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Anhelando la lejanía por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi~

Bueno, no tengo mucho que decir esta vez, solo que agradezco a las personitas que siguen leyendo esta locura jejejeje

Al fin terminé mis exámenes... y fue horrible, pero bueno, ya pasó... ahora paz~~~

 

La única advertencia que tengo es que... bueno, la bomba sigue estallando un poco, muajajjaja veamos lo que sigue~

Los veo en las notas finales...

 

 

El 25 de mayo ella formó parte del clan Inagakai oficialmente, mostrándose ante el escuadrón bajo su cargo. Aquel grupo estaba lleno de hombres fuertes de presencia maléfica y de varias mujeres que no sobrepasaban de ser diez, bellas, duras y porque no… creídas, orgullosas, con la mirada burlona y en ese momento I-pin les iba a enseñar a colocarse en su lugar. Nadie la iba a mirar desde arriba, mucho menos las personas que deberían darle una reverencia al pasar, sabía a la perfección que la miraban mal porque era una recién llegada, la hija que abandonó a su familia por cumplir con un estúpido sueño de amor eterno. En eso les daba la razón, cometió errores, pero los rectificaba a paso agigantado y lo que se llevaría a cabo ese día era el primer remiendo en su vida, probaría su capacidad

 

-mi nombre es I-pin Hibari – sonrió al mencionar su apellido de soltera, eso la llenaba de dicha, pues alejaba a Lampo de su vida – tercera hija de…

-ya sabemos quién es usted – I-pin ya lo supuso, siempre había un valiente que se atrevía a levantar la voz, en este caso era una mujer de cabello plateado – ahora le diré quiénes somos nosotros. Aquí todos servimos al jefe, Alaude Hibari-sama, por pedido de él ahora estamos bajo sus órdenes, pero… usted no es digna de nuestra fidelidad… señora

-tengo un par de cosas que aclarar con ustedes – I-pin les envió una sonrisa amable sintiendo que un par de miradas se posaban detrás de ella, ya sabía que sus hermanos vendrían a curiosear – en primer lugar, deben tratarme de señorita, en segundo lugar… seré la mano izquierda de mi hermano mayor, pero sé que me debo ganar su lealtad primero y dejar atrás el fantasma de mi pasado

-mientras usted siga casada, la seguiremos tratando de señora – refutó otro hombre con voz ronca y mirada asesina, pero I-pin siguió sonriendo, escondiendo la venita que de su frente saltaba, pues tratar con una banda de idiotas no le sentaba nada bien

-bueno quiero apresurar las cosas, así que supongo que iremos directo a la aprobación – retrocedió dos pasos mientras desataba la corbata que llevaba ese día, recogía las mangas de la camisa que llevaba y se quitaba los tacones que usaría para la reunión que en tan solo tres horas se llevaría a cabo. Vestía con un traje formal, una falda negra que apenas le llegaba a las rodillas, ató su cabello en una coleta improvisada y miró a los presentes

-¿peleará con nosotros? ¿En serio? – se burlaba otro de los sujetos y los cuchicheos empezaron a zumbar – una mujer así de frágil… que tiene dos amas de llaves para que la ayuden a cuidar de sus hijos… uno de ellos un bastardo… ¿va en serio? – I-pin seguía sonriendo pero ya memorizaba las caras de los tipos que se atrevían a hacer burla… se los iba a cobrar de lo lindo, sería divertido… los iba a mandar al infierno en un camino doloroso

-si no está consciente señora – una mujer acentuó esas palabras con mofa y la ira de I-pin iba en aumento brutal – nos han puesto aquí para cuidarla, lo que significa que usted es débil

-entonces no les dará miedo enfrentarse a mí – soltó una risita cuando escuchó los pasos de sus hijos cerca al lugar – pero ruego sean amables porque no he practicado en algún tiempo… les prometo empezar a hacerlo en este mismo instante – se acomodó un mechón de cabello y rasgó la falda apretada que empezaba a molestarle, ya tendría tiempo a cambiarse

-oka-chan ¿Qué haces? – Fuuta miró al grupo aterrador, sintiendo como su hermano menor se escondía detrás de él – ¿son tipos malos? – estiró su brazo para cubrir a Fon, era un escudo

-Ustedes dos pueden verlo, oka-chan practicará karate… ¿recuerdan que les conté que antes practicaba un poco de eso? – la pelinegra se acercó a sus hijos mostrando las más brillante y cariñosa de las sonrisas – siéntate y observa, será divertido – hizo que sus dos hijos se sentaran en el pasillo de madera, besó las frentecitas y miró a las dos amas de llaves al cuidado de sus hijos, advirtiéndoles con la mirada que permanecieran atentas a los pequeños – ¿quién será el primero? – pero en cuanto se giró al grupo su sonrisa radiante se borró, los miró con seriedad… se llenó de emoción al ver a la  primera mujer levantar la mano

-veamos cómo va esto – se reía una pelinegra de cabellera corta. I-pin se acercó a paso lento, hizo la reverencia leve y su oponente la correspondió con desgano

-uno… – ni bien se levantó, lanzó un jump hacia el rostro de la mujer, su puño cerrado rozó la mejilla de la mencionada e I-pin sonrió – dos… – esquivó el ataque de la mujer y con su rodilla golpeó el estómago de la misma aprovechando la cercanía que esa tipa hizo para enganchar el golpe – tres… – con su codo golpeó la espalda de la mujer que cayó al suelo sobre uno de sus pies – quítate basura – le susurró mientras la empujaba hasta que dejara de tocarla

-¡oka-chan ganó! – Fuuta aplaudía y Fon lanzaba un gritito al ver a la mujer toser en el suelo. I-pin les sonrió saludándolos con la mano mientras señalaba a su próximo oponente. Un hombre de ceño fruncido que se acercaba al mismo tiempo en que una de las mujeres ayudaba a la otra a retirarse – ¡vamos tu puedes oka-chan! ¡Vence al tipo raro!

-tu eres el que llamó bastardo a mi hijo mayor – susurró I-pin mientras sonreía con malicia, el tipo solo gruñó mientras se ponía en guardia – basura inmunda, saldrás de mi escuadrón, bastardo – decía bajito para que sus pequeños no escucharan su pésimo vocabulario

-maldita – dijo mientras lanzaba su primer ataque, un puño directo que I-pin esquivó. Al mismo tiempo la pelinegra se aferraba al brazo del hombre, en un rápido movimiento flexionó sus piernas tirando del brazo del tipo hasta que éste se agachara. Con precisión se agarró de la chaqueta del mayor impulsándose hasta poder quedar encima de su espalda y  abrazarlo por el cuello. Era más pequeña que él así que parecía que la estaban cargando pero…

-dime que se siente ser asfixiado – apretó su llave, uno de sus brazos rodeaba el cuello totalmente y la otra apretaba de tal forma que el cuello del hombre estaba siendo comprimido – estas rojo… ja… ja… ja – dijo con burla mientras aplicaba más presión, sentía como el tipo daba dos pasos hacia atrás, uno hacia la izquierda, uno hacia la derecha y… ya se estaba aburriendo, así que lo soltó y se alejó tres pasos para verificar las caras de los demás – ¿impresionados? – les dijo mientras escuchaba algo que le dio risa

-¡oka-chan!… ¡gánale al tipo daro! – Fon agitaba sus manitas mientras saltaba un par de veces – ¡gana, gana!

-si oka-chan, ¡gánale al tipo raro! – Fuuta apoyaba mientras aplaudía y detrás de ellos, en la intersección con otro pasillo cierta figura se mostraba

-claro mis pequeños – sonreía divertida mientras veía a sus hijos – entonces probaremos esto~ – el tipo ya empezaba a atacarla y ella le lanzó su primer puño del día, falló dándole oportunidad al mayor para que golpeara su estómago

-¿le hice daño, señora? – sonrió divertido escuchando los gritos de los chiquillos que animaban a su madre. I-pin se aferró al brazo del hombre sin soltarlo y lanzó otro golpe directo a la nariz, fuerte, denso y…

-la señora aquí… eres tu querido – soltó al hombre adolorido y lo pateó en el rostro hasta hacerlo retroceder – idiota – se acomodó el cabello mientras esquivaba el siguiente golpe – uno… – con su palma y un fuerte impulso, volvió a golpear la nariz del tipo haciéndolo perder el equilibrio – dos… – sonrió al momento de golpear la parte trasera de las rodillas de aquel idiota para hacerlo caer justo enfrente de ella, adoraba tenerlo de rodillas, así era más fácil – tres… – a puño cerrado arremetió contra la nariz de aquel hombre escuchando un ligero crack, después de tres segundos lo vio caer de espaldas – adiós… – sonrió mientras saltaba encima del estómago del tipo. I-pin se giró hasta sus hijos sonriendo – ¡oka-chan ha ganado! – sonreía divertida mientras empezaba a saltar con fuerza sobre el tipo

-¡viva! ¡Viva! – saltaban los dos pequeños pero I-pin seguía torturando al hombre que se atrevió a insultar a su pequeño Fuuta, el mismo que se sostenía la nariz tratando de quitarse de encima a la joven madre. I-pin trataba de romper algunas costillas ya que saltaba justo en el tórax del desgraciado que le colmó la paciencia

-esta noche habrá festín~ – sonreía divertida mientras daba un último salto encima de las rodillas del hombre y corría a abrazar a sus pequeños que como ella, celebraban el triunfo

-mi nariz – susurraba el tipo que retorciéndose de dolor en el suelo, pedía ayuda a su compañero, quien un poco impresionado se acercaba para ayudarlo. La sangre salía a borbotones, el dolor en sus costillas y la sospecha de una lesión en su rodilla derecha, le dejaron en claro que esa mujer era un demonio cuando se enfadaba

-no tenías que ser tan drástica – de las sombras salió Alaude, quien ignorando al escuadrón, ayudaba a I-pin a ponerse de pie pues había caído al suelo con el par de pequeños que riéndose festejaban el triunfo

-oka-chan es fuerte, quiero practicar karate también – sonreía Fuuta quien se levantaba para ayudar a su madre

-puedes pedirle a Alaude-oniisama que te enseñe – sonrió ella viendo la mueca del mencionado – él me enseñó cuando era pequeña

-mi también, mi también – repetía Fon acercándose a Alaude quien sin saber cómo responder solo asentía

-yo igual – sonreía Fuuta tirando levemente del pantalón del mayor – nii-sama será nuestro maestro

-parece que les agradas… onii-sama tendrá que lidiar con dos pequeños y ser gentil... tomaré muchas fotos y se las mostraré a mis nietos – se burló I-pin mientras soltaba una carcajada sonora haciendo que los demás se tensaran… el jefe jamás había sido tratado de esa manera

-te estas sobrepasando – gruñó Alaude mientras acariciaba la cabeza de ambos pequeños y luego se acercaba a su hermana para apretarle la cabeza – ya basta

-claro que no… el respeto se gana a base de fuerza – miró al escuadrón y les sonrió tenebrosamente mientras apretaba su puño – ¿o me equivoco?

-el respeto se gana con buenas acciones… ellos deben admirarte y no temerte

-para una rechazada es diferente – sonrió mientras se acercaba y apuntaba a su siguiente objetivo, a aquella peliplata que se atrevió a hablarle primero – si ellos no me respetan por mi linaje, haré que se arrodillen ante mi presencia – susurró con malicia mientras con su mirada repasaba a su nuevo equipo

-¿y que harás con…? – Alaude miraba de lejos a los dos caídos que estaban recibiendo atención médica

-no lo quiero en mi escuadrón – miró con desprecio al que le rompió la nariz – agradece que solo le rompí la nariz – chasqueó su lengua con desagrado – a la otra puedo aceptarla después de que se disculpe

-bien – de nuevo palmeó la cabeza de su hermana y luego se dirigió al grupo – que les quede claro que ella no es una simple heredera… es muy capaz de defenderse sola y ustedes solo son su apoyo para seguir con su trabajo, ¿me escucharon? – se escuchó un sonoro SI y sonrió satisfecho

-eso no era necesario – se quejó I-pin mientras estiraba sus brazos y calentaba sus músculos pues todavía le quedaban muchos oponentes y se iba a cansar, no quería lesionarse o algo por el estilo – yo misma se los dejaré en claro

-los niños… - el rubio miró a los dos pequeños que imitaban los golpes de su madre, movimientos torpes que se podían mejorar

-parece que les agradas… aunque Kyoya no hace nada por acercarse… ya me encargaré de eso

-tus padres llamaron – no le agradaba llamar a aquellos ancianos de esa forma pero…

-ya hablaré con ellos… no te metas en mis asuntos con los Bovino – frunció su ceño apartándose de Alaude, siempre fue un problema que su hermano tratara con los Bovino

-logra obtener el poder sobre ese sector… no te entretengas mucho – ordenó inmediatamente, lo importante era el negocio a tratar en la reunión

-claro nii-sama… solo me divertiré treinta minutos más – sonrió de forma tétrica mientras se acercaba al grupo, todas sus frustraciones se esfumarían junto con los golpes… no era buena idea hacerla enojar

 

Alaude se retiró dando la orden a las empleadas para que se llevaran a los niños a jugar en los estanques, pues sabía que I-pin estaba furiosa y era mejor dejarla desahogar sus frustraciones, gastar energías. Cuando la pelinegra se quedó sola sonrió divertida, mientras golpeaba a la mujer “lamento decirles que ustedes… probaran mi ira, después de todo no puedo desquitarme con mi hermano mayor por haberme obligado a volver a este trabajo… me servirán de evaluación para saber qué tanto debo entrenar” ese día su escuadrón aprendió que una mujer enfadada es su peor enemigo, mucho más si era una Hibari “observen a los caídos, reconozcan sus errores, corríjanlos y luego aplíquenlos en la pelea… no quiero que llegado el  momento caigan en medio de la batalla, así no me sirven”. Todos se tomaron en serio las órdenes de aquella mujer que después de los treinta minutos, sudaba y jadeaba pero no había perdido ningún encuentro, era hábil al esquivar, propinaba golpes con la fuerza exacta para proporcionar dolor y sobre todo… sabía exactamente qué puntos golpear… esa era I-pin Hibari, su nueva jefa

 

 

 

 

Mientras tanto en otro lejano lugar, retrocediendo un poco el tiempo… el Cautiverio

 

 

 

Llevaban cinco días en cautiverio, todavía no abrían los sobres pero la curiosidad los asfixiaba, el mal presentimiento seguía en el corazón de Tsuna. Su rutina era repetitiva, parecían dos hámster enjaulados, que eran alimentados tres veces al día, tenían su baño privado, ropa a disposición, incluso les dieron un par de pelotas de tenis para divertirse, ¡que se jodan los hijos de puta! Los captores se estaban burlando con sus desgracias.

Se la pasaban contándose anécdotas, confesando sentimientos e incluso platicando sobre sus parejas, Tsuna era el que más afectado estaba por pensar en Kyoya, pensaba que aquel policía lo odiaría en esos momentos. Habían tratado de escapar tres veces, en todas ellas atacaron a Lampo o a Jager, quienes eran los únicos en acercarse, pues según escuchaban, era para que nadie se sobrepasara. Asari era el otro pero con él charlaban un poco, era buena persona en un mal trabajo, así que no querían hacerle daño, al parecer Lampo se dio cuenta y ahora solo Ugetsu Asari venía a verlos. Tsuna descubrió que aquel pelinegro de mirada azulada y dulce, tenía un primo menor de edad, servían a los  Tonakai  desde hace años ya que ellos le brindaron un hogar, era penoso de cierta forma

 

-Creo que es hora – susurró Tsuna cuando se cumplía las tres de la tarde de su séptimo día – estoy preparado

-¿nunca tuviste curiosidad acerca de lo que hice en esos tres días? – él ya precisaba información sobre Reborn así que pensó que en esos sobres solo encontraría detalles que ya conocía… pero tal vez para Tsuna sería diferente. En cierta ocasión habló con I-pin sobre Hibari, sospechaban algo pero como I-pin jamás vio al mencionado, no tenían certeza de que se tratara de esa persona… de todas formas debía alivianar el golpe que iba a tener Tsuna, aunque sea un poco

-me contaste algunas partes… ¿y a que viene eso ahora? – su corazón se estrujaba al ver el par de sobres que reposaban en la cama… no quería leerlos

-porque necesito que sepas algo sobre mi pasado – el plan era darle una noticia enorme, de tal forma que la sorpresa de Tsuna al leer esos documentos no sería de gran impacto

-¿no me habías contado ya? – se sentó junto a Lambo  al verlo meditativo, escuchaba el tic tac del reloj que les cedieron hace días, solo para hacer de su tortura más larga  y horrible

-los tres días fueron decisivos para mi… estuve a punto de… de matar a alguien – se sinceró el ojiverde mientras se recostaba pidiendo a Tsuna que lo hiciera también, lanzó los sobres debajo de la cama para tener un poco de paz

-estás loco – se reía bajito, pero al no escuchar la risa de Lambo se detuvo – ¿hablas en serio?

-descubrí algunas cosas y entendí otras – suspiró mientras pensaba desde donde debería contar… fueron los días más locos de su vida

-¿qué pasó? – se recostó con la mirada al techo al igual que Lambo – ¿fue algo grave?

-descubrí que viví entre unos malparidos – gruñó golpeando la pared – y Lampo no fue el único…

-me estás asustando

-Tsuna… a veces nada es lo que parece

-sigues asustándome

-solo escucha… cuando desaparecí esos tres días, lo hice después de que Reborn fuera a mi casa a decir que yo llevaba a un hijo suyo, mis padres me repudiaron, me rechazaron, me veían como la mugre y… bueno, ese día simplemente me dejé llevar por la depresión, festejé, me emborraché – recordaba el sentimiento de impotencia ese día, parecía que su mundo se iba a acabar y ahora sinceramente le importaba muy poco la opinión de sus padres

-¿con la posibilidad de estar embarazado? ¿Estabas loco? – se quejó queriendo golpear a Lambo, cuidar de un hijo es lo esencial

-yo sabía que no estaba esperando un hijo, por eso ni siquiera pensé en detenerme – las pruebitas caseras servían de algo después de todo, se las aplicó después de ir a esa clínica

-ya veo – no pensó que Lambo pudiese ser tan imprudente, lo bueno era que nada malo pasó

-bueno… al final decidí irme por unos días para encontrar a Lampo

-¿por qué?

-porque el desgraciado sabía cosas que yo quería conocer, el origen de los tatuajes por ejemplo… Lampo es un idiota, pero es mi hermano y esta cosa… – señaló el tatuaje de su rostro – me lo cedió él, quería saber porque… lo que pasó cuando lo encontré fue un caos… uno que cambió la forma de verme a mí mismo

-¿te cambió la vida?

-la verdad no, por el contrario… solo creció mi miedo y me enseñó que puedo a llegar a hacer cosas impensables por mi familia… aunque sea por un cretino como Lampo… es mi hermano y daría lo que fuera por salvarle la vida…

 

 

 

 

Retrocediendo el tiempo… mis memorias… mis días extraños

 

Flashback

 

 

 

 

Solo me quedé con Lancia la primera noche, terminamos viendo películas y me quedé dormido en su hombro. Con suavidad él me despertó, somnoliento lo seguí hasta la habitación, no me di cuenta que aquella cama era bastante amplia, estaba un poco afectado por el licor de ese día, cabe decir que consumí más en compañía de Lancia y terminé contándole mi problema matrimonialezco con Reborn, no dije mucho, solo lo necesario, todavía estaba consciente de las palabras que emitía. Lancia me prestó su hombro cuando sin darme cuenta empecé a llorar, me abrazó hasta que me relajé, acarició mis cabellos hasta que poco a poco me quedaba dormido. No fue una sorpresa despertarme a su lado, aferrado a él… como si fuese mi salvavidas en un naufragio, era un hombre amable y por alguna razón no podía sentirme cómodo… pensaba en Reborn, el idiota pocas veces me abrazaba con gentileza cuando estábamos en el instituto, peor ahora… me sentía tan estúpido al pensar en aquello estando abrazado al cuerpo de Lancia, soy patético

 

Escuché la confesión de Lancia para que me quedase con él, el amor que me profesaba, la mirada dulce, cualquiera debería derretirse con todo aquello… pero yo era la excepción. Con amabilidad lo rechacé, puesto que no sentía nada por él y no quería dañarlo, “espero que alguien le corresponda, alguien amable y sin problemas como los míos… en verdad hubiese querido amarlo, pero no es así… lo siento Lancia-san”… me despedí de Lancia cuando me dio el dinero que necesitaría para esos días, un préstamo pequeño hasta que mi situación mejorara.

 

Cuando estuve lejos de todo, toqué mi espalda cerca de mi cintura, no entiendo como Lancia no se dio cuenta que escondí eso debajo del colchón, el acero estaba frio y se rozaba con mi piel. Le quité el arma que Colonello guardaba en su habitación, las municiones estaban en la maleta que saqué de esa casa la mañana anterior… no podía creer que iba a hacer eso, pero quería averiguar todo, necesitaba saberlo y la única persona capaz de decirme lo que deseaba saber, era mi hermano

 

Contactar con Lampo fue difícil pero lo logré, pregunté en varias pensiones de aspecto deteriorado y visité sitios turísticos para disimular, pues tenía el ligero presentimiento que me seguían, tal vez eran paranoias mías pero más valía ser precavido. Salí a escondidas en la primera noche, usando un flequillo que cubría la mitad de mi rostro del lado izquierdo en el que tenía el tatuaje, el cual esa noche no oculté con la bandita. Caminé entre los bares más sospechosos que encontré y pregunté por Lampo con algo de miedo, pues no sabía qué tipo de reputación tenía, nadie logró darme información… o tal vez simplemente no lo revelarían así porque si, era mi primera noche fuera de casa y no tenía ni una pista.

Ya era de madrugada cuando volví a la habitación que renté, fue divertido treparme por el árbol y llegar a mi ventana. Al recostarme en esa pequeña cama individual se me vino una idea, tenía registrado todos los diferentes números de donde Lampo me contactaba, en mi celular estaban nombrados como aniki bastardo del 1 al 12. Marqué cada uno, decepcionándome con cada llamada “el número que usted marcó está fuera de servicio o se encuentra apagado…” maldita operadora con voz sensual… lo aceptaba, tenía un extraño gusto por aquellas voces suaves… podía sonar estúpido, ya que estaba enamorado de un hombre con voz gruesa, profunda y que me hacía temblar, pero… también me gustaban las chicas, criado como un varón en todo sentido, era popular con las mujeres y tuve un par de novias que no duraron mucho, ambas de voz suave, melódica, rostro con facciones dulces, habilidades en la cocina, supongo que me atraían las mujeres hogareñas y…

 

 

-querido y estúpido hermano menor – esa voz me sacó de mis pensamientos, era el último número que tenía registrado – tienes suerte, decidí quedarme con este número por un tiempo más

-Lampo… debería decir que me alegra escucharte pero mentiría – me reía bajito pues era mi última esperanza y allí estaba, debía ser el destino o una señal

-¿qué quieres pequeño y dulce Lambo? – me dijo con ironía – ¿consejos de tu hermano mayor?

-quiero saber muchas cosas, ¿te parece vernos en algún lugar?

-¿una plática con café?

-solo di el lugar – bufé enfadado, no me gustaba hablar con él

-es buena idea, después de todo también quiero decirte algo o mejor dicho confesarte algo y ver tu cara incrédula… será divertido

 

 

En la mañana estaba más feliz de lo que me imaginé, fue una suerte y ahora me dirigía a Tokio central, me compré ropa nueva, un par de conjuntos para disimular mi apariencia, me daba pereza ocultar mis tatuajes, así que los dejé así, sin vendas, solo ocultos con la ropa y mi cabello. Me la pasé pensando en muchas cosas banales, ¿por dónde comenzar a preguntar? O el tema específico al que tratar… ¿qué demonios estaba haciendo? ¿De verdad quería respuestas? Estaba confundido… ¿qué era lo que iba a hacer cuando me enterara de todo?… lo más importante… ¿en verdad quiero saberlo?

De todas formas llegué a ese lugar, renté una habitación, comí pizza, caminé por el parque, jugué videojuegos, platiqué con unas chicas en un centro comercial, regresé a mi cuarto, dormí dos horas y cuando el sol se ocultó de nuevo… me escapé. Usando una chaqueta de cuero, una camisa con manchitas vacunas, adoraba esa camisa, pantalones un poco ceñidos y botas, ¿qué pensaría I-pin si me viera con ese aspecto?... me camuflé con unos chicos que salían del hotel y me dirigí al lugar pactado, hasta ese punto todo iba bien. Tenía el arma escondida en la parte de atrás de mi pantalón, tenía municiones colocadas y un paquete más, oculto en mi tobillo, se me ocurrió colocarme cinta adhesiva para detenerla… ¡no podía creerlo! Yo… Lambo Bovino ¡estaba armado y asustado!... Me detuve en la puerta del bar al cual me citó Lampo y suspiré profundo ¿CÓMO DIABLOS LLEGUE A ESTO? ¡MALDITA IMPULSIVIDAD!

 

-mi cielo… ayúdame – susurré cuando ya ingresaba y observaba aquella cabellera verdosa en una de las mesas del fondo – te ves bien – comenté calmándome y adoptando mi mejor faceta despreocupada, ¡gracias al cielo que soy actor!

-me alegra verte – esa sonrisa maliciosa me cabreaba pero fingí no notarlo

-¿has crecido? – seguí  con la broma, jugar con mi hermano mayor era rutina en los años en que nos llevábamos bien

-dejemos eso de lado – se reía con ganas, al menos ese buen humor no se le había ido – dime… ¿en qué te puedo ayudar?

-cuéntamelo tú primero… dijiste que querías revelarme algo

-¿crees que estás seguro? – me miraba con una luz de ¿pena por mí? No entendía a qué estaba jugando

-¿contigo cerca?... jamás

-no me refiero a este momento, me refiero a tu vida, tu alrededor… además vine solo, no te preocupes – ordenó a una mesera traernos bebidas, y la muchacha como si supiera todo, obedeció, Lampo ni siquiera dijo más de dos palabras

-estoy tenso porque sueles aparecer sin avisar y tendría que hacer malabares para darte el dinero… así que no… nunca estoy seguro de nada, temo por la vida de mi familia y de todos a  mi alrededor

-¿crees que todos ellos también te cuidan como es debido?... así como tú los cuidas a ellos – a dónde pretendía ir con todas sus palabras filosóficas, quería saber… así que le seguí el juego

-claro que si

-¿eres libre?

-claro

-nada es lo que parece, de ti depende ser libre o quedarte en cautiverio – parecía uno de esos profesores de literatura que lee un libro antiguo, fascinado por las palabras bellas… que asco

-¿a qué te refieres? – me estaba queriendo dar una clase de filosofía y yo odio las clases de filosofía

-sabes que eres una mercancía para mí, ¿verdad?

-eso me lo has dejado en claro muchas veces

-entonces prepárate porque algún día iré por ti… eres mi pequeña fuente de millón de dólares – por la mirada que tenía… le creí todo, el maldito me iba a vender o algo por el estilo. La mesera sonreía maliciosa hacia un Lampo que la ignoraba olímpicamente, que descaro y lo peor es que yo tengo su misma cara

-¡explícamelo!... Maldita sea, tus bromas siempre son pesadas, si me vas a hacer algo yo…

-¿Qué harás? ¿Qué podrías ser capaz de hacer? ¿Quién te salvaría? Estas solo Lambo,  piensa en eso

-¡no estoy solo! – mi enfado ya no tenía control, el desgraciado me las iba a pagar

-¿estás seguro? – ese tonito de burla me sacaba de quicio

-Lampo, déjate de bromas – apreté el vaso de cerveza y me bebí la mitad, me ardía las entrañas solo de verle la cara

-¿alguna vez has pensado en porqué me casé, fui feliz, tuve un hijo y después todo se fue a la mierda? – hablaba como si todo lo que nos hizo fuese un juego, quería golpearlo pero me calmé, debía averiguar más cosas antes de…

-porque eres un ser de doble personalidad, o simplemente ya eras malvado y de pronto decidiste liberarte… ¿para quién trabajas? – cambié el tema pues ya estaba incomodándome

-soy uno de los subordinados principales de los Vindice

-¿no te da miedo hablar de eso en medio de todas estas personas? – miraba a mi alrededor, la mesa de junto estaba callada, un hombre nos miraba de vez en cuando y… ¡qué diablos pasaba ahí!

-nadie escucha, y si lo hacen simplemente se callan puesto que no quieren tener problemas – sonrió mientras bebía la cerveza de su jarro

-¿tan poderosa es esa Vindice? ¿Qué son?

-algo así como Yakuzas, aunque mi jefe es italiano al igual que nosotros

-¿italianos?… estás de broma Lampo, sabes que somos japoneses – hice una mueca de disgusto, pero el parecía no querer reírse de mi

-nosotros dos si – sonrió con malicia – nacimos y crecimos aquí… pero nuestros padres no

-no jodas, ellos también son de Japón – estaba en sus registros, mamá y papá son japoneses

-me refiero a los verdaderos – me quedé con las palabras en la boca… ¿Qué demonios estaba diciendo Lampo? – ¡sorpresa! – se reía a carcajadas casi golpeando la mesa y yo no sabía cómo diablos reaccionar – deberías ver tu cara ahora mismo, joder… esto si valió la pena… Dios, jamás pensé verte con esa cara de idiota y con la boca abierta… jajajaja, espera te tomo una foto – cuando trató de fotografiarme, yo le quité el celular y lo metí en su vaso de cerveza – que rudo querido… pero ese no era el aparato real, soy precavido ¿sabes?... aunque supongo que Jager me reclamará por su querido aparato de cuarta

-si ya empezaste a hablar… termina – le agarré la camisa zarandeándolo un poco, estaba entrando en desesperación, ¿Cuántas cosas más no sabía de mi propia familia? –no seas malnacido y termina de decirme toda esta mierda… no te creo nada… papá y mamá…

-ellos son nuestros padres adoptivos – se reía al ver mi cara incrédula y me obligó a regresar a mi asiento – con un ADN lo compruebas con facilidad, aunque claro… tendrías que obtener su sangre o esas cosas raras, además que tardaría días en saberse, no sé… bueno, el hecho es que NO llevamos su sangre y que NO son confiables

-entiendo… cosas así suceden hasta en las mejores familias – lo miraba y me tragué la historia, Lampo tenía razón, yo podía verificar eso con unos exámenes – pero dime… ¿qué tiene que ver esto con tu jefe? ¿Acaso no estábamos hablando de ti?

-lo mío es fácil, soy parte de una organización criminal, me encantan las negociaciones y por eso mi jefe me tiene cerca, empecé en esto desde que dejé a I-pin… al menos oficialmente porque ya desde mi adolescencia me desenvolvía bien en el ámbito “oscuro”

-no sé de dónde aprendiste eso

-fácil – lo vi beber con tanta calma que quería quitarle el vaso yo mismo… pero esperé, reuní paciencia de donde no tenía – lo aprendí del mejor, papá es buen maestro ¿sabes?

-no jodas, ahora me vendrás con que nuestro padres son criminales, asesinos profesionales y que nosotros somos su querida familia porque se cansaron de esa vida llena de peligros… eso no te lo cree nadie

-que cursi, ¿te gusta ese tipo de novelas? – lo miré feo e ignorándome se limitó a seguir – el asunto es que papá es un hijo de puta que me enseñó lo básico para desenvolverme en las sombras y de detectar a los yakuzas, puedes verlo tú mismo… solo ponle atención y es muy manipulador cuando quiere, además que se adapta a las situaciones… es un maldito estafador

-¿mamá lo sabe? – bueno si me ponía a pensar, papá me trataba bien pero cuando algo no salía como él quería…  su lado malo salía a flote, como el hecho de abofetearme solo por verme, sin aviso ni nada, además que cuando una vendedora no le daba lo que él quería, terminaba despedida… cosas pequeñas pero notables

-de ella aprendí a conquistar el corazón de las personas con mi actitud de buen samaritano, pulcro y decente… pura mierda de camello – no podía creer lo que me decía, el maldito debería estar loco para que yo le creyera esa sarta de estupideces… mamá era… mamá – pero tan mala no es, ella de verdad nos quiso como su propios hijos, aunque claro… ella está metida en esto también y aun así apoya a papá porque está… taaaaan enamorada… que está dispuesta a compartir la suciedad

-vete al infierno imbécil, note creo nada

-¿por qué mentiría con esto?

-porque mientes todo el maldito tiempo

-es tu decisión creerme o no… pero supongo que si estás aquí es porque te diste cuenta de algunas cosas raras en casa

-quieren obligar a casarme – admití pues ¿qué podía perder? ¿Mi dignidad? Ahora ya nada me importaba mucho

-eso ya lo vi venir querido hermanito… yo fui su primer experimento, me enseñaron todo para engatusar a una idiota llamada  Rosalía, la embaracé de inmediato y la até con cuerdas irrompibles… le hice de la vida un infierno y le succioné todo el dinero que me podía dar… mejor dicho, lo que su familia me debía dar, fue más fácil de lo que pensé y así ganamos mucha experiencia… papá se quedó con una buena jubilación

-mientes con todos los dientes – aun así  las cosas calzaban un poco, eso explicaría porque papá no trabaja a  diario y porque siempre teníamos dinero en casa, al menos por esa época… me encendí un cigarrillo para calmarme, estábamos en la sección de fumadores después de todo – ahora explícame lo demás

-en resumen, lo de I-pin fue parecido y debes al menos tener una idea de porque – claro que la tenía, I-pin era de una familia especialmente adinerada, de alto respeto y… - pero cuando de nuevo el idiota de nuestro padre me quitó el dinero… me fui, y claro, el robo que les hice… en realidad no robé nada, ese era mi dinero y de nadie mas

-así que por eso  se veían tan desesperados cuando te fuiste – ahora sí que las cosas calzaban, bueno ¿qué más podría decirme este idiota?

-supongo que no me crees ni una sola palabra así que bueno, te lo comprobaré… será divertido – lo vi sacar un cigarrillo y encenderlo también – pero antes, respóndeme una cosa… ¿sabes por qué a ti nunca te enseñaron nada? – negué con la cabeza y hasta me estaba gustando escuchar, podría escribir un libro o algo así – porque yo fui el experimento número uno y tú el numero dos… enseñarme a ser tan cruel como ellos, fue la primera etapa, pero les fallé y me largue dejándolos sin nada… ahora tú, criado como el niño lindo, consentido, sobreprotegido y adorable, eres el experimento numero dos… en ti el amor por papá y mamá es tan grande que serias capaz de morir por ellos, pero al final te usarán como lo hicieron conmigo

-ahora si estas delirando, ¿qué demonios te pasa para inventar todo esto?

-ellos te venderán al mejor postor y si no lo hacen… yo lo haré

-¿de qué hablas?

-solo escucha –

 

Me obligó a seguirlo fuera del local, en una parte silenciosa, en el parque cercano nos sentamos cerca de unos árboles, la iluminación era buena así que se veía todo, yo aún no procesaba todo lo dicho por Lampo y peor aún, que me llamara mercancía… eso sí que era una buena broma

 

-¿cómo estás, viejo? – el altavoz fue puesto y Lampo me hizo señas para que permaneciera callado

-¿qué quieres, Lampo?

-no te he llamado en más de una semana, deberías preguntarme como estoy al menos

-llamas cuando te da la gana, y siempre tienes algo en mente…. ¿qué quieres ahora? – espera, espera, espera, ¿qué Lampo llamaba siempre? ¿Y eso?

-¿acaso no puedo llamar a mi padre de vez en cuando sin tener motivo alguno? – me sonreía con satisfacción de ver mi sorpresa

-déjate de bromas y habla de una vez – mi padre sonaba más macabro que de costumbre, ya de por si era serio, pero se estaba pasando

-tan severo como siempre… bueno, el asunto es el siguiente – me sonrió con malicia – ¿cuánto crees que paguen por una muchacha de 16, virgen y con ojos azules?

-¿a qué viene esa pregunta?

-tengo una mercancía, una chica huérfana y que forma parte del pago… bueno tú me entiendes ¿no? – un escalofrío me recorrió entero ¿así de simple era un negocio? ¿Así de fácil se vendía a una persona?

-un pago… eso deberías preguntarle a tu jefe – ¡momento! ¿Papá sabía del jefe de Lambo? – Bermuda es de esos negocios, yo no entiendo nada de ese asunto

-no te hagas el idiota, sé que todavía estas en el mercado negro… así que responde – ¿mercado negro? ¡Hijos de puta!

-no estoy de humor, así que colgaré y más te vale darme mi parte por el último trabajo

-olvidaba que ahora son pobres – Lampo se reía bajito y yo… y yo… apretaba con fuerza mis puños para mantenerme callado, mi padre… mi propio padre… – perdóname señor “aparento ser honrado en frente de mi querido hijo Lambo”

-si es bonita… te darán 50 grandes, trata de ver con los empresarios de la zona sur, o con los Karaku, ellos tienen esos gustos raros – ¡QUE ALGUIEN ME DE UNA BOFETADA PORQUE ESTO NO ME LO TRAGO CON AGUA!

-viejo te debo la vida, te mandaré un regalito por allí… debe ser duro para ti depender solo del salario de tu hermoso hijo menor – oh Dios, yo solo me agarré los cabellos con frustración, maldito hijo de su madre santa… ¿en verdad ese era mi padre? ¿Con él dejé a I-pin y a mis hijos?

-Lambo es mi pequeño medallón de diamantes y oro… no te atrevas a hacerle daño – oh señor… ¡alguien que lo calle! ¡Al diablo el respeto por mi padre!… ¡yo solo era una mercancía para él!

-claro, como es el favorito… tal vez deba hacerle una visita como las anteriores y dañarle esa carita preciosa que tiene – Lampo trataba de no reírse, se estaba divirtiendo más que yo

-ni lo sueñes, lo vigilaré yo mismo desde mañana – así que padre fingía que todavía estoy en casa, eso se pone bueno… hasta me estaba riendo en silencio – no le harás ni un rasguño

-olvidaba que pronto lo venderás, eres un maldito… vendiendo a tu propio hijo… un doncel puro amor para dar, virgen y hermoso – ahora era yo el que me aguantaba la risa ¿virgen yo? Deberían preguntarle al idiota de Reborn, seguramente daría detalles

-si es todo lo que debes decirme, colgaré

-¿los alemanes pagarán bien? ¿Los rusos ya ofertaron? ¿O se los venderás a un Yakuza aquí en Japón para tenerlo cerca? – esa ironía ya me estaba cansando pero…

-¿celoso por la fortuna que tendré? – oh Dios… ¡mi padre si era un maldito! Ahora ya no tengo dudas

-no si te lo quito primero

-ja… ¿crees que el irá detrás de ti con la imagen que has mostrado antes su ojos?... soy su querido padre, me hará caso en todo lo que yo diga… además… no volverá a ser un fallo como tú

-perdona por querer ser libre y rico – se quejó Lampo… quería vomitar, ese par solo eran unos bastardos sin alma – pero tengo otros negocios mejores

-suerte con la virgen y aléjate de aquí

-no soy tan vil como para quitarle su mina de oro a un par de ancianitos que merecen una vejez tranquila… ¿o sí? – odiaba la sonrisa piadosa de Lampo

-eres capaz de eso y más

-aprendí de ti, querido padre… bueno nos vemos pronto, o mejor no… solo con ver tu cara ya me da agriera, viejo… chaito~… y saluda a mamá, dile que le enviaré flores en su cumpleaños

-¿a ella todavía la quieres?

-¿cómo no quererla?  si siempre me manda esas galletitas de mantequilla que hasta mi jefe ama, es una buena mujer

 

 

Después de verlo bromear un poco con papá, el silencio nos acompañó… escuché muchas cosas y no lo creía, mejor dicho no quería creerlas, ni siquiera me importaba que Lampo ahora era un Yakuza, tampoco el hecho de que al estar a su lado estaba en peligro… yo solo podía pensar en que era una moneda de cambio para ese par, si mi padre no me vendía, lo haría Lampo, estaban compitiendo por mi… ¿en qué demonios estaba enredado?

 

 

-tienes un medio de salvación… tu marca – Lampo me sacó de mis meditaciones con aquellas palabras

-¿qué tiene? – toqué el tatuaje en mi cara instintivamente

-eres mi hermano, esa marca te identifica como mi sangre… Bermuda te querrá en las filas

-no estoy loco

-entonces dile a tu queridísimo novio que te proteja

-¿de qué estás hablando? – fingí inocencia, pero no lo logré, ahorita mismo ni siquiera sabía qué demonios sentir, o qué pensar

-no te hagas el idiota conmigo, conozco a Reborn Arcobaleno… mejor dicho fui obligado a conocerlo – yo no quise responder nada, pero la mueca de fastidio de Lampo me hizo temblar un poco… tenía un mal presentimiento – tienes buen gusto, alto, de porte, familia prestigiosa y su fedora lo identifica donde baya… el hijo de puta me hizo un par de visitas

-supongo que te amenazó para que me dejaras en paz – bueno, eso sí sería posible

-hermanito no sé porque pero… creo que no sabes quién es ese tipo en realidad… oh por Dios, ¿en verdad no te lo ha dicho?

-bien… creo que estoy dentro de una novela – me reí pues mucha información me ocasionaría un colapso… ni tanto, ya que varias de esas cosas ya me las estaba sospechando, excepto lo de mis padres, eso sí que me tiene mal – sé muy bien que Reborn no es un simple millonario idiota, pero prefiero no saber nada más por el momento

-¿seguro?... yo creo que si te interesa

-¿cuánto planeas tenerme contigo? – de nuevo escapaba de esa plática, en el fondo tenía miedo de decepcionarme más del amor de mi vida

-¿quieres ver en lo que trabajo?… vamos hermanito – tomó de mi brazo y me arrastró con él… lo seguí ¿por qué? Ni siquiera yo lo sé – te ganarás un porcentaje, veamos qué tan bueno eres para meterte en problemas y resolverlos

-jódete… ¿qué quieres que haga? – ¿era normal que me sintiera vacío en ese momento?

-ya lo verás querido hermanito

-podrías de dejar de llamarme así, me basta con saber que provengo de una familia llena de delincuentes… al menos llámame por mi nombre

-te diré Yuu… y tú me dirás Kai, solo por esta ocasión – esto me sonaba a problemas, pero quería algo que me hiciera sentir vivo… solo espero que no me meta en líos graves

 

 

No entendí por qué teníamos que ocultar nuestra identidad, hasta que estuve parado en frente de una puerta de madera, dentro de una enorme casa bien arreglada y en donde algunas sirvientas iban de aquí para allá… el hombre que nos recibió era el tal Bermuda y yo fingí estar desinteresado, pero en el fondo podía gritar internamente “¡QUÉ ESTUPIDEZ ESTOY HACIENDO!… ¡MALDITA FALTA DE MADUREZ!” cualquiera en su sano juicio hubiese huido en cuando vio la mansión, o al menos hacerle caso a su intuición que gritaba para que corriera pero no… soy un idiota para haber llegado hasta aquí.

El tipo me revisó de pies a cabeza e incluso me tomó del mentón revisando mis facciones y claro lo alejé de un manotazo, ¿quién se creía para tocarme así por qué si? … “tiene carácter, qué interesante… entonces llévalo contigo y veamos qué puede hacer” y a pesar de que le aclaré que yo no me uniría a ese lío, me asignó un trabajo con una buena paga ¿en qué diablos estaban pensado? Yo no era criminal ni nada por el estilo, a lo mucho me peleaba en la secundaria pero era para defenderme… ahora ¿qué diablos iba a hacer?

En este punto de mi vida me di cuenta que no tenía miedo ¿pero qué mierda? ¿Desde cuándo se me quitaron los “yare, yare” de mi vocabulario? … esto es grave, ¡muy grave! debe ser la adrenalina o algo más porque estoy empezando a disfrutar del viajecito en auto… puedo ver al tal Jager de copiloto y a mi hermano fumando mientras conduce con cautela. Según mi reloj son las dos de la mañana y me pongo a pensar cómo demonios regresaré a casa. Jager me sonríe a veces, como si no supiera qué significa esa miradita asquerosa, otro vejete de mierda que me mira con lascivia “atrévete a tocarle un pelo Jager y yo mismo te castro” eso si no me lo esperé, ¿desde cuándo Lampo se comportaba como un hermano mayor celoso y sobreprotector?  ¿No se suponía que me estaba llevando a cometer ni sé que barbarie y poniendo mi vida en peligro? ¿O acaso íbamos a hacer otra cosa?… de todas formas yo podía defenderme solo y el arma que escondo, ayudará mucho

 

-el asunto es meternos a ese edificio y quitarles los videos de seguridad a los malnacidos – explicaba Lampo y yo medio le ponía atención, puesto que me impresionaba más el edificio de oficinas que tenía en frente, 8 pisos bien puestos y con eso me refiero a que las luces en algunas oficinas me daban la vista de escritorios, adornos, computadores y no sé qué más – ¿me escuchas Yuu? ¿Aló?... probando, probando – me revolvió el cabello y yo lo alejé de un empujón

-¿con tan poco te impresiones, niño? – Jager me miraba con diversión, no podía adivinar que pasaba por esa cabeza demente que tenía

-pues aún no sé porque vamos por esos videos o lo que sea que fueren

-evidencia para nosotros – Lampo me ofreció algo que parecía un manos libres… ¿así se llamaban? No recuerdo, pero ahora sí que estaba confundido, con esa cosita en mi oído estaba incómodo… aunque era divertido al mismo tiempo – sabes luchar ¿no? – asentí con un poco de temor – bien, te encargas de los dos primeros guardias y nos permites paso, en el tercer piso hay infrarrojos para las oficinas de coordinación, de eso se encarga Jager alias bomboncito – Lampo hizo una mueca de desagrado mientras Jager se reía,  yo por mi parte me controlaba por no seguirlo – maldito idiota… pero regresando al tema, en cuanto te dé la señal – Lampo golpeaba el aparatito en su oído semejante al mío – tienes libre movilidad, usa las escaleras y quédate en el sexto piso, yo someto a los demás guardias y busco el centro de control en el cuarto piso o quinto, la verdad no sabemos dónde mismo está

-bien planeado – me burlé mientras me colocaba los guantes que me ofrecía el más alto… veamos… recapitulemos…  me iba a involucrar en un robo, solo nos faltaba los pasamontañas y… – ¡estás de broma!… no usaremos algo en el rostro

-¿por qué deberíamos? – se reía Jager mientras cargaba con una laptop y salía del auto en el que nos escondíamos… más o menos – robaremos las videos y de paso anularé el sistema de cámaras de seguridad, borraré toda evidencia… no seas idiota

-asegúrate de ingresar a la central, hackea el sistema anfitrión y también el secundario, a veces tienen enlace directo con algún medio virtual – le dije mientras seguía a mi hermano – puedes ingresarle un virus y se comerá toda la información con rapidez

-así que sabes de estas cosas – me sonreía

-obvio que sí, idiota – le reté con la mirada – aniki mi enseñó un poco – pero en la época en que me lo enseñó yo pensé que era un juego nada más, después eran cosas de averiguar en internet y ya

-que orgulloso estoy de mi hermanito y… bomboncito, más te vale no fallar – Jager y yo estallamos en risas hasta que Lampo nos golpeó en la espalda con tanta fuerza que nos quedamos sin aire, ¡pero qué diablos!… hasta Bermuda le dio permiso a Jager para usar ESE alias, Dios era demasiado divertido… al menos me reiría de todo esto – empecemos entonces

 

 

Seguimos las instrucciones y como lo planeamos, me libere fácilmente de los guardias. Al menos yo llevaba mi rostro cubierto por mis cabellos largos, no era mucho pero ayudaba, además que los atacaba por la espalda. Esto me estaba causando la sensación de participar en una película ¡MALDITAMENTE DIVERTIDO Y PELIGROSO! Cuando estaba  en el sexto piso “bomboncito” me dijo que subiera al octavo y me quedara allí, porque él enseguida me alcanzaba. Después de unos diez minutos escuchando las quejas de Lampo que odiaba usar el alias de Jager, ese par salió del ascensor y curiosamente Lampo tenía una mancha de sangre en el estómago “las cosas se pusieron difíciles… ¿acaso me tienes miedo, Yuu?” miedo… ¿miedo a esas alturas? Creo que sí, obvio que si… estaba al borde de mi adrenalina cuando empezó a sonar una alarma en la oficina adjunta

Lampo y Jager se adentraron de inmediato y un par de hombres se hallaban allí, los vi pelear y me quedé fuera, ese no era asunto mío pues al parecer se conocían entre todos. Al final escuché la risa de Jager quien salía con un arma en la mano, unos papeles y su laptop en la otra, me miró e hizo señas para que lo siguiera. No me preocupé por Lampo, quien gritaba maldiciones mientras pateaba algo, no quería ver eso, así que me fui con el bomboncito por las escaleras de emergencia hasta el cuarto piso, con rapidez tomamos los videos que estaban en una caja fuerte ¿abierta? Tampoco quise preguntar, seguramente fue Lampo… ¿a mí que diablos me importaba? solo quería salir de ahí… pero mi mundo se detuvo cuando sentí como una bala rozaba mi mejilla

 

-quietos o los mandaré directo al infierno – genial, ahora si estaba en problemas, Jager y yo soltamos las cosas al suelo, aquel hombre se nos acercó y obligó a quedarnos en una esquina… joder, esto se puso letal y yo estaba pensando en cómo rayos saldría vivo de esto

-me alegra verte preciosa – le habló Jager a una mujer con cabello negro y que sangraba por la nariz ingresó y nos tenía en la mira, su arma brillaba en esa habitación, era linda… el arma, no la chica – veo que Lampo no tiene consideración con las mujeres, pero yo y Yuu somos diferentes

-el burro por delante – sonreí divertido sin poder evitarlo y Jager se reía conmigo… ¿cómo diablos podía reírme de una broma en esta situación? – al menos quisiera saber el nombre de la bella mujer que me apunta con un arma

-me recuerdas al odioso de Kai – así que de verdad esos alias servían, bueno, al menos esa mujer parecía creerse que Lampo se llamaba Kai – ¿son familia? ¿Salidos del mismo agujero?

-es el hermano menor – sonrió Jager y luego… todo fue un caos. El bomboncito se lanzó contra aquella mujer, yo corrí en contra del faltante, golpeándolo tan fuerte como pude y dejándolo k.o., me escabullí hasta afuera pero ¡oh sorpresa!... Los dos guardias que dejé fuera de combate estaban allí, claro, tengo una surte de mierda, así que luché hasta que de nuevo tenía un arma en frente de mis ojos y Jager era pateado hasta caer a mi lado… ¡genial! ¡Más problemas!

- se acabó – pero un disparo nos sacó a todos de nuestra nube, Lampo… hirió a esa mujer en el hombro y después a los guardias. Jager y yo corrimos a recoger los que necesitábamos, documentos ahora con pintas rojas, videos que tenían nombres raros y de nuevo empezamos a caminar hacia las escaleras, pero la puerta estaba cerrada y ahora era pateado por aquella pelinegra hasta que choqué con la pared. Era impresionante que siguiera en pie, caí sin aire y me quede allí, vi pelear a Lampo con los guardias y a Jager con el otro faltante… ahora me debatía en si moriría o pelearía

-¿algo que decir? – le sonreí mientras pensaba en qué diría I-pin si usara el arma que estaba escondida en mi espalda baja, podía apreciar el brillo de aquella mujer ¿era eso posible?

-tienes linda sonrisa – sonreí nerviosamente mientras esperaba mi condena… bueno, al menos mi hermano me defendió, fue muy rápido y yo solo vi caer a aquella mujer al piso… estaba muerta, lo sabía porque la sangre empezó a formar un charco… pero solo pude gatear lejos, estaba en pánico, jamás vi a nadie morir ante mis ojos – maldición, maldición, en qué me metí – dije desesperado

-demonios – la voz de Jager me hizo ver en su dirección y ellos estaban en problemas, el brazo de Lampo sangraba, Jager luchaba en el suelo con el otro tipo sobre él y el tercero… les apuntaba

-¿tus últimas palabras? – ¡que alguien me ayude! ¿Qué debía hacer? No podía quedarme ahí, pero me temblaban las manos

-muérete – la odiosa voz de Lampo me trajo a la realidad… era mi hermano… ¡mi hermano!

-ugh… tu… – el hombre me regresó a ver cuándo el dolor lo envolvió, seguramente quería ver la cara del que le disparó… No lo pensé mucho… solo disparé, dos veces, dos guardias, lo hice sin vacilar y con la precisión que gané en las practicas con Coli Neli – demonios… – los vi caer como peso muerto y solté el aire, Lampo me miraba incrédulo y Jager terminaba con su oponente levantándose de inmediato para mirarme también

-no vamos – dije mientras guardaba mi arma y corría a verificar la salud de los hombres a los que les disparé… por Dios santo… gracias al cielo que tengo buena puntería, les di en el hombro izquierdo, la bala pasó todo el cuerpo y yo… pues no podía estar más feliz en mi maldita vida – ¿qué esperan? – les dije con rabia… pues por su maldita culpa manché mis manos… mientras recogía los papeles, la laptop, me aguantaba las ganas de vomitar pues jamás pensé en hacerle daño a alguien… jamás

-se desmayó del susto – decía Jager quien atrás de mí, me felicitaba con sus palabras dulces que yo no escuché pues estaba más concentrado en mis dedos ensangrentados, con los que toqué el cuello del tipo verificando si tenía pulso. Corrimos por las escaleras hasta salir de allí y yo seguía tan callado… solo pensaba en la sangre roja… en esa sangre que no era mía

-¿dónde demonios aprendiste a disparar?… peor aún, ¿dónde conseguiste un arma? – Lampo me detuvo antes de que me metiese al auto y yo solo me quede mirándolo… se veía más asustado que yo

-que te importa – solté y me metí a la parte de atrás del vehículo – deberías agradecerme que te salvé el pellejo

-no cabe duda que la hermandad entre ustedes no desaparecerá – Jager ahora era el que conducía y yo me recosté en el asiento trasero, respirando profundamente, estaba en shock… un mísero shock

-gracias – me dijo Lampo y yo solo emití un sonido inentendible de mi garganta – tranquilo que no lo mataste

-¿ahora si me responderás a todas las dudas existenciales que tengo, sin renegar? – no era una pregunta, era una exigencia

-después de que me atienda un médico – eso lo entendía ya que estaba sangrando considerablemente

 

 

Al llegar a  la clínica oficial de los Vindice y dejar los documentos, me fui al baño, devolví todo lo que comí en el día. No podía creer que salvé a Lampo a costa de otra persona, me sentía tan asqueroso que ni siquiera las cinco veces que me lavé las manos fueron suficientes, no me sentía limpio… todavía podía ver el charco de sangre de aquella mujer y la marca rojiza en la ropa del hombre… nunca me imaginé que me pasaría algo así y lo peor es que me sentía en paz, ¿Por qué? Porque  Lampo era mi hermano, lo salvé, tal vez no debía hacerlo pero lo hice, era mi hermano, mi hermano… eso me repetí durante los veinte minutos que me encerré allí hasta que Jager vino por mí. Me juré que regresaría esa arma a su respectivo lugar, pero lo haría de la misma forma en que la tomé, sin que el rubio militarezco me viera, no podría justificar la falta de un par de balas en aquella cosa… no quería volver a hablar de eso, estuve solo a un paso de ser un asesino y eso me cohibió más de lo que pensé

Recibí los halagos de Bermuda, el pago enorme por mi trabajo, pero el dinero no limpiaba mi mente, pacté con Lampo para charlar un poco y cuando el sol salió me fui de allí… me encaminé al hotel en que me hospedaba, ingresé con discreción, sin ser visto por nadie más que por el recepcionista y un joven borracho al que yo ayudaba a ingresar. Fue una buena casualidad, quitaría sospechas sobre mí, los que me seguían el rastro no sabrían nada… ¡me estaba volviendo paranoico!... cuando dejé al tipo en la habitación que le correspondía me encerré en la mía, quería dormir, dormir el resto del día, aun no creía que fui capaz de disparar a una persona viva, ¡una persona viva!… ¡NO al muñeco de entrenamiento! El que usaba a veces  o al cartel en forma de un torso humano que era el blanco de tiro “era mi hermano, salvé la vida de mi hermano” esas fueron las palabras que en mi cabeza se repetían con insistencia, era mi único consuelo… pero mi alma estaba en paz

 

 

 

 

 

-si sigues pensando en ese sujeto la vida será cruel contigo – podía ver el vendaje que Lampo tenía, seguramente solo le rozaron con la bala, para mí se veía bien aunque un poco estropeado. Yo tenía moretones en mi cuerpo debido a las peleas con esos tipos. No sé cómo diablos lograron marcar mi pecho, tal vez las tonfas que usaban los guardias, poco me importaba… si  ves las marcas parecerían mordidas o algo por el estilo… como si Reborn me hubiese mordido, fue gracioso verlas manchitas cuando me desperté, seguramente se pondrán de tono opaco… si los moldeo un poco, pellizcando mi piel, podría sacarles provecho y jugar con la mente de Reborn, pero eso sería después

-como si fuera tan fácil olvidar, un mal tiro y lo hubiese asesinado

-¿te sientes culpable?

-por supuesto que si

-¿y si lo ves de un ángulo diferente? – Lampo me miraba con tranquilad, sabía que mi hermano  no era un santo, seguramente ya mató a alguien, tal vez no solo a uno… a decenas – es como el instinto de supervivencia, ese sujeto era el malo porque deseaba matarte… tú eres el bueno que luchó por vivir, solo te defendiste y defendiste a tu familia, por algo debiste empezar a usar armas… no sé dónde la conseguiste pero tienes habilidades dadas solo por la práctica. Recuerda porque empezaste a hacer todo eso… salvaste tu vida, la mía y por consecuencia la de tu familia, hijos, padres, hermana, amigos

-tienes razón… ¿sabes que es lo peor? que no siento remordimiento de lo que hice… te salvé aunque no te lo merecías, pero eso solo me demuestra que sigo siendo… amable

-ya ves que no están difícil cuando logras mentalizarte que tú eres el que tiene razón… llámalo instinto animal si quieres

-déjate de bromas, Lampo

-bueno querido, entonces dime que necesitas saber de mi – era apenas la hora del almuerzo y yo no había probado bocado alguno, dormí, si, y aunque sonara mal… en realidad no me sentía tan culpable por disparar, tal vez tenía esos genes malditos… o simplemente era mi propia oscuridad, o agotamiento por todas las cosas que pasan a mi alrededor. Darme cuenta que estoy envuelto en la oscura maldad de los que me rodean, me asquea, me asfixia, pero me hizo entender que debo ser fuerte y defenderme solo

-¿qué le hiciste a Rosalía?

-la amenacé con un arma, le juré que mataría a toda su familia si no se iba dejándome al mocoso, le hice la vida un infierno… nunca la golpeé si eso te imaginas, pero el maltrato psicológico siempre es más efectivo. Como era una niña rica, se quedó callada y se ocultó en las faldas de su madre

-¿por qué nunca supe que Rosalía venia de buena familia?

-mis padres… es decir, nuestros padres, nunca dejarían que alguien supiera, ellos tienen que guardar apariencias

-¿amaste a I-pin? – esa pregunta era dolorosa

-tal vez sí, mi alma ya estaba podrida así que ella me trajo un poco de paz… entonces la respuesta correcta sería… que creí estar enamorado de ella. Lo demás solo fue casualidad, cuando papá me dijo que conquistara a I-pin para llegar a la familia de la que provenía… me motive más

-me lo imaginaba… ¿te gusta esta vida? – estaba decepcionado de mi hermano, de mi vida, de mi familia… lo único que ahora tenía era a mis hijos y a I-pin

-me fascina, tengo dinero, diversión, me siento vivo cada día que me libero de una muerte inminente, manipulo gente… tengo poder

-siendo el sirviente de Bermuda – me burlé, esa clase de libertad me parecía absurda

-le soy fiel porque él me dio todo en esta vida, incluso lo considero un padre, se lo merece más que el hombre que nos crio

-¿es en serio que somos adoptados? – todavía no me sentaba bien esa noticia

-¿te cabe duda alguna?... Ya te dije que es fácil comprobarlo

-creo que en este punto ya nada me sorprende – suspiré resignado mientras evitaba ver mis manos, las mismas que aún me daban la sensación del cálido líquido vital

-hay una cosa que seguro te sorprende más que todo esto… es sobre tu queridísimo noviecito de pacotilla… el que no durará  porque pienso venderte primero. El dinero que tu venta me proporciona es más grande que lo que le ofrecieron los rusos a papá

-así que debo cuidarme de ti y de papá… genial, ahora me siento como una oveja en medio de lobos o de leones – deslicé mis dedos por mi cabello, no podía creer que ahora tuviese que luchar por mi libertad, que lindo mundo

-y el león aquí soy yo

-tu eres un maldito nada más… dime, ¿cuándo es mi venta? ¿Tienes alguna idea?

-estás de suerte, hoy me siento sincero… tu venta será en unos seis meses más o menos, ese es el plan de papá

-por eso no me ha insistido tanto con lo del matrimonio – bueno era razonable, papá seguramente está buscando alguien que me compre y de seguro no ha dicho que ya no soy virgen, por eso ha aceptado el matrimonio con Reborn, es como un modo de tener seguridad, si los rusos no me quieren, al menos podrán darse la gran vida siendo mantenidos por mi prometido aquí en Japón… si lo piensas bien, no es mal negocio

-seguramente te manipulará para que lo retrases hasta que los rusos logren llevarte primero

-¿y tú?… ¿cuándo piensas venderme? – veía a mi hermano tan relajado que… todo este asunto parecía ser broma, como si repasáramos un libreto o algo por el estilo

-no sé, la verdad no he planeado nada… pero te aseguro que será antes de que papá te mande a otro país… tengo una informante en los bajos mundos, así que me enteraré de tu venta antes de que alguien más lo haga

-es decir que tengo poco tiempo para planear mi escape

-si fuese tú me quedaría con Reborn-san

-si tienes algo que decir solo dilo – fruncí mi seño, mi hermano insistía en incluir a Reborn en la plática, me estaba cansando de eso

-Reborn forma parte de los  Stracci, una mafia italiana poderosa… digamos que es como el segundo o tercero al mando… o algo por el estilo

-así que eso me ocultaba – ¿debería sorprenderme? Pues no… ya sabía que mi queridísimo profesor tenia pinta de matón, solo que ahora me lo estaban confirmando – veremos qué puedo hacer con eso

-vuélvete su juguetito sexual y serás una puta oficial, él nunca dejará que nadie te toque… al menos hasta que no se aburra de ti – que asco me daba el vocabulario que usó, yo no pensaba ser el juguete de nadie, ni siquiera de mi propio padre… mejor dicho, mercancía

-¿y crees que me rebajaré a tanto?... no me jodas

-entonces debo suponer que harás algo para escaparte de mí y de papá… pero mamá te encontrará

-aun no decido nada

-te lo estas tomando con más naturalidad de la que creí, pensé que te pondrías histérico y llorarías, me gritarías que miento y cosas por el estilo

-debería sufrir – sonreí con melancolía – pero creo que me preocupa más mis dos pequeños que todo lo que pueda estar pasándome a mi

-que noble

-si me desespero ahora, todo me saldrá mal y terminaré en el infierno, así que pensaré bien – estaba relajado, enfadado pero relajado… ¿qué me pasó en este viaje?

-te lo volveré a repetir Lambo… nada es lo que parece, de ti depende ser libre o quedarte en cautiverio

-así que… somos enemigos ahora – le sonreí mientras le extendía mi mano para apretar la suya

-cuídate hermanito, debes estar en casa cuando vaya por ti – me dio un apretón fuerte y nos sonreíamos… era una situación tan rara

-no dejaré que nos encuentres

-ya veremos… pero te daré seis meses para que planees

-¿es una promesa?

-por supuesto, todavía me queda un poco de orgullo como para cumplir con mi palabra

-qué bueno oír eso, al menos respiraré tranquilo hasta entonces – aunque claro no le creí eso de que me dejaría en paz esos meses

 

 

Cuando regresé a mi hotel eran las cuatro de la tarde, completaba mi tercer día fuera de casa. Me enteré de todo lo que se ocultaba en mi vida, podían ser mentiras, podían ser verdades, tenía tiempo de comprobar todo aquello, así que no me preocupaba eso aún, es más… sentí como si un peso se quitara de mis hombros, ya sabía a qué atenerme, ya no había secretos que nublaran mi mente. Sabía dónde estaban los posibles enemigos y en donde estaban los aliados, sabía cómo proceder o al menos tenía una vaga idea… debía escapar, llevarme lejos a I-pin, Fuuta y Fon, debía olvidar todo lo que mis padres me enseñaron y dejar de ser aquel chico inocente que era manipulado. Debía pensar por mí mismo, sentir por mí mismo, decidir por mi cuenta, buscar soluciones sólo… en las únicas personas que ahora podía tener confianza eran Tsuna e I-pin… teníamos problemas graves, y entonces ¿por qué no tengo miedo?… tal vez me rompí en algún punto, tal vez las noticias me impactaron más de lo que creí y desfiguraron mis emociones…. ¡Que me importaba eso! solo tenía que pensar en dos personas nada más, en los dos niños de mente pura a la cual debía proteger

 

Recogí mis cosas y sonreí, no me iba a frustrar, no tenía que desesperarme, no confiaba en las palabras de Lampo, tampoco confiaba en mis padres, mucho menos en los extraños a mi alrededor, no confiaba en Reborn pero si mi hermano tenía razón yo… estaba enamorado de un asesino, mafioso o lo que sea… podría sacarle provecho de llegar a ser necesario, usar a la persona que amaba… que horrible suena eso, pero es la realidad, y creo que eso es que ahora me estruja el alma ¿Qué voy a hacer con Reborn?

El resto del día pasé analizando mis emociones, pensando en Reborn con calma, me defendió o mejor dicho amenazó a Lampo para que no me molestara… eso hablaba bien de él, entonces su obsesión enfermiza por mí era sincera, podría comprobarlo mientras en las sombras resuelvo todo lo demás. Caminé por las calles y comí porquerías hasta que la noche me alcanzó y decidí volver a casa. Bueno, eso después de ir a la playa, caminar un poco en la arena, pensaba… pensé mucho, me reí de los recuerdos, me imaginé un futuro y planteé muchos planes. Me quedé en la arena hasta que vi el sol salir, no dormí nada, llegué al punto de entender que carecía de miedo… sonaba imposible, pero no tenía miedo alguno, al menos no de Reborn, ni de mi padre, mucho menos de mi futuro… tampoco odiaba a Reborn por ocultarme su oscuro origen, después de todo Coli Neli tardó un poco en decirme que trabajaba con mercancía de dudosa procedencia y no lo recriminé, no lo odié… parecía que vivía en un mar negro, pero no era malo, solo diferente

 

 

Tenía un nuevo paquete de cigarrillos que consumía con lentitud mientras esperaba mi tren que me llevaría a casa, no tardaría más de medio día entre transporte y transporte, incluso me di tiempo de entrar a un baño público. Ya no me daba pánico mostrar mis tatuajes pero aun así los oculté. En alguna ocasión tendría que admitir que esos sellos en mi piel me traerían desgracia, pero por ahora no quería tenerlo en cuenta. Cuando estuve sentado en el tren en movimiento me puse a pensar una vez más… Reborn era mi mayor problema ahora, yo lo amaba, eso era un hecho y él parecía amarme también, a su forma extraña y dominante, la prueba era que quería casarse conmigo… bueno eso lo iba a comprobar, si era capaz de soportar mis exigencias podría estar considerándolo… también debía averiguar un poco de él, o lograr que Reborn me diga algo, así lo iba a comprender… al final decidí dormirme un rato, tal vez en un sueño encontraría que cosa debía hacer con mi vida

 

 

 

Fin del flashback

 

 

 

 

-Así que tu familia es una mentira – Tsuna estaba un poco confundido, mejor dicho… no entendía como eso podía pasar

-dilo bien… mi familia es un asco – se reía bajito mientras cubría sus ojos que derramaban lágrimas de ira

-Lambo… - quiso consolarlo pero ¿qué podía decir?

-es la primera vez que lloro desde que nos metieron aquí – susurró mientras trataba de parar

-es normal, estás frustrado

-no es por eso… es porque pienso que no debí salvarlo… me siento un idiota – se mordió el labio con fuerza, salvar a Lampo fue un error… no debió hacerlo, ese idiota no se lo merecía

-es tu hermano, lo que hiciste es normal

-pero de haberlo dejado morir… esto tal vez no hubiese pasado

-no es verdad, el que ordena esto es Bermuda, ya los escuchaste en la mañana

-Tsuna… debemos salir de aquí – suspiró controlando su llanto

-creo que en serio debemos leer esos papeles

-no quiero – le dolería saber más detalles de toda esa mierda, él también tenía miedo de enterarse de algo más que Reborn le estaba ocultando

-pero yo si

-si lo haces yo igual

-entonces…

-mañana

 

Tsuna no se quejó esa vez… tal vez estaba tan asustado como Lambo, tal vez más… pero necesitaba saber la verdad y en esos sobres… estaba el doloroso destino que lo envolvía

 

 

 

Mientras tanto en otro lugar de ese mundo

 

 

 

-maldito jefe bastardo – gruñía cierto peliblanco de larga cabellera, quien sentado en las piernas de cierto azabache de ojos rojizos bebía la copa que le era cedida – ¿en serio estarás aquí hasta que a Ricardo-sama se le pase el enfado?

-calladito tiburón de mierda – gruñó mientras consumía el resto de su bebida –

-pareces un crío que huye del regaño que su madre le dará por una travesura – intentó levantarse pero claro, el mayor lo volvió a sentar, cabe decir que él no llevaba más que una toalla atada a la cintura y Xanxus si estaba bien vestido – ¿Qué pretendes?

-aun no decido – deslizó sus dedos por la larga cabellera para relajarse, ese muchacho sentado en sus piernas era su punto de anclaje, su refugio, le pertenecía desde que eran adolescentes apenas y…

-deberás hacerte cargo de la familia, al paso que vamos Ricardo morirá de una ataque – reposó su cabeza en el pecho ajeno, relajándose un poco. Así eran sus silenciosas muestras de cariño, no les hacía falta palabras bonitas o promesas que a la larga no se iban a cumplir pues cada quien tenía deberes que cumplir – mejor acepta esa boda de una maldita vez y asume el mando – esa era la dolorosa realidad, aunque ninguno lograra admitirlo en voz alta, ellos se amaban

-una estúpida mujer no arreglará las cosas – gruñó mientras le daba un beso forzoso al peliblanco, mordiendo aquellos labios finos, metiendo su lengua y quitándole el aliento con rapidez, un acto rudo… pero no sabía cómo ser gentil – y más te vale saber que jamás te dejaré libre

-no seré tu puto amante, Xanxus – sintió el duro agarre en sus cabellos pero sabía que eso solo era una muestra del temor por la separación – pero siempre seré tu mano derecha

-no me obligues a violarte – amenazó mientras juntaba sus frentes

-entonces resuelve este maldito asunto – gruñó separándose, se levantó sin escuchar protestas y se fue a terminar de vestirse

-no te preocupes, Ricardo acaba de firmar su propia sentencia – sonrió con malicia mientras observaba cierta información que habían conseguido para él – no pensé que el viejo fuera capaz de querer realizar esa compra

-pero al final los Tonakai no aceptaron – comentó Squalo que ya vistiéndose con aquella camisa, se asomaba un poco para ver la expresión de Xanxus

-eso es lo de menos, traición es traición… manipulación es jugar sucio – bebió de la botella hasta vaciarla – por el momento nos quedaremos en Japón, seremos observadores un tiempo

-supongo que te diviertes con todo esto

-claro… el viejo se lo merece por querer obligarme a casarme con esa mujercita idiota

-se supone que así sería… tu eres el idiota que no quiere aceptar

-no te vistas escoria – sonrió mientras se levantaba hasta agarrar el brazo del joven peliblanco que ya temiéndose lo que seguía, intentaba apartarse – ya te dije que tú me perteneces, no pienso renunciar a ti, no dejarás de estar en mi cama

-si te casas… eso se terminará – pues a pesar de todo, también tenía su orgullo, no aceptaría ser el otro juguetito del jefe

-cállate de una buena vez – aprisionó ese cuerpo entre sus brazos, deslizando sus dedos por las blancas piernas desnudas, arrancando la camisa y tomando esos labios adictivos… jamás iba a dejar a Squalo

 

 

 

Continuará… 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué tal estuvo?

Bueno, como es un fic supongo que seguiré exagerando de a poco mauajjajajajaj

 

Ya saben, cualquier duda, reclamo, sugerencia es bienvenida y respondida con cariño, siempee que recibo un review o un mensajito sonrío contenta, así sé que vale la pena seguir con esto~~

 

Yo feliz me iré a dormir jejejejjeje

 

Nos veremos en la próxima

 

bye bye

*se va dando brinquitos*

 


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