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Cheerleader por Yewooki

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Notas del capitulo:

Más vale tarde que nunca, ¿No? :v

El martes llegó antes de que se diera cuenta, con los nervios a flor de piel, se levantó cuando su alarma sonó interrumpiendo su sueño, se duchó y colocó su uniforme de porra, viéndose en el espejo de cuerpo completo que tenia detrás de puerta.

 

- Taiga, amor, ¿estás listo?- preguntó su madre al otro lado de la puerta, él cerró sus ojos y suspiró alto, antes de salir, topándose con su madre quien traía una playera con una imagen de un tigre con un traje de porrista.

 

- ¿En serio usaras eso?- dijo apenado, sintiendo como sus mejillas se tornaban rojas.

 

- Claro que sí, que todo el mundo se dé cuenta que tus padres están orgullosos de ti- dijo ella y su padre, gritó desde la cocina secundándola- además, es lindísimo- dijo sonriendo- me recuerda a ti cuando te compre tu pijamita de tigre, te veías súper adorable en ella.

 

- ¡Mamá!, ya no tengo cuatro años- se quejó mientras caminaba apresurado al comedor, su estomago estaba rugiendo.

 

- Tristemente- dijo la señora Kagami, sentándose a un lado de su hijo, recibiendo casi de inmediato un plato con un delicioso desayuno.

 

Taiga rodó sus ojos antes de tomar los palillos entre sus dedos, pero antes de dar el primer mordisco, su celular sonó, curioso lo sacó de su pantalón viendo que era un mensaje de parte del moreno.

 

“He estado teniendo pequeños mareos, por lo que primero iré al hospital, pero te prometo que estaré allí para cuando tengas que presentarte, relájate y disfrútalo, yo sé que eres el mejor”

 

Una sonrisa feliz se expandió por sus labios, antes de regresar su atención a su desayuno el cual comió con ganas, para después dirigirse junto a sus padres al instituto, donde la gran mayoría del equipo estaba alistándose, la competencia seria en Tōō ese año.

 

- ¡Kagamin!- gritó Satsuki corriendo hacia él, antes de notar a los padres del pelirrojo.

 

- ¡Momoi!- gritó Yuriko, atrayendo la atención de ambos- ¡Kagami! ¡Muévanse y calienten!

 

Ambos rieron por el regaño, pero de inmediato se movieron hacia donde estaba el resto del equipo, comenzando con el calentamiento.

 

- Ne, Kagamin, ¿vendrá Dai-chan?- preguntó curiosa Satsuki ayudándolo a que su frente tocara el suelo.

 

- Eso dijo- dijo el tigre, antes de que una sombra lo tapara por completo, por lo cual elevó su rostro paralizándose ante la persona que tenía enfrente.

 

- Vaya, vaya, Kagami Taiga, huyes de Los Ángeles para seguir con tus estupideces en Japón, ¿es que acaso no entiendes?- Makoto lo vio con superioridad, sonriendo al ver el pánico apoderarse de esos rubíes.

 

- ¿Quién diablos eres para hablarle así a Kagamin?- dijo con molestia Momoi, viendo al otro verla despectivamente, logrando molestarla más.

 

- Supongo que nos veremos después, mariquita- dijo el pelinegro marchándose de ahí, satisfecho de saber que aún aterrorizaba al pelirrojo.

 

Taiga en cambio estaba temblando, y Satsuki estaba al tanto de esto.

 

- Le diré a Yuriko- dijo parándose, pero fue detenida por el pelirrojo, quien negó varias veces preocupando a la peli-rosa.

 

- E-Estoy bien- dijo parándose, tratando de no darle mayor importancia, pero Kuroko quien había presenciado todo el hecho en silencio frunció su ceño, algo le había dicho el pelirrojo de personas que lo molestaron cuando estuvo en Estados Unidos, no permitiría que eso se repitiera aquí, así que aprovechando que nadie lo notaba le envió un mensaje a Daiki.

 

La competencia dio inicio y con ella, un discurso por parte del director de la institución, la presentación de los jueces, las reglas de la competencia y los nombres de las escuelas participantes.

 

Los nervios iban creciendo conforme pasaban los equipos, Tōō era uno de los últimos, Taiga estaba sumamente nervioso, pero no por la competencia en sí, Makoto era la principal razón por la que sus padres lo mandaron a Japón, él fue quien lo había atacado junto a sus amigos.

 

- ¿Todo bien Kagami-kun?- le preguntó Kuroko asustándolo, para después asentir- relájate Kagami-kun, nada malo pasara- aseguró el peli-celeste, atrayendo la atención del pelirrojo, pero antes de que pudiera preguntarle a que se refería fueron llamados al escenario.

 

La música inundó el lugar, al ritmo saxofón, fueron saliendo uno a uno los integrantes del equipo, con enormes sonrisas en sus rostros, una vez el equipo estuvo completo y justo antes de que sonara la voz del cantante, cuatro de los miembros entre ellos Taiga, hicieron volteretas hacia enfrente, desde la parte trasera del escenario, hasta llegar al frente cayendo de forma perfectamente sincronizada.

 

Daiki acaba de llegar, viendo con emoción a Taiga haciendo piruetas en medio del escenario, un sentimiento de orgullo llenó su pecho, pero al recordar el mensaje de Tetsuya, un nudo en su estomago se formó, sobre su cadáver alguien le tocaba un pelo a su novio, apresurándose tomó asiento junto a una pareja, el hombre le recordaba a su novio pero más maduro, y junto a él una despampanante pelirroja, quien también le daba un aire a su tigre.

 

El equipo se movía en perfecta sincronía, Taiga elevó sobre sus hombros a una de sus compañeras quien dio un salto dando una pirueta doble cayendo en los brazos del tigre, quien de inmediato la colocó en el suelo, para después moverse mientras aplaudía, para terminar en posición de propuesta, para elevar a Kuroko quien había corrido hacia él, lanzándolo terminó dando una voltereta hacia atrás, siendo cachado por sus compañeras.

 

Las piruetas continuaron, para el coro, la mirada de Taiga se topó con azul marino que lo veía con orgullo y deseo, haciéndolo sonrojar, pero su sonrisa creció antes de moverse entre sus compañeros para quedar al fondo, moviéndose todos al mismo ritmo, elevando sus manos, gritando el lema de la escuela, antes de sacudirse al ritmo de la canción, y justo antes que de llegar a la ultima parte de la canción, el equipo se dividió en dos, mientras se movían como si fuesen espejos, bailando sincronizadamente, mientras que desde el fondo Taiga corría un par de pasos antes de dar un brinco potente dando un par de volteretas en el aire, para caer en un perfecto Split, gritando al son del resto del equipo “You are my type!”

 

Los aplausos y gritos no se hicieron esperar, los ojos de Daiki no abandonaban el cuerpo del pelirrojo, quien se levantó elegantemente, antes de bajar del escenario junto al resto del equipo.

 

- ¡Ese es mi hijo!- gritó orgullosamente el hombre a su lado, con los ojos bien abiertos, Daiki lentamente movió su cara para ver a la pareja a su lado, quienes sintiéndose observados voltearon.

 

- ¿Eres amigo de Taiga?- preguntó la mujer en tono amable y con una sonrisa en sus labios.

 

- S-Soy su novio- soltó antes de darse cuenta de lo que había dicho, para inmediatamente después sonrojarse y ver con pánico al señor Kagami.

 

Los adultos intercambiaron una mirada divertida, acosarían y molestarían un poco al moreno antes de que su hijo apareciera por ahí y los detuviera.

 

- Así que tu eres el delincuente que se cree lo suficientemente bueno para salir con mi hijo- dijo el señor Kagami, colocando su mejor cara de jefe yakuza, viendo como el miedo llenaba lentamente las pupilas azules, pero a pesar de eso, Daiki se colocó derecho y sacando valor de algún lado se inclinó suavemente hacia enfrente, sorprendiendo a los adultos.

 

- S-Soy Aomine Daiki, permítanme salir con su hijo- el corazón le latía más que acelerado, incluso si los padres del pelirrojo les prohibían verse de nuevo, encontraría la forma de escapar al lado del porrista.

 

- Oh cielo, es tan lindo- dijo la mujer, sin poder contener su alegría por saber que su hijo había encontrado a quien parecía ser un buen partido.

 

- Bueno muchacho, creo que no puedo negarme, pero si haces que mi hijo derrame una sola lágrima, desearas nunca haber nacido- sentenció en tono lúgubre, asustando un poco al moreno, quien asintió.

 

- ¿Por qué no vas a ver a Taiga?, se que le encantaría verte- dijo la mujer, él asintió se marchó lo más rápido que pudo- oh amor, es lindísimo, nuestros nietos serán una monada.

 

Daiki se dirigió a la parte trasera del edificio viendo a Taiga recargado en la pared, sonrió y comenzó a caminar hacia él pero antes de llegar vio a un tipo de cabellos negros lanzar sobre su novio un vaso con malteada.

 

- No eres más que una mariquita, Taiga- le dijo Makoto, quien ahora venía acompañado de un par de matones- ¿Por qué diablos no podías ser como los hombres de verdad?- le dijo tomando con brusquedad su rostro, sonriendo perversamente- si tanto te gustan las cosas de chicas supongo que también te gustara esto- dijo llevando su mano a la entrepierna del aterrado porrista, pero antes de que pudiera tocarlo, un puñetazo lo tiró.

 

- Ponle un dedo encima y te mato- siseó Daiki furioso, sorprendiendo a Taiga.

 

- Vaya, ya encontraste a tu salvador ¿eh?, sin duda alguna te cuesta mantener las piernas cerradas- dijo Makoto, limpiándose la sangre-  ¿Con que te convenció, su increíble flexibilidad? ¿Sus increíbles mamadas? ¿Su culo?- dijo burlonamente y antes de que pudiera continuar, y sin medir el peligro Daiki se abalanzó contra él, pero antes de tocarlo fue detenido por uno de los matones quien le dio un fuerte golpe en el estomago, dejándolo caer entumecido por el dolor al suelo.

 

- ¡Daiki!- gritó el pelirrojo agachándose para tocarlo, pero una patada sobre su rostro lo tiró dejándolo perdido.

 

- Así que la mariquita se encontró con su otra mitad- soltó Hanamiya sonriendo monstruosamente- creo que podríamos divertirnos un rato- murmuró levantándose antes de patear con fuerza uno de los costados lastimados de Aomine, haciéndolo casi perder la consciencia- música para mis oídos- dijo maliciosamente, y antes de continuar con su ataque unas tijeras pasaron rosando su rostro, asustado elevó la mirada encontrándose con la generación de los milagros a unos metros de ellos.

 

- Aléjate si no quieres tener las siguientes incrustadas en tu estúpida cara- soltó Akashi en tono bajo y peligroso, el pelinegro viéndose en desventaja emprendió la huida, lo que no sabía es que en la puerta del colegio estaban un par de oficiales esperándoles, desde que había llegado de Los Ángeles no había hecho más que meterse en problemas.

 

Una vez que el pelinegro desapareció de su campo de visión se apresuraron a sus amigos, Daiki estaba apenas consciente el dolor que lo llenaba apenas y lo dejaba respirar.

 

- Murasakibara tómalo en brazos, debemos ir al hospital- dijo Akashi, manteniendo la calma, viendo de reojo como Midorima y Kuroko se encargaban de  levantar a Taiga quien estaba recobrando la consciencia, mientras Kise llamaba a los padres del moreno.

 

Cuando Kagami recobró el sentido, buscó desesperado a su novio, viéndolo en brazos del titán de Yosen, aún mareado intentó pararse siendo ayudado por un par de brazos.

 

- Con cuidado Kagami, tu visión debe estar borrosa aún- le dijo Midorima, antes de voltear a Kuroko, quien asintió antes de desaparecer en búsqueda de los padres del pelirrojo.

 

El peli morado se movió rápido hacia la limosina de Akashi para dirigirse rápidamente al hospital, el camino fue corto pero antes de que acomodaran al moreno en la camilla para ingresarlo, habló haciendo que una minúscula sonrisa apareciera en los labios del heredero.

 

- ¿Taiga, está bien?- preguntó Daiki, mientras era cuidadosamente colocado en la inmaculada camilla.

 

- Si, él está bien- le confirmó y vio a su amigo desmayarse, ingresaron detrás del personal médico y se dirigieron al área de espera, a los pocos minutos llegaron los padres del moreno, seguidos por los padres de pelirrojo junto a él y los chicos restantes.

 

- ¿Qué fue lo que pasó?- interrogó asustada la señora Aomine.

 

- Aominecchi solo estaba defendiendo a Kagamicchi- dijo Kise, el pelirrojo bajó la mirada, mientras las lágrimas comenzaban a caer.

 

- No fue tu culpa- le dijo su madre abrazándolo.

 

- No te culpamos hijo- le dijeron los padres de su novio- y sabes que no lo hará nuestro hijo.

 

Un médico salió llamando a los padres del moreno, explicándoles que el desmayo se debía a la gran cantidad de dolor que sintió su hijo, y que a parte de un enorme moretón adornando sus costillas, estaba bien, que una vez que despertara podrían llevárselo, con la condición de que no hiciera ningún movimiento brusco durante al menos una semana.

 

Ya todos tranquilos al saber que el moreno estaba bien, Kagami entró en la habitación donde estaba Aomine, quien acababa de despertar, los padres del moreno lo habían dejado entrar primero, cuando sus miradas se encontraron Taiga comenzó a llorar fuertemente.

 

- Ya amor, no llores- le consoló el moreno, envolviéndolo en sus brazos, obligándolo a recostarse a su lado.

 

- E-Es la segunda vez- hipó aferrándose al moreno, quien con cuidado le acariciaba la espalda, buscando calmarlo, después de un par de minutos, Taiga logró controlar los sollozos y escalofríos.

 

- Déjame ver tu rostro- le pidió Daiki, viendo con enojo la mejilla magullada de su novio.

 

- Mis padres ya estaban hablando con amigo suyo para interponer una demanda en contra de Makoto- le dijo y vio al moreno asentir seriamente.

 

- Ese cabrón- siseó, antes de sentir los dulces labios de su novio sobre los suyos, haciéndolo olvidar su molestia.

 

- Olvídalo- le pidió recostándose contra su pecho, cuidando de no lastimarlo más- Imayoshi va a matarme- susurró en voz alta, sin darse cuenta de ello.

 

- ¿Por qué lo haría?- dijo Aomine atrayendo su atención, dándose cuenta de su error- ¿Te ha estado molestando?, ese cara de zorro y pensar que le iba a pedir una cita.

 

- ¿Qué?- contestó Taiga levantándose viendo asombrado a su novio.

 

- Fue antes de conocerte- aclaró rápidamente- ahora solo pienso en tenerte a mi lado hasta que decidas que ya no quieres estar más conmigo.

 

- Como si eso fuera a pasar- dijo el tigre con alivio dándole otro beso, un poco más largo y un poco más pasional- me tengo que ir, tus padres vendrán por ti, yo tengo que ir con los  míos, por cierto, sé que no es el mejor momento, pero ellos querían conocerte.

 

- Pero si ya los conozco- le contestó el moreno sonriendo altaneramente.

 

- ¿En serio?

 

- Si, tu padre da un poco de miedo, ¿es líder Yakuza?

 

- No, por supuesto que no- dijo riendo el pelirrojo, ante la mirada molesta de su novio- es dueño de un par de compañías de animación en Estados Unidos.

 

Un toque suave en la puerta los distrajo, la puerta se abrió dejando ver a la madre del moreno, quien les sonrió.

 

- Hora de irnos a casa Daiki- le anunció, antes de volver su vista a su yerno- por cierto hijo, estás invitado a cenar el viernes en la noche, prepararé mis especialidades- dijo con orgullo.

 

- ¡Eso no lo haces ni en mi cumpleaños!- se quejó su hijo, causando la risa en el pelirrojo y la indignación en la mujer.

 

- Es para celebrar el triunfo de Tōō en la competencia- afirmó la mujer- además Taiga es mucho más agradecido que tu pequeño peleonero- se quejó la mujer.

 

- ¡Es culpa de Taiga!- dijo como si fuera un niño pequeño, causando risas en los otros dos.

 

- Lo siento, prometo que te compensare ser mi salvador- le dijo el pelirrojo con una enorme sonrisa, que hizo latir desbocado el corazón del moreno.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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