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Para tener una buena vida 2.0 por liaran_chan

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Notas del capitulo:

Hola. Aqui el siguiente capitulo espero sea de su agrado y el cual llego a ustedes gracias al apoyo incondicional de mi beta, así q gracias Jeny

Con respecto al cap este me gusta por q muestra todas las habilidades de mis amadas serpientes y no digo mas para q lo disfruten

Capitulo IV. Conducta Slytherin

 

Harry y Draco se quedaron pasmados al ver a los profesores, quienes por cierto aún no salían del asombro de ver a dos alumnos de primer año en su primera clase de vuelo realizar semejantes acrobacias en el cielo como si fueran profesionales de quidditch.  Esto hizo que todos los presentes fueran sometidos a un denso silencio en el que nadie decía o hacia nada, fueron unos minutos sofocantes hasta que la templanza de las serpientes se mostró.

 

—Potter, Malfoy vengan conmigo— les ordenó el profesor Snape en una voz calmada que solo presagiaba problemas o al menos a si lo interpreto el viajero del tiempo, que en ese presiso momento se sintio nuevamente un chico de doce años al que ese hombre había amenazado con expulsar por haber llegado en un auto volador.

 

Quizás fue ese mismo miedo lo que ocasiono que no viera lo que ocurría a su alrededor, que era la sonrisa ladina del heredero Malfoy por salir airoso de esa travesura, o la cara de felicidad que tenía Marcus por el hecho de por fin tener un buscador que no tuviera miedo a realizar picadas y fuera lo suficiente ágil para maniobrar en la escoba, y la más importante de todas, el rostro del maestro de pociones que  indicaba que estaba trazando un plan para aprovechar sus jóvenes talentos.

 

Pero esto simplemente paso desapercibido para el pequeño ojiverde que en ese preciso instante se sentía tan insignificante e idiota, que si su amargura hubiera descendido un decibel más una pequeña tormenta se hubiera formado sobre su cabeza, gracias a su magia. Soy un idiota… ah grito en su mente si Draco me viera en este momento me sometería a punta de maldiciones por impulsivo e inmaduro, ah… acabo de tirar todo su esfuerzo a la basura… ah… ¿ahora qué voy hacer?, ¿Cómo voy a lograr vencer a Voldemort y conquistar a Draco lejos de aquí?  Ahh, soy un idiota. Esos eran los pensamientos autodestructivos del joven Potter, que poco le faltaba para comportarse como elfo doméstico y auto flagelarse golpeando su cabeza contra una pared del castillo.

 

Apenas llegaron a los aposentos del profesor Snape, este tomo asiento detrás de su escritorio y le señalo las bancas para que los menores se sentaran en lo que hablaba con el capitán de su equipo de quidditch —Marcus regresa con la profesora Hood y coméntale que lo que acordamos se llevara a cabo el próximo sábado a las 10 de la mañana si no tiene inconveniente, si acepta, coloca el anuncio en la sala común.

                                                                                 

—Entendido— pronuncio el joven antes de abandonar el recinto, esperando que Potter y Malfoy pudieran presentarse a la audición de quidditch.

 

Apenas Marcus abandono la habitacion, la vista del mayor se dirigio a sus jóvenes acompañantes, topandose con la cara de miedo del pelinegro junto a la sonrisa ladina de su ahijado —Joven Malfoy quite esa sonrisa de su rostro, que usted y joven Potter estan en problemas.

 

—Si, claro padrino, ¡cómo si le fueras a quitar puntos a tu propia casa o me fueras a castigar!— le dijo con cierto sarcasmo el rubio, para luego agregar despreocupado —De hecho por la forma en que volamos deberiamos estar en el equipo de quidditch.

 

El profesor  Snape se froto el puente de su nariz luego de las palabras de su desvergonzado ahijado —Estoy de acuerdo con eso, volaron de maravilla— le reconoció su habilidad, lo que hizo que Draco ampliara su sonrisa de autosuficiencia y Harry viera la luz del sol al final de la tormenta —Sin embargo el señor Potter y usted desobedecieron deliberadamente a la profesora Hooch, por lo que merecen un castigo.

 

—¿Qué?— reclamó Draco en un tono por demás indignado, ya que era la primera vez que su padrino estaba a favor de que lo castigaran y lo peor que él iba a ser su verdugo.

 

—Draco— le amolestó dandole a entender que no le iba de pasar esa clase de actitudes, una vez que los pucheros del heredero Malfoy se moderaron el hombre siguio hablando —Ustedes dos tienen tres días de detención con Madame Hooch además de que le voy a restar a nuestra casa 50 puntos por su falta.

 

Un suspiro de aliviado salió de los labios del moreno, ya que a su parecer el jueguito les había salido barato, aunque eso no era lo mismo que opino su prospecto a novio, ya que sus reclamos se hicieron escuchar.

 

—¡¿Qué?! Padrino, tú no me puedes hacer esto— le exigió al tiempo que se levantaba abrutamente haciendo que su silla se azotara en el suelo.

 

—Draco— nuevamente le reprendió Severus Snape con una mirada que decía no me retes jovencito.

 

Las mejillas del aludido se sonrojaron un poco al mismo tiempo que con una voz más sumisa le reclamaba —Es que no es justo, somo los mejores jugadores quidditch y lo sabes, ¿por qué no podemos jugar?— miemtras hablaba Draco tenia sus manos en la cintura y con su pie derecho pegaba en el piso varias veces, muestra clara que estaba haciendo berrinche

 

Severus volvio a tocarse la nariz ante ese gesto —¿Ya terminaste con tu rabieta?— le pregunto socarrón.

 

Draco ahogo un grito de frustración al ver que sus quejas estaban siendo ignoradas además de saber que con el último comentario su padrino no le iba a prestar mayor atencion hasta que se calmara —Si— le respondió luego de un rato en un suave susurro tomando asiento nuevamente.

 

—Bien, voy hablar con Madame Hooch de su castigo y que días desea que se realice, les notificaré  esto con la señorita Carrow.— les explicó Severus ignorando deliberadamente las preguntas de su ahijado —Ahora retirensen y espero que a la brevedad posible recuperen los puntos que me hicieron quitarle a nuestra casa— les exigió en un susurro por demás atemorizante.

 

Un “Si, señor” se escucho de los labios de niños, antes de que pudieran salir la voz del profesro Snape se volvió a escuchar —Ah y señor Potter espero que mantenga en secreto la relación filial que tengo con el joven Malfoy— un acentamiento de cabeza con otro “Si, señor” fue la respuesta de Harry antes de continuar su camino hacia la salida, una vez fuera Harry le tomó la mano a Draco, como muestra de apoyo, siendo que este temblaba de frustración por ser castigado e ignorado.

 

De la mano Harry llevó a Draco a su habitación, al atravesar la sala común ya se encontraban sus amigos esperandolos para saber como les había ido con el jefe de su casa, pero al ver como se encontraba  el ojiplata decidieron postergar el hablar con él y dejarón que su pretendiente se encargara de tranquilizar a ese furioso dragón.

 

Y mientras Harry Potter se encargaba de calmar a su precioso rubio, el profesor Snape estaba moviendo sus piezas, sin que estos lo supieran, para cumplir su objetivo: tener a ambos chicos dentro del equipo de quidditch. Deseo que sabia perfectamente que no sería fácil, por lo que tenia que actuar como digno hijo de Salazar Slytherin para poder cumplir sus planes.

 

Sabia que el viejo director tenia cierta apatía por los alumnos de su casa pero no dudaba en ayudar a miembros de otra casa, por lo que ideo un plan para que la profesora Hooch realizara el trabajo sucio por él, quien mejor que la maestra de la materia para recomendar a sus talentosos alumnos.

 

Convencer a la mujer era lo más simple del asunto, alguien tan Hufflepuff como ella se inclinaria por cualquier cosa justa, asi que haciendo gala de su sangre fría dejó aparentemente el favoritismo de su casa y le demostró a la profesora lo buena persona que era. De ahí, que lo primero que hizo cuando la vio fue disculparse por la falta de respeto de sus alumnos por no obedecerle además de notifcarle la cantidad de puntos que le quitó por esto y los días de detencion que tenían. Cosa que sin duda encantó a la mujer por ese gesto de honradez acompañado con algo que realmente valoraba trabajo duro, cuando vio esto, Snape supó que ya tenía a la profesora en la palma de su mano, así que le hizo la platica de todo y de nada, guíando a su presa hacía el tema que quería, ya en este, sutilmente le comentó lo penoso que era que hubiera alumnos que no pudieran jugar quidditch a pesar de sus grandes habilidades solo por ser los novatos de la escuela, el hombre fue tan hábil con sus palabras que la pobre mujer terminó teniendo la necesidad de ayudar a los pobres niños.

 

La necesidad de la mujer fue tan grande que sin pensarlo mucho fue a comentarle al director de las grandes habilidades de ambos chicos y lo triste que era que con sus capacidades no pudieran jugar; al final de ese día, Severus Snape no supo si fue por que la profesora Hooch intercedio por sus alumnos o el hecho de que Albus Dumbuldore se diera cuenta que su restricción era una basura o que este, pensara usar ese apoyo como una estrategia para manipularlo, el caso es que su plan dio resultado, excelentes resultados. Ahora todos los estudiantes de primer año que muestren que tienen talento para volar una escoba, tienen la misma oportunidad que el resto de los alumnos de la escuela para pertenecer a los equipos de quidditch y tener su propia escoba.

 

 Aunque eso último no le importo realmente a Severes Snape, ya que su único objetivo era que Harry Potter y Draco Malfoy pudieran ingresar al equipo de su casa, algo que a su parecer estaba más proximo a suceder.

 

De lo cual los involucrados, no se fueron a enterar hasta el lunes en la mañana cuando Vanesa Carrow, les entregó la nota que expecificaba las condiciones de su detención:

 

Sr. Malfoy y Sr. Potter:

La profesora Hooch los espera los dias lunes, miércoles y viernes de esta semana a las 16 horas en el almacen de las escobas para que cumplan con su detención.

Profesor S. Snape

Posdata. Si quieren que les de autorización para presentarse en la audiciones para conformar parte del equipo de quidditch de Slytherin más les vale que no reciba ninguna queja de ustedes, así que hagan lo que les pide de buen modo.

 

 

Si no fuera por que los aludidos se encontraban en el gran comedor cuando leyeron esto, hubieran gritado de emoción al enterarse de que podían jugar, alegría que solo compartieron con sus amigos del Olimpo, ya que al parecer aún no era oficial que los alumnos de primero jugaran.

 

Esto hizo que ambos niños resplandecieran de felicidad, bueno, toda la dicha que las serpientes podían mostrar en público. Draco Malfoy estaba tan entusiasmado, que eso lo hacia un tanto distraído, distración que aprovecho discretamente Harry Potter para  ayudar a Neville Longbottom a realizar el ejercicio de trasformaciones, aunque eso no paso desapercibido para todos, por que un chico de ojos cafes si lo noto e incluso fruncio el seño al ver esto.

 

Cuando llego el momento de cumplir con su castido, Harry Potter y Draco Malfoy, se darian cuenta que los tejones no sirven para reprender, ya que son muy blandos en estas actividades y más que un castido para los chicos eso fue una tarde de juego. El primer día solo tuvieron que pulir y arreglar escobas, que en si fue la única actividad pesada o difícil a la que se enfrentaron, ya que los demás días solo tuvierón que probar todas las escobas del colegio para saber cuales seguir ocupando y cuales no, así que para los “castigados” sus minutos de tortura terminaron siendo horas autorizadas para volar.

 

Fue precisamente eso, que hizo que todos los alumnos de la escuela los acusaran de lame botas, ya que el último día en que Draco y Harry cumplian su castigo, la profesora les dio un pergamino donde les daba autorización para poder asistir a las selección de los miembros de su casa y que ese mismo día el director escogiera para notificar que todos los alumnos de primer año podrían participar en los equipos de quidditch siempre y cuando tuvieran  la autorización de la profesora Hooch y la de su jefe de casa, quienes serian los encargados de verificar sus habilidades en la escoba. No ayudo en mucho para que las quejas de los demás niños se hicieran escuchar, acusandolos de hacer trampa.

 

Algo que por cierto ni a Harry ni a Draco les quito el sueño, de hecho lo que les quito el sueño fue la impaciencia por que la noche terminara y que al fin pudieran asistir a las pruebas de selección. Pruebas en las que sus amigos de año los acompañaron, siendo sus porristas desde las gradas mientras ellos se lucian en la escoba para poder tener los puestos de buscador y cazador.

 

Como era de esparse ellos optuvieron los puestos y fueron felicitados por sus amigos, quienes lucian orgullosos de sus logros, ya que Harry dejó en ridiculo al ex buscador cuando realizó una picada para atrapar la snich, mientras que él retomo el vuelo para asender el otro chico se estrecho en el pasto al no poder cambiar la direccion de su escoba. Draco también se lució, ya que en su prueba para anotar puntos él anoto sus cinco intentos mientras que sus demás compañeros solo dos o tres.

 

Una vez entraron al equipo de la escuela, Draco le presumió con orgullo a sus padres de la hazaña que habían logrado, por lo que el domingo en la mañana cuando el correo matutino era entregado, el gran comedor quedo maravillado de ver cuatro magestuosas aguilas entregando dos flamantes escobas enfrente de Harry Potter y Draco Malfoy.

 

Los menores con esa emoción que se tiene un mañana de navidad abrieron las embolturas de sus escobas   —Wow, esto es increíble— expresó fascinado Harry al ver la escoba que le habían regalado —Una Nimbus 2001, ¿cómo es posible, si apenas se estan vendiendo las 2000?

 

Draco se pavoneó ante esa pregunta, ya que todos veían con envidia sus escobas así que con toda la petulancia del mundo le contesto —Mi familia siempre compra lo mejor de lo mejor, un Malfoy no puede tener algo menor a eso.

 

Harry hizo todos sus esfuerzos para no reírse de la “modesta” explicación del pequeño rubio, así que dejo eso de lado y comento entusiasmado —Anció por que empiecen los entrenamientos para volar estas preciosuras.

 

Draco lo vio con la ceja alzada ante su tonto comentario según sus oidos —¿Por qué esperar hasta que empiecen los entrenamientos si podemos hacerlo desde este momento?

 

El viajero del tiempo abrio grande los ojos al escuchar eso, lo que le dio una gran idea y con una pose galante le dijo —¿Acaso esa es una invitación para que volemos juntos?— esta pregunta hizo que sus amigos se rieran divertidos al ver lo que ocacionó con Draco.

 

Y es que apenas termino la pregunta las mejillas del heredero Malfoy se tiñeron de un suave rosa por lo que volteo su cara hacia otro lado y solo le extendio su mano como si estuviera aceptando bailar con él, Harry sonrio victorioso ante ese gesto, besándole suavemente la mano ofrecida para luego hacerlo con la mejilla que tenía a su alcance —Harry— le dijo más abochornado, lo que solo hizo reír a su acosador predilecto.

 

Harry llevó su escoba en una mano, ya que la otra estaba ocupada jugando con los dedos de Draco, mientras que la escoba de este, era cargada por Goyle al ver que su amigo estaba perdido en los pozos verdes del moreno. Lo que solo hacia sonreír al resto del Olimpo por lo embelesado que lucia el rubio.

 

Apenas llegaron al campo de quidditch Harry soltó la mano Draco y se acomodo en la escoba, sin alejarse mucho del ojiplata —Listo dragón, sube— le dijo coqueto.

 

—¿Qué?— pronunció abochornado, ya que Draco ya estaba pidiéndole su escoba a Gregory para montarse.

 

—Aceptaste volar conmigo— le recordó con una cara picara —Anda, ven bonito— le dijo extendiendo su mano hacia el, Draco se sonrojo más con eso, ya que no se lo esperaba. Ante la sorpresa Harry le tomo su mano para guiarlo a su escoba y que se subiera en esta—Abrázame, fuerte.

 

Sin dar tiempo a nada Harry emprendió el vuelo, Draco al sentir como se elevaban se aferro al moreno en un abrazo —Me engañaste, eres un tramposo—  le reprochó con un lindo tono rosa en sus mejillas junto a unos ojos brillantes de alegría.

 

Harry se rio de eso mientras daba unas cuantas piruetas en el aire, disfrutando de las dos cosas que más amaba en el mundo: estar en brazos de su dragón y volar.

 

Mientras que en las gradas:

 

Blayse se reía divertido —Harry acaba de engatusar a Draco— les menciono al ver como el moreno aprovechaba la pena de su amigo para subirlo en su escoba, al escuchar eso todos los demás se rieron por lo Slytherin que fue.

 

—Aunque a mi parecer a Draco no le molesto el engaño, de hecho, se ve feliz— aporto Theodore sin despegar la vista de su libro, lo que ya no sorprendia a nadie ya que el chico siempre hacia eso.

 

—Si y eso es tan romántico— menciono fascinada Pansy, por tan perfecta escena.

 

Los jóvenes del Olimpo los estuvieron viendo volar un rato, pero la escena de ambos compartiendo una escoba de esa forma comenzo a ser tan íntima, que hizo que todos poco a poco se fueran sintiendo intrusos por verlos.

 

—Eh,  chicos creo que lo mejor será que nos vayamos y los dejemos disfrutar de su cita— aconsejó Pan, a lo que los demás asistieron, dejando solos a los tortolitos, ya que en esa ocasión ni los guaruras del rubio se quedaron a cuidarlo.

 

Aunque claro de esto no fueron conscientes ni Draco ni Harry, ya que en esos momentos realmente estaban en su burbuja, la cual se rompió por la necesidad de comer, deseo que cumplieron cuando el cielo se comenzo a pintar de naranja, indicando la hora de la cena.

 

Fue hasta el siguiente día en la mañana que Harry le agradeció su presente a los que deseaba fueran sus suegros, recibiendo ese mismo día una nota de parte de la señora Malfoy la cual le decía que no tenía nada que agradecer, ya que era una forma de retribuirle por cuidar a su pequeño. Al leer eso, Harry supuso que su dragón le ha de estar escribiendo de él a su mamá, que esta sabe de lo sucedido con el calamar gigante y probablemente  este al corriente de cada uno de sus coqueteos, cosa que lo hizo sonrojar en sobre manera e hizo que su rubia adoración lo mirara celoso por desconocer el remitente de la nota, ya que fue entregada por la lechuza de Harry.

 

Al notar el ceño fruncido de Draco, Harry le beso su mejilla para atraer su atención —¿Qué, crees que haces?— le dijo un tanto perturbado por la repentina acción.

 

—Respondo a tus gestos— explico pero al ver la duda de su receptor le aclaró —Tu naricita fruncida y tus labios apretados me dicen que quieres un beso— acompañando sus palabras con el toque de uno de sus dedos.

 

—Idiota— pronuncio Draco mirando al otro lado con una tenue sonrisa.

 

 De esa forma los días lentamente fueron pasando y el cariño que Harry le profesaba a Draco fue creciendo así como los detalles para con él, ya que hacia que Hegwid le entregaba ramos de flores o cajas de chocolates, las cuales pudo comprar gracias a la ayuda de Hagrid. Fueron esos gestos junto a los constantes besos que el viajero del tiempo le proporcionaba a Draco en su mano o mejilla, que hizo que  todos los alumnos de Hogwards les quedara claro que el heredero Malfoy sería el próximo novio de Harry Potter.

 

Aunque esto no impidio que Neville Longbottom sintiera también una especie de cariño especial por el chico de slytherin que de manera desinterezada y continua, le ayudara constantemente en sus estudios, ya que siempre le corregia cuando iba a ser un desastre de una poción con un carraspeo, toque o señal de varita, en unas ocaciones le daba que libro necesitaba para sus deberes cuando se cruzaban en la biblioteca o le susurraba que el podía.

 

Sentimientos que fueron notados por Theodore Nott y lo que más le indignaba es que Potter le estuviera dando cuerda con su amabilidad, así que después de que Harry y Draco regresaran de una practica de quidditch y estuviera cien por ciento seguro que su amigo no los escucharia por que se estaba bañamdo; siendo que Draco era tan remilgoso que nunca se bañana en los vestidores de Slytherin por que según el no le daban privacidad, lo que  le daba tiempo a Theo de hablar con Harry.

 

Harry escucho unos suaves toques en la puerta de su alcoba, al abrir se encontro con Nott  —Hola Theo, ¿pasa algo?— le dijo mientras lo dejaba entrar y veía la cara de pocos amigos que le dedico el chico.

 

—Eso es lo que quiero saber yo, ¿Qué te traes con Longbottom?— le pregunto yendo directo al grano.

 

Para Harry no fue una sorpresa de que Nott se diera cuenta de la ayuda que le estaba dando a Neville, después de todo en su tiempo el chico era uno de los mejores mortífagos del Lord, de los más allegados en el círculo interno por sus habilidades de observación, investigación y  precisión, lo que lo hacian más letal que su padre. Lo que no espero es que lo descubriera tan pronto.

 

Harry miró seriamente al chico —Nada de lo que te imaginas, el chico Longbottom soló es el puente para tener aliados en la casa de los leones, ya sabes es el eslabón más debíl al ser el torpe e inútil, es más fácil manipular.

 

Theodore analizó sus palabras y acciones —Espero que sepas lo que haces, los peones en tu tablero de ajedrez son tu problema— pronunció como si eso no le importara —Pero has decidio hacer a mi amigo tu reina, más te vale que sepas valorar su posición por que sino…  Me encargaré de aniquilarte— le amenazó con ojos furicos.

 

Ante esas palabras Harry sintió que nuevamente estaba viendo al mortifago, el que en su época casi lo aniquila y ante ese vivo recuerdo solo pudo temer.

 

—No tienes de que preocuparte, no dejare que nada ni nadie dañe a Draco—le respondio con calma tratando de no reflejar el miedo que sentia.

 

Theodore le regalo una sonrisa socarrona —Aquí el único que se debe preocupar eres tú, tú eres el que juega con fuego. Te lo advierto o ubicas a Longbottom o te atienes a las consecuencias— sentencio.

 

Nott no espero respuesta dicha su amenaza se retiro de la habitación dejando a Harry Potter, petrificado en su cuarto perdido en sus pensamientos, ya que no entendía del todo ese ubicas a Longbotton.

 

—¿Harry, estás bien?— le pregunto Draco, quien salia del baño aún secandose el cabello.

 

—Si, bonito— le dijo con una linda sonrisa mientras pensaba en como debía mover sus piezas en el tablero de ajedrez, que la intervencion de Nott lo dejo tan fuera de balance poniéndolo en jaque.

Notas finales:

Q creen q pase ahora? espero leer sus hipotesis y nos vemos en el siguiente capitulo, besos y abrazos


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