Lorcan se había enamorado de Albus cuando tenía 7 años, no supo cómo se había enamorado, simplemente un día se había dado cuenta de que quería a Albus Severus Potter como algo más que un simple amigo.
Ese era su secreto más grande un secreto, del que ni su gemelo Lysander se había dado cuenta, nadie sabía de su secreto amor por Albus, o eso creía él.
Tenía que admitir que todo su primer año en Hogwarts fingió que Scorpius le agradaba porque Albus y su propio hermano apreciaban al pequeño rubio, pero él no podía querer a Scorpius de la nada como lo habían hecho, Albus, Lysander y Rose.
La razón era muy simple, como querer como un amigo a la persona que sin darse cuenta le estaba quitando dos cosas muy preciadas en su vida.
Scorpius había sabido ganarse prácticamente sin hacer nada el amor de Albus y el de su hermano, pero cuando cursaban su segundo año, para él fue imposible no considerar a Scorpius como un verdadero amigo, Scorpius era amable, ingenuo e inteligente por igual con una elegancia nata de la que no se daba cuenta que poseía, que llamaba la atención de las personas, sin contar con lo buen amigo que era, Scorpius poco a poco se había ganado su aprecio.
Había ayudado a su hermano en sus planes de conquista hacia Scorpius con la esperanza de que Scorpius se enamorara de su hermano y así Albus se olvidara del rubio de ojos plata, pero Scorpius no mostraba interés romántico alguno en su hermano o Albus, a Lorcan le parecía que Scorpius gustaba ya de otra persona.
Y su sospecha se comprobó esa navidad cuando vio en la mirada de Scorpius un deslumbrante brillo cuando recibía un regalo de James, en ese momento Lorcan entendió que Scorpius no se fijaría en su hermano o en Albus, en la mirada de Scorpius Lorcan podía percibir un profundo amor hacia James.
Pero ahora ya no estaba tan seguro de aquello, Lorcan estaba seguro que a Scorpius le había afectado mucho ver que James tenia novia, tanto que ahora por momentos a él le parecía ver un brillo parecido al que le había visto cuando miraba a James ahora cuando veía a Albus, pero el brillo que tenía Scorpius al mirar a Albus no era tan brillante ni intenso como el que le dedicaba a James.
Aunque eso no evitaba que se sintiera triste al pensar que en cualquier momento Albus se daría cuenta de que sus intentos sutiles de conquista estaban dando frutos, y se hiciera pareja de Scorpius, y el como amigo de los dos lo único que podría hacer seria alegrarse por ellos y lamentarse en silencio no tener el valor de confesarle sus sentimientos a Albus.
Scorpius no podía dejar de pensar en su reciente descubrimiento, a su cabeza llegaban preguntas, para las que no tenía respuestas, como ¿desde cuándo Albus estaba enamorado de él?, ¿desde cuándo Lorcan estaba enamorado de Albus? Y ¿Cómo no se había dado cuenta de esto antes?, pero lo que más lo hacía pensar era el por qué le había entusiasmado y entristecido por igual el darse cuenta que Albus gustaba de él.
Y pensando en este hecho Scorpius llego a la resolución de que el no podía dejarse querer a Albus como algo más allá que un amigo o un hermano, como siempre lo había visto, por dos razones, la primera Albus era el hermano de James no quería intentar pasar todos los sentimientos que algún vez tuvo hacia James a Albus, no quería remplazar a uno por otro, un Potter no sacaba a otro Potter y la segunda y más impórtate, no podía hacerle eso a Lorcan, no podía herir a Lorcan enamorándose de Albus.
Ahora Scorpius veía muchas cosas de las que antes no se había dado cuenta por ser ingenuo y no tan observador, ahora podía ver como a veces Rose indirectamente o directamente le decía todos los atributos que Albus tenía, por lo que decidió no contarle ni a Rose ni a Ellen que ya sabía que Albus estaba enamorado de él, y seguiría tratando a Albus como lo que era, su mejor amigo.
Un viernes por la tarde le había contado a Myrtle lo que había descubierto y decidido.
— ¡Albus está enamorado de ti! — le había dicho Myrtle sorprendida a Scorpius mientras se acercaba flotando hacia él.
—Sí, y Lorcan está enamorado de el— dijo Scorpius.
—Que lio, pero Scor a ti ¿te gusta Albus? — le pregunto Myrtle intrigada por la respuesta l rubio.
—Por un momento creí que Albus me gustaba, pero solo me estaba engañando a mí mismo, porque Albus siempre esta cuando lo necesito, me hace sentir seguro, pero lo que siento por él no es amor, no como el que le tenía a James, Al es mi mejor amigo.
—Y tu otro amigo, Lorcan, le piensas decir que sabes que está enamorado de Albus—
—No, no creo que a Lorcan le haga mucha gracia que sepa que sé que está enamorado de Al—
—Hay Scor, tienes el encanto de tu padre—
Scorpius suspiro y dijo— no me gusta tener encanto, sigo recibiendo cartas misteriosas—
— ¿Las estás leyendo?— pregunto Myrtle curiosa.
—He leído algunas, pero todas son poemas en francés sin remitente— dijo Scorpius un poco desilusionado.
—Deberías escribir una carta y dársela a la lechuza que te entrega las cartas— dijo Myrtle emocionada.
—Lo he pensado pero, no quiero enamorarme de alguien equivocado de nuevo— dijo Scorpius pensativo.
— ¿No te gustaría saber quién te las escribe?—
—una parte de mi quiere pero— Scorpius hizo un pausa para sentarse y dijo— la otra no está muy segura, ¿Por qué el amor es tan complicado Myrtle? —
Myrtle se encogió d hombros y dijo— no tengo ni idea Scor, fallecí sin siquiera experimentar lo que es estar enamorada de alguien.
Ese mismo día en la noche antes de dormirse Scorpius contesto las cartas que le habían mandado su familia, y escribió a su tía Daphne que esperaba con muchas ansias las vacaciones de Navidad para ver a su primito, y mientras escribía pensó en lo que le había dicho Myrtle, y pensando en esto escribió una carta agradeciendo las cartas anteriores, haciendo énfasis en lo mucho que le habían gustado los poemas pero que si no le decía quién era y por qué le mandaba cartas lo mejor sería que ya no las siguiera enviando.
Leyó y releyó la carta que había escrito para el admirador secreto, indeciso en si enviarla o no a la mañana siguiente, al final decidió no enviarla y mejor la guardo en un libro que ya no tenía intenciones de leer.