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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi

¿Cómo están?

Bueno niñ@s, creo que me demoré pero el asunto es que... de nuevo entré a la universidad y eso acorta mi tiempo nuevamente, pero bueno, ya solo falta un capítulo más, así que ruego su comprensión

No diré mucho, solo que es cursi, si quieren cursilerias este es su capítulo... bueno más o menos jajjajaa

PD: ¿alguien pidió un lemon?

 

Gaara lloraba mientras al fin escuchaba un leve “te amo” por parte de Neji, se quedó allí abrazándolo, sin importar nada, solo se aferró a esa hermosa realidad, escuchó detrás de él un grito de emoción, no le hizo caso. Poco después llegó un médico que lo apartó de Neji pero ni así dejó de apretar la mano de su pareja que también dejaba salir un par de lágrimas. Estuvo en la revisión de Neji y podía verlo luchar por permanecer despierto, estaba muy débil y el médico le recomendó que descansara, el miedo de Gaara se hizo presente, no quería verlo dormir nuevamente

 

-tranquilo, ahora podemos estar seguros que despertará pronto – hablaba el médico después de hacer muchas pruebas – sus reacciones son excelentes

-por favor… no quiero que vuelvas a dejarme – susurró mientras acariciaba la mejilla de Neji

-Gaara, tranquilo – le sonrió Neji – solo déjame descansar… un poco

-Neji dormirá unas horas, es difícil para él mantenerse consciente de una sola vez, su cuerpo está acostumbrado al reposo – explicaba el médico mientras procedía a dejarlos solos

 

Gaara se aferró a Neji cuando lo vio cerrar los ojos nuevamente, tenía miedo, no podía evitarlo, entrelazó sus dedos con los del mayor intentando calmarse, tenía que esperar hasta que despertara. Sintió a alguien más ingresar, era la persona que había llamado al médico y que ahora le traía una cajita con el nombre de alguna cafetería, Ten-Ten fue esa persona, la misma que en silencio tomaba asiento y sonreía “no te preocupes, traje todo para que te alimentes, supongo que no querrás separarte de él hasta que de nuevo despierte… avisaré a los demás” el pelirrojo estaba más tranquilo, escuchaba como su amiga, en el pasillo,  llamaba a los contactos que tenía, era la noticia más grande que hayan podido tener en meses

 

Uno por uno fueron llegando, emocionados, aunque solo se encontraban con un  Neji todavía dormido, claro que todos esperaban el ansiado despertar que ocurrió seis horas después, llanto, gritos, abrazos, era un caos. Neji aturdido respondía a cada persona pero jamás dejó de sostener la mano de Gaara con fuerza, era su motivo para esforzarse y mantenerse lúcido. Allí empezaba la lucha final para al fin abandonar el hospital que lo mantuvo cautivo por mucho tiempo. Cuando permanecía solo con su pareja, preguntaba por el pequeño ser que crecía en el vientre de Gaara, cuáles eran los antojos, que problemas tenía,  las cosas que ocurrieron mientras él dormía, la vida de los demás y también se planteaba un futuro prometedor, eran pláticas cortas en cuanto podía despertar.

Cuando los exámenes terminaron el reporte no fue totalmente alentador, Neji había perdido sensibilidad en su mano izquierda, su visión se había afectado por el golpe en la cabeza,  la movilidad de sus piernas era limitada, tendría que hacer rehabilitación para lograr caminar por sí solo, un proceso largo que el castaño enfrentaría con una sonrisa pues al menos estaba vivo y con esperanzas de retomar su vida normal. Apenas le dieron permiso empezó con las terapias pues no soportaba más estar lejos de su casa, además tenía el tiempo limitado porque al menos deseaba compartir el último mes de gestación junto a Gaara, quería estar preparado para cuando el gran día llegara, necesitaba poder hacerse cargo de las personitas que más amaba… su familia

 

-¿estás seguro de no querer descansar más? – le había preguntado Kankuro quien en esa mañana visitaba a Neji

-necesito salir de aquí y estar con mi familia lo más pronto posible – sonreía pues ver la amabilidad en el hermano de su pareja era extraño

-el médico ha dicho que te lo tomes con calma… pero eres terco

-lo sé – se reía bajito mientras sentado en aquella cama movía insistentemente sus manos, abriendo y cerrando el puño para ayudar a la movilidad, dos de los dedos de su mano izquierda no le respondían – creo que tendré que intentar con acupuntura… para al menos intentar retomar mi sensibilidad – explicó cuando Kankuro lo miraba extrañado de sus acciones

-necesito agradecerte adecuadamente – tal vez no era el momento adecuado pero al menos estaban solos así que – salvaste a mi hermano y te estoy infinitamente agradecido

-Gaara es lo más importante que tengo, es mi familia… ni siquiera lo pensé cuando…

-es por eso – lo interrumpió pues no quería que recordarse el accidente – gracias… ahora perteneces a mi familia también, así que no te preocupes por nada… recupérate con calma y me haré cargo del resto

-el que debe agradecer soy yo – sonrió el pelilargo pues jamás pensó que aquel hombre llegara aceptarlo

-¡Neji!... hombre, me alegra verte – ciertos castaños ingresaron con apuro cortando la leve plática – mocoso me has dado muchos sustos en esta vida – se quejaba Hana mientras se lanzaba a abrazar al paciente

-¿interrumpimos algo? – preguntó Kiba al ver a Kankuro allí también, pero el mayor solo negó con la cabeza – genial, porque trajimos unos panecillos para comer… la comida del hospital es un asco

-¿acaso lo has probado? – habló Kankuro mientras saludaba a Hana quien recién lo había visto

-claro, el otro día llegué cuando la traían, no tiene sabor y la gelatina es asquerosa – hacia muecas mientras le ofrecía uno de los panecillos – ¿y Gaara?

-fue al control con Shizune-san, volverá en unos minutos

-creí que lo ibas  a acompañar – hablaba Hana mientras observaba a Neji comer con calma – y come cuantos quieras, debe hacerte falta comida normal

-gracias – sonreía Neji saboreando al comida, era verdad que ya le hacía falta – y no puedo levantarme así que me quede aquí… además ya mismo vienen por mí para la terapia

-vamos mocoso, quiero verte llorar un poco – sonreía Hana mientras bromeaba – en las películas he visto que sufren con esas rehabilitaciones, me quedaré y veré como te quejas como un niño pequeño

-ne-san no digas eso – se quejaba Kiba – lo asustarás… pero yo también creo que dolerá – hacia muecas que a Neji le daban gracia

- has estado inmóvil por meses, al final es tu culpa – comentó Kankuro – te mereces que te duela

-que cruel – los hermanos miraban a Kankuro reprobatoriamente

-saben que tengo razón – terminaba el hombre quien de pronto se paraba – bueno los dejo, tengo una reunión, así que volveré por Gaara mas tarde

-ahora entiendo porque demonios usabas traje – se reía Kiba mientras amenazaba manchar la fina tela con sus manos que sujetaban el panecillo – pensé que te habías vuelto obseso de la formalidad

-cállate Kiba… ahora ya no te llevaré a escalar – con habilidad esquivaba al más joven siguiéndole el pequeño juego

-¡que!… oye era broma, Kankuro no me hagas esto, sabes que estaba emocionado – fingía sollozar mientras se arrimaba a la pared cercana

-te lo mereces – sonrió antes de despedirse finalmente

 

Mientras los demás discutían el ojiblanco solo sonreía, las cosas parecían tan diferentes de cuando recordaba, pero parecía que cambiaron para bien, según lo que cada quien le contó las cosas eran productivas, calmadas y nadie tenía problemas. Se enteró de todo lo sucedido y algunas cosas le sorprendían pero eran parte del pasado y nada más… aunque había solo una persona de quien no tenía información, Neji no sabía qué pasó con Karin, pero no se atrevía a preguntar porque seguramente ya todos sabían que ella fue la causante de todo, estaba consciente de que no era bueno preocuparse por esa pelirroja pero no la odiaba, eran cosas que a veces pasaban

 

Las terapias empezaban siendo sencillas para recuperar la movilidad de sus extremidades, siendo un maestro de karate y haber tenido algunas lesiones sabía más o menos como sería, lo que no se imaginó es que en un principio serían dolorosas, sus músculos tensos dolían al ser estirados, muchas veces se le escapaban algunas quejas logrando que cierto pelirrojo se asustara “es normal, ha pasado sin moverse así que la recuperación de los huesos rotos no se dio correctamente, pero pronto pasará” explicaba el encargado quien ayudaba en cada ejercicio. Con empeño el castaño obedecía cada rutina y cuando el tiempo terminaba, él mismo trataba de realizar los ejercicios en soledad, estaba motivado a salir del hospital lo más rápido que pudiese, necesitaba volver a casa con su familia.

Neji se sorprendió con la visita del fin de semana, nunca pensó que sus dos pequeñas mascotas tendrían permiso de ingresar al hospital, claro que los pequeños kichi y momo se emocionaron, restregándose con insistencia en contra de sus brazos, ronroneando y sin querer separarse, las había extrañado tanto, las mimó durante un largo tiempo mientras conversaba con Gaara y Hinata mientras esperaban a sus sobrinos. Se impresionó cuando un Naruto llegó cargado de flores, tres ramos en total que le impedían ver por donde caminaba, por ende estuvo a punto de caerse de no ser porque Hinata y los niños lograron detenerlo justo a tiempo, fue gracioso “Este es de parte de tus compañeros de trabajo, dicen que si no vuelves pronto no te merecerás una fiesta de bienvenida… este es de parte de  Ayumu, es tu alumna y desea que regreses pronto… y este es por parte de Temari-san, me encontré con un mensajero antes de llegar aquí” entregó todo recordando detalladamente cada mensaje dado y suspiraba aliviado por terminar su tarea, la misma que casi le cuesta la vida… exageraba, pero era difícil transportar todos esos enormes ramos de flores

 

Neji sonreía cada vez que platicaba con Gaara y a la vez con el pequeño ser que éste llevaba en su interior, saber que pronto sería padre era gratificante. Sentir al bebé moverse era su mayor alegría, podía pasar horas sintiendo las leves patadas que daba, era maravilloso, jamás creyó que llegaría el día en que sería padre, la emoción era tan grande que en soledad derramaba un par de lágrimas. En la noche se quedaba solo, le costó mucho convencer a Gaara para que descansara correctamente en casa, no quería afectarlo de ninguna forma, su prioridad era que su pelirrojo estuviera cómodo la mayor parte del tiempo y jamás dejaría que soportara una mala noche solo por acompañarlo en el hospital

 

Lee lo apoyaba cuando la fisioterapeuta le dio autorización a que intentara caminar por los pasillos, se sostenía de su amigo mientras empezaba a dar sus primeros pasos, era difícil lograr que sus piernas le respondieran fácilmente y se agotaba mucho hasta el punto en que tenía que regresar a la habitación. Muchos le decían que tomara las cosas con calma, pero simplemente no podía, se completaba el sexto mes de embarazo, solo podía pensar en eso… su hijo estaba en camino y él necesitaba estar de pie para cuando Gaara entrara en labor de parto  “tranquilízate Neji, eres joven y con todo este ejercicio podrás levantarte pronto” Lee lo entendía pero también se encargaba de mantenerlo a raya, todos cuidaban de la salud del paciente incluso las enfermeras que contentas le brindaban apoyo

 

 

El esfuerzo se recompensa…

 

 

Kankuro estaba feliz de al fin deshacerse de la preocupación que tenía en los hombros, con Neji despierto su pequeño hermano tendría el apoyo que necesitaba en el último periodo en la gestación, se sentía tan feliz de ver la emoción de Gaara cada mañana cuando se despedía antes de irse al hospital. Por lo que sabía, Neji era un terco que no paraba de moverse, claro bajo vigilancia para que no se lastimara, en parte le gustaba eso porque entendía la necesidad de aquel hombre por estar bien cuando el gran día llegara, admiraba esa decisión pero jamás se lo diría, ya suficiente hizo con agradecerle y aceptarlo en su familia

 

-¿sigues pensando en Neji? – Sasori se hallaba desayunando con él, era tarde, rondaban las diez de la mañana y cada miembro de la casa realizaba sus labores, así que en paz, Kankuro disfrutaba de una agradable comida con su pareja NO oficial… aun no formalizaba todo porque quería hacerlo sufrir un poquito – deja de preocuparte por tu cuñado, estará bien

-no me preocupo por él – admiraba la media sonrisa del pelirrojo, aun recordaba el incidente con Alexander  y Sasori, era divertido… después de eso una plática calmada con su… ¿Cómo llamarlo? ¿Su nueva pareja? O simplemente ¿al idiota que volvió a aceptar? … Sea como fuere allí estaban de nuevo, empezando de un repetitivo cero, que esperaba que fuese el último porque él ya se estaba cansado de repetir aquella situación una y otra vez

-¿entonces?

-me preocupa el idiota que tengo por pareja – Kankuro adoraba la suavidad del pan que su querida cocinera hacía, debería aumentarle el sueldo por eso… era una sensación delicada en su paladar

-nunca pensé que escuchar eso, sería lindo y cruel al mismo tiempo – Sasori se reía bajito al ver a su querido castaño fruncir el ceño, pensaba en todos los problemas por los que pasaron, pero estar allí tan relajados, charlando, casi normalmente, era su recompensa, había valido la pena insistir un poco… mejor dicho, mucho – pero, ¿qué te preocupa?

-no saber cuándo mismo empezamos con esta relación – la noche pasada se puso a pensar en eso, parecería ridículo pero no lo era tanto si te lo planteabas

-¿por qué? – esa seriedad en la mirada oscura de Kankuro le causó una emoción incomparable, era obvio que su relación estaba por dar el paso final… la aceptación ante los demás

-porque cuando mis hermanos me lo pregunten, no sabría qué responder

-yo pensé que era por la incertidumbre que tenías por pactar una fecha de aniversario – recibió una mirada furiosa por parte de Kankuro y estaba adorando verlo así… eran los pequeños placeres de la vida

-sabía que no debía decirte nada de eso… me guardaré mis meditaciones – había veces que cosas tan sencillas le daban problemas, su mente analizaba cada cosa y en parte era frustrante… pero dejaría de pensar en estupideces – y para tu información… me importa un carajo tener un aniversario

-pues a mí sí me interesa – vio la duda en la mirada oscura de Kankuro y decidió terminar de responder – así sabré cuando no puedes negarte al sexo – esquivó con habilidad la cuchara que le arrojaron y no pudo aguantar la carcajada ante el ceño fruncido del castaño, que estaba  opacado por el rubor en esas mejillas

-¡idiota! – definitivamente era un estúpido por haberse enamorado de alguien así – todavía estas a prueba… así que olvídate de intimar – se levantó enfadado, no quería ni mirarlo

-¿ya nos vamos, cariño? – adoraba molestarlo, era un pequeño privilegio que tenía, lo persiguió hasta que al fin logró agarrarlo del brazo y girarlo – espera… – le susurró mientras hacía que la cuchara llena de mermelada ingresara en la boca de Kankuro

-que dulce – se quejó cuando tragó, sus sentidos reaccionaron repentinamente, estaba empalagado – porque demonios…

-… - lamió el pequeño rastro que había en aquellos labios y escuchó el leve gemido debido al inesperado  acto – por esto… – sonrió mientras mordía el labio inferior de Kankuro, iniciar un beso sabor a fresas era simplemente esquicito, podría volverse adicto a esa mezcla

-¡muérete! – trató de alejarse pero podía sentir aquella lengua pasearse por sus labios, eso era… ¡innecesario! – Compórtate – lo empujó apartándolo, chistó antes de retirarse, odiaba que hiciera eso… ¡y en su casa!

-pero jamás dijiste que no te gustó – susurró Sasori antes de seguirlo, adoraría seguir jugando pero tenían un asunto más que atender, la oficina lo esperaba y con ello el regaño de su secretaria por haberse escapado a media mañana… su vida sería interesante de seguir así

 

 

 

Salir por la puerta grande…

 

 

 

La barriguita de Gaara era el centro de atención cuando las visitas llegaban, todos adoraban ver la imagen de la pareja mientras charlaban, parecían estar en su mundo y jamás se daban cuenta que alguien ingresaba a la habitación. Ten-ten y Temari solían quedarse mirando desde la puerta enternecidas cuando Gaara y Neji acariciaban el bultito mientras sonreían pensando en la posibilidad de que fuera una niña, un niño o un doncel “kyaaa no aguantaré tanta ternura” solía saltar Temari antes de correr a abrazar a su hermano menor, mientras ella también acariciaba su vientre que todavía no empezaba a crecer todavía, al menos no notablemente, era divertido ver a la familia crecer de un momento a otro, apenas faltaban dos semanas para que el nuevo miembro de la familia llegase. Ese era el día en que Neji saldría por su propia cuenta del lugar, vestido con ropa normal esperaba al doctor para tener la autorización, estaban emocionados

Le había costado mucho, pero el sudor y lágrimas valió la pena, ahora apenas tenía que usar un  bastón para movilizarse, su mano izquierda aun no recuperaba su sensibilidad y dos de sus dedos seguían sin responderle pero estaba más que bien, se despidió de todas las enfermeras y médicos que cuidaron de él, asistió a la última revisión de Gaara para verificar el estado del bebé y certificar su salud “puede ser que des a luz a los siete meses pero si retrasa no habrá problemas, sabes que cada embarazo es diferente e incluso puede que llegues a soportar hasta los nueve meses” así al fin salieron del lugar con la mayor de las calmas, todavía no regresarían a su departamento ya que por insistencia de Kankuro vivirían un tiempo más en la mansión, al menos hasta que Neji estuviera totalmente capaz de moverse por sí solo

Lee y Nagato los esperaban afuera, Alan caminaba tomado de la mano del que ahora llamaba papá, parecían una bonita familia, era grato ver que su amigo encontró su felicidad. Neji entrelazó sus dedos con los de Gaara antes de dar el primer paso fuera del establecimiento, se sentía más libre que nunca, incluso más que aquella vez en que acabó con esa maldita organización que le arrebató la paz, sonreía ampliamente mientras aun con un poco de dificultad caminaba hacia el auto. Platicaron de muchas cosas hasta que al fin divisó la mansión, vivir allí por algún tiempo sería difícil y divertido a la vez, no podía imaginarse como serían las peleas con Kankuro o con Temari, anhelaba todo aquello

Establecerse, recibir más visitas, una cena en familia, empezar a acostumbrarse al uso de lentes para leer, Neji había pospuesto eso pero lo necesitaba en ocasiones  “te ves muy atractivo” le había dicho Gaara, tal vez solo por eso le fue más fácil hacerse la idea de usarlos. La primera noche en la que logró dormir con su pareja lo llenó de paz, sentir el aroma a vainilla, el calor ajeno, aferrarse a su persona especial era lo único que añoraba con desesperación

 

-parece que te reconoce – el pelirrojo sonreía sin poder controlarse pues al fin tenía a Neji a su lado – se mueve cuando tu mano acaricia mi vientre

-puedo sentirlo – abrazaba al más joven por la espalda, besaba las hebras rojizas y acariciaba el bultito que en esos momentos se movía para darse a notar

-supongo que te extrañaba tanto como yo – colocó su mano sobre la del mayor, el pequeño se movía mucho

-parece que tiene mucha energía

-se parece a ti

-espero que no – se reía bajito pues escuchaba la pequeña queja de Gaara, no podía imaginarse que se sentía ser pateado por un ser que está dentro de tu cuerpo – quiero que se parezca a ti

-con tus ojos – susurró Gaara mientras hacia una mueca pues la última patada fue fuerte, era molesto en algunas ocasiones

-¿te duele? – se preocupaba

-un poco

-… - se levantaron hasta que quedaron sentados, era mejor así – guarda tus energías – inclinándose, Neji susurró sobre el vientre de Gaara – deja que tu papi duerma un poco – lo acarició unos momentos mientras repetía que se calmara

-te hará caso solo a ti – susurró pues poco a poco su bebé dejaba de moverse tanto – supongo que es bueno de cierta forma

-no lo creo, debió cansarse de jugar tanto – sonrió mientras besaba el vientre que permanecía quieto… era una experiencia maravillosa, lamentablemente se perdió los primeros meses

-Neji, ¿has pensado en un nombre? – el pelirrojo sonreía mientras acariciaba las largas hebras de su pareja y juntaba sus frentes

-aun no, porque no sé si será un niño o una niña – respondió mientras besaba la mano libre de Gaara, un gesto simple que transmitía todo su amor

-¿quieres esperar hasta que nazca?

-si… ahí pensaremos en algo – besó los labios de Gaara con delicadeza, repitiendo los besos cortos varias veces, se sonreían con ternura, acariciaban sus manos – te amo – soltó mientras rozaba el vientre de Gaara – y también a nuestro bebé – susurró mientras empezaba a besar a su artista, moviendo sus labios empezaba un gesto dulce pero necesitado a la vez

-te amo… estoy feliz de tenerte a mi lado – sonrió mientras abrazaba el cuello de Neji, era inmensamente feliz y disfrutar de un simple beso era el paraíso, uno que la vida le regalaba

 

 

 

Se complementaban…

 

 

 

Kankuro decidió decirle a su familia que tenía una relación con Sasori, después de que Gaara diese a luz, la razón de esperar era, por supuesto, la salud de su hermanito. No podía darle noticias tan impactantes, puesto que admitir que Sasori era su pareja, sería explicarles que él era el padre de aquel angelito perdido, la bomba estallaría y por consiguiente tendría que contarles algunas cosas más, eso incluía tratar de convencer a Temari que Sasori ya no era el rompecorazones con fama universal… aunque ni siquiera él mismo tenía total certeza de eso

 

-si me llegas a ser infiel en alguna ocasión… – ni bien la idea le llegó a la cabeza necesitó decirlo en voz alta

-¿a qué viene eso? – susurró Sasori impactado pero sin dejar de ver el camino, pues la carretera era prioridad

-escucha… si eso pasa – revisaba los documentos que necesitaba antes de negociar la compra de cierto edificio en Osaka – te dejaré desnudo en medio de un centro comercial – soltó con naturalidad mientras de nuevo revisaba las fotografías del sector

-no serías capaz – dudó un momento pues la seriedad en la voz de Kankuro le dio escalofríos – Kankuro yo no…

-quedas advertido – ni siquiera separó la mirada de sus importantes papeles, pero siempre había que aclarar las cosas

-… - el pelirrojo frenó de repente antes de llegar a esa ciudad, estaban en media carretera y ni eso le interesó – jamás te sería infiel – tomó el mentón de Kankuro para que lo mirara – ¿por qué dudas tanto?

-solo quería que lo supieras – se acercó al pelirrojo depositando un beso tierno en los labios semiabiertos de Sasori  y de nuevo se enfocó en sus papeles – ahora conduce…

-… - se quedó en shock unos segundos por el repentino atrevimiento de su castaño gruñón, pero se recompuso solo para reírse bajito – en verdad eres único – susurró antes de ser él quien besara al castaño, el cual no se negó y correspondió con cierta vergüenza

-ya basta – empujó a Sasori para que prosiguiera con  su camino y trató de que el sonrojo se le bajara ¡¿por qué demonios hizo eso?! Era su debate mental pero… solo sintió que quería hacerlo, definitivamente le estaba haciendo daño estar mucho tiempo junto a Sasori

 

El cierre del negocio fue rápido, sonrieron con los dueños, festejaron con un buen almuerzo y a las dos de la tarde estaban libres, en esa ocasión viajaron solo ellos dos, después de todo no era tan difícil. Sasori terminó diciendo que un buen paseo les haría bien, claro que los motivos eran otros, pero a Kankuro le pareció buena idea investigar un poco los alrededores “¿te parece si hacemos un par de cosas divertidas?… junto a Itachi y Deidara solemos hacerlo en ocasiones” fue la frase que causó la perdición de Kankuro, pues sin saber a qué se refería terminó aceptando la oferta ¿qué tan malo podría ser?

Kankuro no supo cómo fue arrastrado hasta un centro comercial y obligado a comprar ropa ligera para quitarse ese traje de fina marca, no fue especialmente malo pues ahora estaba fresco y podía moverse sin problemas con unos jeans y un suéter ligero que se pegaba a su cuerpo, parecía un poco más joven y era agradable… todo sería normal si cierto pelirrojo, quien había terminado primero de vestirse,  no se hubiese colado en su vestidor y lo estuviera besando con pasión contenida ¡que descaro! … y aun así le correspondió, a pesar del riesgo de que alguien los encontrara en esa situación, enredó sus dedos en las hebras rojizas mientras sentía su lengua siendo succionada por el mayor, suspiró bajito al sentir los dedos de Sasori acariciar la piel de su vientre, fue ahí donde un poquito de lucidez le llegó. El castaño empujó a su pareja y salió dejándolo con esas malditas intenciones, sentía sus mejillas arderle mientras se alejaba de allí para buscar algo más que probarse, puesto que no le gustaba que su figura se delineara mucho, cuando repentinamente Sasori lo abrazó por la espalda besándole la mejilla ante la vista de todas las mujeres, quienes en ese momento escogían algunas prendas en la sección femenina que estaba adjunta  a la masculina, por unos segundo se quedó sin reaccionar hasta que…

 

-¡deja de comportarte como un niño! – le gruñó apartándolo de él y de las miradas curiosas de aquellas mujeres, quienes sonrojadas murmuraban cosas

-parece que mi novio está avergonzado – sonreía Sasori mientras esquivaba la caja de zapatos que le lanzaba su pareja

-pruébatelos seguramente te quedan bien – Kankuro gruñó furioso mientras se iba de nuevo a los vestidores, tomó algunas prendas y se encerró allí a calmarse

-¿no es lindo? – el pelirrojo se reía mientras observaba a las otras clientas, esas expresiones eran de impacto total

-se nota que se quieren mucho – bromeaba una de ellas, quien tenía un suéter de hombre entre sus brazos – se parece un poco a mi esposo cuando se avergüenza

-espero que no sea tan rudo – sonreía Sasori recogiendo los zapatos que quedaron en el suelo

-no lo es… pero de igual forma suele sonrojarse hasta las orejas

-creo que debo disculparme con él… ¿me da alguna sugerencia?

-un hotel – sonrió otra mujer que por allí pasaba – eso calma los ánimos de cualquiera

-que buena idea – sonreía con picardía, era la cosa más inteligente que había escuchado en todo el día – muchas gracias – se despidió de las damas que bromeaban entre sí – creo que debo pasar por la farmacia primero – susurraba pues esa noche… tenía planes, muchos planes

 

Después de que terminaron con las compras y de que Kankuro advirtiera que no quería más muestras de afecto en público, Sasori lo llevó a pasear por las plazas, se detuvieron en un acto callejero que atraía la atención de varios transeúntes. Un acto de magia por parte de una chica que pintada el rostro empezaba a danzar mientras hacía gestos raros y dejaba que de sus mangas salieran serpentinas, la muchacha escogía a ciertas personas entre el público dándoles una pequeña flor que brotaba de sus manos a pesar de que en un principio no tenía nada. La chica se quedó observando a Kankuro por unos segundos y después sonrió divertida mientras lo arrastraba hasta el centro y lo obligaba a sostener el sombrero de copa. Sasori sonreía  al ver como uno de los niños se ofrecía de voluntario para sacar el contenido del sombrero y Kankuro colaboraba en todo sin protestar, ampliando cada vez más aquella tierna sonrisa que atraía la atención de todos, mujeres y hombres por igual. El pelirrojo era consciente del aura amable que despedía Kankuro cuando se trataba de infantes, eso le gustaba aunque también sentía un poco de celos. De repente la chica también tiró de la mano a Sasori llevándolo junto con Kankuro, el par de adultos estaba en medio de toda la conmoción y por alguna razón la chica les dio un papelito a cada uno mientras revoloteaba a su alrededor, Kankuro tenía un “felicidades por” y Sasori tenía un “nueva relación” se quedaron observando a la chica que de un momento a otro les arrojó muchos pétalos encima ¿acaso era adivina o qué? … esa mujer se coló entre ellos y dejó que de sus mangas salieran un par de palomas blancas que volaron encima de los espectadores, quienes aplaudían con entusiasmo y allí acababa el espectáculo. Cuando quisieron pedirle una explicación, ella aun sin soltar ni una sola palabra, recogió sus implementos con rapidez guardándolos en una maleta y tomó el sombrero en donde se halla la colaboración del público, se fue caminando, las palomas la seguían hasta que descansaban en sus hombros, desapareció entre la multitud y… eso fue muy raro… la pareja dejó de lado la impresión, sonriéndose se alejaban del lugar

 

-¿era una adivina? – Kankuro no entendía nada, le daba el papelito a Sasori para que observara la frase completa… por más que pensaba no entendía la razón de aquella chica por haber hecho eso en público

-pues creo que no – sonreía ya que la maga había algo escrito en la parte de atrás de su notita – era una de las chicas en la tienda, al parecer nos vio

-esto es tu culpa – le quitó las notitas al pelirrojo para revisarlas “los vi en la tienda” era lo que decía con letra cursiva, bueno eso explicaba todo

-pero fue bonito, ¿no lo crees?

-la gente nos miraba raro – Kankuro bufó con molestia, no le gustó nada el hecho de que ciertas personas los miraran reprobatoriamente, quiso golpearlos ahí mismo – parecía una boda para nosotros

-¿hablas de las flores y las palomas? – pues al pelirrojo eso le había gustado, una boda no sonaba tan mal, así al menos tendría a Kankuro para él… claro que tendría que ser en el extranjero ya que en su país eso no era legal

-hablo de todo

-¿qué te parece si seguimos visitando lugares? – ofreció Sasori para evitar el tema, sabía que todavía era apresurado hablar de algo extremadamente serio y que conllevaba a compartir unas bonitas alianzas en sus dedos

 

En esa zona era popular la noria más alta y varias atracciones, así que llevó a Kankuro quien al principio se negaba. Eso se consideraría una cita oficialmente, eso sería divertido aunque era riesgoso mencionarlo así que Sasori se quedó callado, permanecía observado las expresiones del castaño que un poco inseguro terminaba aceptando, compartieron una manzana acaramelada para complacer un antojo del castaño, jugaron un poco dejando de lado el hecho que eran un par de adultos en medio de atracciones visitados generalmente por parejas jóvenes y familias con niños… ¡al diablo la madurez! Se subieron a los juegos que parecían más divertidos, probaron suerte en los puestos que ofrecían retos difíciles, como el tiro al blanco, e incluso ingresaron con una adivina, quien al final a cada uno de ellos en una sesión personal, les ofrecía una vida larga y con hijos, negocios prósperos y amor, típico de aquellas estafadoras. Era sábado, había un poco más gente de lo normal, así que a cada cierto tiempo verificaban que estuvieran juntos para no perderse por allí, al final cuando ya el sol se ocultaba y las luces se encendían en  aquel lugar, brillante se mostraba la noria, tuvieron que hacer una fila por varios minutos sumándole a que fastidiado Kankuro quería irse y era muy insistente, pero Sasori lo detenía de alguna forma

Ya en la cabina respectiva se hallaban ambos esperando que empezara el juego, cuando aquella cosa empezó a moverse Sasori creyó ver un poco de pánico en su novio… no, eso no podía ser cierto, así que el pelirrojo se quedó admirando el paisaje que empezaba a cambiar con lentitud

 

-Kankuro, mira… se ve diferente en la noche – deslizando sus dedos por el cristal apreciaba el brillo en los edificios cercanos, así como la de los puestos

-lo veo – se acercó con cautela observando la vista… había que admitir que era bello

-estamos subiendo cada vez más – sonreía pues a pesar de todo, desde niño no había subido a uno de esos juegos, la noria siempre fue su favorita

-no pensé que fuera tan alta – susurró mientras se fijaba en la vista debajo de aquel cubículo

-claro, es considerada la más alta de los juegos antes vistos –

-lo entiendo – de pronto un pequeño movimiento hizo temblar la cabina y Kankuro se aferró al brazo del pelirrojo instintivamente

-acaso… – ver a Kankuro apegado a su cuerpo sujetándolo fuerte, no podía ser ¿o sí? – ¿tienes miedo a las alturas? – el castaño  se alejó con rapidez… ¡que la tierra se moviera para demostrarle que no estaba imaginándose cosas!

-no… es solo que – de nuevo un movimiento se dio y no pudo evitar aferrarse de nuevo a su acompañante – demonios – gruñó bajito

-tranquilo – era gracioso que no haya sabido ese detalle antes, podía sacarle provecho a la situación – no pasa nada – lo abrazó con delicadeza acariciando los cabellos ahora largos y atados en una coleta con algunos mechones cayendo en el rostro de Kankuro

-¡no soy un niño! – se alejó del mayor y tomó distancia, no debía dejarse llevar por el miedo… aunque la altura superaba sus niveles de tolerancia y esa cosa se movía a cada momento

-pero tienes miedo – se acercó con prudencia y acarició la mejilla de Kankuro, fue delicado, comprensivo

-no tengo… - sintió el movimiento y observó por el cristal… muy mala idea, el vértigo se apoderó de él, retrocedió un paso… odiaba estar un poco asustado – ¡rayos!

-también tienes tu lado tierno – lo abrazó haciendo que el rostro de Kankuro se escondiera en su pecho, casi alcanzaban la cima y podía apreciar la respiración un poco irregular del castaño

-di algo más y… - lo interrumpieron con un leve roce en sus labios que lo paralizó

-debiste decírmelo – susurró sin separarse mucho, Sasori besó aquellos labios que todavía tenían el sabor de los dangos que consumieron – lamento haber sido tan insistente

-pensé que podría manejarlo – separándose de aquel abrazo, susurró ruborizándose por aquella leve sonrisa que Sasori le daba ¡odiaba que se portara tan delicadamente! – puedo soportar la vista en los edificios altos porque no se mueven pero…

-está bien – sonrió mientras volvía a besarlo aferrándose a la cintura del castaño – así puedes quedarte aferrado a mí – mordió el labio inferior de Kankuro para que le permitiera avanzar un poco más

-idiota – susurró mientras deslizaba sus brazos hasta rodearlo por el cuello, era increíble que se sintiera tan bien al recibir el cariño de Sasori… ¡Con un demonio! había perdido. Se dejó llevar por el momento, dejó que la lengua de Sasori se deslizara dentro de su boca, sentía las caricias en sus labios, la calidez del pelirrojo y los roces en su espalda, Kankuro le correspondía en aquel beso tranquilo, suspiró entre sus bocas… se alejó con timidez, no se atrevió a mirar al mayor cuando fue liberado para poder respirar…

-te amo… a pesar de que seas un orgulloso – sonrió callándolo con un beso – y malhumorado

-mataste el momento – empujó al mayor y procedió a sentarse en la cabina, odiaba la estupidez de ese pelirrojo… aunque en el fondo solo se mentía a sí mismo

-¿cuándo dirás que me amas? – se sentó junto al castaño a pesar de que este se alejaba de inmediato  

-¡en tus sueños! – se fijó en como aquel aparato comenzaba a descender ¡al fin! … su vértigo le afectaba pero no se acercó a Sasori, ya no lo haría

-decírmelo mientras duermo no es válido – se quejó tratando de acercarse pero Kankuro lo evitaba – tranquilo, solo quiero protegerte

-no lo necesito – pero apenas el aparato se movía de forma brusca se tensaba y al final… dejó que el pelirrojo lo abrazara, al menos así se sentía un poco más seguro… así parecían una pareja normal

 

 

 

 

Al mismo tiempo en otro lugar, un pequeño juego…

 

 

 

 

Neji estaba sentado en la sala  mientras hacia su rutina de ejercicios, Gaara llegaba con unos bocadillos. Nagato, Lee, Temari y Ten-ten, estaban allí también, incluso los felinos se hallaban revoloteando cerca, en conjunto compartían un momento familiar mientras se ayudaban unos a otros, era agradable y eso al castaño le agradaba. El sonido del teléfono en casa, interrumpió cuando empezaban a sentarse para probar la comida, matando la tranquilidad y al mismo tiempo Alan lloraba en el segundo piso, así que Nagato se disculpó y desapareció… poco después Lee siguió a su novio, era normal entre ellos

 

-¿Tanaka-san? – Neji se sorprendió porque la llamada era para él, suponía que debía ser para saludarlo por alta en el hospital

-te felicito por tu salida, espero que estés tranquilo en tu nueva casa temporal – hablaba el anciano con felicidad exagerada

-muchas gracias… pero me parece que tiene otra razón para llamarme – la carcajada al otro de la línea lo confirmó

-tienes buenas corazonadas… es cierto te tengo una oferta de empleo

-lo siento pero todavía no estoy totalmente recuperado

-lo sé, Temari me mantenía informado y apenas me dijo que salieron del hospital, te llamé

-ya veo – Temari le sonreía de lejos mientras mordía el sándwich que tomó con anterioridad – pero dígame de qué se trata

-una sesión de fotos muy sencilla, no tendrás que estar de pie y solo serán pocas imágenes – sonaba un poco alterado

-¿de qué se trata? – tampoco se iba a negar a escucharlo, Tanaka le dio empleo y le ayudó cuando lo necesitaba, le debía mucho

-paternidad, ya sé que pronto tendrás a tu hijo y además Temari tendrá al suyo, todo eso desencadenó en un proyecto pequeño, varios de nuestros accionistas también te quieren en este trabajo

-entiendo – Neji observó a Gaara quien asintió, tal vez Temari ya le explicó los detalles – entonces quiere que yo sea el padre en todas esas imágenes

-sí, será pactado como tu regreso a este campo laboral, además tienes fanáticas que preguntan por ti después de que dimos el reportaje de tu accidente

-no lo sabía – eso fue una sorpresa, aunque no creía que fueran tantas

-perdona por decirte esto cuando apenas sales del hospital, pero en verdad necesitamos terminar con esto… eres la parte final para la publicidad -

-yo… creo que – observó asentir a Gaara y sonrió – acepto, ¿para cuándo quiere verme?

-hoy mismo, te estamos esperando – algunos pequeños grititos se escucharon detrás de la línea, seguramente muchos escuchaban por el altavoz

-Temari-san lo planeó todo, ¿verdad? – la rubia sonreía divertida y Ten-Ten le secundaba, ese par de locas eran cómplices de todo esto era obvio

-sí, pero de verdad  ya no teníamos modelos y la fecha está encima de nosotros, solo faltas tú

-está bien, lo veré ahí, pero tendrá que ser paciente puesto que no puede moverme mucho

 

Terminaron yendo todos en grupo, de nuevo una locura comenzaba pero para Neji era una oportunidad, con las limitaciones de su cuerpo tenía sospechas de que no podría volver a ser maestro de artes marciales. El médico se lo advirtió, las secuelas le costarían su empleo si no lograba hacer que sus dedos reaccionaban, era un pequeño precio que tenía que pagar por haber sobrevivido de tal fatal accidente. Pero le quedaba el modelaje, mientras fuera popular y la gente apreciara su rostro y físico, tendría oportunidades de ganar un sueldo para mantener a su hijo, se sentía mejor si sabía que estaba construyendo el futuro de su familia con sus propias manos. Gaara lo apoyaba, conversaron un rato a solas en su habitación mientras se alistaba para salir “quiero que nuestros hijo o hija este orgulloso de sus padres”. Gaara con sus trabajos artísticos y él con su modelaje, aunque no fuese la carrera que elegía, al menos le daría es sustento necesario para su vida, también estaba el inconveniente de su edad, los años para ese trabajo eran limitados, pero no podía dejarse decaer por esos pequeños detalles, al menos no por el momento, así que con buena disposición cumpliría con el pedido de Tanaka

Al ingresar en el edificio, muchas personas lo saludaron, algunas las conocía otras no, o al menos no lograba recordarlas, tenía a Gaara a su lado y todavía se le hacía difícil caminar usando el apoyo del bastón, pero aunque agotado llegó a la sesión con una sonrisa, Sora fue el camarógrafo y con una enorme sonrisa seguido de un abrazo, le dio una breve bienvenida

 

-antes de empezar y para darte seguridad tengo que darte algo Neji-kun – Sora sonreía mientras llamaba alguien

-¿qué cosa? –

-espera un poco – de pronto un hombre entraba con una bolsa enorme de basura – esto son los regalos de tus fanáticas

-yo no quise que te los hicieran llegar, Gaara – sonreía Temari que se acercaba con curiosidad seguida por los demás – porque sería un poco estresante tener todo cada día, quise que Neji lo viera por sí mismo y guardamos las cartas

-esto es – Neji tomó una de las cartas con cuidado mientras la revisaba, no conocía a la muchacha pero le mandaba bendiciones para que se recuperara rápido, revisó otras más y Gaara también lo hizo, incluso Lee y Nagato lo hacían – ¿mis fanáticas?

-eras popular pero jamás me creíste – sonreía Sora mientras revisaba algunas de esas cartitas – las guardamos en la bodega pero ahora debes llevártelas

-también había flores pero se marchitan y las regalábamos a las muchachas en la oficina – sonreía Temari junto con Ten-Ten, esas dos se habían vuelto más cercanas que antes

-es una sorpresa – Neji jamás se imaginó que de verdad lo apreciaran, el trabajo era solo eso, lo hacía por ayudar a Temari y cumplir con Tanaka-san – pero supongo que mientras ellos me quieran en sus filas, y aun permanezca joven… tengo oportunidad laboral – bromeó

-no pienses en eso, ni en tus cicatrices – regañaba Ten-Ten quien desde hace tiempo ya trabaja de forma continua en ese lugar llena de modelos mimadas y niñas egoístas – los maquillistas se encargan y tú solo sonríe

-te haré caso – aceptó antes de que Sora lo llevara al vestidor, Gaara permanecía a su lado en todo momento ya que también participaría – ¿es seguro que sigas tratando con la pintura? – tenía esa curiosidad pues el aroma podía ser fuerte en ocasiones y el pelirrojo sería quien pintara una parte de su rostro como regularmente solían hacer

-no tiene olor, no te preocupes – sonreía mientras besaba los labios de su pareja con delicadeza – además no te dejaré solo con las maquillistas

-si te agotas debes decírmelo – sonreía acariciando el rostro de Gaara – tu vientre está más grande y podría ser un problema

 

Neji cooperó con todo lo requerido, se vistió con las prendas necesarias, esperó a sus acompañantes y Gaara fue el primero, fue como una luz en su camino, sentarse a su lado y dejar que los clic de la cámara sonara, abrazó a su pequeño como anteriormente había hecho, por la espalda apoyando su quijada en el hombro de su pareja, suspiró cuando acarició el vientre pues en esta ocasión era de verdad, sonrió levemente al sentir la patadita y escuchó la risita de Gaara quien sin palabras le transmitía sus emociones “te amo” era lo que veía en las pequeñas muestras de cariño o en las miradas dulces, besó la mejilla de su pelirrojo, entrelazó sus manos, amaba a su familia… eso se notaba a leguas

 

 

Me rindo…

 

 

Cenaron pizza mientras observaban una película en la habitación de Sasori, habían alquilado dos habitaciones en el séptimo piso de uno de los hoteles más prestigiosos, era obvio que no iban a regresar ese día pues el cansancio no era un buen compañero para la carretera. Kankuro estaba consciente de que su cita estaba por terminar y que Sasori canceló la reservación de la otra habitación, pues por mera curiosidad preguntó a la recepcionista al llegar… estaba consciente de las intenciones de Sasori, aun así se quedó allí sentado, riéndose de la comedia que disfrutaban; dejaron a un lado la comida y terminaron tranquilamente descansando en el sofá, era un poco tarde pero tenían energías todavía

 

-parecemos un par de adolescentes que conviven con su primera pareja – se quejó Kankuro cuando la atmosfera se completaba cuando la nueva película era de temática romántica

-a mí me parece que parecemos un viejo matrimonio – se carcajeaba un poco, pues ahora se sentía tan torpe como para empezar con sus planes, ¿desde cuándo le costaba tanto lanzarse a devorar aquellos labios?

-ya quisieras – chasqueó la lengua cuando la mujer de la película empezaba a tener la primera cita y… se cansó – lo cambiaré – avisó antes de tomar el control remoto y empezar a aplastar los botoncitos

-Kankuro… has pensado en…

-suficiente – apagó el televisor fastidiado por el ambiente romántico que se daba a su alrededor – es tarde y necesito dormir… nos veremos mañana temprano, no te desveles – siguió con su papel de no saber nada, quería ver como se desarrollaban las cosas

-cancelé tu habitación – confesó deteniéndolo antes de que se alejara y obligó al castaño a sentarse junto a él – debiste imaginártelo ¿verdad?

-eres idiota… ¿por qué lo hiciste? – no lo miró porque terminaría riéndose y acabaría con el plan

-lo sabes – pensar no servía de nada, así que… ¡se lanzaría al vacío! – lo tienes en mente… sabes perfectamente

-no podrías ser más maduro – se quejó tratando de irse pero aquellos ojos marrones tenían duda, duda que se contagiaba hacia sí mismo – pudiste decírmelo y…

-me rechazarías – susurró acercándose al rostro del castaño – y eso duele – Sasori rozó sus labios con los contrarios en busca de alguna aprobación que tal vez no llegaría

-¿quién dice que lo haría? – fue Kankuro quien acabó con la distancia, moviendo sus labios sobre los otros, iniciando un beso que asemejaba al sabor de la gaseosa que bebieron, se quedó quieto al sentir que Sasori se abalanzaba contra él – espera… Sasori – se vio acorralado entre el sofá y el cuerpo del pelirrojo, quien no lo dejaba hablar debido a las caricias y el beso intenso que le quitaba el aliento

-mi sangre hierve – lo dejó libre solo cuando sintió la necesidad de hacerlo, escuchaba la agitación de su amante… como adoraba esa palabra, significaba tanto para él – y tú… eres la causa

-eres un… - la lengua de Sasori paseó sobre sus labios, aguantó un gemido pues necesitaba estar cuerdo, al menos un poco, pero aquella caricia en su costado que ascendía con lentitud le daba escalofríos – adicto al sexo

-y aun así soporté no tenerte conmigo por tanto tiempo – susurró logrando que su aliento golpeara con la piel del cuello del castaño, el cuerpo debajo suyo se estremeció y eso le sacó una sonrisa

-no entiendo cómo… y ni siquiera sé, si es verdad – susurró tratando de empujarlo pues empezaba a tener calor y eso no era bueno

-solo te deseo a ti – susurró deslizando una cadena de besos ligeros por el cuello expuesto y ascendía hasta las mejillas – y eras la imagen que me llegaba cuando me masturbaba para aliviar mi necesidad de acorralarte en el lugar que sea

-joder… ¡no digas eso! – se mordió el labio al sentir la primera mordida y el roce de aquellos dedos por debajo de su ropa – ugh… no eres el único que tenía este deseo guardado – confesó mientras tomaba el rostro de Sasori entre sus manos – pero no soy tan degenerado como tú

-es por eso que soy yo el que tiene que comenzar con esto – sonrió mientras depositaba un beso casto en los labios que soltaron un suspiro largo, los mordió con delicadeza e ingresó su lengua para explorar la boca ajena… el deseo nacía, lo consumía, su cuerpo se calentaba y…

-yo te amo – susurró apartándose mientras una lágrima se le escapaba, era absurdo que en ese momento el dolor se mezclara con la dicha… era un idiota por pensar en todos los problemas que tuvo que pasar hasta llegar a ese momento

-eres mi amante – que dicha era escuchar esas palabras, que emoción era al fin decirlo – eres mío y de nadie más

-no me trates como una… ah – su mente quería negarse a seguir y aun así su corazón le pasaba factura, aquellas manos que ascendían por su pecho lo hacían estremecerse. Un par de lágrimas más se le escaparon en silencio, el pelirrojo las quitó con suavidad en cada beso que le daba ¿cómo rayos Sasori podía ser tan amable y desgraciado al mismo tiempo?  

-no te alejes de mi – susurró el pelirrojo mientras acariciaba uno de los botoncitos escondidos, deslizaba sus dedos con cuidado logrando que se endureciera y que el cuerpo debajo del suyo se tensara

-sabes lo difícil que es eso – logró empujarlo hasta liberarse, tenía que decirlo antes de ir más lejos – las cosas no siempre salen como quisieras

-¿por eso lloras?

-estoy agobiado… lleno de emociones – confesó cubriendo su rostro con una de sus manos – amarte es confuso, aceptarte con todos tus defectos es difícil… pero  saber que mis defectos son peores que los tuyos me…

-no es verdad y en todo caso, eso a mí no me interesa – abrazó a Kankuro con delicadeza, besó sus cabellos con devoción y se entregó a las emociones – solo quiero que te quedes conmigo

-me da miedo el futuro… tengo miedo de entregarte mi corazón y que tú me entregues el tuyo

-nadie puede asegurar que seguiremos viviendo sin problemas pero… deja de pensar en eso y mírame – levantó el rostro inundado en lágrimas y lo besó – estoy aquí y mientras esté vivo quiero seguir a tu lado, estoy siendo sincero… yo te amo, por favor acepta este sentimiento

-… - se perdió en la mirada marrón y se contagió de esa dulzura que desprendían, se rendía, era definitivo, había perdido la batalla, se estaba hundiendo – como puedes ser tan cursi – sonrió divertido

-tú también dijiste muchas cosas de ese tipo – lo acompañó en aquella pequeña muestra de diversión, adoraba ver aquella sonrisa a pesar de que estaba opacada por algunas lágrimas que aun brotaban – y ahora…

-¿quieres hacerlo aquí? – desvió su mirada pues no era fácil para él declarar que también deseaba sucumbir ante el placer carnal

-la cama es mejor – tomó la mano de Kankuro y lo arrastró hasta su lecho, le traía recuerdos de una ocasión pasada en donde algo parecido sucedió, lo único diferente ahora era que Kankuro fue quien lo arrojó a la cama y se sentó sobre él para empezar a besarlo – no sabía que estabas tan deseoso

-si dices algo más me iré, dejándote así – protestó en seguida pero sin separar mucho su rostro, sintió como su cabello era desatado y las hebras ahora caían en desorden

-lo siento – susurró mientras deslizaba sus dedos por el cabello largo de Kankuro, lo atrajo hasta sí para besarlo, introducir su legua, dejar a su amante sin aire, robarle todo el calor que de su cuerpo se desprendiera… embriagarse con el aroma contrario. El pelirrojo deslizó sus manos por debajo de aquella ropa, podía deslizarla con facilidad delineando la espalda y los detalles de los omoplatos, apreciar como los dedos contrarios también empezaban a deslizar su ropa para quitarla – estas nervioso… – susurró mientras se levantaba un poco dejando al castaño sentado en su regazo, le arrebató la parte superior de su ropa de un solo movimiento y apreció la piel  expuesta, clara, sin marca y lo comparaba con un lienzo el cual estaba a punto de manchar

-no sé – la brisa al chocar con su piel le hizo erizarse, la mirada posesiva de Sasori lo apuñaló de tal manera que sus mejillas se calentaron un poco, pero simplemente dejó todo de lado para proseguir, estaba un poco ansioso y sus dedos le temblaban levemente al intentar quitarle la ropa al mayor… su cabeza era un lío, su corazón latía con fuerza y no estaba razonando con claridad – solo… me dejo llevar

-eres lindo – susurró Sasori y esperaba alguna protesta o queja pero solo recibió una mordida un tanto dolorosa, su cuello le punzaba pero solo soltó una risita –… está bien, ya no diré nada – el roce de la húmeda lengua del castaño le causó escalofríos. No estaba dispuesto a ser considerado y giró con Kankuro entre sus brazos hasta dejarlo debajo, estaba desesperado por sentirlo tan cerca, por besarlo, hacerlo jadear y jugar con su raciocinio.

Sasori se quitó sus prendas superiores con desesperación, tomó posesión de los labios ajenos con lentitud contraria a la velocidad con la que sus manos ascendían por aquella piel, rozando el camino con sus uñas pero sin dañar a su amante, escuchó varios suspiros que morían entre sus labios, Kankuro era tentador… su perdición, era tierno cuando quería, tenía una faceta dura que lo acompañaba, ¿debería sentirse feliz de haber pasado esa barrera? Nada de eso le importaba, en ese momento solo deseaba tomar su cuerpo. Cuando detuvo el beso pasional, escuchó al castaño gemir delicadamente. Kankuro estaba avergonzado de que algún ruido así saliera de sus labios, jadeó al sentir como una caricia delicada rozaba con su piel hasta llegar a la tela que aun cubría su cuerpo, se quejó cuando aquellos dedos delineaban su vientre puesto que sus músculos se contraían y una leve corriente eléctrica atravesaba su cuerpo

-mgh… Sasori – apenas logró decirlo por completo antes de aquella mano se colara entre su pantalón, acariciando su intimidad con calma, haciendo sufrir por no tener la atención que deseaba, se removió incómodo por aquella sensación, jadeó al sentir como su ropa le era arrebatada prenda por prenda, hasta que sólo la fina tela de su bóxer cubría su hombría, pero de inmediato empezaba a descender, detuvo la mano de Sasori pues quedar totalmente desnudo lo perturbaba un poco – espera…

-¿acaso quieres verme desnudo primero? – Sasori sonrió mientras detenía todo movimiento – que atrevido te has vuelto – susurró mientras se quitaba el cinturón  y… adoraba su imaginación – ¿puedo ser un poco rudo?

-a que te… – sus palabras murieron entre el beso sorpresivo y la mordida brusca en su labio inferior, jadeó pero… – ni siquiera te atrevas – gruñó al entender las intenciones pero fue muy tarde cuando sus piernas fueron abiertas y ahora la erección del pelirrojo chocaba con la suya, perdió fuerzas al sentir el placer de aquella fricción. Sus brazos fueron levantados y de pronto la fría sensación en sus muñecas le auguraba… un juego

-te castigaré un poco – susurró con la voz profunda y el deseo nublándole los pensamientos, apretó con fuerza hasta inmovilizarlo. Ahora la movilidad de esas manos era nula, para evitar el regaño ingresó sus dedos en la boca de su amante, jugando con la suavidad de la lengua contraria, con su otra mano mantuvo aprisionados los brazos de Kankuro encima de su cabeza. Sasori escuchaba los leves quejidos cuando empezó a morder el pecho dejando las marcas que demostraban que el castaño le pertenecía, besó uno de los botoncitos haciendo que el menor se arqueara levemente y sonrió, esas reacciones eran muy bellas a su parecer… los repasó con sus labios mientras sentía como sus propios dedos eran levemente mordidos, aquella lengua los repasaba con insistencia… Kankuro lo seducía sin darse cuenta

-mgh… ah – se estremecía ante las caricias húmedas en sus pezones y con desesperación trataba de liberar sus labios para protestar pero aquellos dedos solo se rozaban con su lengua acariciándola con delicadeza ¿cómo podía hacer tantas cosas a la vez? – suéltame… – logró decir cuando al fin sentía un poco de libertad, un beso muy tierno se posó sobre sus labios y la sonrisa arrogante del pelirrojo lo hizo vibrar – ahora – ordenó pero Sasori solo soltó sus muñecas, el cinturón seguía apretándolas, eso le iba a dejar marcas y era lo que menos quería

-aguanta un poquito – susurró mientras deslizaba sus dedos y con ellos terminaba de retirar la tela que cubría la hombría de su acompañante, se alejó lo suficiente para lograr que Kankuro lo mirara completo, se quitó su ropa restante con lentitud apreciando que el castaño cerraba sus piernas y desviaba a mirada – ¿no me observarás? – dijo al momento en que sentía la brisa chocar con su piel, tenía una erección punzante, estaba erguido y dispuesto a seguir

-desvergonzado – susurró pero trataba de calmarse puesto que su erección le suplicaba atención, no quiso mirar el cuerpo ajeno por la vergüenza que le daba pues la luz le daba una vista bastante exacta de lo que sucedía – desata mis manos – trató de ordenarlo pero su voz no salía con seriedad sino como si fuese una súplica

-mírame y lo haré – sabía que Kankuro no lo haría, así que se acercó con cuidado hasta que logró rozar sus dedos con aquellas piernas que le impedían apreciar el deseo de su pareja, con delicadeza las separó y levantó el mentón de Kankuro, sonrió al ver el sonrojo intenso y los ojos cerrados con fuerza – entonces así será – recostó al menor colocándose entre sus piernas, Sasori se dio unos instantes para observarlo… era simplemente delicioso, el sonrojo intenso, el pecho mostrando un movimiento errático, aquella erección que deseaba torturar un poco… tenía guardadas las cosas que compró a escondidas, su mano se deslizó entre las sabanas y almohadas, una risita se le escapó captando la atención del menor, mostró aquellos objetos a un castaño que sorprendido no emitía sonido alguno, rozó su erección con las nalgas del castaño y al fin tuvo una reacción exagerada

-mgh… ah – no pudo evitar que se le escapara el aire de sus pulmones al sentir esa calidez rozarse y la embestida que simulaba lo hizo vibrar, un simple roce le estaba dando el placer que anhelaba algunas veces, ¿cómo sería después? – cuando… tu – escuchó unos ruiditos extraños pero se concentraba en el roce en su entrada, Kankuro emitía gemiditos bajos y sentía que se podría correr con solo eso, el miembro del mayor deslizándose entre sus glúteos… estaba desesperado y se removía incómodo pues sus ataduras le limitaban los movimientos, quería agarrarse de las sábanas para eliminar su desesperación pero no podía. Su mente se nublaba y ahora solo podía pensar en cómo aquel miembro que palpitaba se adentraría en su cuerpo… profundo hasta que lo llevara al delirio. Sasori usó el lubricante en sus dedos y besó a Kankuro antes de introducir el primero, podía sentir como aquellas manos lo empujaban levemente, lo aruñaban en el pecho y poco le importaba pues estaba disfrutando de como las entrañas ajenas se expandían poco a poco mientras movía su dedo de adentro hacia afuera para acostumbrar aquella partecita… la que seguramente no había tenido atención alguna desde hace mucho, de eso estaba seguro

-respira… meteré otro – ingresó el segundo dedo y escuchó el quejido de Kankuro, quien gimiendo con mayor fuerza abría sus piernas un poco más para su comodidad, Sasori deslizó sus labios por el pecho, besando, lamiendo, mordiendo, sus dedos por otra parte se concentraban en hacer tijeretas expandiendo la entrada que pronto lo acogería, con su mano libre rozó el miembro del castaño quien se arqueó levemente al contacto – veo que te gusta esto… di mi nombre – susurró mientras lo masturbaba y terminaba por ingresar su tercer dedo, Kankuro mordía el cuero del cinturón, su pecho se movía de forma irregular y los mechones desordenados ocultaban parte de su rostro… era tentador de cualquier forma

-Sasori… desátame – sentía su cuerpo demasiado caliente, quería huir y a la vez no lo quería… estaba confundido y solo podía jadear con desesperación – Sasori… ah – se quejó cuando la penetración de aquellos dígitos fue profunda y alcanzó ese punto que lo volvía loco – Sasori… agh… Saso…ah – gimió con fuerza al sentirlo nuevamente – desátame… maldición – suplicó mientras sus ojos se llenaban de algunas lágrimas… sentía las caricias suaves en su miembro, la electricidad le recorría entero… el maldito siempre supo cómo tocarlo hasta hacerlo suplicar por más

-ugh… estás ansioso y caliente – la succión en sus dedos era deliciosa, abandonó aquella partecita para deslizar sus caricias por el vientre, dejó de atender la erección de su amante para hacerlo sufrir un poco – tus gemidos son tentadores… pero te haré gritar cuando te embista con fuerza – era una promesa que Kankuro disfrutó, Sasori podía ver la mirada exigente que le era dirigida, así que desató al castaño, quien se abrazó a él con desesperación, lo besó con necesidad… ambos estaban impacientes, entonces el juego sería para otra ocasión – entraré… ahora – advirtió pero fue recostado y ahora era Kankuro quien lo mantenía aprisionado, el castaño rozaba sus erecciones con un movimiento de caderas que lo hizo jadear entre el beso – Kankuro… quiero meterlo – susurró Sasori mientras deslizaba sus manos por los glúteos apretándolos y logrando un roce que logró soltar la voz del menor – profundo… penetrarte con fuerza, meter mi pene dentro de ti – susurraba mientras movía sus caderas con desesperación, siempre quiso decirle cosas así… jugar un poco, dejarse llevar

-deja de… decir eso – se quejó mientras apartaba las manos del pelirrojo de su cuerpo y lo mordía en el pecho… quería hacerlo sufrir como él lo hizo consigo… jamás admitiría que esas palabras vulgares lo hacían excitar  aún más, esa voz ronca retumbaba en su cabeza – eres un… lujurioso ah… Sasori… aah – pero el que más deseoso estaba era él… Kankuro levantó un poco sus caderas, usando sus manos masturbó un poco el miembro de Sasori quien soltó un gemido gutural, seguido por el deseo que su cuerpo tenía, Kankuro se auto penetró con lentitud, cerró sus ojos y se mordió el labio mientras dejaba que aquel duro miembro se abriera paso entre sus entrañas, jadeaba desesperado pues le dolía un poco – aaahh… Sasori – se quedó sin aliento cuando las manos del pelirrojo lo impulsaron hacia abajo, profundo… hasta que podía sentir el falo tan adentro que sus lágrimas se desbordaron y se quedó quieto apoyando sus manos en el pecho de Sasori, respirando desesperado y acostumbrando su cuerpo al intruso… el pelirrojo por su parte se mordía el labio para controlarse un poco, simplemente estaba extasiado con las acciones de su pareja, el sexo después de la abstinencia era sublime

-te amo – lo atrajo para besarlo, estaba tan enfrascado en la sensación que no pensaba en nada más que en moverse y así lo hizo, marcando el ritmo que quiso y escuchando el jadear del castaño que también empezó a mover su cadera, cabalgando de forma acelerada, gimiendo en voz alta separando sus labios y derramando un par de lágrimas – te amo tanto – susurró Sasori mientras ayudaba a que las penetraciones fueran profundas, empezó el vaivén en el miembro ajeno y lo estimuló hasta que Kankuro se arqueaba próximo a su orgasmo… tantas cosas a la vez, verlo tan desesperado, perdido en la lujuria, excitado y al final lo dejó eyacular en su mano… pero el pelirrojo salió de ese interior tan apretado para abrazar a su amante con fuerza

-tú… – susurró apenas consciente pues se sentía en las nubes y en el infierno al mismo tiempo, lo quería sentir dentro, quería sentir esa cálida esencia en su interior y…

-eres doncel – susurró y ahí el castaño se dio cuenta de su error… su falta de razón originada por la excitación… – aún es pronto… –gruñó  el pelirrojo mientras dejaba al castaño debajo de su cuerpo, se calmó lo suficiente como para ubicar uno de los condones que compró y colocárselo, Kankuro todavía jadeaba y temblaba debido al orgasmo, pero sus piernas abiertas eran una invitación que Sasori no dudó en tomar

-Sasori… no… espe… – Kankuro no logró terminar de negarse,  antes de darse cuenta ya podía sentir como sus piernas eran levantadas hasta los hombros del pelirrojo que sin aviso se introdujo sin delicadeza y tampoco quería que fuese suave, gritó al sentirlo dentro, estrujó las sabanas a su alcance. No pudo respirar cuando ya sentía de nuevo una embestida, su mente nublada se volvió tinieblas… los dedos de Sasori se incrustaban en su cadera y él solo lo quería besarlo… solo para sentirlo cerca, para saborearlo – Sasori... ah... mgh... ah ah… Saso… – el castaño extendió su mano para alcanzar a rozar la mejilla ajena y admirar el deseo ilimitado en esa mirada marrón… ¿sería normal esa sensación de infinita felicidad en su pecho?

-demonios… – hizo que Kankuro se sentara para poder devorar sus labios, no paró de embestirlo con fuerza, llegando a ese punto que lograba que el castaño apretara su falo de forma deliciosa, causándole una satisfacción enorme – eres… adictivo, me aprietas tanto… estoy adentro de ti… eres mio – susurró en el oído de Kankuro mientras sentía el dolor de las uñas rasgando la piel de su espalda, los gemidos chocaban con su cuello y no podía parar de penetrarlo, simplemente se perdió entre la sensación.

– Sasori…Saso… ri… ah – Kankuro se atendía a sí mismo, masturbando su erección al mismo ritmo de las estocadas, gritó al sentir como de nuevo llegaban a torturarlo en ese punto oculto y se arqueó pegándose más a la piel ajena… ya no podía pensar y aun así de sus labios salía ese nombre – Sasori… yo me…

-me vengo – susurró mientras mordía el hombro ajeno y se liberaba apretando el cuerpo de Kankuro contra el suyo… desde ese instante era solo suyo

-AAAH – con solo escuchar aquella voz cerca de su oído provocó su orgasmo, el segundo de la noche y su perdición… temblaba mientras se abrazaba al mayor quien también lo sujetaba fuerte descargándose satisfecho, Kankuro  estaba cansado y podía escuchar el latir de su corazón, el cual estaba queriéndose salir – te amo… – lo dijo mientras sentía como las manos de Sasori sostenían su rostro y le quitaban los mechoncitos, que estaban  pegados a su frente debido al sudor, aquellos que molestaban un poco

-yo también – lo besó con dulzura mientras lo recostaba para recuperarse un poco, suspiró pues la vida le regalaba una segunda oportunidad, tercer o cuarta… ni siquiera sabía que numero era, que gracioso… pero si era con Kankuro valía la pena. Salió de ese interior cálido con cuidado y se recostó al lado del castaño –… ¿quieres quedar ahí?– susurró con picardía aunque todavía estuviera agitado

-idiota… – susurró pero tampoco dio negativa, todavía suspiraba pero…

-tomaré eso como un… “sigamos hasta el amanecer” – Sasori se reía bajito mientras empezaba a besar los hombros ajenos

-sacas provecho de la situación – apartó su mirada de Sasori pero lo empujó hasta quedar de nuevo sentado sobre él – solo esta vez – susurró avergonzado mientras se acercaba al pelirrojo y besaba sus labios – no te acostumbres –

-entendido – sonrió mientras deslizaba sus dedos por los cabellos largos y lo aprisionaba, deslizó su mano libre hasta las nalgas firmes apretándolas y haciendo que sus miembros rozaran – tengo cinco condones más – bromeó juntando su frente con la de Kankuro

-desvergonzado – pero ni siquiera así se alejó y dejó que las caricias atrevidas siguieran… definitivamente se rendía… no podía enfrentar a su corazón

 

 

 

 

Unos días más, unos días menos, lo importante es seguir…

 

 

 

 

Neji estaba pensando en su rehabilitación, todavía sentía malestares en su pierna, aunque sus dedos empezaban a responderle tras intentar algunas sesiones de acupuntura, en esos días había pasado en compañía de Gaara casi la mayoría del tiempo, Himawari y Boruto también solían aparecer a menudo, incluso fue a visitar a todos en el gimnasio y como olvidar ese día… simplemente no podía creer lo que vio. Fue una simple casualidad que ingresaran al lugar en donde solían comer en conjunto cuando trabajaban, Gaara y él tenían hambre y el restaurante estaba medio vacío, al final en una mesa podía ver a su amiga con un acompañante, Ten-Ten se reía ante un comentario de la persona que la acompañaba y que Neji no podía ver de quien se trataba ya que le estaba dando la espalda. Tuvo la intensión de irse, pero Gaara a su lado le hizo darse cuenta de algo “tal vez sea el hombre con quien Ten-Ten ha estado saliendo… creo que reconozco algo en él” y de pronto la pareja se levantaba para salir. Ten-Ten se quedó en shock al ser descubierta, más aun cuando iba tomada de la mano de Itachi Uchiha, fue un incómodo silencio que terminó cuando el Uchiha mayor  habló “Gaara-san, es un gusto verlo y saber que su embarazo está finalizando”… la explicación siguiente fue sencilla, al parecer ese par se topó en alguno de esos desfiles en donde Ten-Ten ayudaba a Temari solo con la coordinación del trato con los invitados y ahí comenzó todo “iba a decirlo, en verdad… pero con el asunto de Sasuke, yo… bueno, simplemente no sabía que iban a pensar de nosotros y…” pero Neji y Gaara solo se sonrieron cómplices tratando a la nueva, ni tan nueva, pareja como cualquier otra… aunque de verdad eso hubiese sido muy raro

 

Desde ese día habían pasado una semana casi, ahora estaba en la mansión, era la hora del almuerzo y esperaban con paciencia a Gaara que estaba tardando un poco, Nagato estaba con el artista, ayudándolo en lo que necesitase, pues ahora con el vientre bastante grande le era difícil moverse. Neji platicaba con Kankuro y Shikamaru, mientras Temari estaba asaltando el refrigerador con otro de sus antojos repentinos, estaban tranquilos hasta que…

 

-¡ES HORA! – el grito de Nagato desde el segundo piso, alertó a los presentes pero solo Neji salió corriendo ignorando el hecho que todavía necesitaba el bastón para no perjudicar su rehabilitación

-¡Gaara! – Kankuro tardó un poco más en reaccionar y salir detrás de Neji mientras Shikamaru decía que se encargaría del auto – TEMARI, YA ES HORA – le gritó a la rubia, quien con un panecillo en la boca salía a ver qué pasaba

-Gaara… tranquilo – Neji jadeaba cuando llegó hasta la habitación en donde su pelirrojo estaba sentado en el filo de la cama con una mueca de dolor – ¿estás bien?

-me duele – se quejó mientras sostenía su vientre

-tranquilo, solo está empezando pero debemos apresurarnos – decía nervioso Nagato que ya traía la maletita preparada – tenemos que llevarlo al hospital, llamaré a Kankuro para que lo cargue

-está bien – sonrió Neji mientras besaba la frente de Gaara – todo está bien – cargó en brazos a su pareja y caminó con rapidez ignorando la pequeña incomodidad en su rodilla, más importante era su pequeño novio  que se aferraba a él con fuerza

-estoy asustado – susurró el pelirrojo pues la contracción lo tomó por sorpresa

-tranquilo, todo estará bien – decía Nagato que con prisa bajaba las escaleras y pedía a las sirvientas que cuidaran a su pequeño Alan, quien lloraba al haberse despertado por los gritos anteriores

-el auto está listo – Kankuro los alcanzó en las escaleras – Neji, dame a Gaara

-estoy bien – sonrió el ojiblanco mientras sentía como la respiración de su novio cambiaba y se abrazaba a su cuello – tenemos que avisarle a Shizune-san y Sakura-san

-no quiero… a Sakura-san – dijo Gaara mientras Kankuro ya se hallaba marcando con su celular

-no le guardes rencor, eso ya pasó – sonrió Neji cuando ya salían de la mansión, era increíble que Gaara fuera así de rencoroso – ahora ella ayudará en el parto

-los alcanzaré después – sonreía Nagato entregando la maleta a Temari – avisaré a los demás – informaba mientras los despedía

 

Neji ingresó al auto aun con Gaara en sus brazos, porque el menor no quería soltarlo de ninguna forma, escuchaba las quejas cuando una contracción llegaba y a la vez estaba un poco alterado al ver el pánico en Kankuro que como copiloto terminaba de avisar a las doctoras, Temari sostenía la maleta revisando que nada faltara y Shikamaru más calmado que los demás conducía con rapidez. El grito que Gaara dio asustó a los presentes y el caos empezó por unos momentos

 

-tranquilo – susurraba Neji besando la frente del pelirrojo que mordía su camiseta en un intento de calmarse y liberarse del dolor – estamos cerca – acariciaba la cabellera de Gaara y trataba de mantenerlo en calma

-me… me duele – susurraba mientras aguantaba la respiración y la soltaba cuando el dolor pasaba – me patea fuerte… – suspiraba agarrando su vientre

-vamos pequeño… cálmate un poco – empezó a decir Neji acariciando el vientre del pelirrojo, los demás se sumieron en el silencio pensando que eso no serviría de nada – ya pronto llegará el momento pero hasta eso… deja de hacer sufrir a tu papi – besó a Gaara quien comenzaba a irregular su respiración nuevamente

-mgh… ya se calmó – sonrió mientras aguantaba la contracción y respiraba profundo

-¿en serio? – decía la rubia mientras su hermanito asentía – Dios santo, ¿qué demonios tienes por pareja? – se reía bromeando a pesar de que Gaara empezaba a hacer una mueca de nuevo

-le hace caso solo a él – sonreía forzadamente mientras se agarraba de Neji y respiraba profundo como en las clases a las que había asistido

-coincidencias – murmuró Kankuro, él no podía creer que una criatura que aún no nacía, le hiciera caso a su progenitor

-tranquilo Gaara, ya mismo llegamos – sonreía Neji besando la frente de su pequeño

-¿entrarás conmigo? – susurró cuando de nuevo estaba sin dolor

-claro que si – sonrió cuando ya se estacionaban, una silla de ruedas los esperaba y Neji le dio un beso en los labios para reconfortarlo antes de dejarlo

-tranquilo, solo lo alistaremos, Neji-san estará en la sala contigo, Gaara-kun – sonreía Shizune mientras ordenaba a todos los demás médicos… era un caos

 

Neji estaba junto a Gaara en cuanto le permitieron ingresar a la sala, besaba la frente del pelirrojo y aguantaba el fuerte agarre en su mano, susurraba que todo estaría bien, eso hacía que el dolor de Gaara se mitigara un poco, el miedo se iba. Sakura y Shizune estaban allí y poco después se unía Tsunade, quien hace poco había regresado del extranjero, la rubia sostenía la mano libre del pelirrojo dándole fuerzas. Tardaron pero al final se escuchaba el llanto, Gaara empezó a llorar en cuanto lo escuchó…  era su hijo… su todo, su nuevo amor. Neji fue el primero en cargar el bultito y las lágrimas brotaron de sus ojos también, se acercó a Gaara besándolo con devoción, agradeciéndole en susurros, ambos sonriéndose cómplices de aquel milagro, felices de estar juntos… de ser una familia completa

 

Nagato había avisado a todos, y de inmediato, tomando a su hijo en brazos, había acudido al hospital. Lee lo esperaba en la puerta y Alan se lanzaba a los brazos de su padre, sin decirse nada y con un simple beso en forma de saludo, ingresaron para encontrarse con una rubia bebiendo un batido, que por el color daba fama de ser de fresas, mientras movía sus piernas con insistencia. Kankuro estaba relajado bebiendo un café y Shikamaru trataba de calmar a su esposa quien amenazaba con comenzar a llorar si no tenía noticias pronto. Habían pasado una hora entera cuando una enfermera salió de allí diciendo que ya terminaban con el proceso, poco después salían más de esas mujeres con uniforme blanco, llevando un bultito envuelto en una mantita amarilla en un cunero y Neji detrás de ellas, para este punto Hinata  los niños estaban allí, Ten-ten había llegado con su novio para sorpresa de muchos y los demás llegarían después… era una revolución

 

-Llevarán a Gaara a la habitación – sonreía Neji mientras cojeaba un poco pues la adrenalina del momento se pasó y en vez de eso el dolor llegó – se desmayó al terminar por lo que deberá dormir un poco, pero todo está bien – todos soltaron un suspiro de alivio y empezaron a felicitar al padre, los gemelos se lanzaron contra su tío que terminó en el suelo pero riéndose por la felicidad

-¿y qué es? – preguntaba una ansiosa rubia que tenía unas lagrimitas rodando por sus mejillas

-es una niña – sonreía Neji y después Temari se echaba a llorar

-le haré toda su ropa – decía Temari entre los sollozos mientras se abalanzaba a abrazar a su esposo

-tus cambios de ánimo son problemáticos – soltaba Shikamaru ganándose una mirada furiosa y un…

-¡vete a traerme algo dulce y panecillos para los demás! – eran las consecuencias de tener un hijo, Shikamaru no protestó y besando la frente de Temari se encaminó a traer el pedido

 

Los demás soltaron carcajadas por la escena, en verdad estaban llenos de dicha y mucho más cuando al fin lograron ver a Gaara en la habitación, parecía dormir tranquilamente. Neji sostenía su mano besándola de vez en cuando. La enfermera les informaba que la pequeña niña permanecería en la incubadora por seguridad, estaba sana pero era mejor prevenir, en unos días más podrían llevársela a casa, no había apuro mientras lograra verla detrás del cristal, pequeña, de piel clara, hermosa y con unos mechoncitos castaños en su cabecita… bella desde todos los ángulos

Apenas el pelirrojo despertó Neji lo llevó en brazos a ver a su hija, era muy tarde y no quería molestar a nadie, solo ellos dos estaban en la habitación y no hubo problema en salir sin supervisión. Gaara era ligero así que no era problema para Neji, se pararon en frente del cristal a observar a su pequeña, era muy linda y suspiraba al dormir, se removía de vez en cuando pero permanecía en calma

 

-¿has elegido un nombre? – susurró Gaara que sentía el abrazo y la cabeza de Neji reposar en su hombro

-tengo uno… vino a mi mente cuando la vi – sonreía feliz pues nadie entendería cuan dichoso era

-puedes decírmelo

-Azusa – susurró besando la mejilla de su gran amor – mi madre solía decir que ese nombre le gustaba

-me gusta también – deslizó sus dedos por el cristal, apreciando a su hija – se llamará Azusa

-es nuestra pequeña – besó de nuevo la mejilla del pelirrojo sonriendo debido a la felicidad infinita que le invadía

-¿te hiciste daño? – preguntó Gaara cuando ya la emoción se le pasara un poco, recordaba que su pareja aún estaba en recuperación

-no, pero de todos modos me revisarán mañana

-espero que no te afecte en la recuperación

-cargarlos no fue problema alguno – sonrió mientras de nuevo tomaba en brazos a su novio – vamos… te resfriarás si sigues aquí

-te amo

-y yo a ustedes – el pelirrojo se acurrucó en el pecho ajeno sonriendo pues ahora su deseo se había hecho realidad… tenía su propia familia, pequeña… pero suya

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Amores de mi vida~~

Porque ustedes lo pidieron, hoy el lemon fue de Sasori y Kankuro, shi~~~

jejejeje, espero que haya cubierto sus espectativas porque me esforcé en hacerlo un poco salvaje, no tanto porque era una reconciliación total jajajja

No sé ustedes pero yo me morí de amor con Neji, es simplemente hermoso.... en el siguiente capítulo habrá lemon de ellos y también un invitado especial, además que lo haré largo porque ya quiero acabar con este fic (aunque en el fondo me duele mucho, porque se volvió mi consentido) y darles algunas sorpresas

Este fic es mi favorito, lo admito, me gustó cada capítulo y disfruté cada review que me han dejado, muchas gracias

Antes de ponerme sentimental, diré lo de siempre, cualquier duda, reclamo, sugerencia o algo que me haya faltado aclarar me lo pueden dejar en un review y les respondo con amorsh (los anteriores se los responderé en cuanto pueda queridas)

Muchos besos y abrazos~~~


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