Al día siguiente Robín estaba sentado en la escalera junto a su amigo, ella dio un gran suspiro de frustración y su amigo coloco su mano en el hombro de su amiga.
- ¿crees que hice algo estúpido?- le pregunto su amiga
- Para nada- respondió Aarón
- Es solo una chica, puedes estar con cualquiera- le animo Aarón
- Tienes razón- se levantó de la escalera y empezó a bajarla
- ¿A dónde iras?- le pregunto
- A casar- respondió animada Robín, debía sacarse todas esas emociones raras y confusiones que sentía, ella no era así, era momento de seguir y dejar a lucia y Amanda atrás.
Mientras caminaba por los pasillos del colegio, recordaba lo que había pensado en la noche, meterse en problemas era su especialidad y tenía pensado hacerlo ahora, estaba pensando en tomar la drástica situación de decirle a Amanda lo que sentía a pesar de todo y contarle lo de lucia, no importaba si ella la terminaba odiando, no tenía nada que perder después de todo.
Mientras tanto en otro lado del colegio, Amanda y lucia conversaban seriamente en un rincón del colegio.
- Se veían muy bien juntas, no entiendo cómo es que ya no lo están - Amanda estaba confusa, hace unos segundo su amiga le había dicho que ella y Robín habían terminado, no quiso entrar en detalles, pero aquello internamente le provocaba una sensación de paz.
- Bueno, al final nuestras diferencias nos separaron- se excusó lucia, extrañamente sentía que algo no iba bien, Robín tenia libre albedrío en sus acciones y su enojo, no suponía la mejor situación para que ella no hiciera una estupidez, por el momento se mostraba distante, pero Robín siempre era una caja de sorpresas
- Robín siempre fue compleja, pero no es mala chica, cuando quiere es muy sincera y tierna, por mi parte ella siempre me ha apoyado y protegido en todo- dijo Amanda
- No niego eso- dijo lucia- pero… las cosas no funcionaron y mejor así, no quería que nos odiáramos- exclamo, aunque extrañamente se sentía responsable, podría fácilmente culparla de todo, pero no podía, se le venía constantemente la imagen de Robín, de cómo la vio, cada vez que la recordaba sentía ese extraño malestar- ¿podemos hablar de otra cosa?- pregunto lucia incomoda
- Vamos al baño- le dijo Amanda
Ambas fueron al baño, Amanda quería arreglar su pelo, al entrar sintieron un ruido extraño, al principio no le dieron importancia, pero al final, se dieron cuenta de lo que se trataba ese ruido, ambas quedaron paralizadas, nunca habían presenciado, que alumnos tuvieran relaciones sexuales en el colegio, querían marcharse lo más rápido posible, pero antes de reacciones uno de los cubículos del baño se abrió, de ahí salieron do chicas.
- Haces mucho ruido- exclamo una
- Eres genial- sonrió la otra
Ambas abrieron demasiado los ojos al notar que se trataba de Robín y una compañera de curso de ambas, al notar su presencia, la chica se puso incomoda y robín se puso seria, tomo a la chica de la cintura y la beso con pasión.
- Llámame si quieres intentarlo de nuevo- sonrió para luego marcharse como si no las hubiera visto, la chica algo incomoda solo atino a arreglar su pelo y marcharse rápidamente.
- No pierdes el tiempo- pensó mientras levantando una ceja lucia, veo que se te fue rápido la confusión y yo aquí carcomiéndome el cerebro- pensó algo enojada lucia
- Robín- pronuncio bajito Amanda, era la primera vez que veía a su amiga así, ni siquiera la miro.
Robín se sentía la chica con peor suerte del mundo mira que encontrarse con ellas precisamente al día siguiente cuando había decidido mandar todo al carajo. Sin mencionar que su profesora, estaba rara, habían hablado temprano por la mañana y ella había empezado a salir con un chico, aun que se estaban conociendo, su profesora estaba hechizada por aquel chico, se alegraba por ella pero no dejaba de sentirse apartada y por lo que dijo ella, aquel hombre era un buen partido.
Me sentía de un humor pésimo, sentía que si alguien me tocaba mis inexistentes bolas le rompería los brazos y la cara, por el momento debería concentrarme en las chicas de mi edad que me den la pasada y sean menos complejas.
- Robín el viernes nos juntaremos con los chicos ¿vienes? O tu novia te amarrara de nuevo- exclamo uno de mis amigos acercándose, yo lo mire enojada, por lo que dijo, pero él se cruzó de brazos.
- Chúpalo- exclame enojada
- Claro, claro pero ¿vienes?- dijo restándole importancia
- Si, voy- dije
- Genial- exclamo
Nos quedamos conversando un rato y luego fuimos a molestar a algunos chicos, dos chicas me habían dejado por un hombre, su profesora estaba totalmente embobada con él, tanto que había empezado a ser fiel y me había apartado, me sentía molesta, tanto que tome al chico de poleron y lo levante para luego estrellarlo contra los casilleros.
- Joder… ¿Qué me faltaba ahora?- pensó mientras se apartaba de ahí e iba al casino a comer, se sentó en la misma mesa que siempre, empezó a comer sin mirar a nadie hasta que alguien se sentó junto a ella, era Amanda, seguida tras Nathaniel y al final lucia, ambas cruzaron miradas, pero lucia fue la primera en mirar a un lado incomoda, robín sonrió de lado y se levantó de ahí para marcharse con su bandeja, pero al dar tan siquiera 3 pasos un chico se la paso a tirar sin querer, el pobre chico se llegó a arrodillar pidiendo clemencia, pero ya era demasiado tarde para él, robín se estaba haciendo sonar los dedos , lo pateo tirándolo en el suelo, lo agarro de su camisa y levantándolo un poco empezó a golpearlo, pero Aarón la detuvo y se la llevo de ahí.
Luego de finalizar el colegio, ella se fue directamente a casa, donde increíblemente su hermano estaba en casa, pero decidió pasar de cualquier plática familiar y se fue a su cuarto donde estaba durmiendo su perro, al verlo de inmediato lo fue a abrazar.
- Robín… necesito que no te comprometas a nada el sábado- me dijo entrando de golpe
- Am… ¿ok? ¿para qué?- exclamo
- Bueno… es que… vendrá alguien especial y te necesito- dijo algo avergonzado
- Oh… al final le hablaste a la chica y la invitaste – exclame sonriendo
- He… si – dijo avergonzado- será la sexta cita y quiero que te conozca, aparte quiero tu opinión-
- Vaya… entonces despejare mi agenda- sonreí
Los días pasaban rápido y de pasar un viernes agradable tomando y fumando sin parar, sin decir de reírme a mas no poder de las estupideces que decíamos o hacíamos, paso al sábado, mi hermano estaba preparando todo para su cita, yo estaba ayudándole dentro de lo que podía, él me tenía restringida la cocina, debido a que soy mala cocinera, pero le ayude con las compras y a ordenar la casa. Al fin era la hora acordaba y mi hermano estaba nervioso, miraba cada cinco segundos el reloj. Estaba elegante y se veía bien, yo le di palmaditas en la espalda y fui a tomar un poco de agua, fue en ese momento donde tocaron a la puerta, mi hermano fue abrir rápidamente y fue en ese momento donde casi escupo el agua en mi boca, casi me caigo de boca al suelo, la cita de mi hermano… la cita de mi hermano era mi profesora, con la que yo me acostaba, ósea la persona que aparto a mi amante de mi es nada más y nada menos que mi hermano, ellos se abrazaron al verse, podía ver que ambos estaban nerviosos y como no, mi profesora casi le da un ataque al verme, yo sonreí de lado y me acerque.
- Te presento a mi hermanita… Robín ella es…- interrumpí a mi hermano
- mi profesora- termine la frase
- ¿Qué?- pregunto confundido mi hermano
- Tu cita es mi profesora de matemática- me cruce de brazos
- Hola Robín- dijo con una sonrisa nerviosa
- Hola profe- sonreí de lado
- Vaya… esto es raro- dijo mi hermano
- Un poco, pero… ven a sentarte mi hermano preparo una cena deliciosa, él es el mejor cocinero…- exclame- yo serviré, ustedes solo pásenla bien- no me iba a poner a discutir con mi hermano, por algo como amantes y si el, la quería de verdad y viceversa yo no me iba a interponer… después de todo mi hermano era lo más importante para mí y el más que nadie se merece ser feliz-
- Gracias- dijo mi hermano contento
La velada fue agradable para ellos, tenían mucho en común, por lo que escuche desde mi habitación, se gustaban mucho, era como amor a primera vista, se notaba mucha química entre ellos, después debería hablar con mi profe y explicarle todo con calma, que yo ya ni la miraría, la felicidad de mi hermano esta ante todo y si se atreve a lastimarlo se las verá conmigo.
Decidí escuchar algo de música, pero las cosas se pusieron demasiado movidas abajo así que llame a Aarón, pero no me contesto, así que llame a Amanda y le pregunte si podía pasar la noche en su casa, ella gustosa acepto, Sam estaría en el patio así que no pasaría nada, no escucharía nada obsceno y yo sin hacer ruido puse varias cosas en mi mochila y me marche, de seguro mi hermano ni se enteraría. No me tarde mucho en llegar y me abrió su madre.
- Buenas noches- sonreí- ¿esta Amanda?- pregunte
- Oh… Robín hace mucho no te veía por aquí, pasa esta ya es tu casa- exclamo asiéndome pasar- Amanda se está duchando puedes esperarla en su cuarto, yo estaré en la cocina preparando algo para comer
- Oh entiendo- fui al cuarto de Amanda y acosté en su cama, hace meses no entraba en su cuarto, extrañaba su colores, su aroma, su cama- Amanda…- susurre y cerré los ojos, Amanda se demora bastante en ducharse así que aprovecharía el grato memento. Sentí que me desvanecí por unos minutos y al abrir los ojos al sentir una leve presión en mi mejilla, vi a Amanda en toalla frente a mí, la observó sorprendida, las gotas resbalaba por su piel, trague grueso y trate de controlar mis impulsos.
- Llegaste rápido- exclamo Amanda
- S-si…- dije mirando lascivamente a mi amiga, maldición esa toalla corta, estaba provocando estragos en mi – mi hermano tenía una cita y bueno… tu sabes- dije riendo nerviosa
- Vaya…- dijo Amanda
- Por cierto… tu… no te vas a vestir o me vas a modelar esa sensual toalla blanca- dije entre broma y verdad, no puedo dejar de ver su cuerpo, ella se sonrojo y se me acerco a la cama
- si me pondré ropa pero primero quiero saber que paso con lucia- dijo
- Nuestra diferencia ganaron supongo, aparte…- me calle
- ¿qué?- me pregunto
- Bueno… nos gustan otras personas- dije
- ¿qué? ¿Quién te gusta?- dijo confusa, no aguante más y decidí contestar su pregunta de otra forma, la tome de la cintura y la coloque bajo mío en su cama, su toalla se había movido dejándome ver un poco de su cuerpo, pero nada intimo aun
- E…estas segura… de asumir la responsabilidad de saber aquello- exclame casi en un susurro acercándome a su oído
- S-si- dijo nerviosa