Antes de que llegaran a la estación de Hogsmeade, James aprovecho que Sirius y Peter le habían pasado un poquito de su entusiasmo por comer dulces a Remus, para salir del compartimiento y poder ver a Severus.
Camino lentamente hacia el compartimiento de Severus y Lily, pero cuando vio disimuladamente dentro de este vio como la pelirroja señalaba con mala cara unos moretones que Severus tenía en su blanca piel.
Al ver los moretones que Severus tenía en su brazo estuvo a punto de entrar al compartimiento, sin embargo se detuvo antes de hacer aquello, debido a que no sabía que diria una vez que se encontrara frente a ellos.
Así que triste y un poco molesto por no haber podido saber la causa de los moretones de Severus regreso con sus amigos, pero el resto del viaje se la paso pensado en los moretones de Severus.
Y durante el banquete de bienvenida no pudo dejar de ver hacia la mesa de Slytherin mirando no muy disimuladamente a Severus hablar con Regulus.
Su nuevo curso en Hogwarts no habia empezado nada bien por dos razones, la primera porque justo cuando se iba a poner su túnica, Lily toco sin querer su brazo y el no pudo evitar emitir un leve gemido de dolor, que no pasó nada desapercibido para su amiga. Quien levanto su suéter y vio los moretones que su padre le habia hecho recién esa mañana.
Empezando a preguntar preocupada el origen de estos, por lo que le mintió y le dijo que se habia caído de la escalera al tropezarse. Lily no pareció muy conforme con su respuesta, pero ya no le volvió a preguntar nada sobre estos en todo el recorrido. No obstante el intuía que pronto tendría que contarle a la pelirroja lo triste que se habia vuelto su vida.
Y segundo porque durante el banquete de bienvenida no pudo evitar notar que Potter lo veía muy insistentemente, lo cual solo podia significar una cosa para él y esta era problemas.
Cuando se encontró en su habitación en la torre de Gryffindor con Sirius, Remus y Peter estos se sorprendieron mucho cuando les dijo que esa noche no quería explorar el castillo atribuyéndole la culpa a los dulces que habia comido, y estos al escuchar a los mencionados dulces del carrito estuvieron completamente de acuerdo debido a que ellos también se encontraban a un paso de la indigestión.
Intento dormir, sin embargo conciliar el sueño se le hacía imposible, no podia dejar de pensar en los moretones de Severus, quería saber cómo se los habia hecho, pero no podia preguntárselo directamente al Slytherin y preguntarle a Lily tampoco era una opción.
Por lo que decido mínimo hacer algo para disminuir aquellos moretones de la piel de Severus. Espero pacientemente a que sus amigos quedaran profundamente dormidos, para sacar su capa y en caminarse rumbo a la biblioteca. Donde busco un libro para preparar ungüentos.
Una vez que encontró lo que buscaba rápidamente se aprendió los ingredientes y la preparación, para encaminarse a buscar los ingredientes a la enfermería y donde el profesor Slughorn guardaba sus ingredientes para preparar pociones. Antes de que amaneciera ya tenía todos los ingredientes que necesitaba. Así que regreso a su habitación y guardo muy bien los ingredientes bajo su cama.
A la mañana siguientes se saltó el desayuno y en una aula en desuso se puso a preparar el ungüento, tuvo que dejarlo reposar una cuantas horas pero para la tarde ya estaba listo para ser usado. Ahora solo tenía que pensar en cómo dárselo a Severus sin ser hechizado en el proceso.
Después de estar un rato pensando por fin tuvo una idea no muy brillante y nada digna de él, que consistía en dejar el ungüento en un lugar en el que Severus lo pudiera encontrar. Y el mejor lugar que se le ocurrió para eso fue la biblioteca.
Oculto entre los estantes llenos de libros observo como Severus y Lily entraban a la biblioteca dirigiéndose a la mesa que normalmente utilizaban pero antes de llegar a esta un grupo de Revenclaw de sexto les gano el lugar. Por lo que tuvieron que sentarse en otra.
Debido a que su idea no habia funcionado, fue a cenar para ver si con el estómago lleno se le ocurría otra idea.
—Donde estuviste toda la tarde James— inquirió Sirius curiosos cuando se encontraron en el gran comedor.
—Por ahí, por allá, en ningún lugar en particular—
—Qué tipo de respuesta es esa—
—Una sutil, para no decirte donde estuvo— dijo relajadamente Remus.
—Hooo, James pillín— le dijo Sirius con picardía.
— ¡¿James estuvo con una chica?!— pregunto Peter sorprendido apenas captando la conversación.
—jajajaja no Peter no estuve con ninguna chica, solo estuve caminando por ahí—
—Claro— le dijo Sirius guiñándole un ojo.
Cuando estaba a punto de terminar de cenar entraron al gran comedor Severus y Lily, se sentaron en sus respectivas mesas y comenzaron a cenar.
Sabía que después de cenar Lily y Severus ya no estaban juntos hasta el día siguiente ya que Severus después de cenar regresaba con Regulus a la sala común de Slytherin y al no ver a Regulus en la mesa se le ocurrió otra idea no muy bien pensada.
Así que les dijo a sus amigos que se adelantaría y camino hacia las mazmorras para interceptar a Severus.
No supo cuánto tiempo estuvo esperando pero cuando por fin vio al Slytherin, no dudo ni un segundo en sujetarlo rápidamente y meterlo en un cuarto vacío.
Severus estuvo desconcertado un segundo pero velozmente reacciono y saco su varita apuntándole, así que el también saco la suya.
—Potter, donde dejaste a Black no es propio de ti atacar solo— le dijo Severus con odio a punto de lanzarle un maleficio.
—No tengo pensado hacerte nada quejicus— se apresuró a decirle James soltando su varita y levantando sus brazos.
Severus lo miro dudoso, pero siguió apuntándole con la varita.
—Baja la varita, ya te dije que no pienso hacerte nada—
— ¿Que estas tramando? — inquirió Severus.
—Nada— le dijo James acercándose lentamente quedando con la punta de la varita de Severus en su pecho.
Severus lo inspecciono unos segundos con sus negros ojos, antes de bajar dudoso su varita y decirle—por qué me has traído aquí—
—Relájate Quejicus toma— le dijo James dándole el ungüento.
— ¿Qué es esto? — dijo Severus mirando con mala cara el frasco que le habia dado.
—Es ungüento—
— ¿ungüento?….., ¿por qué me lo das? — pregunto desconcertado Severus.
— No seas tan preguntón y úsalo— le dijo James mientras regresaba a donde habia tirado su varita para guardarla e irse muy rápidamente, antes de que Severus le dijera algo.
Cuando James se fue Severus miro aun con más curiosidad el frasco, su sentido común le decía que tirara inmediatamente aquel frasco pero por alguna razón que ni el mismo comprendió lo guardo en su túnica y se lo llevo a su habitación.
En donde con mucha desconfianza se puso un poco sobre sus moretones, notando como estos casi desaparecían junto con el dolor. Aquello lo sorprendió mucho pero no por la rápida acción del ungüento si no por la misteriosa actitud que James habia tenido con él.
La cual lo hizo pensar que James definitivamente se traía algo entre manos y no se habia equivocado, ya que a la mañana siguiente Sirius le tiño una mitad del cabello de Rojo escarlata, y la otra de dorado los colores de Gryffindor, mientras James y Peter se carcajeaban y Remus le desviaba la mirada. Dando inicio a las bromas que siempre le hacían.
Y ahora no solo tenía que lidiar con las bromas de los Gryffindors, sino también con Lily quien cuando menos se lo esperaba le cuestionaba sobre los moretones que le habia visto. Él ya sabía que tarde o temprano tenía que hablar con su amiga sobre eso pero todavía no quería hablar de ello.
Un día mientras caminaba en el séptimo piso justo en frente de un tapiz de Bárnabas el Chiflado, pensando en lo fastidiado que estaba de los Gryffindors una puerta apareció ante él, no pudo evitar la curiosidad que le provoco aquello y decidió abrir la puerta. Encontrando una habitación con un cómodo sillón en medio y estantes llenos de libros.
Debido a los entrenamientos de quidditch solo podia ver a Severus en clases y en el gran comedor, y debido a eso las bromas que Sirius planeaba hacia el Slytherin estaban parando un poco ya que los entrenamientos los tenían ocupados y cuando no estaban entrenando no lo encontraban.
Agradecía un poco eso ya que odiaba las bromas que su amigo le hacía a Severus, pero no se atrevía a decirle que las parara y tenía que fingir que le divertían.
Sin embargo ahora veía menos a Severus, por lo que decidió saltarse algunos entrenamientos y acompañar a Remus a la biblioteca, para ver si se encontraba con el Slytherin. Pero ni en la biblioteca lo encontró.
Durante algunos días lo busco por todo el castillo y no lo encontró, aquello lo desconcertó mucho porque él creía conocer cada rincón del castillo, no por nada lo habia recorrido casi todo desde su primer año.
La habitación que habia encontrado le habia sido muy útil, en ella después de sus clases podia pasarse horas leyendo o haciendo los deberes, extrañaba estar en compañía de Lily y Regulus pero pasar un rato sin tener que soportar y pelearse con Potter y Black valía la pena.
Ya que antes de que encontrara aquella habitación las bromas de estos se estaban volviendo cada vez más pesadas.
La mañana del lunes mientras se encontraba desayunando con Regulus, quien le pedía que lo acompañara a su entrenamiento de quidditch le llegaron dos cartas. Sonrió al ver que eran de la pareja de Rubios, las guardo en su libro de pociones y siguió comiendo.
Al final se dejó convencer por Regulus y termino acompañándolo a su entrenamiento de Quidditch, el primer partido de la temporada estaba cerca y Regulus se estaba esforzando mucho debido a que ya no quería perder contra James.
Cuando el entrenamiento finalizo regreso con Regulus a la sala común, pero camino a esta se cruzó con Potter quien parecía andar buscando algo y cuando lo vio sonrió levemente. Aquella sonrisa por parte de James no le dio buena espina así que no bajo a cenar y mejor leyó y contesto las cartas de Lucius y Narcissa.
La carta de Lucius no era muy diferente a las que siempre le mandaba diciéndole que le iba de maravilla. En cambio la de Narcissa era un poco más interesante debido a que Narcissa le informaba que se fuera preparando para su boda ya que la rubia estaba muy segura de que pronto Lucius le propondría matrimonio y que aunque estaba muy feliz por esto no podia estar feliz del todo puesto que una de sus hermanas mayores se habia escapado de la mansión con un sangre sucia.
Debido a que habia visto a Severus con Regulus antes de ir al gran comedor a cenar espero ver a Severus ahí también, sin embargo el este nunca llego, solo vio a Regulus llegar solo.
La navidad pasó y él seguía viendo escasamente a Severus, así que un día que recibió una carta de sus adorados padres y vio a Severus en la mesa de Slytherin con una ligera sonrisa al haber recibido dos cartas, tuvo una brillante idea. Que no fue la única brillante idea que tuvo aquel día ya que se habia cansado de no ver a Severus tanto como quería, por lo que decidió utilizar todos los conocimientos que tenia del castillo para crear un mapa con el cual ubicar a Severus para poder toparse con el siempre que quisiera verlo.