Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ramo de Flores por Abyss

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Azúcar... Demasiada... Azúcar... Help me... 

Había intentado huir de aquél lugar, desaparecer de la vista d mayor apenas y este se había dado cuenta de su presencia. Pero había sido demasiado lento —aparte de que olvidó el camino hacia la salida—, que cuando quiso darse cuenta Steven ya lo había tomado de un brazo y jalado bruscamente para detener su intento de huida. 

— ¡Drew! 

Escuchó claramente la voz de Steven diciendo su nombre, en un tono más alto del necesario, pero comprensible debido a lo emocionado que debía sentirse. Algo totalmente contrario a él, que únicamente mantenía la mirada pegada en el suelo y no lograba pensar en alguna forma de zafar su brazo del firme agarre del mayor. 

— ¿Qué haces aquí? —cuestionó el mayor sin soltarlo, como si supiera que apenas y lo soltara se iba a desaparecer una vez más. 

—No la gran cosa —respondió casi en un susurro, intentando evitar que sus nervios fueran demasiado notorios—, me mandaron a buscar un pokémon en específico, pero como no di con él... Mejor ya me voy de regreso. 

Hizo un esfuerzo por soltarse nuevamente, aprovechando el impulso de darse vuelta y tomando por sorpresa al mayor. Y aunque por un momento pareció dar un resultado positivo, no tardó mucho en ser detenido otra vez.

Aunque ahora había sido jalado por la parte posterior de su playera para detener su avance y no por el brazo. 

—Espera un momento —pidió rápidamente el mayor, aprovechando la oportunidad del momento y la privacidad que aquella cueva les otorgaba—. Quiero hablar contigo sobre lo que pasó... Yo... Am... Me deje llevar un poco ese día. 

Drew no quería escucharlo, tenía miedo de lo que podría decirle, de todo lo que podría confesarle y —sobre todo—, tenía miedo de confesar sus propios sentimientos, aquellos que aún ni siquiera era capaz de asimilar para sí mismo. 

—No tienes porque preocuparte por eso. —intentó restarle importancia ante la urgencia que tenía para salir de ahí

— Es que no puedo —dijo seriamente el mayor, soltando a Drew de la playera pero moviéndose hasta quedar nuevamente frente a frente, lo que ocasionó que instintivamente el menor desviara la mirada una vez más—. Dime, ¿te molestan mis sentimientos? ¿Acaso hice algo mal? 

Instintivamente Drew junto sus dos manos y comenzó a jugar con las mangas de su playera, su mirada plantada en el suelo le permitía ver al pequeño Aron que se había aferrado a la pierna de Steven —y que no parecía darse cuenta de él—, mordiendo el pantalón con los ojos cerrados como si fueran una delicia, al parecer tenía la creencia de que era comestible..

— ¿Drew? 

El de ojos verdes brinco en su lugar al sentir la mano del mayor encima de su hombro, despertandolo de su estupor y llamando la atención del Aron ante el extraño sonido de sorpresa que dejó salir. 

—No es nada de eso —respondió finalmente, usando una de sus manos para intentar apartar la mano de Steven, que obviamente se negó a moverse—. Es solo que... No supe como reaccionar. 

El campeón observó atentamente al coordinador, a la espera de que dijera algo más, que soltara más información con la cual pudiera trabajar... Pero.... Nada, lo único que siguió a su intento de conversación no fue otra cosa que silencio. 

— ¿No supiste cómo reaccionar? —repitió Steven sin saber qué más decir—. No te entiendo. 

—Ese día yo... No supe realmente que contestar después del... Del... De... —conforme iba hablando su voz poco a poco fue bajando de intensidad hasta convertirse en un tímido susurro, sintiendo también como sus mejillas se iban tornando cada vez más calientes conforme iba hablando, incapaz de terminar su propia oración. 

—Drew... Mírame. —pidió el mayor, quitando finalmente su mano del hombro del menor y sonriendo levemente. 

— ¡No quiero! —se negó de inmediato el menor, retrocediendo y dejando al mayor con una horrible sensación de vacío. 

Un silencio incomodo apareció hasta que finalmente Steven decidió romper con el, acabar de una vez con ese tonto camino por el que se habían terminado desviando. 

— ¡Entonces dímelo de una vez! —exigió Steven ya cansado de la situación—. Dime otra vez en mi cara que no te gustó... Pero hazlo, mirándome a los ojos y no al suelo como un cobarde. 

— ¡Es que no quiero mirarte! —confesó el de cabello verde, utilizando ambas manos para ocultar su rostro y minimizar cualquier sonido que pudiera salir de su boca. 

— ¿Porque no? —preguntó Steven sin poder ocultar el tono de cansancio y desesperación que aquella conversación le estaba provocando.

—Porque si te miro a los ojos... Creo que voy a terminar enamorándome más de ti. 

Steven sintió como algo dentro de su pecho se expandía lo suficiente que de repente no le permitió seguir respirando con normalidad... Sin contar el agradable bochorno que rápida y repentinamente sintió subir por su cuello. 

Aquellas palabras... Junto a ese adorable tono de voz y esa tímida confesión... 

—Te amo. 

Soltó con una sonrisa, olvidándose por completo de su recién arrebato, con tranquilidad se acercó al menor lo más posible, acortando la distancia sin miedo alguno y ayudándose de ambas manos se encargó de sostener el rostro de Drew entre ellas —aprovechando para quitar las de él en aquel proceso—. Para finalmente ser capaz de admirar aquellas esmeraldas que tanto amaba observar y que se podía pasar horas mirando sin problema alguno... Pero justo cuando logró su cometido, fue capaz de notar algo tan adorable que le hizo suspirar sin perder la sonrisa... La curiosa expresión de Drew, ocasionada por sus adorable intentos de mantener los ojos fuertemente cerrados. 

Adorable —pensó el mayor, antes de repetirse una vez más en un susurro, incapaz de cansarse de aquella palabra y decidido a decirla hasta desgastarla—. Te amo. 

Con sus manos sujetando lo firmemente del rostro —manchandolo de tierra en el proceso—, fue capaz de sentir un leve estremecimiento, uno ocasionado por sus palabras y que no hizo otra cosa más que ensanchar su sonrisa. Aprovechando la forma en que lo sostenía, bajo su propio rostro para acortar la distancia y empezar a respirar el mismo aire. 

—Drew. —llamó repentinamente en un susurro que fácilmente podía ser escuchado gracias a la casi inexistente distancia que había entre sus rostros, negándose a que el silencio se asentará entre ellos, aunque por la forma en que latía su propia corazón y lo agitada que se había vuelto la respiración de ambos, dudaba que el silencio realmente fuera capaz de existir entre ellos a estas alturas. 

Pero por supuesto —y como debía ser—, el menor no contestó a su llamado, aunque por la forma en que alzó un poco más el rostro fue suficiente para darle a entender que lo estaba escuchando. 

— ¿Puedo besarte?

Steven no sabía qué era lo que justamente le había cautivado del menor, en un principio había pensando que eran sus ojos, esas bellas esmeraldas que no se cansaba de observar... Pero así como podría haberlo hechizado con la mirada, también podría haber sido por varias cosas más... Justamente como, ahora. 

—No, no puedes. —soltó repentinamente Drew, con la voz temblorosa y el rostro colorado. 

— ¿Por qué no puedo? —cuestionó sin comprender y con genuina curiosidad. 

—Porqué eso es ilegal. 

Steven literalmente se quedó de piedra cuando escuchó aquello siendo declarado por el menor, aquella frase inmediatamente lo obligó a soltaron e incluso hasta fue capaz de hacerlo retroceder... Solo para empezar a reír a carcajada limpia ante tal ocurrencia. 

—Oh vamos, si yo he hecho cosas peores. 

Cuando finalmente dejó de reír —y fue capaz de normalizar su respiración—, sus ojos finalmente fueron capaces de encontrarse nuevamente con la verde mirada de Drew, que también se encontraba sonriendo y le observaba atentamente. 

—Yo también —soltó de repente Drew con una seguridad que Steven no recordaba haber escuchado antes—. Yo también te amo, Steven. 

En ese momento Steven se desprendió por completo del mundo, con la mirada perdida en los brillantes ojos verdes que al fin habían dejado de huir, sintiendo incluso capaz de tocar lo que Drew le transmitía con la mirada... Un amor puro... Inocente... Así como debería de ser... 

Se terminó desprendiendo lo suficiente del mundo... Que en ningún momento fue capaz de notar al Aron que estaba a punto de dejarlo sin zapato y que cuya tela del pantalón ya había dejado toda mordisqueada.

0.o.0

Azucena o lirio: Corazón inocente. Amor puro y delicado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).