Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sexo casual por Haruka Eastwood

[Reviews - 295]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!! Espero que el capítulo les guste y comenten ♥ aviso que todos sus rw ya han sido contestados y para evitar que se me junten, los respondere conforme los vea nwn 

Esto es un fic Sebastián x Ciel, pero este capítulo contiene Claude x Ciel —sera único en su especie—.

Sin más preámbulos, los dejo leer

Titulo: Sexo casual

Resumen: Solo pretendían tener un poco de sexo rápido en el elevador, ninguno de ellos imagino que protagonizarían el video porno más visto de las redes sociales…

Categoría: Kuroshitsuji

Clasificación: Mayores de 16 años.

Género: Romántico. AU.

Advertencias: Lemon. Mpreg.

N° Capítulos: 4 de x

Por: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Sexo casual

Ciel Phantomhive Pov

Capítulo 4: Confía en mi

Si. Es todo lo que había logrado articular en aquel momento, segundos después sentí como un hermoso anillo era deslizado en mi dedo anular. Mi mundo se resquebrajo y mis ojos se llenaron de lágrimas, tristemente no era la emoción del momento, ni siquiera era por saber que aquel hombre del cual estaba perdidamente enamorado deseaba pasar el resto de su vida a mi lado, junto a un chico que le había sido infiel con su propio hermano en un momento de confusión, puede que de estupidez ayudada por el alcohol.

En cuanto los labios de Claude buscaron los míos, entregándome un beso lleno de romanticismo, ternura y amor me sentí peor que una mierda. Era demasiado tarde para retractarme de haber aceptado. Ya no podía decirle: Sabes qué, te amo, pero me acosté con tu hermano y me gusto. Creo que eso era lo que más me mortificaba. Me sentaba mal la parte de la infidelidad, pero a mi parecer era peor el hecho de haberlo disfrutado, de no sentirme realmente arrepentido cuando debería estarlo.

—Te amo… —susurró.

Cerré los ojos emitiendo un pequeño jadeo cuando las tibias manos de Claude recorrieron mi cuerpo con delicadeza. Siempre me trataba igual, era como si temiera hacerme daño cada que hacíamos el amor, pero hoy era aun más cuidadoso. En cuanto llegamos a mi departamento comenzaron los besos y las caricias subidas de tono, así que terminamos en el cuarto —el mismo donde hace dos días estuve con Sebastián— dando gracias al cielo de que ya era de noche y de que estuviera más concentrado en mimarme que en prender la luz, porque de lo contrario hubiera visto aquellas marcas que adornaban todo mi cuerpo.

Sus labios recorrían mi pecho con suavidad e inevitablemente acabe comparándolos. Físicamente se parecen, y mucho, en estatura y complexión puede que Claude fuera un poco más alto y robusto que Sebastián, pero al final son similares. Claramente la diferencia más notoria era su carácter, mi novio podía parecer frio e insensible, poseedor de una mirada estremecedora y bastante intimidante, sin embargo conmigo era dulce y en la intimidad era malditamente delicado. Sebastián es otro mundo, su mirada perversa, sonrisa juguetona y actitud sarcástica son un imán poderoso de chicas y donceles, dando como resultado a alguien salvaje en la cama, alguien que no teme aprisionarte con su poderoso cuerpo y embestirte con ahincó mientras clava las uñas en tu piel, queriendo dejar marca.

En el momento en que Claude se adentro sutilmente en mí, iniciando un suave vaivén de caderas mientras me besaba el cuello y me susurraba palabras dulces al oído, no pude evitar pensar en él, en Sebastián y su forma de voltearme, dejando mi cara contra el colchón. No le importaba que me quejara y me penetraba con brutalidad iniciando un mete y saca constante, rápido y delicioso que tocaba aquel punto dulce al mismo tiempo que me azotaba el culo, exclamando que era una putita golosa.

—C-Claude… —arqueo la espalda y me estremezco al recordar. No son las manos de Claude sobre mi piel, ni su suave vaivén lo que me hace vibrar bajo su cuerpo, malditamente es la imagen de Sebastián sobre mí, sometiéndome de una manera excitante, diciendo que gima para él y por él, preguntando si me gusta su polla en mi culo, si siento que llega al fondo antes de sacarla por completo, obligándome a pedir por más.

Finalmente me corro y él en mi interior, terminando con un apasionado beso antes de separarse de mí, tumbándose a un lado, atrayéndome hacia su cuerpo ligeramente perlado en sudor. Y he ahí otra diferencia. El sexo con Sebastián es sudoroso, sucio y ruidoso. Es abrumador, poco elegante y demasiado vulgar porque no le importa chocar sus dientes con los míos en el desenfrenado beso, ni morderme el labio en el proceso, atrapando mi cuerpo entre el suyo hasta fundirnos en un solo ser, besando y marcando cada parte de piel, perdiendo el control completamente.

—Te amo tanto —susurra.

Mi espalda choca contra su pecho, sintiendo sus labios sobre mi hombro izquierdo. Me besa y se acurruca mientras nos cubre a ambos con la sabana, dispuesto a dormir. La verdad es que no pasa mucho tiempo antes de que sienta su acompasada respiración haciéndome cosquillas en la nuca y por más que intente dormir no lo consigo, tan solo me quedo observando el reloj que lentamente avanza, mientras dormito por momentos sin estar realmente cómodo. Al final dan las tres de la mañana y termino por retirar el brazo de Claude que me aprisiona, levantándome y yendo directamente al baño para ducharme.

Al abrir la llave no me tomo la molestia de regular la temperatura del agua, simplemente me meto bajo el frio chorro, erizándome los bellitos del cuerpo, hasta que finalmente me acostumbro, permaneciendo ahí lo que parece ser una eternidad, pero la verdad es que necesito pensar y relajarme. Cuando salgo me pongo unos pantalones de mezclilla, unos tenis y un suéter que deja al descubierto uno de mis hombros, dejando escapar una sonrisa melancólica al estar de pie junto a la cama, viendo a Claude dormir tan tranquilamente.

—Lo siento —murmuro besando su frente, saliendo de la habitación cogiendo mi abrigo.

Afortunadamente las calles cerca de mi casa son tan seguras que no me preocupa salir a las cuatro de la mañana a dar un paseo. Comienzo a caminar metiendo las manos en los bolsillos, dándome cuenta que todo está demasiado tranquilo, por lo que me quedo observando el cielo nocturno, tan majestuoso y hermoso, soltando una risilla al ver caer sutilmente unos copos de nieve que se quedan en mi nariz y mejillas, perdiéndose con las tibias lagrimas que silenciosamente empiezan su recorrido.

Bajo la vista y observo el precioso anillo que decora mi mano, volviéndome a preguntar ¿por qué lo acepte?, ¿Por qué no pude decir que no estaba listo? Todo hubiera sido más fácil si la situación se alargaba por al menos unos meses más, dándome tiempo de pensar, de ordenar mi caótica mente que enfrentaba una batalla monstruosa contra mi subconsciente que ansiaba correr a los brazos de Sebastián, mientras mi raciocinio me recriminaba, alegando que a los únicos brazos que necesitaba son los de mi prometido.

 Bufe mosqueado conmigo mismo mientras entraba a una tienda abierta las veinticuatro horas y compraba un café caliente, que tanta falta le hace a mi somnolienta mente. Y tan tranquilamente como salí de casa, regrese, dejándome caer en el sofá de la sala, notando que eran casi las seis de la mañana, por lo que tome la laptop sabiendo que gracias al café me sería imposible conciliar el sueño. Simplemente abrí los correos, leyéndolos lentamente, hasta que uno, cuyo remitente desconocía me llamó la atención, ya que él asunto decía: Video. Normalmente, esta clase de emails los paso por alto eliminándolos inmediatamente, pero recordar que por hacer algo así paso eso con Sebastián me impulso a darle clic, solo para ver de qué se trataba y en caso de que fuera información basura: eliminarlo.

De: Angel-T    Asunto: Video    Hora: 22: 58    Para: Ciel Phantomhive.

Estimado Ciel Phantomhive.

Me complace dejarle este video, el cual estoy seguro será de su completo interés. Como puede ver, solo es una mínima parte que me he tomado la molestia de editar y subir a las redes sociales, para que no solo usted pueda disfrutar de su contenido. También me tome el atrevimiento de mandarlo a los correos de sus amigos y familiares más cercanos… digamos que fueron unos veinte contactos. ¡Pero no se preocupe! Podrá encontrar el video completo en el siguiente link, el cual pondré a su disposición.

Atentamente: Alguien que quiere verlo hundido.

Al terminar de leer sentí unas enormes ganas de devolver el estomago, pero me obligue a tragar saliva y darle clic al video el cual solo duraba treinta y dos segundos. Mis ojos se abrieron de la impresión, sintiendo como mi corazón se detenía conforme continuaba reproduciéndose, en el aparecía Sebastián empotrándome contra la pared del elevador, comenzando a devorar mis labios, tocándome y aprisionando mis manos sobre mi cabeza, haciéndome gemir.

Mi respiración se acelero y con la mano temblorosa le di clic al enlace que venía adjunto al correo.

—N-No… no puede ser…

Esta vez se trataba de un video mucho más largo, duraba exactamente dieciséis minutos y trece segundos. Al estar en una página porno carecía de cualquier clase de censura, por lo que se podía ver y oír a la perfección, desesperándome conforme avanzaba. ¡Se trataba de Sebastián y yo follando en el elevador de la empresa! Esto no podía estar pasándome, lo peor de todo es que el puto correo decía que había sido publicado en las redes sociales, por lo que me metí a Facebook, rogando que no estuviera, pero ahí estaba, al inicio de mi muro, era exactamente el mismo video que duraba treinta y dos segundos, colocando el link de la pagina porno donde se podría ver el completo.

Había sido publicado hace tres horas por un tal “Ángel T”, el mismo usuario que me mando el correo. Al investigar la cuenta descubrí que fue creada hace una semana, lo peor de todo es que nunca agrego a alguien que no conozco en persona. Él maldito bastardo debió hakear mi perfil, y no importaba que bloqueara al usuario de la cuenta, ya que había etiquetado a todos los “amigos” que teníamos en común.

No sabía qué hacer, me sentía completamente perdido y humillado con la idea de que todas las personas que conocía verían eso. De soslayo vi la hora en la laptop, notando que eran las siete de la mañana, entendí que no importaba que quitara el video de aquí —ni siquiera tenía idea de si se podía—, ya que según el correo, había sido enviado a mis amigos y familiares más cercanos. Desear que la tierra me tragara era poco, quería llorar, gritar, hacer rabieta y encerrarme eternamente en algún lugar donde nadie pudiera encontrarme.

Repentinamente recordé a Claude. Cerré la laptop levantándome del sofá, con la idea de tomar su celular y comprobar si él tenía el video, ya que al despertar lo primero que hace es revisar su maldito teléfono, pero las fuertes pisadas provenientes del cuarto me hicieron paralizarme en mi lugar, segundos después apareció mi novio observándome con una mezcla de decepción y odio.

—¿Por qué? —cuestionó intentando modular el tono de su voz.

—Claude… yo…

—¡¿Por qué?! —Gritó arrojándome el celular, el cual cayó en el sofá mostrándome el video pausado.

—Fue un error —balbucee—. Yo te amo, tienes que confiar en mí.

—¿Tengo qué? —Espetó con las manos hechas puño—. No puedo confiar en ti, Phantomhive. ¡No me pidas que lo hagas cuando te revuelcas con mi hermano en un elevador!

Furibundo, paso de largo tirando unas estatuillas del estante más cercano dirigiéndose a la salida.

—¡Claude!

El fuerte portazo me paraliza por un par de segundos antes de seguirlo. Es un impulso que me obliga a detenerlo y explicarle las cosas, aunque realmente no sé qué le voy a decir, ya que a estas alturas no tiene caso mentir, no cuando tiene un video que me muestra teniendo relaciones con su hermano de una forma vulgar y en un lugar público.

Al salir del edificio, soy capaz de ver como su auto arranca, por lo que me subo al mío comenzando una persecución que no tengo ni idea de donde terminara. Y tras quince minutos se detiene varios metros adelante de mí, frente a un enorme edificio de departamentos en el cual se adentra hecho una fiera, y pese a que nunca he estado aquí puedo afirmar que sé a quién viene a ver. No dudo en seguirlo, el único problema es que cuando me adentro el elevador ya ha cerrado.

Frustrado y con los nervios a flor de piel, observo el piso en el que se detiene, esperando a que las puertas se vuelvan a abrir. Es toda una tortura la espera, el estomago me duele y los músculos los siento agarrotados. Finalmente llego al piso indicado y con horror observo a Claude sujetando con fuerza del cuello a Sebastián, empotrándolo contra la pared.

—¡Eres un jodido bastardo! —Brama afianzando el agarre—. ¡Te metiste con Ciel sabiendo que era mi novio!

—¡Basta! ¡Por favor, basta! —sujeto el brazo de Claude, y como si mi tacto le quemara se aparta bruscamente, dándome un manotazo—. Claude… por favor.

—No me vuelvas a tocar —escupe con odio—. Me esperaba cualquier cosa de ti, Sebastián, pero que tú… —me señala con asco—. ¿Cómo pudiste? —Susurra y niega suavemente con la cabeza antes de mirarnos a ambos—. No quiero volver a saber nada de ustedes, por mi pueden seguir revolcándose.

—Claude, déjame explicarte.

—No hay nada que explicar, Phantomhive —camina tranquilamente hacia el elevador—, creo que el video fue suficientemente claro.

Sin decir más se marcha, y solo puedo derrumbarme en el pasillo, observando la espalda del que era mi novio mientras el elevador se cierra. Las lágrimas fluyen libremente, empapando mis mejillas, mientras Sebastián permanece a mi lado, sentado en el suelo y recargado en la pared, frotando su cuello para aliviar el dolor. De soslayo lo mire, contemplando su labio roto y la mejilla izquierda inflamada, aun porta el pijama. Lo más seguro es que Claude no le diera ni tiempo de defenderse y simplemente apareció golpeándole y gritando.

—¿Qué video? —Me pregunta mirando hacia la nada.

—Uno que probablemente has recibido…

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Continuará

Notas finales:

Gracias por leer~ ♥

Próximo capítulo: Desesperación

¿Quien creen que envio el correo? 

¿Podran eliminar el video de la pagina porno? 

¿Qué pasara ahora? 

¿Actualizare pronto? Bueno... eso depende de ustedes y sus comentarios xD 

Sin más me despido y les deseo un hermoso día.

Haruka Eastwood


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).