Inconscientemente llevó la palma de una de sus manos hacia el lugar que antes el yōkai había acariciado. Sus mejillas se tornaron rojas y una sensación desconocida avanzó desde la boca de su estómago para finalmente instalarse en su pecho.
Eres demasiado extraño, Seshomaru
....
Desde esa noche algo que no necesitó ser acordado entre los dos surgió.
Seshomaru había decidido dejarse llevar luego de muchas horas de tortura autoimpuesta; sentía que no podía reprimir más lo que llevaba clavado en el pecho y era mejor que lo dejase salir antes de que terminase acabando con él.
Por el lado contrario, Inuyasha se impuso averiguar el porqué del actuar de su hermano y aceptó de una vez por todas, que le interesaba saber más acerca de él y su forma tan extraña de ser.
El yōkai visitaba la aldea dos veces por semana y, aunque que lo más que él y el hanyou hacían al principio era mirarse en forma de saludo, el silencio cómodo entre ambos era suficiente.
....
Luego de un tiempo, las palabras habían comenzado a surgir entre ellos, los hermanos se acercaban cada vez más y ninguno de los dos tenía la intención de parar aquello.
Las ocasiones en las que platicaban, por muy extraño que sonase, incrementaban a medida que descubrían lo agradable y nada molesto que resultaba el pasar el rato en compañía del contrario.
********************************
-Esta flor me hace recordar a mi madre- cuando se dio cuenta ya lo había dicho y se regañó mentalmente por eso. ¿Cómo pudo olvidar que a Seshomaru le desagradaba todo lo que tuviera que ver con los humanos a excepción de Rin?, y más cuando se trataba de la mujer con la que Inu no Taisho tuvo un hijo.
-Los gustos de las mujeres humanas son parecidos, recuerdo que a Rin también le agrada
Se sorprendió por un momento por la respuesta, para luego asentir y aspirar el dulce aroma que el lirio blanco, entre sus manos, desprendía.
-Y a ti ¿te gusta una en particular?
Dirigió su vista hacia el demonio y al notar la forma tan calmada y expectante de una respuesta con la que lo miraba, sintió su rostro calentarse producto de la vergüenza.
-G-Glicinas azules
-¿Que tienen de especial?
-Su aroma es simplemente delicioso
¿P-Por qué me preguntó eso?
-¿No hay ninguna por aquí?
Tras analizar por un momento lo dicho por el mayor, el peliplata negó con la cabeza de forma lenta.
-No, solo se encuentran al norte
-Ya veo
...
La próxima vez en la que el hanyou vio a su hermano, este se acercó a él sin pronunciar palabra. Tomó una de sus manos y colocó sobre la palma de esta sus flores favoritas.
-Su olor es agradable, pero conozco uno que lo es incluso más
Fue lo que le dijo Seshomaru antes de dar media vuelta y entrar a la morada de la anciana Kaede a visitar a Rin.
******************************
Los instantes en los que lo ayudaba surgieron de la nada e Inuyasha se seguía preguntando cómo era que siempre que se encontraba en aprietos, el yōkai aparecía y de la forma más estoica posible, le echaba una mano. Eso era tan o quizá más extraño que la relación de "hermandad" que habían forjado en esos últimos meses.
******************************
-Tsk, malditos monstruos
Observó el centenar de esas criaturas rodearlo. No entendía cómo de solo haber cerca de cinco, habían llegado a ese número en solo unos minutos. Sí que tenía mala suerte.
Y mi cuerpo se encuentra débil porque hoy es luna nueva
Esquivó el ataque de las garras de lo que parecía un ogro gigante y corrió tratando de alejarse lo más posible; su incapacidad de utilizar a Tessaiga no le era para nada favorable frente a tal cantidad de criaturas deseando acabar con su vida.
Necesito perderlos de vista
Siguió corriendo sin darse cuenta que se dirigía a un precipicio. Al llegar, giró la vista y la masa de demonios lo tenían acorralado.
Solo tengo una opción, tendré que lanzarm...
El grito desgarrador y el hedor de la sangre que los monstruos emanaban al ser cortados en pedazos interrumpieron sus pensamientos.
No pudo identificar bien el olor del ser que los estaba asesinando a causa de su olfato adormecido y lo lleno que estaba el ambiente del olor de aquellos horribles seres.
Espero durante casi un minuto impaciente y tras ver a la persona que lo había ayudado tan solo se quedó callado.
Tú
-Es negligente el que camines por estos lares cuando sabes que la luna nueva es próxima
-Tsk... solo lo olvidé, no me hagas sonar como si fuera un estúpido
Trató de actuar rudo frente a Seshomaru pero supo que fracasó al ver una ligera expresión de burla en su rostro.
-Tú lo has dicho
-Maldito
Observó como el yōkai miró fijamente el cielo por unos segundos para luego fijarse en él con intenciones de hablar.
-Pronto anochecerá, no serás capaz de cruzar el bosque y llegar donde los humanos- dio media vuelta y comenzó a caminar- sígueme si no quieres morir
Quedó inmóvil unos segundos y después de procesar el mensaje otorgado por el demonio, caminó rápidamente para alcanzarlo.
Esa es la forma en la que dices que te quedarás conmigo ¿verdad?
Una ligera sonrisa se instauró en su rostro y sin mencionar una palabra, acompañó al yōkai hasta llegar a una cueva cercana a un hermoso lago.
Que hermosa vista
-Puedes bañarte, yo descansaré un momento
El mayor al notar que su hermano miraba deleitado las aguas cristalinas del lago, y a la vista muy refrescantes, decidió decirle aquello para luego dirigirse hacia la cueva. No tenía intención de observarlo asearse; por más que su mente quisiese conocer cómo se vería la piel de Inuyasha debajo de ese ropaje rojizo que siempre llevaba, él luchó por acallar sus reclamos.
El hanyou asintió a las palabras de su hermano y se relajó durante más de media hora en el agua. Su mente vagó por muchos senderos, pero al final siempre llegaba a preguntarse cómo era posible que estuviese una noche de luna nueva al lado del yōkai. Por más que aún faltase un poco para el comienzo de su transformación, en algún instante Seshomaru lo vería con su forma humana y eso era lo que menos quería; antes le hubiese importado lo más mínimo, pero en la actualidad era diferente.
Ahora su hermano ya no lo miraba con desprecio como, desde que tuvo memoria, recordaba. El yōkai había cambiado mucho en su forma de tratarlo y tenía miedo de que todo se fuera al tacho al instante de verlo convertido en humano... en algo que sabía, él detestaba.
Permaneció sentado a la orilla de la gran masa de agua observando el oscuro cielo durante mucho tiempo. No supo en que momento pasó, pero cuando se dio cuenta su hermoso cabello plateado se había tornado negro, sus garras habían desaparecido y sus orejas de perro ahora se encontraban a cada lado de su rostro.
Espero las horas pasen rápidamente
Era la primera vez que pensaba de esa forma. Usualmente cuando estaba con Seshomaru, algo en su interior deseaba que el tiempo se detuviese y así poder permanecer en compañía del demonio. Gruño muchas veces por pensar de esa forma pero nunca pudo negar que era una realidad lo que su ser anhelaba.
-El clima está muy helado y más para ti en este momento
Su cuerpo se estremeció al escuchar la potente voz a sus espaldas y por primera vez en su vida, no giró para observarlo. No quería que lo viera así... se rehusaba a que sucediese.
-No soy tan débil cómo crees
Más rápido que una ráfaga de viento, el demonio llegó frente a Inuyasha y lo levantó del suelo apretando su cuello con una de sus manos.
-Q-Qué s-suelt...
El hanyou no podía articular bien la frase. El agarre que su hermano mantenía sobre su cuello lo dejaba sin aire y más cuando se hallaba en su estado vulnerable.
-Lo eres, al menos en esta forma
Poco a poco fue disminuyendo el apretón que mantenía alrededor del cuello del hanyou mientras este lo miraba algo extrañado, pero en lugar de retirar el contacto y alejarse del contrario, subió su mano hasta llegar a su mejilla y acercó su rostro aún más.
-Seshomaru...
El menor lo miraba expectante, el tacto frío contrastaba de una forma tan inusual y nada desagradable contra su piel que lo hacía estremecerse.
-Nunca había estado tan cerca de tu forma humana- su nariz se aproximó por unos segundos al cuello del hanyou para luego apartarse lentamente- tu olor es ligeramente distinto, pero no desagradable
Sintió su mejillas calentarse a pesar de lo frío del clima y la mirada de su hermano fija en sus ojos.
Estuvieron durante varios minutos inmóviles, tan solo sintiendo la piel del otro producto del pequeño contacto. Era muy extraño para ambos el encontrarse de esa forma, pero por ese instante, olvidaron quienes eran y solo se dejaron guiar por aquellos a los que siempre reprimían... sus instintos.
La intención del híbrido por pronunciar algo, frente a la situación en la que se hallaban inmersos, rompió con el ambiente. El demonio lo soltó lentamente y dio media vuelta alejándose.
-Es mejor que entres o al amanecer encontraré un cuerpo inerte frente al lago
-S-Sí
Ese corto monosílabo fue lo único que pudo responder, para luego seguir a Seshomaru con una sensación agradable en el pecho.
No le desagrado... ni siquiera convertido en un humano
***************************
Los momentos en los que se esperaban mutuamente y disfrutaban del cielo cubierto de estrellas eran ahora cotidianos. Incluso de vez en cuando sus pieles rozaban y ninguno de ellos rompía el contacto. ¿Por qué hacerlo cuando en lugar de molestarlos les era agradable?
Por supuesto las charlas no se hacían esperar desde el instante en que se encontraban a solas; quizá cuando estaban en la aldea se trataban casi indiferentes por la presencia de terceros, pero faltaba que solo estuviesen los dos para dar rienda suelta al cúmulo de sentimientos que guardaban el uno para el otro luego de días sin verse.
***************************
-Jaja esas estrellas se parecen a la forma de Shippo
No pudo aguantar reír ligeramente al notar ese detalle en el vasto cielo sobre él.
-¿A ese zorro?- Seshomaru trató de imaginarse la forma del niño al observar las estrellas que habían llamado la atención de su hermano- la constelación se parece más a una nuez
-Ehh, claro que no- sin notarlo esbozó un puchero- estás viendo en otra dirección
Sin avisar y sin ni siquiera saber qué fuerza lo impulsó, se vio tomando una de las manos de Inuyasha alzándola con lentitud con una de las suyas, señalando el cúmulo de estrellas que refulgían al lado de la imponente luna llena de esa noche.
-¿No son esas?
-...Sí- hizo una pausa por lo nervioso que lo hacía sentir el tacto del yōkai- y como dije, se parece a Shippo
-Tu imaginación es muy amplia
Sus manos descendieron pero el contacto no se deshizo durante unos largos minutos. Ninguno de los dos tuvo el coraje para romperlo y tan solo decidieron permanecer así hasta que la hora en la que el mayor debía marcharse, llegase.
**************************
Y así pasaron muchos meses. Los dos se trataban de forma íntima pero ninguno se atrevía a charlar de los motivos o el objetivo de lo que hacían, tan solo disfrutaban de lo que provocaba el contrario en sus seres y nada más.
Inuyasha era el más impaciente en ese sentido. Sabía que no podía interrogar a Seshomaru si quería que todo lo que habían vivido, desde el momento en el que este lo sacó del hoyo en el que se autoimpuso, permaneciese de la forma en la que estaba.
Quiero saber cómo fue que llegamos a tener esta relación, pero no quiero que te enfades y la termines si pregunto las razones
El hanyou se encontraba caminando por los alrededores del pozo devorador de huesos en esa tarde de invierno. El frío que sentía bajo sus pies por la nieve y el que sentía en sus manos por el viento gélido demostraba a la perfección la estación que azotaba la aldea.
Caminó por unos cuantos minutos de forma lenta por el lugar, pero esta vez la razón no era la sacerdotisa a la que ahora en raras ocasiones recordaba, sino por ser el sitio donde Seshomaru le había dicho aquellas palabras que lograron liberarlo.
Y así ha sido por casi un año
Había pasado bastante tiempo sin que se diese cuenta. Podría atribuirlo quizá a que era culpa de su hermano y de la forma en la que se llevaban actualmente.
Al fin nos comportamos como familia
Se sentía alegre al saber que lo que muchas veces deseó cuando era un niño, se había vuelto realidad. Ahora no tenía que envidiar la relación de Sango y Kohaku, no... no tenía necesidad, porque a pesar de ser ligeramente distinta, la vivía.
Entonces ¿Por qué siento que no es solo "hermandad" lo que sucede entre ambos?
Arrugó con una de sus manos su vestimenta a la altura del pecho.
¿Por qué esta ansiedad me invade siempre que te miro? ¿Qué es lo que quiero de ti?
-Inuyasha
La voz de la persona que pensó jamás volvería a oír, resonó en el silencio del paisaje de una forma escalofriante.
Giró rápidamente con una expresión de asombro y observó a la mujer que se había marchado dejándolo completamente devastado hace siete años.
-Kagome
...