Capítulo 12 "El Silencio Predomina"
Padre e hijo caminaban en absoluto silencio. Cada uno estaba inmerso en sus propios pensamientos. Con ayuda de un traslador llegaron a la mansión Malfoy... a lo mejor era posible que Draco no regresara a Hogwharts por un tiempo.
-Draco- dijo su padre lleno de ira una vez cerrada la puerta del despacho.
-Padre- dijo Draco con algo de temor en su voz.
-¡Crucius!- dijo Lucius manteniendo el hechizo.
Draco creía que sus huesos se romperían y sus piernas no se moverían jamás. Era tanto el dolor que cuando el hechizo hubo terminado quedó tirado sobre la alfombra, sin poder moverse.
-Recuerda muy bien esto Draco, es la única vez que te lo diré... un Malfoy no necesita de un corazón y la próxima vez que me entere que andas con el mestizo de Potter, yo mismo te mataré... no traiciones a tu sangre- dice saliendo de la habitación.
-Tú jamás lo entenderías padre- dijo y cerró sus ojos.
No sabe cuánto tiempo permaneció dormido, inconsciente... probablemente, lo suficiente, para despertar y encontrarse en su piesa de slytherin.
Se intentó levantar, pero su cuerpo dolía a montón... ahora tenía miedo, sacó la cajita negra de la túnica, era una medalla de un sol de oro con una piedra verde esmeralda en el centro, creo que la luna quedará opaca nuevamente, esto ya no tiene sentido.
CLASE DE HISTORIA DE LA MAGIA
Como pudo, Harry terminó el pergamino sobre los fundadores de Hogwarths, estaba aburrido y a cada rato veía en banco vacío donde se sentaba Draco.
-Estás muy preocupado por Malfoy- le dice Herm.
-Son imaginaciones tuyas.
Ron lo miraba con una aura asesina- ¿por qué rayos el hurón?
-¿Qué le habrá pasado a Draco?- pensaba Harry.
Blaize reía divertido ante la escena, ese Ron se las traía, ¿qué pasaría si lo pusiera a prueba?, ya estaba pensando en un plan muy malvado para comprobar hasta dónde podría llegar accionando el botón de "CELOS".
Ahora jóvenes estudiantes, para la próxima semana, quiero un pergamino sobre alguna novela muggle que hayan leído y les haya gustado por su temática, protagonista, etc- cerrando el libro- la clase ha terminado.
-Harry, vamos a tomar un jugo- le dijo Hermione.
-No tengo sed.
-Tan preocupado estás por Malfoy que no tienes sed.
-No, sólo estoy pensando en la tarea.
-Pensando en ya-sabes-quien.
-Nos vemos- dice Harry y se fue corriendo por un pasillo.
-Otra vez se escapó, tendré que hacer algunas "travesuras" para que me diga algunas verdades, ya verás Harry- salió caminando muy tranquilamente por un pasillo.
-Weasly, alto- dice Zabini, pero Ron no se detiene.
-Andate al diablo Zabini, no molestes- siguió su camino.
-Perfecto, buscaré a alguien que quiera estar conmigo- dice alto y claro para que el pelirrojo lo escuchara.
Ron escuchó aunque quiso hacerse el sordo, pero le molestó, muy en el fondo, así que lo siguió.
Zabini, conciente de que lo seguían, agarró a una chica de Ravenclaw y la arrinconó a la pared.
-¡Suéltame!- gritó la chica asustada.
-No te haré daño- le susurró al oído.
-Anda a molestar a otra, serpiente- le contestó.
-Este es tu día de suerte pequeña- le dio un beso en el cuello.
-Eres un maldito desgraciado- le acarició la mejilla.
-Al igual que tú preciosa- la besa.
Ron se queda de una pieza al ver la escena, era bizarra y a la vez inaceptable y como si le hubieran puesto alcohol a la herida los apartó de un tirón, sorprendiéndose de su actitud.
Blaize, satisfecho por el resultado de su plan, sonrió triunfante. Esa comadreja sentía algo por él, yahoo!!... eso es de plebeyos... tanta compañía del pobretón lo estaba afectando, más de algún sentido cabe mencionar.
La chica en cuestión aprovechó ese instante para salir corriendo por el pasillo y dejar a los dos chicos solos.
-Tú lo planeaste todo.
-Ahora te diste cuenta, qué lento.
-No te atrevas a encender la mecha, que puede provocar un incendio.
-huy, que miedo, no me asusta, me excita.
-No estoy de humor para tus "jueguitos"- comienza a caminar y el moreno lo toma por sopresa del brazo y lo estampa en la pared.
-Hoy haces lo que yo te pida.
-No, estás loco- intenta zafarse.
-Lo que yo diga- siseó y lo besó.
Nadie lo tenía amarrado o con arma de fuego en el cuello para besarlo... se estaba acostumbrando a esa serpiente venenosa y traicionera, eso le costaba admitir... cada vez Harry estaba más lejos de él y Zabini más cerca de él... eso es en lo único que podía pensar.
continuará...