras de nuevo en el súper tal vez viva cerca de ahí, tal vez se mudó cerca , así que deberías ir más seguido para ver si la encuentras- dije emocionada
- No me enamore, pero me gustaría verla de nuevo y saber cómo se llama- me dijo
- Animo yo se que puedes- le anime
Luego de una buena charla decidí dormir y arreglarme sin decir que le compre un chocolate a la amiga de lucia la noche parecía prometedora, debía ir a buscar a lucia para que me dijera la dirección.
Al llegar al quincho de Natalia, ya había gente, en la mesa había mucho alcohol, sonreí feliz, pero a lucia no le gustó mucho.
- No hagas escándalos- me advirtió
- Claro, como digas tengo aguante-
- Solo no hagas estupideces-
- Ok- dije busque a Amanda pero al parecer aun no llegaban eran cerca de las 11 de la noche y ya deberían estar por llegar, fui a buscar una lata de cerveza mientras un chico le subía el volumen a la música, por lo menos no era reggaetón o bachata, o de lo contrario mis oídos se romperían, lucia se puso a hablar con unos chicos y me dejo de lado.
- Tsk chicas heterosexuales- dije cabreada, mientras la veía rodeada de chicos, camine unos pasos, el quincho era enorme y dentro del observe a unos chicos fumando, me acerque a ellos- hey amigo me das uno- le dije
- Claro ten- me dio dos- de paso me presto su encendedor- por cierto ¿la moto es tuya?- me pregunto el chico
- Si-
- ¡Esta genial!- me dijo emocionado, empezamos a hablar de motos, el también quería una y me pregunto muchas cosas, pero luego de aburrirme me marche de ahí y al fin encontré a Amanda y estaba sola.
- Hola- le dije rascándome la nuca, ella al verme me abrazo con fuerzas- lo siento- me disculpe por dejarla sola todo este tiempo y por algo tonto
- No importa- me dijo- ¿Dónde está lucia?- me pregunto
- Esta por ahí con unos chicos- dije algo molesta
- Vamos por unas cervezas- me agarro del brazo mientras me sonreía
- Claro- le dije sonriendo de lado