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Cuando el amor vuelve a tocar el corazón por lady_chibineko

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- "Nadie... y quiero decir NADIE tiene derecho de siquiera cortejar a ese hombre Byron... ¡¿Me entiendes?!. Él es MI-O... así que si te vuelvo a ver siquiera pisando de nuevo el piso de esta facultad o cualquier otro lugar que este dentro de 'mi territorio'... E.RES.HOM.BRE.MU.ER.TO.... ¿Entendiste?." - terminó diciendo con voz dulce Steven, lo cual contrastó en verdad con su tono anterior.

Byron solo pudo asentir con el terror pintado en los ojos, lo cual al parecer dejó lo suficientemente satisfecho a Steven como para dejarlo ir con vida; así que cinco segundos más tarde, Carl Byron salía a toda velocidad de la facultad de leyes.

- "Ese roba-novios idiota... creer que podía venir aquí y llevarse a mi caramelo como si y no existiera."- dijo Steven con fastidio mientras hacía como que se limpiaba las manos de polvo.

Steven en verdad parecía enfadado, como Kamatari no lo había visto antes. Pero entonces Kate intervino con una simple oración que puso a Steven a correr otra vez.

- "¿Qué no tenías un examen ahora?"

- "¿Examen?... ¡¡¡EXAMEN!!!" - y Steven desapareció en una nube de polvo.

Y de pronto, por los pasillos volvió a sentirse aquella fuerte corriente de aire pero en sentido contrario; volviendo a levantar faldas, papeles y demás a su paso.

- "¡Llego, llego, llego!" - se escuchaba decir mientras la ráfaga subía por las escaleras y pasaba los primeros pasillos, y luego un constante - "Examen, examen, examen.." - al estar cerca del salón.

Por último, la ráfaga tiró violentamente a cierto trío que aún se mantenía haciendo guardia frente a la puerta del salón donde estaba a punto de comenzar el examen; y unos segundos después, un muy agitado Steven estaba sentado en la primera carpeta que el chico encontró vacía.

- "Ah, ah, ah... llegué... lo logré... examen...ah, ah... Esto de vivir con la persona de tus sueños puede ser agotador... ¡Me encanta!" - terminó gritando un Steven en deformet con mucho animo.

El profesor miró a Steven, quien acababa de llegar, con la boca abierta, al igual que todo el resto de los estudiantes que se encontraban en el aula. Vaya ingreso... en fin...

- "Mmm, señor Wildfire."

- "¿Si?"

- "Saque una hoja y copie el examen que está escrito en la pizarra... luego resuélvalo por favor. Tiene dos horas."

- "¡¡Si señor!!"- contestó animoso Steven mientras sacaba una hoja, su pluma y su tintero... era maravilloso a veces ser él mismo.

**********

Si!, por fin sábado por la noche y el último de los exámenes había sido rendido, el último de los trabajos había sido entregado, la última de la exposiciones había sido presentada.... ¡LIBREEEESSSS!!!!!!... ¡libres al fin!. (ay!, smiuf..., creo que voy a llorar.)

Kamatari celebró en grande esa tarde luego del último examen; apenas llegó a la habitación se metió al baño a preparar un delicioso baño caliente. Ni siquiera esperó a Steven, quien llegó como media hora después a la habitación y casi tira el grito al cielo al encontrar a su ángel felizmente dormido en la tina sin siquiera haberlo esperado... claro que le fue muy excitante despertar al bello durmiente dándole un apasionado beso que lo dejó por completo sin aliento.

Fue delicioso terminar de tomar ese baño juntos, para luego terminar la velada con una deliciosa comida ligera en la cama. Eso era en realidad vida, y tan maravilloso era no estar haciendo nada que ni ganas de tener relaciones sexuales tenían esa noche... solo estar juntos, tirados en la cama sin nada más que hacer que mantenerse juntos para estar calientitos; así que comenzaron a hacer aquello que se les había hecho costumbre hacer cuando no hacían el amor... empezaron a conversar; o más bien dicho Steven inició la conversación.

- "Si, otro año más que se va... y esta vez si que saqué muy buenas calificaciones. Y todo gracias a mi angelito de la guarda."

- "Exagerado."

- "No!, es en serio. Sin ti hay muchas cosas que no tendría en este momento, muchas cosas que seguirían iguales... y eso no hubiese sido tan bueno, por lo menos no desde el punto de vista que tengo ahora. Todo lo que he perdido no se compara siquiera ligeramente con todo lo que he ganado. Tu eres la diferencia que puso mi vida en el lugar que le correspondía."

- "Steven... tu también eres quien hizo que mi vida cobrara sentido una vez más."

- "Hmm, ¿en serio?. Eso suena maravilloso." - Steven abrazó aún más a su pareja, le gustaba el olor que desprendía su cabello recién lavado, era casi embriagador - "Ahora tenemos toda una vida por delante para seguir siendo el cambio en la vida del otro, es una perspectiva que me gusta. ¿Cómo crees que será nuestra vida de aquí a diez años?."

- "¿En diez años?." - Kamatari habló con la voz ya apagada, estaba a punto de dormirse- " No tengo ni idea, pueden suceder muchas cosas en diez años Steven; créeme cariño... no importa cuantos planes hagas a futuro, nunca son por completo seguros."

- "¿Alguna vez hiciste planes a futuro?"

- "¿Hmmm?. Si, muchas veces. La última vez estaba muy seguro de que obtendría todo lo que deseaba, hice tantos... aaahhh... planes.... mmmm.... todos se derrumbaron... cuando él... mmmm... murió."

Steven escuchó atentamente, tal vez esa era una pista de lo que Kamatari estaba ocultando. Nunca antes había mencionado a un 'él', excepto tal vez la vez que tuvieron aquella primera discusión y su ángel había gritado que aquella persona especial ya no existía.

- "Bebé... cieloooo.... ¿ya te dormiste?." - preguntó Steven en un susurro.

- "¿Hmmm?"

- "Y esa persona murió de viejo.?" - que pregunta más estúpida, pero a Steven no se le ocurrió otra. De todas maneras utilizó un tono de voz bajo y suave... había descubierto que Kamatari comenzaba a hablar semidormido cuando hacía eso.

- "¿Shishio-sama?... no.... él no era alguien que pudiese ...morir ... vencido... por la edad."

*¿Shishio-sama?* - se preguntó a si mismo Steven... era la primera vez que escuchaba de él, y sin embargo pudo notar en el tono de voz de su amante aquello... como describirlo... ¿respeto?... ¿amor?... ¿admiración?... tal vez una mezcla de todo aquello junto; una punzada atravesó su corazón, pero debía de continuar... tenía que saber para poder obtener por completo el amor de su niño... estaba seguro, ese hombre era la clave para averiguar lo que necesitaba.

- "Y dime cariño... ¿Quién fue Shishio-sama?"

La pregunta fue clara, y de pronto Kamatari, quien se encontraba ya a puertas del país de los sueños se despertó más que rápido, perdiendo todo el sueño en tan solo unos pocos instantes.

- "¡¿Shi... Shishio.... sama?!... ¿Quién... quien te habló de él?." - Kamatari se encontraba muy confundido, solo Kate-san sabía de Shishio-sama, y estaba seguro de que ella nunca le diría nada a Steven.

- "Tú mismo, lo nombraste hace un momento... dijiste que era... importante para ti... ¿ lo amabas?"

*¡¡¡¡TIERRA TRÁGAME!!!*

- "¡¿Yo?!.... yo.... esteeee.... anoooo (traducción: esteeee...)"

- "¿Lo amabas?" - volvió a preguntar Steven con un nudo en la garganta... casi y podía predecir la respuesta, claro que ¿quién era él para reclamar algo si se ponía a pensar en el lindo pasado que presentaba antes de conocer a Kamatari?, sobre todo teniendo en cuenta que él sabía muy bien que Kamatari había llegado virgen a su lado, de eso no tenía duda.

Por su lado Kamatari comenzó a sentirse perdido, pero tal vez contestar de una vez podría ser la respuesta, ¿por qué no?... podía contestar eso y allí terminaría eso.

- "Pues... si; pero creo que él no se dio cuenta... o no quiso. Ya tenía a alguien a su lado, una linda mujer. Por último solo era la persona para quien trabajé... creo."

Bien, eso era exactamente lo que buscaba Steven, la manera de llegar a la pregunta que tal vez le daría las respuestas a todo. Kamatari no había mencionado eso, debía de ser importante. Si no era así, entonces seguiría buscando la manera de llegar a ese pasado que su Kamatari no le quería revelar; y aceptarlo por ambos, para así poder tener la plena seguridad de una felicidad completa... por lo menos esa era la idea.

- "¿Entonces trabajaste en otro lugar aparte de la mansión Kamatari?, eso no me lo habías contado... ¿y exactamente en que trabajabas cariño?."

¡¡¡¡¡BOOOOMMMMM!!!!, la bomba acababa de explotar en ese momento. Steven se asustó mucho en realidad cuando vio a Kamatari abandonar ese lindo colorcito amarillo que tanto lo atraía para tornarse de pronto más blanco que la nieve que últimamente amenazaba con caer por esos días.

- "¿Bebé?"

Kamatari comenzó a respirar pesadamente... vaya y que había durado poco aquella relación, solo dos semanas y ya iba a acabarse. Claro que podría decir una pequeña mentirita, pero... ¿y si se llegaba a descubrir algún día todo?. Steven lo odiaría por haberlo llevado a vivir una farsa durante quien sabe cuanto tiempo. Si, era lo mejor... tal vez así estaba escrito en algún lugar, pero... era mejor que Steven se enterara por su propia boca de aquella verdad que por alguna otra persona. Era mejor que él mismo le dijera a Steven que había sido... un asesino.

Steven entró en estado de alarma al notar que su amante rehuía su mirada, al tiempo que se sentaba en la cama, igual que aquella vez que le contó sobre su familia... no, no se estaba sentando contra el respaldar... ¡Se estaba parando de la cama!. De acuerdo, se disculparía... ¡Si, eso!... pediría perdón por hacer preguntas tan indiscretas y lo olvidaría todo... después de todo ¿quién era él para querer averiguar el pasado de su pareja?... ¿acaso no era el hoy lo que importaba?.

- "Bebé... lo siento... no es necesario que... " - pero fue detenido por un movimiento de la mano de Kamatari; quien ahora se encontraba dándole la espalda, y se había colocado aquella bata blanca que por las noches colocaba al lado de la cama.

- "No... si es necesario. Lo fue desde el comienzo, yo... yo no debí..." - pero paró de hablar al sentir unos brazos fuertes rodearlo, era Steven quien se había puesto de pie también y ahora lo abrazaba con fuerza por la espalda.

- "Kamy..."

- "No!... sé... sé que no me perdonarás después de esto... solo te pido, que me dejes ir... tal vez sea lo mejor... tal vez..." - pero sus palabras fueron interrumpidas al ser volteado por el mismo Steven, quien lo miró entre molesto y asustado a los ojos.

- "¡¿De que demonios hablas?!... ¡No puedes tomar una decisión como esa solo por una pregunta que te hice!. No te voy a dejar ir, ¡¿Me entiendes?!... ¡NO QUIERO!"

Los ojos de Kamatari estaban anegados de lágrimas, quería sentir el abrazo protector de Steven a su alrededor, quería hundirse en ese pecho donde se había llegado a sentir tan seguro, y sin embargo...

- "No... tu no entiendes... yo... yo..."

- "¡¿Qué por el amor de Dios?!... nada puede ser tan malo."

- "Te mentí." - las palabras salieron como exhaladas en un susurro. ¡Kamatari se sentía tan culpable de pronto!

- "¡¿Qué?!"

- "Te mentí... a todos... yo... mentí."

En ese momento el chico de cabellos oscuros cayó de lleno en la alfombra del piso, pues sus piernas no pudieron sostenerlo más tiempo, y Steven había estado demasiado ocupado tratando de averiguar que significaba ese 'te mentí'. Sin embargo, pronto estuvo al lado de aquel que le había robado el corazón, aquél que en ese momento estaba seguro necesitaba un hombro para llorar.

- "Lo siento... lo siento." - era lo que el oriental repetía una y otra vez.

- "No... no puede ser tan malo... no puede. Vamos, dime que es lo que te pasa, confía en mi... ¡Por favor!." - Steven hizo que Kamatari lo mirase de frente a los ojos, y allí pudo ver la desesperación de su pareja justo en todas aquellas lágrimas que derramaba en aquellos momentos.

- "Steven... ¡Steven!" - Kamatari se aferró al pecho del rubio, sabía que no estaba bien, pero no quería estar en ningún otro lugar.

- "Por favor, confía en mi."

Kamatari dudó por unos cuantos segundos, sin embargo... si así iba a ser como todo pasase, era mejor decirlo en aquel momento y no esperar a que más tiempo pasara... si todo iba a terminar, era mejor que terminase de una vez... ya.

- "Yo... soy un asesino... Steven."

La revelación estaba hecha; y para terror de Kamatari, Steven reaccionó en un primer momento tal y como él pensó que sucedería... simplemente todo movimiento de sus manos cesó, su respiración se detuvo... y pudo sentir como cada músculo de aquel cuerpo se tensaba hasta convertir al rubio en un ser por completo paralizado.... *Asesino...*

Kamatari entendió bien el mensaje, era hora de irse de aquél lugar... y de la vida de aquél hombre, pero por algún motivo no podía parar el agudo dolor que se suscitaba en su corazón... ¿qué acaso él mismo no había sabido desde un principio que aquello no podía durar, que tarde o temprano se terminaría todo aquello?... pero ¿quién entiende del todo a un corazón enamorado?... si, porque ahora lo sabía... estaba completamente enamorado de Steven, no había podido evitar aquello. Y así, Kamatari trató de incorporarse e irse lo más pronto posible, sin embargo...

Un fuerte tirón hizo que Kamatari aterrizara nuevamente entre los brazos de Steven, quien lo arrinconó contra la cama y le exigió casi de manera desesperada...

- ¡MALDICIÓN, EXPLÍCATE!!!... ¡No puedes venir así y decirme eso... e irte!... ¡No sin una explicación!."

- "Steven... por favor... déjame ir. Te lo suplico." - rogó Kamatari con el rostro bañado en lágrimas.

- "¡No!... ¡NO!." - Steven negaba una y otra vez como si de eso dependiese su vida entera.

- "¡Tu no entiendes! - el llanto y los gritos de Kamatari se combinaban en una escena por completo desesperada.

- ¡Entonces ayúdame a entender!..." - Steven trataba en verdad de tomar aquello con calma, pero la verdad era difícil... muy difícil; más aún así trató de serenarse un poco, y aunque no soltó a Kamatari ni aflojó su agarre, bajó lo más que pudo su tono de voz hasta sonar relativamente normal. - "Asesinaste a alguien... ¿fue un accidente?"

Kamatari observó a Steven; sería en realidad muy fácil decir que si, que mató por accidente alguna vez, pero no era así... nunca fueron accidentes... nunca.

- "No."

Steven suspiró pesadamente tratando de serenarse... entonces...

- "¿Más de una vez?"

Esta vez Kamatari ni siquiera respondió verbalmente, sino que movió la cabeza en una afirmación, aprovechando así para rehuir una vez más la inquisitiva mirada de Steven. Simplemente no se sentía lo suficientemente fuerte para mirarlo a los ojos. Entonces Steven comenzó a decir palabras que lo hicieron volver a mirarlo... al parecer lo había estado sospechando.

- "Agilidad... fuerza... ¿tiene que ver esto con lo que te enseñaron en aquella mansión?"

En la mente de Kamatari volvieron a resonar una vez más las palabras del Señor... *Tú traerás orgullo al apellido Kamatari y al gobierno Bakufu... el asesino de la hoz gigante vivirá una vez más... ¡En tí!*... Kamatari volvió a asentir una vez más, y nuevamente bajó la mirada, e increíblemente Steven se la volvió a alzar, y lo que vio en aquellos ojos color cielo no fue exactamente rechazo. Kamatari aún estaba temeroso.

- "No soy un tonto Kamatari... ni vivo por completo desconectado del mundo. Aquí es tranquilo, es cierto.. hasta cierto punto en realidad... pero vengo de una familia cuyo origen está allá, del mismo país de donde tu viniste. NO!, ¡No bajes la mirada!... ¡MÍRAME!. ¡Yo se como son las cosas allá!... mi padre se mantuvo siempre informado, al igual que el padre de mi padre... y el padre de éste... ¡Siempre!." - ahora Steven podía ver a un increíblemente sorprendido Kamatari, quien aún lloraba sin cesar, sin saber que a su vez él mismo estaba llorando sin poder evitarlo. - "Estoy enterado del tipo de vida que ha tenido mucha gente allá... matar no era cosa extraña... supongo que tampoco lo es ahora... pero eso a cambiado, tú ahora estás aquí, lejos de todo eso... podemos dejar eso atrás... enfocarnos en un buen futuro juntos..." - Steven tenía planeado continuar, pero los repentinos fuertes temblores de Kamatari al expresar que aquello era pasado le hicieron tener una ligera idea de que aquello no era del todo cierto.- "¿Kamatari?... ¿Kamy?... ¿Dejaste ... eso atrás.?... ¿verdad?"

Kamatari de pronto comenzó a llorar más desesperadamente que antes, al tiempo que movía la cabeza en una negativa; y unos cuantos segundos después, estaba tratando de huir nuevamente de las manos que lo retenían.

- "¡Déjame ir!"

- "¡NO!"

"¡Déjame!"

- "¡Quédate quieto!"

- "¡Déjame!... déjame..." - por fin Kamatari se rindió, y terminó llorando encogido contra el pecho de Steven, quien a pesar de todo no quería soltarlo... no aún.

Pasó un buen rato, varios minutos en realidad, tal vez media hora; antes de que Kamatari se tranquilizase por fin. Y cuando esto sucedió, se dio cuenta de que aún se encontraba aprisionado entre Steven y la cama; y al intentar moverse, los brazos que se habían mantenido flojos pero sosteniéndolo, se tensaron y apretaron más el agarre... Steven al parecer no lo iba a dejar ir sin darle una explicación... ¿pero ya para qué?. Por fin se escuchó un suspiro del rubio, y luego.

- "Entonces... en que se basa realmente esa mentira tuya... ¿Cómo es eso de que aún no dejas atrás todo eso?... ¿Por qué entonces estás aquí?."

La voz de Steven sonaba extraña... inquisidora... al parecer solo quería una explicación antes de dejarlo ir, o más bien dicho de largarlo.

- "Yo... yo vine aquí..."

- "¿Si.?"

*Cielos, esto dolía.*

- "Yo vine aquí como espía."

- "... ¿Del gobierno japonés?".

*¿De quién sino?*

- "Si... era eso, o..."

- "¿O que?"

- "Ya no importa ahora." - Kamatari ya no soportaba aquello... estaba hablándole a la pared, ni siquiera podía ver los ojos de Steven. Seguramente que a estas alturas lo odiaba, tal vez la otra opción hubiese sido preferible si se llegaba a enterar que iba a tener que pasar por ese momento.

- "¡Quiero saber!"

- "O ... morir en prisión..."

A Steven se le heló la sangre en las venas... morir... ¿en prisión?... ¿¡Morir!?.

- "¿Por qué?" - la voz de Steven tembló al formular la pregunta.

- "Porque... yo... pertenecía a un grupo... a un grupo... terrorista, por así decirlo... y... " - a Kamatari le costaba en realidad mucho el articular cada palabra.

- "Y él... el tal Shishio-sama... ¿él era?"

- "El líder... " - respondió Kamatari en un hilo de voz.

Entonces Steven lo soltó, y se sentó al costado de Kamatari, quien creyó que era el momento para irse... al parecer Steven había obtenido todas las respuestas que quería, y sin embargo.

- "Quiero saberlo todo." - la frase fue simple y concisa.

- "Yo... no creo..."

- "Por favor." - entonces Steven miró de frente a Kamatari, directo a los ojos - "Por favor... si aún significo algo para ti..."

Ante tales palabras, Kamatari solo pudo callar un momento, para luego, lentamente, empezar a narrar toda su historia dentro del Juppon Gatana a Steven, por lo menos eso le debía; y luego... al parecer no lo iba a echar de manera brusca de su vida... no lo haría como cualquier otro si; así que por lo menos eso le estaba dando a cambio de tal acto de bondad.

Pasaron los minutos, y luego las horas; hasta que Kamatari contara todo lo que había sucedido... y esta vez no omitió ningún detalle. Ni cuanto amó a Shishio Makoto, ni todas las muertes que causó... la relación que tuvo con cada una de las 10 espadas que conformaron el grupo, ni quienes fueron cada una de estas... o los motivos del grupo para hacer lo que hicieron... o nada. Todo desde los más importante hasta el más mínimo detalle, desde el principio hasta el mismo fin.

- "... por último, me dieron a elegir... venir camuflado como estudiante de intercambio a los Estados Unidos, o cumplir mi condena en prisión... de por vida. Yo... en realidad no tenía muchas ganas de vivir después de lo que había pasado... pero Cho... el de las espadas... él me dijo que Shisho-sama había dicho que quería que sus pensamientos fuesen esparcidos a todos los que quisieran escucharlos... y que él le había dicho que creía que yo era la persona indicada para hacer eso. En realidad dudo mucho que eso haya sido cierto... pero me ayudó a decidirme; dije que si... así que me metieron dos meses a una habitación con un par de ancianos que me enseñaron todo, desde como hablar hasta como sentarme y comer en la mesa con cubiertos... y luego... me hicieron un historial con algunos... varios datos falsos. Pedí que mi nombre lo dejaran tal y cual era, pero todo lo demás lo falsearon, y tuve que aprender todo eso... y luego vine aquí. Eso es todo."

Steven no dijo una sola palabra al respecto, en realidad ni siquiera se movió de donde estaba; y se mantuvo con la cabeza apoyada contra sus propias piernas, las cuales estaban flexionadas. Kamatari se movió sobre su propio sitio... incómodo; y luego de respirar hondo, se decidió por fin a pararse... buscaría a Hime, sus pocas pertenencias y se iría, eso sería lo mejor. Pero se detuvo al sentir una mano sobre la suya propia, era Steven, quien había colocado su mano sobre la de Kamatari, y ahora jugaba con sus dedos... acariciándolos, explorándolos. Kamatari observó a Steven, pero este no lo miraba a él, miraba las manos unidas, la suya aún jugando con la otra, más pronto aquello cesó; y algo aún más increíble sucedió. Steven se movió lentamente, hasta que su cabeza quedó apretada contra el vientre del oriental, a donde se aferró mediante un abrazo, y se quedó allí en silencio. Por lo menos hasta que una débil frase voló por el ambiente... Kamatari no entendió en un principio, pero cuando fue repetida...

- "Lo siento..." - Steven estaba llorando, y pronto sus lágrimas fueron acompañadas por convulsiones - "¡Lo siento tanto..." - su voz apenas y era un murmullo.

- "¡¿S - Steven?!" - Kamatari estaba confundido.

- "Perdón... perdóname por favor."

- "¿Por... por qué?" - era extraño para Kamatari ser él quien ahora estuviese abrazando y confortando, y que encima le pidiesen perdón. - "Soy yo... fueron mis faltas..."

- "No..." - y por fin Steven miró a los ojos a Kamatari, y pudo observarse en ellos de todo menos odio y rechazo. - "No, tú... si yo hubiera estado allí... si hubieses tenido a tu lado a alguien que en realidad te quisiese... perdón, por no haber estado a tu lado cuando más lo necesitaste."

- "¡Steven!" - exhaló Kamatari en un susurro, pensó escuchar cualquier cosa menos aquello; y aún cuando sentía la suave mano de Steven acariciar su cabello, y sus labios besar sus hinchados y enrojecidos ojos llenos de lágrimas... ni aún así podía creerlo.

- "No me dejes nunca mi amor... yo no puedo vivir sin ti."

- "Pero... todo lo que he hecho..."

- "No me importa."

- "Aún no ha terminado para mi..."

- "Entonces estaré allí contigo cuando el momento llegue."

- "Podría ser que tenga que matar de nuevo..."

- "No te juzgaré... nunca lo haré."

- "Pero hice cosas tan terribles..."

- "Y yo también, y tú me perdonaste... y aceptaste... y yo lo haré también."

Kamatari miró a Steven, no podía creerlo aún... incluso ... no, nada tenía sentido, no era lo mismo.

- "Pero lo tuyo no es tan grave... ser un asesino no es lo mismo que se un polígamo."

- "¡No me importa!... yo... quiero pasar el resto de mi vida contigo... sin importar que. Hay algo, cuando estoy a tu lado... me siento completo, y más vivo que nunca... sin importar lo que pase en ese momento, es una sensación maravillosa. No quiero perderte... yo..." - Steven tomó ambas manos de Kamatari y las besó, empapándolas al mismo tiempo con sus lágrimas.- "Yo soy Steven Wildfire... último de los hijos de Robert Wildfire, y por lo pronto el último de los descendientes del clan Kaneda. Tengo 26 y estudio Derecho... y eso es todo lo que por ahora tengo. Fui un polígamo bisexual hasta antes de conocerte... y ahora digo con orgullo que soy un monógamo y sodomita , y que te dedico mi vida y todo lo que soy... es todo lo que tengo, y todo lo que te ofrezco también."

Kamatari no podía creerlo; las lágrimas corrían por su rostro sin control, y podía sentir como temblaba debido a la emoción. ¡Ese hombre estaba loco de verdad!... y sin embargo. Demonios!, él también debía de haber perdido la cordura... Kamatari sonrió entre lágrimas.

- "Y yo... soy Kamatari Honjo... no tengo un pasado por completo claro, y al parecer mi futuro está igual... creo tener 25... fui un asesino y tal vez aún lo soy. Soy espía para mi gobierno en este país... y también estudio Derecho." - Kamatari rió como tonto ante esto último... Kami-sama... aquello era en verdad una locura. -"... Soy, supongo... un sodomita monógamo también... y... y yo también... quiero pasar mi vida contigo... y darte todo..."

- "¡Oh, bebé!." - Steven no dejó hablar más a Kamatari, pues lo atrajo hacia él con un fuerte abrazo, y no lo dejó siquiera alejarse... y la verdad que Kamatari no lo intentó, se sentía tan bien estar allí adentro, protegido en aquel abrazo. Steven esparció pequeños besos por todo el rostro de su pareja, mientras que le prometía en tiernos susurros que sin importar que, nunca nadie los iba a separar... él simplemente lo amaba... con todo su ser, con todo su corazón... lo amaba.

Mientras tanto afuera, la noche daba paso a aquella oscuridad que se da como antesala a la luz del día; bajo la cual todo, sin importar que, siempre se ve mucho mejor.

Continúa en el capítulo X parte III

Otra notita de la autora... =^.^=v

Errrr... sip, ya se que dije que iba a ser solo una parte más, perooooo..... ¡Es que este capítulo me ha salido muy laaaaaargoooooo!.... así que una parte más y eso será todo para el capítulo 10, I promise that, OK?... pues bueno, entonces... solo tienen que ir a la siguiente parte... eso es todo... nos vemos allí.

Por cierto, antes de que se me olvide. Para los que no saben que significa la palabra 'sodomita', pues es que en esa época no se utilizaba la palabra mucho la palabra 'homosexual' y mucho menos 'gay' para señalar a un hombre que gusta de otros hombres, sino que se los llamaba así, 'sodomitas'... así que allí tienen el significado, solo por las dudas. Aunque no estoy muy segura de si había alguna connotación especial para los bisexuales, así que allí si lo dejo así nada más.

Ahora sip, a la tercera parte de este capítulo.


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