Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

War of hearts. por FumiSaho

[Reviews - 208]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bello dia tengan, personas. :) 

 

Desde las ocho de la mañana había estado hablando con exportadores, abogados y economistas acompañando a su padre. Se le cerraban los parpados e intentaba disimularlo masajeándose el puente de la nariz. Numerosas veces se levantó de su asiento para enjuagarse el rostro.

En el almuerzo, luego de comer una galleta de avena, fue a su oficina buscando relajarse un par de minutos. Colgó su saco en el perchero junto a la puerta de cristal esmerilado. Suerte la suya al poseer un diván en su oficina. Después de recostarse y acomodarse en el mullido mueble, miró el reloj frente a él descubriendo que le quedaban quince minutos.  Quince minutos serían mucho si es que antes no le interrumpían con alguna llamada.

Los parpados le pesaban tanto, que parecieron agradecer cuando Seijuuro consiguió cerrarlos evocando en su mente, los recuerdos del beso con Kouki. La suavidad y calor que parecían manar de aquel cuerpo lleno de timidez, fueron únicos. Recordó el jadeo chocar en su boca, los labios tibios de Kouki envolver su lengua por un segundo antes de cederle el paso a su interior, la mano al ceñir el cabello de su nuca, y sus manos explorando la cintura de ese chico que tanto le desconcertaba.

Entre sueños sintió su corazón agitarse y disminuir de peso en su pecho.

A su mente también acudió el rostro dormido de Furihata. Fue gracioso ver que murmuraba afirmativas para todo lo que decía. En ese momento Akashi decidió que una oportunidad no debe de rechazarse por mas fútil que fuese, y se acercó al rostro del castaño. Las delgadas pestañas claras eran cortitas, pero tenía muchas. Le impresionó ver un lunar muy pálido cerca del rabillo del ojo izquierdo, tampoco notó que todavía llevaba los pasadores que sujetaban su cabello, así que con el mayor cuidado posible, los quitó de su lugar para poder él, tener oportunidad de tocar los suaves cabellos marrones.

El murmullo de la respiración alterada de Midorima, le distrajo de su contemplación y sin nada más que hacer más que solo ver y no tocar, retiró con sumo cuidado los dedos del cabello lacio.

Sin embargo, y a pesar de su predicción sin magia, lo sacaron de su ensoñación cuando escuchó un par de veces el golpear de los nudillos contra su puerta de cristal.

−Señor. –una voz femenina y naturalmente aguda, llamó a su puerta.

Sin quererlo en verdad, abrió los ojos descubriendo que diez minutos fueron suficientes para sentirse mejor. Se incorporó sobre el diván para acomodar sus ropas y pasarse las manos sobre el rostro para desperezarse.

−Puedes pasar, Hino. –indicó peinándose hacia atrás el cabello con la derecha.

−Con permiso. –abrió la puerta y le dedicó una pequeña reverencia a su jefe. La mujer era bastante bonita, delgada y estilizada. Los ojos que adornaban aquel rostro fino, eran rasgados y de un oscuro café que resaltaban los labios pintados de un luminoso rojo. Su uniforme le quedaba muy bien ceñido al cuerpo sin llegar a mostrarse vulgar. Peinaba su negra cabellera larga sobre su hombro izquierdo y su lindo rostro se veía serio, no nervioso ni alterado por estar frente al menor Akashi. Bien podría tratarse del tipo ideal de Seijuuro, sin embargo, jamás le había prestado tal atención a su secretaria. –Tengo la información que me pidió. Es un personaje rutinario. Subrayé con marcador fluorescente las actividades que repite sin falta cada día y con azul todas aquellas actividades que parecieron ser improvisadas o espontaneas.

−¿Fuiste discreta? –inquirió acercándose a ella para tomar el informe. El folder no era muy robusto. Lo abrió encontrando una fotografía de Kouki sacada del registro escolar atorada con un clip a las hojas.

En sus manos tenía el informe encargado a su secretaria ya que aunque destacaba, no era ni por asomo, sospechosa. Se lo había pedido apenas, cuando pensaba que no podría volver a ver a Kouki hasta quedar con Kuroko o que un milagro suceediera.

−Completamente. –asintió. –El sistema de la Todai es sencillo y sigue patrones sencillos. El seguir sus pasos fue lo complicado. –confesó Hino guardándose el hecho de que intercambió palabras con Kouki cuando la descubrió en la cafetería sin pedir nada. Fuera de eso, le sorprendió cuan despistado podía ser el chico. −  Solo fueron dos semanas, ¿en serio eso le sirve?

−En absoluto. Ahora estamos en julio, las vacaciones de verano empiezan y no hará lo mismo. ¿O crees que acuda a la universidad? –preguntó hojeando los papeles en sus manos.

−Probablemente así sea. Cuida de los insectos del herpetario para alimentar a los reptiles.

Increíble. Una oportunidad para Seijuuro.

−De acuerdo. Te lo agradezco, puedes retirarte.

Dicho esto, Hino le dedicó una última reverencia antes de volver a su escritorio fuera de la oficina de Seijuuro. Una vez solo, rodeó su pulcro escritorio con varios documentos por autorizar y firmar, tomó asiento en su cómoda silla. Sus pulmones exhalaron gran cantidad de aire y los papeles y anotaciones dentro del folder en sus manos cayó sobre la madera que componía a su escritorio, asomándose ligeramente las hojas.

Recordó que había enviado un mensaje a Kouki en la mañana, así que sacó del bolsillo de su pantalón el teléfono que continuaba en silencio. La pantalla se encendió mostrándole la hora y que tenía numerosos mensajes. De inmediato los leyó. El primero logró sacarle una sonrisa, sin embargo el segundo le hizo apretar la quijada.

>> ¡Sei! ¿Qué crees?

En la tarde tendré una cita-no-cita con Fukuda.

Deséame suerte. :) <<

 

¿Por qué la única persona de la que deseaba atención, no la tenía? ¿Qué Tenia Fukuda que encantaba a Kouki de la manera en que estaba? La furia nació sin quererlo. Furia contra Furihata al no darse cuenta de cuanto lo perjudicaba tanto para bien como para mal; pero también furia contra él mismo. Sabía perfectamente que si hacia un movimiento en falso, el castaño se alejaría comenzado a dudar. No podía permitirse eso si quería seguir caminando a su lado.

Mierda y mil veces mierda.

No quiso perder contra la ira y respiró profundamente dejando de lado los mensajes de Kouki para ir a los otros dos que pertenecían a Kise.

 

>> ¡Akashicchi!  (X╭╮X)

¡Midorimacchi está enojado conmigo! <<

 

Era obvio que Midorima estaría enfadado con Kise por el simple hecho de haber besado antes que él a Takao. Si bien Shintarou no exteriorizaba interés por su compañero de trabajo, tampoco Kazunari daba su brazo a torcer. Lo mismo sucedía con Aomine, solo que caso contrario, Kise sinceramente no veía a Daiki con otros ojos que no fueran de amistad.

 

>> o(╥__╥)o  Dijo que me muriera.  

¿Hice algo malo anoche?   (°A°) <<

 

El último mensaje era de hace treinta minutos.

Kise y Furihata eran tan diferentes pero al mismo tiempo tan similares. Akashi no se sentía atraído por su rubio amigo, pero siempre estaba al pendiente de lo que acontecía en su vida así como en la vida de los demás y si podía ofrecer su mano para ayudarles, lo haría.

No quería compararse, pero se sentía en el mismo lugar que Aomine. El moreno no lo decía directamente, pero mostraba su enojo cuando Kise prefería estar con alguien más que no era él, así como Seijuuro sentía su pecho encogerse cuando recordaba que Kouki no solo tenía a Kuroko como amigo, sino casi toda su escuela se llevaba bien con él.

Quería conocer la mente de Furihata, pero no lo podría hacer únicamente leyendo un reporte. Si debía hacer una investigación, lo mejor sería enfrentar a una persona en la misma situación.

 

 

 

El trabajo culminó con varias citas programadas a lo largo de toda la semana, así que ahora que tenía tiempo libre, visitaría a quien le había pedido hablar. Despidió a su chofer para tomar un taxi, puesto que no sabía a qué hora terminaría su charla.

La noche era húmeda sobre todo por la lluvia que había amainado apenas. En el taxi su respiración empañaba el cristal a su derecha, mas no hizo nada por limpiarlo. Debido al vaho en la ventanilla, las farolas parecían ser estrellas que iluminaban las calles. Las luces de la ciudad indicaban que los puestos comenzaban a cobrar vida sobre todo por las paletas heladas, pues aunque lloviera, el calor no abandonaba a los ciudadanos.

No tardó mucho cuando llegó al edificio apartamental donde vivía Ryouta. Después de pagar bajó del taxi sintiendo el golpe de frescura golpear su pecho. Mantuvo su saco en su brazo y aflojó el nudo de su corbata para desabotonar los primeros botones de su camisa. Sin ánimos saludó al guardia del edificio e indico que iría de visita. El guardia le hizo firmar su entrada antes de dejarlo subir al elevador.

Al llegar a la puerta con el numero setecientos ocho, pulsó el timbre esperando la estrepitosa voz anunciar que abriría pronto acompañado de apresurados pasos. No obstante, después de más de diez segundos, no escuchó nada. El timbre volvió a resonar, incluso él pudo escucharlo debido a tal silencio.

Extrañado, buscó su teléfono para llamar a emergencias al mismo tiempo que buscaba la llave de emergencia que dejaba Kise escondida detrás del marco de la puerta. Ryouta solía olvidar sus llaves o teléfono en la casa, por eso siempre mantenía una copia afuera.

Terminó de abrir la puerta y descubrió que todo parecía estar en orden, solo que las luces estaban encendidas y había un rastro de agua en el suelo. Al entrar más allá del lobby, vio en la barra de la cocina dos tazas de café aun humeando que le gritaban que algo andaba mal. Miró hacia la izquierda, en la sala, bajando un par de peldaños, la televisión estaba encendida y a un volumen extremadamente bajo. Apenas era un susurro.

Cuando se decidió a entrar y buscarlo, escuchó una puerta ser cerrada de un fuerte golpe. Una alta silueta se asomó del pasillo de la planta alta dando zancadas hacia los escalones. Cuando bajó por competo, avanzó unos pasos antes de darse cuenta de que Akashi estaba frente a él y quedarse plantado en el suelo manteniendo su iracunda expresión.

Colgó en cuanto supo que el problema podría manejarlo el, y la operadora no terminó de anunciar sus servicios.

−¿Qué haces aquí? –inquirió Seijuuro descubriendo quien dejó el camino de agua, además de que su labio estaba partido.

−¡Jódete, Aomine! –gritó la voz que reconoció de Kise desde el interior de la habitación. La puerta se abrió con el rubio sosteniendo el perno buscando con la mirada al moreno que había dejado la habitación primero. Una vez ubicado, los dorados ojos descargaron en la espalda de Aomine, su ira. –Creí que solo eras un sinvergüenza, pero realmente eres un bastardo. –escupió entre dientes recargándose en el barandal.

−Será mejor que te calles si no quieres que hable, guapa. Nos vemos, Akashi. –se despidió pasando a su lado. Además de sus cortos cabellos despeinados y la respiración agitada, Seijuuro no notó nada más raro que el corte en el labio de su moreno amigo. Aomine era muy impulsivo, así que no, no le sorprendió el hecho de que estuviese mojado de pies a cabeza.

−¡Idiota!

El cabello de Ryouta también se veía enmarañado y sus ropas muy desarregladas. Jadeaba sin dejar de lado cuan enojado se encontraba incluso cuando Aomine ya había cerrado la puerta principal.

−¿Quieres decirme que sucedió aquí?

−No tengo idea. Ve a preguntarle al estúpido que se fue. –farfulló bajando por las escaleras y al recordarse con quien estaba hablando, resopló irritado. –Se quiso burlar de mí.− volvió a contestar mientras peinaba sus cabellos hacia atrás con ambas manos. −¿Quieres café?

Akashi notó que le temblaba la voz y antes de que le diera la espalda para ir hacia la cocina, lo detuvo con solo pronunciar su nombre de manera fría. Se hacía una idea de lo que pudo acontecer en el lapso transcurrido a solas Daiki y Ryouta. Y es que sospechaba que Aomine sucumbió ante sus deseos espantando al otro.

Era como ver su interior reflejado en ellos. Justo lo que temía hacerle a Kouki.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. :) 

Al parecer el proximo capitulo tardara un poco. Encontré trabajo vacacional del cual llego hecha polvo. Es mi primer trabajo. xDDD. Este capitulo lo tenia antes de ser aceptada. :V Es entretenido y divertido excepto cuando duelen un monton los pies. >.<  

Bueh, los dejo y no hay que perder la esperanza de que publique puntual el siguiente. jajajaaa!!

Nos vemos en la actualizacion!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).