Remus levanto la vista al cielo. Los últimos rayos del sol se asomaban sobre los muros del catillo de Hogwarts y el largo pasillo se mantenía aun en las sombras. Sus amigos lo esperarían en el bosque prohibido después de su transformación. Otra transformación. Otra luna llena. Aun no olvidaba el dolor de aquella noche, estaba tan tan presente que sentía la culpa quemarle por dentro a pesar del tiempo que había pasado ¿Cuánto había sido? ¿Un mes, dos meses? No tenía idea. Los días le parecían muy lentos y por las noches le era casi imposible conciliar el sueño de no ser por las posiones de Dormir sin sueño que Severus le preparaba. Recordó vagamente el momento de su encuentro después del accidente
Flashback~~
Se sorprendió cuando se encontró justo frente a Severus. Lo había estado esperando, eso era obvio, y era extraño ya que apenas había pasado una semana, desde que intento matarlos como hombre lobo, y habían intentado evitar a todos como fuera posible incluso a sus amigos de Gryffindor pero Severus fue lo suficientemente listo y ágil para encontrarlo. Remus cerró la boca y lo miro con vergüenza ¿Cómo podía verlo a la cara después de intentar matarlo? Severus lo saludo y el contesto con un leve movimiento de cabeza.
-¿Por qué te has estado escondiendo?-pregunto Severus
-De verdad quieres que te conteste-dijo Remus con timidez-Quise matarlos ¿No es suficiente?
-No fuiste tú y lo sabes
-Es lo mismo- Dijo Remus en un tono más alto del que debería-Lastime a mis amigos a ustedes y lastime a Lucius ¡Es toda mi culpa!
-No fue tu culpa-Severus trato de hablar más calmado- Un licántropo no es consciente de los que hace ya sabes solo responde el llamado de los suyos y eso. Si de alguien es la culpa es mía. Fue mi idea seguirlos. Ya sospechaba que escondían algo fuerte y no fue hasta que Regulus menciono sus desapariciones en las noches de luna llena que descubrí lo que pasaba. Siempre quise investigar más de los licántropos pero por mi curiosidad lleve a Reg y a Lucius hasta la casa de los gritos. Yo fui quien los puso en peligro. Fue mi culpa. Lo amento no sabía que esto iba a pasar
Remus se quedó en silencio. Una parte de él quería culpar a Severus, lo había perseguido lo había descubierto, sería mucho más fácil pero no había sido su culpa. Si Severus había llevado a los demás solo había sido por curiosidad. Aun toda la culpa recaía en él. Por no ser sincero con Lucius.
-Iba a pasar en cualquier momento. Yo no confié en ustedes y tampoco fui honesto con Lucius. No te culpo. Además no pasó nada grave-dijo Remus para aliviar a Severus pero ni el mismo se lo creía
-Paso algo grave-Severus soltó un resoplo y Remus tuvo miedo pero al verlo supo, por su expresión, que no hablaba enserio- Potter me ayudo en un momento importante así que, se puede decir que le debo la vida o algo así
Final del Flashback~~
Al final Remus pensó que Severus jamás estaría de acuerdo con James pero ahora sentiría que le debía algo, todo por su culpa. Aunque le había dicho que no era así no podía quitarse la sensación de traición que le hiso a sus amigos, estuvo a puntos de matarlos
En silencio Remus llego hasta el sauxe boxeador, con ayuda de su varita jalo la pequeña rama que hacía que el enorme árbol se detuviera. Así llego hasta el túnel y lo atravesó hasta la casa de los gritos y su habitación. Aun podía recordar la cara que había puesto Lucius al verlo transformarse. Remus gimió para sus dentro cuando la luna se asomaba del cielo y el conocido cosquilleo recorrió su cuerpo. Sabía que esa noche iba a ser desastrosa.
~~~oOuOo~~~
El enorme suspiro que dejo salir Sirius llamo la atención de sus amigos. James lo miro con cara de incógnita mientras que Peter solo lo observo durante unos segundos para volver a apartar la mirada. Últimamente Peter se mostraba muy intolerante a cualquier cosa que hacían y Sirius lo atribuía a que estuvieron a punto de morir a manos de Remus lobo y detestaba estar ahí de nuevo, esperando a que su amigo se transformara. Y Sirius pensó que ahora que estaban solos, por oscurecer, y sin la interrupción de nadie podía confesarles a sus amigos sus planes para el futuro. Por eso su gran suspiro. Remus lo sabía y le había recomendado que lo hablara siendo totalmente sincero pero eran tan difícil. Soltó otro suspiro
-Bien. Suéltalo ya- dijo de pronto James que se cruzó de brazos y lo miro con el ceño fruncido. Al escucharlo Peter también volvió a verlo- Quieres decir algo. Te conozco bien Sirius Black así que lo que tengas que decir dilo de una vez o tendré que sacártelo a la fuerza.
Sirius sonrió ampliamente. Vaya que tenía buenos amigos solo esperaba que siguieran siendo después de su decisión
-Bien- comenzó Sirius- Solo quiero decirles que he tomado una decisión.-otro suspiro- Quiero a Severus
-Eso ya lo sabemos – interrumpió James con una sonrisa
-No Bambi. De verdad lo quiero. Y después de Hogwarts quiero vivir con él-al ver las caras de sus amigos, que no comprendían suspiro he intento ser más claro- Aun no está todo planeado pero lo que quiero decir es que no quiero perder a Severus por nada, no soportaría alejarme de él. Así que después de salir de Hogwarts buscaremos un lugar para nosotros dos
-¿Quieres decir que ya no vendrás a mi casa?-cuestiono James
-Aun iré a tu casa. Quiero vivir con Severus cuando termine Hogwarts si es que él lo quiere
James salto de emoción y se balanceo hacia Sirius que apretó fuertemente en sus brazos
-¡Felicidades Canuto! Aunque si no hubieras ido a mi casa no te lo hubiera perdonado aunque lo aceptaría
-¿De verdad no les molesta?
-¿Porque debería molestarnos?-James se apartó volteo hacia Peter y luego a Sirius- Esa pregunta hubiera sido si nos hubieras contado que te gustaba Snape desde el principio… pero ahora ¿Que debería molestarnos si ya estas con él? Lo único malo es que no podremos vivir en mi casa durante mucho tiempo. Pero espero una habitación en tu casa para mí. Ni crea Snape que porque ahora viven juntos podrá alejarme de ti
-Gracias Bambi-dijo Sirius y giro hacia Peter- Y también habrá una habitación para ti y para Remus
-Gracias –susurro Peter
-Entonces ¿Ya tienen planeado donde vivir?-pregunto James
-Aún tengo que pedírselo oficialmente-Sirius llevo una mano a su cabeza
-Entonces si se lo pides-James sonrió-¿Puedo yo también pedírselo a Regulus?-aunque sabía que el 70% de lo que había dicho era para molestar a Sirius el otro 30% estaba ansioso por vivir solamente Regulus y él
Sirius volteo a verlo con los ojos muy abiertos. ¿James y Regulus viviendo juntos? Un nudo se formó en su estómago. Vivir juntos para hacerlo todo el tiempo, no era idiota, sabía que eso pasaría. Aun no se quitaba la imagen del pequeño Regulus de cuatro años llorando para dormir junto a él porque el monstruo debajo la cama lo acosaba y ahora ese monstruo tenía el cuerpo y el rostro de James
-Calma Sirius-interrumpió James con las manos a la altura del pecho-Solo estaba jugando
-No tientes tu suerte- dijo Sirius aun con una sonrisa pero su voz había salido más seria de la que había imaginado ocasionando un escalofríos en el a espalda de James.
De pronto escucharon pasos por el oscuro pasillo que daba al castillo. James y Sirius sacaron sus varitas sin iluminarse, no querían dar a conocer su ubicación ni que ningún estudiante los viera y se les ocurriera pasear en los jardines como ellos con un hombre lobo suelto. Esperaron varios segundos, segundos en que los pasos se acercaban, hasta que la persona que los provocaba apareció frente a ellos.
~~~oOuOu~~~
El dolor invadió todo el cuerpo de Remus. Solo hacía falta moverse un poquito para sentir mil agujas atravesarle la piel. Dormir y descansar le dolía a horrores y despertar era aún peor cuando comenzó a removerse lentamente. Algo le pareció extraño. No escucha las distinguidas voces de James y Sirius, que aunque intentaban hablar lo más despacio posible Remus siempre escuchaba sus murmullos pero esta vez era diferente. Entonces se alarma. Algo debió de haber pasado. Se quiso incorporar deprisa y un gemido de dolor salió de su boca. Doblarse tan deprisa con sus huesos recién acomodados tras la trasformación fue como recibir una patada.
-No lo hagas con fuerza-Dijo de pronto una voz muy reconocida, no era ninguno de sus amigos. Fue entonces que Remus se percató de la otra presencia en la habitación. Era Lucius. El corazón de Remus dio un vuelco se quedó inmóvil ¿Qué hacia Lucius ahí? ¿Y James, Sirius y Peter? Había pasado algo malo de nuevo ¡No! No podía haberlos atacado otra vez, sería su fin. No lo soportaría -¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? ¿Yo… yo volví a atacarlos? –en corazón de Remus palpitaba demasiado rápido con miedo. Tenía que saber que pasaba y en donde se encontraban los demás
-Cálmate. No ha sucedido nada.- susurro Lucius tan bajo que parecía que aún seguía dormido
Quiso incorporarse de la cama pero Lucius se lo impidió poniendo las manos sobre su pecho. El simple contacto hiso que un nudo se formara en la garganta de Remus. Lucius era tan cálido que daban ganas de llorar ¿Y si estaba dormido y seguía soñando? Era bastante lógico. Lucius estaba a su lado. Remus llevo su mano hasta la mejilla y la pellizco fuertemente y el dolor no tardó en aparecer. No estaba soñando ¿Entonces qué había pasado y porque Lucius estaba ahí?
-¿Estoy soñando?-pregunto aun sin querer-¿Qué sucedió?
-No, no estas soñando-respondo Lucius- Y ya te dijo que no sucedió nada
-Entonces porque…-de pronto Remus cerro la boca. Quería preguntarle demasiadas cosas a Lucius. Como en donde estaban los demás, que había pasado o porque estaba ahí
-… ¿Porque estoy aquí?-completo Lucius la frase de Remus después soltó un suspiro, tomo la pequeña mano de Remus y la envolvió entre las suyas. -Porque me importa lo que te suceda. No puedo hacer nada con tu… con tu licantropía pero eso es algo que no tiene importancia. Fue una sorpresa descubrir tu estado sobre todo por la manera en que paso. Y como actué fue incorregible, no debí distanciarme. Todo este tiempo estuve preocupado y en cada luna llena quería saber cómo te encontrabas pero siempre estabas escondiéndote. Lo único en que podía pensar era en ti.
-Entonces…- Remus se detuvo. Sentía que todas las palabras se atoraban en su garganta además, no quería hacer conjeturas de lo que había dicho Lucius, tal vez solo eran imaginaciones suyas
-Tampoco te mentiré diciendo que seas un hombre lobo no nos afectara. Pero sé que es un precio que no se compara con ningún otro si es por permanecer a tu lado.
El corazón de Remus dio un brinco. Por primera vez desde que había despertado miro a los ojos de Lucius. Esperaba encontrar duda, miedo o mentira pero solo encontró lo que le había dicho, solo un sentimiento de amor
-¿Por qué?-tartamudeo Remus. Seguro seguía soñando porque le parecía imposible que le pidiera semejante cosa ¿o sí?
-¿Porque?-Lucius rio con ternura, llevo la mano de Remus a sus labios y la beso-Porque quiero despertar todos los días así, con un beso sobre tu mano y algo mas-Remus sintió todo su cuerpo vibrar- Por favor permíteme quedarme a tu lado.
Las lágrimas se acumularon en los ojos de Remus. Apretó fuertemente la quijada y se obligó a apartar la mirada. No podía ver los ojos de Lucius. No lo merecía. Lucius no merecía estar con un monstruo como él. No lo condenaría a una vida como la suya
-Remus mírame-ordeno Lucius tranquilo pero en su interior brotaba esa pequeña duda de que Remus no lo aceptaría, que no perdonaría haberlo abandonado-Lo siento. Lo que sucedió. Jamás volveré a lastimarte. Si tan solo…
-¿Sabes el tipo de vida que una persona como yo tiene?-pregunto Remus tenía la cabeza agachada y no espero una respuesta- Las personas como yo somos odiados y temidos por todos, ni siquiera entre los que sufren de lo mismo pueden estar juntos. Como magos jamás conseguiremos un trabajo digno. No podemos ir a ningún lugar sin que un dedo nos apunte. Yo no quiero eso para ti. La gente habla de ti sin importarle que escuches, sin importarle lastimarte. Lo único que desean para ti es que desaparezcas, que mueras. Lucius no quiero que nadie te moleste por estar a mi lado.-pasaron unos segundos en silencio. Remus había aguantado la respiración y cuando ya no pudo más soltó- No podemos estar juntos
-Remus quiero que veas mis ojos y repitas que no podemos estar juntos. –dijo Lucius. Tomo con una mano el mentón de Remus y lo obligo a verlo- Quiero que digas que no quieres estar conmigo.
Remus cerró la boca y contemplo a Lucius. Los ojos de Lucius y su mirada. La mirada plateada que le había enamorado desde un principio, que lo hacía querer descubrir más y más de su dueño. El color plata que le recordaba a la luna y lo tranquilizaba.
-No puedo-musito Remus-No puedo hacerte…
-¡Remus!-exclamo tan fuerte Lucius que hiso sobresaltar a Remus en su lugar-Solo di lo que quieres
-Quiero quedarme a tu lado-dijo Remus. Porque era la verdad de lo más dentro de su ser. Porque su naturaleza le dictaba que fuera egoísta, que no importaba que clase de vida llevara, aunque fuera trágica, quería a Lucius para él y sumergirlo a una vida de miseria, siempre y cuando estuvieran juntos
-Entonces -Lucius beso los labios de Remus lentamente-Yo me encargare de los demás.
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MUCHOS DIAS DESPUES
Todo el cuerpo de James se puso rígido cuando sintió la varita de alguien apuntarle detrás de su cuello. Lentamente deslizo su mano dentro de la túnica hacia su propia varita pero entonces, como si un rayo de preocupación lo atravesara, recordó que la había dejado encima de la pequeña mesa de noche de su habitación. Más de una vez había tenido ese problema, solo un mago como él olvidaba su otra extensión de la magia, lo más importante de un mago. Pero eso era algo que su enemigo no necesitaba enterarse. Lo único que debía saber era que también era un mago que podía defenderse. Más presión en su cuello
-Eso no te funcionara-Su atacante presiono con mayor fuerza pero James sonrió al reconocer la voz-Sé que no tienes varita. Solo tú eres capaz de olvidarla. Lo he repetido muchas veces. Un día te mataran por soltar tu varita.
-Me alegra que seas el único que conoce una de mi debilidades-James levanto ambas manos a la altura de su rostro con las palmas bien abiertas en son de rendirse- Por supuesto tu eres mi otra debilidad
La presión en su cuello disminuyo mientras oía como la otra persona soltaba un gran suspiro
-De verdad. Deja esa mala costumbre tuya
-¿Te preocupas por mí?
-Lo digo en serio. Algún día pueden matarte
-Lo sé-dijo James más serio. Sabía que tenían razón porque no era la única persona que se lo repetía. Muchas veces Remus lo había regañado y Sirius le recordaba, cada vez al salir de la habitación, tomar su varita. Solo se preocupaban. Entonces sintió más peso sobre sus hombros. Los brazos de la otra persona rodearon su cuello en un gentil abrazo mientras dejaba caer la cabeza sobre la hendidura de su cabeza y hombro. James sintió como rebotaba el aliento sobre su piel que le erizaba los vellos de todo su cuerpo -¿Regulus?
-Solo unos momentos-replico Regulus sin moverse y apretando más a James
James se alarmo. Regulus nunca se ponía “cariñoso” he intentaba evitar todo el contacto físico en público, debía suceder algo. Despacio giro su cuerpo sin soltarse de Regulus y se pegó más a su pecho sintiendo los latidos del corazón.
-¿Estas bien?-pregunto James. Regulus levanto la cabeza de su pecho y lo miro con una sonrisa, le dio un puñetazo en el hombro- Auch ¿Por qué fue eso?
-No lo sé-Regulus se encogió e hombros- Puedes decir que es porque eres un idiota-sonrisa e lado-O un inútil, irresponsable, un pésimo mago, un total descuidado.
-Muchas gracias Reg.- James inflo las mejillas haciéndose el sentido pero sabía que el otro solo estaba bromeando. Camino un poco hacia Regulus pero retrocedió inmediatamente. Nadie debía saber sobre ellos-Lo siento
Regulus lo miro con intensidad. De la nada estiro su mano tomo la corbata de James y atrajo su cabeza hacia la suya para juntar sus labios en un beso. Primero James se había quedado sorprendido miro hacia ambos lados, se encontraban solos, entonces profundizo más el beso. Lento pero fogoso. Roso con su lengua los carnosos labios de Regulus mientras su mano bajaba por la espalda baja hasta que toco la parte con más musculo y apretó con fuerza. Regulus jadeo y en esa oportunidad James metió su lengua dentro de la boca. Ambas lenguas se rosaban en una pelea por mantener el control. Al final Regulus se dejó llevar perdió contra James porque siempre había sido así. Desde el primer momento en que lo había visto sabía que era su perdición. Cuando la necesidad de oxigeno se hiso presente se separaron. Pasaron unos segundo en los que recuperaban el aliento. Regulus giro sobre si comenzando a caminar, dejando a James, entonces se detuvo,
-¿No piensas seguirme?-pregunto Regulus volteo la cabeza hacia un lado enseñándole su lengua a James
James solo sonrió tontamente y ambos comenzaron a caminar para continuar con lo que habían empezado.
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Aunque estuvo aguantando todo el transcurso Remus ya no aguanto más. Soltó una risa tratando de amortiguarla con la mano inútilmente, en ese momento Lucius volteo a verlo.
-Lo siento-Remus lo miro con ternura-Es que todo esto me parece sorprendente
Se encontraban solo ellos en la planta baja de la casa de los grito más específicamente en la sala que tenía el túnel por el que salían desde el sauce boxeador pero ahora era completamente diferente. Las tablas talladas de madera había sido sustituidas, el tapiz de las paredes era uno nuevo si rasgaduras y ya no había polvo. Todo era limpio, reluciente y nuevo incluso los rayos del sol penetraban los cristales de las ventanas dando más vida a la habitación. A Remus le pareció gracioso lo limpio que estaba todo porque claro un Malfoy no podía estar en un lugar sucio
-Aún falta. Sígueme. – Lucius tomo a Remus de la mano y lo condujo con cuidado al piso superior hacia la segunda habitación donde Remus cuidaba sus heridas después de sus transformaciones
Al abrir la puerta Remus quedo sorprendido. Lo primero en que se fijó fue en la enorme cama nueva con sabanas suaves ¿Tal vez terciopelo? A un lado de la cama estaba una pequeña cajonera y el piso también había sido cambiado. Las paredes del cuarto, antes de una madera oscura y podrida, ahora eran de un tomo blanco muy muy suave. Las tablas de madera en las ventanas habían sido sustituidas por nuevas y gruesas y en ellas colgaban cortinas azul claro. Su ropero antiguo ahora era uno nuevo color coral y la estantería donde ponían sus pociones estaba lleno de diferentes frascos, ungüentos y algo que parecía un kit de primeros auxilios. Había también un pequeño buro y un sillón negro reclinable. Si atreves de la ventana no se viera el bosque prohibido Remus pensaría que se encontraba en otro lugar
-¿Te gusta?-pregunto Lucius- Hice que lo elfos de mi casa trabajaran en secreto durante la noche
-Es asombroso
-Lo hice para ti y por ti-Remus sintió que como el calor del su rostro aumentaba-Sé que aún falta una semana para luna llena pero quería que todo estuviera preparado. Hay otras dos habitaciones. Una es donde te transformaras, tiene un pequeño closet donde puedes guardar tus cosas para que no se destruyan. Y la otra habitación es para mí. Tiene barreras mágicas para que no detectes la presencia de personas así podre esperarte.
-Es peligroso.-susurro Remus. Jamás se permitiría poner a Lucius en peligro
-No hay problema. Las barreras son elficas. No se pueden atravesar sin consentimiento, además hay un traslador por si acaso en la habitación. Remus no puedo permitir que pases más tiempo solo.-Lucius camino hasta ponerse justo delante de Remus- Estaré ahí, junto a ti, en cualquier momento no importa si es peligroso o no
-Gracias - Remus estiro los brazos alrededor del cuello de Lucius, se paró de puntitas mientras se pegaba a su cuerpo y lo beso.
Beso los labios de Lucius con fuerza como si quisiera transmitir sus deseos. Cuando se separó se encontró con una mirada plateada que parecía querer preguntar lo que se proponía. Pero el choque de miradas no duro mucho, sus labios volvieron a juntarse esta vez siendo iniciado por Lucius que lamio el labio derecho pidiendo permiso para entrar y jugo con ambas lenguas. El sabor de la boca era único, como una mezcla de chocolate muy dulce, necesitaba de más y por eso con cuidado mordió lentamente el labio inferior de Remus. Entonces salió un pequeño gemido que provoco un excesivo calor recorriera todo su cuerpo y se posara en ciertos lugares. Lucius puso una mano sobre las caderas del otro para pegar más sus cuerpos.
La mente de Remus empezó a dar vueltas por la falta de aire, las emociones y el olor que el cuerpo de Lucius soltaba. Todo su cuerpo, manos pies, piernas, pecho, parecía estar hirviendo. Respiro hondo. Un sonrojo invadió su rostro cundo se dio cuenta del bulto que se había formado entre sus piernas
-Podemos detenernos –sugirió Lucius y solo necesito unos segundo para darse cuenta que al parecer tenía el mismo problema
Remus quería continuar. Ya no le bastaba solo con besos, caricias, quería mucho más. Queria que Lucius estuviera dentro de él y formaran solo uno.
-No quiero que nos detengamos yo…
Solo falto esas palabras para que Lucius volviera besarlo mientras lo conducían lentamente a la cama y se acostaban quedando encima. Primero recorrió con sus manos todo su cuerpo sobre la ropa después, al llegar a la altura de la camisa, se deslizo por debajo tacando la suave y tibia piel. Remus en cambio se removía sintiendo más calor donde Lucius tocaba. Entonces Lucius lo tomo de su cintura levantándolo para pasar la prenda por su cabeza. Pasaron unos segundo, en los que Lucius se dedicó a observar el torso desnudo, para después bajar su rostro hacia el pecho de Remus colocando besos suaves en la clavícula recorriendo despacio hasta los pezones que lamio en toda su extensión dejándolo húmedo y endurecido solo por el contacto de aquella lengua que se posaba sobre él. La lengua paso un par de veces por el pezón, colocando besos alrededor, y después se dirigió al otro pezón que recibió la misma atención. Los labios de Lucius siguieron de nuevo el camino de besos hasta los labios.
-Dime –susurro Lucius con voz ronca- Dime que es lo que quieres
-Quiero… te quiero a ti-dijo Remus entre gemidos que le provocaban las manos de Lucius- Quiero… quiero hacerlo contigo.
Lucius rio un poco mientras que comenzaba a bajar por el pecho de Remus depositando castos besos hasta llegar al abdomen donde deposito besos y lamia de vez en cuando provocando que la espalda de su amante se arqueara y pequeños gemidos se escaparan de su boca con mucha más frecuencia. Elevo su mirada para ver la de Remus, tenía los ojos entrecortados, las mejillas estaba rojas y las monos apretaban con fuerza las sabanas de la cama. Entonces lamio cerca del pantalón y escucho un gemido aún más fuerte. Lucius se estremeció. Llevaba deseando ese momento más de lo que le gustaría admitir pero no quería lastimar a Remus. Despacio y con ayuda de sus manos desabrocho el pequeño botón dorado del pantalón de Remus y se deshizo de el con facilidad. Ahora solo quedaba en bóxer, un pequeño bóxer color gris de donde sobresalia un bulto. Lucius se lamio los labios desenado poner esa parte en su boca. Pero tenía que emparejar las cosas. Se irguió sobre Remus para quitarse su túnica y camisa junto con el pantalón. Lo hiso tan despacio que Remus no había podido quitarle la mirada de encima observando el bien formado cuerpo de Lucius. Sabía que Lucius tenía un buen cuerpo pero no sabía que tan buen cuerpo tenía, sus pensamientos solo lo hicieron sonrojarse al extremo.
Lucius lo vio sonrojarse y una pequeña sonrisa salió de su boca. Con tranquilidad volvió a su tarea. Jalo el elástico del bóxer de Remus, lo oyó soltar un suspiro y temblar por la excitación. Solo le bastaron dos segundos para dejarlo desnudo y dos minutos para contemplarlo. Remus era hermoso, su pequeño cuerpo blanco era frágil y tierno ante sus toques, no le importaba que estuviera lleno de cicatrices, seguro hechas por sus trasformaciones, al contrario, esas cicatrices lo hacían desearlo más. Lucius se acercó nuevamente acariciando las piernas y separándolas con cuidado para abrir espacio suficiente para él. Tomo el miembro de Remus entre sus manos y lo ergio lentamente. Primero la cabeza, que succiono, y después el tronco hasta la base y de nuevo a arriba. El miembro en su boca tenía un sabor diferente ni muy salado y ni muy agrio y se sentía extremadamente cálido mientras se concentraba en el vaivén. Remus se removía y ronroneaba a sus actos. Tras unos minutos Lucius se apartó cuidadosamente y escucho como Remus rugió por el desapego para eso volvió a besarlo. Lucius se acomodó en la cama quedando sentado sobre ella.
-Hazlo tú ahora-dijo Lucius y miro a Remus, que había entendido el mensaje, con una sonrisa
Remus se quedo atónito. ¿Quería que le hiciera…? La verdad no se negaba pero jamás lo había hecho ¿Y si no sabía cómo? ¿O si era malo en eso? Pero al ver la sonrisa de Lucius y lo excitado que ambos estaban se decidió. Estiro ambas manos para bajar el bóxer, negro. No era la primera vez que veía ese mimbro excitado pero si la primera vez que lo tocaba. Era cálido y suave. Entonces lo tomo entre su mano con fuerza y se agacho sobre el para introducirlo en su boca. Al principio le costó trabajo acostumbrarse y comenzar el vaivén con sus labios intentando no rozar con sus dientes para no lastimarlo. El sabor era agrio y la textura suave pero por dentro grueso y duro. En la garganta sentía el sabor del pre semen que soltaba Lucius y que tragaba gentilmente haciendo succiono en el glande provocando que Lucius soltaba gemidos roncos. Continuo con el vaivén y sintió las manos de Lucius enredarse en su cabello guiando hacia arriba y hacia abajo conforme lo necesitaba sin ser demasiado rudo. Entonces Lucius lo detuvo.
Al principio Remus creyó a ver hacho algo mal pero al ver el rostro de Lucius supo que lo había detenido no por equivocarse sino por hacer que casi terminara. Vio como Lucius tomaba una pequeña botella de la cajonera y untaba el líquido en su mano y volvió a colocarse encima, esta vez ambos totalmente desnudos, tomo la pierna de Remus y la llevo hasta su hombro. Entonces sintió como los dedos de Lucius, llenos de esa sustancia pegajosa, se acercaban a su entrada. Remus cerró los ojos con fuerza, sabía lo que significaba y avecinaba.
-Relájate- escucho susurrar a Lucius y cuando abrió los ojos Lucius volvió a besarlo con tanta ternura con tanta pasión que apenas y noto el primer intruso dentro de él, que había pasado desapercibido gracias a la sustancia de antes.
Remus se removió un poco nervioso al sentir el segundo dentro pero la otra mano de Lucius sobre su entrepierna le hiso olvidar la incomodidad. Hasta que un tercero se abrió camino. Después de un rato entraban y salían con facilidad.
-¿Listo?-pregunto Lucius cuando retiro su mano y Remus asintió.
Lucius se adentró pasando con cuidado. Primero la cabeza y tuvo que esperar unos segundos, en los que Remus gimió y se resistió un poco, para poder continuar lentamente. Sintió dentro de él, la presión de una quemadura severa que hacía difícil no empujar. Remus sentía un inmenso dolor pero tener a Lucius sobre y dentro de él hizo querer tenerlo aún más cerca. Cerró los ojos, tratando de ordenar el revoltijo de pensamientos en su cabeza. Pero entonces Lucius dio un pequeño empuje de sus caderas, y todos sus pensamientos confusos se perdieron haciendo que su cuerpo se sienta caliente y pesado.
-Remus - susurró Lucius -Mírame -Otro empuje más profundo. Remus tenía la espalda sobre las almohadas y sus manos retorciéndose en las sábanas.-Remus, dime que te gusta- susurró de nuevo, y Remus sintió los dedos de Lucius presionando en sus caderas, agarrándole con fuerza mientras comenzó a presionar más firmemente.
Cuando Remus miro a Lucius se dio cuenta que parecía como si se estuviera conteniendo, entonces se separó, y se acercó serpenteando sus brazos alrededor del cuello y deleitándose con el peso de su cuerpo
-Se siente muy, muy bien- Remus sabía que estaba balbuceando salvajemente-Realmente es... -Los labios Lucius inmediatamente lo tomaron su en un profundo beso lento, que parecía coincidir con los golpes en su cuerpo.
Los dedos de Remus se clavaban en las caderas de Lucius mientras intentaba acercarlo más. Luego sintió las manos de Lucius deslizarse bajo su espalda para agarrar sus hombros con fuerza y el fuerte roce de los dientes a lo largo de su garganta. Un momento después Lucius empujo en él otra vez, pero esta vez más duro, contundente que le robó el aliento
-Dilo otra vez. -Las palabras fueron un susurro caliente en el oído de Remus, seguido de una lengua aún más caliente. Lucius empujó hacia él, tan profundo que los dedos del pie de Remus se rizaron de felicidad que se extendió por todo su cuerpo. Como continuaron los empujes, Remus aturdido se preguntó cómo podía sentirse tan bien. -Dilo -La voz de Lucius sonaba áspera y sin aliento. -Dime cómo se siente
-Se siente bien-no podía encontrar la fuerza para hablar, ni siquiera para decir que tenía razón, que cada golpe estaban construyendo el placer como si estuviera fuera de control. Quería que nunca termina, al mismo tiempo que sentía que no podía aguantar mucho más.
Las palabras fueron seguidas por un beso posesivo. Podía sentir las manos de Lucius agarrando sus hombros, apoyando en cada golpe fuerte que hacía. El calor y el placer eran indescriptibles pero aún querían más y gimió en la boca de Lucius, con las manos apretando en la espalda.
-…Remus…-ronroneo Lucius su cara estaba contraída y Remus supo lo que había sucedido cuando sintió dentro de sí la pequeña explosión que lleno y llego a lugares que no habían sido tocados antes.
El estómago de Remus volcó en el entusiasmo en el deseo y la necesidad de que pudiera escuchar claramente la voz de Lucius. Entonces soltó un gemido aún más fuerte y grueso que los anteriores cuando una ola de calor inundado a través de él, y lo hizo con una mezcla de extraño de alivio y lamento que fue arrastrado hacia el orgasmo más intenso que jamás había experimentado.
~~~oOuOo~~~
Severus se encontraba en la biblioteca, regresaba los enormes y gruesos libros a su lugar. Había subido a las estanterías para ayudarse a colocarlos cuidadosamente. Escucho pasos a su espalda seguramente un alumno que buscaba un libro para terminar su tarea en último momento.
-¿Buscas algo por aquí?-pregunto Severus al sentir la mirada de la persona clavada en él
-Si. Ya lo encontré. –exclamo Sirius. Severus giro y encontró a su querido novio frente a él. Tenía una sonrisa en su cara y sabía que planeaba algo. Pero fue demasiado tarde cuando Sirius tomo su mano y lo jalo hacia él. Severus sintió el vértigo y el miedo mesclado en su estómago y no era para menos, estaba a casi un metro sobre el piso y el idiota de Sirius, si porque aunque fuera su novio seguía siendo un idiota, lo estaba haciendo caer. Entonces sintió los brazos de Sirius rodear su cuerpo que lo atrapaba en abrazo protector. Lo había hecho apropósito. Primero lo había asustado para después atraparlo al aire. Aunque se sentía seguro
En cambio Sirius sonreía ampliamente mientras tomaba a Severus. Sabía que se asustaría, era obvio, porque se encontraba arriba y no sabría que lo atraparía pero eso le gusto. Cuando Severus se aferró a él por el miedo. Quería eso. Quería que Severus se aferrara con fuerza solo a él. Lo abrazo fuertemente y cuando Severus levanto la cabeza de su pecho, seguramente para recamarle, lo beso. Lo beso anhelando un futuro juntos tan desesperadamente que ardía en el interior de su cuerpo. Al principio Severus se había quedado quieto pero al pasar los segundo, poco a poco, fue correspondiendo con ternura. El beso era tierno y suave deleitando cada parte mientras los envolvía una tranquilidad inefable. Al final la falta de respiración los obligo a separarse.
Sirius pego su frente a la de Severus y desde lo más profundo de su ser, lo más grande de su alma y el sentimiento que lo hacía vivir día a día susurro
-Te quiero
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El pitido del expreso de Hogwarts resonó en los oídos de los todos alumnos que tomaban sus maletas y se adentraban en el para llevarlos de regreso a sus casas en Londres. Para varios alumnos ese había sido un año único, habían hecho nuevas amistades y nuevos enemigos también se fortalecieron las viejas relaciones. Algunos superaron sus miedos y habían podido avanzar para un futuro incierto bajo la amenaza de un mundo cruel que se avecinaba demasiado rápido. Pero aun así latía e ellos un corazón lleno de amor, lleno de emociones. Latía su inquietud ante lo desconocido y la esperanza de la victoria.
Severus y Sirius se despidieron con beso tierno, frente a todos, fuera de las puertas de Hogwarts. No se le despegaron ni un momento. Le había tomado demasiado tiempo tener a la persona que amaban y permanecerían juntos todo el tiempo que se les permitiera.
Remus y Lucius se tomaron de la mano durante todo el camino al expreso, sabían que se avecinaban días difíciles para ellos pero que podían superarlo solo estando juntos.
James y Regulus se miraron en silencio durante más tiempo del necesario, ya no les importaba si alguien se daba cuenta, ellos eran así. El silencio siempre había sido su confidente y su más fiel amante.
Pero para todos al final el castigo al comienzo del año no había sido tan malo.