TOMO III
EL FINAL
POR NOSOTROS Y ÉL, LUCHARE.
CAPITULO XIII
LA DECISIÓN DE LOS KAGE
Los sacrificios y humillaciones por amor siempre son válidos.
El amor es símbolo de lucha y perseverancia con tan de mantener viva la llama que une a dos personas, pero cuando una de ellas deja de luchar la otra debe hacerlo por los dos con tal de nunca rendirse al desamor.
Por meses Sasuke fue quien luchó contra el desprecio, desamor y traición de su esposo, cuando pensó que todo había terminado sus amigos llegaron con una idea que ayudaría a que Naruto abra los ojos ante lo que estaba perdiendo, un simple libro fue el camino para que ellos vuelvan a ser felices y el Hokage comprenda que estaba perdiendo a quien tenía a su lado.
Dos maravillosas semanas habían vivido desde que ambos se habían reconciliado, pero como siempre la envidia y maldad de terceros hacen que esos buenos momentos se conviertan en desgracias.
Por causa de Hinata ahora Sasuke estaba en una cama de hospital debatiéndose entre la vida y la muerte, en donde solo aquellos que hace tres años lo castigaron eran su única salvación o condena.
Naruto por su parte no se iba dejar morir a su esposo no sin antes luchar por su vida, sabía que todos sus errores lo habían llevado a este momento y que seguro cuando su esposo se recupere no lo quisiera más a su lado, pero ahora era su turno de luchar por la vida de su esposo.
─ Teme no te rindas volveré en unos días con el sello lo prometo. —Beso su frente al no tener acceso a sus labios a causa de la mascarilla− Te amo. —Posa su frente sobre la de él.
─ Naruto. —Lo llamaron a sus espaldas− Está todo listo.
─ Gracias Shikamaru. —Se aleja de la cama dispuesto a salir no sin dar una última mirada a su esposo− No te rindas Teme.
La misión a cumplir a no eras nada fácil debía ir donde los tres Kages restantes para que le entreguen el sello de supresión de chakra que tenía Sasuke en su corazón, su primera parada seria en la aldea oculta entre la neblina donde lo esperaba la Mizukage Mei Terumi.
─ Naruto ¿Crees que Mizukage-sama te ayude? —Pregunta Nara al salir del hospital.
─ No lo se. —Piensa un momento sobre ella− Espero que lo haga, desde que me case me recrimino el hecho que le gane.
─Esta celosa porque nunca se va a casar. —Comenta Kurama al recordar aquella mujer.
─ Ahora no estoy para tus comentarios debo apresurarme. —Piensa seriamente logrando que Kurama sonría ante la determinación de su contenedor− Pase lo que pase debo convencerla, juro que su sello será mío. —Dice mirando nuevamente hacia el hospital.
MIZUKASE: LA PETICIÓN DE MEI
Naruto era muy consiente que Mei Terumi era una Kage muy exigente y que no iba dar su brazo a torcer fácilmente y aunque se negara aceptar sabía que el comentario de Kurama estaba en lo cierto, Mei lo detestaba por el solo hecho de verse casado antes que ella, pero eso era algo que no estaba dentro de sus manos.
Una vez en la torre Hokage se encargó de convocar a una de las ranas del Monte Myōboku para que lo ayuden a llegar más rápido a la Aldea Oculta entre la Niebla, ya que no podía darse el lujo de viajar personalmente ante tan largo camino y tan poco tiempo que tenía Sasuke.
─ Hola Naruto. —Saludo la rana una vez que estuvo frente al rubio− ¿En qué te puedo ayudar?
─ Necesito que me ayudes a llegar a la Aldea de la Niebla es urgente. —Se arrodillo frente al pequeño sapo.
─ ¡Claro! ¿Solo viajas tú? —Dijo mirando a Shikamaru que estaba detrás de Naruto.
─ No, iremos los dos. —Mirando de reojo a su consejero.
─ No hay problema vamos. —El sapo realizo unos sellos creando una pequeña luz que obligo a ambos hombres cerrar sus ojos tras un pequeño movimiento escucharon− Listo.
Al abrir sus ojos estaban sorprendidos al encontrarse en las puestas de la aldea, Naruto agradeció al sapo, suspiro con firmeza y se apresuró a pedir una audiencia con la Mizukage.
Mientras tanto en la Torre de Mizukage una pelirroja estaba sorprendida ante el anuncio que le estaba realizando su mano derecha Chojuro.
─ ¿Naruto? ¿Estas seguro Chojuro? —Preguntó Mei aun sin creerlo.
─ Si Muzukage-sama. —El peliceleste acomodo sus lentes mientras volvía a leer el mensaje recibido− Esta es la nota que llego desde la puerta el sexto Hokage Naruto Uzumaki pide una audiencia con usted de suma urgencia.
─ Ya veo. —Se acomoda en su asiente mientras juega con su cabello− Me pregunto ¿Qué trae a Naruto Uzumaki a mi humilde aldea? ¿Con quién viene?
─ Según el reporte lo acompaña su consejero Shikamaru Nara. —Informa esperando ordenes de la Mizukage.
─ Chojuro veamos que desea de mí el Hokage. —Cruza sus piernas− Lo recibiré aquí mismo.
─ ¡Si! —El ninja se retira para cumplir con la orden−
─ Es muy raro que su bello esposo no lo acompañe. —Se levanta para caminar hasta la ventana más cercana− Aunque ahora que lo recuerdo en Suna tampoco estuvo con nosotros ¿Qué habrá pasado? —Se preguntaba mientras esperaba su visita.
A las afuera de la torre Naruto y Shikamaru fueron recibido por Chojuro quien se encargó de guiarlos directamente donde estaba la Mizukage.
─ Es aquí, pasen por favor. —Indicó el peliceleste abriendo la puerta.
─ Gracias. —Dijo Naruto siendo el primero en ingresar− Mei. —Murmuro.
La hermosa mujer se encontraba sentada al fondo del salón quien al ver aquellos hombres entrar les sonrío coquetamente, Mei siempre había sentido debilidad por los hombres guapos y sus ojos no podían negar que el Hokage era uno de ellos.
─ Hokage-sama sea bienvenido a Kirigakure, ha sido una gran sorpresa su visita. —Hablo mientras se ponía de pie y se dirigía a la mesa de reuniones que estaba en el mismo salón− Por favor tomen asiento. —Se sentó al pie de la mesa.
─ Muchas gracias por su amabilidad Mizukage-sama. —Dijo Naruto una vez que había tomado asiento− Lamento ver venido sin anunciarme adecuadamente.
─ No se preocupe Hokage-sama, pero dígame que lo trae a mi humilde aldea. —Pregunto mirando directamente a los bellos ojos del joven.
─ He venido a pedirle un inmenso favor… —Corto al observar al sorpresa que ocasionaron sus palabra en ella.
─ ¿Favor? ¿Qué tipo de favor es ese? —Pregunto seriamente sin imaginar que podía salir de la boca del Hokage.
─ Mei. —Miro al peliroja con firmeza llamando por su nombre− Me podrías entregar tu sello para liberar a mi esposo.
─ ¿Qué? —Parpadeo confundida ante tal petición− ¿El sello? ¿Quieres mi sello para liberar a tu esposo? ¿Por qué? Si mis cálculos no me fallan falta menos de dos años para que termine su castigo, ¿Qué te obliga a pedirme tal favor? —Preguntó algo confundida la Mizukage.
─ La salud de Sasuke es la que me obliga a viajar aldea por aldea rogando por el sello. —La mira mostrando su preocupación− Todo lo que está pasando es mi culpa.
─ ¿Qué paso Naruto? Cuéntame y luego decidiré. —Toma la mano del Hokage mostrando su interés en el tema.
─ Mei durante estos meses me he encargado de lastimar a Sasuke una y otra vez. ─Aprieta sus manos con enojo hacia sí mismo− Por culpa de un mal consejo y persona mal intencionadas que se acercaron a mí, hizo que el enojo de Sasuke desbordara una gran cantidad de chakra y sufra un colapso que lo orillo a dejarlo a un paso de la muerte la única forma de salvarlo es retirando los sellos que contienen su chakra para que pueda fluir con normalidad. —Termina mirando a la Mizukage.
─ Ya veo. —Se levanta para meditar un momento.
─ Te lo ruego Mei por favor dame tu sello. —Ruega detrás de ella.
─ No puedo Naruto. —Lo mira− Lo Kage hicimos una promesa y no puedo romperla, aunque… —Sonríe de lado.
─ ¿Aunque?
─ ¿Qué estás dispuesto hacer por salvar a tu esposo? —Pregunta acercándose peligrosamente a él.
─ Hare lo que sea con tal de salvar a Sasuke. —Responde sin intimidarse ante la cercanía de la Mizukage.
─ Me alegra escucharlo. —Se acerca al oído del rubio− Te daré el sello si pasas la noche conmigo. —Se aleja dejando sorprendido al rubio− ¿Qué dices Naruto? ¿Aceptas? —Se vuelve a sentar.
─ No puedo hacer eso. —Se acerca hasta quedar frente a ella− No puedo traicionar a Sasuke aunque de eso dependa salvarlo, él nunca me lo perdonaría.
─ ¿Porque no? Es el pago por su vida. —Dice aun con aquella sonrisa− Solo sería una noche yo no le diría nada.
─ Pídeme lo que sea menos eso, ya he cometido tantos errores como para aumentar uno más a mi lista, no estoy seguro si al recuperarse Sasuke me pueda perdonar, pero lo que si se es que luchare por él hasta el final y no haré nada que lo vuelva a lastimar. —La mira con seguridad− Por eso. —Se arrodilla a los pies de Mei Terumi− Se lo ruego Mizukage-sama que me entregue su sello para poder salvar la vida de mi esposo.
Mei estaba sin palabras no sabía que decidir una parte de ella gritaba entrega el sello es una vida que está en riesgo, otra le decía que no lo haga que debía cumplir con el pacto hecho entre los Kage el mismo que se cumpliría dentro de año y medio, cerro sus ojos intentando meditar y hacer lo correcto.
─ Hokage-sama por favor póngase de pie, usted es un Kage igual que yo no puede hacer eso. —Espero que Naruto se levante.
─ No me importa besar los pies de los Kage con tal de salvar la vida de la persona que amo. —Dijo con seguridad− Por eso hare lo que sea necesario con tal de salvarlo.
─ Ya veo. —Pensó un momento su respuesta− Hokage me ha puesto en un gran dilema decidir esto es muy difícil para mí, por eso he decidido consultarlo con mi consejo lo que ellos decidan se realizara, mañana por la mañana tendrá mi respuesta mientras tanto disfrute de la aldea. —Termino con una pequeña sonrisa en sus labios.
─ Muchas gracias Mizukage, rogare por que el consejo me ayude. —Se inclina levemente antes de salir.
Mizukage observaba la puerta donde el Hokage había salido y ahora entraba Chojuro en su lugar, él mismo que en poco tiempo seria el próximo Mizukage según los deseos de ella.
─ Chojuro escuchaste todo. —Dijo mirando fijamente al joven.
─ Si señora escuche la petición del Hokage. —Respondió con sinceridad.
─ El Mizukage no solo tiene en sus manos la protección de los suyos sino también de la de sus aliados. —Dijo mirando por la ventana donde observaba al Hokage salir de la torre− Dime ¿Qué harías si estuvieras en mi lugar?
─ Bueno. —Medita un momento su respuesta− Como Kage y miembro de la alianza no entregaría el sello que liberaría a un traidor de su condena antes de tiempo pero… —La miro con una sonrisa− Como persona olvidaría aquel pacto y le daría una segunda oportunidad de vida aquel joven que de por sí ya pago todos sus malos, tiene derecho a una vida feliz.
─ Te doy la razón, solo espero que el consejo piense igual…. —Suspira mirando el atardecer a través de su ventana.
La noche había llegado y Naruto estaba ansioso en la habitación que le habían asignado en un hotel de la aldea, deseaba salir corriendo y pedir ya una respuesta a la Mizukage, pero no debía ser impaciente ya que ello podía ocasionar que ella se niegue ayudarlo.
─ Naruto cálmate. —Pidió su consejero sentado en la pequeña sala de la habitación− No tenemos de otra más que esperar.
─ ¿Qué hare si se niega Shikamaru? —Pregunta desesperado imaginando que su respuesta sea negativa.
─ Confiemos que tus palabras hayan logrado ablandar su corazón y te entregue sin problema el sello. —Dice intentando darle ánimos− Solo mañana podremos saber que deciden ello. —Termina mirando a la torre en donde estaba aún una luz encendida que indicaba que la Mizukage y su consejo seguía reunidos.
Mientras dentro la reunión la Mizukage escuchaba seriamente la respuesta que le daba su consejo.
─ Ya veo. —Cierra sus ojos− Esa es su decisión.
─ Así es Mizukage-sama, si nos disculpa nos retiramos. —Se levanta el consejo.
─ Muchas gracias por su tiempo, mañana en la mañana indicare la decisión al Hokage. —Una vez sola miro a su guardia− Su decisión es la correcta. —Dice seria.
─ Así es Mizukage-sama, pero su voluntad es la que vale.
La mañana había llegado en un parpadeo para todos en la aldea oculta entre la niebla, aunque para el Hokage esa noche había sido más larga en su vida nunca se imaginó que las horas pasarían tan lentas y el amanecer demoraría una eternidad en llegar.
─ Naruto ¿Listo? —Pregunto Shikamaru entrando a la habitación del Hokage.
─ Claro que si Shikamaru. —Se gira colocándose su capa− Vamos rápido quiero escuchar su respuesta.
A los pocos minutos de ver abandonado el hotel ambos hombres de Konaha estaban nuevamente en las puertas de la torre siendo guiado a su audiencia con la Mizukage, una vez frente a ella Naruto rogo a todos los santos que su respuesta sea favorable.
─ Mizukage. —La miro firmemente esperando aquella anhelada respuesta.
─ Ayer el consejo se reunió en esta misma sala les explique tu petición y lo que estaba pasando con Sasuke, no te voy a negar que sus opiniones fueron muy distintas para todos, pero al final ellos llegaron a la misma decisión que yo había tomado. —Lo mira con seriedad− Hokage-sama el consejo de Kirigakure ha decidido… —Hace una pausa que corta la respiración de Naruto por segundo.
─ ¿Qué decidieron? —Pregunto el Hokage.
─ Concederle una segunda oportunidad. —Termina con una sonrisa en sus labios− Aceptaron que te entregue el sello.
─ Gracias. ─Suspira aliviado.
─ Naruto acércate. —Espera que el Hokage se acerque− Muéstrame tu mano derecha. —De pronto el dedo anular de la Mizukage se conectó con el del Hokage− Se me fue encargado el sello que suprime el chakra que recorre la pierna derecha de Sasuke al llegar donde él tocaras su pierna y dirás liberar, recuerda que la pierna debe estar desnuda para que el sello sea liberado, listo el sello de la niebla es tuyo. —Termina el proceso.
─ ¡Gracias Mei! —La abraza fuertemente incluso le da un beso en su mejilla− No sabes cuánto te lo agradezco con esto puedo salvar a Sasuke.
─ Naruto. —Se sonroja al recibir aquel beso− Recuerda que todos te van a ceder el sello tan fácilmente. —Dice seria− En especial el Raikage, él tiene un odio particular a tu esposo.
─ Lo sé, por su causa estoy como estoy. —Recordando cierta charla que tuvieron hace meses− Mei te lo agradezco de corazón.
─ Ya déjate de agradecimientos y ve a tu aldea tu esposo te espera. —Dice con una sonrisa.
─ ¡Si! ¡Vamos Shikamaru! —Sale corriendo de la oficina jalando a su pobre amigo quien intenta seguirle en ritmo.
Mei por su parte miraba con una sonrisa lo que había hecho, sabía que esa no fue la voluntad, pero esta vez había seguido su corazón en sus acciones.
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Anoche en la reunión.
─ Mizukage-sama el consejo tiene una resolución al pedido del Hokage. —Habla un miembro del consejo− La alianza shinobi confió en nosotros al entregarnos una de las llaves y pacto se rompe dentro de un año, seis meses y cuatro días, sin importar que suceda no se puede entregar aquel sello antes del tiempo establecido por ende el consejo ha decidido negar la petición del Hokage. —Termina mirando a su líder.
─ Entiendo. —Baja la mirada la Mizukage.
─ No obstante, el Mizukage como máxima autoridad de esta aldea puede pasar sobre nuestra decisión y hacer lo que crea conveniente. —Dijo con una pequeña sonrisa.
─ Ya veo. —Cierra sus ojos− Esa es su decisión.
─ Así es Mizukage-sama, si nos disculpa nos retiramos. —Se levanta el consejo.
─ Muchas gracias por su tiempo, mañana en la mañana indicare la decisión al Hokage.
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Mei Terumi no se arrepentía de su decisión porque sabía que peor hubiera sido llevar sobre sus hombros la muerte de una persona que no podía defenderse y estaba en cama a un paso de la muerte.
─ Solo espero que Tsuchikage y Raikage piensen igual que mí. —Suspira mirando al cielo de su aldea.
Mientras tanto en la aldea de Konoha el Hokage había aparecido fuera del hospital gracias a la ayuda de uno de los sapos te lo transporto rápidamente.
─ Gracia por tu ayuda. —Dijo corriendo en dirección donde debería estar Tsunade− ¡Tsunade oba-chan! —Grito al ver a la rubia.
─ Naruto. —Lo miro aliviado quien estar frente a ella respiraba agitado− ¿Trajiste el sello?
─ Si. —Respiraba agitado− Mei me dio el sello. —La miraba triunfador.
Un día había pasado desde que Sasuke había caído en inconsciente y claramente podía notar como la vida de su amado esposo se iba de sus manos.
─ Sasu. —Se acercó rápidamente donde estaba él sin perder el tiempo levanto la sabana que cubría su cuerpo y acerco su dedo anular a su pierna derecha donde dicho sello oculto en su piel apareció ante la cercanía del contrario− Liberar. —Susurro con una leve sonrisa al notar como el sello se desvanecía− ¿Sasu? —Observo como no había cambio en la condición de su esposo− ¿Por qué no veo mejoría?
─ Naruto. —La rubia se acercó al Hokage− Luego que te fuiste Sasuke tuvo una recaída.
─ ¡¿Qué?! —Se giró asustado− ¿Qué le paso?
─ Su corazón se detuvo por un momento tras largos minutos logramos reanimarlo. —Baja la mirada− Esto provoco que su tiempo de vida disminuyera.
─ ¿A qué te refieres? ¿Cuánto le queda? —Pregunta asustado.
─ Naruto necesitamos tener los sellos aquí en menos de tres días caso contrario Sasuke morirá.
─ ¿Qué?
Los ojos de Naruto se abrieron llenos de terror su esposo podía morir si no se apresuraba en ese momento se levantó dispuesto a ir a la próxima aldea, no tenía tiempo de lamentarse debía actuar si quería salvar a Sasuke.
─ Me voy ahora mismos a la aldea oculta entre las Rocas, espero que el Tsuchikage me dé sin demora el sello. —Se arrodilla tomando la mano de Sasuke− Amor no te rindas juro que volveré pronto. —Besa su frente con cariño.
Naruto sin descansar un minuto emprendió nuevamente su carrera, era una carrera contra el tiempo, tiempo que Sasuke lo tenía contado y que solo la buena voluntad de los Tsuchikage y Raikage lo salvaría.
LA NUEVA TSUCHIKAGE
En menos de una hora Naruto había preparado nuevamente un viaje junto a Shikamaru a la aldea oculta de la roca, confiando plenamente que Onoki lo ayudaría y no le tomaría mucho tiempo en regresar a la aldea, considerando el tiempo y la lejanía nuevamente convoca a la rana del Monte Myōboku que lo ayudo a llegar donde Mei.
─ ¿Otra vez Naruto? —Pregunta algo confundido por ser convocado tan rápido.
─ Lamento molestar, pero necesito llega a la Aldea de la Roca. ¿Nos llevarías? —Pide mirando de reojo a Shikamaru.
─ Claro que te ayudo. —Sonríe la pequeña rana– ¡Vamos!
Gracias a la gran habilidad de transportación de parte de las ranas Naruto se encontraba frente a la entrada de la aldea de la roca, la misma que se observaba muy llamativa indicando que estaban en fiesta.
─ ¿Hay alguna celebración Shikamaru? —Pregunta Naruto mientras se acerca a uno de los guardias.
─ No me lo han comunicado. —Responde siguiendo a su Hokage.
En la puerta los guardias se observaban con una gran sonrisa, pero al notar la presencia del Hokage les sorprendió bastante pero nunca borraron sus sonrisas.
─ Hokage-sama bienvenido. —Se inclinan dándola bienvenida al rubio.
─ No se nos había anunciado que estaban invitados los Hokages a la proclamación del Cuarto Tsuchikage. —Dice el otro guardia.
─ ¿Proclamación? —Pregunta confundido Naruto– No sabía que Onoki había decidido dejar su puesto como Kage.
─ Hace unos días se decidió y hoy va a presentar al próximo Tsuchikage. —Comenta feliz el guardia.
─ Naruto esto no es bueno si Onoki-sama renuncia todo dependerá del próximo Tsuchikage. —Dice preocupado.
─ Lo sé. —Mira a los guardias– Chicos por favor no he sido invitado pero pido una audiencia con su Kage. —Pidió a los guardias quienes se miraron entre sí.
─ Hokage espere y anunciamos su llegada. —Dijo uno de los guardias mientras desaparecía en el acto.
Naruto rogaba porque lo aceptaran entrar en ese momento y más que el nuevo Tsuchikage le acepte como primera audiencia.
Tras minutos de espera las puertas se abrieron para los visitantes de Konoha.
─ Hokage lamento la demora la Cuarta Tsuchikage lo está esperando junto al tercero. —Se inclina levemente dejándolo pasar.
─ ¿Cuarta? —Murmuro Naruto al escuchar que el nuevo Kage era una chica– Gracias chicos.
Naruto y Shikamaru avanzaron rápidamente hacia la torre observando como la aldea estaba llena de colores y fiesta tras la proclamación de su nueva Tsuchikage quien era símbolo de esperanza.
Mientras ambos chicos caminaban a empujones entre la gente en la torre principal la cuarta observaba aquella cabellera rubia que representaba al Hokage.
─ Abuelo. —La joven se giró para quedar frente al mayor– ¿Qué traerá al Hokage a nuestra aldea? Se lo ve muy desesperado.
─ Me sorprendí mucho cuando me dijeron que estaba aquí en la aldea. —Medita un momento– Pensaba rechazar su petición de verme, pero de dio curiosidad su presencia aquí.
─ Abuelo ¿Cuándo termina la condena de su esposo? —Pregunta la joven.
─ Si no me equivoco falta un año y medio. —Mira su dedo índice– Ahora que recuerdo aun no te he entregado el sello. —Se acerca y junta su dedo índice con el de su nieta– Este sello será que el libere la pierna derecha de Sasuke Uchiha.
─ ¿Su pierna? —Lo mira sin entender.
─ Cuando sellamos el chakra de Sasuke Uchiha se hizo con un total de cinco sellos, yo llevo el de su pierna izquierda, Mizukage de su pierna derecha, Kazekage su brazo derecho, Raikage su brazo izquierdo y por último el Hokage lleva el sello de su corazón. —Termina recordando aquel momento del sellado.
— Su corazón. —Comento la joven– ¿Por qué lo lleva él?
─ Porque siempre fue el más cercano a Uchiha. —Observa la puerta– Llego.
Tal como dijo Onoki, Naruto entro con aquella puerta acompañado por Shikamaru quien venía agotado por correr tras su hokage.
─ Tsuchikage-san. —Naruto se inclina en forma de saludo– Lamento interrumpir su celebración.
─ Vamos Naruto deja las formalidades conmigo. —Dijo el mayor– Te presento a mi nieta Korotsuchi es la cuarta Tsuchikage.
─ Un placer Naruto he escuchado mucho de ti. —Saludo feliz la joven.
─ El placer es todo mío. —Mira serio al anciano– Onoki necesito un inmenso favor tuyo.
─ ¿Cuál será Naruto? —Pregunto con seriedad– Para ser honesto me sorprendió mucho saber que estabas en mi aldea sin un previo anuncio.
─ El sello colapso. —Dijo preocupado– Por mi causa Sasuke rompió el sello liberando su chakra de una manera insegura —Baja la mirada–Onoki mi esposo está muy grave el ver liberado chakra teniendo los cinco sellos ha dañado dañando sus canales de chakra.
─ Ya veo, ¿Qué dice Tsunade? —Mira serio al rubio.
─ Debemos retirar los cinco sellos para poder curarlo, ya hemos retirado tres sellos. —Se inclina– Por favor Onoki sé que falta aún año y medio para que termine la condena, pero te suplico sédeme el sello que tienes. —Lo mira– Por favor quiero salvar la vida de mi esposo.
─ Yo…
─ ¿Qué hizo para que él rompa su sello de esa forma? —Pregunto la nueva Tsuchikage.
─ Me encontró besando a otra mujer. —Respondió repudiándose por aquel acto.
─ ¡¿Qué?! ¡Es un maldito Hoka…
─ ¡Korotsuchi! —El mayor le llamo la atención.
─ Déjala Onoki tiene mucha razón al llamarme así, hace unos meses seguí malos consejos que me llevaron a convertirme en un mal esposo, pero en estas últimas semanas hice todo para lograr su perdón y cuando todo empezaba a salir bien entre nosotros esta mujer entro a mi oficina y me beso. —Aprieta sus manos ante la frustración de los hechos– Antes que lograra separarla Sasuke ya estaba en la puerta. —Ríe amargamente– Y ante todo lo que hice el creyó que yo lo estaba engañando con ella, Sasuke se enfureció al punto de liberar su Susanoo por ese motivo él está en el hospital luchando por su vida y yo recorriendo las aldeas solicitando los sellos. —Mira al anciano– Por ese motivo te lo pido Onoki.
─ Pues…
─ Te lo doy —Intervino la joven con sus ojos cristalizados– Solo con una condición.
─ ¿Cuál? —Pregunto Naruto esperando la condición.
─ Hazlo feliz y no lo vuelvas engañar. —Dice con una sonrisa.
─ Lo prometo. —La mira con sus ojos cristalizados– Prometo que nunca más sufrirá por mí, me volveré el mejor esposo del mundo.
─ Abuelo en mis manos está el destino de Sasuke Uchiha, he decidido que viva. —Se acerca y une su dedo índice con el de Naruto– Ve y sálvalo.
─ ¡Gracias! ─La abraza– Serás una gran Tsuchikage, tienes mi eterna gratitud cuando necesites algo no dudes en buscarme y te apoyare, el Hokage es un gran aliado tuyo.
─ No agradezcas y ve con tu esposo. ─Sonríe levemente.
─ Gracias. —Se inclina feliz– Vamos Shikamaru.
Sin dudar un momento salieron corriendo hacia las puertas de la aldea donde la rana los esperaba para llevarlos a Konoha.
─ Adios Hokage-sama. —Lo despidieron los Shinobi.
Naruto supo en ese momento que la aldea estaba en manos de un joven que era capaz de ver más allá de la simple obligación con la Alianza, sino que también se dejaba llevar por sus sentimientos y eso lo animo para también cambiar y ser su nuevo camino ninja.
En pocos minutos ya estaba frente al hospital al entrar busco a Tsunade quien lo acompaño donde Sasuke quien se veía mucho más pálido.
─ Sasu. —Llevo su dedo a la pierna izquierda liberando el sello– Se ve igual.
─ Naruto. —Posa Tsunade su mano en el hombro del rubio– El tiempo se termina, tenemos hasta el amanecer para liberar el ultimo sello.
─ ¿Qué? —Se gira para verla– ¿Cómo dices?
─ Naruto, Sasuke está muriendo ya te lo había dicho pero… —Baja la mirada– No espere que fuera tan grave.
─ Entiendo. —Se levanta besa la frente de su esposo– Iré con el Raikage. —Dice serio– Hare lo que sea con tal de salvar a Sasuke, prometí que lo haría feliz y lo voy a cumplir.
─ Sé que lo lograras. —Lo acompaña hasta la entrada del hospital.
─ Oba-chan y si él no quiere. —Le mira preocupado– ¿Hay alguna otra forma de salvarlo?
— Si la hay, aunque no quiero usarla. —Responde seria– Sé que lo lograras.
─ Lo hare. —Convoca a la rana– Vamos donde el Raikage.
Al momento que Naruto desaparece junto a Shikamaru, Shizune llega corriendo donde ella.
─ ¡Tsunade-sama! —Grita asustada– ¡Es Sasuke! ¡Él! Él está…está muriendo algo esta consumiendo su chakra.
─ ¿Qué? ¿Algo? —Abre sus ojos recordando a su colega y sus experimentos– Sera posible.
─ ¿Tsunade-sama? —Ve como pasa a su lado asustado.
─ Rápido Shizune debo hacer un examen a Sasuke. —Sigue casi corriendo– Si es lo que creo no puedo esperar a Naruto y la voluntad de Raikage.
EL ODIO DEL RAIKAGE
Por su parte Naruto había llegado a la aldea del rayo al ser anunciando por los guardias pudo pasar directamente donde estaba el Raikage esta vez el tiempo estaba en su contra y podía permitir demorar por nada del mundo haría lo que fuera con tal que ese sello sea entregado y llevado a Sasuke, una vez frente a la oficina pudo observar que Darui llevaba la vestimenta del Raikage y una pregunta vino a su mente.
¿Acaso ahí también cambiaron de Kage?
─ Naruto que sorpresa ¿qué te trae por mi aldea? —Pregunta sin mucho rodeo.
─ Raikage necesito que me ayude. —Se acerca al mayor– Es urgente.
─ Veras Naruto ahora no te podemos atender. —Mira a Darui que estaba a su lado– En estos momento se dará la posesión del nuevo Raikage así que mañana con gusto te atiendo. —Dijo pasando por su lado.
─ ¡No! No puedo esperar a mañana. —Se gira desesperado Naruto– Raikage por favor entrégame el sello de Sasuke.
─ ¿Qué? —Se gira para mirar al Hokage quien tenía una mirada llena de desesperación– ¿Qué te hace pensar que voy a liberar a un traidor de su castigo antes que se cumpla su condena?
─ Raikage. —Susurro Darui– ¿Por qué quieres el sello? —Pregunto el futuro Raikage.
─ Sasuke está muriendo y la única forma de salvarlo son los sellos, por favor entrégame el sello. —Volvió a rogar.
─ Tonterías. —Avanza a la puerta– Vamos Darui.
Sin importarle en lo más mínimo lo que pueda pasarle al Uchiha el Raikage abandono la sala dejando a Naruto completamente perdido.
─ Espera que me posesionen. —Hablo Darui– Cuando tenga el sello te lo daré. —Sonríe levemente.
─ Gracias. —Suspiro aliviado por sus palabras.
─ Hasta la noche.
Las horas pasaban entre celebración y alegría de parte de los aldeanos debido a la proclamación de su nuevo Raikage, el cambio de jefe de la aldea siempre era algo de ser celebrado entre todos, aunque algunos desearan que aquellas celebraciones terminaran y dejaran ir pronto al nuevo Raikage hacia su despacho.
─ Shikamaru. —Hablo el rubio a su acompañante– ¿Crees que me entregue el sello?
─ Creo que sí. —Responde con firmeza– Él no tiene ningún odio personal hacia Sasuke, así como lo tiene A, así que deja de preocuparte Sasuke se recuperara.
─ Eso espero Shikamaru. —Cierra los ojos– Cuando se recupere me encargare que sea feliz, aunque no sea a mi lado.
─ No digas eso Sasuke te ama y su fuerza de voluntad es un gran ejemplo. —Dice muy serio.
─Si. —Sonríe– Mi teme me ama.
Cuando Naruto iba añadir algo más sobre su amor el nuevo Raikage lo queda mirando antes de entrar a su oficina y ser seguido por el rubio.
─ Darui. —Habla Naruto al verlo algo decaído.
─ Lo siento Naruto. —Lo queda mirando– A-sama no me entrego el sello de tu esposo.
─ ¿Qué? —Naruto abrió sus ojos sorprendido– ¿Por qué?
─ ¿Por qué? —Cierra sus ojos recordando.
Es un maldito traidor que solo merece morir.
─Aun lo odia. —Responde Darui sin poder hacer nada– Lo lamento, pero el sello del Raikage no te puede ser entregado.
─ En…tiendo. —Baja la mirada complemente desbastado.
─ Si desean les busco una posada para esta noche, es lo mínimo que puedo hacer por ustedes.
─ No es necesario nos volvemos ahora mismo a la aldea. —Naruto alza su mirada– Te lo agradezco Darui yo buscare el modo de salvar a mi esposo. —Sale de la oficina corriendo para poder volver a Konoha.
En Konoha, Tsunade salía de aquella sala de operaciones donde había hecho lo que menos quería hacer, había utilizado su última carta.
─ Lo siento Naruto. —Susurra mientras– Lo siento Sasuke, espero que puedan perdonarme.
¿Qué hizo Tsunade?
¿Se pudo salvar Sasuke?