Capítulo 5
En el capítulo anterior la cocinera conoció a unas jóvenes con las cuales creo una amistad por lo cual en la noche decidieron ir a un bar, la rubia y el peliverde se encuentran en dicho bar, y porque sus amigas insistieron la cocinera se acerca a este, luego estos tienen una larga charla hasta que deciden retirarse.
-[Me pregunto si el marimo ya habrá llegado al barco, intente dejarlo lo más largo posible para poder llegar antes que él]- El cocinero con todo el sigilo posible ingreso a la habitación que compartía con sus nakamas y se alegró al ver que su plan había funcionado- [Aunque pensándolo bien creo que no fue tan buena idea, y si se pierde y no puede encontrar el barco, y si llega a parar a alguna isla desierta por mi culpa, y si sube a un barco equivocado y resulta ser de la marina, mejor voy a… espera un segundo Sanji ¿Tú te estas preocupando por el alga parlante?_ Por supuesto que no idiota a mí que me interesa lo que suceda con ese marimo de pacotilla_ entonces porque tantas preguntas eh?_ yo… ah solo duérmete Sanji deja de pensar estas agotado]
Minutos antes.
-[He regresado, ahora a… creo que iré a entrenar un rato]- El espadachín se encuentra entrenando con sus pesas en el nido del cuervo, con las luces apagadas para no molestar a ninguno de sus nakamas cuando siente que alguien ha subido al barco por lo que deja las pesas de lado y observa por la ventana quien es el intruso- Tks solo es el ero-cook [Pero que hace el cocinero a estas horas mmm… y a mí que me importa él puede hacer con su vida lo que se le dé la gana]
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Sanji despertó como de costumbre es decir antes que todos sus nakamas.
-[Que raro parece que el marimo no durmió aquí anoche, será que si se perdió después de todo]- Al salir de la habitación se dirigió a la cocina para preparar el desayuno de sus nakamas- [Creo que debo preparar algo exquisito como compensación, aunque el que tiene la culpa aquí es él por su mal sentido de orientación]
Mientras Sanji estaba preparando la comida el espadachín ingreso a la cocina por un poco de agua.
-Parece que la pasaste bien anoche marimo
-Eh?
-Lo digo porque no apareciste en toda la noche
-jajaja preocupado por mi cejillas
-Y yo porque debería de preocuparme por ti kuso-marimo
-Pero sabes, yo creo que el que la paso bien anoche fue otro.
-…
-Lo digo porque eso de escabullirse a media noche al barco se mira sospechoso o no lo crees ero-cook.
-No es algo que te interese marimo.
-Pero si a mí no me interesa, el que saco el tema fuiste tú.
-Si serás…- en lo que el cocinero iba a darle una patada a su rival, este desapareció de la cocina solo escuchando su risa de fondo- [Es decir que el bastardo si estaba en el barco y yo preo…] Tks- decidido a dejar el tema de lado, el rubio siguió con lo que estaba haciendo.
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Los mugiwaras pasaron la tarde de lo más normal después de zarpar de aquella isla, en la que algunos se llevaron buenos recuerdos y otros simplemente nunca comentarían lo ocurrido.
-Tks esa alga descerebrada, se burla de mi pero me las pagara de eso estoy seguro.
-Sanji-kun, ¿Qué te sucede?
-Mi querida Nami-swan está preocupada por mí, mi bella dama no tienes por qué preocuparte por mí, yo me encuentro perfectamente.
-Si tú lo dices- Y Nami se retiró luego de esa “charla”.
-Estúpida alga por tu culpa mi bella dama se preocupó- En lo que Sanji iba caminando a la cocina por algo de agua se encontró una “agradable” sorpresa- [Pero mira nada más hablando del rey de los idiotas]- Se acerca un poco al susodicho- [Es que tú nunca te cansas de dormir eh alga].
El cocinero noto que el espadachín estaba total y completamente dormido así que aprovechando que nadie se encontraba alrededor decidió jugarle una simple bromita, total no le haría daño a nadie. Con un marcador que nadie sabe de dónde saco, comenzó con su inocente bromita.
-[Un poco de humor no mata a nadie]- Con gran maestría el cocinero comenzó pintándole un lindo bigote, en su ojo izquierdo un ojo muy particular- [Agradéceme luego marimo]- En la comisura de sus labios algo parecido a un rio de baba y uno que otro garabato más pero como toque final un papelito con la leyenda “Ayúdame soy un marimo perdidoL” pegado a su espalda- [Y listo una bromita sin importancia]
-Estúpido marimo levántate y has algo- le grito mientras le pateaba.
-Pero qué diablos te sucede- despertó alterado el espadachín.
-Es que me molesta verte perder el tiempo- contesto con simpleza.
-Tks…- Y el espadachín se retiró enojado a la cocina por algo de agua.
-ja.. tsh… ja…
-[Pero que le sucede a estos idiotas ahora]- El enojo del espadachín cada vez iba aumentando más y más, y es que sus “queridísimos” compañeros lo miraban con burla- QUE MIRAN- Grito alterado.
-Lo siento… ja Zoro solo… ja es que… ja- el capitán de los mugiwaras ya no aguantaba aquello le sobre pasaba- JAJAJAJAJA Zoro que te hiciste jajaja.
Ahora sí que el espadachín estaba perdido.
-Pero de qué demonios hablas Luffy, yo no me he hecho nada- La arqueóloga utilizando su akuma no mi decidió darle todas las respuestas, apuntando hacia atrás para que pudiera observarse en el espejo que había conseguido, pero lo que no conto ninguno fue con el cartelito en su espalda.
-JAJAJAJA- Se rieron todos los mugiwaras. Mientras el espadachín quedaba sorprendido por su aspecto.
-Esto es súper malo, que alguien lo ayude- comenzó con la broma Franky
-Yo puedo ayudarte si gustas Zoro- le siguió Usopp.
Todos los mugiwaras reían, unos por lo bajo y otros ni intentaban disimular.
-Ayudarme a que si se puede saber- y otra vez Robín como “buena” samaritana decidió ayudarlo quitando el papel de su espalda.
-Quien… - No termino la pregunta porque al instante lo supo. Y con toda la furia se dirigió donde se encontraba el único de sus nakamas que faltaba.
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En los camarotes.
-jajaja ese marimo ni se la espera, me gustaría verle la cara pero mejor voy a tomar un descanso, espero que todos disfruten de la bromita.
-JAJAJA- se escuchó.
-Parece ser que ya todos están enterados. Uno… Dos... Tres- Y la puerta fue abierta de golpe- Se puede saber qué quieres, estoy descansando marimo- hablo con total seriedad, aunque por dentro fuera otro asunto.
-Y todavía tienes el descaro de preguntar, cejas de sushi- hablo con una vena resaltada en su frente por la ira mal contenida.
-Te perdiste alguita, si quieres puedo ayudarte a regresar a casa de una patada- Se rio el cocinero, provocando la ira del peliverde que no tardo en lanzársele encima.
-Te mato desgraciado- dijo atacando al rubio.
-jajaja no te lo tomes a mal marimo que solo fue una bromita- decía mientras esquivaba los ataques del espadachín.
-Y que te crees que soy ¿tu payaso?
-jajaja pero si te sienta bien marimo.
-A ti te va a sentar de maravilla mi espada atravesándote.
-jajaja no pensé que fueras tan delicado marimo, no que te agradaba que seamos así de simpáticos [Ups, Espero que no lo haya notado, pero de que me preocupo que va a notarlo este marimo descerebrado]- Pero el espadachín dejo de atacarlo.
-Como… [Pero que está pasando aquí, como supo eso] Que te ha dado a ti por creer eso idiota- Enojado y confundido salió de la habitación para poder limpiarse el rostro.
-[Sera que lo noto, pero no creo que se dé cuenta es decir a que cabeza se le cruzaría pensar en una posibilidad así… no tengo de que preocuparme es solo el marimo]
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En la ducha se encontraba el espadachín de los mugiwaras.
-[Como se habrá dado cuenta de eso el cocinero, a la única persona que se lo he dicho es a Sandi pero no creo que se conozcan, será que nos habrá escuchado cuando lo dije pero porque hasta ahora dice algo, o será que solo eran suposiciones de él, pero lo dijo tan seguro como si se lo hubiera dicho a él, no tiene lógica alguna]
Esta duda paso rondando por la cabeza del espadachín hasta que decidió no darle mayor importancia y fue por su preciada botella de sake.