-¿Por qué este molesto enano también tiene que estar aquí? -interrogó Yurio mientras comía su katsudon, mirando mal a Minami.
Al rubio de mechón rojo le salió una venita cuando miro al rubio ruso.
-¡Por que Yuri es MI amigo! Y no es justo que tú lo monopolices.-acusó a Yurio.
-¡¿YO?! ¿Monopolizar al cerdi... a Yuri?-se corrigió a tiempo al ver la mirada de Yuri-¿De cuál fumas, enano?-le preguntó en tono cínico.
-¡JA! ¡Ni que tu fueras muy alto!-replicó Minami molesto, pero antes de que pudiera decir algo más, Yuri los interrumpió.
-Ya que ambos tienen tantas energías para discutir en la mesa vayan a lavar los trastes.-ordenó el pelinegro, poniendo final a la pelea.
Y cuando vio a ambos jovenes apunto de protestar agregó:
-Minami, pon el ejemplo, eres el mayor. Yurio, si no lo haces, mañana de castigo Viktor no te entrenara.-le aseguró-Y estas bastante cerca de perfeccionar Agape como para que te pierdas un entrenamiento, sobre todo ahora, cuando solo quedan 3 días para Fantasy on Ice, donde quieres debutarlo.-le recordó.
Yurio tomó los platos y marcho detrás de Minami, enfurruñado.
-¿Qué se cree ese maldito cerdito? ¿Nuestra madre? Yo quería hacer Eros y no me dejó... le dijo a Viktor que eso era un programa muy adulto para mi y tuve que tragarme Agape, y ahora me manda a lavar la losa..-se quejaba en voz baja, pero a Minami le brillaban los ojos.
-Yuri me regaño y me dijo que soy el mayor por que confía en mí.- decía el enano emocionado.
Yurio bufó. Alguien debería revisar el patio donde el enano japonés se robaba los hongos que al parecer se fumaba.
***
Yuri suspiró con alivio cuando los dos jóvenes le hicieron caso. Eso de ser el omega mayor en la habitación y tratar de cuidar a dos jovenes no era fácil. Si Yurio llenaba sus manos, Minami las rebosaba, pues desde que se entero que Yurio se quedaba con ellos casi se había mudado con ellos también. Era agotador, por que su tiempo se dividía en practicar con Viktor y luego ayudar a Minami cuando Viktor estaba practicando con Yurio. El chico había insistido y Yuri no había tenido corazón para decirle que no cuando lo vio tan ilusionado, y la verdad, es que alguien como él no tenía nada que enseñarle a un pequeño prodigo como lo era Minami.
Sintió unas manos en sus hombros, desde su espalda, masajeándolos, y sonrío al reconocer el toque de Viktor. Se había acostumbrado tan rápido al alfa que lo extraño era pensar que no había estado siempre ahí.
-Podemos huir de nuestros indeseados hijos si quieres.-bromeó Viktor, haciendo sonreír al omega, que solo disfruto de los largos dedos del ruso masajeando sus hombros. Antes de que pudiera decir algo escucho una voz que conocía bien y le hizo sonreír enormemente.
-¡Yuri!
-¡Phichito!-saltó del tatami y corrió siguiendo su voz, hasta encontrarse frente a un alfa moreno, bajito para ser un alfa, por que Yuri era más alto que él, y con una sonrisa contagiosa.
Phichit Chulanont era un patinador tailandés con quien Yuri había compartido entrenador en sus tiempos viviendo en Detroit. Ambos habían entrenado bajo la tutela de Celestino Cialdini e incluso compartido la casa. Para Yuri, Phichito era como su hermano, el alfa era de carácter dulce y amable, siempre dispuesto a animarlo.
Yuri saltó sobre el moreno a pesar de este ser mas bajo que él y Phichit lo atrapó con facilidad, pues a pesar de su baja estatura gozaba de la fuerza que caracterizaba a los alfas y giró al pelinegro.
-¡Llegaste!-exclamó Yuri, soltandose y volviendo al suelo algo apenado por su efusivo saludo. Él era mucho más recatado, pero había pasado casi un año desde que vio al alfa que consideraba su hermano pequeño.
Phichit le sonrío feliz.
-Yo también te extrañe.-le aseguró.-No veía la hora de venir aquí.- aseguró, pues siempre se quedaba en la posada de la familia de Yuri para el evento de Fantasy on Ice. –Además, ¡mira quienes me acompañan!-y se apartó para dejarlo ver.
Justo detrás de suyo, estaban los nuevos debutantes de la categoría de pareja senior, Leo de La Iglesia y Guang Hong Ji. La pareja Chino-Americana había sido por varios años consecutivos la ganadora del skate en pareja Junior. Cuando el americano, Leo de La Iglesia, cumplió los quince y pudo dar el salto a la categoría senior no lo hizo por que su pareja de 13 aun no podía. De La Iglesia se quedo dos años más en la categoría Junior como era su derecho.
Dar el salto a los 15 era opcional, y la mayoría de los junior no lo daba, pues la categoría senior era un mundo totalmente distinto, sino que la mayoría se quedaba hasta los 18 en la Junior y a los 19 daban el salto a Senior.
Al fin, cuando Ji cumplio los 15 y pudo dar el salto no lo hicieron, se quedaron un año más en la categoría junior, pero con Leo acabando de cumplir 18 y Ji 16 fue su última competencia junior y su último campeonato. Una vez Leo cumplió los 19, fue automáticamente pasado a la categoría senior, y Guang Hong Ji siguió a su pareja de dobles sin dudarlo.
Yuri los conocía a ambos por que la parejita de dobles solía entrenar en la misma pista que ellos en Detroit, y Phichit, que era una flor social, se había hecho amigo de ellos y los había presentado.
-Ji.-saludo al pequeño chino, que le sonrió abrazándolo.
Los orientales no eran muy dados a los abrazos pero luego de haber vivido varios años en América para Yuri era una forma natural de saludar a sus amigos hechos en aquel lado del océano.
-Leo.-saludo al joven alfa de 10, que le saludo más comedido con una sonrisa amable, junto a Ji. Era casi imposible ver a la joven pareja de dobles uno sin el otro.
-¿Listos para su debut senior?-preguntó amablemente a los dos más jóvenes, que asintieron con una sonrisa nerviosa.
-Estamos bastante emocionados con ello, a decir verdad.-confesó Leo riendo.
-Sé que lo harán bien.-les aseguró poniendo una mano en el hombro de cada uno.
Como el mayor de la pista, aunque no fuera el mejor, Yuri siempre se había sentido apegado a Phichito y a esos dos que en aquel entonces ni siquiera eran de su categoría. Y pensar que ahora ese par no sería el único que tendría su debut en pareja senior... él y Viktor también estarían debutando en parejas.
-¡Yuuri!, ¿nos presentas? -preguntó Viktor detrás de él, haciéndose notar después de recomponerse y poner buena cara al ver a su cerdito japonés abrazando al mocoso alfa americano y al enano alfa.
-¡Yuri!-exclamó Phichit parpadeando, mirando a Viktor Nikiforv frente a el sin creérselo.- Yuri, estoy alucinando con que Viktor Nikiforov esta en el hostal de tu familia.-aseguró, mirando a Yuri, pues sabía que su amigo era el más grande fan de Viktor, así que seguro que el amor del omega japonés por él estaba haciendo que alucinara.
-Entonces nosotros estamos teniendo la misma alucinación.- aseguró Leo de la Iglesia, mirando alucinado a la estrella. Ji tenía la boca abierta, el celular en la mano y miraba a Viktor anonadado. Era casi tan fan como el mismo Yuri... bueno, siendo sinceros, el 99.9% de los omegas del planeta tierra eran fans de Viktor Nikiforov.
-¿Por qué todo el mundo tiene esa reacción la primera vez que ve a Viktor? -se preguntó Yuri sin entender, aunque él mismo había creído que alucinaba cuando Viktor llegó a la posada de su familia. -Es realmente él, Viktor Nikiforov... y tengo una noticia que darles chico... se supone que es una sorpresa, pero nunca les he guardado secretos.- sonrío. -Viktor es mi nueva pareja de dobles, ya no participare en individuales omega.-les dejó caer la bomba tomando la mano del alfa ruso con una sonrisa, jalándolo hacia delante y presentándolo a sus shockeados amigos.