Harry había decidido que tenía que hablar con Malfoy a solas, dejarse de mirarlo como un bobo. Sí, eso es justo lo que iba a hacer.
- Harry.- le dijo Hermione.- si no es mucha indiscreción, ¿qué te traes con Malfoy?
"Hombre, ¡me alegro que me hagas esa pregunta!", pensó Harry, si tan sólo él lo supiera.
- No lo sé, Hermione.- eso sí que era verdad.- Sólo quería preguntarle cómo lleva lo de sus padres, no sé...
- Malfoy ha perdido a toda su familia.- dijo taciturno Ron.- no es como si no lo merecieran. Pero verse sólo en el mundo, no debe ser muy agradable.
Bien, ahí lo tenía, su mejor amigo era un Hombre, y además conocía bien a Harry, ese había sido el punto, al principio. Él mejor que nadie sabía lo que era verse sólo en el mundo.
- E-eso mismo.- dijo Harry, sin querer mucho mirar a ambos.- Voy a ver si lo alcanzo.
Salió corriendo del aula a ver si podía hacer eso que le había dicho a sus amigos.
No le fue difícil localizar la cabellera rubia de Malfoy una vez salió al patio de la escuela. ¿En serio brillaba siempre así?
Se aproximó hacia él, pero antes de poder llegar, Pansy Parkinson se le colocó delante. La Slytherin le miraba ansiosamente.
-Potter.- dijo con voz trémula.- Yo... .- parecía que no sabía cómo empezar a hablar con él, cosa normal teniendo en cuenta que nunca habían hablado más que para insultarse.
Harry no se dio cuenta de que todos en el patio estaban fijando su atención en ellos dos.
- Hola Parkinson.- dijo Harry, intentando localizar aún a Malfoy. Comprobando que este se había girado levemente y les estaba mirando de manera tensa.
- Esto... Yo... Harry.- uy eso sí que llamó su atención. Centró toda su atención en la chica, parecía muy tensa.
Notó a alguien a su lado, Ron estaba allí y él también parecía tenso. A su izquierda pudo sentir a Hermione.
La chica miró a ambos y suspiró, pareció darse ánimos para soltar lo que iba a decir.
- Sólo quería pedirte disculpas por lo que pasó aquí .- hizo una pausa para tragar, tenía los ojos humedecidos, ¿iba a llorar? Pensó aún más tenso Harry.- Estuvo mal lo que hice, no hay día en el que no me haya arrepentido.
Al principio Harry tardó en recordar lo que sucedió, ella había exhortado a todos sus compañeros a entregarlo a Voldemort, realmente Harry no la culpaba, vio miedo en los ojos de ella aquel día y miedo en el resto de sus compañeros. No los culpaba, él llevaba años enfrentándose a Voldemort y sus secuaces, podría decirse que estaba curtido en sentir temer, pero ellos...
- No te preocupes.- dijo Harry.- Eso pertenece al pasado.
No pudo contenerse y miró a Malfoy, ese mensaje también podía extenderse a él si así lo aceptaba. Volvió a mirar a la chica que le devolvía una mirada mucho más relajada.
Sin embargo la mirada de Malfoy era puro hielo de plata, aquello no tenía por qué ser así. Tenía que hablar con él.
- Gracias, Harry.- dijo la chica antes de irse con la mejillas teñidas de un rojo carmesí que sorprendió al chico.
- Ay, Harry.- dijo Ron a su lado.- Eres un blando.- aunque le miraba con su amplia sonrisa, él sabía que no tenía muchas más opciones, él sabía cómo pensaba Harry de todo aquel absurdo.
- Parece que la otra serpiente se te escapó.- dijo su amigo.
En efecto, no había ni rastro de Malfoy, tendría que esperar a otro momento.
Su vocecilla interior no estaba naaada contenta con ello, reclamaba su dosis de Malfoy.