Se sentía en paz y completa tranquilidad, sin dolor ni nada que le incomodara, ¿Cuánto había pasado?, no estaba seguro pero todo sentimiento desagradable por fin se había esfumado, sentía una cálidas manos acariciando su cabello y reconfortándole como cuando era un niño y se sentía perdido o abrumado y Frigga su madre le acurrucaba en sus brazos y le decía que todo iba a estar bien
-¿Por qué soy yo quien debe de despertarte siempre?- aquello más que una burla parecía un reclamo con tintes de drama, y sonrió ante ello
-por qué solo tú sabes que decir para traerle de vuelta con nosotros- la estruendosa voz que escucho le hiso abrir los ojos para concentrar su mirada en su padre y luego en ella su madre, su adorada madre, cerró los ojos solo un poco más para disfrutar de su entorno cuando unas toscas manos tomaron las propias
-yo… lo siento tanto- y por fin se incorporó para verle frente a si y su primer impulso fue borrado por la ternura de contemplarle como a un niño pequeño, perdido y desamparado, sus brazos le rodearon con cariño –no me odies… por favor- rogo a sabiendas que no merecía su perdón ni el estar cercas
-no te odio…- susurro en su oído-jamás podría te amé tanto… con todo mi ser y corazón e incluso mientras me destruías tenia fe en que algún día mi corazón tocara el tuyo- los brazos del mayor se aferraron al frágil cuerpo de su hermano, amante y amor
-tú eras mi corazón- sollozo el mayor de los dos
-y tu mi muy tonto hermano- sonrió viéndole a los ojos, no haya nada lo había abandonado, rencor, odio, dolor todo se había eliminado, eran familia una que seguiría unida a pesar de ya no verse
-yo te robe tanto, que solo tengo una forma de compensarte mi amado Loki- se separó para ir hacia sus padres, tomando la mano de su madre que veía con tristeza a sus hijos
-estaremos junto para siempre mi niño- sonrió Frigga despidiéndose y dejando a un moreno destanteado
-esa hora Loki- le levantó Odín para envolverlo con una luz dorada
-¿Qué haces?- cuestiono al ver que la luz salía de Thor
-tu hermano… mi muy tonto hijo te regresara lo último que te arrebato y nosotros lo aprobamos como dioses antiguos- Thor asintió y Loki sintió una opresión en su pecho, mientras observaba a cada dios que había reinado Asgard y los nueve reinos, miro a sus padres biológicos, cada Rey y Reina despidiéndole deseándole buenos auspicios y una vida digna de recordar como la de ellos o incluso mejor
-no por favor no me quiero ir… por fin estamos juntos como una familia no me dejen- sus ojos miraron a sus padres y Thor
-no te dejamos mi amor… solo te damos tiempo para que marques la historia y luego regreses con nosotros- le sonrió Thor lanzándole un beso, la luz se intensifico segando a Loki quien se cubrió con una mano para no quedar siego, cuando todo aquello se disparó miro a su alrededor y jamás sintió tanta tristeza y alegría entremezcladas ni mucho menos se sintió feliz de respirar el ambiente contaminado de las calles de Nueva York a hora pico.
Prologo
Un año había transcurrido desde aquella tarde donde Loki Laufeyson muriera, Magni asedio al trono de Asgard como la última orden no verbal que había dado su padre Thor antes de fallecer, sus funerales fueron dignos de dos reyes aunque una barcaza fuera vacía rellena de flores, las flores favoritas de su amado, el reino vistió de luto por su rey pero Magni vistió de luto por su amor perdido e hijo muerto, su semblante había madurado y sus decisiones siempre eran consultadas con sus ministros y gente allegada, Narfi y Valí se retiraron con sus esposas e hijos lejos de aquel reino al que jamad debieron de haber vuelto, sus corazones destruidos por la pérdida de su ando padre el cual se iba recuperando lentamente sin saber que el de su nuevo rey se había estancado en esa perdida.
Reinaba con sabiduría y paciencia mas sino embargo el amor que alguna vez profeso por aquellas tierras y pueblo murió aquel día, entre sus brazos no consiga la vida sin su amado sus noches eran de insomnio y mañanas ocupadas, sus hermanas intentaban ser un apoyo, Astrid quien conociera la historia atravesó de Eyra, y esta última quien esperaba un último milagro para con su reino y sobre todo su amado hermano el cual sufría con cada bocanada de aire que le continuaba atando a esa vida que sentía no le pertenecía.
Y ese día no sería diferente, su mañana ocupada y tardes de reuniones, aunque parecía que el ambiente estaba cargado con una felicidad que no le alcanzaba, las flores en los pasillos, lazos en las columnas y por un minuto se preguntó si estaban de fiesta, sus cabeza negó, no había fiestas ni banquetes ya no, sus pasos resonaban en la baldosa y su mirada ya hacía en el piso, una risa a sus espaldas le hiso paralizarse, conocía esa riza por lo que volteo, había algo en el que le obligaba a agudizar su oído para reconocerla mejor, pero ya no la escucho por lo que regreso a su marcha.
Al llegar la tarde se sentía frustrado, nada había salido como él lo feria su desayuno fue un desastre cuando la joven resbalo con saber qué cosa bañándose con sus alimentos por lo que salió de allí aun a pesar de que la joven se disculpaba y decía que en minutos le traería otra, la primera reunión le pareció que los mercader hablaban otro idioma y por más que prestaba atención no entendia a que se referían o querían por lo que cuando uno de los sabios asintió él lo imito, después de aquello una mujer entro para darle una ofrenda por haberla ayudado y a mirad de la entrada tropezó y una veintena de gallinas salieron corriendo por todos lados, lo peor fue que por algún motivo los guardias no pudieron con la invasión de las gallinas y arto les dijo que dejaran de hacer el ridículo por lo que tuvo que tolerar el resto de la mañana a los animales revoloteando por todos lados y después a un mandatario de Alfheim que se arrodillo ante los animalejos y rezo, pues su impoluto plumaje auguraba salud y paz.
Y ya sin contar que sus sabios le dieron la razón y le siguieron en sus canticos y rezos, sentía que le saldría una aneurisma o ulcera por lo menos, y después de media hora de escucharles pasaron a lo que le traía y de nuevo ocurrió no entendia nada y solo rodo los ojos para levantarse y dejar todo en manos de sus sabios los cuales no sabía pero tampoco entendían nada y solo asentían por protocolo de que continuara.
En su camino a los jardines escucho la riza de nuevo y por un instante creyó estarse volviendo loco pero cuando dio el siguiente paso hacia atrás y resbalo cayendo sobre su espalda y la risa se intensifico se percató que ya hacia sobre un charco de aceite, alguien le estaba jugando una broma pero no estaba de humor y su ira se incrementó con aquella caída
-sal de una buena vez o te mandare a encarcelar por importunar la paz de tu rey- siseo levantándose
-¿mi rey?... yo no obedezco a ninguna ley cósmica ni mucho menos a un rey que no sabe disfrutar de una broma- Magni sintió que su mente le empezaba a fallar pues mientras se componía frente a él estaba su amado con una enorme sonrisa ataviado con un traje de tres piezas y en su mano derecha un bastón el cual hacia girar
-yo…- las palabras se atoraron en su garganta y mientras miraba a todos lados la figura de Loki se acercaba sin hacer el mas mínimo ruido a su persona como si no estuviera allí
-¿tu?... vas a decir algo más… porque si no refutas el que voy a ir a parar a una mazmorra te juro desapareceré en este instante- sonrió de lado y Magni le abrazo hundiendo su rostro en el cábelo y aspirando el aroma que le hacía regresar a la vida
-te amo- dijo sin separarse y recibiendo de regreso el abrazo
-me amas lo suficiente para hacerme el amor- aquello somos mas a un reto que una pregunta por lo que sin que Loki se lo esperara el saco de su traje salió volando junto a la corbata y chaleco, su sonrisa se ensancho mientras sus labios se encontraban con los de su amante para besarlo apasionadamente como hacía rato le había hecho falta, varios nos miraban el espectáculo hasta que Loki les transporto a sus alcobas donde cayeron en la cama continuando con su apasionado encuentro en donde demostraron cuanto se habían extrañado y amaban.
Eyra sonrió feliz caminando a la salida para ir por algunas flores e inciensos con los cuales llego al mausoleo familiar colocando las flores frescas, y el incienso para que se quemara e inundara el ambiente con su aroma, se hinco sobre una rodilla y agradeció a sus antepasados y cada dios existente por traerles de regreso la felicidad y dicha que les había sido arrebatada y que en su misericordia encontrar la fuerza y sabiduría para olvidar a quienes les habían dañado pero sobre todo que les perdonaran a quienes habían dañado sin la intención de hacerlo.
Los besos las caricias expertas en la piel ajena les hicieron revivir cada segundo por día en el que no se habían visto, Loki jadeaba moviéndose sobre su amado entregándose a la sensación de tenerlo, mientras Magni veía complacido a su adoración entregándose a sí mismo en cuerpo y alma
-cásate… con migo- dijo llegando casi al orgasmo a lo que Loki se detuvo para mirarlo con malicia y una sonrisa torcida
-has escogido un mal momento para pedir matrimonio… inclusive lo puedo tomar como un cliché- Magni sonrió invirtiendo papeles para entrar aún más profundo en su amado sabiendo lo que pasaba si seguía y detenidos a segundos de que Loki llegara a su éxtasis
-cásate… con migo- Loki apretó su mandíbula, exhalando
-maldición- se empalo moviéndose el mismo pero Magni le dio una estocada certera que le dejo fuera de combate resintiendo la sensibilidad en su interior
-vamos…- susurro haciéndolo de nuevo y Loki sintió enloquecer
-si- grito por fin a lo que Magni sonrió complacido para continuar y en menos de lo que creía ver como su perfecto amante se corría manchando ambos abdómenes y complacido con lo que acaba de lograr.
La noticia corrió rápido en los nueve reinos, que para la noche ya sabían que Loki Laufeyson había engañado una vez más a la muerte, como el dios de las mentiras y travesuras muchos no se inmutaron y estaban seguros que aquel ser regresaría aunque otros tantos la noticia de su regreso fue un alivio y motivo de alegría, sus hijos no tardaron en llamar al guardián que les abrió paso y confirmo el regreso del príncipe, ambos hermanos se abrazaron para después ir en busca de su padre encontrándole en los aposentos reales donde se estaba reencontrando con su amado alcanzando a escuchar la inusual propuesta de matrimonio, sonrojándose y saliendo sin que ambos o por lo menos uno se diera cuanta.
Las celebraciones de los días siguientes y visitas hacían del palacio un caos digno del dios de ojos verdes y piel blanca, todos estuvieron a su lado le reconocieron como un ser divino e inmortal que incluso de la muerte podía escapar, Loki solo deseaba una cosa más y esa era el ver a su familia a toda su familia reunida y así lo consiguió en el cuarto día donde su familia Midgardiana se juntó para hacer oficial la propuesta de matrimonio y después de amenazas de los Midgardianos, hijos y nietos que no eran pocos, Magni tomo la mano de su amado y coloco el anillo símbolo Midgardiano para sellas su compromiso mientras que Loki colocaba la mano de su amado en su corazón y la propia en la del menor para sellas su unión como las leyes del pueblo Asgardiano las dictaban
-Te amo- dijo besando aquellos labios que le sonreían y eran únicamente para él
-y yo a ti- sello aquella promesa enfrente de todos los presentes quienes sonrieron viendo como la felicidad se recuperaba y la vida les daba un regalo más compensando los años de lucha y esfuerzo para mantener la paz, armonía y ser los protectores del universo y cada reino, las cosas nunca volverían a ser iguales ya no ahora que las cosas estaban en su lugar.