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Cuando el amor vuelve a tocar el corazón por lady_chibineko

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Título: Cuando el amor vuelve a tocar el corazón

Autor: chibineko

NOTA: Todos los personajes de este fanfic pertenecientes a la serie de Rurouni Kenshin son propiedad exclusiva de su autor Nobuhiro Watsuki.

Advertencia: Advertencia: Este es un fanfic del tipo yaoi, lo que quiere decir relaciones chico-chico, y además contiene escenas lemon (descripción de escenas sexuales), no es apto para menores de edad; si no es de su agrado este tipo de lectura, por favor no sigan.

Capítulo X: Aprendiendo a vivir en el paraíso (parte III: ¿Bailamos?)

- "Despieeeeeerrrtaaaa." - un melodiosa voz saca de sus sueños a Kamatari, pero al levantarse se encuentra dentro de otro. Allí está Steven con aquella sonrisa que ya tan bien conoce él... otro día a comenzado, y es hora de ir a practicar. Son las 5:30 de la mañana, Steven ahora se levanta más tarde para no exponer a la razón de su vida a un resfrío innecesario... además, están de vacaciones; muchos se irán a sus casas a pasar los tres meses libres, después del baile de fin de año; ellos prefieren quedarse juntos allí.

Cada vez hace más frío, pero Kamatari ya se ha acostumbrado un poco más; además, es demasiado agradable ir trotando junto a Steven hasta el gimnasio para luego ayudarse mutuamente a practicar como para acordarse del frío. Kamatari a comenzado a dar clases básicas de manejo de espada a Steven... aunque no por mucho tiempo cree él, pues el rubio tiene una habilidad asombrosa, es un don natural; en menos de un año será un espadachín consumado... no hay movimiento con el cual Steven tenga dificultad, muy pronto estarán practicando las técnicas más avanzadas ilustradas tan detalladamente en los libros escritos para la familia Wildfire... el clan Kaneda... y además las clases de japonés tampoco van tan mal... si, Steven es un excelente estudiante en verdad.

Por su parte, Steven está enseñándole a Kamatari técnicas de defensa personal; ya de por si Kamatari tenía predisposición para las artes marciales, y aprender cosas nuevas nunca está de más... aunque Steven insiste cada vez más en convencerlo para que entre al equipo de la facultad... en realidad ambos saben que el rubio solo tiene que suplicar un poquito más y eso será todo; pero a ninguno de los dos les molesta la clase de 'súplicas' que se efectúan; si, un poco más de súplica no estaría mal.

Kamatari mira a Steven efectuar un complicado movimiento, es una llave muy difícil pero a la vista efectiva. Ambos disfrutan del contacto del otro para efectuar las indicaciones de la posición correcta del cuerpo, Kamatari sonríe al sentir las manos de Steven estar más tiempo del necesario sobre sus caderas, pero no dice nada... nunca lo hace; así como Steven no protesta cuando Kamatari hace lo mismo al indicarle una y otra vez como debe de flexionar piernas y brazos para una pose específica... la manera en que las manos deben de sostener la espada de bambú que se consiguieron en el barrio japonés... si, ahora todo parece perfecto.

Kamatari recuerda lo sucedido tres días atrás, cuando todo fue descubierto. Había sido devastador en su momento... y sin embargo había sido lo mejor. ¡STEVEN REALMENTE LO AMABA!, tenía que ser eso... tenía que, por que de lo contrario Kamatari moriría... pues también lo amaba, realmente amaba a ese rubio loco y pervertido... ese rubio precioso que le había devuelto el sentimiento de amor a su dolido corazón, junto a la esperanza que nunca tuvo de ser amado.

Kamatari tira a Steven al colchón, al parecer es un muy buen alumno. Steven sonríe y se levanta... "La próxima no va a ser tan fácil" advierte con un brillito peligroso en los ojos. Kamatari también sonríe... eso es justo lo que está esperando. Todos los recuerdos del día siguiente a aquel momento vuelven una vez más a su mente, es que aún no se lo puede creer.

***** Inicio del Flash Back, 3 días antes*****

Steven había abrazado a Kamatari con ternura y cariño, llorando igual que él, besando sus sienes casi sin parar; y en algún momento, en aquellas horas del amanecer, entre aquellos besos y abrazos, Kamatari se quedó dormido en la protección de sus brazos.

Pronto, demasiado pronto; el oriental fue despertado por el olor delicioso que inundaba el ambiente... por delicados besos posados sobre sus labios... por suaves dedos viajando lentos por sus cabellos, por su rostro, delineando su nariz... su boca. Kamatari abrió los ojos, y allí estaba él... se notaban claramente los ojos enrojecidos por el llanto, las ojeras profundas por la falta de sueño... Kamatari estaba seguro de que Steven lo había cuidado todo el tiempo... de que el rubio no había pegado los ojos ni había dormido aquella noche.

- "Buen día bello durmiente." - saludó Steven con un beso amoroso a Kamatari... ¿Por qué estaba tan oscura la mañana?.

El reloj sonó... cinco campanadas... no podía ser. No era de mañana; eran las cinco de la tarde. Vaya y que había dormido, y sin embargo se sentía agotado. Kamatari sintió de nuevo los labios de Steven vagar sobre su rostro, probar su nariz, besar su frente, acariciar sus propios labios. Pronto un par de fuertes manos lo ayudaron a levantarse, y luego una bandeja con deliciosa comida fue puesta delante suyo... además estaba un lindo ramito hecho con florecitas silvestres que habían resistido la venida del otoño... era todo tan lindo.

- "Vamos cariño, no has comido nada hoy... ¡No quiero que te me enfermes!" - dijo con humor Steven mientras se sentaba junto a él, mientras lo abrazaba. Era todo tan irreal... Kamatari no lo pudo evitar, comenzó a llorar una vez más. - "No... no llores. Lo siento, discúlpame si hice algo mal."

- "No." - Kamatari negó con la cabeza mientras lo abrazaba. - "Es que te quiero mucho... y tú, eres tan maravilloso... Gracias, gracias." - susurraba débilmente mientras enterraba el rostro en la curva de su cuello.

- "Oh, bueno... si es por eso, un par de lágrimitas no están mal." - dijo Steven con una sonrisa mientras secaba las lágrimas de su pareja; y se alegró aún más al ver que si pudo sacarle una sonrisa a su querido y hermoso tesoro.

Kamatari comió con ganas lo que le había sido llevado, la verdad que tenía hambre; y guardó una de aquellas florecillas en su diario como recuerdo... un maravilloso recuerdo del día en que pudo comprender que tanto podía quererlo aquel hombre que ahora se encontraba a su lado. Luego de eso Steven lo mantuvo acostado; hablaron de cosas sin sentido, y otras con un sentido muy profundo... hablaron de su relación, Steven le aseguró una y otra vez que no iba a librarse de él tan fácilmente con gestos cómicos, y sin embargo tenía una mirada por demás seria. Rieron, se besaron, se mantuvieron callados y tomados de la mano hasta que cayó la noche entre susurros y caricias... hicieron el amor... Fue algo suave y tierno... aún más que alguna vez en el pasado... aún más que en ningún otro momento en el futuro, y luego Kamatari volvió a dormir entre los gentiles brazos de Steven... en realidad todo había sido maravilloso; incluso sus sueños, incluso esos fueron maravillosos aquel día.

***** Fin del flash back*****

- "¡Tienes que estar atento Kamy!" - Steven retó a su muchacho una vez más, ese día estaba muy distraído.

- "Lo siento." - dijo Kamatari riendo... pero era cierto, estaba distraído. Kamatari intentó concentrarse más y en cierto grado lo logró. Luego de eso, pasaron otras dos horas antes de que ambos decidieran que era suficiente por ese día. - "Mañana nos toca practicar con la espada." - recordó Kamatari mientras ambos se dirigían a las regaderas al aire libre. Steven revisó que no hubiese ningún mirón por allí... después de todo, ya eran las 9 de la mañana, allí sí que podría haber alguien caminando por allí; luego él se metió junto a un ya desnudo Kamatari a la regadera, después de todo... su niño se podría enfermar si se bañaba solito y sin ninguna fuente que le diese calor en aquella fría mañana... hmmm, no había nada mejor que bañarse juntos en aquel lugar. *^__^*.

Luego ambos volvieron a la habitación una vez más, y entonces Kamatari empezó a hacer lo que más odiaba Steven... comenzó a planear que hacer en el día, osea algo más que quedarse allí en la cama hasta el anochecer... MMMM!!!!. (puchero)

- "¡¿Pero por que?!... si te puedes quedar aquí conmigo... los dos solitos... haciendo cositas..." - Steven trataba por todos los medios de convencer a su esquiva pareja, pero no lo logró.

- "¡Steven!... llevamos casi cuatro días metido aquí."

- "De lo cual no me quejo... ¿te estás quejando?" - ahora Steven estaba preocupado.

- "No, no me quejo. Pero quiero ir a ver a Matt-san y Kate-san... y también a Ryan-chan, estoy preocupado por él, su tratamiento comenzó hace ya diez días y no lo veo desde hace cinco... y la última vez se veía tan débil. Josh-san me dijo que le hacía ilusión verme... aunque sea de esa manera... si puedo ayudar en algo..."

Steven suspiró, sabía que Kamatari tenía razón; a él también le preocupaba el enanito. Bien, no tenía opción, entre tantas visitas Kamatari no iba a volver hasta la tarde, y él no iba a permitir que su chico estuviera lejos de su lado tanto tiempo.

- "Bien, vamos entonces."

- "¿Vamos?" - Kamatari miró a Steven inquisidoramente.

Steven sacó sus caninas orejitas una vez más.

- "Es que no puedo ir contigo sin que me mires de esa manera... ¿ya no confías en mi?, ¿me prohibes ver al enanito?" - dijo con expresión dolida mientras el cielo de sus ojos amenazaba con empezar una copiosa lluvia. (claro que todo era fingido, pero igual le hacía mantequilla el corazón a Kamatari)

- "Yo no dije eso." - argumento Kamatari mientras lo cogía de la mano y lo guiaba a la puerta de salida... pero era que él quería hablar con Kate-san a solas de un asunto, y con Steven por allí... ¿Y si le pedía a Matt-san que lo distrajera un rato?. Si, eso podría resultar.

**********

Kamatari y Steven fueron de frente al primer piso, pues Kamatari sabía que Kate-san había estado yendo todos los días al gran salón a organizar el baile junto a sus amigas; y eso significaba que Matt-san también estaba allí. Por fin llegaron frente a la puerta del cuarto de Ryan y Josh. Kamatari tocó y pronto la puerta se abrió, dejando ver a un exhausto Josh tras de ella.

- "¡Kamatari!... que tal. Pase por favor, a Ryan le dará gusto verlo... y a usted también Steven, llevan tiempo sin venir, él ya preguntaba por ustedes."

Ambos pasaron pronto, Josh parecía en extremo aliviado con el hecho de tenerlos allí. Y entonces lo vieron, allí estaba Ryan; acostado sobre la cama, con los ojos cerrados y la respiración pausada... estaba dormido. Apenas y se le podía notar algo de su fisonomía bajo la gran cantidad de mantas y frazadas que tenía puestas encima, además tenía una gruesa chompa como parte superior del pijama... y estaba acompañado de un pequeño osito blanco. Kamatari recordaba ese osito, lo vieron el domingo que fueron de visita al centro; Ryan se quedó pegado a la vitrina viéndolo, no era muy difícil suponer que Josh se lo iba a comprar.

- "Esta dormido... pero no se preocupen, me gustaría en realidad que se quedaran un rato... cada vez que despierta me pregunta si tuvimos visita... se que esa pregunta va por ustedes, pues no tenemos a nadie más en este lugar que se preocupe por venir a visitarnos."

Kamatari estaba conmovido, y no pensaba moverse de allí hasta que el pequeño despertase; pero mientras... Josh en realidad se estaba acabando.

- "Dime Josh-san, ¿Cómo está ahora Ryan-chan?... ¿cómo toma el tratamiento?." - Kamatari casi y tenía miedo de preguntar ante la posibilidad de recibir una respuesta desesperanzadora.

Josh miró a Kamatari, y el oriental se preguntó como podía ese muchacho mantenerse en pie con lo agotado, extenuado... desecho... que se lo veía.

- "Bueno..." - Josh empezó hablando lentamente - "... el tratamiento si lo ha afectado... a veces está muy cansado y débil; no tiene ganas ni siquiera de dibujar, aunque es por que no puede sostener derecho el carbón o el lápiz... todo le está saliendo chueco, y está un poquito gruñón por eso... pero el doctor Kasaki dijo que estaba dentro de los parámetros... él viene cada tres días a revisarlo, vino ayer. Ahmm, le duele cuando le aplico los ejercicios y masajes en las piernas... pero el doctor dice que por ahora eso también está bien... aunque el otro día le metió unas agujas y se la dejó por ... mucho tiempo... no recuerdo cuanto; pero se le quitó el dolor ese día. Dentro de 10 días se supone que le debe comenzar a bajar el dolor y el cansancio... si es así se verán los primeros resultados en unos 6 meses más o menos, y... hmm... volverá a como estaba antes en unos dos meses... con suerte menos, si es así entonces sus probabilidades de obtener una salud buena son altas... altas." - Josh se sumió de nuevo en sus pensamientos; no le importaba esperar toda una vida se podía verlo sano. Verlo sano era su más grande y ferviente deseo... su Ryan, daría su propia vida, su salud... todo, por verlo sano tan solo un momento... verlo correr sin cansarse, poder llevarlo a una excursión tal vez... poder amarlo como tantas veces su pasión se lo había exigido.

Una mano se posó gentil sobre el brazo de Josh, y al levantar la vista se encontró con los rostros amables de Kamatari y Steven.

- "El estará bien, no te preocupes." - Kamatari lo animó con una sonrisa y continuó - "¿Y como duerme?... ¿A tenido malas noches?."

- "No, duerme muy bien gracias a unas infusiones que el doctor le recetó... una hierbas que lo hacen descansar toda la noche... duerme bien."

*Pero tú no descansas nada por las noches... te quedas vigilando su sueño, ¿cierto Josh-san?* - Kamatari no pudo evitar pensar en aquello, se notaba que él no había dormido en días.

- "Pues tu deberías dormir un poco también. No le haces ningún favor a nadie teniendo esa apariencia... Descansa un rato y nosotros cuidamos del enanito." - Steven le había quitado los pensamientos de la mente a Kamatari; y es que era demasiado obvio.

Por su parte, Josh observó un rato a la pareja, como buscando la manera de replicar lo dicho por Steven; pero no lo hizo, era cierto que se encontraba demasiado cansado. Josh agradeció y se metió a la cama, justo al costado de Ryan, y prácticamente se quedó dormido de inmediato. Tanto a Kamatari como a Steven se les encogió el corazón; y por acuerdo tácito ambos se quedaron sentados al costado de la durmiente pareja, era su turno de cuidarlos.

Pasaron casi dos horas antes de que alguno de los dos siquiera despertara; y ese fue Ryan, quien se sorprendió mucho de encontrar a Josh dormido, pues no lo había visto dormir en días... bueno, ya era tiempo. Ryan abrazó más a Snow Angel y trató de incorporarse sin mover mucho la cama para que Josh no se despertara, grande fue su sorpresa al sentir un par de manos ayudarlo con su cometido; y al voltear sus ojos se iluminaron ligeramente, mientras que una sonrisa se formaba en su rostro.

- "¡Señor Kamatari!" - dijo apenas en un hilo de voz el pequeño.

- "Hola Ryan-chan" - Kamatari saludó al pequeño en un susurro para no despertar a su pareja.

- "¿Vino a vernos?" - preguntó Ryan con ilusión, había extrañado mucho a su amigo.

- "Si, Steven y yo vinimos a visitarte para saber como estabas... y por lo que me dice Josh estás muy bien."

- "¿Verdad que si?" - preguntó Ryan complacido... él quería estar bien, era importante estarlo... Kamatari sabía los motivos. - "Lo único malo es que no puedo dibujar mucho... bueno, es que no tengo ganas, no que no pueda... además no puedo salir." - Ryan no parecía muy complacido con eso en cambio, así que cambió de tema - "Miren, Josh me compró un Snow Angel... me dijo que así le habían puesto en la tienda... aunque creo que fue él quien le puso el nombre..." - susurró al final Ryan para que Josh no lo escuchara.

- "¿En serio?." - Steven dijo con un aire misterioso siguiéndole el juego a Ryan, eso le encantaba al pequeño.

- "Si... me lo dio como regalo adelantado de mi cumpleaños."

- "¿Cuándo es tu cumpleaños Ryan." - preguntó curioso Steven.

- "Pues en enero... el 29 de enero... faltan como... a ver... hmm... ¿cinco o seis?... si, creo que si; seis semanas. Ya mande un telegrama a mi casa para decir que no voy a poder ir a celebrarlo allá, porque no me puedo mover de aquí... así que mi mamá y mi papá van a venir junto a mis hermanos... además quieren conocer a Josh y a ustedes también."

- "¿A nosotros?" - preguntaron a la par los dos aludidos.

- "Si, les hablé de ustedes en una carta y les cayeron bien. Además mi mamá dice que quiere que prueben sus galletas... a mi me gustan mucho, las hace de avena con pecanas, y de avellanas... son ricas. Josh está nervioso, dice que nunca pensó en conocer a mis papás... estuvo una hora sentado en la silla sin decir nada cuando le conté lo que mis papás me pidieron por carta. ¿No es gracioso?." - Ryan en realidad no estaba muy seguro de cual era el problema.

Por su parte Kamatari comenzó a pensar en aquello... ¿qué haría el día que tuviese que conocer a la familia de Steven?... ¿Sucedería algún día?.

- "Conocer a la familia." - dijo Kamatari para si mismo en voz baja, y de manera distraída... Steven no pudo entonces evitar el mirarlo, lo conocía tan bien que casi podía leer sus pensamientos de manera instantánea. Pero se limitó a quedarse callado.

Luego de eso los tres siguieron hablando un buen rato más, aunque en realidad Ryan conversaba cada vez menos, así que Kamatari y Steven (en especial Steven) eran quienes armaban toda la conversación. Y así fue hasta que Josh despertó casi a las 4 de la tarde, sin estar muy seguro de donde estaba hasta que vio a los otros tres que lo miraban sonrientes.

- "Hola Josh... dile hola a Snow Angel." - Ryan puso al osito para que Josh le diera un beso y este así lo hizo, y luego le dio un beso a Ryan.

- "Gracias por cuidar a Ryan por mi." - dijo después Josh, luego de que todos lo obligaran a tomar un baño e ir a comer algo a la cafetería. Por lo menos se veía más descansado.

Kamatari por su lado había decidido ir a cuidar a Ryan cada vez que pudiese, diariamente si es que podía hacerlo; esa sería su mejor manera de ayudar, pues era cierto... Josh no hacía ningún bien desvelándose de esa forma.

- "Nos vemos luego enanito." - se despidió por fin Steven mientras arrastraba en broma a Kamatari; y éste último le prometía al pequeño volver muy pronto.

Ryan se despidió efusivo, al igual que el osito a quien Ryan le movía la patita. Josh no pudo dejar de agradecerles una vez más, habían caído como ángeles ese día.

- "¿Aún quieres ir donde Kate y Carter?... ya es tarde, tal vez ya no están allá... podríamos ir primero al segundo piso." - Steven se encontraba abrazando a Kamatari justo en la puerta del edificio.

- "Hmm... vamos a ver por si acaso... tal vez aún estén allá."

- "Bueno, después de tanto tiempo sentados creo que la caminata nos caerá bien. ¿Estás preocupado, cierto?... por Ryan quiero decir."

- "Si." - Kamatari respondió con voz queda mientras que ambos iban camino al gran salón de recepciones del campus.- "Solo me queda ayudarlos en todo lo que pueda... y elegir un bonito regalo de cumpleaños para Ryan-chan... ¿se te ocurre algo bonito como regalo?."

En ese momento Steven pensó en otra cosa que nada tenía que ver con un regalo para Ryan, pero si asociado... ¡Se había olvidado de los paquetes extras y los trajes para el baile!. Se los habían llevado el miércoles de la semana pasada y había dejado todo guardado... y él que tenía allí regalos para su querido Kamy. Unas vulpinas orejitas aparecieron en su cabeza, mientras que reía de manera extraña... con lo que a Kamatari le salió una gota en la cabeza.

- "¿En que piensas Steven?" - Kamatari lo miraba inquisitivo.

- "¿Yo?... en nada... nada en particular por lo menos... ah, si; un regalo para el enanito... pensemos en uno." - dijo Steven ladeando los ojos hacia el cielo... jejejeje.

Por fin la pareja llegó al salón donde se llevaría a cabo el baile, y efectivamente al entrar encontraron a sus amigos, y no pudieron creer lo que vieron. Allí estaba Kate dando órdenes a diestra y siniestra a todo el mundo, quienes por cierto corrían a la más mínima orden del dedo de Kate, quien no dudaba en hacer muchas veces ella misma el trabajo. Y allí estaba por supuesto también Matt, quien al igual que el resto se desvivía ejecutando la más mínima orden de su amada. Kamatari y Steven se acercaron un poco más.

- "No, no; los listones deben ir ondeados ... sujetos a la pared cada 3 y medio metros... la altura de las ondas no debe superar los 80 cm.; ¡Por favor!.... esto es importante... ¡Pongan esos manteles en el armario de nuevo!, ¿quién mandó a sacarlos?, ¡Que no ven que se pueden ensuciar!. Por Dios, gente." - Kate suspiró una vez más mientras ella misma se subía con el metro costurero a la escalera y medía las ondas de los listones... a pesar de las protestas de Matt o cualquier otro motivo.

- "¡Kate!... Katy, te vas a caer..." - Matt casi suplicaba mientras que sostenía la escalera que momentos antes había estado bailando sola y a punto de caerse pues Kate no esperó que nadie la sostuviese.

- "Hola." - saludó Kamatari algo sacado de foco.

- "¡Kamatari!" - saludó aliviado Matt.- "Por favor, dile que se baje de esa escalera... ¡métele algo de cordura a esta mujer!..."

- "Hola Kamatari... siento si no puedo saludarte, pero es que aún hay mucho que hacer por aquí... díselo al señor de allí abajo, por favor." - terminó de decir Kate en tono fastidiado.

*¿Esta mujer?... ¿Señor?... ¿se había perdido de algo?*

- "¿Necesitas ayuda Kate?." - fue todo lo que atinó a preguntar Kamatari al fin.

- "Si, necesito que pongan esa estatuilla en medio de la pista; pero se necesita por lo menos 6 personas para moverla... es muy pesada." - Kate estaba preocupada, sentía que el tiempo se le acababa y que no avanzaba lo suficiente... y esa estatuilla era un gran problema, sobre todo porque la ayuda para mover todo lo pesado no había llegado, debía admitir que prácticamente Matt había hecho todo el trabajo pesado de esa índole.

- "¿Cuál, ésta?" - preguntó Kamatari señalando el problema en cuestión.- "¿Donde la quieres?"

- "Por allá." - señaló Kate un punto a como 25 m. de donde la pequeña mole se encontraba.

Kamatari observó la distancia, no era mucha y él ya había cargado cosas mucho más pesadas; así que si solo se trataba de eso... Kamatari fue hasta donde de encontraba la estatuilla y con el asombro de todos (menos de Steven... ¿por qué será?), Kamatari llevó el objeto hasta donde Kate le pidió en menos de 15 segundos.

- "¿Está bien allí Kate-san?" - preguntó Kamatari viendo el objeto... algo no estaba bien.

- "S-si... pero que mire hacia la derecha... unos 30°."

Kamatari hizo rotar la estatuillo... ¡Ahora si estaba bien!, Kate-san sabía obviamente mucho sobre este tipo de cosas.

- "¿Algo más?" - preguntó Kamatari consciente de que había mucho por hacer, y efectivamente unos minutos después se encontraba trasladando una gran cantidad de cosas; al igual que Steven, quien sin importar lo ocupado que estuviese, siempre le lanzaba una que otra miradita comprometedora, hasta que Matt intrigado le preguntó que pasaba, y Steven le respondió soñador...

- "Es que es tan tieeeeerno." - respondió Steven con corazoncitos saliendo desde su pecho.

Y Matt miró a Kamatari... si eso era ser tierno... bueno.

Llegó la noche para cuando Kate anunció más que satisfecha que ese día habían hecho más que suficiente; y que ya todos podían irse a descansar. En verdad la ayuda de Kamatari y Steven había acelerado mucho las cosas, lo suficiente como para que Kate sintiese que estaban ya 'casi' al día con los preparativos. Finalmente los cuatro amigos se fueron por su lado a hablar, por lo menos Kate y Kamatari, quienes al parecer necesitaban ponerse al día.

- "¿Entonces han estado metidos en esto todos los días desde que terminaron los exámenes?." - Kamatari se sentía culpable por no haber estado ayudando a Kate-san con todo aquello.

- "Bueno, si; pero la verdad que los chicos que se ofrecieron como voluntarios se aparecen solo de vez en cuando, son muy incumplidos. Es por eso que nos hemos retrasado, sino estaríamos mucho más avanzados. Al final siempre es así... había olvidado que el año pasado dije que nunca más haría esto por ese motivo... pero es que si me gusta hacer esto... pero no hay ayuda, y... (suspiro) bueno, tu entiendes,"

- "Si, entiendo. Entonces vendré a ayudarte todo lo que pueda. ¿Hmm?... necesitas algo más."

- "Si, un decorador..." - dijo Kate desganada. - "Bueno, más bien un artista con mucha imaginación. El de los años pasados se graduó justo el año pasado y ya no hay nadie que nos haga el diseño para el mural... no sé, alguien que haga tan solo un boceto y luego los chicos de la facultad de Arte se encargarían de llevarlo al mural... (otro suspiro)... pero no encuentro a nadie."

Entonces a Kamatari se le ocurrió una idea, pero no dijo nada, pues debía preguntar primero a Josh-san y Ryan-chan si estaban de acuerdo en ayudar, no quería darle falsas esperanzas a nadie, mucho menos a su amiga.

- "Por cierto Kamatari... ¿ya alquilaste tu traje?" - preguntó Matt algo preocupado.- "Porque si no lo hiciste te va a ser difícil conseguir uno bueno."

- "No es necesario."- interrumpió Steven- "Fuimos a comprarlo junto con el mío el domingo antepasado."

- "Pues fue una buena idea, pues por esta época los trajes de alquiler comienzan a escasear... y los de las tiendas también. Entonces todos estamos listos para el baile... ya verás que nos vamos a divertir mucho Kamatari, bailaremos toda la noche sin parar." - Kate estaba muy animada en verdad pensando que bailaría abrazada a Matt durante toda la velada, y así no se dio cuenta que Kamatari no contestaba.

Luego de eso, Kamatari cambió el tema; y lo hizo una y otra vez cada que lo que hablaban volvía al asunto de baile de fin de año... y Steven nuevamente notó aquello que su pareja no expresaba; recién, acababa de darse cuenta que... su Kamy no quería asistir... pero ¿por qué?.

Y mientras aquello pasaba por la mente de Steven, la noche siguió pasando mientras Kamatari y Kate se desvivían hablando hora tras hora como no lo habían hecho en mucho tiempo; y de vez en cuando se daba la intervención de Matt. Ese día, como hacía mucho; Kamatari había vuelto a reencontrarse con sus amigos... a pasarla bien. Incluso, notó Steven, llegó un momento en el que Kamatari se alejó con Kate hacia otro lugar y comenzaron ambos a hablar en voz bajita... y allí estaban Matt y Steven tratando de saber que era lo que esos dos estaban conversando...

- "Entonces... ¿Crees poder conseguir eso para mi.?" - Kamatari se oía suplicante.

- "¡Claro!. Solo tengo que pedírsela por correo a alguna de mis tías o a mi mamá... no creo que demore más de un mes en conseguirla... tal vez menos aún. Créeme... si quieres una receta solo tienes que pedírsela a las mujeres Wallace... te la conseguiré y con lujo de detalles." - Kate no solo estaba segura, estaba muy segura.

- "¡¡¡Gracias!!!... no sabes lo que esto significa para mi." - Kamatari sonrió una vez más... todo estaba saliendo perfecto.

**********

Kamatari y Steven llegaron tarde a la habitación; y poco era decir que ambos estaban exhaustos. Cuidar de Ryan y Josh, ayudar a Carter y Kate... Steven estaba seguro de que esa noche no habría 'acción' para él; más estaba bien, Kamatari había vuelto a ver a sus amigos... los cuales también eran amigos de él mismo.

Steven decidió ir a ver a su amor, y tal y como lo pensó lo encontró dormido en la cama, sin siquiera haberse sacado la ropa... o por lo menos eso creía él. Steven se acercó cautelosamente a su bello durmiente con la firme decisión de cambiarlo con algo un poco más cómodo, más al acercarse y comenzar a desabotonar la camisa sintió una mano comenzar a acariciar su cabello... y allí estaba la mirada amorosa de su tesoro de oriente sobre él... era tan perfecto.

- "¿Es un nuevo juego tuyo?... sacarme la ropa sin decirme nada... que pervertido que eres."

- "Bueno... siempre debe de haber un pervertido en la relación para que esta pueda llegar a funcionar." - expresó catedráticamente Steven al tiempo que se acercaba a su muchacho para besarlo.

- "Hentai" - susurró Kamatari antes de que sus labios fuesen cubiertos por otros igual de ansiosos.

El beso fue largo y apasionado, más a pesar de todo Kamatari no podía mantener los ojos abiertos... ¡Se estaba muriendo de sueño!... ¿tal vez Steven no se diese cuenta e igual le hiciese el amor?... pero Steven siempre se daba cuenta... siempre.

- "Hora de dormir mi amor, si es que quieres levantarte mañana como le dijiste a Kate para ayudarla."

- "Lo siento Steven."

- "Está bien... después de todo, estuvimos cuatro maravillosos día aquí... ¿cieeeeerrrrtoooo?" - Steven sonrió al ver el conocido tinte escarlata en las mejillas de su amado; eso era algo que estaba seguro que nunca iba a cambiar, y él lo agradecía de corazón. - "A dormir... que ya en la mañana te haré cositas en realidad hentai."

Kamatari sonrió mientras se levantaba e iba al baño a asearse y cambiarse para dormir. Entonces Steven aprovechó para sacar del armario unos paquetes que habían sido dejados debajo de los dos trajes de etiqueta que habían sido delicadamente colgados y protegidos con aquel papel de arroz que su amor utilizaba tanto; debía de sacar todo de allí y envolverlo... ¡Un momento!... no tenía papel de regalo... ¡Rayos!.

- "¿Qué haces Steven?" - la pregunta casi hace que el rubio salte hasta el techo del susto... sobre todo porque podrían descubrirlo todo. - "¿No te vas a cambiar para dormir?"

- "¿Yo?... nada... estaba... ¡si!, estaba viendo los trajes, de seguro que te veras muy bien en el baile... tu sabes... ahora me aseo un poco y me meto yo también. Verdad que es emocionante pensar en el baile... bailar juntos."

- "Ah, si... el baile... bueno, me voy a dormir. Nasai oyasumi Steven."

- "Buenas noches cariño." - dijo Steven acercándose y volviéndolo a besar con pasión una vez más.

Steven se mantuvo al costado de su amor hasta que éste se durmió. Bueno, para variar... tenía un plan. Si Kamatari no quería ir al baile... Steven sonrió, le encantaba planear cosas para hacer feliz a ese hombre adorable.

**********

Kamatari estaba preocupándose cada vez más. Los días pasaban y Steven se comportaba cada vez más raro. Últimamente se ausentaba demasiado todos los días; desaparecía durante horas y horas sin decir donde había estado, y sin embargo ni bien salía de la habitación o volvía al edificio de habitaciones, allí aparecía Steven milagrosamente... como si nunca se hubiese alejado... como si estuviera cerca... con alguien más tal vez. Kamatari temía que eso fuese lo que estaba ocurriendo, que Steven hubiese encontrado a alguien más, que se hubiese aburrido ya de él... y encima de todo, unos días antes... justo al día siguiente de haber comenzado a visitar a Ryan y ayudar a Kate todos los días, Kamatari había notado que Steven estaba envolviendo alguna cosa, más negó que así fuese en cuanto Kamatari le preguntó... un regalo para alguien más. Kamatari estaba haciendo un gran esfuerzo para no echarse a llorar como un niño en los brazos de sus amigos, pero él se lo había prometido... enfrentaría solo su desdicha el día que Steven lo dejase. Pero dolía... como dolía.

Y encima no habían vuelto a hablar sobre ir al baile de fin de año. ¿Habrá sido eso?... ¿Sería tal vez ese el problema... tal vez Steven se había enojado?. Kamatari estaba consciente de que no había hecho nada por ocultar el hecho de que no quería ir al baile... en realidad había hecho todo lo contrario; pero es que tenía mucho miedo a que lastimaran a Steven... y aún así.

Kamatari tuvo que borrar aquello de sus pensamientos, pues Ryan-chan ya lo estaba comenzando a mirar extraño.

- "¿Qué le pasa señor Kamatari?... parece triste." - susurró despacito Ryan para no despertar a Josh que dormía de manera pesada a su costado.

- "No es nada Ryan-chan... no te preocupes. Sigue contándome más bien que más te dijo sensei Kasaki cuando vino ayer a verte."

Ryan continuó contándole a Kamatari todo con lujo de detalles, mientras que seguía abrazando a su osito con fuerza. Kamatari estaba consciente de que no debía de hacer que el pequeño se preocupase por lo que Kamatari estaba pensando... se podría poner mal por aquello... solo le quedaba poner su mejor sonrisa para aquel dulce niño... y así lo hizo.

Mientras tanto, Matt regresaba cansado del gran salón para darse un baño y almorzar algo fuerte para volver al trabajo. No veía la hora de que fuesen las 3 de la tarde para que Kamatari y tal vez Wildfire se aparecieran un rato por allá y ayudasen un poco más... hacerlo todo solo era agotador. Y estaba ya a pocos metro cuando divisó una sombrita escabulléndose entre los arbustos y luego regresar... y volver a salir una vez más... ¿un ladrón?, pues bien, no iba a permitir que se llevase absolutamente nada.

Matt se acercó cautelosamente hasta que llegó a un punto donde podría capturar al sujeto sin que este pudiese escapársele. Entonces volvió a sentir que alguien se acercaba, y rápidamente decidió a atacar al ladronzuelo ese.

- "¡Carter!... ¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?!, ¡casi las arruinas!."

- "¿Wildfire?... pero que..."

Matt al parecer no entendía muy bien la situación. ¿Qué hacía Wildfire andando a tientas por todos lados y con ... ¡eso!?. Mientras tanto Steven revisaba que no se hubiese arruinado, le había costado mucho conseguirlas en esa época del año.

- "Wildfire... podrías explicarte por favor." - dijo Matt con algo de impaciencia al notar que su presencia había sido olvidada por completo.

Steven levantó la vista... era cierto, Carter seguía allí.

- "Bueno..." - comenzó Steven con algo de pena.- "... es que... Kamatari..."

- "¿Si?, ¿Qué pasa con Kamatari?."

- "Él... no quiere ir al baile... ni siquiera quería comprar el traje el día que lo llevé. Primero creí que eran nervios, que con el traje comprado estaría ilusionado de ir... pero cada vez que alguien toca el tema con él... simplemente se niega a charlar de eso... cambia el tema del baile rápido. Creo que tiene que ver con el hecho de que somos una pareja sodomita... o tal vez por que no quiere que sea yo quien la pase mal. Ya me di cuenta que siempre hace ese tipo de cosas... cuando hay algo que él cree que puede dañarme; lo que hace es tratar de que eso no pase, aún cuando él lo desee mucho... solo renuncia a lo que él mismo quiere para no causarme molestias. Quisiera que él dejase de hacer eso... que comprenda que si algo lo molesta... debe de decírmelo para resolver el problema juntos." - Steven suspiró en derrota.

- "Así que... como Kamatari no quiere ir al baile..."

- "Le preparo una sorpresa..." - Steven sonrió magníficamente.- "Pero me cuesta mucho tiempo prepararla... espero terminar a tiempo. No le digas nada por favor."

- "¿Y donde estás llevándolo todo?... por que hay más... ¿Cierto?."

- "Mmmm... está todo detrás." - dijo Steven señalando la parte trasera del edificio, en la cual había un pequeño bosquecito de arbustos.- "Me traen un cargamento cada hora de estas... después de todo el baile es en solo dos días... tengo que apurarme... pero aún me faltan algunas otras cosas, por eso te dejo... tengo que correr si quiero terminar."

- "¿Y donde lo llevas todo?." - preguntó de nuevo Matt, a lo que Steven miró para arriba. Matt siguió su mirada. Y luego meneó la cabeza en una negativa. - "Ustedes dos están igual de locos... ¿sabías eso?." - dijo Matt una vez más mientras se dirigía hacia los arbustos y regresaba con una carga igual a la de Steven... ese baño tendría que ser rápido igual que la comida.

- "¡Gracias!" - dijo Steven con una sonrisa de oreja a oreja.- "Eres un gran amigo Carter... ¿te puedo llamar Matt?."

- "Si claro... como sea."

- "Entonces dime Steven por favor... ¡Me siento viejo cuando me llaman Wildfire!." - se quejó melodramáticamente Steven mientras subía de nuevo a toda velocidad por las escaleras con Matt detrás. Matt solo suspiró.

**********

Por fin llegó el día del gran baile de fin de año. Todos están muy alborotados, las chicas nerviosas por vestir el vestido perfecto y llevar un peinado bien hecho; los muchachos comentando una y otra vez las gracias de la joven a quien invitaron como pareja. Kate y compañía corriendo de un lugar al otro para ultimar los últimos detalles de la decoración; y Kamatari... Kamatari se encontraba solo al despertar por la mañana. Él y Steven habían practicado ese día de madrugada, y al volver Steven le había hecho el amor de manera apasionada... lo había dejado exhausto y satisfecho por completo con sus atenciones y caricias hasta que durmió entre sus brazos; pero al despertar...

Bueno, quedarse en la cama todo el día no era exactamente la solución, ¿cierto?. Hora de ir donde Ryan-chan y Josh-san... de seguro que el pobre Josh-san debía estar esperándolo para poder dormir un poco como todos los días. Kamatari se levantó de la cama, se bañó y vistió con su traje informal de siempre... unos pantalones holgados de corte simple, una camisa también holgada, un saco abrigador y un sobretodo marrón claro encima de todo. Un par de botines cómodos y listo... no necesitaba nada más... bueno, tal vez si, su ropa ya empezaba a gastarse; tal vez después iría de compras al centro un día de esos.

Kamatari salió de la habitación y se dispuso a ir al primer piso cuando sintió un ruido a sus espaldas, pero al voltear no había nadie. Seguro que era su imaginación. Siguió su camino.

Por su lado, Steven y Matt casi se matan al estar bajando a toda velocidad y tener que parar tan intempestivamente al ver a Kamatari delante; si no fuera por los reflejos rápidos de Steven, ya hubiesen sido descubiertos.

- "Por poco." - Steven suspiró de alivio cuando Kamatari desapareció de su rango visual.

- "Si, faltó muy poco." - Matt también respiraba con dificultad.

- "Oye Matt... gracias por la ayuda, en serio... pero si tienes que ir a ayudar a Kate yo lo entenderé; ya has hecho mas que suficiente por mi."

- "No te preocupes... hoy ya no tengo nada en que ayudarla; solo faltan detalles... cosas de chicas. Me botaría a los 5 segundos de haber llegado, además ya nos falta poco, pero aún así falta. Deja de hablar tanto y apúrate más bien... ¡vamos!."

- "Si." - dijo Steven mientras que los dos chicos comenzaron a bajar cautelosos, cuidando que Kamatari no los descubriese antes de meterse al cuarto de Josh y Ryan. Luego ambos siguieron trabajando toda la mañana.

Mientras tanto, en la habitación de Ryan y Josh.

- "Pero Ryan..." - Josh ya no tenía más argumentos, y le dolía en el alma ver aquellos ojitos a punto de ser anegados por las lagrimas.

- "Lo prometiste."- dijo una vez más Ryan mientras que abrazaba con más fuerza a Snow Angel.

Entonces la puerta fue tocada. Josh suspiró aliviado, de seguro que Kamatari podría ayudarlo de alguna manera. Abrió la puerta.

- "Ohayoo minna." - Kamatari llegó saludando como lo hacía cada mañana al llegar.

- "Hola."- Ryan saludó con la voz en un hilo y a punto de romper a llorar.

- "Buen día Kamatari." - Josh también parecía extenuado por algo más que el cansancio.

Kamatari los miró a ambos sin saber muy bien que decir, pero Ryan habló primero.

- "No me quiere llevar al baile."- se quejó débilmente y comenzando a llorar en realidad esta vez.

- "Ryan... "- volvió a decir Josh acercándose a él, pero Ryan hizo un gesto de distanciamiento en su propio sitio en la cama mientras abrazaba aún más a su osito. A Josh el corazón se le fue al suelo.

- "Lo prometiste." - volvió a argumentar Ryan entre sollozos. -"Tú me lo prometiste."

Josh suspiró y se sentó al borde de la cama. Era cierto, él lo había prometido; pero ahora la situación había cambiado, Ryan estaba demasiado agotado como para asistir a un evento como aquel. Ya no sabía ni como arreglar todo ese enredo, así que tan solo hundió la cabeza entre sus brazos.

- "Ryan-chan... ¿estás seguro de que puedes soportar ir al baile?. Bueno, exactamente de que 'ir al baile' hablas... ¿quieres ir a bailar?, por que no puedes hacerlo."

- "Ya sé que no puedo... snif... antes iba a bailar una pieza, pero ahora ya no puedo... pero quiero ir, solo para ver como quedó el lugar... snif... después de todo... yo ayudé en el diseño."- Ryan casi y suplicaba en ese momento.

Era cierto, Kamatari recordó como al día siguiente le preguntó a Ryan si quería ayudar con el diseño del mural y él accedió excitado y feliz. Fue entonces que Kate-san y Ryan-chan se conocieron; Kamatari estaba preocupado por lo que Kate podría decir o expresar... Ryan se deprimiría se alguien mostraba compasión por él; pero Kate no lo defraudó, y trató a Ryan como a un pequeño profesional... aunque no pudo evitar llorar ante la triste situación luego de salir de la habitación... el mismo Kamatari había puesto su hombro para su amiga, y luego le contó todo lo que el pequeño estaba pasando. Y entonces Ryan y Josh encontraron a una buena amiga en Kate... y Ryan sacó el mejor de sus bocetos y luego otro y otro hasta encontrar una combinación perfecta... sacar un poco de uno... otro poco de otro. Las aves de uno, el cielo de otro... un bosque... un poco de la belleza de los bosques y pantanos de Luisiana, que era el hogar de la familia de Ryan, y el lugar donde éste había pasado leyendo libros durante toda su niñez... dibujando aquello que observaba mientras lo dejaban en una cómoda silla en el patio de la casa o cuando iban de paseo familiar. Al final fue un mural perfecto, y Kate no pudo quedar más feliz de otra manera... ni Ryan tampoco; y ahora quería ir a ver el resultado de su trabajo, y no lo culpaba de querer hacerlo.

- "Bueno, estás consciente de que no puedes bailar ninguna pieza ahora... pero, ¿cuánto tiempo quieres quedarte entonces Ryan-chan?." - Kamatari le hablaba suave y pausado a Ryan, aunque su intención era que el que le atendiese fuese Josh más que Ryan.

- "Solo un ratito... solo quiero ir a ver como quedó... como la gente se divierte... snif."

Josh miró a su Ryan y luego a Kamatari. Como decir que no ante tales argumentos... además... allí estaba de nuevo su corazón de mantequilla.

- "Bien, bien... pero no te voy a cambiar a la loca... te tendré que comenzar a vestir desde que comience la tarde para que no te agites." - Josh aceptó con una sonrisa de derrota, y Ryan lo miró con una sonrisita de felicidad que bien le valió cualquier otra cosa.

- "Gracias." - Ryan extendió los brazos para que lo abrazara, y luego le dio un beso en los labios a Josh... solo un roce, pero estaba bien... eso era lo que más esperaba el chico cada día.

Entonces Josh se acostó al lado de Ryan y pasó un brazo posesivo alrededor de su cintura y se durmió... así era siempre. Y Kamatari y Ryan sonrieron con complicidad un ratito; bien, Kamatari empezó a sacar con cuidado los trajes que ambos iban a utilizar ese día al igual que los implementos, que estaban justo donde Ryan le indicaba... Kamatari estaba seguro de que ese día ayudaría a alguien más que a Matt a ponerse el traje.

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