Capítulo 7
En el capítulo anterior Zoro se da cuenta de sus sentimientos hacia Sandi.
Han pasado algunos días en que todo se encuentra en relativa calma.
-[Estoy aburrido]- pensaba un chico rubio mientras se fumaba un cigarrillo- [Mi querida Nami-san está trabajando en el mapa de la última isla y nos ha prohibido molestarla así que no me acercare a ella, mi adorada Robín-chan se encuentra leyendo y ya le lleve su café por lo que tampoco puedo ir con ella, los chicos (Chopper, Usopp y Luffy) están pescando y no se me apetece hacerlo por lo que está descartado ir con ellos, Franky esta con uno de sus inventos y no quiero importunar, Brook está tomando una siesta o eso creo yo, es difícil saberlo con eso de que es un esqueleto y por último el inútil del marimo que nunca hace nada… Se me ocurre que talvez pueda ir a molestarle, que por lo menos sirva de algo]- Pensó con malicia.
Sigilosamente como un depredador que asecha a su presa el cocinero se acercó al espadachín.
Antes siquiera de acercarse lo suficiente el espadachín le pregunto fríamente -¿Qué quieres?
-Así no se puede marimo- contesto algo burlón a pesar de que su plan haya fallado.
-Hmp- Fue la única contestación que recibió del peliverde.
-Pero que sucede marimo, estas más antipático de lo normal- Pregunto acercándose un poco más.
-Eso no te incumbe cocinero, tu solo dedícate a tu trabajo y déjame a mí en paz.
-Oe, Oe tranquilo que vengo en son de paz [Realmente no, pero no tengo nada mejor que hacer]- Pensó con simpleza.
Y no recibió contestación alguna.
Sin decir nada se acercó a su nakama, encendió un cigarrillo y por ultimo observo las facciones del peliverde.
-Que te sucede marimo, te noto más ¿Pensativo?... Se te va a freír el cerebro de tanto pensar- Se rio de su propio chiste, mientras el espadachín lo atravesaba con la mirada.
-Deja de joder- le dijo algo malhumorado
-Pero que delicado te encuentras alguita, que sucede tu novia te cortó- Sonrió con burla, pero se sorprendió al ver como el espadachín le volteo la cara- No me digas que el gran Roronoa Zoro se ha enamorado- Dramatizo la frase porque sabía que aquello era imposible ¿verdad?
-Puede que si- Contesto a la provocación solo para fastidiar al rubio- Pero eso a ti no te incumbe ero-cook.
El rubio estaba de lo más sorprendido por la confesión de su nakama pero algo dentro de él se encendió, se sentía furioso.
-Ni se te ocurra tocar a Nami-san o Robín-chan maldita alga, que por tu propio bien espero que te mantengas alejado de ellas o yo mismo me encargare de hacerte la vida imposible hasta que te lamentes el siquiera haberles mirado.
-Y quien ha mencionado a esas dos brujas, yo no soy como tú ero-cook- Sanji de lo más furioso le ataco con una muy fuerte patada.
-Te he dicho que no les llames así, bastardo- Zoro se sorprende por la actitud del cocinero, se le nota de lo más enojado, pero él no se queda atrás y detuvo la patada.
-Pero qué demonios te pasa- Pregunta el también enfurecido.
Y el rubio no contesto.
-Es que tienes miedo que consiga a alguien antes que tú, o es que acaso estas celoso- Pregunto burlón.
Al escuchar aquella acusación el rubio se sorprendió pero no permitió que aquello se demuestre.
-Ya quisieras tu que yo este celoso, además no creo que esa señorita tenga mal gusto como para corresponder aun marimo apestoso, teniendo a alguien como yo- Después de decir aquello el cocinero se retira molesto con su nakama y consigo mismo porque ha descubierto que efectivamente se encuentra celoso pero ¿Por qué? Es la pregunta que le atormenta en esos momentos.
Mientras el espadachín ya furioso por lo acontecido se dispuso a entrenar para intentar controlarse y no ir a matar a su nakama.
-[Pero qué demonios le pasa a ese idiota]- Pensaba mientras levantaba su gigantesca pesa con sus pies- [Primero llega a molestarme y luego se enoja conmigo… No entiendo que es lo que sucede en su chiflada mente de cocinero mujeriego y pervertido, lo que yo haga con mi vida no es de su incumbencia… que yo haya encontrado a una chica con la cual compartir mi tiempo no le afecta en lo más mínimo a él, es que no tiene suficiente con todas las mujeres que se le atraviesan sino que también quiere a la única mujer que ha llamado mi atención en todo este tiempo]- Se encontraba descontrolado, tanto que no sabía que hacia sus ejercicios con una velocidad acelerada.
El espadachín estuvo entrenando toda la tarde y noche de ese día pensando en el comportamiento del rubio y también en una linda cocinera rubia que fue lo único que le pudo calmar.
~*~*~
El cocinero pasó unos días pensando en el porqué de su actitud, porque se sentía furioso, porque la palabra celoso le llego tanto, porque sabía que aquella acusación era tan certera.
-[Eres un desgraciado marimo, primero no me dejas a mi coquetear metiéndote en mi camino pero ahora resulta que tu si anduviste haciendo de las tuyas]- Y prácticamente se encontraba triturando las verduras para la cena de esa noche.
-Sanji te encuentras bien- Le pregunto un atemorizado Usopp que veía el final de aquellos alimentos.
-¿Eh?... Ah claro- Respondió y se tranquilizó- Solo…. Quería probar una nueva receta que se me ocurrió- Mintió.
-¿Seguro?- Pregunto desconfiado, el conocía mejor que cualquiera cuando alguien estaba mintiendo- Porque creo que te pasaste un poco al cortar eso [Y que se supone que era eso, ya es irreconocible]- Pensó al intentar ver qué era eso que sufría la furia del rubio.
-No, así es…- Pero se sorprendió al ver que prácticamente había dejado a las pobres verduras hecha polvo- Es que quiero probar como queda así.
-Sanji si necesitas hablar de algo puedes contar conmigo, pídeme ayuda cuando tú quieras- Le comento antes de salir de la cocina.
-Lo sé y gracias Usopp- Y suspiro porque sabía que las cosas se estaban saliendo de su control y eso no le gustaba para nada.
Luego de terminar la comida llamo a todos sus nakamas, sirviendo todos los platillos que había preparado en aquella tarde, pero él no se quedó a comer excusándose con que hace poco había comido y que no tenía hambre en esos momentos, se retiró extrañando a algunos de sus nakamas…
Al entrar en la habitación que compartía con todos se acostó en su cama.
Narra Sanji.
No sé qué hacer en estos momentos me siento tan confundido, no tengo control de mí, quiero estar solo y ya no pensar más pero ni yo sé con exactitud qué es lo que me tiene así.
Suelto un suspiro de frustración porque no sé qué más hacer, parece ser que mi genial idea de molestar al marimo no me salió tan bien como creí.
Me pregunto quién será esa chica que le robo el corazón al insensible y desorientado marimo; pero no es que me importe él sino que ella debe de ser… ¿cómo puede ser ella?
No es peli naranja y ambiciosa como mi Nami-san ya que el mismo lo confirmo.
Es una morenaza y de personalidad misteriosa como mi Robín-chan, no también está descartada.
Puede que sea esa chica con la que paso los dos años en los que estuvimos separados, peli rosa y caprichosa pero no vi ese tipo de relación en ellos.
O tal vez es una espadachín como él, será Tashigi-san aunque ella es una marine y eso sería algo imposible.
Todas ellas son perfectas pero nunca vi que él las viera de ese modo.
Me estaré haciendo ideas equivocadas o puede que sea alguien que no conozca.
Me pregunto qué fue lo que le hechizo, será su personalidad fría o alegre, tranquila o alocada; Sera su cuerpo curvilíneo o más moderado, con grandes o pequeños pechos; de ojos grandes o achinados, ojos claros o talvez oscuros, piel morena o blanca.
Me pregunto cómo será esa diosa que robo el corazón del único nakama que nunca pensé que gustaría de alguien.
Me pregunto porque me siento así, estaré realmente celoso pero ¿Por qué? no tengo nada que envidiarle al marimo y…. ¿Y qué? Que más puede haber, que es eso de lo que no me he dado cuenta.
Narro yo
Estos y muchos más pensamientos rondaron por la mente del joven cocinero hasta que lentamente fue quedando dormido del cansancio que todos aquellos pensamientos le generaban.