Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ella en tu mirada por Haruka Eastwood

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!! Mil gracias a los que leyeron esta historia, sin ustedes no sería posible este capítulo, sólo espero que el final les agrade :3 lo he hecho con cariño para ustedes.

 

¡Sin más preámbulos, a leer! 

Titulo: Ella en tu mirada

Resumen: No puedo evitar sucumbir ante él, ante sus malditas caricias… es una lástima que no sean para mí, sino para ella…

Categoría: Originales

Clasificación: Mayores de 16 años

Género: Drama. Romántico.

Advertencias: Lemon

N° Capítulos: 6 de 6

Por: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Ella en tu mirada

Capítulo 6: Amante imposible

Julián Montes Pov

Chasquee la lengua frustrado mientras lo veía marchar. Me costaba trabajo mover la mandíbula, pero era lo de menos, me interesaba más hacer que regresara para poder hablar, pero Gabriel siempre ha sido un maldito necio e infantil que no escucha razones, que sólo ve y oye lo que le da la puta gana, y no lo que es. Lo cierto es que me enamore de él, de un chiquillo irrespetuoso y caprichoso, pero eso ya no importaba.

Entre maldiciones, ingrese nuevamente al hotel con la clara intención de marcharme, lo bueno es que ya había terminado de hacer mi recorrido al azar. Llamar a Gabriel fue más que nada un impulso, uno muy idiota a mi parecer, sabía que las posibilidades de que me contestara eran nulas, pero lo hizo y no solo eso, ahora está más cabreado que nunca por algo que no alcanzo a entender, él me dijo que me amaba y que yo solo lo veía como a un remplazo… ¡Estupideces!

E olvidado el momento en que aquellos ojos negros me cautivaron, olvide muchas cosas y me centre en él, en su dulce aroma, en lo suave de su piel y en su vos cada que decía mi nombre entre susurros necesitados que me hacían sonreír y besarlo como si se me fuera la vida en ello. Ahora recuerdo… recuerdo la primera vez que lo vi. Lucia como una mujer hermosa, dulce y sensual pese al traje sastre que portaba… probablemente fue su pose tímida o la deslumbrante sonrisa que adorno su rostro, lo que me hizo perderme en él.

Reconozco que es absurdo, pero al verlo, contemple la opción de serle infiel a mi esposa por primera vez. De un momento a otro, diecisiete años de matrimonio dejaron de ser relevantes, entonces la realidad me azoto con furia, revelándome que era hombre. Me moleste y lo odie, lo odie porque dentro de mi miseria debía culpar a alguien… pero no importaba como lo tratara, él seguía ahí, dándome una sonrisa cada mañana, atendiendo mis caprichos y soportando mi carácter.

La idea de ser gay era inconcebible. Fui criado únicamente por mi padre, un hombre implacable, serio, autoritario y en extremo religioso, poseedor de ideas arcaicas, las mismas que me inculco desde la cuna, por ende, dos hombres juntos eran algo desagradable y una aberración. Sentí asco por mí mismo y mis ideas retorcidas, entonces llegue a un punto sin retorno.

En tan solo un mes, mi vida cambio radicalmente. Gabriela —mi primera esposa— lo noto pero nunca dijo nada, creyó que era su imaginación, lo sé porque es lo último que escribió en su diario, junto a palabras de arrepentimiento por engañarme… esperaba un hijo de aquel hombre que iba con ella en el auto. Venía a pedirme el divorcio, incluso rogaba que todo fuera bien, que no la odiara y que en un futuro pudiera perdonarla por lo que me hacía.

Es irónico todo eso. Ella siempre fue consciente de mi anhelo por ser padre, pero nunca quiso concederme la paternidad y con los años deje de insistir, la amaba tanto que no la iba a obligar a hacer algo que no quería, entonces me entero que esperaba un hijo de otro. Fue una tragedia…

Suspire y baje del auto para adentrarme a casa. Es veinticinco de diciembre y hasta hace unos minutos seguía trabajando… así que no me sorprende encontrarme a Ingrid esperándome en la sala, sus ojos azules están rojos y ligeramente hinchados a causa del llanto. Mantiene sus brazos alrededor de su cintura mientras me mira con enfado y reproche por no haber llegado a casa desde hace tres días.

—¿Dónde estabas? Ni siquiera llegaste a la cena de anoche con mis padres… ¿tienes idea de lo preocupada que estaba? Te llame al celular y nunca contestaste.

—Trabajando —respondí con cansancio, quitándome el abrigo.

—¿Trabajando? ¿Es todo lo que dirás?

—Sí.

—No te entiendo —comenzó a hipar—, desde hace meses te desapareces los fines de semana. Ya no estás en casa, ya no me tocas… ¿es por alguien, verdad?

Sujete el puente de mi nariz entre mis dedos, dejándome caer en el sofá. Justamente hoy, me siento más cansado que de costumbre, estoy arto de todo, sólo quiero estar con él, abrazarlo y decirle que me perdone, que fui un idiota. Y es que en este momento, ya no me importa perder mi orgullo si es por él.

—Ingrid…

—¡Merezco saberlo!

—Sí, ¿de acuerdo? —Levante el rostro, observando atentamente como las lágrimas empapaban sus mejillas—. Me enamore de alguien más.

—Mientes… —balbuceó incrédula—. ¡Mientes!

 —No tengo porque mentirte.

Estaba arto de todo, no tenía ganas de discutir, ni de enfrascarme en un debate con ella sobre si miento o no. Tampoco quería darle más explicaciones ni confirmárselo cientos de veces cuando sabía la verdad, creo que siempre lo supo, incluso antes que yo, así que todo lo que diga será en vano.

—¿Quién es ella? —cuestionó en cuanto entre a la habitación.

—No es ella, es él…

Todo lo que siguió después fue una serie de gritos inentendibles, anunciando lo maldito y bastardo que soy, junto a lo desagradable que era engañarla con un hombre. No es que me importen sus gritos, de hecho no me importa en lo absoluto lo que piense. Mi mente divaga en las veces que estuve con Gabriel y en lo tonto que fui siempre… reconozco que en un principio me sentaba bien el acostarme con él, obligándome a creer que era mi difunta esposa, era como fingir que nada había pasado, que no había muerto y que nunca me engaño. Ella estaba en su mirada, sólo eso pensaba. Su similitud hacía todo más fácil, pero al final era presa de un sentimentalismo inútil que termino complicando la situación, luego se hizo costumbre sentir su piel y su calor.

En algún punto de toda esta locura, comprendí que mi cuerpo sólo lo anhelaba a él, sólo deseaba sentir a Gabriel y eso fue la gota que derramo el vaso de mi cordura. Bebí hasta perder la conciencia en más de una ocasión para intentar olvidarlo, quise alejarlo de mi vida, pero cada vez era más difícil y cuando finalmente lo consigo, comprendo que es un maldito error, uno que quiero deshacer a toda costa.

•••

Cuarenta días después del incidente con Gabriel, reconozco abiertamente que mi puta vida es un caos, una falacia y una maldita tortura. Ingrid me pidió el divorcio y hace un mes, termino de llevarse sus cosas de la casa que compartimos durante un año, tengo una nueva asistente, una mujer patosa y eficaz que ha sabido sobrellevar el puesto y mi humor.

Laboralmente nada ha cambiado, pero yo siento desmoronarme lentamente al saber que lo he perdido. Trate de llamarlo una infinidad de veces, incluso fui a su casa, sólo para darme cuenta que ya no vivía ahí, de la nada perdí todo contacto con él, y ayer… justamente ayer lo vi. Detuve el auto y me baje como loco, dispuesto a correr y abrazarlo, pero entonces sucedió, alguien lo estrecho entre sus brazos y le robo un inocente beso en los labios.

Espere su reacción, la misma que resquebrajo mi mascara de frialdad, viendo aquella mirada teñida de un cariño inmenso, junto con una sonrisa tímida que me quito el aliento. Gabriel siempre creyó que era alguien egoísta y frio, probablemente tenga razón, pero al verlo comprendí que debía dejarlo ser feliz y que alejarme era lo mejor para él… sin embargo, mi lado posesivo me gritaba que corriera hacia él, que lo alejara de aquel hombre y volviera a decirle cuanto lo amo, cuanto me arrepiento y cuanto deseo que vuelva conmigo.

Al final, di media vuelta y entre al auto… quiero creer que fue lo mejor. No lo sé… solo el tiempo lo dirá.

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Fin

Notas finales:

Gracias por leer, de todo kokoro espero que les gustara ♥ ~ realmente me hacía muy feliz saber que alguien leía esto y se animaba a comentar. Yo me despido por lo pronto y les invito a leer mis demás locuras ♥♥♥

 

Haruka Eastwood


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).