Capítulo 7
Solamente no me sueltes
Algo tan irracional como los celos, nunca espero sentirlos, estaba acostumbrado a ver al pelirrojo con alguien, con Debrah, con Lysandro… Siempre era igual, así que no, los celos no eran algo que esperará sentir jamás, sin embargo, salir al patio y ver a Castiel tan cercano al peliblanco después de sólo unos minutos de su supuesta declaración lo destrozó, lo hizo sentirse molesto y dolido, casi traicionado a pesar de que ellos no eran nada formal, ni siquiera eran amigos reales, sólo tenían una tregua.
El peliblanco pareció notarlo por qué le dijo algo al pelirrojo que abrió los ojos y lo miró fijamente unos segundos, no podía seguir ahí, se sentía un poco patético para ese punto, se refugió en la biblioteca, un lugar donde podía sentirse seguro, seguramente el otro no lo buscaría parecía muy cómodo, ¿por qué se molestaría en ir tras él? Lástima… Lástima era la única palabra en la que podía pensar, sentía lástima por él, incluso si lo buscaba solo sería por eso.
Una mano lo sacó de sus cavilaciones encontrándose con el dueño de sus pensamientos en aquel momento, frunció el ceño y se apartó de él, o eso intento, fue rápidamente retenido y arrastrado al sótano sin contemplaciones, no quería seguir con ese juego, estaba harto de que nada fuera para él, él solo obtenía las sobras… La lástima o directamente nada… Nadie lo veía a él, veían su posición como delegado, sus buenas calificaciones, su dinero… Pero ¿a quién le importaba Nathaniel realmente?
No supo por qué pero termino explotando frente a él, tal vez necesitaba gritárselo a alguien, lo siguiente que supo era que estaba entre los brazos del pelirrojo el cuál susurraba algunas palabras y le explicaba su relación con Lysandro, Castiel a su manera lo estaba consolando, no supo que más hacer, solo se aferró a él, no quería que lo soltará… Quería sentirse querido… Valioso… Y, aunque sonará contradictorio, quería que fuese el pelirrojo quien le provocará aquellos sentimientos.
Se fue calmando poco a poco, escuchó las últimas palabras del otro y se sonrojo muy ligeramente, ni siquiera en esa situación el pelirrojo podía ponerse serio, aunque en parte sabía que tenía razón, sin la presencia ajena y su amenaza de armar un alboroto si veía más golpes probablemente realmente acabaría muerto.
-Castiel…- susurro apartándose despacio finalmente para verlo mejor, el otro hizo un gesto para callarlo
-Lo pilló perfectamente, nadie puede saber nada y blah, blah, blah…- lo vio encogerse de hombros –No soy tan estúpido delegado y tampoco hay que ser un genio para saber lo que te harían…- suspiro ante eso agradeciendo un poco que el pelirrojo fuera menos cabeza dura de lo que parecía –Pero aquí no hay nadie…- a esas palabras les siguió la presión de los labios ajenos sobre los suyos, un contacto rápido, que termino tan rápido como había iniciado –Nos vemos más tarde delegado idiota…- se quedó dónde estaba sin poder articular una palabra, sentía su rostro arder mientras el pelirrojo se iba tan campante
Se quedó ahí parado como un imbécil hasta que el timbre de entrada sonó, se sorprendió por eso, no esperaba haberse quedado tanto ahí, tomó sus cosas y salió corriendo al aula de historia, aunque aún no estaba seguro de que eran él y Castiel… Lo que había pasado… ¿Los volvía una pareja? No quería que nadie lo supiera pero tampoco era como que quisiera tener una relación “abierta”, se sonrojo por sus pensamientos sin poder evitarlo, el profesor seguía hablando y él no tenía idea de que, cerró los ojos un segundo, trato de prestar atención, nada ganaba de atormentarse de ese modo.
Se sorprendió a sí mismo vigilando al pelirrojo de vez en cuando, tan normal como siempre, sin siquiera molestarse en mirar a los profesores, simplemente observando por la ventana y hablando a susurros con Lysandro, eso aún lo ofuscaba, sabía que eran amigos pero era una sensación superior a él, estaba en eso cuando Melody lo llamo suave por su nombre.
-¿Qué pasa Melody?- le dedico una de sus suaves sonrisas habituales a pesar de no estar de ánimos para eso
-Te preguntaba si… ¿si querías hacer el trabajo de historia conmigo?- parpadeo un par de veces dudando, al parecer se había perdido más de lo que creyó
-Claro…- susurro –Por mi encantado Melody… Sólo que lo tendríamos que hacer en los recesos…- no quería llevar a la chica a su casa y dudaba de poder ir a la de ella, la vio simplemente sonreír y asentir suavemente -¿Podemos iniciar mañana? Hoy tengo planes…-
-D-de acuerdo…- la chica parecía un poco decepcionada, sonó el timbre y él tomo su mochila para salir rápidamente del aula para dejar sus cosas en el casillero, no había mentido tenía que organizar lo que había dejado pendiente el día anterior.
Fue a revisar sus papeles y revisar las notas de lo que tenía pendiente aún, suspiro, tenía demasiadas cosas por hacer… Se dejó caer en la silla además de todo lo pendiente estaba distraído, incapaz de concentrarse, se acostó sobre el escritorio cerrando los ojos un segundo, tenía que cumplir sus obligaciones, se enderezó finalmente y empezó con él papeleo, se volcó en eso, haciendo su mejor esfuerzo por no distraerse
-Delegado idiota- alzó la mirada después de casi caer de la silla, no lo había oído entrar
-Castiel ¿Qué haces aquí?- dejo lo que estaba haciendo un momento
-Dos cosas- lo vio alzar dos dedos –Número uno… Que mires fijamente a Lysandro 3 horas seguidas no lo va a desaparecer o eliminar….- sintió los colores subirle al rostro –Y número dos… ¿con quién harás el trabajo de historia?- lo miro un momento
-Melody…- por un segundo vio el fantasma de los celos cruzar por la mirada ajena, pero fue tan rápido que creyó haberlo imaginado, claro, hasta que el pelirrojo abrió la boca
-¿y tienes cara para quejarte de Lysandro?- estaba malhumorado a todas luces
-¿Perdón?- aquella frase dicha en ese tono no le hacía sentido
-Por favor Nathaniel, la cría esa babea por ti- el pelirrojo se rascó la nuca –Al menos yo tengo la certeza de que Lys nunca buscaría algo más conmigo- lo vio cruzarse de brazos con mala cara
-¿Estas celoso?- no pudo evitar esbozar una sonrisa divertida, nunca creyó llegar a ver el día… Descontando la ocasión de Debrah, en que el pelirrojo estuviera celoso…
-Eso quisieras…- murmuro el contrario aún con cara de pocos amigos –Tendré que emparejarme con Lys…- por el tono en el que lo dijo y el diminutivo, parecía querer picarlo
-Ya le dije que sí Castiel…- se frotó el puente de la nariz, no caería en el juego
-De acuerdo, de acuerdo- el pelirrojo movió una mano como desestimando eso –Sólo dile a esa niña que se ande con cuidado, nadie toca lo que es mío…- ¿En qué momento el otro se había acercado tanto? –Y sale bien parado…- lo estaba besando… Lo estaba besando una vez más, un beso completamente distinto al de aquella mañana, esta vez era más intenso y demandante, cuando el otro se separó por falta de aire, él estaba jadeando un poco.
-C-Castiel…- necesitaba preguntar… preguntar directamente -¿Q-Qué somos…?- necesitaba sacar esa duda de su pecho, lo vio bufar divertido
-¿Vas a presentar tu candidatura para ser mi novio?- lo vio sonreír con autosuficiencia, estaba a punto de replicar cuando el pelirrojo volvió a hablar –No lo sé… Una pareja supongo…- Castiel estaba sonrojado muy ligeramente –Aunque haya que quedarse callados- por un momento deseo que su situación fuera distinta, ser alguien más
-Gracias Castiel…- susurro dedicándole una sonrisa sincera ladeando el rostro, mientras estuviera a su lado… Mientras no lo soltará… Nada podía salir mal…