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EL DESEO DEL CORAZON por rynu

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Notas del capitulo:

Holaaaa........... Despues de tanto tiempo volvi con un nuevo capitlo...., mejor me disculpo al final... Disfrutar del capitulo nuevo :)

Finalmente el fin de semana llegó. 

Harry se encontraba en su cuarto preparando el equipaje que se llevaría para pasar ese fin de semana junto a su padre, Sirius y sus abuelos.

El pobre azabache apenas pudo dormir debido a la emoción.

Tenía muchas ganas de conocer a lo que se suponía que serían sus abuelos en este mundo.

-¿Harry estás listo?- Preguntó Sirius con una sonrisa típica suya mientras pasaba su brazo por los hombros del ojiverde.

Al pobre azabache casi se le sale el corazón ante tal proximidad del animago.

-¡S-Sirius! Por favor no me des estos sustos- Dijo Harry nervioso y con las mejillas levemente sonrojadas.

-Jajajaja lo siento, lo siento, te esperare en la sala común con James, nos vemos ahora- Se despidió momentáneamente Sirius mientras abandonaba los dormitorios.

Harry suspiró aliviado cuando pensó que estaba solo, pero se equivocó cuando otra voz salió de la nada.

-Te ves tenso Harry- Susurro la voz de Remus detrás de él.

Harry dio un pequeño brinco y un grito por el susto.

-¡Remus!- Exclamó por la sorpresa- Por favor dejar de darme esos sustos- Contestó Harry con un suspiro cansado.

Remus le dedicó una sonrisa de disculpa, mientras miraba fijamente a Harry de forma pensativa.

-¿Que ocurre Remus?- Pregunto el azabache al verlo en su pose pensativa.

-Umm nada, solo que te veo demasiado nervioso y tenso ¿Acaso es porque vas a conocer a tus abuelos?- Le preguntó de forma comprensiva.

El azabache asintió nervioso, pero al hombre lobo no se le escapaba nada de sus ojos color miel y sabía que había algo más, y tenía una gran sospecha de la causa.

-Umm ¿Y seguro que no es algo más?- Preguntó con una sonrisa juguetona.

-C-Claro que solo es eso Remus- Contestó de forma indecisa, sin mirar a los orbes del lobo- ¿Que otra cosa podría pasar?- Le contestó de forma despreocupada, mientras terminaba de preparar sus cosas.

Remus no dijo nada más, por el momento dejaría el asunto ahí, pero más adelante se adentraría más en aquel asunto.

-Bueno Harry no te molesto mas, tengo que hacer cosas hoy, nos vemos el domingo por la noche- Se despidió Remus, mientras le decía adiós con la mano.

-Que te vaya bien Remus- Le deseo el joven mago a su amigo con una sonrisa sincera.

Una vez el oji dorado se marchó de la habitación, termino de hacer su equipaje y bajo a la sala común donde lo esperaban James y Sirius, sentados en sofá delante de la chimenea, mientras hablaban animadamente.

El primero que sintió su presencia fue James, que se levantó de un brinco y fue hasta el chico con una amplia sonrisa.

-¡Harry! Veo que ya estas listo ¿Nos vamos entonces?- Preguntó para asegurarse que los dos estaban listos.

Sirius y Harry asintieron con la cabeza y una sonrisa, una más abierta que otra.

-De acuerdo entonces ¡Hogsmeade nos espera!- Exclamó entusiasmado James, mientras alzaba un brazo hacia arriba en señal de victoria.

Y así los tres se pusieron rumbo a la ciudad donde los padres de James los estaban esperando....

Mientras con Draco...

El joven mago rubio dio una vuelta en su cama incomodo al ver que ya estaba despierto ya que el quería seguir durmiendo.

Varios minutos más rodando por la cama, terminó suspirando de resignación, al ver que ya no podía seguir durmiendo y se levantó de la cama.

Fue hacia al baño y se aseo hasta estar perfectamente vestido, a pesar de todo lo que había pasado no iba a dejar de ser alguien con estilo y vestirse de mala manera, aunque su cabello ya no lo llevaba como antes, ahora lo descuidaba un poco, dándole un aspecto sexy y muy juvenil.

Cuando termino de estar preparado salió de los dormitorios y se fue en dirección al gran comedor.

No era ni demasiado temprano ni demasiado tarde, era una hora perfecta para desayunar, pero aun así no había mucha gente, ya que al ser fin de semana los alumnos los aprovechaban para irse con sus familiares o quedarse a dormir hasta tarde.

Draco miró a su alrededor, mientras mordía una tostada con mantequilla. Había algunos profesores presentes, como por Mcgonagall, y el propio director.

Se sorprendió un poco al ver que el profesor de defensa no se encontraba presente.

Draco involuntariamente sintió un escalofrío, y es que a saber que no era el Tom Riddle de su mundo aun así no podía desconfiar algo, ya que paso mucho miedo en aquel tiempo.

También vio algunos alumnos en las que él reconocía perfectamente.

Remus Lupin, Severus, su padre, el amigo pequeño del padre de Harry..., entre otros.

Se encontraba comiendo su desayuno pacíficamente cuando de repente alguien susurró en su oído repentinamente.

-Hola- Susurro de forma divertida Regulus en el oído del rubio, lo cual provocó que este saltara de su asiento por el susto y dejara caer cómicamente su tostada.

-¡Black! ¡Me has dado un gran susto! Al parecer los genes están conectados después de todo- Comentó algo molesto Draco en referencia al padrino de Harry.

Regulus hizo una mueca al ser comparado con su hermano mayor, además de que Draco lo llamo Black en cuenta de su nombre de pila.

-Venga Draco no me llames por mi apellido, dime Regulus, o mejor dicho, Reg.- Le pidió el pelinegro con un tono de voz coqueto que no pasó desapercibido por el dragón, el cual se sonrojo bastante.

-R-Regulus por favor detente, la gente está observándonos- Dijo Draco nervioso y con las mejillas muy coloradas.

Regulus sonrió aún más ampliamente al ver aquel sonrojo en el rubio.

"Adorable" Pensó el hermano menor de Sirius. 

-Te acuerdas de nuestra cita de hoy ¿Verdad? Después de la hora de comer esperaré con impaciencia en que nos reunamos- Le susurró de nuevo en el oído, mientras le guiñaba el ojo coqueto.

El rubio menor al sentir aquella suave voz en su oído, le provocó un gran escalofrío por todo su cuerpo y otro gran sonrojo en su cara, que no pasó desapercibido para ciertas personas detallistas.

-C-Claro que me acuerdo- Contestó el Hufflepuff con nerviosismo, pero luego carraspeó un poco para tener mayor seguridad al hablar- Nos vemos a las cuatro en el lago.

-Perfecto, hasta esta tarde entonces dragón- Y con otro guiño de ojo, se alejó de un avergonzado Draco...

El rubio todo nervioso aun pensaba cómo había llegado a esa situación, desde el primer día que llegaron, el se sintió atraído por aquella misteriosa persona, y al parecer a él le sucedió lo mismo, porque anteayer cuando se dirigía a una de sus nuevas clases, el azabache le detuvo y así de la nada le pidió una cita. El no pudo negarse, ya que al cabo de los días, esa atracción se hizo más fuerte, hasta al punto de provocar en el, emociones que nunca había experimentado con otras personas, por varias parejas que haya tenido anteriormente.

Mientras en la mesa de Slytherin...

Un azabache miraba con burla aquella escena. En cuanto viera a Regulus en la sala común se lo echaría en cara, ya que había negado con intensidad aquella atracción por el menor de los Malfoys.

Mientras que Lucius, rechinaba los dientes y miraba con un aura maligna, a su amigo azabache, el como le coqueteaba a Draco.

-Maldito Black, tenía que ser hermano del de Gryffindor, lo maldeciré en cuanto lo vea, ¿Como se atreve a coquetear con mi hijo delante de mis narices?- Siseo con rencor contenido. 

-¿Ahora te das cuenta de aquello Lucius?- Le hablo Snape con una media sonrisa- Desde que vino tu hijo el se sintió atraído por Draco, aunque intentaba negarlo- Bufó divertido el pocionista.

-Pues no lo permitiré, ni de broma dejaré que mi hijo esté con ese Black- Amenazó por lo bajo el rubio mayor mientras terminaba de comer su desayuno con desgana. Severus clavó su mirada en él, pero no dijo nada y continuó también con su desayuno.

-"Tendré que comentarle de esto a esa persona que puede cambiar su decisión"- Pensó con seriedad el de los orbes negros. Porque intuía lo que sucedería si él se interponía en aquella relación que estaba floreciendo. Draco le odiaría y Regulus dejaría de hablarle, además de un posible enfrentamiento mágico, si Black se enfurece de verdad, si eso sucedería, ambos saldrían heridos. No, aquello no podía suceder, y si para ello tenía que hablar con ese sujeto, lo haría.

De vuelta con Harry y los demás...

Los tres chicos iban por las calles de Hogsmeade, charlando tranquilamente, mientras observaban los escaparates de aquel pueblo.

Repentinamente James se detuvo y miro la hora en su reloj de pulsera. Los otros dos también se detuvieron para observar al azabache mayor.

 -Aún queda una hora para que vengan mis padres a las tres escobas, así que ¿Que queréis hacer mientras vienen?- Pregunto, aunque la pregunta iba más dirigida a Harry que a su amigo.

-¡Yo quiero ir a Zonco!- Exclamó Sirius entusiasmado, necesitaba varios artículos para gastar  bromas y allí tenían las necesarias para hacerlas.

-¿Y tu Harry?- Le preguntó James con una sonrisa tierna.

-Umm... por mi esta bien ir allí- Aceptó la propuesta de Sirius con una sonrisa tímida.

Una vez se pusieron de acuerdo para donde ir empezaron a caminar hasta allí. Los tres se divirtieron mucho en aquel rato que paso.

finalmente cuando ya solo quedaban unos diez minutos para el encuentro con los padres de James, decidieron ir por fin a la taberna de las tres escobas. Los tres se sentaron en una mesa cercana a la entrada, ya que así seria mas fácil de que los abuelos de Harry pudieran localizarlos.

Cuando la camarera se acerco a su mesa para preguntarles que era lo que deseaban tomar, los tres pidieron simplemente una cerveza de mantequilla. 

A unos minutos del encuentro con sus abuelos,y con las bebidas ya en la mesa, Harry se sentia completamente nervioso, lo cual no paso desapercibido para ninguno de sus dos acompañantes.

-Tranquilízate Harry, mama Dorea es una persona encantadora, en cuanto sepas que eres su nieto te adorara y consentirá por completo- Le animo Sirius con una dulce sonrisa, nada que ver con las coquetas que usaba para conquistar.

-Gracias Sirius- Le agradeció sinceramente, mientras le devolvía la misma sonrisa, por lo cual James sintió por unos segundos los instintos de matar a su amigo, pero no comprendía aun el motivo de aquello.

 Finalmente después de esos angustiosos minutos entraron por la puerta los padres de Cornamenta, que al ver a su hijo le sonrieron con cariño, mientras se acercaban a su mesa. 

Sirius se levanto de golpe, y fue corriendo a abrazar a la madre de su amigo a la cual la consideraba como una madre, mientras que Harry se tensaba en su sitio, pero por el rabillo en el ojo derecho pudo fijarse en el físico de aquellas dos personas;

El hombre tendría alrededor de los 40 y pico, de una altura aproximadamente los 1,80, ojos castaños y pelo azabache, igual de rebelde que el suyo o el de su padre, pero a diferencia de su padre y el mismo, su abuelo no llevaba gafas, por lo cual no había heredado aquella horrible falta de visión, en la mente del menor habría deseado también no heredar aquella falta de visión. Volviendo a la descripción de su abuelo, era casi idéntico a James pero con facciones maduras, junto con un carácter afable y amistoso, lo cual dedujo Harry, el era un hombre que le permitía todo a su hijo a escondidas de la madre, y que se reía también de las travesuras de su hijo.

En cuanto a su abuela, poseía unos preciosos ojos grises, una cabellera ondulada roja, era de una estatura aproximadamente de 1,60, quizás algo mas, y se dejaba ver en su rostro su personalidad cariñosa, amable y protectora que era. También podía sentir que ella era la que llevaba las riendas de la casa, y que si su padre o abuelo hacían alguna de las suyas podrían tener un gran sermón durante horas y amenazas lo bastante amenazantes, para que ambos obedecieran a la mujer rápidamente.

Mientas James saludaba a su padre, Sirius hablaba con la mujer pelirroja.

-Sirius querido ¿Como has estado?- Le pregunto afable la mujer, después de que terminara de abrazar al chico. 

Sirius le dedico una gran sonrisa.

-Muy bien mama Dorea, la semana como siempre ha estado lleno de los odiosos deberes y explicaciones aburridas por parte de los profesores, pero por lo demás a sido una semana divertida, ya que hemos gast...- Pero Sirius no pudo acabar la frase, ya que James le miro horrorizado, dejandole en claro con la mirada que no dijera una palabra mas. 

Charles se rió suavemente, mientras que Dorea miraba sospechosamente a su hijo con el ceño fruncido.

James para escaquearse de la mirada de su madre, decidió cambiar el rumbo de la conversación  a algo que le interesaba y olvidaría el desliz que casi cometía su amigo.

-Mama, papa, el es Harry, de quien os hable por carta la otra vez- Les comento con una sonrisa dulce, mientras señalaba al azabache, el cual se había tensado al sentir las miradas que le dirigían.

Los dos adultos se voltearon a mirar en la dirección que les señalaba su hijo, y cuando estos vieron a Harry abrieron los ojos como platos, sobre todo la mujer.

James desde su posición le indico a Harry que se levantara para que pudieran presentarse, este ultimo con indecisión y nerviosismo, se levanto y se puso en frente de aquellas dos personas que tantas ansias tenia por conocer.

Antes de que Harry pudiera decir cualquier palabra, la mujer se abalanzo sobre el azabache y lo estrujo en un gran abrazo, lleno de emoción y amor.

-James nos puso al corriente anteayer sobre tu existencia por carta, estoy muy feliz por tener un nieto tan guapo como tu, eres identifico a Charles y James, excepto por los preciosos ojos esmeraldas- Comento emocionada Dorea, mientras se alejaba un poco del chico, con lagrimas cayéndole por el rostro, para observarlo detenidamente.

-Y-Yo también quería conoceros desde hace tiempo, esto... mama de James- Comento cohibido el oji esmeralda, sin saber como llamar a su abuela.

-Llámame abuela Harry, yo te considero como nieto legitimo, y me da igual todo lo demás- Le hablo con ternura, pero con decisión, mientras lo volvía a abrazar.

-¡YO, YO!- exclamo Charles con una mano alzada y una gran sonrisa- A mi me puedes llamar abu, abuelo, abuelito, como mas te guste de los tres- Exclamo emocionado, mientras iba ahora a abrazar a su recién descubierto nieto de otra dimensión.

Harry no pudo evitarlo y derramo varias lagrimas por pura felicidad, y sin poder contenerse se lanzo a abrazar a sus dos abuelos, mientras asentía con la cabeza.

James y Sirius tenían resplandecientes sonrisas en sus rostros ante la felicidad del azabache.

-Bueno- Empezó a comentar Charles, mientras se separaban del abrazo- ¿Que tal si vamos a nuestra casa para que la conozcas y nos pones al día de ti adorable nieto?- Propuso el mayor con una amplia sonrisa, a lo que el mago menor se ruborizo por el apodo, y los dos merodeadores se reían a escondidas de el muy divertidos.

-Creo que es una gran idea querido- Acepto su esposa, mientras le daba un beso en su mejilla. James hizo una mueca ante tal escena.

-Buaj, por favor mama controla tus hormonas- Le comento asqueado su hijo, al ver esa escena entre sus padres.

-¡JAMES!- Le grito enfadada su madre ante tal grosero comentario- Compórtate, o juro que en verano te quedas sin jugar al Quidditch y sin escoba- Le amenazo con voz siseante, lo que provoco que este la mirara horrorizado ante tal expectativa.

-¡NO! ¡LO LAMENTO, NO VOLVERÉ A DECIR ESAS COSAS!- Dijo rápidamente desesperado, a lo que esta vez fue el turno de reírse a escondidas, Sirius, Harry y Charles, del pobre James, que aun seguía suplicando a su madre, como cachorrito abandonado.

Notas finales:

Emmm, lo se, no tengo excusa por tardarme tanto,   así que tenéis todo el derecho de matarme, dejarme amenazas o insultarme :( La verdad se me fue la inspiración con este ficc hace bastante tiempo y por eso no lo continué antes, y a pesar de que es un capitulo mas corto que los demas, considero que es mejor esto que no publicar nada, por ello, espero que os haya gustado de igual manera. Un besito, Mil besos y disculpas, os amo :)

 

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