Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

War of hearts. por FumiSaho

[Reviews - 208]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, personas!!!

Bueno, despues de dos semanas... la actualizacion y en sabado!!!. :DD 

 

 

 

¿Escuchó bien?

La molestia que mostraba el rostro de Furihata, mutó a la total incomprensión. Miró con desconcierto a Fukuda. ¿Qué demonios estaba diciendo luego de encontrar el sostén de su novia?

—¿Eres novio de Furihata? —inquirió con sorpresa entremezclada con humor. 

—No. —sentencio Kouki

—Si. —contradijo Hiroshi con voz autoritaria.                                  

—¿Cómo puedes decir eso? —exclamó Kouki realmente enfadado. — Pensé que las cosas habían quedado claras después de ver a Miko esperándote fuera de tu casa. ¿Porque insistes tanto en retenerme?

Kouki no lograba entender lo que pasaba por la cabeza de Fukuda. ¿tan complicado fue el darse cuenta de que una relación gay no funcionaría con ellos? ¿Qué tan difícil era entender que solo era posible una amistad como la que tenían antes? Ahora se preguntaba cómo es que le había llegado a gustar el tipo de persona que era Fukuda.

Hiroshi le devolvió la mirada, sorprendido por la furia que reflejaba la voz del más bajo. 

—¿Por qué no te vas con Miko y yo me quedo con este niño? Después de todo ya habíamos quedado para tener sexo. Anoche lo hice llorar tanto que los ojos le quedaron irritados.

Apenas oyó eso, Furihata rojo de vergüenza e ira, volvió la mirada hacia Nash, que, de un rápido movimiento, abrazó la cintura del castaño apretujando el menudo cuerpo contra el suyo.

—Oye, eso no…

—Deja en paz a Furi.

—No tengo porque hacerlo. Ambos somos solteros, a nadie le molestará. —aseguró agachándose para alcanzar el hombro de Furihata con su barbilla.

El cuerpo de Kouki se tensó con desagrado. El enojo hacia Fukuda le había distraído totalmente del abrazo forzado que le proporcionaba Nash hasta ese momento, por lo que, en un intento por volver a quitarse de encima al chico, se giró empujando su pecho con ambos brazos. No obstante, y previendo los movimientos de Furihata, Nash sujetó las muñecas del castaño con una de sus manos y con la otra atrajo nuevamente la cintura de Kouki, impidiéndole el movimiento para poder plantar sus labios contra los contrarios.

La sorpresa y vergüenza invadió a Fukuda por completo. Sin saber que más hacer, y notando que Furihata no parecía resistirse, dio media vuelta. Si bien Kouki había sido su mejor amigo durante años, no quería aceptar que alguien más tendría su atención. Cuestión que no le había llegado hasta el momento en que se dio cuenta de que ninguno era feliz. Furihata tenía razón: solo lo había estado reteniendo.

Dolía, no dolía como cuando Miko había roto con él la primera vez, dolía diferente. Era insatisfactorio. Una sensación de egoísmo. Porque si, Fukuda quería continuar con Kouki, quería ver ese rostro sonrojado o escuchar el tartamudeo que se originaba cuando estaba nervioso. Sin embargo, sabía que ya no era destinatario de ello, que ahora Kouki estaba enojado y que tenía razones para estarlo. Y sabía que debía decir adiós.

Aunque Hiroshi había entendido su error, no entendió la situación. No entendió que Nash no era la persona adecuada para dejar a Kouki, que a quien le correspondía recibir ese tipo de gestos era esa persona por la que sentía cierto desagrado.

Asqueado, temeroso, furioso. Así se encontraba Kouki, con los ojos bien abiertos.

La lengua de Nash se deslizó verticalmente por sus labios alzando ligeramente su labio superior. Por su mente volaban palabras incomprensibles, sentimientos que colisionaban entre ellos volviéndose confusos. Todo parecía ser amorfo, nada tenía sentido.

 

>Que Kouki continúe sonriendo…<

 

Su cuerpo se ablandó, sus puños fuertemente cerrados cedieron por un momento para sujetar la camiseta de algodón suave al tacto, ciñéndola. Sus labios, temblorosos, se abrieron ligeramente y temblando a cuerpo completo, abrazó con sus propios labios, el labio inferior de Nash.

El chico rubio y extranjero, confiado en sus habilidades, suavizó el agarre contra las muñecas del castaño. Sabía que Furihata Kouki había caído a sus pies en cuanto se supo correspondido. Siempre supo que ese niño no era tan especial como dijo Seijuuro. Siempre supo que era como cualquier mono incivilizado, como cualquiera inferior a él.

Grave error.

La fuerte mordida que le propino Kouki le provocó tanto dolor y furia que terminó por lanzarlo fuera de su alcance. Chupó su sangre paladeando el ferroso sabor en su lengua. Kouki volvió a acercarse para darle una patada en la espinilla. El puntapié fue evadido por Nash, quien lo empujó de nueva cuenta contra la pared. Esta vez la cabeza de Kouki recibió un golpe que lo desestabilizo por un segundo antes de volver a reaccionar y enfocar la mirada en aquellos ojos azules tan amenazantes. Lo único que supo hacer (y que nunca había recurrido a ello) fue golpear con la base de su palma la nariz de Nash con un movimiento hacia arriba.

El crujido que causó aquel movimiento le heló la sangre. De inmediato se manchó de sangre proveniente de la nariz del rubio. Nash retrocedió varios pasos cubriéndose el rostro. La sangre brotaba escandalosamente entre sus dedos.

—Hijo de puta. —siseó Nash sin saber cómo controlar el sangrado.

—L-lo siento… —tartamudeó el castaño. Nunca había peleado, jamás se había sentido tan amenazado como en ese momento. Por lo que tampoco pensó que los consejos que su hermano le daba para pelear, los llevase a cabo algún día. —N-no me… me importa recibir el donativo.

—Tienes agallas. —farfulló Nash quitándose las manos del rostro. La sangre goteaba de su barbilla al suelo. Mitad de su cara estaba manchada de sangre y el suelo comenzaba a pintarse del mismo color.

—Iré a la enfermería. —avisó alarmado antes de salir corriendo y desaparecer de la vista de Nash.

—Carajo.

Se quitó la camiseta para poder colocársela en la nariz. Con eso ya no mancharía el suelo. El dolor era soportable, ya había peleado innumerables veces saliendo victorioso. Solo había subestimado al mocoso que tanto le llamaba la atención a Seijuuro.

>> —Ahora hay alguien que me interesa y no pienso dejarlo ir. —aseguró Akashi mirando con desdén los ojos azules.

—¿A ti? —inquirió con sorpresa, pues normalmente Akashi dividía (inconscientemente) a las personas en dos categorías: aprecio e interés, apreciaba a los amigos que conocían bien la personalidad del pelirrojo, y solo mostraba un interés por aquellos quienes creía convenientes.

Si ahora estaba mostrando interés por una persona, no era un interés conveniente, sino personal. Y eso le molestaba. Eso quería decir que Akashi había encontrado a alguien que era extraordinario incluso para él.

No preguntó nada más, pero en su cabeza rondaban sugestiones económicas y físicas que le llevaban a imaginar una persona de bastante valor. Sin embargo, al salir del café y notar la mirada de Akashi, supo que ese enano castaño mucho más simple de lo que imaginaba, era por quien Seijuuro lo había rechazado. <<

Parecía una mentira, una maldita broma de mal gusto. No había conocido a nadie que se atreviera a retarlo de la forma en que lo hacia Kouki, mucho menos alguien que se atreviera a romperle la nariz y después rechazar una oferta grandiosa como si nada.

¿Qué tenía Furihata que le llamaba tanto la atención? ¿Qué tenía que le había gustado besar esos temblosos labios?

 

 

 

Removió lo que parecía ser inútil y con una toalla en el antebrazo, gasas, algodón y un ungüento que parecía poder servir, salió de la enfermería. Realmente no sabía qué hacer con ese tipo de sangrado, es más, eso debería de ser arreglado por un profesional, no obstante, Kouki se sentía bastante mal de haberle roto la nariz a alguien y además no poder hacer algo para ayudar. Corrió escaleras abajo sintiendo el vibrar de su teléfono acompañado de una melodía de piano, proveniente de su pantalón. No hizo caso y dejó de escucharse justo cuando había llegado al segundo piso, donde se suponía, debía estar Nash, en cambio solo estaban las gotas de sangre vueltas costra en el suelo blanco. Miró a los alrededores y luego bajó encontrando solo a Kawahara sentado en una de las bancas del lobby.

—Oh, Furi. —se levantó apenas vio que su jadeante amigo cargado de innecesarios instrumentos de curación. —No te preocupes, tu amigo fue llevado a la clínica. —Furihata todavía lo miraba con duda y su garganta seca no le permitía preguntarle si sería expulsado por ello. — Debió ser fuerte su caída para que se le rompiera la nariz… ¿de dónde cayó?

Kouki tragó en seco, doliéndole el hacerlo. No despegó los ojos de su amigo mientras la información era procesada por su cabeza.

—¿Tropezó...? —su respuesta casi sin aliento pareció una pregunta pues ni el mismo sabía si eso era lo que había dicho Nash ni con qué propósito lo había hecho.

—Sí, también nos lo dijo, pero no creí que se pudiera ser tan torpe. —murmuró Kawahara.

—Su-su agujeta debió estar desatada. —apostó Kouki esperanzado de que Kawahara no se hubiese dado cuenta de que los zapatos de Nash no llevaban agujetas.

—Tienes razón. —asintió pensativo. —Los demás están afuera remojando el papel. Al parecer no vamos a hacer mucho porque el salón que se supone que usaríamos está cerrado. No te preocupes, mañana ya seremos más para trabajar con el reciclado. —palmeó el hombro de Kouki, quien se mostraba ensimismado.

Furihata, por otro lado, solo pensaba en lo que querría Nash en un futuro. Pensaba en que soborno pediría a cambio de ocultar el hecho de haberlo golpeado y aparte de todo declinar la oferta de mas instrumentos.

 La insistente melodía que vibraba en su pantalón le impedía pensar claramente, por lo que contestó pidiéndole una disculpa a Kawahara, quien sonrió antes de volver a sentarse en una banca y mirar a Kouki alejarse un poco para contestar.

—¿Hola?

—¿Kouki?

El cuerpo se le congelo al escuchar esa voz. Su corazón cobró un acelerado bombeo de sangre que le calentaba el cuerpo completamente. Contra su voluntad, sus labios se curvaron suavemente hacia arriba, dibujando una sonrisa que solo surgía al hablar con él.

—Se…—sus palabras se vieron interrumpidas por el pensamiento de hacerlo incorrectamente y la sonrisa, lentamente se desvaneció. La presencia de Nash y el carácter que había visto recientemente en Akashi le hicieron reconsiderar la manera en que debía llamar a su amigo pelirrojo.

El celular dentro de su palma fue presionado por las dudas en su interior. No quería cambiar la forma en que hablaba con Seijuuro, pero lo mejor sería tratarlo como trataba a Kawahara, Kuroko o Fukuda. 

—A-Akashi…

Señor, la junta dará comienzo.

Una tercera voz opacó la suya, que apenas y había brotado con algo de sonido de sus labios.

—Bien, gracias. —escuchó que contestaba a su informante antes de volver su atención al teléfono. — ¿Pensaste lo del Gozan? —preguntó sin miramientos. Furihata volvió a quedarse sin habla. No, por supuesto que no lo había pensado, era más, anoche no había pensado en nada. Y sin embargo ahora que necesitaba contestar, su cerebro no le daba posibles salidas, solo le recordaba lo escrito en el tanzaku rosa, las palabras en tinta negra que le habían emocionado tanto.

Con ello en mente, inhaló para calmarse un poco y dio una respuesta final.

—Si. Si quiero ir.

—Bien. —la voz con que Akashi expresó su conformidad fue animada. Después de todo era un alivio escuchar la voz de Kouki incluso a través de un teléfono. — Te llamaré en cuanto me desocupe, ¿de acuerdo?

—Seguro. —no se había dado cuenta, pero también se había alegrado al saber que lo llamaría. Su mano bajó junto con el teléfono para mirar la pantalla iluminada que mantenía el nombre del pelirrojo en ella, indicándole que la llamada había finalizado.

Fue inexplicable. la sonrisa en su boca, los latidos acelerados, la ansiedad de ver a Seijuuro y el anhelo de volver a hablar con él, volvieron arrasando en su interior. Sin embargo, el temor de solo ser pasajero en la vida de Akashi, continuaba y no se marcharía con facilidad. 

 

 

 

 

Notas finales:

Que tal? Bien? mal? :)

Nos vemos en la actualizacion!! :}

Por cierto, perdonen a Fukuda, no es malo, solo un poco torpe. :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).