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Avión de papel por girlutena

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza, espero que le guste este segundo capitulo

Ya habías olvidado cuanto tiempo habías derramado las lágrimas por aquel mismo hombre; tus uñas ya habían desgarrado la piel de la palma de tus pequeñas manos, y tan solo pensabas que tus ojos ya estaban secos y deseabas tanto que tu alma estuviese reseca.


 Tu corazón ya estaba acostumbrado a tantos golpes, vestido con una túnica de tantas cicatricez, que siempre cuando tus hermosos y brillantes zafiros observaban el ocaso, aquellas grietas cada vez se volvían mucho más dolorosas.


La hermosa sonrisa de tu padre, las suaves caricias de tu papi, y los juegos inocentes a los que tu hermanito te hacía jugar. Aquellos recuerdos siempre se reproducían, una y otra vez en tus memorias, y sentías como cada día sacrificabas tu vida.


Tu joven corazón palpitaba con demasiada fuerza, cada vez que aquellas gemas verdes te observaban con amor y añoranza, aquella vez, la primera vez que lo viste. La primera vez en la que él te encontró. Tú no lo sabías, pero poco a poco aquel hombre iba internandose más y más en tu podrida vida, pero tú tan solo deseabas poder ocultar tu podrida alma de aquellas hermosas gemas verdes.


Tu cuerpo dolía por los fuertes golpes recibidos la tarde pasada, tus piernas azotadas se encontraban escondidas detrás de la tela de tu pantalón, mientras que la suave camisa de seda raspaba con extrema suavidad los cortes en carne viva que mantenías en la piel de tu espalda.


Aquella mañana había hecho mucho frío, y deseabas tanto no asistir a clases, pero los fuertes gritos de tu tía te hicieron espabilar y salir casi corriendo de aquella casa, con el cuerpo adolorido y casi arrastrando tu alma seguiste caminando; pudiste sentir como las gotas de la lluvia empezaban a caer sobre tu cuerpo, mientras que  las nubes plomizas habían ocultado el cielo y el viento había empezado a soplar con fuerza, removiendo las copas de los árboles.


Y para la tarde, el clima no había mejorado para nada. No te había importado que tu uniforme se hubiese secado sobre tu cuerpo, pero tu pecho empezaba a doler, tus pulmones luchaban por poder respirar como normalmente lo hacían, pero tus ojos tan solo deseaban cerrarse y tu cuerpo, vencerse.


Se podía observar, desde la ventana de la vieja escuela, como más personas caminaban con prisa, intentando ocultarse de aquella estrepitosa lluvia, las jóvenes personas salían corriendo y rogando poder alcanzar el último carro que los llevaría a la calidez y confort de su hogar, pero tú, tan solo te quedaste ahí, quieto, deseando que aquello acabara con más prisa.


El edificio ya se encontraba vacío, y tan solo se podía escuchar la lluvia y el fuerte viento golpear con fuerza las altas ventanas. Tu cabeza empezaba a palpitar, mientras que los malos recuerdos volvían a invadir tu mente, mientras que tu cuerpo seguía adolorido.


Intentaste ocultar tu afligido rostro entre las palmas de tus manos, y tu labio inferior tembló fuertemente al escuchar unos fuertes pasos recorrer los largos pasillos de la escuela.


Tu cuerpo dolía, ya no querías pensar en nada más, después de aquel día nada había sido como antes. No sabías como habías llegado hasta aquel punto, donde dejabas que cada noche aquel hombre manoseara tu cuerpo, mientras lo marcaba sin tu autorización.


Ya habían pasado dos días desde que saliste corriendo de la biblioteca, dos días desde que ya no habías visto los hermosos ojos verdes de tu amado profesor, y dos días que tus tíos te habían encerrado en aquella oscura y sucia habitación.


Sabías que era tonto negar que lo amabas, tu corazón dolía cada vez que lo veías desde lejos, tu cuerpo temblaba lleno de miedo al saber que aquel hermoso hombre se separaría de tí cuando se enterara de tu verdad.


Las horas ya habían pasado y por la lluvia todos los alumnos se habían marchado desde temprano. Con el corazón latiendo dolorosamente, caminaste con pasos sumamente lentos por largos, y vacíos pasillos, esperando y deseando no encontrarte con las hermosas gemas de aquel hombre, mordiste ligeramente tu labio inferior al escuchar la fuerte lluvia chocar contra las ventanas.


Llevaste tus manos alrededor de tu pecho, sintiendo como el miedo empezaba a subir por todo tu delgado cuerpo, y mordiste tu labio inferior al saber que ya se estaba por cumplir la hora de plazo.


-¿Adrián? –El cuerpo del menor tembló fuertemente al escuchar la fuerte voz de tu profesor muy cerca de tí. Tus ojos azules observaron como tus manos apresar fuertemente la tela de tu polera, mientras los pasos de aquel hombre se acercaban a pasos lentos. –Hey ¿Estás bien?


Tu cuerpo tembló con aún más fuerza al sentir las frías manos de aquel hombre sobre tu caliente frente, las lágrimas se aglomeraron en tus zafiros y tu cuerpo tembló con fuerza al sentir aquellos fuertes brazos alrededor de tu delgado y tembloroso cuerpo.


Tan solo pudiste esconder tu rostro en aquel fuerte pecho, aquel aroma tan penetrante que emanaba de ese cuerpo varonil te envolvió, tan fuerte, tan varonil. El aroma a tabaco y tierra mojada se había impregnado en aquel gran cuerpo, y te sentiste tonto al dejar que tus lágrimas se resbalaran por tus mejillas.


-Dejame llevarte a enfermería. –Luke frunció fuertemente su ceño al sentir como el menor negaba con su cabeza, sintió como aquellas pequeñas manos apretaban su fina camisa. –Entonces déjame llevarte a casa. Me sentiré más seguro si te dejo yo mismo.


Tan solo cerraste tus ojos, sin saber muy bien que era lo que estaba ocurriendo a tu alrededor, tan solo sentías como tu cabeza empezaba a dar vueltas, podías escuchar el corazón de tu hermoso profesor palpitar contra el tuyo, mientras que las suaves manos de tu profesor alrededor de tu cuerpo.


 


El calor de la calefacción llenó toda la cabina del auto, y Luke regresó su mirada al pequeño cuerpo de su alumno, quien tan solo soltaba doloridos gemidos. Frunció ligeramente su ceño, y sin poder evitarlo pasó delicadamente acariciando los rebeldes cabellos del menor, atreviendose a acercar sus labios a su caliente frente.


Su corazón bombardeó con fuerza, y sintió como el calor se aglomeraba en sus mejillas al tener las brillantes gemas azules del menor sobre él, el calor empezó a hacercer sofocante, mientras que la pequeña mano de Adrián acariciaba la mejilla del mayor.


-No... no me deje. –Y después de aquellos suaves susurros, cerraste lentamente tus ojos.


 


Las calles se encontraban llenas de charcos, se podía oír el fuerte sonido de la lluvia cayendo sobre ellos, y no le sorprendería ver rayos y relampagos estrellandose contra el cielo. Luke observó el rostro adormilado del menor, y acarició suavemente su mejilla, y lentamente subió su rostro hasta la pequeña casa de dos pisos.


Soltó un ligero y abatido suspiro mientras sacaba en brazos al menor. No quiso sentir nada, pero un horrible apretón en su pecho empezó a alojarse, al observar el rostro de aquel hombre.


Aquellos ojos oscuros le miraban retadoramente, mientras le fruncía el entrecejo e inconcientemente apretó el cuerpo del pequeño y delgado muchacho entre sus brazos.


-¿Qué desea?


-¿El padre de Adrián? –El menor gimió bajito al escuchar su nombre, y el profesor se pudo dar cuenta de la mirada hiel que aquel hombre le dirigiera sus oscuros ojos al cuerpo de su sobrino.


-Soy su tío. ¿Quién es usted?


-Su tutor. –Los brazos de Luke se apresaron al cuerpo del menor. –Hey Adrián, ya estás en casa. –El menor entreabrió lentamente sus zafiros, sintiendo su cuerpo adolorido, sus adormilados ojos se fijaron en las brillantes gemas verdes y se sintió pronto en un sueño.


-Entra ya. –La fuerte voz de aquel hombre llegó hasta sus adoloridos tímpanos y Luke no pudo evitar sentir el temblor del cuerpo del menor.


Los ojos oscuros de aquel hombre tan solo soltaban amargura; no destilaban nada bueno. Luke se vio obligado a colocar los pies del menor en el suelo, pero apoyó su mano sobre su hombro al verlo temblar.


-Muchas gracias profesor. –Adrián intentó poner sus ideas en orden, pero el calor que desprendía la mano de su profesor le hizo espabilar, con el temblor recorriendo todo su cuerpo, tan solo ingresó rapidamente a aquella casa, sin siquiera dirigir su mirada a la del mayor.


-Hasta pronto. –Y así como llegó, se fue. Luke tan solo se quedó dentro del auto observando aquella casa. Llevó su mano hasta su pecho, sintiendo como si algo malo pasaba, sin pensarlo dos veces, golpeó cok fuerza el timón de su auto.


 


Adrían sintió un fuerte golpe en su rostro, su cuerpo cayó con fuerza sosbre el viejo catre y el sonido de los resortes rechinando sonó con agudeza, sus ojos se cerraron con fuerza sabiendo lo que iba a ocurrir.


Dos fuertes manos se plantaron a cada lado de su atormentada cabeza y una horrible sonrisa se mostró en aquel rostro. Y el corazón de Adrían se achicó contra su pecho y las ganas de vomitar empezaron a crecer en su pecho.


Sintió como las lágrimas se aglomeraban en sus apagados zafiros y tu pecho se agitó lleno de dolor, aquellas toscas manos acariciaron con rudeza tu delgado cuerpo, y sin preparación y con todo el odio contenido sentiste como te penetraban.


Quisiste gritar, pero tenías la garganta reseca y tu cabeza empezaba a dar vueltas, sentiste como tu cuerpo era fuertemente estocado, tus manos se aferraron con fuerza en las sábanas, y poco a poco fuiste perdiendo la conciencia.

Notas finales:

Espero sus comentarios!!

Besos!!


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