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Por un malentendido, ahora vivo una desventura por Yukimura_Takano

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Notas del capitulo:

muchas gracias por sus vistas! como sadran, este es el ultimo capitulo que tenia escrito... si, lose, tardare mucho en escribir lo que sigue... peroooo! es semana santa, asi que, si mis posibilidades se dan, acabare is cosas pendientes, incluyendo otro capitulo de este fanfic! 

no se preocupen, les dije que no avandonaria ahora este fanfic, solo lo pausare un momento hasta que pueda retormarlo al acabar el proyecto que deje (que si, lo prometi acabar desde hace mucho, pero es que la universidad no me dejo hacer nada estas dos semanas :´( )

aun asi, agradezco las vistas, me alegra mas los review, pero con tal de que vean este fanfic, yo estoy mas que feliz! sin mas, les dejo este capitulo n.n

Hiroki en la incapacidad de ver a los ojos con total confianza a su prometido, se ha comenzado a sentir un poco mal, si, una enfermedad: esta semana había tenido fiebre y gripa al mismo tiempo, pero aun con toda la molestia que sentía iba a la escuela bastante débil y de la cama no se paraba cuando llegaba a su departamento... lo peor era que cuando se enfermaba duraba mucho con el virus reaccionando por todo su cuerpo; mucho peor, no quería hablar mucho con Akihiko por lo de la cita, pero aun así estaba más pegado con el que de costumbre, eso le molestaba pero a la vez le alegraba un poco: parece que poco a poco recuperan la estabilidad de su relación, todo marcharía para bien desde ahora, ¿no?

 

—mmm... ya hice lo de literatura y química, también relaciones exteriores e historia... oh... falta calculo diferencial... —ya era tarde, los parciales comenzarían pronto por lo que los maestros se descargaban por completo en los universitarios, dejando al incauto castaño con escurrimiento nasal y fiebre de 38 grados postrado en la mesa del comedor—.

 

Mientras hacia las complejas ecuaciones que tenía que hacer una taza de café de posó frente de el: Usami le había traído sus pastillas, sentándose a un lado del castaño.

 

—... gracias.

— ¿te falta poco para acabar? Veo que ahora si te saturaron el horario.

—Y eso que en la escuela ya había comenzado un poco con las tareas... —tomo la taza de café en sus manos, con las pastillas en mano para tomárselo de un sorbo de ese líquido hirviente—.

—lo peor es que no me gusta tener que dejarte solo, más si estas así de enfermo. —sus miradas se cruzaban, uno preocupado y el otro decaído y con ojeras—.

—Usami Akihiko... no te preocupes, sabes que se me pasa... —hizo una pausa porque le vino un estornudo— se me pasará pronto. Mejor vete a dormir, tú ya acabaste con tus tareas como es debido... —no podía perdonarlo del todo, le dolió mucho que le dejara al abandono completo, además con el frio que hace: actualmente el clima cambia muy repentinamente, seguramente por los hechos actuales y bla bla—.

—tu sabes que no puedo dormir solo, más cuando te veo aun enojado por lo de nuestra cita.

—ya quedo perdonado, olvida eso... —ya no le miraba, ahora dedicaba su atención a los problemas de matemáticas—.

—no, tu no me has perdonado. Hiroki... en verdad la situación no daba para llegar, mi padre actualmente actúa como niño por estrés... tú sabes cómo está la situación del país, y él tiene que ver todo eso... por eso anda de caprichoso.

—el señor Usami está pasando por mucho en su cargo, mi padre también lo sufre... no lo culpes, tiene sus razones, además no lo habías visitado en bastante tiempo, no seas tampoco tan mal hijo.

—Hiroki... —alejo su mano del lápiz y la beso, poso sus labios en ese anillo de plata tan magnifico que eligió para su castaño favorito—.

 

Esto hizo que Kamijou se ruborizara hasta las orejas, lo miraba haciendo ese gesto que siempre le pareció tan caballeroso de su albino.

 

—Akihiko, yo... me siento mal que me hayas dejado allí, me sentí... botado, sentí que lo nuestro ya no te importaba más, que ya no era lo mismo... has estado alejándote de mí, ya no siento la misma cercanía de antes... ¡¿por qué?! ¡¡¿Por qué tuviste que irte a una universidad diferente a la mía?!! —Unas gruesas lágrimas salieron de sus rojizos ojos—.

 

Fue sorprendente ver sus lágrimas, ya que por fin supo algo que tenía la premonición de pensar, abrazo su cuerpo acariciando su espalda con una mano y su cabello del otro.

 

—no creas que yo sufro por esto... mis padres me suplicaron entrar a la universidad de Tokio porque, yo podría ser el heredero del cargo de mi padre, o algo cercano a lo que hace el... quiere asegurarme algo en los altos mandos, por eso me dijo que estudiara leyes y no literatura como yo quería en un principio... por eso, le tengo cierto rencor...

— ¡¿y porque nunca me habías dicho eso?! —Le pego en el pecho y este sonrió—.

—este es el Hiroki que recordaba... no te había dicho, porque hasta para mi había sido secreto, cuando entonces mi hermano me comento esto.

 

Alzo de nuevo la vista a su novio, viéndolo con esa mirada algo alejada, triste... tomo entre sus manos su rostro y le beso.

 

—Hiroki, estas enfermo.

—no me importa... creo que por fin comprendo todo... la vida en pareja es ser egoísta con el otro, creo que por eso sentía celos de eso, pero, no me debo de sentir así después de todo... vivimos juntos, comemos juntos, nos casaremos recién acabemos nuestros estudios... no debe de haber ninguna preocupación, porque... tu eres solo mío, tu presencia, tu cuerpo y sentimientos no le pertenecen a otra persona más que a mí.

—Hiroki... —se pudo notar un leve sonrojo y eso le causo ternura al castaño que de nuevo el beso—.

—estas perdonado... pero recuerda que si me haces esto otra vez... te daré un librazo del cual nunca te olvidaras... —bromeo un poco, dándole otro pico en sus labios—.

—nunca me ha gustado esa parte de tu sentido del humor... mejor dame un beso, ¿sí?

 

Volvieron a estrechar labios, ahora profundizando el tacto que estaban sintiendo en estos momentos se intensificaba: ya no eran solo labios sino la lengua también participaba en la danza lujuriosa que tenían por beso, terminando con sus jadeantes alientos por el aire que les faltaba.

 

—no tardes para que pueda dormirme a tu lado.

—no, no lo hare... —parece que su fiebre se había calmado y los mocos ya no salían con tanta frecuencia de su nariz, creo que lo que faltaba en su mente era amor y cariño para sentir el verdadero alivio—.

“gracias por permanecer a mi lado Akihiko... eres un idiota a veces, pero yo te amo así como eres...”

 

...

 

Una semana de puro examen, pero, la época de batallas estudiantiles se había terminado en esa clase; por fin los exámenes habían terminado con broche de oro... Hiroki se sentía más que aliviado, además de mejor de salud, aunque aún sufre algo de escurrimiento nasal, pero nada  grave.

 

— ¡por fin! Se han acabado esos días de prueba... ahhh... —se había acostado en su banca agobiado—.

—oh, Hiro-san, pensé que irías a comer. —Nowaki se acercó a su banca y se paró alado suyo—.

 

Aunque no habían hablado mucho, tenían relación, más que nada el de cabellos azulados se acercaba de más a Hiroki, eso le incomodaba los primeros días, pero después lo dejo pasar y mejor le fue agradando su compañía, la sentía divertida y no tan ajetreada.

 

—quiero descansar un poco, siento que mi cabeza va a explotar.

—el examen fue duro para todos, más para ti, que posees la mejor calificación de la clase. —Cada palabra proveniente de él  hacía con una sonrisa tan brillante como las mismas estrellas en el cielo—.

—por cierto, te veo con libro nuevo, ¿cuál es?

 

También compartían el hobby de leer compulsivamente, regularmente a Nowaki le veía con libro nuevo por semana.

 

—lo agarre por recomendación del maestro, dijo que un libro que quedaba conmigo seria este. —Le enseño el libro al castaño—.

— ¿mujercitas? Tu sensei le gusta la literatura americana.

—ya había leído la sinopsis antes, pero ahora me decidí a leerlo, dice el que el principio lo noto algo aburrido, pero como avanza la historia te va conmoviendo más por las historias de las 4 hermanas en espera de su padre en la guerra.

—ya veo, bueno, yo soy de la literatura japonesa y algo  serio, no me gustan mucho los libros emotivos.

—creo que yo soy el emocional de los dos Hiro-san. —soltó una pequeña carcajada: cuando Hiroki escucho eso le pareció demasiado tierno, lindo de su parte... en cierta manera removió un poco su corazón—.

—Por cierto, —se bajó de la nube en la que se encontrada y le prestó atención a su compañero—esta semana no podíamos por el compromiso de los ordinarios, pero, tenía pensado invitarlo a tomar un café en algún momento, bueno, eso dependerá si acepta, aunque le invito.

—es cierto, yo te prometí que saldríamos por lo del otro día... ¿bueno, que te parece el sábado?

—ehh... esto... ¿de verdad no te parece una molestia? —Hiroki se encogía. No quería darle molestias a una persona cercana como lo era Nowaki.

—claro, después de todo, fue mi promesa, además que no me desagradaría salir al parque contigo, igual podríamos compartir opiniones de libros mucho mejor que en la escuela.

 

Su sonrisa ilumino todo el salón, tan sincera... le conmovió bastante, hasta el punto de hacerlo sonrojar, por lo que le dio un librazo en la cabeza para que dejara de hacerla.

 

—tonto, no tienes porque alegrarte tanto.

—es que, si es Hiro-san, debo de sentirme muy alagado.

—Idiota... —esos comentarios no dejaban de hacerlo sonrojar como tomate, habilidades que siempre tenían Akihiko y Nowaki— “los dos son igual de tontos...”

 

...

 

Con todo el dolor de su corazón, Akihiko dejo libre a Hiroki para que saliera con el amigo, con unas palabras bastante explicitas de el: —ese tipo no te ve solo con ojos de amigo, él te ve con ojos de amor.

No tomo importancia, porque si aún estuviera en lo cierto, nunca le seria infiel a su albino; rechazaría a ese joven a pesar de que es una persona con sentimientos muy puros.

El lugar de encuentro era una de las bancas en el centro del parque, estaba leyendo sus libros con unos lentes y ropa sencilla para salir; no, tampoco quería ir elegante con alguien que es su amigo.

 

“acordamos que estaríamos aquí a las 4 en punto, apenas son 10 para la hora...”

— ¡Hiro-san! —volteo su rostro al ver a Nowaki en una bicicleta frenando enfrente suyo—.

 

El tampoco venia tan formal, pero su cara siempre relucía con su sonrisa y esos ojos tan cálidos.

 

—has llegado temprano, pensé que yo solo tenía la costumbre de llegar con bastante anticipación. —coloco el separador en el libro y lo guardo en su bolsa. Su compañero parecía demasiado entusiasmado, por momento creía que se le movía la cola de lado a lado—.

— ¿qué es lo primero que haremos?

—podemos ir a la cafetería de una vez, pero esta algo lejos de aquí.

—oh, podemos pedir una bicicleta, Hiro-san, ¿sabes manejar una?

—idiota, ya estoy lo suficientemente viejo para saber cómo se maniobra en dos ruedas, no me tomes por alguien inexperto. —la susceptibilidad de Hiroki no daba parón: podía hacerle reclamos a cualquiera por todo—.

—entonces vamos. —pero, es el único ser humano que soporta eso aun con su sonrisa... ya pensaba de verdad que él era un sadomasoquista muy inocente—.

 

Después de pedir el vehículo, comenzaron a pedalear en dirección a la cafetería; realmente había perdido la practica después de años de no manejar una pero tampoco era alguien que no podía avanzar ni un solo metro sin caerse, el de cabellera azul se le adelantaba por un poco de diferencia: su sentido de competencia le hizo alcanzarle con mayoría lo cual despertó la competencia de ambos, donde hicieron carreras hasta la cafetería.

 

— ¡ja!, ¡Yo gane!

—realmente yo fui quien le gano a usted Hiro-san.

— ¡por supuesto que no! ¡Tus habilidades en el manubrio son inferiores a las mías, aun sin practicar en años!

 

Los dos se miraron y se echaron a reír como locos; para Hiroki era extraño reír con una persona la cual no conoce tanto, pero con la que puede mantener una conversación maravillosa... ¿eso sería lo que se conoce como una verdadera amistad?

Luego de pedir en el café desde que se sentaron hasta que pagaron la cuenta comenzaron a discutir, bueno, de hecho era la manera en la que el castaño comenzaba las conversaciones... le encantaba hablar con ese chico, tenían casi los mismos gustos y además que era muy agradable, además de moldeable para cada cuando se tenía que hacer una rabieta en público, además comprendía muy bien la relación que sostenía con Akihiko: siempre escuchaba cada palabra de Hiroki con lujo y detalle, sin nunca dejar de escuchar cada detalle, le pareció normal conociéndolo tan poco.

Saliendo del café fueron a dar un paseo en la bicicleta ahora con la misma velocidad y ritmo, pero mientras estaban dando el paseo, a Hiro no se le ocurrió una brillante idea sobre lo que le dijo su prometido ayer: — “¿Akihiko tomando el puesto de su padre? Aun es poca la posibilidad teniendo a su hermano como el heredero del puesto, pero aun teniendo algo en la política, seria verlo lejos, afectado por todo lo que pasa a nuestro alrededor, tengo miedo de perderlo... el mundo en el exterior es tan peligroso que odiaría perderlo si no es a mi lado...”

El devenir del castaño fue tan grande no se daba cuenta de lo que había enfrente suyo.

 

— ¡Hiro-san! ¡¡Cuidado!!

Los gritos de Nowaki le despertaron de su sueño, alcanzando a frenar antes de chocar con un árbol y una familia que estaba comiendo en este—. Lo-lo siento...

Tomo su cabeza mientras dejaba caer la bicicleta allí mismo: ahora le dolía la cabeza a punta de punzadas.

 

—Hiro-san, ¿estás bien? —Este vino de inmediato a verlo—.

Antes de tocarle, Kamijou puso su mano en su pecho—. Déjame solo un momento.

 

Corrió lo más que pudo para perderlo de vista, tomando asiento donde las bancas alejadas, tenía que despejar esos sentimientos, tapo su rostro con sus manos y se quedó así, suspirando sobre lo que paso: tenía demasiadas ganas de llorar, pero no lo haría en un lugar público, aun si era el único que se encontraba por esta zona.

En la inhóspita soledad que se encontraba alguien se sentó de su lado derecho, sin en ningún momento decir nada, cuando volteo a ver quién era. Hizo un gesto de sorpresa al ver que era Nowaki que le miraba.

 

—... te dije que me dejaras solo.                           

—fui a dejar la bici y pensé en verlo si se encontraba bien.

—gracias, pero, estoy bien solo me duele la cabeza.

—estabas tan concentrado en lo que pensabas que ya no sabías donde ibas.

—solo, solo recordaba que hay cosas que no me gustarían si sucediera en el futuro.

—pero, el futuro es incierto... no sabes lo que pasara y solo tus acciones tomaran forma al futuro que quieres.

— ¡lo sé! Pero... soy una persona que se preocupa de mas, se estresa y ya no sabe qué hacer. —Su gesto triste se le notaba, su lado más débil salía ante los ojos de su compañero—.

 

Algo que no vio venir, que Nowaki le abrazaba con ternura, enrollando sus brazos por la espalda sin dejar de apretarlo: ese cuerpo tan cálido que desprendía era una nueva sensación; dudo si hacerlo, pero cedió ante la tierna situación... correspondió el abrazo, enredando sus brazos en el cuello de este.

 

—Hiro-san, usted es una persona de carácter muy fuerte pero con un corazón puro y rodeado de inseguridades como cualquier persona, pero, no debe de preocuparse, no debe guardar sus verdaderos pensamientos, yo puedo ser el hombro donde pueda llorar siempre que usted lo desea.

—Nowaki... —se sonrojo al oír esas frases llenas de, ¿amor?, ¿amistad?, el no comprendía la verdadera naturaleza de estas—.

 

Aunque, confundido, cayó ante el sentimentalismo de las mismas, escondiendo su rostro entre su cuello y llorar silenciosamente; siempre sentía esas manos acariciarle sus cabellos, calmándose antes estas. Bendita su suerte al encontrar a una persona como Kusama Nowaki, siendo alguien con la sutileza como el siendo su amigo... calmaba su sienes de maneras que ni Akihiko podía hacer, apagando el fuego con azúcar.

 

AL OTRO DIA...

 

— ¡ya dieron los resultados de los exámenes!

 

Todo el alumnado estaba aglomerado en las tablas de resultados, algunos felices de aprobar, otros llorando con las pésimas calificaciones.

 

— ¡y como siempre Kamijou siendo el primero!

— ¿pero, ya viste quien está en segundo? ¡Es el nuevo!

—abran espacio, no puedo ver nada. —El castaño con algo de dificultad fue a revisar los resultados—.

—wow, Hiro-san, eres el primer lugar.

—yo estudio arduamente, yo me esfuerzo con sudor y lágrimas y este es el resultado de mi trabajo arduo.

—siempre tan trabajador.

 

Revisando bien los que estaban en los primero lugares, vio a alguien que no pensaba ver: atrás suyo, por muy poco, Nowaki estaba en el segundo lugar.

 

—Nowaki... no pensaba que también llegarías a los primeros lugares...

— ¿sorprendido? Bueno, yo regularmente trabajo mucho y estudio en mis tiempos libres, también en mi anterior escuela era de los primeros lugares.

—me sorprendes cada vez más.

—oh, Kamijou. —alguien se acercó, haciendo que los estudiantes se hicieran a un lado.

—eh? Miyagi-sensei, cuanto tiempo...

 

El azabache sonrió. Ellos a pesar de no tener una relación de amigos, se conocían muy bien, de hecho, aparte de ser amigo de la familia de Hiroki, fue su tutor en el tiempo que estaba en la secundaria.

 

—sigues destacando como antes, ya has crecido tanto.

—Llevamos 2 años sin vernos, no es la gran cosa... —arrugo el entrecejo, ese tipo decía cosas muy cursis—.

—por cierto, necesito que me acompañes.

—bueno, regreso después Nowaki.

—no te preocupes, estaré en el salón si necesitas algo. —Hizo una media sonrisa y se fue a refugiar en el salón—.

 

El lugar de reunión fue la cafetería de la universidad, los dos tomaban un café americano, aun en silencio.

 

—y bien, ¿de qué querías hablas?

—bueno, hay algunas cosas que quiero decirte.

—adelante.

 

You tomó un sorbo de su café y prosiguió.

 

—resulta que veré a mi lindo tutorado todos los días. —Dio una amplia sonrisa—.

— ¡¿qué?! —Se dibujó una expresión de incredulidad neta en su rostro—. ¿Qué es lo que quieres decir con eso?

—un profesor está jubilándose, sabes que he trabajado solo como tutor y en esta universidad me aceptaran como profesor, aunque aún estoy en la prueba.

—Oh dios... lo que faltaba... —no dejaba de arrugar la frente como prueba de su desaprobación—.

—y también otra cosa: ese chico del cual le hablaste, es nuevo ¿no?

—sí, Nowaki es de nuevo ingreso, acaba de entrar este ciclo escolar, ¿la razón de que lo menciones?

—sabes que hoy en día no es muy bueno salir de Tokio, pero, dicen que el chico es de fuera, y vino con total normalidad aquí...

— ¿a qué va todo esto? Todos pueden ir y venir con normalidad si tienen sus papeles.

—si pero, dicen que no tuvo complicaciones en entrar, aunque tiene actitudes sospechosas. Esa vez encontré al director hablando sobre eso; otro alumno y el vienen de afuera... dicen que son demasiado perfectos para la institución, y no hay muchas pistas sobre las que fueron sus escuelas anteriores, como si fuera fantasma todo.

—no sabía que era de fuera, pero no significa que el director sea discriminatorio ante los alumnos... tantas cosas han pasado para que haga esto.

—quien sabe... sabes que hemos hablado de esto, sabes que significa lo que hay afuera, por algo pretendo contactar contigo y con Akihiko.

—claro...

 

Venir desde afuera... el exterior era demasiado para la mente de Hiroki y malos pensamientos venían a su mente cuando pensaba en eso, pero, Nowaki no era una persona mala... es todo lo contrario. Es su amigo, además no pensaría mal de el en todo caso.

Aun con esto, todo irá bien... al menos piensa positivamente.


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