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Para tener una buena vida 2.0 por liaran_chan

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Notas del capitulo:

Hola.


Con ustedes un nuevo capitulo el cual me encanto escribir por que es en este donde Harry realmente empieza a moverse para vencer a Voldemor, además que aquí hice caso a la sugerencia que me pidieron en un comentario; espero amiga sea lo que querías.

Como ya saben en este y todos mis demás capítulos mi beta Jeny me hecha una mano para darles un trabajo de calidad... y antes de que se me olvide lo que esta ~texto~ se esta hablando en lengua parcel.

Sin más los dejo leer

Capítulo VIII. Aliado y descubierto

 

Sin duda la euforia de Harry se desbordó al saber que tendría una familia de verdad, de hecho, fue tanta su dicha que incluso se le olvido los protocolos de controlar sus emociones como buen Slytherin. Lo bueno, es que todos los que lo rodeaban entendían a la perfección la emoción del chico, por lo que nadie dijo nada en contra, ventajas, quizás de estar en familia. Fueron unos minutos después, cuando por fin pudo conseguir calmar su alocado corazón, momento preciso cuando las ansias por abrir sus demás regalos de navidad regreso.

 

 Así que sin perder más tiempo, Harry le sonrió a Draco tomando su mano y lo llevo a la pila de obsequios. Y es que cuando Harry disfrutaba de la noticia de no volver con sus detestables familiares, Draco se dedicó a interactuar con su nueva mascota, la que por cierto, según lo que entendió el rubio de la caligrafía de Hagrid, era una hembra que tenía aproximadamente dos meses de vida.

 

Una vez ambos preadolescentes se sentaron enfrente de su pila de obsequios, la sala de estar de los Malfoy se volvió una montaña de moños, papeles y envolturas de regalos.

 

De hecho en esa ocasión Harry recibió más regalos de los que jamás se hubiera imaginado, ya que todos sus amigos del Olimpo le habían mandado un presente así como otras personas que jamás se hubiera imaginado. Recibió diferentes clases de dulces cortesía de Crabbe y Goyle, túnicas de diario, de gala así como ropa de vestir y formal fueron los obsequios de las chicas he de suponer que esta es su forma sutil de decirme que no les agrada mi ropa, pensó Harry al ver que todas sus amigas se pusieron de acuerdo en regalarle, al parecer, un nuevo guardarropa.

 

Blaise le dio una pulsera de serpiente, recibió una flauta de madera tallada a mano con el logo de Slytherin hecha por Hagrid además de implementos para manutención de escobas de carreras de parte de Marcus Flint, una snitch de parte de otro de sus compañeros de quidditch así como un hermoso reloj de parte de Antony Lauhjalot y Vanesa Carrow, los perfectos de su año, ¡Cielos! Los slytherin son los amos de las indirectas penso al analizar todas las piedradas que había recibido empezando con las quejas de su ropa.  

 

Aunque claro, esos presentes no se compararon con la astucia de Theodore Nott, quien hizo que el solo hecho de sacar su regalo le hiciera tragar saliva al viajero del tiempo y temer por su vida. Ya que el chico le había enviado un hermoso juego de ajedrez tallado a mano de obsidiana verde. Un regalo obstentoso a primera vista. Pero eso no fue lo que impresiono al joven ojiverde, sino el significado implicíto en el regalo ya que las piezas de ajedrez era una representación gráfica de la amenaza que le había dicho de cuida a tu reina. 

 

Después, cuando Harry investigara más sobre su singular regalo, descubriría que la obsidiana era conocida dentro del mundo mágico por sus poderes para meditar y guiar; siendo que tienen la propiedad de permitir muestrar lo que es bueno y lo que es malo en el individuo. De hecho, por esas características era conocida como “la piedra de la verdad”, además de que la obsidiana verde para muchos significaba pureza, por lo que el juego estuviera hecho de este material significaba que debía jugar con integridad. Pero claro, de todo esto el joven Potter se enteraría hasta después cuando un comentario le hiciera ver la joya que tenía en sus manos.

 

Mientras ese momento llegaba el viajero del tiempo solo pensaba que Nott le estaba recordando la amenaza que le había hecho y eso le recordo que no podía irse por las ramas con él, después de todo era hasta el momento una de las personas más  astutas y tenaz que conocía, capacez de amedrentar y destruir a cualquier persona que se le pusiera en su camino. Trago un poco de saliva al pensar en eso, en eso refleccionaba cuando la voz de Draco lo saco de sus pensamientos.

 

—Wow, es un hermoso ajedrez— comento emocionado el chico que tenía mercurios por ojos —Creo que Theo te estima mucho, este sin duda es un regalo muy bueno.

 

—Estoy pensando seriamente que el libro que le regale no es suficiente para esto— pensando que su regalo fue un tanto insignificante, ya que a leguas se notaba lo caro de ese obsequio, y de hecho no se equivocaba, porque la obsidiana verde extremadamente rara y difícil de conseguir.

 

Eso hizo reír a Draco —Theo ama los libros, para él no hay nada mejor que le regalen uno— le comento, en lo que miraba el último obsequio que tenía Harry — ¿Puedo? — Le pidió permiso de abrir su obsequio a lo que Harry no se negó, un gesto de desagrado salió de sus labios apenas descubrió el regalo—Esa capa esta horrible, quien te la haya regalo tiene pésimo sentido de la moda— reprocho el rubio, al ver que el presente no traía remitente.

 

Harry solo pudo reírse ante el comentario y estar de acuerdo con Draco, ya que Albus Dumbledore no era lo que se dice una eminencia en la moda; aunque si meditaba en eso, el solo era el mensajero, siendo que la capa le pertenecía a su papá, quien a su vez la recibió de su abuelo y así sucesivamente fue pasando de padre a hijo, hasta llegar al primer dueño que la recibió de manos de la muerte, por lo que la muerte era quien no tenía sentido de la moda. Este pensamiento mareo un poco a Harry así que decidió no seguir especulando en eso.

 

Terminado la revisión de obsequios, Draco tomo entre sus brazos a su pequeña angora, que en ese momento jugaba con las envolturas de papel, para dirigirse con su padre, el cual platicaba y abrazaba a su esposa mientras bebían café —Padre— demando la atención de su progenitor, al conseguirla prosiguió —Tenemos ir al callejón Diagon, Jade— señalando a su gatita de ojos verdes —Necesita una cama, ropita, un collar, comida, recipientes para su comida, juguetes… Y no sé qué más se necesite para un gato— mientras enumeraba los artículos los iba sumando con sus dedos, sin dejar de cargar a su mascota, lo último lo dijo viendo a la gatita dudoso, quien le regalo un miau como respuesta.

 

—Ver que no tenga pulgas u otro parásito— murmuro entre dientes aún irritado Lucius, todavía renuente a aceptar ese bicho en su mansión y menos, que estuviera tan cerca de su hijo; pero ante la mirada significante de su esposa, opto por resignarse a que esa “cosa” estuviera en su vida.

 

Al ver el esfuerzo que hacia su esposo por aceptar al minino, Narcisa le regalo un beso a su pareja —Además, querido también tenemos que comprar otras cosas. Harry requiere un guardarropa nuevo— le recordó al hombre en lo que le pedía al moreno que se sentara junto a ella para abrazarlo, ya que la mujer tenía como objetivo mostrarle al ojiverde lo que era sentir el calor de hogar.

 

—Me temo que eso va tener que esperar— fue la seca respuesta del patriarca de la familia.

 

—Pero papá— protesto Draco con las mejillas un poco infladas, gestos que indicaban que un berrinche se aproximaba.

 

—Nada de quejas Draco, las compras van a tener que esperar y eso es definitivo. Esta vez tu madre no me va convencer— se anticipó al movimiento de su hijo y más al ver la cara de su mujer que pensaba interceder —Les recuerdo que Severus va venir a comer con nosotros, por lo que no podemos salir, sería descortés dejarlo plantado más cuando nosotros lo hemos invitado.

 

Ante esas palabras se escuchó la voz de queja del pequeño heredero, quien como si recordara algo ya se disponía a refutar las palabras de su padre.

 

—Y no me salgas con que solo vamos a ir por las cosas de tu gata y nos regresamos, porque bien sabes que no es cierto— se adelantó nuevamente a los pensamientos de su vástago Lucius, en eso, Harry ahogo un bostezo y Draco se tallo su ojo presa del sueño pero sin ánimos de desistir a su solicitud —Además Harry se está cayendo de sueño al igual que tú, será mejor que se vallan a dormir— concluyó Lucius con esas palabras, en un tono que no aceptaría réplicas de ninguna índole.

 

Harry asistió a la indicación de su ahora padre, solo que antes de irse recibió un beso de Narcisa y una tenue caricia en la mejilla por parte del hombre, algo que removió hasta sus entrañas por el sentimiento de calidez que le invadió ante esos gestos; Draco, por su parte, acató la orden con desánimo, llevando a Jade en sus brazos, en lo que pensaba como obtener lo que ella necesitaba.

 

Unas cuantas horas después, los jóvenes adolescentes de la casa bajan a la sala de estar, cuando pasaron junto al árbol principal de navidad, se toparon con que a sus plantas aún  se encontraba un obsequio sin abrir, lo que les pareció curioso ya que horas atrás, ellos había abierto todos los presentes que había, así que sin pensarlo más fueron a ver que era.

 

Al leer la nota, el rostro de Draco no cabía del asombro, ya que el obsequio era para Jade, de hecho, hasta la envoltura era de huellas de gatos. Pasada la sorpresa abrieron el regalo, descubriendo que en el interior tenía una camita, platos de comida, bolsas de comida seca y húmeda, juguetes, una caja de arena que mágicamente se cambiaba, un collar para gato con el nombre de la gatita y la dirección de la familia Malfoy por si se llegaba a perder, además de un castillo para gatos, junto con una hamaca. Lo que presagiaba que esa minino sería tan malcriada como su dueño y de hecho, ya estaba mostrando su actitud de diva al ignorar los juguetes y preferir la caja de regalo para jugar.

 

Draco tomo a su mascota, ignorando las quejas de esta por seguir jugando en su caja, para llevarla junto a su padre; soltando al animal cuando lo encontró, este estaba acompañado por Severus Snape, al llegar sin querer interrumpió la charla de ambos hombres cuando abrazo a su padre por la espalda —Gracias papá— le comento feliz.

 

Horas antes, cuando Lucius vio la carita de tristeza de su hijo se sintió culpable por ser el responsable del malestar del menor,  así que como todo padre consentidor, dejo la vanidad para cumplir el capricho del menor, mandando a uno de sus elfos domésticos a cumplir con esta labor, que era comprarle todo clase de cosas que la alimaña de su hijo necesitara. Aunque a pesar de eso, no perdió del todo el orgullo, ordenando a su sirviente que estas compras fueran envueltas para regalo, lo pusieran al pie del árbol de navidad  con la nota de que el presente era para la gata.

 

Después de eso, Lucius atendió algunos negocios en lo que esperaba que su viejo amigo hiciera apto de presencia en la mansión, una vez le notificaron que el maestro de pociones se encontraba en la mansión, lo recibió con un cálido abrazo  —Ayer, esperaba que por fin te dignaras en presentarme a tu pareja misteriosa y me honrarás con la presencia de ambos durante la cena— le comento entre broma y reclamo.

 

Severus rodo los ojos ante esas palabras—Sabes que eso no va a pasar, en primera porque ni a mi pareja ni a mi nos gusta ser centro de cuchicheos, cosa que pasaría si nos presentamos, en segunda odio las hipocresías de la alta sociedad y en tercera ya deberías estar acostumbrado a nuestra ausencia— le contestó  el hombre.

 

—Puedo entender que no se presenten juntos en la cena, lo que no me termina de cuadrar es ¿Por qué tanto secretismo alrededor de tu pareja?, incluso conmigo que soy tu amigo— le dijo con cierto reproche, mientras le servía una copa de vino a su acompañante.

 

—Dejemos eso quieres— refutó Severus Snape en tono de súplica, al sentirse incómodo y culpable por no poder compartir su mayor secreto con su amigo —Mejor cuéntame ¿Cómo te fue con ese asunto?

 

Lucius le entregó la copa, siguiéndole el juego a su amigo dejando el tema de lado  —Mejor de lo que pensaba— le respondió con sinceridad para luego jactarse de su logro —Ese estúpido muggle apenas me vio y veneró el piso por donde pase,  fue cuestión de segundos para que el muy idiota firmara el documento donde me cedía la custodia de Harry — dicho eso ingería un poco de vino —Por cierto, él también será tu ahijado.

 

Severus lo escucho atento y la verdad no le sorprendió que el esposo de Petunia fuera interesado e idiota, ya que la mujer en el interior como el exterior era una horrible persona, así que era de imaginarse que se casaría con alguien de su calibre. Por lo que se sintió agradecido que el hijo de su vieja amiga y amor de juventud no tuviera que regresar con ellos.

 

Severus le dedico una sonrisa al patriarca Malfoy —Ya me lo suponía— expresó cuando le dijo que sería el padrino de Harry —Y ¿Por cierto dónde están? Les traje sus obsequios de navidad.

 

—Ellos deben de…— en eso un torbellino amarillo la abrazó.

 

—Gracias papá— le dijo Draco con una sonrisa.

 

—No sé de qué hablas dragón— contesto haciéndose el desentendido mientras ocultaba una media sonrisa de satisfacción al ver a su hijo feliz, luego su rostro se tornó un tanto serio —Draco, esos modales— lo reprendió un poco, al ver que Harry ya había saludado a su invitado y su vástago se comportaba tan impulsivamente.

 

—Me disculpo padre— se excusó el rubio menor para después sonreírle al profesor Snape y regalarle un abrazo —Padrino, gusto en verte.

 

—Draco— contesto el hombre para después meter su mano a su bolsillo, sacar dos obsequios y agrandarlos —Feliz navidad, espero que sean de su agrado.

 

Draco recibió gustoso el obsequio mientras que Harry se sintió un tanto cohibido e inhibido —Gracias profesor y Feliz navidad para usted también— le respondió un tanto vacilante el joven.

 

—En primera Harry, soy Severus, dejemos los formalismos para la escuela y en segunda no hay nada que agradecer, después de todo, ahora eres mi ahijado— le sonrió antes de acercarse y colocarle su mano en su hombro, mostrándole así el afecto.

 

El pequeño ojiverde no supo si fue el gesto que recibió o las emociones que descubrió detrás de esos pozos negros y/o quizás los recuerdos de su vida pasada, lo que en ese momento desataron sus emociones, haciendo que se soltara a llorar mientras lo abrazaba con suma efusividad.

 

Snape se quedó un tanto inquieto ante ese acto, pero no le tomo importancia, creyendo que solo era producto del sufrimiento del joven con los asquerosos muggles con los que vivía, por lo que solo correspondió el gesto, intentando reconfortar al chico.

 

Draco que hasta ese momento no se enteraba de nada, por estar más entretenido con su regalo, al ver que era grito emocionado — ¡Por Salazar! Esto es increíble, mira Harry tienes que ver esto— expreso entusiasmado el rubio queriendo compartir su alegría con su joven pretendiente.

 

Fue la voz de Draco lo que trajo a la realidad a Harry, así que un tanto abochornado se separó del abrazo, se reprendía mentalmente por su momento de debilidad y lo patética que había sido su conducta; pero la sonrisa que le tendieron ambos adultos le recordó que esta vez tenía más de un hombro para llorar además de remarcarle que no estaba solo, que podía darse el lujo de flaquear ya que contaba con aliados que lo sostendrían en su flaqueza, fueron esos gestos que le hicieron saber que tendría ayuda con la carga que traía en hombros.

 

El joven ojiverde se retiró los rastros de lágrimas y fue acompañar a su lindo dragón — ¿Qué paso Draco?— le pregunto con una leve sonrisa mientras recargaba su cabeza en el hombro del chico, un gesto que ya era común que adoptara con el rubio y que a Draco no parecía molestarle.

 

—Me regalo un portador de pociones, ¡¿No es increíble?!— exclamo feliz.

 

Harry se rio un poco ante los gestos del chico, lo que hizo que Draco lo viera mal —Lo sería si supiera ¿Qué es?— le preguntó con su mejor carita de niño bueno.

 

Draco lo vio como si lo dicho por Harry fuera la peor de las blasfemias, pero recapacito a los pocos segundos siendo consciente que el azabache fue criado por muggles y que aún desconocía muchas cosas, aunque le sorprendía que supiera de otras tantas, algo un tanto extraño —Un portador de pociones es una caja mágica que te permite guardar tus pociones, con la ventaja de que si la encoges las pociones no pierden sus propiedades, además que las conserva por mucho tiempo como nuevas…

 

Harry miraba maravillado la emoción con la que el ojiplata le hablaba de pociones y lo mucho que sabía del tema, ya que aunque no lo siguió escuchando en sí, se notaba su vasto conocimiento sobre ese arte.

 

—En resumen, este es el mejor obsequio para un experto en pociones— terminó un orgulloso Draco por su excelente explicación.

 

—Valla se nota que sabes mucho sobre el tema— le comento un entusiasmado Harry.

 

Esta vez fue el turno del rubio en reírse pero no le pudo contestar ya que le gano Snape —Por supuesto— comento mientras colocaba una de sus manos en el hombro de Draco —No por nada es mi discípulo— expreso orgulloso —Lo que me recuerda que si tu lo deseas Harry también lo puedes ser. Aunque he de decirte que lo que te voy a enseñar, nada tiene que ver con las patrañas que vemos en Hogwarts.

 

Harry se quedó pasmado ante esas palabras —Me parece una excelente idea después de todo Harry tiene que ir aprendiendo las nobles costumbres de los sangre puras, que mejor que empiece con costumbres y modales del mundo mágico, ya después pasaremos a música, pintura, esgrima, arquería, natación, pociones, artes oscuras y demás ramas de la magia— aportó Lucius, quien hasta solo unos minutos solo escuchaba y veía el intercambio de palabras entre los presentes.

 

Si la invitación de Severus dejo sin palabras al chico, lo que comento Lucius lo dejó pasmado, tanto que Draco se rio por la cara que puso, acto que saco del mutismo al chico —Por supuesto me encantaría aprender tan nobles costumbres y ser el discípulo de Severus— le respondió al mayor de los rubios para después ver a su nuevo padrino.

 

Lucius le sonrió orgulloso por la respuesta —Es bueno saber eso, aunque eso lo dejaremos para más tarde— dejó la copa en uno de los muebles de la habitación —En este momento lo que nos importa es que vallamos al comedor antes de que Cissi se moleste por nuestro retraso.

 

La comida paso en silencio, hasta que llegó el momento de la sobre mesa donde los mayores comenzaron la planeación de las nuevas clases de Harry, pero sobre todo las actividades que tendrían como familia.

 

Una de las primeras cosas que hicieron fue darle una habitación para él y no solo la de un invitado, recámara que por el espacio y lujos nada tenía que ver con la que en esos momentos ocupaba; además, Narcisa con la ayuda de su heredero se encargaron de comprarle un nuevo guardarropa digno del heredero Potter y miembro de los Malfoys. Hecho esto, lo siguiente que supo Harry fue el significado de pertenecer a una familia y no solo ser un invitado en esta, como a veces le pasaba con los Weasley que solo era un espectador, en ocasiones, incluso se sintió intruso en sus vidas.

 

**********************

 

Los días siguieron su curso, por lo que el día de regresar a Hogwarts llego, en donde Lucius y Narcisa fueron a despedir a ambos jóvenes en el andén deseándoles la mejor de las suertes, hecho eso, Draco y Harry fueron a buscar un vagón para ellos y sus amigos, las chicas del grupo se volvieron locas apenas vieron a Jade, por lo que se dedicaron a acariciarla y mimarla, actividad que soporto la minina por un rato cuando se fastidio regreso a los brazos de su papi, hacer la siesta.

 

Durante el trascurso del viaje, Harry le comento fascinado a sus amigos del Olimpo que ya no volvería con los horribles muggles que tenía de familiares, gracias a que Lucius Malfoy tenía su custodia, alegría que sin duda compartieron sus amigos, aunque ellos se preguntaban que si ahora que Draco y Harry cambiaron su relación filial, el moreno desistiría de su eterna conquista por el rubio. Respuesta que llego en cuestión de segundos, ya que Harry seguía adorando el piso por donde pasaba Draco, lo que solo significaba que Harry Potter iba a practicar incesto o, aún no se daba cuenta que su prospecto a novio era algo así como su hermano, rezaban por que no fuera lo segundo ya que eso lastimaría a su amigo, quien empezaba a dar muestras que ser el novio de Harry Potter no le desagradaba.

 

Al llegar a Hogwarts varios alumnos vieron curiosos que Draco llevaba una gatita, pero claro, estos callaron cualquier comentario al ver la cara amenazante de los guardaespaldas y el novio de este, que claramente decía: “búrlate y serás el desayuno del calamar gigante”.  En la sala común de Slytherin, fue otro cantar, ya que chicos y chicas de varios grados se mostraron entusiasmados con la minina, quien, cual diva se dejó adorar.

 

Esa noche Harry vio dormir a Draco con Jade en su cama, ambos lucían tan tranquilos y no solo eso, el joven ojiplata cuidaba a la minina como si fuera su bebé, lo que le hizo ver a Harry que tenía que deshacerse de Quirrell a la brevedad posible para que su dragón siguiera teniendo esa paz.

 

Durmió alrededor de dos horas y medias, antes de escaparse de su habitación rumbo al baño de niñas del segundo piso para abrir la cámara de los secretos, dejando olvidada en la capa de invisibilidad después de todo se sentía el amo del camuflaje y a donde iba no había cuadros que le pudieran delatar.

 

 Solo que a unos pasos de llegar a su destino, su arrogancia le cobró factura siendo que se encontró con Peeves —Mira que tenemos aquí, Potty está fuera de la cama— le dijo burlón.

 

—Más te vale que no digas nada— le amenazo Harry, pero el espectro no le hizo caso, de hecho se disponía a gritar que había descubierto un alumno fuera de su sala común, pero este deseo solo se quedó en eso, deseo, ya que Harry lo hechizo dejándolo mudo —Te dije que no dijeras nada— le repitió tajante y sin que se diera cuenta su aura mágica se proyectó mostrando su poder mágico.

 

La voz, la influencia mágica acompañada de la mirada de muerte de Harry Potter fue suficientemente eficaz para que el espíritu temiera por su “vida”, siendo que le trasmitía el mensaje claro de intenta desobedecerme y será lo último que harás. Al entender eso, el cuerpo del poltergeist tembló de miedo.

 

—Bien, parece que has entendido— le dedico una sonrisa maliciosa Harry —Quiero que vigiles que nadie se acerque por estos lados— Peeves asintió, lo que complació al viajero del tiempo—No intentes traicionarme, porque si lo haces…— dejo la frase al aire dejando fluir su magia para que el espectro realmente supiera con quien trataba, este a su vez trago saliva, negando rotundamente con el rostro. —Bien, así me gusta— pronuncio, regresando la voz poltergeist antes de entrar en el baño de niñas.

 

 Apenas ubico el lavabo que abría la cámara de los secretos de sus labios se escuchó un ~ábrete~, lo que provoco que el lavado retrocediera y mostrara la cañería, que era pasadizo para llegar al hogar del basilisco, antes de atravesar la cañería Harry se lanzó un encantamiento para evitar que el aroma y los restos de porquería que ahí se encontraban se impregnaran en su ropa. Al bajar descubrió los restos de animales muertos y a diferencia de la primera vez que bajo, no había restos de piel de basilisco así que este aun no mudaba de piel.

 

Atravesó la segunda puerta que custodiaba la cámara, dando paso a una habitación grande como un templo con los pilares decorados con serpientes junto a una gigantesca estatua de Salazar Slytherin, Harry observo el lugar sin rastro del basilisco así que lo llamo ~hola~, aunque su susurro no fue muy fuerte, fue lo suficientemente alto para que el guardián de la cámara lo escuchara.

 

El ruido de las piedras moverse fue la alerta de Harry para cerrar los ojos, el reptil lo miro impresionado, ya que ese pequeño humano se atrevía a despertarlo  ~Eres un hablante y uno muy estúpido a mi parecer, has venido a mis dominios solo a buscar tu muerte~ siseo peligrosamente, ~Porque aunque las serpientes juramos servir a los hablantes, yo solo obedezco a mi amo~  le dijo mientras iba acorralando al chico entre su cuerpo, formando un perfecto círculo.

 

Harry se mantuvo tranquilo sintiendo la presencia mágica del animal rodearlo ~Soy descendiente de tu amo, siente mi magia~ le pidió dejando fluir esta, sin restricciones, ya que sabía que la cámara de los secretos tenía poderosas barreras que impedían que alguien más sintiera su poder mágico.

 

El viajero del tiempo estaba seguro que la serpiente terminaría obedeciéndolo gracias a que aún era un horrocrux de Lord Voldemort, por lo que parte de su magia corría en sus venas; así que solo le quedaba esperar que el basilisco comprobara esto.

 

~Tu magia es diferente, pero aun así siento la presencia de mi amo en ti~ le dijo el animal luego de oler y sentir su aura, sintiéndose dudoso en creerle.

 

~Soy descendiente de tu amo, sino ¿Cómo explicas que sepa que vives aquí?~ le indico con seguridad.

 

La serpiente se separó de su cuerpo analizando a su visitante ~ ¿A qué has venido?~ inquirió aún sin bajar la guardia.

 

~Negocios~ pronunció con misterio el moreno, lo que atrajo la curiosidad del reptil ~Te ofrezco tu libertad a cambio de un poco de tu veneno, ¿Qué dices? ~

 

~Eres extraño mago, tu magia es propia de un hombre pero tu cuerpo dice que eres solo un crio… Soy el rey de las serpientes y mi deber es obedecer a un hablante, más si es tan poderoso como tú y aun así, me ofreces mi libertad a cambio de algo que obtendrías solo con pedírmelo. Eres diferente mago a todos los amos que he tenido~ exclamó el basilisco.

 

~A diferencia de tus amos anteriores, yo no busco someterte~ le aclaró Harry, ya que el buscaba en el reptil un aliado.

 

~Si te creyera y decidiera ser tu aliado, ¿Cómo me darías mi libertad? ~ pregunto.

 

Al escuchar eso, Harry afirmo que sin duda la astucia era un don de las serpientes además que por naturaleza eran desconfiadas ~Con un ritual, que te permitirá tener el tamaño de cualquier serpiente, el canto del gallo no será mortal para ti y hare que tu vista no te delate ante los demás, con la ventaja de que podrás regresar a tu tamaño real y usar tus ojos como armas, ¿Qué dices? ~

 

~Tengo que pensarlo joven mago, mi amo me dejo aquí por una misión y aún no la he cumplido~ le revelo.

 

~Tu amo ha muerto, por lo que su misión se murió con él, ahora somos pocos sus descendientes y uno de ellos te deja libre de tu tarea~ razonó Harry, intentando convencer al animal ~Mira el ritual que te ofrezco tardara unos meses en poder realizarse por la poción y los ingredientes que aún no poseo, piénsalo y cuando este casi lista, te lo volveré a preguntar~ le propuso.

 

~Sigo pensando que eres raro mago, ¿realmente no sé qué ganas con mi libertad? ~ Le cuestiono.

 

Harry se dio cuenta que si debía ganar tenía que echar toda la carne al asador ~Me gustaría que me honraras siendo mi familiar~

 

La creatura mágica se quedó pasmada por la petición y por el honor que eso significaba, un vínculo mágico con un ser tan poderoso era sin duda algo inimaginable ~Me has convencido mago, seré tu familiar~ le dijo de forma un poco más sumisa.

 

~El honor es mío mi amiga~ expreso agradecido ~Te estaré visitando para que no te sientas sola y si no tienes inconveniente usare tu casa para crear la poción para el ritual~ pidió amable.

 

~El estudio de mi amo esta allá~ señalando con el cuerpo una pared ~Tal vez ahí encuentres información para lo que intentas lograr~.

 

Si Harry no hubiera tenido los ojos cerrados hubiera gritado de emoción ya que acababa de descubrir donde estaba la oficina de Salazar Slytherin ~Gracias, si me permites iré a investigar~ le respondió.

 

~Adelante joven mago~ le dijo la serpiente dejándolo pasar, un tanto sorprendida por que el hablante avanzara sin ver.

 

Cuando Harry estuvo lejos de la presencia mágica del basilisco abrió los ojos, agradecido que la cámara secreta de Salazar no tuviera desniveles, al llegar a la puerta otro ~ábrete~ fue la clave para descubrir el estudio.

 

Harry miro fascinado el lugar por la cantidad de libros aunque no se detuvo a verlos al pensar que ya era hora de regresar a su sala común — ¿Ahora cómo salgo de aquí?— se preguntó en voz alta.

 

—La puerta sería una buena opción— le dijo la voz burlesca de un cuadro.

 

El ojiverde volteo hacia donde procedió la voz descubriendo el cuadro de un mago y por los rasgos no había duda de quién era —Salazar Slytherin— pronuncio impresionado el chico.

 

—Sí así me llamo— respondió.

 

—Es un honor conocerlo, señor— expreso Harry admirado.

El retrato sonrió con cierta melancolía —El honor es mío joven mago, conocer aún descendiente digno de abrir mi estudio, espero esta no sea la primera vez que te vea por aquí ahora vete, que el tiempo apremia.

 

—Sí, señor y hasta luego— se despidió del hombre saliendo por la puerta indicada, notando que lo saco a las mazmorras y de ahí corrió con cautela a su sala común.

 

Al regresar solo le dio tiempo de hacer una siesta antes de comenzar sus clases y en la hora del desayuno cuando todos los profesores estaban en el gran comedor, hizo su jugada maestra, aprovecho que podía hacer hechizos sin varita y le lanzó un hechizo debajo de la mesa a Quirrell que le quito el turbante, lo que hizo que el grito de madame Hood se escuchara en todo Hogwarts al ver otro rostro en la nuca del profesor y que el director  Albus reconoció como —Voldemort.

 

 

 

Notas finales:

Desde mi opinión varias cosas empiezan a ser reveladas, ahora ustedes quien creen que sea la pareja de Severus Snape y por que de su secretismo? Ya se dieron cuenta que Draco empieza a notar las discrepancias en los conocimientos de Harry? y que creen que pase ahora que a mitad de Hogwarts todo el alumnado acaba de ver al lord oscuro? bueno espero leer sus comentarios ante mis preguntas


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