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Lolita por Kuran Mikaode

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Notas del capitulo:

Hola~ ¿A qué me extrañaron? Yo sé que sí OwO

No voy a decir mucho porque estoy avergonzada, obviamente no han pasado dos semanas como os había dicho en la última actualización.

Gracias a todas las personas que me dieron su apoyo en los comentarios y me expresaron sinceramente que sabrían ser pacientes, son los mejores.

 

Capítulo quince.

Blackbird

Le tomó de la mano con fuerza, sintiendo como los anillos que lleva en la primera y la segunda falange lastimaban sus dedos; pero no importaba necesitaba sentirse más cerca de Sasuke. Le besó la mano con ternura, deleitándose con lo suave que se sentía la piel del dorso de su mano e incluso notando lo bien que olía.

—Creí que no te gustaba pintarte las uñas —le dijo notando el sutil color carne del barniz.

—Lo sé, pero luego de estar jugueteando con arena se hizo necesario.

Naruto asintió.

—Claro… Me gustan tus manos —comentó—. El otro día noté lo suaves que son, ¿te echas alguna crema o algo?

—Sí —afirmó distraídamente mientras observaba sus manos—. Uso crema de manos, deberías intentarlo algún día —le sonrío—. Tienes las manos ásperas.

—¡Jo! —le apretó la mano cariñosamente— no parecían disgustarte mis callos el otro día.

—Y no lo hacen —susurró suave, casi como si estuviera confesándose.

Naruto le miró a los ojos y comenzó a acariciarle la pierna con las manos. Hacía un mes a penas si había conocido a Sasuke, con su aura definitivamente atrayente y su actitud seductora, causando estragos en su mente y dándole un giro a su mundo. Le miró y le miró, tratando de comprender lo que sentía cuando estaban juntos e, incluso, cuando no lo estaban. Desde aquel día no podía borrar de su mente la sensación de tener a Sasuke bajo su cuerpo, rendido ante sus caricias por fin con la guardia baja.

Suspiró suavemente y cerró los ojos esperando a que diera el primer movimiento dejándole llevar la situación. Sintió a Sasuke inclinarse sobre el mientras su entrepierna daba un tirón dado que Sasuke estaba sentado sobre su vientre. El cabello de Sasuke calló como cascada de sus hombros y Naruto no hizo ni el más mínimo esfuerzo por apartar los mechones que cayeron sobre su rostro. Sasuke le miró con sus grandes ojos negros y le besó. Suave, con cariño. Como si estuviera buscando consuelo. Naruto le devolvió el beso con la misma devoción, le estrujó contra su pecho y le acarició el cuello.

Se besaron sin prisa durante algún tiempo, dejándose envolver por la sensación sosegadora. Sasuke acomodó sus caderas sobre su cuerpo rozando por un instante su entrepierna. De repente se sintió sofocado, movió sus manos con ansiedad sobre sus hombros y removió sus caderas tratando de obtener mayor contacto. Sasuke pareció sentir lo mismo porque el beso obtuvo mayor intensidad, mayor desespero. Sus manos tantearon su espalda para luego intentar bajar el zipper del mono.

Empero, Sasuke interrumpió el beso. —Te dije que no soy una chica fácil.

Naruto respiró agitadamente cuando Sasuke volvió a apoyar su trasero sobre su vientre; le acarició las piernas y el trasero.

—Ya sé que no lo eres, pero creí que soy especial —le dijo tratando de no sonar ansioso.

Sasuke se sentó más sobre su pecho y por un descabellado momento quiso decirle que por supuesto que él era especial.

—Pensé que querías ver hasta donde llegaríamos.

—Sí, lo sé. Pero no puedo dejar de preguntarme que es lo que tú quieres.

Sasuke se levantó de su pecho dándole un fugaz beso en los labios.

—Quiero comer carne —le dijo sin si quiera notar que estaba apretando los labios hacía arriba como si un pequeño puchero tratara de escapar de ellos.

—Lo juró, algún día terminaras por arruinarme. Creí que ahora que no tenía novia tendría más solvencia económica.

Sasuke arqueó una ceja divertido.

—Por hoy yo invito, rubio.

—En momentos así realmente siento que te amo.

 

 

***

 

La semana pasó con premura, entre tantos deberes apenas si había tenido tiempo de comer. Se sentía agotado, Haku estaba demasiado animado con eso de ir juntos al colegio y sus compañeros de clase –los amigos de Naruto y Haku- estaban demasiado curiosos sobre su vida después del día en la playa. Ino había declarado que adoraba su aura de chica mala, Sakura pensaba que era misteriosa mientras que Chouji alegaba que simplemente era reservada. Hablaban de él como si no estuviera ahí. Extrañamente el más comprensivo había sido Naruto, le hablaba animadamente durante los recesos de 10 minutos entre cada clase y le escribía todo el tiempo, pero nunca insistía cuando le decía que tenía algo que hacer.

La mañana del viernes, Itachi tuvo que sacudirlo para que se despertara; Sasuke estaba sumamente agotado y sin ánimos de levantarse de la cama. Arrastró los pies hasta la ducha y se vistió con lo primero que vio agradecido de que ese día obtendría su uniforme escolar. Se peinó el cabello aún húmedo y se tomó sus medicamentos. Era uno de esos días, se dijo con pesar, uno de esos días en los que su cuerpo ponía un poco de resistencia a las hormonas. Era algo que sucedía con frecuencia desde hace ya un año, dado que su cuerpo comenzaba a exudar cada vez más y más testosterona. Recordó a sus amigos, las hormonas parecían hacer estragos en ellos también.

Bajo a desayunar con desgana, no creía ser capaz de comer, se sentía pesado e incluso gordo y sin gracia y la ropa que llevaba puesta no le ayudaba a sentirse precisamente sexy o atractivo. Cuando su padre le preguntó si se sentía bien, tuvo la tentación de decirle que no se sentía con ánimos de ir al colegio pero al final no lo hizo, las chicas de verdad tenían que lidiar con el horroroso periodo una vez cada mes; en comparación lo que él sentía no era nada.

Su hermano se ofreció a llevarlo al colegio, pero Sasuke declinó su oferta. No quería dar una impresión de niña mimada. No pudo evitar notar las miraditas cómplices que su padre y su hermano se lanzaban a cada momento. Bufó enojado. El día no estaba empezando muy bien que digamos y temía que su humor se iría agriando a lo largo del día.

—¿No vas a desayunar? —preguntó su padre con el ceño fruncido.

“Genial”, pensó enojado, aquello era lo único que le faltaba.

—No. Quiero comer algo dulce. —Dijo, se levantó y se marchó.

En días como aquel, simplemente odiaba la vida.

 

*

 

Las clases del viernes no le resultaban precisamente divertidas. La primera era economía del hogar y, realmente, no era una buena manera de empezar el día. Cocinar postres, aprender a coser o a cuidar bebés no era algo que Naruto realmente disfrutara. Estaba en una familia polígama con Kiba y Hinata debido a que desafortunadamente eran un número impar de personas, esperaba que la profesora lo pusiera con Sasuke, de lo contrario, tras de aburrido, sería demasiado incómodo.

El timbre sonó y Sasame-sensei entró al salón. Naruto comenzó a desesperar, ¿dónde estaba Sasuke?. Y, cómo si lo hubiese llamado con el pensamiento, Sasuke atravesó la puerta un poco apresurado. Llevaba un pantalón capri remangado bajo la rodilla que le quedaba un poco holgado, una blusa de corte imperio y diseño bohemio blanca con un colorido bordado y trivial, y un lazo rojo en su cabello.. Le pareció extraño, era la primera vez que sentía que Sasuke lucía como el resto de las chicas, e incluso, era la primera vez que lo veía tan cubierto; teniendo en cuenta que estaban en Agosto y el verano seguía en todo su furor. No era un outfit que le permitiera destacar. Le siguió con la mirada mientras caminaba hacia la profesora, doblemente extralado debido a que esta vez Sasuke no andaba con aquellos ademanes de “soy el dueño del mundo” tan característicos de él.

Cuando Sasuke llegó hasta su escritorio, sensei tan jovial como solía ser dijo “te vi el otro día, llevabas una falda de muerte y pensé: ¡Oh, no! Otra chica linda”. Sasuke pareció ofenderse por un momento a lo que sensei río “Los otros profesores te han mencionado, además de una cara linda pareces ser muy lista”, agregó con una nota de orgullo. Sasuke calló por un momento tratando de procesar sus palabras para finalmente asentir y darle las gracias.

No pudo evitar sentirse preocupado, era como si alguien hubiera apagado su personalidad. Como si se escondiera y simplemente quisiera pasar desapercibido. Ese no era el Sasuke que él conoció. La ropa arrebatadoramente sexy y esa actitud atrayente que evitaba que pudieras quitarle los ojos de encima, su mirada coqueta y esa sonrisita maliciosa tatuada en los labios. Sin embrago, era consciente de que Sasuke era mucho más que eso. Recordó el chico inseguro de sí mismo, con el corazón despechado; el Sasuke que siempre tiene una respuesta audaz para todo; el que disfruta de ser imposible y de fastidiar a las personas; el Sasuke que suele ser cariñoso únicamente con Haku; el Sasuke temerario y voluntarioso que una vez le gritó que le abría las piernas a quien él quisiera; el Sasuke que le besaba con pasión y sosiego; Sasuke que le dijo que no era una persona fácil. Sasuke, y simplemente Sasuke. Y por eso era que le gustaba.

Naruto salió de sus cavilaciones cuando Sasame-sensei se giró al resto del salón con una expresión que indicaba que estaba meditando algo. —Chicos, me temo que nuestros queridos poliamorosos tendrán que separarse —exclamó con pesadumbre—. ¡Bien, Sasuke! Escoge a uno de ellos, te recomiendo a la chica, Inuzuka y Uzumaki son unos alborotadores.

Sasuke pareció meditarlo por unos segundos, ladeo la cabeza dejando que su cabello se balanceara hacia un lado como a Naruto tanto le gustaba. Gustar. Últimamente esa palabra acompañaba mucho sus pensamientos así Sasuke. Eran como si le hubiese hechizado, desde el primer momento en que le vio.

Sasuke sonrió y Naruto supo que había notado su mirada siguiéndolo todo el tiempo. —Naruto parece rogármelo con la mirada.

Sus compañeros rieron e incluso la profesora sonrió. Había sido una buena salida; Naruto hubiera reído también si no hubiera sido por la mirada acongojada de Hinata. Pero era consciente de que a final de cuentas era la mejor opción. Se trasladó con Sasuke a otra mesa y se permitió sentirse aliviado por primera vez en toda la mañana.

—Luces adorable, Matilda —le dijo a modo de saludo y, por alguna extraña razón, supo que esas eran justo las palabras que Sasuke necesitaba.

Sasuke se acomodó el cabello tras la oreja pero no dijo nada acerca de su halago, sólo le dio una sonrisita en respuesta. Naruto suspiró para sí mismo y se puso a escuchar lo que la profesora tenía para decirles. En ese día, Sasame-sensei decantó por darle una larga y aburrida charla sobre finanzas domésticas y métodos de ahorro. Naruto notó las manos de Sasuke moverse dudosamente al  dibujar un pájaro con un lapicero de tinta azul.

“¿Hacia dónde volaras?” escribió Naruto sobre su libreta. Sasuke levantó la mirada sorprendido y, casi inmediatamente, comenzó a escribir con tinta negra lo que a Naruto le pareció la letra de una canción.

“Why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

Why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

 

No place big enough for holding

All the tears you're gonna cry

Cause your mama's name was "Lonely"

And your daddy's name was "Pain"

 

And they call you "Little Sorrow"

Cause you'll never love again

 

So why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

Why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

 

You ain't got no one to hold you

You ain't got no one to care

If you'd only understand, dear

Nobody wants you anywhere

 

So why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

Why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

 

You ain't got no one to hold you

You ain't got no one to care

 

So why you wanna fly, Blackbird?

You ain't ever gonna fly

You ain't ever gonna fly”

 

“¿Así es cómo te sientes?” garabateó un tanto desesperado. No podía ver la expresión que tenía Sasuke porque el cabello le tapaba el rostro, pero algo dentro de sí mismo le dijo que, justo en ese momento, Sasuke se sentía de la misma forma en la que él se estaba sintiendo.

“Una vez en la playa me preguntaste cuál era la canción que rockea mi alma” Naruto le tomó la mano en entendimiento, “Yo volaré contigo, no importa donde vayas”. Sasuke volvió a acomodarse el cabello tras la oreja y escribió “Lo sé” y su mano titubeó cuando agregó “Ya lo haces”.

Naruto asintió sutilmente y le tomó la mano. Y así pasaron el resto de la clase, en mutuo entendimiento con las manos entrelazados bajo la mesa. Como si sus corazones latieran al mismo tiempo.

 

*

 

Sasuke pasó todo el día sintiéndose fuera de lugar. De repente se le antojaba que estaba en un sueño, que aún no había despertado. Se sentía irreal, liviano, como si estuviera flotando sobre el flujo del tiempo. Realizó sus actividades como un autómata, dejó que Haku le abrazara y que le besara la cabeza, compró un menú vegetariano durante el almuerzo y tomó apuntes durante las clases. Naruto se acercaba a hablarle durante los recesos, pero a Sasuke le costaba bastante seguirle la conversación.

—¿Seguro qué estás bien? —le susurró en un tono preocupado.

—Ya te lo he dicho mil más cinco veces —resopló Sasuke, provocando que el cabello de su flequillo se moviera—. Es-to-y-bi-en.

—Ya, está bien. Tranquilo —puso los ojos en blanco.

—Entonces ya deja de preguntarme.

—Sí, sí, cómo digas —le cortó—. Oye, Sasuke ¿puedo ir a tu casa después de clases?

Sasuke le lanzó una mirada condescendiente y levantó las comisuras de los labios de forma jocosa. A Naruto le gustaba cuando Sasuke hacia eso, le gustaba cuando sonreía en general. Le gustaba el arco de los labios de Sasuke de una forma en la que nunca antes se había fijado, le parecían sexis y besables.

—¿Otra vez? —Sasuke hizo soniditos reprobatorios con la lengua— A este paso comenzaré a pensar que no tienes amigos.

—¡Jo! Ni que te visitaran tanto. Deberías más bien sentirte agradecido conmigo.

—¿Y puedo saber por qué soy objeto de tu caridad en esta ocasión?

Naruto pareció meditarlo, Sasuke golpeteó con las uñas la mesa de su pupitre en un gesto impaciente, el tiempo corría y dentro de poco entraría el siguiente profesor a dar la última clase.

—Naruto… —le afanó arrastrando lentamente cada silaba de su nombre con fingido aburrimiento.

—¡Tsk! —chasqueó la lengua. Por alguna razón Sasuke le parecía mucho más irritable en aquel día— No estamos muy pacientes hoy —y antes de que Sasuke alegara—, tampoco estás siendo agradable, lo cual en ti no es para nada extraño pero al parecer hoy no te estás divirtiendo con ello.

Sasuke le miró furioso y Naruto se estremeció. Hacía mucho que Sasuke no le dedicaba aquella mirada.

—No necesitó tu conmiseración. Y tampoco quiero que vayas a mi casa solo porque crees que no estoy bien.

Naruto frunció el entrecejo con molestia y le agarró fuertemente de los antebrazos en un impulso.

—No me importa lo que digas Sasuke. Si no te sientes bien hoy, pues bien, no puedo obligarte a sentirte mejor —Naruto le soltó luciendo un tanto abatido—. No siento compasión, sólo quiero estar contigo —murmuró.

Sasuke frunció los labios para después asentir un tanto reticente.

Naruto sonrió y le dio un par de palmadas en el hombro, se metió la mano en el bolsillo y le entregó un bombón de mora azul. —Para que se te endulce el día —le guiñó un ojo antes de volver a su puesto.

Sasuke tomó el bombón entre sus manos y le apretó un poco. No era muy afecto a los dulces pero, sin lugar a dudas, sus favoritos eran los de mora azul. Kakashi entró al salón de clases quince minutos después de que sonó la campana. A veces, cuando Sasuke se distraía durante su clase y comenzaba a divagar, no podía evitar pasear su vista por su cuerpo y recordar aquellos momentos íntimos que compartieron. Se pasó la mano por el cuello un poco acalorado y se obligó a prestar atención, pero el tono aburrido con el que Kakashi hablaba de la prosa no le ayudaba en nada.

La clase finalizó y ahora Sasuke tendría que hacer una redacción sobre un poema. Tomó sus cosas con parsimonia, ese día tenía Club y luego podría ir a casa. Tal vez Naruto y el podrían pasar por algo frío de camino. Algo con chocolate, meditó. Definitivamente, tendría que ser algo dulce. Recordó el bombón en su bolsillo, la mayor parte del tiempo Sasuke no comprendía a Naruto, le parecía un ser incomprensible y sumamente impredecible. Siempre estaba haciendo cosas que para Sasuke no tenían sentido, lo cual lo confundía, pero sobre todo, casi siempre le hacía sentir confortado.

Terminó de empacar sus cosas y levantó el rostro encontrándose con la mirada de Kakashi fija en él. Parecía tranquilo a diferencia de la última vez que estuvieron a solas. Tomó su mochila se acercó al escritorio del profesor.

—Hasta luego Kakashi-sensei —le dijo sin poder evitar impregnar su voz con un poco de maliciosa burla.

—Sasuke —respondió Kakashi con tranquilidad.

Sasuke se detuvo y balanceó un poco su cuerpo, Kakashi le estaba asediando con la mirada poniéndolo ridículamente nervioso. Frotó las manos sobre su pantalón tratando de tranquilizarse, pero había algo en su mirada oscura que lo inquietaba, era la mirada de un predador asechando a su presa.

—¿Podrías dejar de mirarme así? —le dijo después de un tenso silencio.

—¿Te pongo nervioso? —le preguntó de vuelta y Sasuke se rehusó a responder— Pues así es cómo me haces sentir cuando te quedas mirándome tan fijamente durante las clases.

Sasuke desvió la mirada y se esforzó en no sonrojarse. Seguramente Kakashi había notado lo que él pensaba mientras lo miraba. Se mordió el labio para no responder algo que pudiera ponerlo en evidencia.

—Sólo presto atención a la clase —le dijo con obviedad.

Kakashi arqueó una ceja dejándole ver que no le creía nada y se levantó del escritorio para acercarse a Sasuke. La cercanía del hombre lo embargó de su presencia, el estómago se le contrajo con ansiedad.

—Tenemos que solucionar esto —dijo perdiendo su apariencia tranquila.

—Tal vez si comprarás pantalones una talla más grande —dijo acercándose más y golpeándolo en el pecho con su dedo índice de forma acusadora.

—O tal vez si dejarás de contonearte mientras caminas —Kakashi se acercó más y el vientre de Sasuke le dio otro tirón.

—Esto es ridículo. Nos acostamos, ya, supéralo —dijo y dio media vuelta para salir del salón.

 

*

 

—Llegas tarde —fue el saludo de Haku cuando tomó su lugar en el caballete junto a él sin siquiera despegar la vista de su bodegón.

—Kakashi-sensei quería hablar conmigo después de clases, ya sabes —se excusó.

Haku asintió pero Sasuke que lo conocía también sabía que no había conseguido convencerlo. Sacó sus materiales de dibujo y puso la bitácora sobre el taburete. No le gustaba dibujar fruteros y jugar con absurdamente con las sombras pero disfrutaba de mezclar los colores, además le gustaba ese sentimiento cándido que le dejaba el recordar que hacía eso solamente por Haku.

—¿Crees que te puedan gustar varias personas al mismo tiempo? —le preguntó en un susurro mientras se limpiaba el carboncillo de las manos.

—Por supuesto —Haku dejó escapar una sonrisita tonta—, si me dieran una moneda por cada persona que me ha gustado…

Sasuke se rio también llamando la atención de la profesora.

—A mí nunca me había pasado —murmuró pensando en todas las personas que habían llamado su atención de aquella forma. Hacía un año él sólo había tenido ojos para Minato, pero con el tiempo eso fue cambiando y comenzó a notar el atractivo de las personas a su alrededor.

—Son las hormonas —le dijo en un tono catedrático levantando suspicazmente el dedo índice.

—Tendré que alertar a Zabuza de un posible adulterio, estás hecho un coqueto.

—¿Tú crees? —Haku jugó con un mechón de cabello, enredándolo en su dedo.

—Claro que no, eres todo un amo de casa.

—Amo de casa durante el día, chico coqueto durante la noche —Haku le guiñó un ojo y Sasuke recordó que ese chico no era tan inocente como parecía.

Haku le enseñó a besar, a utilizar la lengua, cómo debería tocarse e incluso le preparó para su primera vez con Minato. El chico era inocente en todo excepto lo referente al sexo.

—No quiero detalles —dijo rápidamente, recordando las múltiples veces que Haku había insistido en hablar de sus tórridos encuentros con su esposo.

Haku rio nuevamente.

—No iba a dártelos —sonrió satisfecho—, pero ya que insistes querrás saber que anoche me ató a… —Sasuke le calló abruptamente poniendo sus manos sobre su boca.

—¡Genial! —exclamó levantándose abruptamente de su puesto cuando el timbre sonó.

Haku continuó riéndose como un niño que acababa de cometer una travesura. Sasuke sonrió contagiándose de su buen humor.

—Eres incorregible —bufó.

—Mañana Oka-san dará una fiesta por el aniversario del Okiya.

—¿A qué hora? —dijo Sasuke sin emoción. No es que le desagradara ir, pero Haku y Zabuza se la pasaban hablando con todo el mundo mientras Sasuke se aburría.

—A las ocho. Deberías invitar a alguien, así no te aburres.

—Ya lo veré —dijo tratando de ser indiferente al tono sugerente que su amigo había empleado.

—A un amigo o tal vez prefieras invitar a Neji-senpai —continuó.

Sasuke bufó.

—¿Qué te hace pensar que entre él y yo podría haber algo? —le espetó.

—Pues tuvieron una cita, ¿no?

—Fue porque mi queridísimo mejor amigo me vendió por un puñado de dulces.

—Ya te dije que lo siento —Haku hizo un pechero —. Además no pudo ser tan malo.

Sasuke viró los ojos y se abstuvo de escupir un “qué sabes tú”.

Se despidieron y Sasuke se dirigió a la cancha de baseball a buscar a Naruto. Los pasillos comenzaba a vaciarse, Sasuke aún no se acostumbraba a las miraditas que le dedicaban los estudiantes mientras caminaba por los pasillos y los cuchicheos que procedían, seguramente quejándose de que no usara el uniforme. Cuando llegó la cancha, ésta estaba completamente vacía; extrañado Sasuke se acercó a los vestidores para cerciorarse de que aún estuvieran los miembros del equipo allí. Se adentró con sigilo tratando de pasar desapercibido, pero entre el vaho de la ducha y las conversaciones estruendosas, fue recibido con un montón de silbidos y una que otra frase obsena.

—¿Te gusta lo que ves, linda? —se le acercó un tipo que se veía por demás de intimídate con una toalla atada precariamente en la cadera.

Sasuke retrocedió tratando de alejarse de aquel chico, pero trastabilló en el suelo húmedo cuando trató de dar un paso hacia atrás. Un par de manos le sostuvieron de la cintura con un propósito más allá de evitar su caída. Se desembarazó del agarre y se giró para encarar al pervertido.

—Tranquila fierecita —le dijo levantando las manos en son de paz.

Sasuke volvió a girarse buscando a Naruto con la mirada. Las obscenidades se acabaron mientras su mirada afilada y su ceño fruncido evidenciaban lo enojado que se encontraba. Se sintió totalmente fuera de lugar, pasaba la mayor parte del tiempo convenciéndose de que era un chico, pero ahora, observándolos en su ambiente y en estado más íntimo, ya no estaba totalmente seguro. Eran unos guarros. Con esos pensamientos, se adentró un poco más en los vestidores maldiciendo mentalmente a Naruto y jurándose a sí mismo que nunca volvería a hacer algo como eso.

—Naruto, tu novia te está buscando —escuchó tras de sí. Sasuke se giró hacia la voz, era Gaara—. Parece bastante furiosa.

Naruto giró para verle y  abrió los ojos mostrándose sorprendido con su presencia. Sasuke, en cambio, le lanzó una mirada fiera que le hizo rascarse la nuca con nerviosismo.

—¡Sasuke… —se apresuró a decir, parecía que quería justificarse, pero ni él sabía de qué.

—No digas nada —le espetó dirigiéndose a la salida. Los compañeros de equipo de Naruto comenzaron a reír. “Pero que carácter” “Seguro y es igual de fiera en la cama” “Necesita una buena cogida” entre otras vulgaridades.

—Sasuke, ¡Sasuke! —Naruto le agarró del brazo para que se detuviera— Lo siento, son todos unos idiotas, pero no se supone que las chicas entren a los vestidores.

Sasuke frunció el ceño molesto.

—Te estabas demorando —le dijo sintiendo su rostro caliente, no sabía si se había sonrojado de la ira o de la vergüenza.

Naruto frunció los labios y entrecerró los ojos posiblemente con una réplica en la punta de la lengua, pero en vez de eso dejó escapar una carcajada silenciosa que a Sasuke se le antojó más un resoplido. Naruto le pasó el brazo por los hombros y le besó la cien.

—No sé por qué ya no puedo enojarme contigo.

Sasuke le miró como si no tuviera remedio y torció los labios en un gesto desaprobativo.

—Eso es porque te seduje con mi encantadora personalidad —apuntó con obviedad.

Naruto rio con ganas.

—Definitivamente no creo que sea por eso.

—¿Entonces por qué si no? Soy arrolladoramente adorable.

Naruto lo apretó un poco más hacia él.

—Sí, sí, cómo digas —le acomodó los cabellos que picaban en su mejilla— ¿Ya no estás enojado?

—Tendrás que hacer mérito para ello.

Camino a casa Naruto le contó porque se había demorado en los vestidores: Gaara le había prestado un vídeo porno; Sasuke le miró con malicia y un poco de azoro, no se esperaba que fuera tan sincero por lo que le dijo –medio en broma y medio en serio- que tal vez deberían verlo juntos. Sasuke se mordió los labios al notar que lo hacía con ansiedad. Subieron a su habitación, a Sasuke le hormigueó el abdomen con anticipación mientras se acomodaban sobre la cama y prendían la laptop. Naruto parloteó de un montón de cosas y se levantó para poder curiosear entre las cosas de Sasuke. Al principio miraba con apreciación las cosas sobre el tocador y las mesitas de noche mientras comentando una que otra cosa, luego su parloteo se agudizó cuando abrió el armario y comenzó a esculcar entre los cajones.

—Tu closet parece un puto centro comercial —le acusó—. Para que necesitas tanta ropa, es más hoy estás mucho más vestido de lo que has estado en un mes.

Sasuke se limitó a fulminarle con la mirada y continuó con lo que estaba haciendo. Naruto continuó revisando sus cosas hasta que se entretuvo con el cajón de su ropa interior, Sasuke saltó sobre sí mismo y se puso de píe, bien, el esculcamiento había tocado el límite. No es que a Sasuke le molestara que Naruto estuviera pululando entre sus cosas, pero había algo en la forma tan casual que se conducida que le hizo sentirse violentado al verlo con sus bragas en las manos. Su amistad estaba avanzando muy rápido, se dijo mientras alejaba a Naruto de su ropa interior.

—Aguafiestas —musitó Naruto haciendo un puchero, pero sus ojos le estaban mirando con tanta intensidad que Sasuke tuvo que desviar la mirada.

Sasuke se dejó caer sobre la cama y Naruto le siguió. Sentía el cuerpo tenso cuando le dio play al vídeo. La escena era ridícula pero cada vez se hacía más y más candente. La mano de Naruto paseándose lentamente en sentido ascendente sobre su pierna que en parte le ponía nervioso, pero Naruto y él ya habían sexualizado su amistad, por lo que un av no debería suponer mucho problema. Los gemidos escandalosos de los protagonistas comenzaban a excitarlo, su cuerpo se sentía caliente y su respiración se había hecho profunda y agitada. Se removió incómodo dentro de sus pantalones y desvío la mirada de la portátil para ver a Naruto y éste, a su vez, le devolvió la mirada. Sasuke sintió un vuelco en la parte baja de su vientre y como el hormigueo se extendía hacia sus piernas.

La mano de Naruto continuó paseando por su pierna hasta llegar a su vientre. Sasuke sintió un ligero corrientaso donde Naruto le tocaba, se mordió el labio. Naruto le miraba tan fijamente que no podía sostenerle la mirada, la mano de Naruto se detuvo tentativamente sobre la cinturilla de su pantalón capri, como si esperara por su aprobación, mientras él solamente podía pensar imperiosamente «¡Hazlo, hazlo!»

Le devolvió la mirada tratando de alentarlo a hacer algo, Naruto se acercó aún más hasta posarse sobre su cuerpo, el sentir la respiración caliente y pesada de Naruto sobre su cuello y mejilla le encendió mucho más. Abrió las piernas y dejó que Naruto se acomodara entre ellas, levantó los brazos y lo atrajo sobre sí para besarlo. Se besaron con desespero hasta que su erección se volvió dolorosa por lo que instintivamente arqueó el cuerpo para refregarse contra Naruto.

Naruto separó de sus labios lentamente, dándole pequeños mordiscos y tirando de ellos suavemente. Deslizó sus manos bajo su blusa tocando su piel candente, prodigándole tenues y prolongadas caricias.

—Sasuke… —le llamó y él le miró con los ojos afiebrados, ardiendo en deseo— ¿puedo tocarte? —Sasuke asintió en un suspiro y las manos de Naruto comenzaron a descender regalándole caricias cada vez más íntimas— ¿puedo tocarte de esta forma? —insistió, a lo que Sasuke volvió a asentir, algo en su rostro complacido debió satisfacer a Naruto lo suficiente como para que se animara a bajarle los pantalones.

Sasuke también lo tocó a consciencia, repasando sus músculos con vehemencia, recorriendo su anatomía alternando las puntas de sus dedos y sus manos frías. Besó su cuello mientras Naruto le acariciaba las piernas, amasando firmemente sus muslos acercándose sugestivamente al borde de sus panty. Naruto le besó justo ahí, en aquel lugar tan sensible provocándole un ligero espasmo que le contrajo las piernas.

Naruto le sonrió y continuó dejando besitos sobre la cara interna de sus muslos y Sasuke siquiera pudo preguntarse cómo podía sonreír en un momento así. Le bajó la ropa interior mientras Sasuke se sentía ridículamente pasivo por lo que le sacó la camisa con premura, paseó su mirada por los músculos de sus brazos y sus abdominales, hipnotizado por la forma en la que se contraían.

—Lindo cuerpo —dijo Sasuke con una sonrisita maliciosa.

Naruto se acomodó mejor entre sus piernas abriéndolas un poco en el proceso. —Lindo trasero —le respondió.

Se besaron nuevamente esta vez con un poco más de sutileza, las manos de Sasuke continuaron explorando el pecho de Naruto acariciando suavemente sus pequeños pezones. Sus manos se desviaron a los pantalones de Naruto y comenzó a acariciarlo. El cuerpo de Naruto era cálido, ardiente, pensó Sasuke mientras se dejaba llevar por sus caricias; Naruto le besó el cuello y sus labios se sintieron demasiado húmedos sobre su piel perlada de sudor. Descendió de su cuello para besarle el vientre descubierto dejando pequeñas lamidas alrededor de su ombligo, el roce de los labios de Naruto sobre su piel le hacía cosquillas y el calor en su abdomen era sumamente placentero. Su vientre se tensaba cada vez más y más mientras sus labios se acercaban a su miembro erecto. Cuando los labios de Naruto se posaron sobre su glande, su cuerpo se estremeció por completo y Sasuke tuvo que aferrarse a las sabanas para no dejarse ir.

Los labios de Naruto recorrieron su miembro suavemente para luego comenzar a masturbarlo firmemente con su mano mientras miraba fijamente. Aferró sus manos en los hombros de Naruto y dejó caer la cabeza sobre la almohada. Con su mano libre, Naruto se dispuso a explorar más allá del sexo de Sasuke, se llevó un par de dedos a la boca y los lamió y los chupó de manera lasciva viendo fijamente a los ojos contrarios; los dirigió a la entrada de Sasuke y le tocó con suavidad tratando de no asustarlo.

Naruto carraspeó ligeramente, sintiendo la garganta seca. Su corazón retumbó con fuerza en su pecho alejando los suaves gemidos de Sasuke de sus oídos. —Cuando tú… —la voz de Naruto vaciló y él sintió la garganta seca— ¿Cuándo tú te masturbas te tocas aquí? —enfatizó sus palabras tocándole con un poco más de acopio.

Sasuke dejó escapar un gemido bastante escandaloso cuando Naruto lo tocó de esa forma. Complacido consigo mismo Naruto observó como el sonrojo de Sasuke tomaba mayor intensidad y se animó a adentrar poco a poco se dedo anular dentro de él, jadeando al percatarse de lo estrecho y húmedo que era.

—¿Lo haces? —insistió porque realmente le producía morbo la respuesta.

Sasuke frunció el ceño negándose a responder y Naruto no pudo más que intensificar sus caricias sobre su miembro, dejando de lado la languidez y la suavidad. Sus acciones provocaron que Sasuke se pusiera más duro y comenzara a frotarse contra su mano. Naruto presionó el glande y esparció el líquido pre-seminal por su miembro mientras se animaba a introducir un dedo más, lo hacía lentamente, con cuidado, tocando todo cuanto pudiera. Los gemidos de Sasuke se intensificaron animándolo a ser más osado. Naruto volvió a besarlo y lo penetró con sus dedos con exquisita profundidad.

De repente las manos de Sasuke apretaron con fuerza sus hombros, enterrando sus dedos en ellos y acercándolo a él, sus piernas se contrajeron rodeándolo como si lo invitaran a seguir. Naruto lo observó complacido consigo mismo y el gemido escandaloso que se escapó de los labios de Sasuke no hizo más que alimentar su ego. Cada vez que Sasuke se arqueaba o gemía, su autocontrol se desquebrajaba de a pocos, alentándolo a acelerar el ritmo. Los cortos jadeos de Sasuke lo enardecían, le miró fijamente a los ojos, aquellos ojos grandes y de un color negro brillante que tanto le atraían.

Sasuke cerró los ojos presa del primer espasmo, Naruto le tocó más profundamente y le besó con pasión. Sasuke abrió los ojos cuando, a falta de manos desocupadas, la mejilla y la nariz de Naruto le acariciaron el rostro, dándole besitos de cuando en cuando. Le besó en los labios con avidez y sus lenguas no dejaban de acariciarse, Sasuke se abrazó a él con fuerza, dejando que la tensión en su cuerpo se disipara en pequeños espasmos mientras corría con un grito sordo.

Naruto sonrió y Sasuke le devolvió la sonrisa y le acarició suavemente la piel de la nuca, parecía complacido.

Naruto sacó sus dedos dentro de Sasuke y se sintió un poco avergonzado. —Eso es suficiente mérito para ti —le dijo Naruto mientras lo observaba regular su respiración con el cuerpo laxo sobre la cama.

Sasuke rio a carcajadas y le dio un beso rápido en los labios. —Hasta te has ganado un premio.

Naruto retrocedió expectante mientras Sasuke se incorporaba en la cama y se ponía la ropa interior. Abrió uno de los cajones de su mesita de noche y tomó un dispensador de pañitos húmedos, se limpió el vientre y procedió a limpiarle las manos a Naruto. Lo dirigió en silencio a la silla giratoria de su escritorio y le empujó suavemente indicándole que se sentara. Los ademanes de Sasuke resultaban dominantes, pensó mientras lo veía sentarse sobre su regazo, olvidando que hace poco lo había tildado de tranquilo y sumiso. Sasuke le miró fijamente a los ojos, posó sus manos con delicadeza sobre sus mejillas y le besó al tiempo que comenzaba a moverse rítmicamente sus caderas sobre su miembro dolorosamente erecto.

Sasuke rompió el beso y sin dejar de mirarlo se sacó el la cinta de su cabello ahora alborotado y desprolijo. Tomó las manos de Naruto, las cuales se encontraban sobre su cintura, y las llevó a la parte de atrás de la silla y comenzó a envolverlas con la cinta y las ató. Naruto lo dejó ser un tanto desconcertado pero al percatarse de lo que quería comenzó a removerse inquieto.

—Quédate quieto —le dijo suavemente pero se notaba a leguas que era una orden.

Sasuke se levantó de sus piernas y se dejó caer lentamente hasta arrodillarse en el suelo. Naruto tragó saliva y su corazón volvió a acelerarse ensordeciéndolo con su fuerte retumbar. Su rostro se acaloró y sus ojos se abrieron con sorpresa cuando Sasuke le bajó los pantalones. Su mirada siguió cada uno de sus movimientos, aún incrédulo, sintió su pene palpitar con precipitación. No fue hasta que Sasuke le comenzó a bajar los bóxer que su mente conecto y con un jadeo de excitación por fin su mente salió de su estado de susceptibilidad. Uchiha Sasuke iba a hacerle una mamada.

Las manos de Sasuke apresaron su erección, su pulgar subió hasta su glande, lo rodeó y volvió a bajar haciendo temblar la salida de su uretra en la que brillaba el blanquecino líquido preseminal. Las manos de Sasuke lo masturbaron con placidez y sus labios apresaron su glande, lamiéndolo con calma. Naruto tembló de placer y dejó caer la cabeza en el respaldo de la silla, sus brazos se sacudieron con la necesidad de tomar a Sasuke de los cabellos y deslizar su boca por su polla.

—Oh… sí —suspiró cuando sintió su miembro ser embargado por la cálida humedad de los labios de Sasuke.

Sasuke lo chupó con voracidad, concentrándose en lamer el glande y el húmedo orificio. El miembro de Naruto se sintió palpitar contra su boca cuando Sasuke la presionó contra su paladar. Los músculos de Naruto se tensaron, mientras él se sentía preso de un cumulo de sensaciones que jamás había sentido antes. Delirante de placer, sus caderas comenzaron a moverse bombeando su miembro con ferocidad dentro de la boca de Sasuke sin poder controlarse, deslizándola hasta su garganta. Embistió con fuerza un par de veces más hasta correrse dentro de su boca.

Naruto gimió con fuerza y se dejó ir sin reparos. Relajó su postura sobre la silla y paladeo su orgasmo con primitiva satisfacción. Nunca le antes le habían hecho una mamada y había sido tan fascinante como lo había imaginado. Bajó su mirada para observar a Sasuke, su pecho se hinchó con deleite al notar como se relamía los labios.

—¡Te lo tragaste! —dijo sin poder ocultar su incredulidad.

Sasuke se encogió de hombros restándole importancia y se levantó de sus rodillas. —Era eso o tenerlo en la cara —o más o menos eso le había dicho Haku hace algún tiempo, la verdad era la primera vez que se atrevía a hacer algo como aquello. Sasuke se sentó nuevamente sobre las piernas de Naruto.

—Bésame —le pidió Naruto mirándole intensamente con sus ojos azules.

—Lo que debería hacer es dejarte aquí atado y con los pantalones abajo.

Naruto se tomó sus palabras con un humor y rio, de una forma tan transparente que le recordó las risas divertidas e infantiles de Haku.

—Creí que ya no estabas enojado conmigo.

—Eso era antes de que casi me ahogaras con tu polla.

Naruto se sintió avergonzado ante la mirada traviesa de Sasuke, parecía más divertido que enojado. Sasuke se abrazó a él —Merezco una compensación —susurró sobre sus labios antes de besarlo desatando sus manos en el proceso.

Naruto le abrazó mimoso un par de minutos antes de que Sasuke se zafara para ir a tomar una ducha. Sasuke salió del baño con el cabello húmedo y la ropa puesta. Naruto le dijo que parecía una niña con su holgado jardinero de jean en short y su camisa de gris  con bordes rosjos de Martin el marciano. Sasuke se pintó los labios porque Naruto le dijo que le gustaba cuando lo hacía.

Bajaron las escalaras discutiendo el por qué la “cinta” –según las palabras explicitas de Naruto- en el cuello de Sasuke era o no un collar. Las medias antideslizante de Sasuke evitaron que se callera cuando la profunda voz de su padre le llamó desde el comedor, estaba con un grupo de hombres con traje negro, seguramente trabajando.

Sasuke y Naruto saludaron a los presentes cuando se acercaron. Su padre tenía el ceño fruncido, seguramente disgustado al darse cuenta de que su hijo había estado solo con otro hombre en su cuarto. Sasuke contuvo el impulso de virar los ojos y se dirigió hacia su padre y posó una de sus manos sobre su hombro como saludo.

—¿Qué haces?

Sasuke cambió el peso de su cuerpo de una pierna a la otra, tratando de no parecer nervioso. Su padre podía oler el miedo y era un detector de mentiras humano.

—Veíamos una película —respondió con simpleza. Su padre bufó, pero a pesar del silencio sepulcral, era consciente de que estaban acompañados—. Ahora vamos a ir a dar una vuelta, ¿quieres que les compre de comer?

Su padre negó con la cabeza. —No creo que trabajemos hasta tarde.

Sasuke se despidió y asintió cuando su padre, aún con el ceño fruncido y la voz tensa, le dijo que no demorara. Se puso los zapatos con afán y salió de la casa seguido de Naruto, quien había estado inusualmente silencioso.

—Tu papá realmente da miedo —habló al fin mientras bajaban las escaleras de la entrada.

Sasuke se encogió de hombros, a él su padre no le causaba ni el menor temor.

—Es policía, supongo que es parte de su trabajo. Intimidar a los malos y esas cosas.

Naruto asintió no del todo convencido.

—¿Crees que él…? —no fue necesario que terminara la pregunta.

—No lo creo, mi papá es un paranoico y un extremista, si lo hubiera por lo menos sospechado ninguno de los dos hubiera salido de la casa.

Poco a poco se fueron perdiendo entre la multitud de personas que caminaba presurosa ansiosas de volver a su casa tras una larga jornada de trabajo. Hablaron un poco más de las habilidades policiacas de Fugaku para desviar el tema de conversación a cosas cada vez más triviales. Se tomaron de las manos al caminar, no en un sentido romántico, sino como un par de amigos que gustaban de sentir la compañía del otro. A Sasuke le sorprendió su capacidad –de ambos- de aparentar que nada había pasado.

Notas finales:

Espero que la espera haya valido la pena.

¿He mejorado con el lemon? ¿Espero que sí?

Recuerdan que había quedado en recomendarles fics HD, les dejaré una lista de mis favoritos.

Primero les recomiendo todos los fics de Helena Dax, son totalmente increíbles, para flipar. Quiero destacar la saga Alianza, que es una delicia, Notorius que fue mi primer fic HD, Atrapa esa Snitch, Draco, Despertares y Caminos insospechados.

También les recomiendo Blackbird, El camino más largo a la felicidad  y Flores en Marzo de ladyunebarton.

Fecha de Expiracióm de Krispy-Sly.

A new life (traducción) de Adigium21.

DHM: Departamento de Homicidios Mágicos por carilu (éste realmente me encanta, por motivos diversos, pero está genial).

Cuando el tiempo no es suficiente, VÍNCULO(Traducción) y Como correr en el aire de Dulcura Letal.

Lonely Moon (traducción) por ScorpioDani (que es otra joya en mi corazón).

Las desventuras de un hombre embarazado por Ahgeness Black.

Paradigm por Xanath (es demasiado sexy, muschísimo y me encantó el argumento).

Y por último Nuestro por Kikyo_Takarai, el cuál es un fantabuloso omegaverse, lo cual me encanta.

¿Me recomendarías algún fics HD?

Sin más, espero sus comentarios.

Besistos y ronroneos~


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