Capítulo 4 "El Draco que yo conocí... nunca eres tú"
MADRIGUERA...
Podríamos decir que el ambiente de la madriguera, estaba ardiendo, helando o tal vez los rayos castigadores habían hecho aparición... sólo puedo decir, con seguridad, que si las miradas mataran, habría homicidio y suicidio en unos segundos.
-¿Se trata de un nuevo plan Malfoy?, no me imagino a alguien como tú, viviendo en un ambiente como éste, digamos, de "pobretones".
-Todavía pienso lo mismo, pero, dada las circunstancias que se me han impuesto, creo que me tendrás por lo menos hasta el final del verano, a ver si te acostumbras, hermana de la comadreja- dice con su más que sabido tono sarcástico y arrastrando las palabras.
-Veremos, quien más soporta al otro,Malfoy-el-pronto-viudo-de-Parkinson.
-Tú no sabes nada de ella, así que no hables de lo que no debes, mira que harto voy a tener que soportarte de ahora en adelante, y me importa un soberano comino, si me aguantas o no, más bien, hácete a la idea, perdiste- le susurró al oído para luego bajar las escaleras.
GRANERO...
30 MINUTOS DESPUÉS...
Hacía poco que podía recién moverse un poco... qué efectiva fue la poción paralizante, además había algo raro, ¿Hermione la estaba ayudando?... ¿cómo?, si es como su hermana, la que creía conocer de que ingresaron a Hogwharts... ¿cómo pudo traicionarlo?...
Cuando ya pudo mover sus piernas con total libertad, se levantó del suelo y salió corriendo del granero, lo único que tenía en mente, era si de verdad Draco estaba ahí... su deseo fue concedido, y eso era lo primordial para él... ¿qué habrá sucedido con el matrimonio?, ¿dejó a Parkinson?, eso es demasiado bueno para ser cierto, quería llegar al fondo del misterio, que mejos que preguntarle al protagonista del hecho, a su ex némesis, Draco Malfoy.
Harry, abrió la puerta y no había nadie en la sala, salvo muchas cosas rotas... esa debió ser Ginny- pensó (n/a qué comes que adivinas)... fue a cada sala, a la cocina, al living, al baño, revisó cuarto por cuarto y nada... lo único que le faltaba era una pequeña sala que estaba destinada para reuniones, conversaciones privadas... se acercó, puso su oído y en efecto, Draco platicaba con el Señor Weasly sobre su estadía en la madriguera.
-Tu padre ha hecho un acuerdo conmigo, te quedarás aquí por la temporada del verano, después tendrás que regresar a la mansión a cumplir tu verdadera misión, aunque no estoy de acuerdo, pero esa son sus leyes, no puedo intervenir.
-Lo entiendo, aunque sea sólo por esta temporada... además Blaize se quedará conmigo, por lo que no tengo ninguna objeción por ahora.
-Me alegro, además, es más que sabido por todos que están rivalizados, por esa cosa de las casas; sin embargo, este tiempo, podría servir para que limen esas asperezas...
-Lo dudo mucho, pasando a otro tema, mi madre vendrá a verme, ya que mi esposa está delicada de salud, sólo me informará cómo ha evolucionado.
-Es una pena, llevaban poco tiempo de casados.
-Accidentes que pasan, me retiro, voy a desempacar mi maleta- se levanta y hace una leve reverencia.
Harry que escuchó lo último, se alejó rápidamente de la puerta y se escondió detrás de una muralla... seguro que si el rubio lo encontraba le diría...
-"Qué pésima costumbre Potter, escuchar detrás de las puertas las conversaciones ajenas"- lo imitó mentalmente.
Pudo ver su gracil figura alejarse por las escaleras, es como si el tiempo no avanzara para él... seguía tal como lo recordaba en su última "despedida", sábado de castigo...
Subió las escaleras, siguió la huella del rubio, entró a la habitación.
-Hasta que apareciste Potter, creí que era mentira el que vendrías aquí a pasar tus vacaciones- dice irónico el rubio.
-Malfoy, ¿por qué estás aquí?
-Porqué tengo mis razones, no las compartiré contigo.
-Escuché que Parkinson está internada en San Mungo, ¿cómo sigue?
-Como si te importase su estado de salud... no te inmiscuyas en mis asuntos personales.
-Malfoy, volviste a ser el mismo de siempre, el mismo arrogante, presumido y altanero que conocí en Hogwharts.
-Siempre lo he sido, es que tú no lo veías.
-Quizás sólo vi lo que quería ver de ti, a veces me pregunto, si de verdad tuve algo contigo, o todo no fue más que una ilusión.
-Una ilusión que se quedó allá, que no volverá- recalcando la última palabra.
-Lo tengo más que claro, tienes un apellido que proteger, una misión muy importante que cumplir... fui estúpido, ahora lo entiendo, al contemplarte, me doy cuenta que todo este tiempo, no he querido nada más que la sombra de ti... porqué al Draco que yo conocí... jamás podrías ser tú- dice esto y se aleja hasta llegar a la puerta- olvida cada palabra que dije hasta ahora, olvida todo lo que pasamos, porqué yo lo acabo de hacer- se iba a ir cuando una mano lo apresó y lo estrelló contra la pared.
-Tú crees que es muy fácil vivir así, casarte y tener tan cerca lo que deseas sabiendo que jamás podrás recuperar lo que ya perdiste, ese lapso de tiempo, jamás volverá... más vale que te acostumbres o sino cada día de estos meses será un infierno interminable.
-El infierno ya comenzó- se suelta del agarre impuesto por el rubio.
-Disfruta tus adoradas vacaciones Potter, mientras puedas hacerlo.
Harry salió de la habitación... se deslizó por la puerta y agachó su cabeza, ocultando su gran dolor... no quería llorar, se había prometido no volver hacerlo, pero era tan punzante, tan agónico, que contra todo impedimento, lloró amargamente en silencio... ese Draco, al cual conocí, jamás podrías ser tú... se repetía al limpiarse el rostro, pero era inútil, pronto, ya estaba llorando nuevamente.
Draco se quedó desempacando, se sentía frustrado, no era para menos, tenía una esposa agónica en San Mungo y a su amante, al otro lado de la puerta... le era difícil controlarse, pero era experto en eso, refrenar los impulsos de abrazarlo, poseerlo, eran casi imposibles, menos para él, ¿cuánto tiempo duraría con esa táctica?... cuánto más podría aguantar el no tocarlo, el sentir su aroma, el cual buscaba inconscientemente en el cuerpo de su cónyuge... cuántas noches no sintió ese vacío que nunca llegaba, que cuando se bañaba, buscaba algún rastro de él, aunque quisiera borrarlo con el agua... jamás podría limpiar por completo mi cuerpo, si yo no deseo hacerlo, si permito que me mantengas preso, si yo no deseo ser libre.
Abrió la puerta y ahí estaba él... sentado en el suelo, llorando, apenas haciendo ruido... se arrodilló hasta quedar cerca de él, le levantó la cara, contra su voluntad, le secó las lágrimas con pequeños besos, ese sabor salado, amargo, de su llanto, el cual había provocado... el moreno estaba sorprendido... por un momento creyó que su mente le estaba jugando una mala pasada... pero ahí estaba frente a él, el mismo Draco, el mismo que lo consoló cuando Ron se intentó sobrepasar con él... cerró sus ojos, sentía las caricas entrecortadas de la lengua del rubio, cómo lo sabía complacer, cómo sabía que era lo que le gustaba, lo que lo hacía temblar, gemir, porqué no era impuesto por la fuerza, era un consuelo, un dulce consuelo que era dulce al principio; sin embargo, sería arrebatado después, ese era su temor, que frente a él estuviera el hombre al que ama y al mismo tiempo a un posible enemigo en el futuro.
-¿Estás temblando?- le susurra al oído.
-Tengo frío- le responde.
-Yo te abrigaré, entra- lo levanta del suelo y entran juntos a la piesa.
GRANERO...
Ron, que hace rato dormía, despertó asustado...
-¿Dónde estoy?...
-En el granero- dice George.
-¿Qué pretendías hacer con Hermione aquí?, a solas- le dice Fred.
-Con Hermione, nada- responde.
-No te hagas el inocente, mira que te encontré con las manos en la masa- dice George.
-No hice nada- se defendía el pelirrojo.
-Crees que yo, que soy tu hermano mayor, que ha vivido un período de vida más largo que el tuyo, va a creer semejante excusa barata, podrías inventar algo mejor.
-¡No hice nada!- gritaba.
-Si, si, Ron y Hermione son novios... así repitieron cinco veces.
-No somos novios- chillaba.
-Pasando a otro tema, como es de suponerse dado a tu estado de inconsciencia que ha pasado de un capítulo al otro, tienes que saber que Malfoy se quedará en la madriguera a pasar sus vacaciones de verano.
-¡Malfoy aquí!, en qué estaba pensando mi padre para aceptar semejante dispararte, hablaré con él- va decidido, pero Fred lo detiene.
-Ginny ya lo intentó y fue inútil, no la escucharon, eso que es la única mujer, menos te escucharan a ti, entre tantos hombres.
-¿Dónde va a alojar?
-En tu piesa, contigo y Harry.
-¡Eso es el colmo!, ¿acaso quieren que haya un homicidio?, le lanzaré un avada ahora mismo.
-No se puede hacer magia fuera del colegio, menos hechizos imperdonables, además, él no ha cometido ningún crimen, estás en grave desventaja hermanito, disfrutas tus vacaciones adoradas, pues acaban de empezar.
-Ese hurón, me las pagará, que ni se crea que le dejaré el camino libre para acercarse a Harry, antes lo castro.
EN LA PIESA DEL DELITO...
Estaba todo pasando... besos, caricias reprimidas, gemidos altos y sonoros, una camisa por el suelo, el polerón en borde de la cama y una clara invitación a algo más que indecente.
-No podemos aquí- gemía al sentir la erección del rubio.
-¿No quieres?, primero me provocas y ahora me rechazas.
-No es que no quiera, es que este no es un buen lugar para hacerlo.
-Eso se puede arreglar- saca su varita y pronuncia un hechizo para bloquear los sonidos, para sellar la puerta que ni siquiera una bombarda puede abrir... eso los mantendrá un tanto ocupados.
-¿Cómo sabes esa clase de hechizos?
-Bastante he practicado...
SAN MUNGO...
-¿Cómo está Doctor?- pregunta Narcisa.
-Estable dentro de su gravedad, se le ha hecho una transfusión sanguínea por la gran pérdida de sangre y eso ocurrió porqué tuvo una perdida.
-¿Pérdida?
-Ella estaba embarazada, perdió a la criatura por el fuerte golpe que se dio, le va a costar mucho tiempo volver a quedar en estado, todavía quedan heridas profundas que cicatrizarán a medida que transcurran los meses.
-Mchas gracias Doctor, ¿cuándo podrá tener horario de visitas?
-Dentro de 48 horas, hay que ver cómo evoluciona, por lo tanto, le recomiendo que regrese a su casa y descanse, nosotros nos encargaremos de ella.
-Muchas gracias.
CASA ZABINNI...
-¿Qué?, ¿a la madriguera?
-Sí, cuidarás a Draco, mientras se quede allá, vigilarás que no se enrede con el mestizo de Potter.
-Ya entiendo, y ¿cuándo sería todo esto?
-Ahora mismo, hace tu maleta que nos vamos.
-Entiendo... fue corriendo a su cuarto, armó rápidamente su equipaje y salió donde lo esperaba Lucius para llevarlo a la madriguera por medio del traslador.
-Así que esta es la casa de Weasly, territorio león en todo su esplendor- comenta la serpiente mientras se reponía del efecto del traslador.
-Ya sabes tu misión, vendré de vez en cuando a informarme.
-¿Ya se va?
-Sí, tengo algo importante que hacer- desaparece.
Abre la puerta de entrada y grita fuerte...
-¡He llegado!
Como si le fueran a lanzar flores porqué entraba a la casa, creo que iré a ver a Draco, ya que aquí, el ambiente está bastante pesado.
Sube las escaleras, como presintiendo en cuál habitación podría estar el rubio... de seguro no está solo, ese Draco no pierde el tiempo, pues bien, yo tampoco, creo que seguiré su ejemplo... y la mejor forma de empezar, es tratando de seducir al león, de forma directa y aplastante, que mejor lugar, en el baño, así como el primer encuentro... sólo de pensarlo ya lo excitaba un poco... veremos cómo se comporta el gatito.
continuará...