Salida de amigos y algo más.
Luego de varias semanas o mejor dicho más de un mes en que el peliverde ha estado yendo diario al restaurante de “su” rubio, en el que ahora tienen una comunicación más abierta, estos se encuentran conversando.
-[El marimo ha dejado de insistir con el tema, creo que esta vez sí se rindió]- Pero por un “extraño” motivo estos pensamientos lo entristecieron- Es lo mejor.
-Claro que era lo mejor.
-Eh?- regreso a la realidad.
-Bueno Sanji fue un gusto volver a hablar contigo pero tengo que irme además creo que te están llamando- El rubio confundido giro su rostro al punto en que le apuntaba su acompañante, encontrándose con Nami que se dirigía donde ellos.
-Entonces nos vemos otro día.
-Claro.
En el camino de regreso a su trabajo.
-[Sera que es la mejor forma de reconquistarlo, estoy recuperando su confianza lentamente pero… y si luego no puedo salir, y si me convierto solo en su amigo]
(n.n)
En la noche en el apartamento del rubio y el moreno.
-Law- saludo el rubio al recién llegado.
-Sanji-ya ¿Qué tal? Pensé que ya estarías dormido.
-Realmente no tengo sueño. Que tantos ánimos tienes.
- Bastantes ¿Por? ¿Se te ocurre algo?
-¿Qué tal si salimos? Podríamos celebrar que ya tienes auto o lo que tú quieras
-No tienes trabajo mañana.
-No, y tú.
-Tampoco.
-Entonces está decidido.
(/*O*)/
En el bar.
-Wow esto está más lleno de lo que pensé.
-Relájate Law no muerden.
-Pero a ti te gustaría que lo hicieran- Y rio por el sonrojo que provoco en el rubio.
-Idiota.
Cuando llegaron a la barra pidieron sus bebidas y comenzaron a charlar de sus vidas, luego de un buen rato Sanji toco un tema que estuvo pensando un poco.
-Últimamente observo que chateas bastante, jajaja los chicos te tienen controlado.
-Jajaja solo los primeros días hasta que les recordé que vivía contigo.
-Entonces ya lo saben.
-Desde el primer día, ya sabes sino tarde o temprano se enterarían.
-Entonces quien es el que te mantiene tan pendiente de tu celular, no me digas que ya encontraste a alguien, eres rápido jajaja- dijo haciendo sonrojar a su amigo.
-Cómo crees, solo es Eustass-ya.
-¿?
-El que me vendió el auto, teníamos que estar comunicados solo es por negocios.
-Y tú crees que yo me creo esa.
-Cree lo que quieras [Aunque no estás tan mal encaminado].
-mmm…
-Que sucede.
-Un chico.
-¿Quien?
-Al otro extremo de la barra, un pelirrojo- Cuando Trafalgar volteo a ver supo quién era el susodicho.
-Solo es Eustass-ya.
-Entonces creo que quiere hablar de otro tipo de negocios contigo jajaja- se burló de su amigo y luego se puso serio cuando el más alto se acercó a ellos.
-Trafalgar…- Detuvo el saludo al estar indeciso de cómo llamar al rubio.
-Sanji- se presentó el rubio.
-Eustass Kid- devolvió el saludo.
-Eustass-ya que haces por aquí.
-Pasando el rato hasta que te vi.
-Oh entiendo, siéntate con nosotros- ofreció.
Luego de horas de conversación entre los chicos, Kid y Law decidieron irse.
-Estas seguro que quieres quedarte Sanji-ya.
-Por supuesto, diviértete- le sonrió.
-Claro, nos vemos en casa.
-Adiós- se despidió Kid.
-Adiós, por cierto Kid- Le llamo antes de que se alejara- Cuídale- le hablo bajo para que solo él le escuchara.
-Lo hare.
Luego de esa despedida el moreno y el pelirrojo se marcharon dejando al rubio solo en la barra, aunque ninguno lo sabía no sería por mucho tiempo.
Luego de unas cuantas copas más.
-¿Sanji?
-Zoro- dijo sorprendido ya que no pensaba encontrarle en aquel lugar - ¿Qué haces aquí y a estas horas?
-Llevo un rato aquí y ya me iba pero creo que mejor me quedo a hacerte compañía ¿porque estas solo, verdad?
-Si desde hace un rato.
Los dos chicos comenzaron a tomar sin control aunque sorprendentemente los dos se encontraban en iguales condiciones contando con la increíble resistencia al alcohol de Zoro.
-Creo *hip* que es hora de ir *hip* nos.
-Claro… te ayudo- hablo entre cortado el peliverde.
En lo que iban por la calle el rubio se tropezó haciendo que casi cayera pero Zoro detuvo la caída aunque cuando lo jalo para ayudarlo a enderezarse utilizo demasiada fuerza lo que provoco que el rubio cayera encima del peliverde.
Atontado el cocinero no se levanta y el moreno no hace nada para apartarlo, desde hace cuánto que ninguno de los dos siente el cuerpo del contrario.
Ninguno hace movimiento alguno, ambos esperan que algo suceda. El moreno nunca se ha caracterizado por ser alguien paciente por lo que no soporta la tentación y une sus labios con los del rubio, pese a lo que muchos piensen, pese a lo que ellos mismos pensaban el rubio corresponde porque el alcohol y sus sentimientos no le permiten pensar en algo que no sea el hombre que se encuentra debajo suyo.
Luego de mucho camino en lo que los besos no hicieron falta ambos lograron llegar a la casa del moreno.
-Sanji yo…- Pero el rubio no le dejo continuar.
-Zoro… quiero- Y no hizo falta ninguna palabra más.
De un momento a otro ambos llegaron a la habitación del moreno.
-Sanji… te amo tanto- dijo entre besos el moreno.
-Zoro… ah- gimió cuando sintió el calor de las manos de Zoro sobre su cuerpo.
Ambos cuerpos cayeron en la cama cuando por fin llegaron a ella, desasiéndose de sus ropas que tanto les estorbaba en esos momentos.
-Sanji… dime que… quieres- hablo entre besos que esparcía por el cuerpo del rubio.
-Yo… quiero…Te quiero a ti- grito al sentir como el moreno adentraba un dedo en su interior.
-Solo a mí- siguió preparando al rubio adentrando sus otros dedos.
-Ah…. Si… no aguanto Zoro quiero más- Ni corto ni perezoso Roronoa de una sola estocada embistió al cocinero, provocándole que arqueara la espalda del dolor y la excitación.
Luego de un rato en que las embestidas comenzaron a ser más profundas, el moreno vio su fin y decidió atender el miembro de su compañero para que ambos terminaran al mismo tiempo y con un último beso ambos se rindieron ante el cansancio.
(*¬*)
A la mañana siguiente.
-[Pero qué diablos sucedió me duele la cabeza]- Pensaba un adolorido rubio- [Me duele todo el cuerpo]- Se tapó con las cobijas por el resplandor que le dio en la cara- [Debí dejar la ventana abierta… un momento yo no tengo ventanas en mi habitación]- Lentamente se movió para localizar en donde estaba pero casi se le sale el alma cuando miro al peliverde dormido a su lado.
-[Ahora qué hago… Dios pero que hice]- Y nada, no recordaba nada, pero no era necesario recordar, la evidencia de lo ocurrido la noche anterior era su propio cuerpo.
Lentamente salió de la cama dejando una almohada como su reemplazo y de paso descubriendo que su compañero de noche estaba profundo en sus sueños.
Se vistió y arreglo lo mejor que pudo, ordeno la habitación y la ropa del espadachín de tal manera que pareciera que él fue el que la dejo así.
-[De algo tenía que servir el haber vivido tantos años con este bruto]- pensó.
Y luego con todo el valor y miedo del mundo decidió ponerle el calzoncillo que llevaba el día anterior. Pero para su suerte Roronoa no dio señales de vida.
-[Sera que le paso algo, es decir él duerme mucho pero esto ya no es normal]- Cuando iba a salir de la habitación…
-Sanji- hablo Zoro, lo que provoco que el rubio se tensara aferrándose al pestillo de la puerta, al ver que este seguía dormido se tranquilizó- te quiero- dijo provocando una profunda tristeza al susodicho.
-[No sé si creer esas palabras, antes me las repetiste tantas veces y parecían tan reales que ahora no se diferenciar las verdaderas de las falsas]- pensó triste y así salió de esa casa deseando que su dueño no recordara nada de lo que paso esa noche.
(u.u)
Unas horas más tardes.
-[Creo que esta vez sí me pase con la bebida]- pensaba el chico que tenía una jaqueca horrible- [Pero que sucedió anoche para que este así]- intentando recordar, recordó que estuvo tomando con el rubio pero el resto era confuso, hasta que una imagen se instaló en su mente una donde el rubio se encontraba entregándose a él, pero no había nada que comprobara que esa imagen fuera verdad por lo que pensó que su mente volvió a hacer de la suyas, al burlarse de él en sueños, recordándole lo que tuvo y dejo ir.
-[Parece tan real, pero sé que tú no lo permitirías]- La tristeza se instaló en su semblante- [Pero estoy decidido te reconquistare cueste lo que cueste]
(u.u)
Mientras tanto un chico rubio entraba a su apartamento.
-Parece ser que alguien la paso bien anoche, no crees Sanji-ya- hablo con burla el moreno, pero al notar la mirada decaída de su amigo decidió parar- Te paso algo Sanji- pregunto preocupado, pero se alarmo al ver como su amigo se desmoronaba frente a sus ojos.
-Soy un estúpido- lloraba sin control el rubio al recordar todo lo que había vivido en ese lapso de tiempo.
El ojeroso no sabía qué hacer, su amigo se encontraba en un estado deplorable y él no podía hacer nada para ayudarle.
Luego de unas cuantas horas en las que se limitaron a que el moreno abrazara al rubio mientras este se acomodaba en su pecho, el rubio quedo dormido por el agotamiento tanto físico como psicológico que sentía.
-[Algo me dice que todo esto paso por ese sujeto]- pensó algo enojado el moreno.
El medico decidió cargar al cocinero hasta su habitación para que ahí pudiera dormir mejor, cuando regresaba a la sala escucho el timbre de la puerta sonar, al abrir la puerta se encontró con un chico peliverde.
-Qué quieres- hablo irritadamente el tatuado.
-Se encuentra Sanji- hablo claro, no dejando intimidarse por el otro.
-Para ti no.
-Como que para mí no- pregunto furioso.
-Te lo explico con canastitas o que.
-Quiero ver a Sanji ahora- exigió- quien te crees para no dejarme entrar a SU departamento.
-Que yo sepa YO también vivo aquí, por lo que tengo todo el derecho de no dejarte entrar.
El peliverde por lo más irritado se fue de ese lugar permitiendo que el moreno ganara esta confrontación.
-[Así que él es tu nueva pareja]-Fue lo que pensó- [Es un tipo de lo más arrogante, te recuperare Sanji, te juro que te recuperare, no puedo dejarte con un sujeto como ese]